Hace algunos años, ya utilicé
este símil, para hablaros de lo importante que es “cocinar” de forma lenta y
creativa la salida a un conflicto, cuando las personas acuden a una mediación.
Con ello quería acercaros a nuestra realidad del día a día de un mediador, que
recibe distintos ingredientes, para poder elaborar junto con las partes un
plato, que satisfaga a todos los comensales.
Con esa forma de explicaros
nuestras recetas, creo que acercaba a quien quisiera leer el post, la
importancia de saber, que cada uno tiene sus pequeños “trucos” cuando elaboramos
un plato que vamos a degustar.
Por eso merece la pena
recordar aquellos primeros consejos:
Lo primero es que si la cocina
no es un instinto con el que se nace, se puede tener facilidad para ello, pero
se deben aprender ciertos trucos porque la cocina es como la química y en ciertas
circunstancias, el orden de los factores sí puede alterar el producto. Veamos a
continuación algunos procedimientos clave que te convertirán en un/a mejor
cocinero/a y porque no…. En un mejor mediador o mediadora, porque cocinar una
solución, bien requiere de unas manos expertas del “cocinero/a”:
Como Andaluz y Sevillano que
soy, os llevaré a crear un buen “gazpacho”, plato o bebida por excelencia de
nuestra cocina, fresco, para sofocar el calor del verano en nuestra tierra y
nunca mejor dicho esta comparación, por el enorme “gazpacho” que traen los
mediados en su mente, con preguntas tales como:
«¿Pero es que esto nunca se va
a acabar?», «¿vamos a estar siempre peleados?», «¿nos tendremos que olvidar de todo
lo que ocurrió?»... Es más, podemos decir que el «gazpacho mental» que muchas
personas han estado preparando en su cabeza durante el confinamiento en esta
maldita pandemia mundial que vivimos, cuenta con ingredientes tan indigestos
como la incertidumbre, el miedo y la ansiedad.
Pero ¿Cuáles son los
ingredientes? Para elaborarlo:
En primer lugar hablemos del RECIPIENTE…
debe ser adecuado al número de comensales (que tipo de mediación será…entre dos
partes o bien multi-partes) según sea, debes utilizar las 2/3 partes de su
capacidad. Si lo llenamos más…se
derramará lo que estés cocinando: Al reflexionar sobre el recipiente y la
medida de agua exacta, pienso en las personas que deben estar presentes en el
proceso de mediación. Hay conflictos que requieren de recipientes grandes, pues
los implicados son muchos, por ejemplo; parte de la familia paterna o materna,
algún amigo íntimo, etc. Pero sin excederse con el número de personas que van a
participar o el agua rebosaría y el proceso de mediación se perdería en el
momento álgido o de ebullición del conflicto
Ingredientes que necesitamos:
tomates de tamaño medio,
madurados en rama, con paciencia, que nos permita ver que ocurrió de verdad.
pimientos rojos de tu zona, para
controlar las posiciones, los intereses y las necesidades de cada uno
cebolla de buena calidad y de
proximidad y un diente de ajo que permita que se reconstruyan las relaciones
A estos ingredientes le
añadimos a discreción
aceite de oliva virgen extra con
nuestra habilidades y técnicas de comunicación
un poco de vinagre de vino que
te permitirá evitar la situación agria del conflicto y minimizar sus efectos
Añádele un poco de sal, pero OJO, PUEDE ENSALZAR TU COMIDA O ARRUINARLA,
por eso se hace necesario que tengamos claro que no por tener más sesiones,
saldrá un “mejor plato. Nos animamos a hablar de la Sal porque, es de los
aspectos que más trabajo me ha costado controlar en la atención a las personas
enfrentadas, aun no lo controlo pero sé que...no debo pasarme con la sal desde
el principio porque luego tiene mal remedio.
Trabajando con personas, la
empatía es la sal de la comida que vamos a empezar a elaborar. He tendido en
ocasiones a ponerme tanto en el lugar del otro que he tenido sensaciones de
lástima, de creerme salvador de su situación, de convertirme en
"padre" y "amigo" pensando que es lo que me gustaría
encontrar en un profesional y que es lo que necesitan en el momento. Ese
"exceso de sal" ha ido en contra del sistema de ayuda que estábamos
estableciendo porque se han llegado a confundir los papeles e incluso en
ocasiones no se ha respetado o tomado en serio mi papel como profesional. Pero
en ese momento ya te has cargado el guiso, la sal no se puede corregir tienes
que empezar con otro guiso. Has perdido tiempo y dinero por querer hacer un
guiso perfecto desde el principio y saltarme lo que dicen las normas básicas de
cocina
Y no olvidéis nunca que los
productos que utilizáis, hay que limpiarlos previamente, para luego batirlo
todo, triturarlo, para conseguir la textura más fina posible, y tendrás un
acuerdo, justo, equitativo, estable y duradero para sus paladares. Tras todo
ello, estará listo para tomar
ANEXO.-
Aquí te dejo otros trucos ya
no solo para elaborar el Gazpacho que te mostré, sino de cocina en general, que
te hará mejor mediador:
1.- Cuando se esté cocinando
un plato, evita estar levantando la tapa de la olla para ver cómo va el
guisado. Cada vez que levantas la tapa y sale una buena cantidad de vapor,
estás incrementando la necesidad de más tiempo de cocimiento a la vez que se
altera el proceso y no será fácil calcular el tiempo que necesitas. Si estás
usando un recetario, apégate al tiempo que indica o compra ollas con tapa
transparente: En supuestos de mediación, este “truco” de cocina es fundamental.
Los mediadores siempre intentamos ser perfeccionistas y lo que supone
parafrasear o incluso el análisis del camino recorrido, si bien es
recomendable, puede en exceso producir continuos retrocesos a cuestiones que
debemos dar ya por gestionadas. Las reuniones, las negociaciones, deben fluir,
sin necesidad de estar continuamente supervisando las intervenciones de la
negociación.
2.- Si estás preparando un
plato que utiliza tomate o salsa de tomate, deja que este se sazone primero
hasta que se cueza; de lo contrario, podrías terminar con un guisado con sabor
a tomate crudo: Analizando este extremo, trataríamos de separar lo que es el
tomate (el conflicto) con lo que son las partes implicadas (sentimientos,
emociones, “el guiso”).
Hay que tener en cuenta que el conflicto puede ser
positivo y gracias a él crecer; por lo cual no haber profundizado en el
conflicto, no haber conseguido el reconocimiento de las partes con anterioridad
a cualquier acuerdo, se antoja de difícil solución.
3.- Nuevamente, te sugerimos
que te apegues a las indicaciones de la receta, ya que en algunos casos
recomiendan saltear algunos alimentos para precocerlos, antes de incorporarlos
al resto del guisado. Si la receta lo requiere, mejor haz caso y sigue el
procedimiento: La mediación es flexible, es antiformal, pero nada más lejos de
la realidad de la auténtica profesionalización.
El proceso de mediación está
perfectamente estructurado… se sabe que hacer y como hacerlo en cada momento;
lo que ocurre es que debemos adaptarlo a cada caso y a cada gestión del
conflicto. Si por cualquier situación existen dificultades de “cocina”
aprovecha la co-mediación.
4.- Las recetas también tienen
una secuencia para agregar los ingredientes. Cada alimento y especia tiene
diferentes características y puede crear un efecto muy diferente si se
incorpora en un momento no indicado. Sigue las recomendaciones de la receta:
¿Sesiones individuales o colectivas? ¿una hora u hora y media? ¿el método
Harvard o el circular narrativo?, ¿Qué tipo de comunicador debo ser?.
Son
muchas las cuestiones evidentes que hacen que crezcamos como mediadores, pero
tengamos en cuanta que cada situación, cada persona o cada conflicto, tienen
situaciones distintas que puede hacer que en cada momento veamos cosas
distintas. En eso consiste la creatividad, necesaria para mediar. Si me
permitís una recomendación como la de la receta… nunca dejéis de formaros
5.- Al cocinar la pasta, el
agua ya deberá estar hirviendo al incorporar la pasta cruda para cocción.
Ahora, si utilizarás la pasta inmediatamente, entonces viértela así caliente
como está en la salsa o guisado; si no usarás la pasta en ese momento,
enjuágala con agua fresca para que se endurezca un poco y la puedas refrigerar:
El acuerdo surge y surge porque si hemos sido capaces de crear ese ambiente de
diálogo y reconocimiento entre las partes, sea parcial o total, el acuerdo
estará cercano.
No lo forcemos; no hagamos que acuerden para entender que es un
éxito nuestra mediación. Solo con que hayan conseguido respetar las reglas de
la mediación y se hayan escuchado la mediación es un éxito. Todo lo demás puede
hacer que no sea su acuerdo, sino el nuestro.
Si es así y sigues estos
pequeños trucos de Masterchef, ya sea para crear tu propio gazpacho o para
cualquier plato, creo que podrás ser un gran mediador.