Siempre
que tengo el honor de dirigir una formación a mediadores noveles les comento
que es muy importante y recomendable ver más allá de lo evidente.
Por
eso debemos no conformarnos con lo accesible y comprender el trasfondo de las
situaciones que nos presentan nuestros clientes, nuestro mediados.
Vamos a comenzar esta
exposición con un pequeño ejercicio:
Os
pediría que lo único que tienes que hacer es pensar en tu árbol favorito.
Puede
que sea un platanero de un parque de tu ciudad, un roble de los paisajes de tu
infancia o aquella encina majestuosa que viste en tu última excursión o que se
encuentra cerca de la casa de tus abuelos. En realidad, no importa qué tipo de
árbol es ni dónde está. Lo único que tienes que hacer es evocar su imagen,
pensarla, y dibujarla llegado el caso.
Una
vez que vea tu dibujo, seguramente, la imagen de tu árbol incluye un tronco,
ramas y hojas, algún que otro pájaro encima de ellas si eres una persona primorosa.
Al fin y al cabo, así es como solemos ver y representar los árboles, ¿no?
Pero, espera un momento, ¿no
le falta algo a esa imagen? ¡Claro! ¡Le faltan las raíces!, aquellas que aunque
no las veas, existen y forman parte del árbol ya que se nutren de ellas.
Sin
embargo, cuando miramos un árbol, lo vemos solo a medias: nos quedamos en
aquello que captan nuestros ojos, por eso necesitamos ir y ver más allá
Dicen que los alquimistas
buscaban la piedra filosofal para transformar cualquier metal en oro. Y mi
pregunta querido lector es: ¿queréis ser alquimistas de las relaciones humanas?
Si es
que si, como mediador, me gustaría preguntarte ¿alguna vez te has preguntado
cómo convertir tus conflictos en aprendizajes para mejorar? ¿cómo transformar
las dificultades en una herramienta para tu evolución? Si es así, si esta es tu
misión, descubrir el significado de la alquimia y comprender la capacidad de
adaptación y transformación que todos tenemos puede resultar realmente útil.
Para ello nada mejor que
acercarnos a la novela “El alquimista” de Paulo Coelho.
El
misterio y la magia que rodean a la alquimia y a la búsqueda de esa citada
piedra han dado lugar a que en el arte se desarrollen un amplio número de libros
que giren en torno a ellas. Así, por ejemplo, nos encontramos con la obra
literaria de Paulo Coelho que lleva por título “El Alquimista”. Se trata de un
trabajo donde se nos acerca a la vida de un joven pastor español, llamado
Santiago, que abandona su tierra para vivir mil y una aventuras en pro de
alcanzar su quimera.
De
esta forma, con esta narración el reconocido escritor brasileño, lo que hace es
plantearnos la idea de que hay que luchar por conseguir los sueños, que
el destino actúa para que podamos hacerlos realidad y que, en ocasiones, no nos
damos cuenta de todo lo que tenemos hasta que lo perdemos. Con una idea
central: el tesoro está en nosotros mismos, no lo busquemos en otro lugar,
¿nos os parece que es eso lo que hacemos los mediadores?
También
si me permitís, esta idea es la del famosísimo libro juvenil “Harry Potter y la
Piedra Filosofal”
Un
primer libro y luego toda una saga, donde se nos cuenta como el rival del
protagonista, Voldemort, se encuentra buscando la mítica piedra filosofal para
conseguir aumentar su poder ya que aquella cuenta con unas propiedades
extraordinarias.
Pero volvamos a Las 10
enseñanzas de vida del libro El Alquimista, que nos enseñará a ser mejores
mediadores
1. Se cuidadoso con el miedo
ya que es un obstáculo que forma parte de nuestras emociones básicas, siempre
nos va a acompañar y muchas veces no nos dejará salir de nuestra zona de confort
para una negociación útil. Hay que saber controlarlo
2. La verdad o lo que
consideramos verdadero es duradero, por eso te pido colaboración y buena fe,
porque nos permitirá avanzar y solucionar. Todo que aquello que no está
destinado a quedarse con nosotros será efímero.
3. Rompe con la monotonía o el
hábito inconsciente: este libro nos enseña la importancia de, llegado este
punto de monotonía, “salir de la zona de confort”. Romper el hábito
inconsciente es la única forma de avanzar.
4. Abraza el presente: si
perdemos nuestro presente pensando en el pasado o en el futuro, un tiempo
inexistente más allá de nuestro pensamiento, jamás disfrutamos del “ahora”.
Nunca podremos cambiar el pasado ni lo que ocurrirá en el futuro a ciencia
cierta, pero es importante aprovechar el presente que nos brinda una mediación
5. Tu éxito tiene un efecto
dominó: el crecimiento, el cambio y la evolución que teje la tela de la
realidad hace que cada éxito que logremos tenga impactos en todo nuestro
entorno. Los alquimistas muestran que, cuando logramos ser mejores de lo que
somos, logramos también esos cambios en nuestro entorno. Los mediadores
conseguimos educar y reeducar, para la mejora general.
6. Toma decisiones: confía en
ti. La autoconfianza es un logro que debemos alcanzar para seguir adelante.
Para ello, es importante entender que no existen decisiones buenas o malas sino
valiosas para nuestro enriquecimiento personal.
7. No seas lógico: los mayores
logros e innovaciones del mundo empiezan con una mente que ignora lo imposible
y que se muestra abierta a lo ilógico, a la creatividad.
8. No te rindas: una frase de
El Alquimista dice: “El secreto de la vida es caerse 7 veces y levantarse 8”.
El secreto está en no rendirse nunca ante la adversidad ya que siempre hay una
oportunidad para ver algo nuevo.
9. Concéntrate en tu viaje:
toma consejos de los demás pero asegúrate que esté alineado con tus deseos y
pasiones. Yo solo te puedo garantizar el viaje, el resultado del mismo depende
de ti.
10. Actúa siempre: la acción
es la única manera de aprender. Los cambios traen consigo aprendizajes y son,
al fin y al cabo, la única manera de avanzar para alcanzar nuestros sueños.
Si has
contestado si a la pregunta de querer ser “Alquimista de las Relaciones Humanas”,
te recomiendo los siguientes pasos para ser alquimista:
a)
Ten una férrea voluntad: El primer paso es la
intención. Querer ser un mediador implica voluntad, no sólo para empezar, sino
sobre todo para continuar por ese camino.
b)
Piensa y estudia: Pensar es algo tan simple,
pero a la vez tan profundo que una vez empiece, no le será fácil parar de
practicarla y madurar en tu ejercicio profesional
c)
Aprender a Perdonar y que perdonen: Así
conseguirás que los demás, tus clientes sean capaces de perdonar. No es fácil,
pero es milagroso.
d)
Se el mejor observador que puedas ser:
Vuélvanse más atento a sus pensamientos, palabras y acciones, a eso que
llamamos inteligencia emocional. Observa, observa mucho todo.
e)
Les recomiendo: Por cada problema que tengas o
trabajes, comprueba que hubiera sido peor si no fueras/fueran conscientes de
ello, eso te permitirá ver una oportunidad donde hay un problema, cambie la
perspectiva y comprenda
Ahora que conoces qué es la
alquimia es importante comprender y hacer comprender a tus mediados, que
siempre existirán experiencias de dolor, rechazo, frustración o impotencia,
pero que puedes elegir diferentes formas de gestionarlas.
Ningún
ser humano está exento de vivir situaciones difíciles. Sin embargo, la
diferencia entre unos y otros está en la capacidad para elaborar de forma
constructiva cada experiencia, de transformar el dolor en evolución. Podemos
convertir nuestro pesado plomo en valioso oro.