MAGIA
Y MEDIACIÓN.-
No fué casualidad, es más tenía que
pasar. Soy formador de mediadores y mediadoras, alumnos que cada año durante
los últimos 11, saben que nuestra profesión es "mágica" y todo empezó
antes de que se celebrara una conferencia en el 1º Congreso Andaluz de
Mediación Familiar que se celebró en la Universidad Pablo
de Olavide de Sevilla, es más, yo creo que empezó mucho antes. Imaginad que un
día recibis una visita de cierto personaje que te pide que le ayudes a enseñar
a un grupo de alumnos todos sus conocimientos mágicos, y encima os dice que ha
estado trabajando en esta tarea hace unos 600 años. Pués algo así fué lo que
nos pasó a mi buen amigo Mario y a mi. Había llegado el momento de compartir
todo lo que sabíamos sobre la magia y la mediación.
Corria el año 1400 y entonces fué
cuando conocí a Mario el Mago, el mundo era un lugar oscuro, gobernado por la
ignorancia y la fuerza bruta, solo unos pocos nos esforzábamos para mantener
encendida las brillantes estrellas del aprendizaje, la esperanza y el asombro.
Nuestras escuelas de mediación se mantenían oculta por necesidad, ya que en
aquellos tiempos había muchas personas intolerantes y temerosas, que quemaban a
los magos y entendía que la mediación no era importante, luego quemaban a
cualquiera que fuera diferente.
Bastó una pequeña charla de 2 ó 3
minutos, sin levantar la voz y con la sorpresa en el rostro de quienes sabían
que tarde o temprano tendrían que compartir algún secreto. Sabíamos que
llevabamos en nuestro interior el poder de hacer que sucedan cosas maravillosas
y que los magos y los mediadores teniamos que ser valientes para unirnos y
enfrentarnos a lo desconocido.
Quedamos para 600 años después, el
tiempo se pasó volando y sentados ya en mi despacho de la Universidad se nos
presentó el Universo de seres mágicos que solo algunos afortunados pueden ver
en su vida: elfos, duendes, gnomos, enanos. La mayoría son diminutos aunque alguno
ya crecido eran de nuestro tamaño. Aunque algunas hadas viven en el país de las
hadas y se mantienen jovenes eternamente, otros seres en cambio viven entre
nosotros y mientras hablábamos de magia y mediación, se nos cruzaban de un lado
para otro, como queriendo entrar en nuestra conversación. Para ver un hada, un
gnomo, tienes que saber que a pesar de que los conflictos te agobien, existe
una solución y ser capaz de mirar y buscar entre las cartas de una baraja de
naipes, además ellos deciden si desean mostrarse ante nosotros y si ven que vas
a tener dudas, que no acudes con buena intención, si no reconoces a los demás y
que también tienen razón, no se aparecerán jamás.
Así nos sentamos, Mario sacó su
baraja y me dijo que permaneciéramos en silencio, ibamos a buscar nuestra
primera hada, yo le hable segundos después de lo que estabamos haciendo en la Universidad : formar
mediadores, formar ilusionistas, personas que van a intentar cambiar un
conflicto por un acuerdo, una crisis en una leve sonrisa, "somos -le dije-
alquimistas, queremos hacer una poción mágica, donde cogiendo una pizca de
sentido común, un poco de justicia, de psicología, de humanidad, de ciencias
sociales, para, mezclando con un poco de esos polvos mágicos que tanto tienen
los magos, poder beber y hacer que las personas confien en nosotros para
ayudarles y resolver sus conflictos más cercanos".
Mario me comentó que desde tiempos
inmemoriales, las palabras ABRACADABRA o TACHAAAN, han sido compañeras de los
magos para sorprender a quienes creen en ellos, haciendo cosas que les parecían
imposibles. La gente cree que las posiciones del sol, la luna y las estrellas
han determinado la personalidad de cada uno y que ejercen una enorme fuerza
sobre nuestro destino y me susurró: "fíjate bien, estos 4 reyes de la
baraja, van a buscarse milagrosamente, estando repartidos entre sus ejercitos
con un simple golpe, mezcla las cartas", yo hice fielmente mi trabajo y
por arte de magia, después de cortar y barajar, allí estaban dadas la vuelta
ante mis ojos sin que Mario las tocara.
Si quieres trabajar en la magia
necesitas practicar una y otra vez. Los buenos magos suelen contemplar o
señalar objetos o acciones que no tienen nada que ver con el efecto mágico y
así mientras el público se dirige con su mirada hacia allí, pueden hacer que la
ilusión se encuentre en otro lugar donde irán atraidos por él. Y yo me pregunto
¿y es que los mediadores no hacemos lo mismo?. Tenemos que practicar ser
naturales, objetivos y empáticos, debemos permitir que nos cuenten y hacerles
ver cuál puede ser el camino correcto, donde llegar si tienen ilusión y
compromiso (¡¡ cuantas veces en sesiones de mediación hemos sabido cuál era la
solución ideal!! pero hemos permitido que las personas lleguen por si mismos
siendo encauzados por nosotros). Los magos adaptan las historias que cuentan a
cada público, lo que ellos le llaman labia y sobre todo respetan al público,
son tremendamente respetuosos con sus clientes.
Yo también queria sorprender a Mario
y le conté que hacia poco tiempo fueron a verme a la consulta tres hermanos
porque no sabian que decisión tomar con respecto a su padre de 84 años, enfermo
y viviendo en soledad. El tiempo estaba en su contra y el padre no quería ser
estorbo para ninguno de ellos, la posibilidad de internarlo en una residencia
ya había sido descartada, y la ayuda prestada por una tercera persona ya estaba
siendo muy costosa. Pués bien, se les ayudó al acuerdo al que llegaron por si
mismos, a vender la casa, adquirir una cercana a uno de los hijos y estos
acordaron que mientras que uno podía acompañarlo a visitas médicas y pasesos
diarios, el otro se lo llevaría de veraneo y el tercero, divorciado, se iría a
vivir con el padre en la nueva casa que era mejor y más espaciosa.
Y así transcurrió, una, dos horas,
no se, pero a partir de entonces sabíamos que teniamos que colaborar. Que los
dos erasmos magos y mediadores.
Los magos tienen "sus
técnicas", para que la audiencia vea algo nuevo, algo sorpresivo,
diferente y que parecía imposible. Para que la magia aparezca en un conflicto,
los mediadores tenemos herramientas en nuestra manga para poner a disposición
en un proceso. ¿Que hacemos exactamente?¿porqué somos magos?. La mediación es
un proceso al que se recurre cuando las partes no han podido entenderse y
ayudados por una persona neutral, llegan a un acuerdo mediante la
autodeterminación. La magia de la mediación consiste en ayudar a la gente a
cambiar sus "percepciones" acerca del problema que tienen y modificar
la percepción del problema significa poder mirarlo desde otro lugar (Diez y
Gachi). Consiste en enseñarles que existe una vía de acuerdo, una posible
solución, que está oculto a sus ojos y que si conocen como hacerlo, podrán
utilizarlo en el futuro en nuevas confrontaciones. Os puedo decir que pocas
cosas son tan satisfactorias como aprender un juego de magia y hacerlo ante los
tuyos, que se sorprendan.
Para nosotros los mediadores y
mediadoras igual que para el mago, lo más importante es la narración, la
comunicación, la estrategia a utilizar, la interacción con nuestro espectador o
cliente.
En el espacio de la mediación, el
elemento más importante son los significados a los sucesos que en él ocurren.
El espacio facilita y genera confianza, al igual que el mago necesita de
complicidad del auditorio o de las personas cercanas a él en la magia de cerca.
La generación de confianza, es
fundamental en ambas profesiones. En mediación, las partes tienen que comenzar
a confiar en la persona del mediador; también es importante ir demostrando
logros para que confien en el proceso, y sobre todo en que pueda haber una
solución. Cuando el mago pide un voluntario, cuando le hace pasar por el trance
de espadas, cuando "rompe" su cuerpo en pedazos, sabemos que no pasa
nada pero... que no me toque a mí.
Es importante también legitimar a
las partes, saber que estamos con ellos y que se sienten parte del proceso. Los
magos consiguen eso mediante los 5 puntos mágicos: La mirada (transmitir
relajación, ilusión, manteniendo hilos imaginarios con ellos), la voz (proyectando
su voz con claridad y con variedad de matices que sirven para comprensión,
resumen o llevando a las partes al climax; los magos y mediadores somos
expresivos, comunicativos y emocionantes), las manos (relajadas, sueltas, con
armonía y expresividad), el cuerpo y los pies (con los que muestran sus
mensajes en cada momento). Los mediadores lo hacemos alentando y facilitando la
participación.
Pero quizas lo más llamativo de la
unión entre LA MAGIA Y
LA MEDIACIÓN
sean los perfiles personales y profesionales y las funciones que cumplen, Así
diríamos que los mediadores, como los magos, serán serenos, observadores, con
grado de simpatía/empatía, comunicadores, inspiradores de confianza,
confidenciales, pacientes, creativos. Y entre nuestras funciones tenemos la de
ser analistas de la realidad para reflexionar sobre el juego o el conflicto,;
ser traductores o intérpretes de los mensajes que recibimos; ser fotógrafos de
la realidad; y ser catalizadores.
Una vez leí en un manual de
Cartomagia que el arte de producir la admiración de los semejantes por medio de
hechos en apariencia extraordinarios, es tan viejo como la humanidad y a esto
añadimos que la mediación como técnica, proceso o método por el que personas se
han ofrecido para poder templar los conflictos que otras han tenido es también
tan antigua como la humanidad.
Os imaginais un sombrero de copa, un
manto misterioso o la famosa varita mágica, que en mediación hicieran
desaparecer las malas intenciones y apareciera delante de nuestros ojos la sinceridad,
el reconocimiento, el acuerdo. Aprendí una vez un juego por el que un nudo
imposible de desatar y que entrego a las personas para que lo observen, cuando
vuelve a mis manos, atado a una pulsera, con un simple movimento era capaz de
desatarlo. Cuantas veces viene nuestros clientes on "ese nudo
imposible",ese laberinto de intenciones y, si podemos intentamos
"desatarlo", siempre con su ayuda porque son ellos los que tienen que
querer "desatarse".
Me gustaría despedirme con una
recomendación a todas y todos: USAD VUESTROS PODERES MAGICOS, presta atención a
todo lo que te suscita curiosidad y te da felicidad, ayuda a crear un mundo un
poco mejor, son los indicios de tu auténtica naturaleza de mago-mediador.
Y si algún día nos cruzamos,
recuerda... uno o dos minutos y después nos podemos encontrar dentro de otros
600 años.