Muchos dicen, "La Feria es
una fiesta para los sevillanos. Los de fuera no podemos entrar en la mayoría de
casetas”.
Tienen parte de razón pero… también tiene su razón.
El origen de la
feria de abril de Sevilla es el 25 de agosto de 1846 cuando Narciso Bonaplata
(catalán) y José María de Ybarra (vasco) (como si fuera el inicio de un
chiste) redactaron una propuesta que llevaron al Cabildo Municipal pidiendo que
le autorizaran durante los días 19, 20 y 21 de Abril para celebrar una feria
anual de ganado.
En el Prado de San Sebastián de Sevilla se reunían las
familias alrededor de la posibilidad en esas fechas de feria de venta del
ganado. Era y ha sido costumbre que cada uno se llevaba de su casa comida,
muebles y algún que otro enser para poder pasar esos 3 días alrededor de la
actividad (eso significaba que era como una “extensión” de tu propia casa,
donde invitabas a comer a quien tu veías oportuno y donde te llevabas “tus cosas
personales”.
Creo que ese es el origen de esta llamada “privacidad”. Por eso
los sevillanos que tienen casetas propias, (no todas las casetas son propiedad
de sevillanos, muchas son gestionadas por empresas) hacen de la caseta un trozo
más de su propia vivienda donde reciben a los distintos grupos de amigos,
familiares, conocidos e invitados, todos tratados con la misma cordialidad en
un ambiente amigable y de relajación, donde se les invita a comer, beber y
bailar sevillanas.
Pero pasarlo bien en la Feria no
es misión imposible sin necesidad de que seas sevillano o tengas caseta en la
feria. Por eso sirva este artículo para animaros a disfrutar de nuestra Feria y
que evitemos LOS CONFLICTOS, porque si no… bueno no pasa nada, la FERIA ES UNA
GRAN EXCUSA PARA PODER MEDIAR. Allí se empatiza, se es asertivo, se reconoce el valor de cada uno aunque no se comparta...
En primer lugar, hay que
seleccionar con cuidado los donde quedar para recorrer y pasear por la feria.
Nada de encontrarse con los amigos "debajo de la Portada". Esa
indefinición conduce a tener que esperar más de la cuenta porque es fácil
perderse en una explanada tan amplia. Es mejor quedar fuera de la feria para
luego entrar todos juntos.
Una vez en la Feria hay que
recordar que “El buen feriante”, ojo, no va alcoholizado sino tan sólo
entonado.
A la hora de buscar una caseta
donde pasarlo bien, con buena armonía, buena sintonía y sonriendo, saludando a
un lado y a otro se puede acceder donde quieras… de verdad . Estar ocho horas
seguidas bailando y bebiendo en diez metros cuadrados es la esencia de la
Feria.
Para entrar en cualquier caseta,
nunca hay que pretenderlo en grupos muy numerosos. Hay que tratar de acceder
con seguridad, nada de dudar porque en tal caso queda claro que no somos socios
y estaremos vetados. Siempre cabe la opción de decir que se va de parte de
algún socio que se llama Paco, Antonio o algún nombre muy común.
Un último detalle importante:
hacerse amigo de algún sevillano. El sevillano y la sevillana es MEDIADOR POR
NATURALEZA. La gente es muy hospitalaria y es fácil trabar amistad. Con un aliado
de dentro todo será más fácil. .
Recordar siempre que en la feria,
mi slogan es siempre el mismo, derrocha felicidad, haz feliz a quien tengas al
lado y serás mucho más feliz. Bienvenidos a la feria de Sevilla 2014