jueves, 29 de abril de 2021

Signos del Horóscopo vistos por un mediador

 

SIGNOS DEL HORÓSCOPO VISTO POR UN MEDIADOR

Aries

Los nacidos bajo el signo de Aries suelen ser personas muy adaptables, camaleónicas diría yo, que pueden llevarse bien con los demás por su creatividad y espontaneidad. Son detallistas y observadores cualidades muy importantes para ejercer la mediación. Suele ser fácil que te legitimen para ayudarles en un proceso de mediación

Tauro

Este es un signo fuerte, al que le gusta ser detallista en sus mejores momentos. También es amante de la fuerza y de la resistencia, con una gran voluntad para hacer las cosas y encaminarlas hacia el camino correcto. Resiliente por naturaleza, sabe ver lo positivo dentro de un conflicto y por tanto crecer desde la adversidad.

Géminis

La inteligencia es una de sus cualidades más conocidas y reconocidas, pero no sólo de mente, también a la hora de actuar. Suelen ser personas equilibradas, adaptables y muy entregadas por lo que obtienen esa gran paciencia para poder mediar, con conocimiento de causa y haciendo ver en cada momento, la oportunidad que tienen los mediados ante su presente.

Cáncer

Son personas hogareñas, románticas y muy apasionadas. Les encanta compartir en familia todos los momentos, además de ser entregadas y dedicadas. Suelen ser personas admiradas y muy simpáticas, por lo que le suelen caer bien a todo el mundo. Por ello les gusta principalmente la mediación familiar y les es fácil conseguir que los mediados les legitimen y crean en su trabajo

Leo

Les gusta ser líderes, en una negociación llevar la voz cantante, apoyándose en sus ideas y convicciones. Les encanta llamar la atención a lo esencial, las claves del problema y tener la atención de los demás, los mediados, siempre sobre el orden a seguir een el proceso, aunque hay veces que les gana el protagonismo, que bien orientado es bueno en un proceso de negociación.

Virgo

Son personas de carácter fuerte, con ideas firmes y claras, pues cuando quieren algo lo consiguen. Esa persistencia y tenacidad, hace que tenga la habilidad para convencer a los demás, de la importancia de que tomen las riendas de su vida, para ser el centro de atracción y el alma de las decisiones a tomar.

Libra

El equilibrio siempre está presente en su vida, al ser amante de la estabilidad y la paridad en todos los sentidos. Por eso se siente muy cómodo al llegar a un acuerdo ante un conflicto m,ediado, que sea equitativo, justo y estable Es gente tranquila, a la que le gusta la armonía y hasta la soledad en algunos momentos, aunque también puede resultar todo lo contrario, dependiendo del conflicto que trabaje.

Escorpión

De mente calculadora, con carácter fuerte, pero bondadoso en el fondo. Hábiles para negociar o alcanzar sus metas. Los obstáculos se convierten en retos que por lo regular superan sin miramientos. También son apasionados en lo que hacen, por eso defienden el axioma de que el “mediador nace”.

Sagitario

Suelen ser desordenados, incluso protestan si las cosas no se dan como las pensaron. En contraparte, son capaces de enfocar toda su energía para solucionar dificultades. Dentro del caos se mueven bien, luego es importante ser consciente que muchos de los asuntos que atienden, proceden de un caos en la comunicación. La creatividad es su arma más poderosa

Capricornio

Son mediadores muy prácticos, con una habilidad nata para encontrarle solución a las cosas, aunque parezcan casos perdidos. Son amantes del orden, la estabilidad y de que todo camine conforme lo han planeado, por eso les es fácil hacer ver a las partes, el avance que están surgiendo en una negociación.

Acuario

Suele ser personas muy sensibles. Les gustan las causas nobles y el dar sin esperar algo a cambio. Quizás las personas más proclives a entender la importancia de la ética y la deontología en una profesión como la de mediador.

Piscis

La honestidad puede llegar a ser una de sus mejores cualidades. Manejan un carácter tranquilo, sereno y pacífico, en definitiva, lo que necesita una mediación. Creen en los demás, aunque eso les pueda acarrear alguna dificultad a la hora de negociar, si no les son sinceros.

¿Te ves reflejado?


miércoles, 28 de abril de 2021

CRUCIGRAMA DE LA MEDIACIÓN

 


PREGUNTAS A LAS CLAVES DE LA MEDIACIÓN
 1.- que planificaríamos para trabajar un caso de mediación 
2.- Lo que se necesita descubrir con la mediación
 3.- aclarar su postura en la mediación 
4.- ponerse en el lugar del otro 
5.- finalidad que se persigue con la mediación 
6.- posturas que mantienen en lo que en principio reclaman 
7.- mantener la reserva de lo trabajado 
8.- lo que traen a la mesa de mediación 


 

martes, 27 de abril de 2021

Ética y deontología en mediación

 


Dicen que una imagen vale más que mil palabras... Según dicen los expertos, la deontología es la ciencia que estudia los fundamentos del deber, es decir, de las normas morales, así determina las normas de conducta, y usualmente sirve para definir los criterios de acción en un ámbito profesional.
Os dejo conceptos de ética en mediación en una imagen para que puedas imprimirla, descargártela y hacerla tuya

lunes, 26 de abril de 2021

Ética y deontología en mediación

 


Estamos avanzando en esta profesión, hacia una justicia de calidad, hacia conseguir que los afectados por un conflicto, se apropien de sus decisiones, hacia la construcción de un modelo de reconstrucción.

Por eso hoy me pregunto, la necesidad de hacerlo desde la ética y la deontología, como camino correcto para sentar las bases en este proceso vital. No olvidemos que la ética, suele estar orientada a lo bueno, sin normativas, a lo que debe ser desde la conciencia personal del mediador. Por el contrario, la deontología, está orientada al deber, al obligado cumplimiento, al respeto, por eso supone normas y códigos, destinados a los profesionales 

Según dicen los expertos, la deontología es la ciencia que estudia los fundamentos del deber, es decir, de las normas morales, asi determina las normas de conducta, y usualmente sirve para definir los criterios de acción en un ámbito profesional, que para la mediación, es necesaria, dado que los mediadores procedemos de distintas profesiones de origen. Luego la pregunta es… ¿hay una deontología propia de las profesiones y por tanto de la mediación en particular?

La deontología profesional de los mediadores, debe ser un sistema de autorregulación de la mediación como profesión y por tanto en el ámbito de la negociación entre partes en la que el protagonismo se lo cedemos a los mediados y dada estas circunstancias, debemos garantizar que las ejerce con sentido de responsabilidad y enfocándolas hacia la defensa no de un interés particular, sino un interés general que se reparte entre las partes en conflicto. ¿difícil verdad?

La deontología impone obligaciones a los mediadores, de tal forma que deben estar perfectamente acreditados en su actividad, formados en diversas técnicas que establece la ley y por tanto están cualificados para desarrollar el ejercicio de la gestión de conflictos en sus diferentes esferas.

Gracias a la existencia de esa deontología, el profesional de la mediación desarrolla lo que llamaríamos, ética laboral, porque gracias a ella lograrán generar confianza y credibilidad ante los mediados

Si nos centramos en la figura del mediador y su ética, estaremos entonces hablando, de los valores que bien podríamos resumir de la siguiente forma:

a)    El valor de ser coherente, con ello conseguimos honestidad y compromiso. Existen 3 cosas que debes poner en práctica: pensar, decir y actuar coherentemente.

b)    El compromiso de la palabra que demos, tiene que ser firme y claro en nuestro trabajo de gestor de conflictos

c)     Intenta determinar los límites, todo aquello que atente contra tus valores personales, profesionales La omisión es una muy mala aliada para que no te arrepientas después

Por último, antes de actuar piénsalo 2 veces, antes de perder algo tan valioso: tu honor

No obstante, técnicamente, la ética y la deontología profesional están íntimamente relacionadas, por cuanto la deontología es la parte de la ética que regula coactivamente, es de obligado cumplimiento en los ámbitos profesionales.

Debido a ello surgen los Códigos deontológicos, que hacen que se pongan límites al ejercicio profesional, bajo la circunstancia de sancionar infracciones de carácter ético.

Lo importante es ser consciente que es la “entrada en el mundo de la mediación” de conceptos de carácter filosófico, relacionados con la moral, las costumbres o el deber ser del ejercicio profesional

Vamos por tanto a aclarar nuestra ética y deontología como mediadores.

De las regulaciones normativas podemos extraer:

la Ley 5/2012 de 6 de julio de mediación en asuntos civiles y mercantiles, que se recoge en su Título III :

"el estatuto mínimo del mediador, con la determinación de los requisitos que deben cumplir y de los principios de su actuación. Para garantizar su imparcialidad se explicitan las circunstancias que el mediador ha de comunicar a las partes, siguiéndose en esto el modelo del Código de conducta europeo para mediadores "  

Así en el siguiente artículo nos desvela nuestra actuación:
Artículo 13.- Actuación del mediador.

-        El mediador facilitará la comunicación entre las partes y velará porque dispongan de la información y el asesoramiento suficientes.

-        El mediador desarrollará una conducta activa tendente a lograr el acercamiento entre las partes, con respeto a los principios recogidos en esta Ley.

-        El mediador podrá renunciar a desarrollar la mediación, con obligación de entregar un acta a las partes en la que conste su renuncia.

-        El mediador no podrá iniciar o deberá abandonar la mediación cuando concurran circunstancias que afecten a su imparcialidad.

Antes de iniciar o de continuar su tarea, el mediador deberá revelar cualquier circunstancia que pueda afectar a su imparcialidad o bien generar un conflicto de intereses. Tales circunstancias incluirán, en todo caso:

-        Todo tipo de relación personal, contractual o empresarial con una de las partes.

-        Cualquier interés directo o indirecto en el resultado de la mediación.

-        Que el mediador, o un miembro de su empresa u organización, hayan actuado anteriormente a favor de una o varias de las partes en cualquier circunstancia, con excepción de la mediación.

 

 Por otro lado, deontología también es pareja a nuestra responsabilidad, así, la responsabilidad de los mediadores viene recogida en el artículo 14:

“La aceptación de la mediación obliga a los mediadores a cumplir fielmente el encargo, incurriendo, si no lo hicieren, en responsabilidad por los daños y perjuicios que causaren. El perjudicado tendrá acción directa contra el mediador y, en su caso, la institución de mediación que corresponda con independencia de las acciones de reembolso que asistan a ésta contra los mediadores. La responsabilidad de la institución de mediación derivará de la designación del mediador o del incumplimiento de las obligaciones que le incumben”.

Por último y con independencia de las normativas autonómicas en España relacionadas con la mediación familiar, que sería objeto de otra publicación y análisis, tenemos la Directiva 2008/52/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de mayo de 2008, sobre ciertos aspectos de la mediación en asuntos civiles y mercantiles.  Diario Oficial Unión Europea 136/2008, de 24 de mayo de 2008:

Art. 4.- Calidad de la mediación

1.-Los Estados miembros fomentarán, de la forma que consideren conveniente, la elaboración de códigos de conducta voluntarios y la adhesión de los mediadores y las organizaciones que presten servicios de mediación a dichos códigos, así como otros mecanismos efectivos de control de calidad referentes a la prestación de servicios de mediación.

2. Los Estados miembros fomentarán la formación inicial y continua de mediadores para garantizar que la mediación se lleve a cabo de forma eficaz, imparcial y competente en relación con las partes.

Por todo ello, no se me ocurre más, que concluir que la ética profesional de un mediador debe de estar en la base de su intervención en el proceso de gestión del conflicto que trate.  

En cada proceso, en cada caso, en cada conflicto, en cada intervención debemos dejar claro nuestra ética profesional y conseguir:

a)    Asegurarnos de que los mediados reciben toda la información necesaria para decidir en todo momento y con ello respeta dos grandes normas éticas: información veraz y voluntariedad en el camino

b)    Su propia competencia y ser consciente que no todo mediador sirve para toda mediación, sino para aquella que se considere capacitado

c)     Mantener la confidencialidad del proceso y conseguir también la reserva de las partes conforme al mismo

d)    Respetar su Imparcialidad conforme a las partes implicadas, su objetividad conforme al asunto tratado y su neutralidad conforme al resultado conseguido.

e)    Garantizar la calidad del proceso y la igualdad durante el mismo de las partes y la autonomía en las decisiones de los mismos

Recordemos siempre que no asesoramos, no hacemos terapia, no orientamos… simplemente mediamos


La carpeta de los "casos archivados"

 


Muchas veces los mediadores o cualquier profesional, hablamos de nuestros éxitos, del caso que hemos atendido, de los aciertos que tuvimos en tal o cual negociación, pero pocas veces hablamos de esa carpeta que todos tenemos, de casos archivados. Casos que por una razón u otra no llegaron a buen término. Es más, casos que ni tan si quiera se iniciaron, porque después de una sesión informativa, incluso exploratoria, los mediados no quisieron mediar.

Con todo nuestro pesar, aquella ficha de entrevista, aquella acta de inicio del proceso, o incluso aquel documento que refleja que se inició un proceso de mediación pero que se cerró sin acuerdo de las partes, forma parte también de nuestra historia profesional y que muchas veces volverla a abrir y ver que ocurrió, nos sirve para evitar y prevenir errores. Porque, querido lector, de los errores también se aprende.

Siendo críticos con nuestro trabajo, nos escondemos en que somos pocos conocidos, incluso muchas veces en que las partes no tienen actitud, pero que es lo que verdaderamente me llevó a cerrar un caso de mediación. Hay por supuesto imponderables, que no dependen de nuestro buen hacer, pero también hay errores que muchas veces podemos cometer y, repasar nuestros errores, mirar esa carpeta de casos archivados, nos ayuda a crecer.

Por eso me gustaría compartir con todos, aquellos errores que podemos cometer y que pueden hacer que ese caso, que tienes encima de tu mesa de trabajo, termine en la mencionada carpeta. Me atrevería a mencionar hasta diez errores importantes:

1)    Imponer la mediación: No porque estén ante ti, pueden o deben querer mediar y legitimarte. Muchas veces cometemos ese error, explicando las ventajas de la mediación en detrimento de los juzgados, el tiempo, etc.

Cuando hacemos eso (y lo hacemos muy a menudo) flaco favor le hacemos a la mediación, ya que este es un método beneficioso por si, he indicado cuando las partes vayan a continuar relacionándose en el tiempo. Lo contrario es amenazar con que esto es lo mejor.

 

2)    Preguntar demasiado para saberlo todo: No es fundamental disponer de más información sino tener claro que dispones de lo más importante. Practica la escucha activa y deja que las partes se expresen a su modo, incluso respetando sus silencios.

 

3)    Restarle valor a algún tema o Emitir juicios: Muchas veces pensamos que lo que están debatiendo es una tontería y una aseveración de este tipo puede llevar al traste la confianza depositada en nosotros. Para ellos es muy importante sea lo que sea.

 

4)    Otras veces el error se produce al Discutir con una o las dos partes. No muestres disgusto ni te opongas a lo que diga una de las partes. Es bueno saber que se puede debatir, pero discutir en ningún caso porque supone que el problema pasa a ser mío y no solo de ellos.

 

5)    Dar consejos o facilitarles el acuerdo. Es muy probable que cuando analicemos el caso, seamos conscientes por nuestra experiencia, de cuál sería la solución ideal para ellos. El gran problema es que le eliminamos su poder de decisión, porque evidentemente ellos se verán colonizado por tu apreciación, al haberlo dicho un experto, y quizás no sea lo que ellos ven.

 

6)    Tenemos que decidir con nuestro criterio, cualquier dilema ético que surja en el proceso. Por o tanto, no aceptes dar una recomendación, aunque te la pidan; intenta no oponerte a la solución lograda, aunque no te guste siempre que entre en los parámetros de la legalidad y lo que es justo.

 

7)    No seas inerte, rígido o inflexible; la mediación es un proceso perfectamente estructurado, pero se amolda a ellos, a su problema, a su situación, y beso nos convierte en profesionales muy adaptables.

 

8)    Es posible que hayamos descuidado, sobre todo si vuelven con el mismo problema, uno de los cuatro puntos cardinales de cualquier acuerdo, ya que este debe ser: justo, equitativo, estable y duradero. ¿Por qué a pesar de llegar al final del camino del proceso, no se cumplió?, pensemos en estas cuatro palabras.

 

9)    Tienen su derecho a no renunciar a sus valores, principios o ideologías y muchas veces intentamos entrar por esa vía, para promover el acuerdo y ellos están en su derecho de que se les respete, aunque no se compartan.

 

10) Y por último llegar a Ser protagonista en el proceso. Cómo siempre digo, este trabajo de mediador, requiere que saquemos a relucir nuestro valor de la humildad, porque debemos cuidar de que sean las partes las que se atribuyan el éxito del acuerdo alcanzado… si no fue asi, es nuestro acuerdo, no el de ellos. 

Y ya cierro mi carpeta de los casos archivados, donde seguiré muy a mi pesar, guardando más expedientes, pero que con la experiencia, espero que sean los menos, porque mi labor sea satisfactoria y porque por fin, la mediación impere en la sociedad


LA TORRE DE BABEL: LA IMPORTANCIA DE TRADUCIR LAS PALABRAS

 


No se nos olvida, que en mediación, nuestra principal misión es saber traducir mensajes y otorgarle el valor que merece a la palabra. Nos encontramos ante personas que por una u otra razón, ante el conflicto, hablan “idiomas” distintos y no por ello están abocados a no entenderse.

Por eso hoy pensando en el valor de la palabra y el poder de los mediadores como traductores de sus mensajes, intenté buscar el origen de tan laborioso trabajo, en nuestras mesas de negociación, adentrándome en la comunicación y el origen de las lenguas, que si no me equivoco, están en la base de la famosa leyenda bíblica de la torre de Babel

Desde el origen de los tiempos, uno de los principales problemas, que ha tenido el hombre ha sido la incomunicación con el otro. Esa incomunicación, por diferentes lenguas, diferentes culturas y diferentes mensajes hace muchas veces, que el conflicto derive de su falta de comprensión, al igual que la leyenda que llevó a la imposibilidad de “construir aquella torre que les acercara a Dios”

“Cuenta la leyenda que inicialmente en la tierra se hablaba un único idioma y que todas las personas se entendían”. Fue entonces cuando los hombres de la tierra emigraron desde Oriente y llegaron a un lugar que bien pudiera ser Babilonia, para establecerse y allí decidieron construir una torre para ascender al cielo, algo que enojó a Dios y por ello, decidió crear distintas lenguas para que no pudieran entenderse y traducir los mensajes y por tanto no continuaran con aquella labor “faraónica” de construir la Torre de Babel. Así el Señor pidió a sus ángeles que bajaran a la Tierra y confundieran el idioma de los babilonios

Pero… ¿fue real la leyenda? Como todo lo que rodea a la religión, tan solo podemos decir que la torre de Babel aparece en la tradición cristiana, pero sorprende que también se mencionara en algún caso en la tradición griega o en algunas tribus de áfrica. Por eso determinados autores, opinan que la torre de Babel pudo ser una construcción real de la antigua Babilonia.

A lo que a nosotros respecta, mediadores, la torre de Babel representa la difusión de las diversas lenguas que se hablan en el mundo y el inicio de algo tan importante para los humanos como la comunicación y por tanto, la confusión de la lenguas. Pero como bien sabemos en mediación, la confusión implica la posibilidad de volver a aprender, de las cenizas de un conflicto, se pueden superar las diferencias y eliminar el odio. Solo así podrá superar la confusión y aprender un nuevo idioma que lo identifique con el prójimo. Ese nuevo idioma es el que se trabaja en mediación: un nuevo espacio de comunicación donde “ambas lenguas” comparten un fin común, el acuerdo y para ello somos nosotros los mediadores, los traductores.

El relato de la Torre de Babel, es del libro del Génesis en el Antiguo Testamento, pero encontré otras leyendas y asi por ejemplo en américa, existe un relato acerca de un “hombre llamado Coxcox y una mujer llamada Xochiquetzal, que luego de naufragar juntos encima de un trozo de corteza de árbol, llegaron a tierra firme y engendraron muchos hijos. Sin embargo, esos hijos no podían hablar hasta que un día llegó una paloma que les otorgó el don del habla, pero en diferentes idiomas y de igual forma no se podían entender.  

O, por seguir con la historia, en un pueblo bantú de África, tienen una historia acerca del principio de los pueblos de la tierra. Así se cuenta que existía un solo idioma, pero que durante una severa hambruna la locura hirió al pueblo, haciendo que la gente vagase hacia todas direcciones, farfullando palabras extrañas y dando forma a los diferentes idiomas.

Y de nuevo vuelvo a reflexionar, ¿no es eso lo que vemos en mediación? La locura por lo ocurrido (leyenda africana), la aparición de la paloma, que para los mediadores significa paz (leyenda americana), yo creo que si.

Confusión. Esa es la palabra que define lo que nos encontramos cuando deconstruimos un conflicto y de ahí surge nuestro apasionante trabajo como “traductores” y ser el eslabón invisible entre las personas, lenguas y culturas.

Por eso dicen los expertos que “desde tiempos inmemoriales, el hecho de conquistar un territorio llevaba también consigo la necesidad de imponer la lengua del dominador sobre el subyugado”. Eso hacía que conquistador y conquistado necesitaban entenderse y no ya solo la barrera lingüística sino la costumbrista, lo que hacía necesario un “proceso de mediación”.

Los mediadores al traducir, para que el proceso no se convierta en una “torre de babel” necesitamos no solo la traducción literal de los mensajes, sino una paráfrasis que consigue poner el mensaje en espacio y tiempo. Adecuamos los mensajes para encontrar puntos de unión, que nos permita viajar en el diálogo, abandonando la discusión.

El término traducir no es bien interpretado y muchas personas desconocen la diferencia entre traducción e interpretación.   Por eso la traducción es el acto de cambiar del idioma en el que se recibe el mensaje, a un idioma que necesita conocer el mismo. Por eso, no significa que se va a traducir literalmente palabra por palabra.  Si se traduce palabra por palabra el mensaje final no tendrá sentido. Es importante traducir con el significado que el autor del mensaje original quería darle.  Cada idioma es diferente y por eso la traducción literal no funciona en este caso. Por eso los mediadores somos “traductores”, capaces de conectar dos realidades distintas ante un problema.

Y como nuestro trabajo consiste en hacerles acreedores del éxito que alcancen de llegar ab un acuerdo, un buen traductor, un buen mediador es el que se puede mantener invisible ante los ojos de los mediados tras su labor de traducción. Nos permite resolver problemas que surgen al no conocer “otros idiomas”, de la torre de babel, que es el conflicto. No lo olvides nunca querido lector.

La traducción nos ha hecho la vida más fácil y ha permitido que el mundo se haga más pequeño.  Acerca a las personas que viven distintas realidades y por eso los mediadores ayudamos a una comunicación fluida.

 


domingo, 25 de abril de 2021

Hoy viajo con... Pascual Ortuño.

ENLACE PARA VER LA ENTREVISTA

https://www.youtube.com/watch?v=IABEbNlQWpI&t=40s

En la serie de diálogos que estoy manteniendo con grandes referentes de la mediación en mi país y en el ámbito internacional, hoy me pongo de pie para recibir a un amigo, un compañero de batallas, un pionero desde el ámbito de la Justicia española, en apoyar la mediación profesional. Hoy viajo con Pascual Ortuño a su Murcia natal.

¿Por qué es importante la filosofía para los mediadores?

 

"La filosofía siempre estuvo con nosotros y solo tenemos que tener en claro dónde está y cuándo sucede", dice el filósofo Wolfram Eilenberger. Asi podemos decir que mucho de lo que hacemos, trabajamos y provocamos en nuestros procesos como mediadores, está velado por una filosofía de nuestra vida cotidiana.

Como decía el gran filósofo Sócrates, yo mediador “no puedo enseñar nada a nadie. Solo puedo hacerles pensar". Por eso mi intención como profesional no es darles soluciones de ningún tipo, no creo que yo sea nadie para entrar en sus vidas, pero si hacerles pensar y que vean la luz a su problema mediante el debate y sus propias reflexiones, no a partir de una propuesta impuesta. La única función del mediador, sería la de quitar el velo que cubre la posibilidad de acordar una solución a su problema.

La presencia de la filosofía en nuestra vida cotidiana es más común de lo que creemos. Todos tenemos una filosofía de vida, está implícito en nosotros, con ideas muy generales de quienes somos, lo que queremos, quienes son los otros, porque otros y no yo y como serán las acciones en el futuro si venimos de un conflicto vivido en pasado. Por eso no pensemos en la filosofía como algo a estudiar sino mas bien como una forma de vivir.

No solo tenemos los mediadores que saber preguntar, sino también saber preguntarnos. La filosofía está en nosotros y solo tenemos que tener claro cómo lograr que atraviese nuestro trabajo y nuestra forma de vivir y de alguna forma nuestra filosofía impregna a nuestros mediados, casi en una labor educativa.

Así también me gustaría referirme al estoicismo, la filosofía de 2.000 años de antigüedad que se usa para sobrevivir al caos y preguntarnos, preguntarles ¿Estamos seguros que con la mediación todo estará bien?, ¿Cómo sabes que estás seguro con las decisiones a tomar? ¿Existen las razones del conflicto?, ¿Hay algún antecedente que funcione como guía para lo ocurrido?

Cuando trabajamos en mediación, es porque surgió un momento de crisis. La crisis siempre es un buen momento para la filosofía porque se trata de los conceptos más básicos que conducen nuestras vidas. Cuando hay confusión, angustia de ánimo, con las inseguridades en torno al problema, ocurre que aquello que conduce nuestra vida y la vida de los mediados, se tambalea, ya no sirve o se destruyen delante de nuestros ojos. Entonces es un buen momento para la filosofía.

Y tiene que ver, sobre todo, con el hecho de que la gente entiende que las relaciones y acciones que les llevó al conflicto no son sostenibles. Hay algo fundamental y es que tiene que ser repensada nuestra vida, para ver una oportunidad donde hay un problema.

Si miramos la historia, desde los griegos con la democracia en Atenas y Sócrates, los cambios siempre se sucedieron cuando la sociedad estaba en crisis. Por eso la filosofía, nuestra filosofía de vida, nos puede ayudar a entender que pasó y sobre todo que hacer. Básicamente porque gracias a la filosofía clarificamos los conceptos en el conflicto: sobre la libertad de cada uno de decisión, lo que consideran justo o equitativo e incluso la importancia del acuerdo estable y duradero y pensar que puede estar bien o mal.

Pensamientos que dan lugar a acciones y por tanto a soluciones.

Conseguir que, en plena crisis, pronunciemos la frase “nunca lo pensé de ese modo” o “jamás lo vi de esa manera”, nos hace crecer y sobre todo avanzar en búsqueda de soluciones, consensuadas, que respeten las diferencias. Por eso me atrevo a decir que la filosofía abre horizontes. Vuelve a describir su mundo con el cómo puede ser a partir de ahora, aprovechando el presente y no de cómo es a través de utopías.

Los que de verdad saben de filosofía, los filósofos, dicen que nuestra felicidad y bienestar no depende de las cosas que podemos comprar o perder, sino que se acerca a lo que es un bienestar personal, a la paz con el otro y con uno mismo.  

Por eso yo me preguntaría, ¿podemos los mediadores convertirnos en filósofos? O ¿somos todos filósofos de alguna forma? Pues pienso que si, porque cualquier debate, diálogo, conversación, comunicación afectiva o asertividad que es nuestra “herramienta” de trabajo en mediación. Pregunta y que te pregunten, ahí es donde la verdadera filosofía comienza a brindar oportunidades, conseguir que las partes saquen la basura de su mente y sean capaces de ver más allá.

Y para terminar espero haberte dejado pensando querido lector, porque son muchas las citas famosas que podríamos debatir y su valor en nuestra profesión, que nos ayuda a entender qué es la filosofía.

Solo algunas:

Victoria Camps, decía “El papel de la filosofía y de los filósofos en la sociedad de hoy es ayudar a hacer preguntas, plantear correctamente los problemas, dar razones de las decisiones que hay que tomar. En pocas palabras, ayudar a pensar”.

Y mi reflexión es, ¿no es eso lo que hacemos en mediación?

Emilio Lledó, dice “La filosofía fue fruto de una curiosidad de los seres humanos al tomar conciencia de que podían pensar el mundo y decirlo; al darse cuenta de que las palabras significaban cosas, ideas, sentimientos, deseos; una forma de amor por interpretar lo que vivíamos, por entender la historia, que consistía en ver y dar testimonio. La filosofía fue desde sus comienzos una apertura hacia el futuro de la vida”.

¿Os parece que este sea nuestro trabajo como mediador?, basarnos en el futuro y no en lo que pasó

Michael J. Sandel, dice “Lo que me atrajo de la filosofía no fue su abstracción, sino su carácter ineludible y la luz que arroja sobre nuestra vida cotidiana. Entendida de esta manera, la filosofía pertenece no solo al aula, sino a la plaza pública, donde los ciudadanos deliberan sobre el bien común”.

Asi, deliberar, debatir, comunicar, entender, todo es mediar

Y Marina Garcés, nos indica que “La filosofía es una práctica de vida que desplaza los límites de lo que es visible y pensable en cada tiempo y para cada contexto histórico y social, a partir de la pregunta por una verdad que debe ser buscada con el pensamiento”.

Solo a través del pensamiento consciente podremos llegar a la solución

Por último, Javier Gomá, nos lleva a “La ‘filosofía mundana que es la que es capaz de decir algo al corazón de la persona que vive de una manera consciente, alguien con sensibilidad hacia el mundo, hacia el problema”  

Queridos amigos no puedo decir para termina mas que, la filosofía es gimnasia de las emociones, de los sentimientos, de las posiciones, para llegar a intereses y necesidades, pero necesita también de mucha práctica.

Y no olvidéis nunca seguir pensando, que la mediación puede ser una filosofía de vida


jueves, 22 de abril de 2021

Modelos de Protocolos en Mediación

 


Con la infografía de hoy, que pongo a disposición de quien quiera y le sea útil, respondo en cierta manera a la necesidad que muchos mediadores que se inician en esta profesión, tienen de tener modelos que les sirva para iniciar su carrera profesional y tener preparados para sus expedientes. En esta imagen se resumen, los 6 tipos de modelos que para mí son esenciales tener y con frases muy cortas, el contenido de los mismos para que sean útiles a la hora de abrir un expediente de mediación:

1.- Asi en primer lugar hablamos de una FICHA DE PRIMERA ENTREVISTA: en la misma hemos de reflejar aquello que motivó la asistencia y nos da una información del problema y de lo intentado, asi como aspectos a tener en cuenta

2.- En segundo lugar el llamado CONTRATO DE ACEPTACIÓN, en el cual reflejaremos además de los datos de los mediados, la duración del servicio contratado, los principios que ya les hemos informado, el precio que vamos a cobrar y la posibilidad de una supervisión si llegamos a un acuerdo

3.- El tercer documentos sería LAS DISTINTAS ACTAS DE LAS SESIONES. Sería importante que por cada sesión tuviéramos el reflejo de lo avanzado y de lo acordado provisionalmente, para leer precisamente al inicio de la siguiente

4.- En cuarto lugar yo os propondría ya el ACTA DEL ACUERDO ALCANZADO, TOTAL O PARCIAL, con los datos y leyenda que os propongo en la litografía

5.- después os propondría un CUESTIONARIO DE EVALUACIÓN DEL PROCESO. Gracias a él tendriamos la posibilidad de ver el grado de satisfacción de los mediados y nos servirá para crecer profesionalmente

6.- Y por último tambien creo que dentro de los protocolos útiles para el ejercicio profesional de la mediación, estaría un documento con UN INFORME PERSONAL DEL MEDIADOR y el SEGUIMIENTO O SUPERVISIÓN de si se están cumpliendo los acuerdos alcanzados, que supondría reunirnos la tiempo de haber terminado el proceso para revisar el acuerdo si es necesario.

Espero que esta simple imagen os sirva y llegue a quien lo necesite. Javier Alés



viernes, 16 de abril de 2021

EL DIÁLOGO ENTRE MEDIADOR Y MEDIADOS

 


Sabéis quienes me leéis habitualmente, que me gusta mucho profundizar en la raíces de la mediación, hacer de lo sencillo algo extraordinario y no solo aprender mediación, sino comprender la mediación.

Por eso siempre que pienso en mi profesión, intento conocer la “literatura” de la misma, la ciencia. Y siempre me encuentro con algo inequívoco, el llamado «arte de la expresión verbal», teniendo en cuenta que nos referimos a nuestra gran herramienta, el llamado poder de la palabra y que por tanto nos servimos de ella para negociar.  Palabra que abarca tanto textos escritos (literatura escrita) como hablados (literatura oral).  

Y de esa necesidad de comunicación, de esa “literatura” en nuestro trabajo, me gustaría llevaros al diálogo, algunas veces como debate, otras como discusión, en algunos casos con el detonante de la argumentación y siempre dentro de un discurso.

Pero… ¿nos hemos parado los mediadores a pensar en que tipo de diálogo nos encontramos?

Si es un discurso o exposición, debiera consistir, en la presentación ordenada por parte de cada mediado de sus ideas, pensamientos o conocimientos sobre el conflicto y lo ocurrido, con el fin de tratar de informar o convencer de su posición, así como de cuestionar otras ideas sobre el problema expuesto.

Si por el contrario nos encontramos ante un debate entre los mediados, tenemos que tener claro que en nuestro trabajo vamos a conseguir un intercambio de opiniones entre ellos, sobre el problema y nuestro rol se convierte en una especie de moderador. Este tipo de comunicación oral nos permite tratar cualquier asunto a través de la confrontación de diferentes posturas, los conocimientos y las opiniones de los interlocutores, que ejercen en ambos casos los papeles de emisor e interlocutor. El debate es oposicional. Dos partes se oponen entre sí, intentando probar que el otro está equivocado. Una parte escucha a la otra para encontrar fallas y contra-argumentar.

Y todo, porque en el debate se reafirma los propios puntos de vista de los participantes, se defiende los presupuestos como verdades, se induce a la crítica de la posición del otro y se defiende la propia posición como la mejor solución y excluye otras.

Por el contrario la discusión, nos lleva a un punto álgido de debate, donde las partes en conflicto, principalmente exponen sus posturas, pero no escuchan la postura del otro. ¿sería bueno no permitir este tipo de diálogo?. A quien dice que automáticamente para como mediador, la discusión entre los mediados, y hay quien por el contrario, permite, siempre que no haya “agresión verbal” que pueda surgir, porque con ello y tras ello, los mediados se dan cuenta de la necesidad del cambio de actitud, porque esa situación es la que les llevó a estar ante nosotros los mediadores y es más útil que callarles desde el primer momento.

También me gustaría, querido lector, que la discusión tiene sinónimos que pueden significar disputa, altercado, desavenencia, disentimiento, polémica o controversia. Palabras que los mediadores conocemos muy bien.

Y por último me gustaría descender al concepto más útil en mediación: El diálogo. Lo entiendo así porque, es una manera de comunicación verbal o escrita en la que se comunican dos o más personas en un intercambio de información, alternándose ese papel de “emisor y receptor”, pero  teniendo en cuenta lo siguiente:

Para que se produzca el diálogo, es indispensable un intercambio de papeles entre los denominados interlocutores. Este cambio de papeles entre emisor y receptor se denomina turnos de palabra o intervenciones, que moderamos nosotros, los mediadores

Estrictamente el diálogo es oral, pero también puede encontrarse y se utiliza con signos no verbales, la llamada comunicación no verbal de la que tanto os he hablado en otros post y que son los signos paralingüísticos y los signos cinésicos. Entre los signos paralingüísticos destaca la intensidad de la voz, y entre los signos cinésicos destacan los gestos y las posturas.

No olvidemos que el diálogo necesita de tres características claras:

-        - Una alternancia de la réplicas a la exposición de cada parte, llamado refutación

-        - Un intercambio de información entre las partes.

-       -  Cohesión y coherencia en las exposiciones de cada uno

De ahí que vuestra principal herramienta sea el diálogo. 

Por eso no olvidemos que tipo de diálogo según el caso que atendemos, es el ideal entre nuestros mediados, ya que existen diferentes clases de diálogos:    

-      -  Un diálogo espontáneo. Aquellos que no están pactados previamente, es un diálogo improvisado, libre y amistoso.  

-       - Un diálogo organizado, son aquellos que sí están pactados previamente. Asi podemos reconducir los diferentes conceptos

En un debate, un grupo de personas discuten un tema del conflicto que traen a la mesa y nuestra finalidad como mediadores, es respetar el orden del turno de palabra y su duración. Aquí es donde surge muchas veces la necesidad de un portavoz si los mediados o alguno de ellos son varias personas las implicadas en el conflicto. 

Tras el debate, en la discusión, los mediadores somos quienes proponemos los temas y cedemos la palabra a los participantes.

Por último, ante la necesidad en un proceso de caucus o reuniones individuales, el diálogo es formal, cuya finalidad es conseguir información de interés sobre el problema, el punto de vista del mediado, su postura e interés. Se hace el uso de preguntas y respuestas  

Queridos amigos, no olvidéis nunca la necesidad de dominar el discurso, el diálogo, el debate y la discusión, os hará mejores mediadores.


Patrón para hacer un traje a medida en mediación

 

Cuando hablamos de Mediación, la profesión que me cautivó hace muchos años, lo primero que comprendí es que a través de ella aprendería a como elaborar un “traje a medida” para aquellas personas que por circunstancias de la vida habían tenido todo tipo de “roturas” y “descosidos” en sus relaciones humanas. 
He escrito varias veces sobre este tema, pero hoy os ofrezco MI PATRÓN para coser las costuras del alma, que estan rotas en una relación. Espero os guste y lo utilicéis en el futuro.

miércoles, 14 de abril de 2021

Mapa del Viaje por el Proceso de Mediación de Javier Alés

Por fin puedo ofreceros mi MAPA del recorrido en un proceso de mediación que podemos seguir. podéis analizarlo en cualquier curso de FORMACION DE MEDIADORES y me encantaría conocer vuestra opinión

 

martes, 13 de abril de 2021

Cocina creativa para mediar: La receta del Gazpacho

 


Hace algunos años, ya utilicé este símil, para hablaros de lo importante que es “cocinar” de forma lenta y creativa la salida a un conflicto, cuando las personas acuden a una mediación. Con ello quería acercaros a nuestra realidad del día a día de un mediador, que recibe distintos ingredientes, para poder elaborar junto con las partes un plato, que satisfaga a todos los comensales.

Con esa forma de explicaros nuestras recetas, creo que acercaba a quien quisiera leer el post, la importancia de saber, que cada uno tiene sus pequeños “trucos” cuando elaboramos un plato que vamos a degustar.

Por eso merece la pena recordar aquellos primeros consejos:

Lo primero es que si la cocina no es un instinto con el que se nace, se puede tener facilidad para ello, pero se deben aprender ciertos trucos porque la cocina es como la química y en ciertas circunstancias, el orden de los factores sí puede alterar el producto. Veamos a continuación algunos procedimientos clave que te convertirán en un/a mejor cocinero/a y porque no…. En un mejor mediador o mediadora, porque cocinar una solución, bien requiere de unas manos expertas del “cocinero/a”:

Como Andaluz y Sevillano que soy, os llevaré a crear un buen “gazpacho”, plato o bebida por excelencia de nuestra cocina, fresco, para sofocar el calor del verano en nuestra tierra y nunca mejor dicho esta comparación, por el enorme “gazpacho” que traen los mediados en su mente, con preguntas tales como:

«¿Pero es que esto nunca se va a acabar?», «¿vamos a estar siempre peleados?», «¿nos tendremos que olvidar de todo lo que ocurrió?»... Es más, podemos decir que el «gazpacho mental» que muchas personas han estado preparando en su cabeza durante el confinamiento en esta maldita pandemia mundial que vivimos, cuenta con ingredientes tan indigestos como la incertidumbre, el miedo y la ansiedad.

Pero ¿Cuáles son los ingredientes? Para elaborarlo:

En primer lugar hablemos del RECIPIENTE… debe ser adecuado al número de comensales (que tipo de mediación será…entre dos partes o bien multi-partes) según sea, debes utilizar las 2/3 partes de su capacidad.  Si lo llenamos más…se derramará lo que estés cocinando: Al reflexionar sobre el recipiente y la medida de agua exacta, pienso en las personas que deben estar presentes en el proceso de mediación. Hay conflictos que requieren de recipientes grandes, pues los implicados son muchos, por ejemplo; parte de la familia paterna o materna, algún amigo íntimo, etc. Pero sin excederse con el número de personas que van a participar o el agua rebosaría y el proceso de mediación se perdería en el momento álgido o de ebullición del conflicto 

Ingredientes que necesitamos:

tomates de tamaño medio, madurados en rama, con paciencia, que nos permita ver que ocurrió de verdad.

pimientos rojos de tu zona, para controlar las posiciones, los intereses y las necesidades de cada uno

cebolla de buena calidad y de proximidad y un diente de ajo que permita que se reconstruyan las relaciones

A estos ingredientes le añadimos a discreción

aceite de oliva virgen extra con nuestra habilidades y técnicas de comunicación

un poco de vinagre de vino que te permitirá evitar la situación agria del conflicto y minimizar sus efectos

Añádele un poco de sal, pero  OJO, PUEDE ENSALZAR TU COMIDA O ARRUINARLA, por eso se hace necesario que tengamos claro que no por tener más sesiones, saldrá un “mejor plato. Nos animamos a hablar de la Sal porque, es de los aspectos que más trabajo me ha costado controlar en la atención a las personas enfrentadas, aun no lo controlo pero sé que...no debo pasarme con la sal desde el principio porque luego tiene mal remedio.

Trabajando con personas, la empatía es la sal de la comida que vamos a empezar a elaborar. He tendido en ocasiones a ponerme tanto en el lugar del otro que he tenido sensaciones de lástima, de creerme salvador de su situación, de convertirme en "padre" y "amigo" pensando que es lo que me gustaría encontrar en un profesional y que es lo que necesitan en el momento. Ese "exceso de sal" ha ido en contra del sistema de ayuda que estábamos estableciendo porque se han llegado a confundir los papeles e incluso en ocasiones no se ha respetado o tomado en serio mi papel como profesional. Pero en ese momento ya te has cargado el guiso, la sal no se puede corregir tienes que empezar con otro guiso. Has perdido tiempo y dinero por querer hacer un guiso perfecto desde el principio y saltarme lo que dicen las normas básicas de cocina

Y no olvidéis nunca que los productos que utilizáis, hay que limpiarlos previamente, para luego batirlo todo, triturarlo, para conseguir la textura más fina posible, y tendrás un acuerdo, justo, equitativo, estable y duradero para sus paladares. Tras todo ello, estará listo para tomar

ANEXO.-

Aquí te dejo otros trucos ya no solo para elaborar el Gazpacho que te mostré, sino de cocina en general, que te hará mejor mediador:

1.- Cuando se esté cocinando un plato, evita estar levantando la tapa de la olla para ver cómo va el guisado. Cada vez que levantas la tapa y sale una buena cantidad de vapor, estás incrementando la necesidad de más tiempo de cocimiento a la vez que se altera el proceso y no será fácil calcular el tiempo que necesitas. Si estás usando un recetario, apégate al tiempo que indica o compra ollas con tapa transparente: En supuestos de mediación, este “truco” de cocina es fundamental. 

Los mediadores siempre intentamos ser perfeccionistas y lo que supone parafrasear o incluso el análisis del camino recorrido, si bien es recomendable, puede en exceso producir continuos retrocesos a cuestiones que debemos dar ya por gestionadas. Las reuniones, las negociaciones, deben fluir, sin necesidad de estar continuamente supervisando las intervenciones de la negociación. 

2.- Si estás preparando un plato que utiliza tomate o salsa de tomate, deja que este se sazone primero hasta que se cueza; de lo contrario, podrías terminar con un guisado con sabor a tomate crudo: Analizando este extremo, trataríamos de separar lo que es el tomate (el conflicto) con lo que son las partes implicadas (sentimientos, emociones, “el guiso”). 

Hay que tener en cuenta que el conflicto puede ser positivo y gracias a él crecer; por lo cual no haber profundizado en el conflicto, no haber conseguido el reconocimiento de las partes con anterioridad a cualquier acuerdo, se antoja de difícil solución.

3.- Nuevamente, te sugerimos que te apegues a las indicaciones de la receta, ya que en algunos casos recomiendan saltear algunos alimentos para precocerlos, antes de incorporarlos al resto del guisado. Si la receta lo requiere, mejor haz caso y sigue el procedimiento: La mediación es flexible, es antiformal, pero nada más lejos de la realidad de la auténtica profesionalización. 

El proceso de mediación está perfectamente estructurado… se sabe que hacer y como hacerlo en cada momento; lo que ocurre es que debemos adaptarlo a cada caso y a cada gestión del conflicto. Si por cualquier situación existen dificultades de “cocina” aprovecha la co-mediación. 

4.- Las recetas también tienen una secuencia para agregar los ingredientes. Cada alimento y especia tiene diferentes características y puede crear un efecto muy diferente si se incorpora en un momento no indicado. Sigue las recomendaciones de la receta: ¿Sesiones individuales o colectivas? ¿una hora u hora y media? ¿el método Harvard o el circular narrativo?, ¿Qué tipo de comunicador debo ser?. 

Son muchas las cuestiones evidentes que hacen que crezcamos como mediadores, pero tengamos en cuanta que cada situación, cada persona o cada conflicto, tienen situaciones distintas que puede hacer que en cada momento veamos cosas distintas. En eso consiste la creatividad, necesaria para mediar. Si me permitís una recomendación como la de la receta… nunca dejéis de formaros 

5.- Al cocinar la pasta, el agua ya deberá estar hirviendo al incorporar la pasta cruda para cocción. Ahora, si utilizarás la pasta inmediatamente, entonces viértela así caliente como está en la salsa o guisado; si no usarás la pasta en ese momento, enjuágala con agua fresca para que se endurezca un poco y la puedas refrigerar: El acuerdo surge y surge porque si hemos sido capaces de crear ese ambiente de diálogo y reconocimiento entre las partes, sea parcial o total, el acuerdo estará cercano. 

No lo forcemos; no hagamos que acuerden para entender que es un éxito nuestra mediación. Solo con que hayan conseguido respetar las reglas de la mediación y se hayan escuchado la mediación es un éxito. Todo lo demás puede hacer que no sea su acuerdo, sino el nuestro. 

Si es así y sigues estos pequeños trucos de Masterchef, ya sea para crear tu propio gazpacho o para cualquier plato, creo que podrás ser un gran mediador.