Dentro
de esta comunidad, casos de robos de animales como gallinas, de enseres
domésticos se resuelven mediante acuerdos entre las partes. Los conflictos
familiares suelen ser resueltos por los padres o padrinos, mientras que los
casos más graves de conflictos son llevados a la comunidad para que se
solucionen.
Igualmente,
la comunidad kichwa acude a sus ancianos para que sean
ellos los que medien en conflictos sobre las apropiaciones de las tierras. Por
si esto fuera poco, cuando se trata de conflictos locales, al menos el 60% de
los kichwas encuestado dicen estar de acuerdo en que las autoridades
tradicionales son quienes deben resolver los conflictos, y valoran el diálogo
como mecanismo privilegiado para superar desacuerdos. Cabe resaltar que más de seis
de cada diez comuneros reconocen la competencia y capacidad de sus líderes
tradicionales para responder a los problemas actuales de la comunidad.
Ello
nos lleva a algo que debe ser muy importante en un proceso de mediación: no
solo la sabiduría del mediador o mediadora, si no, sobre todo, el
reconocimiento que te den las partes. La legitimación es fundamental para
actuar como mediador. Como ocurre en esta costumbre ecuatoriana, puede ser por
la edad, por sus conocimientos y vivencias, pero yo añadiría la importancia de
la sabiduría y madurez, que muchas veces no tiene porque corresponder con la
edad.
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