Era el año 2006 (Hace ya 15 años...) Cuando Escribí este artículo sobre las COSTUMBRES QUE NOS AYUDAN A COMPRENDER LA MEDIACIÓN, en la Revista del Colegio de Abogados de Málaga. Espero os guste y os ayude a seguir creciendo en esta maravillosa profesión.
Los
mediadores y la mediación avanzan. Lejos queda esa insatisfacción que producía
verte solo en este camino y que fuera cual fuera tu actitud, te movías entre el
pesimismo y la euforia de profesionales, abogados, psicólogos, trabajadores
sociales...cuya resistencia al cambio de perfil, de actitud, de método producía
una desvalorización de la mediación. ¡Siempre hemos sido negociadores! se
decían y este no es un método alternativo a la justicia. En contraposición,
quienes valoraban el esfuerzo de apostar por la mediación, la sobrevaloraban
como solución a cualquier conflicto humano, respondiendo a una absoluta
necesidad social.
Todavía
estamos en el camino, pero ya llevamos kilómetros recorridos, Yo creo que nunca
los mediadores y mediadoras hemos estados solos, lo que ocurre es que no
habíamos sabido encontrarnos. No habíamos iniciado este viaje en el que ahora
estamos involucrados. En muchas ocasiones he manifestado en diversos foros que
son muchos los perfiles profesionales cercanos a la mediación, pero ahora me
permito, en este viaje, ejercer de guía turístico (dicen manuales de auténticos
expertos que somos "conductores" de disputas)y ofrecer al lector una
revista de distintos lugares, culturas y sociedades, de las que debemos
aprender en mediación. Dice Marinés Suares que la paz "no es la ausencia
de conflictos sino la armonía de las diferencias", quiero ofreceros esas
diferencias, que miremos al pasado sin buscar la soluciones en él, sino en el
futuro, pero siendo fundamento esencial de nuestra formación diaria.
Todo empieza
por ejemplo en las VIRTUDES DEL CÓDIGO SAMURAI (bushido). Durante siglos los
samurais, famosos guerreros del Japón feudal, han seguido un código ético y
social, principios sobre los que giraba toda su vida, dentro del arte de la
guerra. Dicen las leyendas que las pautas de conducta de los samurais, seguían
el código chino Kyuba-no Michi (vía del caballo y el arco) al principio de la
creación de esta élite en conflicto, y que después cambiaron al código bushido
(llamado también código del guerrero), que encarnaba la ética que debía seguir
un samurai, este código regía todos los aspectos de la vida de un samurai, a
nivel físico, psíquico y espiritual. Buscaba fomentar en el samurai la
justicia, el coraje, la humildad, el desapego material, el sentido del deber,
el control de las emociones, la moralidad intachable, la lealtad y el honor.
Las virtudes del samurai eran: EL SENTIDO DE LA JUSTICIA Y LA HONESTIDAD, LA
SIMPATÍA HACIA TODOS, LA EDUCACIÓN Y EL RESPETO, LA SINCERIDAD Y EL
CUMPLIMIENTO DE LA PALABRA DADA, LA DEFENSA DEL HONOR Y DEL CLAN. Sin entrar en
las consecuencias de ser guerrero o de la preparación a la muerte, que en poco
aporta a la cultura mediadora, la justicia si era uno de los valores máximos
del código samurai, cualidad por la que en posesión de una exquisita educación
y conocimiento, en tiempo de paz el samurai ponía su fuerza al servicio de los
más débiles y ser un sabio maestro para los ignorantes.
Podemos
continuar con LOS MANDAMIENTOS INDIOS. Como ocurre con otras muchas religiones,
el pueblo indio en norteamérica poseía sus propios mandamientos, que regían
todos los actos de su vida en la tribu. Un piel roja conoce que "sus
mandamientos religiosos fueron escritos en tablas de piedra por el dedo
flameante de un dios enfadado", su religión fue establecida por las
tradiciones de sus ancestros y los sueños que les han sido confiados durante la
noche ("horas de silencio"), lo ha sido por el Gran Espíritu. No
necesitan iglesias, porque todo lo que se discute sobre Dios no les interesa.
Muchas cosas, dicen, se puede discutir sobre el hombre, pero nunca sobre Dios.
Su continuo conflicto con el hombre blanco ha surgido de la regulación de la
naturaleza y su cambio según sus ideas. Para un PIEL ROJA toda la naturaleza
está dentro de nosotros y nosotros somos parte de la naturaleza. Si existe un
conflicto se basan en sus mandamientos: TRATA A TODO LO QUE HAY A TU ALREDEDOR
CON RESPETO; TRABAJA JUNTO POR EL BENEFICIO DE LA HUMANIDAD; DA ASISTENCIA Y
CARIÑO DONDE SE NECESITE; HAZ LO QUE CREAS QUE ESTA BIEN; MIRA DESPUÉS EL
BIENESTAR DEL CUERPO Y LA MENTE; DEDICA TU ESFUERZO AL BIEN COMÚN; SE SINCERO Y
HONESTO; Y HAZTE RESPONSABLE DE TUS ACTOS. Su sabiduría está al mirar
alrededor, como siempre debemos de hacer, para encontrar soluciones eficaces y
equitativas.
Debemos
conocer también el HONOR BEDUINO, cualquiera que sea la naturaleza del
conflicto que enfrente a las tribus beduinas, nunca se recurre a los tribunales
de justicia, ni a la policía. Cuando existen desavenencias es un consejo tribal
el que regula los litigios, según códigos ancestrales de la tribu. El Consejo
beduino, que no requiere de demasiadas sesiones de deliberaciones, propone un
acuerdo que es aceptado por las partes, quienes logran reconciliar sus
diferencias intentando que no queden resentimientos entre los afectados. Para
el beduino no hay bien superior que el honor. Existen construcciones,
generalmente retiradas de los domicilios familiares, con una amplia sala cuyo
suelo se cubre de grandes alfombras, que se reservan para recibir huéspedes en
ocasiones importantes. Allí pueden celebrarse consejos tribales. Antes de que
se celebren sesiones tribales se impone un PERIODO DE CALMA de varios días con
el fin de analizar e investigar. Durante esta tregua en el conflicto, las
partes en conflicto no tienen derecho a comunicarse entre ellos y por ejemplo,
las esposas que tienen parientes en las otra casta no pueden visitarlos.
Después de haber terminado la oración de los viernes, los grupos de beduinos se
dirigen hacia la MADIAFA (casa del huésped), se saludan rozándose la nariz,
luego se sientan, cada clan se repliega en una esquina del gran salón y la
atmósfera es más bien tensa. Preside un venerable de la tribu, respetado en su
seno para ejercer tal responsabilidad. Es más, en principio, los jóvenes de la
tribu se ven obligados a asistir a todos los consejos tribales y allí además de
aprender se va viendo quienes en el futuro pueden ejercer como
"jueces". El momento del almuerzo rompe la tensión una vez que entre
ellos están debatiendo y se colocan grandes planchas de aluminio en el suelo,
formándose pequeños grupos dispersos alrededor de la comida. La costumbre exige
que el propietario de la mediafa haga honor a sus huéspedes antes de abrir la
sesión del consejo tribal. De esta costumbre beduina, la justicia y la policía
no ignoran estos consejos tribales y que tienen sus propias normas ante
cualquier desavenencia; los respeta e incluso a veces recurren a ellos para
poner fin a situaciones conflictivas, aprovechando su experiencia e influencia.
Terminado el almuerzo, el consejo se reestablece, instalándose en el centro el
sabio y frente a él los dos KOBAR o representantes de los beligerantes,
sentándose los miembros de las familias o clanes unos a la izquierda y otros a
la derecha. Durante el periodo de tregua que se dio en su momento anterior,
cada grupo en discordia nombra un "vocero" del grupo que expone el
punto de vista de su clan, mostrándose elocuente para ganarse la confianza, no del
sabio, sino de toda la asistencia. Deben de pagar los kobar lo que se denomina
AL-ROZGA o cantidad que sirve para los gastos de investigación y honorarios.
Durante la sesión no se deja de servir té a los asistentes y los narguiles
están omnipresentes por toda la sala. Una vez las exposiciones de cada
representante, el sabio junto con los emisarios y algunos miembros más
influyentes de cada clan se retiran para ponerse de acuerdo. Son costumbres
llegar a acuerdos con pagos de camellos y sobre todo se puede perdonar todo
salvo atacar o intimidar a las mujeres (Según Al ahram Hebdo, semanario
egipcio). Se intenta llegar a un acuerdo o decisión tras la deliberación, en
las que varias personas serán garantes frente a los beligerantes de que este
sea respetado y cumplido. No es necesario que juren en sus manifestaciones o
acuerdos pero si lo hicieron sobre el libro santo y luego no cumplieren,
implicaría una maldición que pudiera extenderse a las generaciones siguientes.
Terminada la sesión todo el mundo se levanta, disminuyendo la tensión y al
dejar la mediafa, los miembros de los dos clanes se mezclan y se hablan como si
nunca hubiera tenido ningún desacuerdo.
La más
difundida entre mediadores formados es la tradición cultural hawaiana del
HO`PONOPONO, UNA FORMA DE SOLUCIÓN DE DISPUTAS entre los nativos; mediación
tradicional que se emplea principalmente entre conflictos familiares dentro de
la tribu. Se trata de buscar un procedimiento por el que las personas que
tienen un problema puedan ir desgranando cada una de las "aristas"
del problema, para poder ver el corazón de la disputa, y lograr que la armonía
vuelva a la familia. Curiosamente si mediante este proceso se llega a un
acuerdo en el que la verdad va a florecer, no se hace necesario ningún tipo de
recurso posterior porque "resuelta la disputa no hay nada que
apelar". El proceso no es sencillo ni rápido, como quizás buscamos cuando
hablamos de las ADR, sino que es necesario llegar a la solución con tiempo,
porque se entiende el ho`ponopono como una filosofía de vida, como una creencia
de que la verdad y el consenso van a surgir durante el proceso y por tanto
requiere una entrega espiritual. El proceso surge ante un HAKU o experto
mediador-conciliador quien intenta restaurar la situación de armonía en la familia
mediante un proceso de negociación que consta de nueve fases: a) la aceptación
por parte de la familia en conflicto de reunirse para salvar sus diferencias de
cualquier tipo; b) la realización de una plegaria inicial a la divinidad para
que les conceda la sinceridad en la negociación, denominado "Pule
Wehe"; c) la identificación y búsqueda del problema por parte de las
partes enfrentadas incluyendo el compromiso de todos de buscar una solución; d)
La confesión, el perdón, la restitución
o el abandono del conflicto mediante la consecución de un acuerdo; e) Acordar
que el conflicto, una vez resuelto, deje de existir en el futuro; f) La
reafirmación de los vínculos que unen a la familia mediante gestos de todos sus
miembros; g) El rezo de una plegaria final de agradecimiento a las divinidades;
h) La realización de una comida tradicional compartida por toda la familia; y
i)La reanudación de las actividades habituales en el seno de la familia.
Durante todo este proceso, con numerosas connotaciones hacia la mediación, el
Haku realiza numerosas entrevistas con las partes antes y durante el proceso
porque la verdadera filosofía en el rito hawaiano es el compromiso espiritual,
que si se consigue resolverá el conflicto en cuestión. Por eso la meta de todo
el proceso con independencia del acuerdo, será el perdón entre las partes
(llamado "Mihi"). Existe también una importante simbología, por
cuanto al final del proceso el Haku ofrece a las partes un cordón que cortan en
su presencia, simbolizando la liberación de la atadura psicológica que les
tenia enfrentados. Durante todo este proceso ideal, también es cierto que se
puede producir el no llegar a esa situación espiritual de acuerdo o que
favorezca el acuerdo o solución, lo que ocurre es que si se reniega o abandona,
la persona en conflicto es apartado de la familia y expulsado de la tribu.
¿Y uno de
los conflictos más encarnizados de la historia?, ¿qué ocurre entre Israel y
Palestina? ¿No hay esfuerzos por la paz y el consenso?. Olvidándonos de los
infructuosos intentos políticos, llama la atención que FAMILIAS ISRAELIES Y
PALESTINAS TRABAJEN JUNTAS POR LA PAZ. Así es existen datos reales que nos
hablan de numerosas familias israelíes y palestinas que han perdido a algunos
de sus hijos a causa del conflicto, se han unido por el dolor y ahora trabajan
juntas para que los líderes políticos vuelvan a negociar y la paz vuelva a sus
vidas. Lejos de buscar venganza y sentir odio por el declarado enemigo
político, se han buscado a traves de estos últimos años y han unido sus fuerzas
para trabajar de manera conjunta para terminar con el conflicto que viene
asolándoles toda su vida. Son unas 350 familias que forman parte del llamado
MOVIMIENTO PALESTINO POR EL CAMBIO Y EL CIRCULO ISRAELÍ DE PARIENTES, dos
entidades que se han unido para llevar a cabo proyectos de sensibilización por
la paz para ambos pueblos. Para ellas su principal misión es el "DEBER DE
HABLAR" y que no hay diferencias cuando se trata de dolor: el mismo
sientes las familias palestinas que las israelitas cuando pierden un miembro de
sus familias. Su misión consiste en ejemplarizar. Manifestar que si ellos han
conseguido sentarse en la misma mesa, porqué sus líderes políticos no han sido
capaces de hacerlo con verdadera intención de acuerdo y solución del conflicto.
Cada organización dentro de sus actividades organiza talleres y charlas por las
escuelas y en las comunidades. Una de sus misiones ha sido ir a los centros
educativos y a los niños en edad adolescentes inculcarles la necesidad y el
beneficio de la reconciliación con todos los territorios ocupados, como
señalan, la intención es "que la población tome conciencia y reclame el
inicio de las negociaciones para lograr la paz. El deseo de venganza para estas
familias, que son ejemplo para el resto del mundo, genera aún más venganza, de
hecho el odio "es un camino absurdo" cuya salida solo genera
violencia y más violencia. Señalan que eso no puede hacerles olvidar en ningún
caso lo que les ha ocurrido pero deben trabajar juntos para ayudar a los demás.
Nuestra pregunta se debe de basar en ¿podemos quedarnos como simples
observadores internacionales?.
Mas
ejemplos encontramos en la cultura Wayuú
en la que se otorga a la mujer el papel de mediadora de los conflictos entre
distintas etnias, así las mujeres siempre han llevado “la vocería” (la palabra)
cuando existen conflictos, porque existen unas normas de conducta y de moral
que señalan que en las confrontaciones, muchas veces violentas, únicamente
entran los hombres, según la tradición. Entonces el
papel de las mujeres es tratar de evitar la confrontación llevando la vocería
(a través de la mediación) ante las
otras familias, clanes o ante el Estado o Gobierno. De este modo se protegen
los hombres del riesgo de ser partícipes en una forma directa que puede ser la
guerra, pero también se protege la cultura del pueblo con un trabajo preventivo
del conflicto atraves de la palabra y la
comunicación, de esta forma se puede confrontar los argumentos de las personas o
clanes que estén enfrentados; posteriormente se procederá a la búsqueda de
soluciones pacíficas y acuerdos que beneficien a ambas partes. Aunque
muchos conflictos han sido resueltos por las armas, los Wayúu presentan un
sistema judicial bien particular que se denomina Suküaipa Wayúu que permite
resolver los conflictos de manera pacífica, basados en el poder de la palabra y
mediante símbolos e incluso supuestos mensajes que pueden dar familiares ya
fallecidos de las personas enfrentadas. Pensar en lo que ellos hubieran hecho,
les hace reflexionar sobre el fin del conflicto y su posible solución, dado que ellos representan la tierra. Antes de ir
a la guerra, los Wayúu siempre acuden a la conciliación por medio de la pütchi,
es decir la palabra. Muchas veces es preferible para los Wayúu pagar con
chivos, collares o dinero, antes que ir a la guerra. Cuando un grupo familiar
se ve ofendido por la agresión física o la afrenta a uno de sus miembros, sus
parientes suelen ponderar cuidadosamente sus fuerzas y las del grupo agresor
evaluando fríamente las consecuencias de las distintas opciones de acción y en
todas ellas, la palabra aparece como la única vía de acuerdo entre la
etnia.
Ya en la antigua China, la mediación y
la conciliación fueron los principales recursos para resolver las
desavenencias. Si tomamos como referencia a Confucio, este pensador creía que
la mejor forma de buscar la resolución óptima de un enfrentamiento se lograba a
través de la persuasión moral y el acuerdo, y no bajo coacción alguna. Confucio
hablaba de la existencia de una armonía natural en las relaciones humanas, que
no debía interrumpirse. Además, pensaba que la autoayuda unilateral y la
intervención de un adversario ponen fin a una relación armoniosa, y por tanto,
serían la antítesis de la paz y la comprensión, que constituyen la esencia del
pensamiento de Confucio y todo lo que ha sido posteriormente el confucionismo
La mediación a gran escala se sigue
ejerciendo en la actualidad en la República Popular China a través de la
institución de los Comités Populares de
Conciliación. Incluso en el sistema legal chino, se concede una
importancia considerable a la autodeterminación y a la mediación en la
resolución de todo tipo de desavenencia. Tanto es así, que existe un
sistema bajo el Poder político del pueblo, que se clasifica principalmente en
cuatro:
·
a) Mediación
popular: la mediación entre el pueblo mismo, o sea, la que realiza la
comisión de mediación popular para disputas del pueblo y que se lleva a cabo
fuera de la acción judicial y que podríamos determinar como mediación entre iguales.
·
b) Mediación
del tribunal: se trata de la mediación que hace el tribunal popular para
casos civiles, casos de litigio económico y casos penales de levedad que hayan
sido aceptados. En otras palabras, es una mediación en la acción judicial.
·
c) Mediación
administrativa: se divide en dos, la primera es la que hace el gobierno
popular de base, o sea el de cantón o poblado, para disputas de carácter
ordinario producidas entre el pueblo. Es una mediación fuera de la acción
judicial. La segunda es la que, a tenor de lo estipulado en la ley, el órgano
administrativo del Estado practica en ciertas disputas civiles, económicas o de
servicio laboral específicas. Es una mediación que se efectúa fuera de la
acción judicial.
·
d) Mediación
arbitral: significa la mediación que un organismo de arbitraje hace para un
caso de arbitraje aceptado. De fracasar la mediación, ese organismo dicta un
laudo. Es también una mediación fuera de la acción judicial.
Si nos
fuéramos a Latinoamérica, la cantidad de ejemplos serian importantes. Así nos
encontramos con el ejemplo de El palabrero wayuu o pütchipü'ü que
es una manifestación del patrimonio Cultural Inmaterial en tanto es parte de
las tradiciones y manifestaciones culturales orales del Pueblo Indígena Wayuu
asentado históricamente en las repúblicas de Colombia y Venezuela. Actúan
como intermediarios y mediadores en la solución de disputas, con un poder de
ejercicio de influencia. El palabrero wayuu es un mediador entre los conflictos
que se presentan en su comunidad y goza de respeto y admiración por parte de
los demás integrantes de su raza.
Su
palabra se considera sagrada, pues la tradición —desde los lejanos tiempos en
que era leyenda— demostró la efectividad y los buenos resultados de la
intermediación. Además, se desenvuelven en todo el territorio guajiro en busca
del arreglo de conflictos que van desde accidentes hasta litigios por tierras.
Se acostumbra como elemento indispensable de la cultura, que el palabrero no
actúe por sí solo antes de dirigirse a las partes en conflicto. Primero debe
escuchar a cada una y luego inicia la conciliación. Tiene que ser un sabio que
sepa dialogar y que convenza a la parte culpable de que debe ceder y pagar
Unir
las partes, saber resolver, negociar, dialogar. Hay que ceder de parte y parte.
Si alguna de las partes no acepta, el palabrero avisa que se debe buscar una
estrategia diferente que no permita que las partes se radicalicen.
Por otro lado,
referirnos a Los mapuches (mapudungun: mapuche, 'gente
de la tierra’) Son un pueblo indígena
de la zona centro-sur de Chile y del sudoeste
de Argentina. Se les conoce también como araucanos, denominación que ha caído en desuso en la
actualidad y genera rechazo por parte de los mismos mapuches [ ]y que predomina en la historiografía, para el período que abarca desde los
primeros contactos con los españoles hasta el siglo XIX aproximadamente.
Los grupos ubicados entre los ríos Bio bío y el
Toltén
lograron resistir con éxito a los conquistadores
españoles en la llamada Guerra de Arauco,
una serie de batallas que duró unos 300 años, con largos periodos de tregua.
Según la
investigadora Paola Paredes Para el mapuche “hombre – tierra – naturaleza”,
constituye un solo ser, por tanto el hombre no es el dueño de la tierra, sino
por el contrario la tierra es dueña de los hombres; porque los hombres son los
brotes, hijos de la tierra, de allí deviene el término Ñuke Mapu, madre tierra.
Por
esto, la palabra mapuche, tiene un significado mucho más profundo que el de gente de la Tierra, es más un bien un brote de la tierra, nacidos de ella, gente
que nace, vive, transita,
protege y al morir vuelve a la tierra. A través de la palabra y el diálogo, el
Mapuche logra resolver conflictos ya que estos son propio de la naturaleza y no
pertenecen al hombre, por lo cual ellos tan solo son el vehículo hasta el punto
de estar obligados a resolver las controversias,
Y así han
surgido y surgirán costumbres, modelos, ejemplos...en BRASIL existen dos
experiencias apasionantes como son el llamado BALCÓN DE DERECHOS y LA JUSTICIA
ITINERANTE; en el primero hacemos referencia a una "especie de despacho de
abogados y trabajadores sociales que funciona dentro de las favelas, con el
objetivo de resolver los conflictos locales" (según nos cuenta la
profesora Nuria Belloso), consigue soluciones rápidas utilizando el sentido
común y el diálogo entre las personas implicadas en algún conflicto. Este
proyecto ha sido desarrollado por el Ministerio de Justicia brasileño para ser
desarrollado en todo el país, para "tender un puente entre la población
que no entiende el lenguaje jurídico". La Justicia Itinerante, por otro
lado consiste en unos pequeños BARCOS que van navegando siguiendo el curso del
río amazonas, realizando paradas en distintas zonas y comunidades indígenas,
quienes cuando se produce el amarre acuden a manifestar ante los miembros de
estos "centros de mediación itinerantes" sus discrepancias en busca
de acuerdos.
En otro orden y antes de entrar en el
apartado de las religiones, las distintas Iglesias o Templos, como lugar donde
“domina la palabra”, independientemente de la religión de que se trate, nos han
enseñado desde siempre que el párroco, ministro o rabino actuaron como
conciliadores ante los problemas que se les presentan en sus respectivos
ámbitos de desempeño. Con frecuencia estas personas eran invitadas a intervenir
como mediadores, especialmente en desavenencias familiares, para sugerir formas
en que los contendientes podían convivir o reorganizar sus relaciones. Con ello
pretendían eludir la imposición de los valores gubernamentales de la mayoría y
conservar sus propios medios de resolución de conflictos. El Beth Din Judío es
un ejemplo de ello, se trata de un consejo
formado por un grupo local de rabinos, que ha existido con este propósito
durante muchas generaciones y en numerosas circunstancias.
También encontramos un claro ejemplo
concreto de mediación en las religiones,
con los Cuáqueros (o los miembros de la Sociedad Religiosa de los
Amigos, conocidos también como Amigos). Son miembros de un movimiento mundial
religioso cuyo origen se remonta a unos radicales religiosos que vivieron a
mitad del siglo diecisiete en Inglaterra. Para ellos, no existe un credo global
ni una declaración de creencias. Las formas de adoración también difieren,
desde iglesias con pastores de Amigos donde los cultos se parecen a los de
otras congregaciones protestantes hasta la adoración silenciosa de las casas de
reuniones de los Amigos liberales o conservadores.
Y como no podría ser de otra forma,
debemos también referirnos al procedimiento
que refleja el proceso de mediación y que seguían en los primeros tiempos para
la adoración tuvo lugar en “casas de reunión”. Cuando había un pastor en la
ceremonia, como en la tradición evangélica, él o ella funcionaba como
predicador/a y administrador/a (mediador), y no como alguien con una autoridad
espiritual superior que el resto de la congregación. Los Amigos de las
tradiciones silenciosas y liberales, normalmente, se encontraban durante una
hora, más o menos, los domingos por la mañana para la adoración. Sus reuniones
estaban abiertas al público y durante el tiempo de la adoración, los adoradores
podían estar rezando en silencio, reflexionando sobre sus vidas o abriéndose de
algún otro modo al impulso del Espíritu. Después de un tiempo, cualquiera de
las personas presentes, miembros/as o asistentes podían levantarse para hablar,
si él o ella se sentía inspirado/a o movido/a por el Espíritu a hacerlo.
Asimismo, las reuniones de negocios (o asuntos prácticos del grupo) se
celebraban también en un espíritu de adoración. Los Cuáqueros no votaban, sino
que Amigos/as traían los asuntos que necesitaban discutirse a la reunión de
negocios, “la reunión de adoración para asuntos de la iglesia”. Todos los/las
miembros/as podían asistir a estas reuniones, el secretario de la reunión
habría compuesto un orden del día. Amigos/as hablarían en relación al asunto en
cuestión cuando sintieran que les llamaba el espíritu a hacerlo. No se trataba
de un punto de vista que se imponía sobre la reunión, sino que la comunidad
estaba intentando encontrar la guía correcta sobre lo que se ha de hacer,
viéndolo como una expresión de la voluntad de Dios. Es el papel del secretario
discernir el sentido de la reunión y dejarlo escrito en una reseña acordada por
el grupo en el curso de la reunión. Cada reunión tendría responsables o
ancianos, o algún comité que se responsabilizara de atender a la formación de
los participantes, así como para que cualquier miembro/a que se encontrara en
circunstancias difíciles recibiera apoyo de alguna manera.
Para finalizar, me gustaría comentar la idea de “Brigadas de Paz”. En parte,
proviene de Gandhi,
quien entrenó grupos que realizaron protestas no-violentas y mediación de
conflictos. Su trabajo empezó con la creación de un ejército de paz en Sudáfrica entre 1911 y 1913. A su retorno
a la India, Gandhi organizó voluntarios de paz para mediar disturbios en
Bombay, que se llamaron a sí mismos Shanti Sena (Ejércitos de Paz o
Brigadas de Paz). Sus acciones estaban basadas en los siguientes principios: no
portar ningún tipo de armas, no esperar ninguna remuneración económica, usar
uniformes, aceptar voluntariamente el régimen de auto-disciplina, y practicar
la no-violencia en pensamiento, palabra y acción.
Gandhi creía que un grupo de personas
neutrales, entrenadas y preparadas para sufrir abusos, lesiones e incluso morir
mientras intentaban salvar vidas, serían portadores de una autoridad moral para
darle un sentido humanitario a todos los involucrados en un conflicto. Y que
esta posición eventualmente convencería a las partes antagónicas de buscar una
solución alternativa a sus diferencias. Gandhi comenzó este trabajo sin
tener un plan definido. Él creía en que un grupo reducido de personas con
fuerte determinación y una firme creencia en su misión, podrían alterar el
curso de la historia.
Por último
indicar que otra ocasión muy importante de conocer experiencias fué el FORUM DE
BARCELONA 2004 donde por ejemplo se presentó el prototipo de LA CASA DE LA
NEGOCIACIÓN DE FRIBURGO (SUIZA), que surgió como una idea del artista Josep
María Martín quien intenta crear un espacio para resolver los conflictos
cotidianos, donde "se concibiera la negociación como un proceso de
construcción conjunto entre las partes en conflicto". Para ello se formó
un equipo de profesionales procedentes de distintas disciplinas, que escogieron
un lugar idóneo para ubicar la casa, siendo Friburgo el lugar elegido dado que
en dicha ciudad viven familias de alrededor de 70 nacionalidades distintas. La
intención por tanto era no solo dotar un lugar para la mediación o negociación
sino que este fuera especialmente diseñado para estas situaciones:
interiorizado, colores matiz, aislamiento del exterior, etc. Por otro lado
Marguerite Barankitse presentó su acción mediadora en AFRICA mediante la CASA SHALOM donde acoge a niños
huérfanos de distintas etnias y religiones africanas y donde les enseña la
convivencia, el respeto y el reconocimiento a los demás.
Seguramente
pronto tendremos que hablar de NUEVAS IDEAS QUE SE CONVERTIRÁN EN COSTUMBRES, a
que exista una sólida política pública que fomente la convivencia entre todos y
los espacios sociales.