La situación vivida en la Liga
Española el pasado domingo con el partido disputado entre el Real Madrid y el
Valencia en el campo de Mestalla, devuelve desgraciadamente a la actualidad, un
problema eterno, como el Racismo. Insultos y gestos racista recibió el Jugador Vinicius.
Hoy quisiera desde mi post
enviar un mensaje de prudencia y sobre todo actuación definitiva en educación
desde mi profesión de Mediador.
Según define el diccionario de
la Lengua Española, racismo es la “creencia que sostiene la superioridad de un
grupo étnico sobre los demás, lo que conduce a la discriminación o persecución
social”
“El racismo es el odio,
rechazo o exclusión de una persona por su raza, color de piel, origen étnico o
su lengua, que le impide el goce de sus derechos humanos. Es originado por un
sentimiento irracional de superioridad de una persona sobre otra”.
Por eso el “caso Vinicius” ha
revuelto las “tripas” de la sociedad, desde la persona más humilde, hasta
políticos, naciones y organizaciones mundiales. Como mediador, es una
oportunidad para de verdad seguir trabajando en su erradicación.
Es necesario en toda la
sociedad y en particular en el ámbito deportivo, crear estrategias para evitar
el racismo.
No es un problema de España,
es un problema Mundial, solo que Vinicius es una “figura mundial” cuya
repercusión llega a todas partes.
Ya hace años, la UEFA, realizó
una importante campaña denominada “respect” que promovía la idea fundamental
del respeto entre todos, durante el juego: respeto por los jugadores contrarios,
por los entrenadores, cuerpo técnico y dirigentes, respeto por los árbitros y entre
los aficionados. Se centró la campaña en el valor que supone el respeto sin
ningún tipo de discriminación. Hablamos más o menos de 2008, con ocasión de la
Eurocopa.
Pero lo cierto es que se
necesita mucho más que una pancarta o un mensaje en una camiseta deportiva.
Educar en valores que persigan el respeto y el “no al racismo” empieza en la
escuela, en la sociedad, en cada uno de nosotros.
Por eso entiendo que la
mediación ofrece un espacio fundamental para erradicar de los conflictos, que
siempre existirán y que conviviremos con ellos, los problemas etnoraciales.
Tratamos de trabajar desde la mediación, la gestión de las diferencias,
mediante la creación de un espacio de diálogo, donde se reformulen las
relaciones entre las distintas personas o grupos.
Siempre decimos que no hay
mejor mediación que cuando uno escucha, entiende aunque no comparta. Es cierto
que todo fluye dependiendo del estado emocional y por eso muchas veces la
irracionalidad sale a la luz cuando la tensión es importante. Pero nada
justifica que el conflicto permita la falta de respeto o el racismo.
Alguna vez que ya sea por diferencia
de valores o principios, hemos detectado algún tipo de falta de respeto, hemos
tenido que trabajar directamente la valoración positiva de la diferencia
cultural, que consiga transformar las situaciones y en cualquier caso plantear
una acción restaurativa.
Mediación y justicia
restaurativa no es lo mismo, aunque van parejas y pero esta segunda se antoja
fundamental, para el proceso educativo que necesita el individuo y la sociedad
en la erradicación y la deconstrucción del racismo
No lo olvidemos, es un problema
mundial y no hace falta poner ejemplos, pero ahora es una oportunidad desde
España de conseguir aquello que ya en la
“Declaración y el Programa de Acción de Durban”, que se adoptó en la
Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y
las Formas Conexas de Intolerancia en Sudáfrica en 2001, donde se propusieron medidas específicas para
combatir el racismo, y donde se
reconoció que “ningún país podía presumir de estar libre de racismo, que este
fenómeno constituía un problema mundial y que, para combatirlo, era necesario
un esfuerzo universal”. Esta Declaración, se reafirmó en años posteriores.
La mediación se pone a disposición
de ese proyecto, que desde hace años existe y que no solo ha sido ahora actualidad
con el “caso Vinicius”, sin o que cabe recordar en 2020 el asesinato de George
Floyd en Estados Unidos, a manos de policías en su detención. Concienciar, si, pero actuar también.
Y algo muy importante querido lector, cuando existe este tipo de conflicto, además de la necesidad de reeducar, es muy importante no victimizar al agredido, algo desgraciadamente muy normal por ejemplo (aunque de forma abstracta para el tema que estamos tratando) cuando existe bulling en un centro educativo, donde al final, la víctima abandona el centro, y el victimario continua en él tras el castigo. Pues hagamos un análisis paralelo.
La mediación ofrece un espacio
seguro, donde los participantes pongan encima de la mesa lo que les llevó a
sentir y expresar. ¿os imagináis el encuentro restaurativo de Vinicius con los
detenidos por los insultos?, sería una lección más de vida, si los mediadores
vieran la oportunidad de ese encuentro