Nunca crei que podría escribir
estas memorias, unas memorias de 5 dias. Cinco días que bien valen una vida. Yo
he visto a los Reyes Magos, he estado con ellos, he hablado con ellos, me he
postrado con ellos, he llevado ante ellos cientos de cartas de niños y mayores.
No sabia que el destino
fuera a depararme tan regio honor; quizás toda mi vida a servido para
prepararme para este momento, porque ser el mediador entre las ilusiones de los
niños y los reyes magos, no tiene comparación con nada que te pueda ocurrir en
la vida. Quizas la mejor profesión del mundo y también la de mayor
responsabilidad.
Suena la marcha de Virgen de
los Reyes y comienza el caminar, a paso lento, sin querer dejar atrás, ni una
mirada, ni una sonrisa. Queriendo tocar cada una de las pequeñas manos que se
te acercan para rozarte y recogiendo cada “pliego” de sueños, ilusiones, deseos
y peticiones que empiezan asi… “Queridos Reyes Magos este año he sido bueno, por
eso os voy a pedir que me traigais….”.
De entre ellas, las de mis
compañeros de Agrupacion…. Madre mia cuanta emoción contenida con frases como “Como
cada año os mando mi carta llena de ilsuión, amor y esperanza, pero quiero que sepáis
que este año, mis ganas de escribiros son muchísimas mas que en estos años
anteriores y mis motivos tengo….” O esta otra “En estos tiempos que corren solo
me atrevo a pedir ILUSION. Mientras tengamos ilusión por vivir, ganas de seguir…
Siempre pensé que la próxima carta que escribiría seria la de mi primer hijo o
la de un sobrino, pero era impensable volver a escribir una carta donde no
pidiera un juguete, una muñeca o algo de ropa…. Je, je, je
No puedo pedirle mucho mas a
la vida, porque aunque no sea rica en dinero, soy la mas rica en cuanto a personas me refiero…. Tengo la mejor familia
del mundo, los mejores amigos que existen…
Hoy es un dia especial
porque después de tantos años el corazón se me acelera al escribir estas
palabras, es como si volviera a salir la niña que llevo dentro”. No puedo mas
que llorar de emoción.
Recorro las calles de un
barrio que en estos días se ha convertido en Belen de Judea, donde no solo el
posadero si acogió a la Virgen Maria, sino que en cada una de sus casas vive el
Niño Dios, No hace falta empadronarse, como hace 2000 años, no hay Herodes ni
Pilatos, hay amor, dicha, esfuerzo, cariño y la estrella de la ilusión campa a
sus anchas por el cielo del arrabal… os hablo de Triana. Tierra de Curros y
Manolos (por cierto gracias a los dos), donde el me llevó en el viaje junto al Barquero, y de
donde no quise salir aquella noche eterna.
Fue un paseo lento, lleno de
emoción, recogiendo cartas si…. Pero también sonrisas complices de padres e
hijos, de niños y no tan niños. Alli estaba su “Gerardo” con una corte de
Beduinos que para mi son el mayor ejercito de paz que nunca ha existido. No
hubo un trianero que no se llevara el halo mágico de la ilusión de esos
beduinos que oscurecieron su piel uno a uno solo para hacer ver que no hay
diferencia entre lo positivo y lo negativo, solo la actitud con la que te tomes
la vida.
Ser beduino es una filosofía
que no todos comprenden y muchos aprenden porque solo tu decides quien quieres
ser. Ellos acompañaron esa ilusión, angeles custodios de los deseos que iban
depositando en esas sacas reales que nos aprovisionaron sin dejar caer ni uno
solo en el olvido.
Por vosotros y con vosotros
siempre mi agradecimiento eterno porque sois de otra “pasta”, la que os da el
sentido del deber. Vosotros sois los verdaderos protagonistas los verdaderos
heraldos de Triana de 2014.
Y la Banda seguía y seguía….
Tocaba y tocaba y con ellos, como la historia del “Flautista de Hamelín” a sus
sones, le acompañaban una corte ingente de personas que solo querían soñar con
un mundo mejor. Ya lo dije una vez y vuelvo a repetirlo… no hay nada como rezar
con ellos, de la forma mas estridente que podamos. Gritar a los cuatro vientos
un villancico se hacia melodioso junto a bares y tiendas en el recorrido.
“Somos felices de verte
feliz”, me decía uno de ellos. Madre mia, ¿hay mayor gozo?. Hay mayor
generosidad que tocar y tocar para que los demás sean felices. Fue lo primero
que le dije a los Reyes Magos cuando hable con ellos aquella mágica noche. Por
favor Majestades que se cumplan todos los sueños de los miembros de mi
Agrupación Musical Virgen de los Reyes, que son verdaderos ángeles disfrazados,
que están con Dios en su nacimiento, en su muerte y en su resurrección cuando
asoma por la Iglesia de Santa Marina. Uno por uno, el amor hecho música.
Gracias hermanos.
Cuando me asome al balcón al
final del camino, con la llave que abria
la esperanza e ilusión de toda Triana… os vi, músicos, beduinos, amigos, trianeros
y no pude más que llorar.
Llorar por haber compartido
ese día; llorar porque el destino me eligió; llorar porque era el mensajero de
la ilusión y llorar porque todavía me quedaba lo mejor; ver a los Reyes Magos
de verdad. Y os puedo decir que existen… claro que existen y asi fui a verlos.
¿sabeis donde estaban?, en el Hogar Nazaret, entre sus monjas, en el Centro de
Dia de Triana, con los abuelos, en el Mercado…
Alli deposite las cartas,
una a una fueron leida y anotadas y el Heraldo contestó… “las cartas han
llegado a su destino… por favor no dejéis de dormir esa noche y dejar a sus
Majestades un poco de leche y mantecados, asi como agua para los camellos para
que puedan visitar todos los hogares”
Nunca dejéis de soñar.
Javier Alés Heraldo Real de
Triana 2014.