martes, 5 de noviembre de 2024

Hacer un traje a medida ¿Qué nos preguntamos los mediadores en una crisis matrimonial? A modo de ejemplo

 

Siempre se dijo que “como muestra bien vale un botón”, hoy me gustaría mostraros cómo trabaja un mediador. Y lo voy a hacer desde lo más simple. Nos vamos a poner en la piel de un mediador al que le llega un caso de crisis matrimonial, separación o divorcio, con hijos. ¿Qué temas trata?, pero sobre todo que pregunta y que forma tiene de trabajar minuciosamente lo necesario para llegar a un acuerdo justo, equitativo, estable y duradero.

Os invito “a coser” conmigo.

La paciencia, el esmero, hacer lo que a uno le gusta y para lo que sirve y en definitiva… que nuestro trabajo se vea recompensado con la utilidad de nuestro “traje” y con la “vistosidad” de su uso porque “le sienta bien a los mediados”

La primera cuestión que nos permite trabajares el cuidado y régimen de visitas

Siempre nos preguntamos o bien nos preguntan ¿Qué es lo común?:

Pues podemos decir de forma simple, aun cuando habría matices que analizar, pero para explicarnos lo más sencillo y mejor posible, que si son pequeños, es normal que quedaran al cuidado de la madre y si son mayores se tendría en cuenta su opinión.

Mientras que el régimen de visitas, sería de fines de semanas alternos, desde el viernes por la tarde hasta el domingo y la mitad de las vacaciones.

¿Tiene que ser así? Desde la mediación nos preguntamos cuestiones que hay que tener en cuenta, para hacer ese traje a medida. Cuestiones como:

1.- Es importante hablar de cuidados no de CUSTODIA. La palabra custodia es renegada por los mediados. Es más no entienden su alcance, hasta el punto que piensan que se refiere a la patria potestad, algo que no se está cuestionando (de ahí muchas veces la lucha por tener la llamada custodia de los niños).

2.- También nos cuestionamos ante ellos la idoneidad o no de la llamada “custodia compartida” muchas veces por su dificultad en aplicarla por las distintas viviendas que tengan o incluso la distancia que van a poner entre ellos a la hora de no vivir juntos.

3.- Hablaremos de la residencia y si es necesario que esté o no vinculada a partir de ahora por la decisión de atribuir el cuidado de los menores. Tan útil es que los menores sigan viviendo en la que ha sido hasta ahora residencia familiar, como que si allí se produjeron altercados de malos recuerdos, quizás sea bueno que salgan también de allí.

4.- Tendremos que preguntar a los mediados como va a ser a partir de ahora la toma de decisiones relativas a educación, valores, colegios, visitas médicas para intentar prever posibles conflictos de futuro.

5.- En cuanto al llamado “Régimen de visitas” preferimos hablar de tiempo compartido con cada uno de los progenitores: días alternos, en definitiva “cuando los vas a ver”.

6.- Les preguntaremos que vas a pensar como calendario cuando estén enfermos. ¿Podré subir a verlos?

7.- ¿Cómo será la estancia de los días festivos? Tales como el día del padre, de la madre, cumpleaños y santos. Evidentemente no todas las familias lo celebran, pero lo debemos preguntar. ¿Y los abuelos?

8.- ¿Cómo van a ser las vacaciones de verano o vacaciones escolares? Hay que tener en cuenta que estamos hablando del beneficio de los hijos luego aún cuando no coincidan con las suyas, las escolares son de mayor tiempo

9.- ¿Os perece que hablemos de horarios de verano y de invierno? Por que evidentemente, por ejemplo, las 19 horas no son las mismas en una u otra estación para recoger, dejar a los niños, etc.

10.- ¿Podréis tener acceso telefónico abierto con ellos? Si es una complicación, hablemos de una media hora en la que pueda contactar el padre o la madre que no esté con ellos para saber como les fue el día.

11.- ¿Cuáles serán los derechos y obligaciones con respecto al resto de la familia, a partir de ahora?

12.- Sera bueno hablar para lograr acuerdos estables de la previsión ante desplazamientos geográficos, porque las familias no vivan en la misma localidad y que ello no sea algo disruptivo en el futuro.

13.- Me gustaría preguntar también sobre una posible previsión de cambios futuros (hay que tener en cuenta que acuerdos para niños de 5 años no sirven para cuando cumplan 10 o 12 años).

14.- Tema espinoso ¿Qué ocurre si un padre o madre se casa o convive de nuevo con otra pareja? ¿queréis que lo hablemos?

15.- ¿Qué ocurre con los gastos religiosos (gastos de 1ª comunión) y las actividades extraescolares? Y sobre todo podemos celebrarlos por ejemplo los menores con ambos o invitamos a nuestras nuevas parejas o en su caso hacemos dos celebraciones distintas…

16.- Hablaremos de las decisión a tomar de que los hermanos continúen relacionándose entre si, con independencia de nuestras decisiones.

17.- ¿Habrá algún problema con el lugar de “entrega” y “recogida” de los menores? Y sobre todo ¿pueden ser personas distintas a los padres?

18.- ¿Ven ustedes necesario o útil que yo hable con ellos? Creo que es importante que alguien les explique el esfuerzo que sus padres están haciendo en beneficio de ellos y que por que hayan crecido y ya con 14 años por ejemplo prefieran estar con sus amigos el fin de semana, no dejen de ver al padre o madre con quien no vive, simplemente por su “adolescencia”

Y así numerosas preguntas más para poder hacer “un traje a medida”

Pero sigamos mostrando nuestro taller de “costura”. En segundo lugar hablaríamos del uso de la vivienda y ajuar familiar

Planteemos como antes ¿qué es lo común?:

Normalmente, en la vivienda continuará el padre o madre que esté con los hijos. Si no el más necesitado.

Y en cuanto al ajuar, quedará en el uso y disfrute de quien esté en la vivienda. ¿De verdad esta es la solución prescrita por los juzgados? Continuemos nuestro trabajo.

1.- En primer lugar nos preguntaremos si ¿se tendrá en cuenta quien sea el propietario? Dado que en alguna ocasión hablamos de vivienda cuyo propietario es la familia de uno o de otro. Y si es así necesitamos traer al mismo para explicarles la necesidad de atender a los menores aún cuando quien se quede con el “uso” sea su yerno o nuera junto a sus nietos.

2.- En interés del menor se otorgará a quien tenga la guarda de los menores para no cambiar de hábitat, sobre todo porque necesitamos pensar en la nueva vivienda que tendrá quien se marche del domicilio para atender las necesidades de ellos. No olvidemos que quien se divorcia busca una vivienda asequible, más pequeña y lejana al anterior domicilio para no coincidir con su ex.

3.- Necesitamos cuestionarnos ¿qué incluye el ajuar familiar? Porque en buena medida, podemos ver que bienes hay en la casa que pueda retirar quien no continue allí. No es la primera vez que analizamos que en una vivienda hay más de un televisor, aparato de música o me atrevo a decir incluso juegos de sábanas.

4.- Se analiza claramente con ellos que se tiene derecho a retirar los enseres de uso personal, pero la pregunta es ¿Cuándo? Y todo porque es necesario “romper el vínculo” incluso emocional de los bienes y sobre todo hacerles ver un calendario o día para ello ya que, si no se hace, se renuncia a ellos.

5.- Muchas veces es importante analizar, ante discusiones de si es mío o no, ¿qué ocurre con el concepto regalo? Y si el mismo lo fue a la familia o personal. Es más, incluso si todavía se está pagando por un préstamo.

6.- Hay preguntas también que muchas veces no quieren que hagamos o mejor dicho, no están preparados para contestar: ¿Se puede o debe continuar en la misma vivienda ambos? Y ¿si es así, cómo?

7.- En el futuro debemos prever ¿qué ocurre con la venta de la vivienda con independencia del uso? Desgraciadamente muchas veces la necesidad de dinero líquido hace que uno u otro solicite venderla o en su caso compensar su parte y no debemos olvidar el pensar en los niños.

Como ves, querido lector, algo tan sencillo que se debiera liquidar pronto como quien va a vivir y que los bienes se queden en la casa, producen estas y otras cuestiones, según el caso, que hay que tratar.

Pasemos ahora a pensar en tercer lugar,  en lo que denominamos contribución a las cargas del matrimonio y alimentos.

¿Qué es lo más común?:

Las cargas de la familia serán asumidas por mitad fijando una cuantía que se pagará los 5 primeros días de cada mes

La pensión alimenticia de los hijos se fijará con el mismo criterio que el anterior.

¿Tan fácil es? Ni mucho menos. Necesitamos hilar muy fino y tratar los siguientes aspectos

1.- ¿Qué se considera carga del matrimonio? Tendremos que manejar cifras de gastos comunes del inmueble, servicios, hipoteca, luz, agua, cuotas, impuestos…

2.- ¿Qué se considera alimentos? En principio los gastos de los hijos de alimentos, vestido, educación, transporte y por supuesto todo lo que se refiere al apartado anterior con respecto a ellos.

3.- La pregunta que siempre nos hacen y hacemos ¿Qué cuantía es la ideal?: por hijo según las edades o global; cantidad fija o porcentaje, según meses o ingresos. No hay una contestación ideal

4.- Debemos presupuestar conforme a los gastos existentes en ese momento y sobre todo quizás, se reducirían progresivamente para poder atender un nuevo gasto: el del progenitor que ya no viva con ellos pero en el que pasaran tiempo necesario, en sus estancias.

A modo solo de ejemplo, porque creo que ellos no son conscientes de lo que se producirá a partir de ahora, debemos elaborar un presupuesto, compartiendo entre todos los datos y que contaría con los siguientes ingresos y gastos:

INGRESOS

-          Salarios y nóminas

-          Intereses, dividendos o rentas

-          Participaciones en sociedades

-          Premios o participaciones en beneficios…

GASTOS: FIJOS:

-          Vivienda: alquiler, hipoteca, comunidad, seguros

-          Servicios: gas, electricidad, teléfono, agua

-          Seguros: vida y médico

-          Cuotas o domiciliaciones mensuales: coche, tarjetas

-          Educación: matrículas, libros, actividades extraescolares

-          Transportes: bonos, seguros, ITV, aparcamiento

-          Pagos a organizaciones: Colegios profesionales, clubes…

VARIABLES:

-          Comida: supermercado, comidas fuera

-          Vestuario: ropa, calzado

-          Transporte: gasolina, taller

-          Ayudas en casa: canguros, personal de hogar

-          Mantenimiento de la casa: reparaciones

-          Gastos médicos no cubiertos por el seguro

-          Personales: peluquería, deportes, prensa, vacaciones

-          Extras: regalos, cumpleaños, ayudas a otras personas…

Poner números les hace ser conscientes de las cuantías que luego alcance a ver idóneas para fijar y no olvidemos que debemos pensar que algunas se duplican al tener la familia a partir de ahora dos viviendas.

5.- Se debe compartir exhibiendo los datos de cada uno verificándolos y compartiendo

6.- Planificar si es necesario una reducción de gastos, calendarizada, incremento de los ingresos o liquidación de patrimonio para paliar gastos

7.- Ser conscientes de que es necesario tener en cuenta el incremento de los costes debidos a la crisis matrimonial (otra casa, otro alquiler, otra comunidad…)

8.- Pensemos también que los 3º de buena fe, no se ven implicados por nuestras decisiones de distribución del gasto. Es decir por ejemplo, no podemos alegar a un banco que a partir de ahora la hipoteca la paga uno solo y es el responsable, simplemente porque así lo hayamos decidido.

9.- El ingreso o pago de las cantidades que fijemos finalmente ¿Cómo se realiza? Así evitaremos contactos o malas relaciones de futuro.

10.- Una cosa que nos preguntan mucho es si ¿se puede o debe poner en una cuenta a nombre del hijo? Es como que nos sentimos más cómodos si en vez de entregar a mi ex, lo hago directamente a mis hijos, aun cuando quien gestiona la misma es precisamente el ex.

11.- Es importante determinar las actualizaciones conforme al IPC o los cambios de futuro para que esas cantidades reflejen las subidas futuras.

En definitiva, solo os puedo decir que muchos se ponen las manos en la cabeza cuando hacemos este ejercicio de “fotografiar la realidad” que están viviendo y la que está por venir

Analicemos ahora una cuarta cuestión a tratar, ¿es necesario establecer además una pensión alimenticia entre cónyuges? Lo que llamamos pensión compensatoria.

Nuevamente nos preguntamos ¿qué es lo más común?

Podemos decir que o se renuncia porque ambos tienen sueldos saneados y si hay desequilibrio económico hay que fijar una cuantía que entregue un cónyuge a otro.

1.- Solo se establecerá para el supuesto de desequilibrio económico entre ambos

2.- Se determinará la cuantía en función a las CIRCUNSTANCIAS PERSONALES a tener en cuenta:

- Acuerdos anteriores entre ellos

- Edad y estado de salud de ambos

- Cualificación profesional y probabilidades de acceso a un empleo

- Dedicación pasada y futura a la familia

- Duración del matrimonio

- Caudal y medios económicos que se posean

- Colaboración conforme a su trabajo en las actividades mercantiles o profesionales del otro cónyuge

- Pérdida eventual a un derecho a pensión

3.- Se fijará también las bases para actualizar y las garantías para su efectividad

4.- Se puede sustituir la pensión por una renta vitalicia, el usufructo de bienes o la entrega de capital (una cuantía única o bien)

5.- Para el supuesto de nulidad matrimonial, el cónyuge de buena fe tendrá derecho a una indemnización

6.- Será bueno analizar que ocurre si uno u otro conforma una nueva unidad familiar, con el acuerdo que estamos tomando

Y por último, para no extenderme más en este post, porque creo que el lector ya se hace eco de lo que es nuestro verdadero trabajo de mediador, en quinto lugar sería bueno también analizar la posible liquidación de los bienes gananciales de la pareja.

¿Qué es lo más común?

Pues bien, si hay separación de bienes no hay que hacer nada. Y para el supuesto de que los bienes sean gananciales habrá que repartir por mitad.

Pero ¿Qué debemos preguntarnos:

1.- En todo caso, dependerá a lo largo del proceso del tipo de régimen que se tenga: gananciales, separación o participación y si conviven diferentes regímenes a lo largo de la duración del matrimonio, que es posible.

2.- Tenemos que preguntar si con independencia del régimen, hay bienes hereditarios, o alguno adquirido por ambos o a nombre de ambos

3- Lo mejor es realizar un inventario:

-          ACTIVO: viviendas, cuentas, acciones, vehículos, joyas, intereses, rentas, devoluciones de renta…. HACER UN PERITAJE

-          PASIVO: deudas, créditos, compras a plazo, préstamos, etc.

4.- ¿Qué valoración le damos a los bienes?

5.- ¿Quién va a controlar y administrar los bienes mientras se liquide?

6 .- Necesitamos un proceso con 5 pasos

-          Identificación de los bienes

-          Análisis de los mismos

-          Valoración

-          reparto de los bienes por mitad.

-          Calendarización para ello

7.- Hay que proponer para todo ello la elevación a escritura pública o judicial del acuerdo adoptado.

 

En definitiva querido amigo lector, nada es fácil, por supuesto, pero al menos con un ejemplo he querido escenificar lo que supone ese trabajo “a medida que cada día realizamos los mediadores y que nos ayuda a pensar que hay otra forma de hacer las cosas y “recomponer un descosido” en la vida de las personas.

Dedicado a todas y todos mis amigos mediadores y mediadoras que cada día abren su “taller de costura”


1 comentario:

Antonio Morales López dijo...

Como bien explicas en clase: la mediación es hacer un traje a medida. Nunca mejor traído, desde luego.