lunes, 13 de junio de 2022

Don Quijote de la Mancha. Resumen Adaptación para la gestión de conflictos

 

Quien no ha escuchado alguna vez “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor”.

Don Quijote de la Mancha es la obra que se convierte en uno de los libros más editados del mundo, traducido a casi todas las lenguas del mundo, por detrás de la Biblia. Gran parte de la obra fue escrita desde la cárcel de Sevilla, donde Miguel de Cervantes se encontraba cumpliendo condena desde 1597 por posibles errores en su trabajo como recaudador de impuestos. 

Y haciendo ese mismo análisis, un sevillano, mediador, tras los confinamientos de la pandemia, se atreve a compartir sus pensamientos, porque si de locura se trata, no me digan ustedes, que los mediadores no somos tachados de “bohemios”, “ilusos”, cuando la sociedad demanda sistemas punitivos, nosotros siempre pensaremos que hay oportunidad de diálogo.

¿Tendremos algo de Quijote? O quizás de Sancho, para poner razón ante la falta de cordura. No lo se bien, pero si que me gustaría decir que el corazón y la razón van parejo para ilusionarnos en este camino.

Analicemos cada parte del libro y extraigamos la conclusión.

Parte I

Primera parte del ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha

CAPITULO I

En este primer capítulo se presenta al protagonista de la novela literaria, “un hidalgo de la Mancha, seco de carnes, enjuto de rostro y aficionado a leer libros de caballería, se pasaba día y noche leyendo, tal era la obsesión que tenía por este género, que un día decidió convertirse en caballero andante como los héroes de sus libros”. Libros y libros de caballería llenaban su habitación

“Para llevar a cabo esta extraña aventura y convertirse en un buen caballero, necesitaría sus propias armas, un caballo, un nombre y una dama de quien enamorarse. Se hizo con las armas de sus bisabuelos, como caballo eligió a su hambriento rocín, el cual bautizó como Rocinante y tras mucho pensar, decidió llamarse a sí mismo don Quijote de la Mancha, en honor a Amadís de Gaula. Únicamente le faltaba una dama para poder empezar sus aventuras como caballero, eligió a Aldonza Lorenzo, la cual llamó Dulcinea del Toboso”.

M.- Después de tanto leer, queridos amigos mediadores necesitamos una marca personal, valernos de nuestra intuición, una “vieja armadura” compuesta por nuestra experiencia en otras profesiones, un vehículo para transitar la gestión de los conflictos, en forma de técnicas y habilidades y una bella Dama “la mediación”

CAPITULO II

Una vez preparado para su marcha, don Quijote de la Mancha parte sin un rumbo fijo desde una puerta falsa del corral donde se encontraba Rocinante, dejándose llevar por donde le llevara el animal. “Por el camino, fantasea en ser recordado en numerosos libros de caballería y lograr grandes hazañas, pero se percata de que aún no ha sido nombrado caballero andante y según las reglas de caballería, todavía no debe enfrentarse a ningún otro caballero.

Cae la noche, y el hidalgo llega a una venta que él cree castillo. En la entrada se encuentra con dos mozas, las cuales comienzan a reírse de su peculiar forma de hablar. Finalmente, aparece el ventero que le ofrece comida y posada”.

M.- Nuevamente, fantaseando como nuestro Caballero andante, escogimos los mediadores caminos inciertos. Dejamos atrás muchas veces la comodidad de nuestro despacho de abogados o gabinetes de psicólogos, para, sin un rumbo fijo, caminar por las “cenizas del conflicto”. Pero, nos damos cuenta que sin una acreditación, sin una clara formación, nuestra labor se convierte en estéril.

No es fácil ser, abandonando el parecer, cuando tantos “quijotes” te dicen, “yo siempre fui mediador”.

CAPITULO III

“Después de cenar, don Quijote llama al ventero y le suplica que lo nombre caballero. El ventero, al percibir su cordura, le sigue el juego y promete concederle su deseo. Además, le cuenta que él también ejerció la caballería en sus tiempos mozos, y le relata algunos de sus mayores logros y lugares de España en los que había estado.

Para que un nombramiento de caballero fuese valido, se debían poner a velar las armas del caballero en una capilla, pero como eso era una venta y no había capilla, don Quijote decide poner a velar sus armas en el patio. Mientras vigilaba sus armas para evitar hurtos, el ya casi caballero, tiene algún que otro desafortunado encuentro con algunos huéspedes de la venta, el castellano, al ver esto, propone nombrar a don Quijote caballero esa misma noche con la intención de que se marche cuanto antes y así evitar males mayores. Y así es como don Quijote de la Mancha, es nombrado caballero en una ceremonia improvisada y abandona la venta en busca de aventuras”.

M.- No me es difícil, hacer comparaciones y bien lo sabe quien me sigue desde hace tiempo. Posadas hay muchas, de todo tipo. Lugares de descanso cuando te sientes solo en esta profesión. Se ríen de ti y de mí, pero os aseguro que “nuestra locura” obedece al tránsito por vuestra cordura. Solo necesito un “ventero” alguien que acredite que ya estoy formado, que puedo “utilizar mis armas” que no son más que el poder de la palabra y el reconocimiento.

Velaré por mis “armas”, pero si me nombras mediador, prometo luchar contra la injusticia y el desasosiego de quien me necesite. No me importa las horas de formación que necesite, lo que me importa es sentirme mediador.

CAPITULO IV

En este capítulo, Don Quijote se va de la venta y vuelve al pueblo a recoger dinero y a buscarse un escudero.

Por el camino oye unas voces y se dirige hacia ellas.

Una vez allí ve como un señor está azotando a un niño, en ese momento Don Quijote ordena al señor que pare a menos que se quiera enfrentar con él, entonces el señor se detiene. Entonces Don Quijote le pregunta al señor que porque estaba pegando al pobre niño, el señor responde que el niño le había perdido una ovejas y el niño alega que él lleva 9 meses sin pagarle. Don Quijote hace jurar al señor que pagaría al niño y que le dejaría libre. Posteriormente Don Quijote se va y prosigue su camino. Al irse Don Quijote el señor vuelve a azotar al niño y este le dice que va a buscar a Don Quijote.

Don Quijote prosigue su camino y se encuentra a dos mercaderes a los cuales les cuenta la belleza de su amada dulcinea. Estos mercaderes, para satisfacerse, le asienten diciendo que si pero que será manca y tuerta. Don Quijote enojado les ataca pero con la mala suerte de que su caballo tropieza y no se consigue levantar con el enorme peso de las armas. Los mercaderes le atacan y le rompen la lanza. Mas tarde ambos mercaderes se van y abandonan a Don Quijote.

M.- ¿Qué piensas querido lector o lectora? Podemos decir que ante este segundo conflicto que se encuentra en su camino (recordar que el primero es la burla ante su destino en la posada), busca la justicia desde la imposición… ¿Qué habrías hecho tu? ¿le ayudarías a compensar al menor, abandonando la violencia, y a su vez que se detraiga el valor de la oveja descarriada?

Y de nuestra “amada” mediación, cuantos se han reído de ella, diciendo “que no sirve para nada”, que es tuerta y manca, porque las partes no quieren dar su brazo a torcer, solo el litigio. Pero nosotros la defendemos porque “su belleza” y nuestra satisfacción es incalculable.

CAPITULO V

Ante la situación vivida, Don Quijote empezó a recordar uno de los libros que había leído y empezó a recitarlo en alto. Por suerte para Don Quijote paso por allí que le reconoció como Quijana y le ayudo a levantarse cargando las armas de Don Quijote sobre su caballo Rocinante. El hombre le preguntaba a Don Quijote constantemente como estaba, pero Don Quijote le respondía constantemente con versos de los tantisimos libros que había leído. Por el camino Don Quijote iba desvariando constantemente y citando libros que había leído.

A una hora en la que nadie pudiera ver al hombre entrar en la casa de Don Quijote con el propio Don Quijote mal herido entraron ambos en el pueblo. Allí se encontraban su mujer, la sobrina, el cura, y el barbero.

Cuando habían curado a Don Quijote este explico que le habían herido 10 gigante. Cuando Don Quijote se fue a la cama el hombre explico todo lo que Don Quijote había estado diciendo durante el viaje.

M.- Desvariaba y desvariaba, y porqué no, ya lo decía el “Principito”: “había una vez un principito que habitaba un planeta apenas más grande que él y que tenía necesidad de un amigo”. Don Quijote, querido mediador, solo y abandonado necesita de los demás, crearemos una red para hacernos más fuerte ante las adversidades y alli nos encontraremos al cura, a la asesora, a la terapeuta, al orientador, que nos observarán, y porqué no, “curarán” nuestras heridas

CAPITULO VI

El cura y el barbero le pidieron al ama de Don Quijote las llaves de la biblioteca de Don Quijote para quemar todos los libros de Don Quijote.

Así el cura y el barbero decidieron quemar todos los libros de Don Quijote y en especial los de caballería, y entonces cogieron todos los libros de Don Quijote y en especial los libros de caballería, para llevar a cabo su plan decidieron quemarlos en el corral para que nadie se pudiese ofender o molestar. El cura y el barbero decidieron quemar casi todos los libros a excepción de alguno como pudo ser el Amadís de Gaula.

Cuando ya habían quemado todos los libros grandes se dispusieron a quemar todos los libros de pequeño tamaño que trataban de pastores y de amoríos. Quemaron todos los libros a excepción de uno o dos que conservaron para leerlos ellos posteriormente.

M.- Y hubo alguien que se encargó de llenarme de detalles, que mientras con coraje quemaban libros interminables de mediación, con diferentes teorías, diferentes modelos, “andanzas” de nuestra ilusión; tan solo yo pensé como salir de esas “cenizas”, porque me hice abogado, “para abogar, para ayudar a los demás” y eso, por mucho que intenten la ausencia, nunca lo podrán haces desaparecer.

Si, ante los escépticos, decidí escribir mis propios libros de “caballería”, “relatos…” “El Cofre…”, porque aunque me entiendan mal, me entienden muchos.

CAPITULO VII

Don Quijote se despertó dando voces, ya que estaba desvariando y se creía que estaba luchando con muchos enemigos. Acto seguido comenzó a hablar de libros de caballería, el cura y el ama de llaves de Don Quijote le dieron de comer y le volvieron a acostar para que se relajara y descansara.

El cura, el barbero y la ama de Don Quijote decidieron poner un muro en la biblioteca de Don Quijote para que este no pudiera acceder a la biblioteca y así no se diese cuenta de que todos sus libros habían desaparecido. En el caso de que Don Quijote se acordase de su biblioteca y preguntara por sus libros, sus amigos le dirían que había sido un mago que la hizo desaparecer mientras Don Quijote dormía. Y así fue, cuando Don Quijote se despertó y preguntó por su habitación llena de libros de caballería sus amigos le dijeron que había sido un mago que la había hecho desaparecer.

Don Quijote pasó 15 días tranquilos ya que se había propuesto buscar un escudero y conseguir dinero.

Para obtener este dinero fue necesario que empeñara ciertas pertenencias suyas. Durante este tiempo encontró a un pobre hombre llamado Sancho Panza al cual le ofreció varias islas si se iba con él de aventuras.

Después de haber hecho este peculiar trato ambos aventureros se marcharon al anochecer. Durante el viaje Don Quijote y Sancho estuvieron hablando sobre la isla que le había prometido Don Quijote a Sancho.

M.- Periodos de lucidez, eso es lo que nos evoca. Solo con ciertos periodos de lucidez, podemos avanzar hacia el espejismo creado para la ocasión. Podrán ponernos muros, tan altos, como el ego de muchos profesionales que se sienten dueños y acreedores de las soluciones a los problemas, pero os aseguro que los derribaremos, porque aunque ya nos busquemos la “ilustración” de nuestros manuales, nuestra práctica nos dice que estamos en el camino correcto y ahí… encontremos a nuestros “sancho”.

Bien entendido como compañero/a de viaje o nuestro otro yo para poner cordura ante tanta sin razón que escuchamos en las sesiones de mediación.

Buscar amigos, la locura de ver más allá y la cordura de acercar posturas.

CAPITULO VIII

En este capítulo, don Quijote se encuentra con 40 molinos de viento que confunde con gigantes, Sancho le advierte de la realidad, pero don Quijote, hace caso omiso y embiste fuertemente contra los molinos, con tan mala suerte, que sale herido y su lanza se rompe en mil pedazos. Don Quijote cree que ha sido un encantador quien ha convertido los gigantes en molinos.

Esa noche duermen bajo unos árboles, y don Quijote arranca una rama para reemplazar su lanza siguiendo los pasos que había leído en un libro de caballería.

Al día siguiente parten en dirección a Puerto Lápice, por el camino, divisan a dos frailes y detrás un coche con una dama en su interior. Don Quijote, creyendo que eran encantadores que tienen una princesa forzada, les exige que la liberen, los frailes, algo atónicos ante tales acusaciones, insisten en que simplemente son frailes y que no han secuestrado a nadie, no logran convencer a don Quijote, quien embiste contra uno de ellos, dejándolo inconsciente en el suelo mientras que el otro huye.

Mientras tanto, don Quijote le pide a la señora como único agradecimiento por sus servicios que se dirija a Toboso, y le cuente sus hazañas de valentía a su querida Dulcinea, un escudero vizcaíno que se encontraba con la señora, escucha esto y amenaza a Don Quijote, comenzando así una pelea de espadas.

M.- Molinos de vientos encontrarás y contra ellos has de luchar. ¿Gigantes?, no… Posiciones, imposiciones, que harán que todo intento de búsqueda de solución, sea infructuoso y que tengamos que cerrar una y otra vez expedientes, “secuestrados” por una llamada “justicia tradicional”, que debemos liberar, para lograr una justicia de calidad.

Por eso a pesar de “romperse nuestra lanza” nuestra ilusión, surgirá una nueva, motivo del aprendizaje de la experiencia y que nos volverá a facilitar encontrarnos en el camino con “nuevos molinos de viento”, nuevas posiciones, pero que esta vez convertiremos en necesidades.

Peleas, enfrentamientos, “espadas”, ya sabemos que existen, pero también que los jueces, no tienen secuestrada a la justicia, al revés, que la tienen protegida, solo necesitan que colaboremos en post de ella.

CONTINUARÁ...

5 comentarios:

Dulsinea dijo...

Dulsinea

Dulsinea dijo...

No hay dudas que como mediador no debe dejar de soñar y sobretodo el buscar las mejores herramientas para lograr la tan anciada mediacion entre las partes

Dulcinea dijo...

No hay dudas que como mediador no debemos dejar de soñar con la deseada cultura de paz,buscar las mejores herramientas para poder lograrlo

Mary De Simone dijo...

Gracias Maestro, tu blog son, como digo siempre, verdaderas Master class. Gracias siempre. Un abrazo.!!

Antonio Pérez dijo...

Estimado gran hermano, caballero andante, recordé la lectura del tan sublime y hoy Hidalgo Don Quijote de la mediación...hace ya años de su 500 aniversario.
Mediar es el objetivo y la solución alcanzable es el convenio, para generaciones de nuevos tiempos. Felicidades Javier Ales Sioli, ingenioso caballero andante.
Muchas gracias.