Blog de debate y participación sobre la mediación como técnica de gestión de conflictos
miércoles, 23 de noviembre de 2022
Qatar 2022: un conflicto que es una oportunidad
jueves, 17 de noviembre de 2022
La experiencia de las Kup Women for Peace
El distrito de Kup, en Papúa Nueva Guinea, escenario de tres décadas de luchas tribales encarnizadas, es el hogar de Kup Women for Peace (KWP - Mujeres Kup Por la Paz).
Trabajan en muchos frentes, desde la independencia de las mujeres hasta el incentivo a la adopción de un estilo de vida más estable por los jóvenes o incluso la mejora de las condiciones de salud y nutrición; todo con el denominador común de la prevención de la violencia.
Se trata de una lucha por el cambio de mentalidades y comportamientos, para que las personas piensen en el desarrollo en lugar de centrarse en luchas tribales. Sus principales metas son la defensa de la paz y el desarrollo social. Que importante sería asumirlo tal cual en nuestros conflictos en occidente.
La organización está liderada por mujeres y está constituida por un comité ejecutivo –tres mujeres y un hombre–, un comité de gestión y el colectivo. Cada miembro del comité de gestión representa a un clan de Kup y trabaja para llevar información, despertar la conciencia, movilizar la comunidad y ser portavoz de los problemas locales, y que tengan conciencia los coordinadores estructurales de la comunidad, que constituyen el "colectivo".
El colectivo está compuesto por unas 12 a 15 personas, y funciona con un equipo que les coordina para sus reuniones y actividades, de cuatro a cinco personas. Participan representantes de cada grupo tribal y ellos trabajan con diferentes componentes relacionados con la organización.
Las actividades se orientan de acuerdo con los objetivos y estructura de la organización, como mediación, concienciación y capacitación en derechos humanos y violencia contra la mujer. Tambien entrenamiento en resoluciones y gestión de conflictos, grupos de observación de las tribus, vigilancia comunitaria, incentivo a la subsistencia, entrenamientos en salud y derechos humanos en las escuelas. Todo ello con el interés de conocer la realidad y poder tratar los problemas.
Uno de los principales objetivos es reducir la escalada de la violencia tribal a través de estrategias de mediación de conflictos y de cambios de mentalidades y comportamientos. Pretenden que comprendan las alternativas a la violencia, tanto en sus propias familias como en los colectivos o el ámbito, fomentando la colaboración y el respeto mutuo.
Sus actuaciones van más allá de prevenir o atender un conflicto, intentando tratar con las causas estructurales del conflicto y las relaciones con otros tipos de violencia, como la violencia contra la mujer o interpersonal. En definitiva un proceso de aprendizaje y educación para todos
Basándose en los derechos humanos y en los factores determinantes de la violencia y del conflicto, han sido capaces de crear condiciones de paz para apoyar la introducción del programa de subsistencia y otras actividades de desarrollo. Esas actividades, a su vez, son una parte integrada del enfoque, siendo usadas como herramientas para la construcción de la paz y una forma de superar las desavenencias y conflictos.
martes, 15 de noviembre de 2022
Colombia y Venezuela y la experiencia del “Palabrero Wayuu”
Colombia y Venezuela y el “Palabrero Wayuu”. En nuestro viaje imaginario por culturas que nos enseñen a mediar, aterrizamos ahora en la península de la Guajira, situada entre Colombia y Venezuela. Me gustaría acercaros y que conozcáis al “Palabrero Wayuú”.
En esta comunidad, se impone el valor de la palabra en clave de paz, es la base del sistema normativo de la etnia wayuu, quienes resuelven sus diferencias a través del diálogo propiciado por el pütchipü’ü o palabrero, demostrando con ello que es posible derrotar la violencia a través de la palabra
Su sistema normativo comprende un conjunto de principios, procedimientos y ritos que rigen la conducta social y espiritual de la comunidad. Inspirado en principios de reparación y compensación, este sistema es aplicado por las autoridades morales autóctonas: los pütchipü’üis o “palabreros”, personas experimentadas en la solución de conflictos y desavenencias entre los clanes matrilineales de los wayuus. Cuando surge un litigio, las dos partes en conflicto, los ofensores y los ofendidos, solicitan la intervención de un pütchipü’üi. Tras haber examinado la situación, éste comunica a las autoridades pertinentes su propósito de resolver el conflicto por medios pacíficos. Si la palabra –pütchikalü– se acepta, se entabla el diálogo en presencia del pütchipü’üi que actúa con diplomacia, cautela y lucidez.
También en esta costumbre, se otorga a la mujer el papel de mediadora de los conflictos entre distintas etnias, así las mujeres siempre han llevado “la vocería” (la palabra) cuando existen conflictos, porque existen unas normas de conducta y de moral que señalan que en las confrontaciones, muchas veces violentas, únicamente entran los hombres, según la tradición.
Entonces el papel de las mujeres es tratar de evitar la confrontación llevando la vocería (a través de la mediación) ante las otras familias, clanes o ante el Estado o Gobierno. De este modo se protegen los hombres del riesgo de ser partícipes en una forma directa que puede ser la guerra, pero también se protege la cultura del pueblo con un trabajo preventivo del conflicto a través de la palabra y la comunicación, de esta forma se puede confrontar los argumentos de las personas o clanes que estén enfrentados; posteriormente se procederá a la búsqueda de soluciones pacíficas y acuerdos que beneficien a ambas partes.
Aunque muchos conflictos han sido resueltos por las armas, los Wayúu presentan un sistema judicial bien particular que se denomina Suküaipa Wayúu que permite resolver los conflictos de manera pacífica, basados en el poder de la palabra y mediante símbolos e incluso supuestos mensajes que pueden dar familiares ya fallecidos de las personas enfrentadas. Pensar en lo que ellos hubieran hecho, les hace reflexionar sobre el fin del conflicto y su posible solución, dado que ellos representan la tierra. Antes de ir a la guerra, los Wayúu siempre acuden a la conciliación por medio de la pütchi, es decir la palabra.
Muchas veces es preferible para los Wayúu pagar con chivos, collares o dinero, antes que ir a la guerra. Cuando un grupo familiar se ve ofendido por la agresión física o la afrenta a uno de sus miembros, sus parientes suelen ponderar cuidadosamente sus fuerzas y las del grupo agresor evaluando fríamente las consecuencias de las distintas opciones de acción y en todas ellas, la palabra aparece como la única vía de acuerdo entre la etnia.
El palabrero wayuu o pütchipü'ü que es una manifestación del patrimonio Cultural Inmaterial en tanto es parte de las tradiciones y manifestaciones culturales orales del Pueblo Indígena Wayuu, que como ya os he mencionado, están asentado históricamente en las repúblicas de Colombia y Venezuela. ¿Interesante verdad? , la palabra, el rol de la mujer, la sabiduría puesta a disposición de la comunidad
Actúan como intermediarios y mediadores en la solución de disputas, con un poder de ejercicio de influencia. El palabrero wayuu es un mediador entre los conflictos que se presentan en su comunidad y goza de respeto y admiración por parte de los demás integrantes de su raza. Su palabra se considera sagrada, pues la tradición —desde los lejanos tiempos en que era leyenda— demostró la efectividad y los buenos resultados de la intermediación.
Además, se desenvuelven en todo el territorio guajiro en busca del arreglo de conflictos que van desde accidentes hasta litigios por tierras. Se acostumbra como elemento indispensable de la cultura, que el palabrero no actúe por sí solo antes de dirigirse a las partes en conflicto. Primero debe escuchar a cada una y luego inicia la conciliación.
Tiene que ser un sabio que sepa dialogar y que convenza a la parte culpable de que debe ceder y pagar Unir las partes, saber resolver, negociar, dialogar. Hay que ceder de parte y parte. Si alguna de las partes no acepta, el palabrero avisa que se debe buscar una estrategia diferente que no permita que las partes se radicalicen.
El Palabrero Wayú llama la atención por su vestimenta (sombrero, camisa manga larga, gafas oscuras, guayuco, faldón tradicional, calzado guajiro, conocido como guaireñas) y un bastón o Waraarat, que siempre lleva empuñado en una de sus manos. El bastón tiene unas características especiales, que dan origen a la flexibilidad y rectitud que debe tener el palabrero para tomar decisiones de manera justa, así como, aclarar ideas, pensamientos y diferencias entre las partes, para mantener la armonía dentro de la comunidad wayuu.
Hay que decir que el sistema normativo wayuu, al que nos referimos, sigue vigente en pleno siglo XXI y representa una parte esencial de la vida de esta etnia, los contactos con la sociedad de los «alijunas» (personas no wayúu), han traído cambios en la acción de esta población indígena, que han sido interpretados por alguno integrantes como la ruptura del sistema normativo y un desajuste a los principios fundamentales que rigen su cultura.
lunes, 7 de noviembre de 2022
El valor del tiempo en una mediación
¿Cuántas sesiones de mediación necesitamos?¿Cómo aprovechar el tiempo?¿Has valorado cada momento? Quizás esta infografía te ayude a analizar tu trabajo.
miércoles, 2 de noviembre de 2022
El Arte de Preguntar