lunes, 10 de julio de 2023

En mediación es bueno dar un paso atrás

 

Mucho se habla del futuro, del acuerdo que se puede conseguir, de ser empáticos y asertivos a la vez, pero pocas veces nos referimos a cómo dar un paso atrás, para conseguir en una negociación bastante de lo que quieres o necesitas

Bajar algún escalón en tus pretensiones, en tus posiciones puede ser la estrategia cuando nuestra negociación ante un conflicto está estancada y resulta imposible avanzar por nuestra culpa, por causa de la tozudez de la otra parte o del posible acuerdo que intentemos encontrar.

Muchas veces hemos oído “para atrás, ni para tomar impulso”... Hay quien piensa que esa es la máxima para resurgir de las cenizas de un conflicto.. Sin embargo, pienso como mediador que no debemos despreciar, hacer ver a las partes que no desprecien la posibilidad de bajar un escalón en sus pretensiones para conseguir el éxito de un acuerdo justo y equitativo. Hay que pensar que ellos necesitan muchas veces una transformación radical.

Se considera un fracaso el paso atrás porque se ve el conflicto como algo lineal y horizontal, pero en una escalera, en una escalada, parar, mirar, retroceder y volver a avanzar, puede ser la mejor opción para el camino correcto

El paso atrás bien puede ser el principio de una reinvención, de un cambio que nos fortalece y nos prepara para un futuro y por tanto para abrir puertas donde la comunicación nos la había cerrado..

Por eso, en no pocas ocasiones, lo más conveniente y sensato es recurrir a la estrategia del paso atrás. Desatascar una negociación puede pasar por un retroceso en ella, algo que no debemos considerar como una pérdida de tiempo, sino más bien por alcanzar acuerdos duraderos en el tiempo.

Se trata de pasar a la acción y volver a invertir en el futuro. El paso atrás puede ofrecer la oportunidad de tomar un camino distinto que al final resulta determinante para nuestro destino. Es lo que podemos llamar “recolocarnos” en el mapa del conflicto. Por eso debemos olvidar los prejuicios de lo que comúnmente llamamos “un paso atrás”

Si tienes una mirada estratégica, el hecho de cambiar de rumbo puede ser una inversión de futuro para conseguir que confíen y que lleguen a soluciones, con todo lo que implica un retorno. Soy de lo que piensa que compensa. Compensa porque es la única forma de ver, que estás dispuesto a negociar. A conseguir, pero también a ceder una vez están las cartas sobre la mesa.

Esa llamaríamos, reinvención, compensa y aunque suelen perderse posturas en ese cambio, siempre se ganan otras cosas a lo mejor no previstas.

"Solemos tener una serie de anclajes ligados al crecimiento lineal y horizontal, pero si viéramos nuestra vida personal, familiar, incluso profesional en sentido circular y también en diagonal podríamos plantear los cambios de una forma muy diferente".

No tengamos miedo...se puede dar un paso atrás si con ello conseguimos desbloquear situaciones y mejorar

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