jueves, 14 de octubre de 2021

El Proceso, las Etapas, Los pasos a seguir… cuantas dudas

 

Es la gran pregunta querido lector, que nos hacemos siempre los aprendices de mediador, cuando nos acercamos a este apasionante perfil profesional. Nos hablan de las bondades de la mediación, sus principios, su regulación, sus ventajas… pero la gran pregunta es ¿Esto como se hace? ¿Qué pasos debo seguir? ¿hay algún patrón o protocolo? Estas y otras preguntas me asaltaron al llegar a esta profesión y siempre que preguntaba, porque quería saber más, había una palabra que me frustraba ante quien me informaba.

¿Profesor, que pasos debo seguir? Y la contestación era unánime en todos: DEPENDE

Y es verdad, depende del conflicto de que se trate, depende del número de partes en el mismo, depende de la actitud para empezar con sesiones conjuntas o individuales, depende de tantas cosas.

Pero querido lector o lectora, yo me rebelaba, quería saber cómo, quería aprender de los mejores para ser un gran “modisto de las relaciones humanas” y por eso hoy, al cabo de muchos años me atrevo a escribirte diciendo cuales serían para mi, esos pasos a seguir.

Dicen, que una imagen vale más que mil palabras y por eso, os ofrezco el gráfico, de inicio de este post, pero me gustaría aclararlo, para una mayor comprensión?

¿Cuál es nuestro verdadero trabajo? Los mediadores nos basamos en esquemas tradicionales de la negociación.

Buscamos desde el primero momento, determinar los intereses de cada parte y conseguir formular el conflicto correctamente y de manera inclusiva. Así:

                    – Incorporamos los puntos clave de cada persona.

                    – Utilizamos un léxico apropiado.

                    – Pedimos a una persona que se ponga en el lugar de la otra.

                    – Y presentamos una historia alternativa y coherente.

Con todo, tenemos la misión de elaborar una agenda, que incluya elementos sustantivos y relacionales. Así procederemos a decidir en qué orden se abordarán los temas y descartar los temas que no se tratarán.

Eso si, todo ello ha sido producto de un minucioso proceso, cuyas fases han de cubrir:

La identificación del problema

El análisis y elección del ámbito de resolución

La posible elección del mediador

La necesaria recopilación de información

La búsqueda de opciones

La redefinición de posturas

La auténtica negociación para ceder y conseguir

Y por supuesto el paso final de la redacción del acuerdo lo más justo, equitativo, estable y duradero posible

Analicemos por tanto mi propuesta de esquema.

En la 1ª ETAPA, tenemos misiones muy claras. En primer lugar nuestra misión tiene que ser promover credibilidad, tanto personal, como institucional y de procedimiento, con ello educamos sobre el proceso desde el primer momento y valoramos la conveniencia o no de mediar en ese conflicto. Asi, junto a la exposición detallada de los hechos ocurridos, podemos preguntarnos si la exploración ha sido completada.

No olvidemos que en esta primera etapa damos a conocer las características, fijamos honorarios con las partes y temporalidad del proceso. Todo ello se recogerá en el llamado “Contrato de Inicio”.

En una 2ª ETAPA, vamos a profundizar en conseguir que las partes, una vez identificado la clave del problema, puedan reconocerse aunque no compartan sus distintos puntos de vista. Si lo logramos podemos decir casi que de forma automática se produce una “redefinición de sus posturas”. Estarán entonces abiertos a buscar opciones de salida al problema.

Aquí, podemos decir, que se ventilan sentimientos, se enmarca el conflicto, se crea un clima de respeto mutuo y por tanto les estamos llevando a tres palabras mágicas: diálogo, cooperación y compromiso.

Es una etapa, esta segunda, donde en más de una ocasión en otros post, he señalado los errores a prevenir: dejarse colonizar, realizar un interrogatorio excesivo o juzgar determinados temas que ellos ven importantes.

De igual forma cuando hablamos de búsqueda de opciones, tratamos de compatibilizar los intereses y ello se consigue, promoviendo la implicación de los protagonistas en la búsqueda de alternativas.

Pasemos en este breve análisis de nuestro esquema a la 3ª ETAPA. En ella reflejamos tres objetivos claros: la estrategia a seguir, la negociación en sí y la toma de decisiones.

Es una etapa donde nosotros, formados en técnicas y habilidades de negociación, trabajaremos previamente la estrategia a seguir en función al caso de que se trate. Esa estrategia pensada y sopesada, nos llevará a la negociación donde “fraccionamos el conflicto para poder trabajar”, agrupamos y jerarquizamos los intereses de cada parte, reformulando matices al mensaje original de cada uno. Es el corazón de la verdadera mediación.

Por supuesto no me olvido, de clarificar, sintetizar, observar el lenguaje no verbal, es decir, de todo ello que me ayude a guiarles en la negociación.

En esta etapa, ya estamos en el momento en el que podemos decir que se pueden tomar las primeras decisiones. Incluso llego a más, decisiones que, aunque todavía no estén escritas en papel, las partes pueden validar y “probar” en los próximos días, para crear con ello, confianza no solo ya en mí, sino entre ellos también Se trata de conceder el “honor a la palabra dada”

Y por último, si bien podríamos analizar muchas mas otras cuestiones, llega la 4ª y ULTIMA ETAPA. Si hemos conseguido nuestros objetivos en etapas anteriores (en caso de que no fuera así volveríamos a esa etapa anterior en otras sesiones), podrimos llegar al final del proceso.

En este momento barajaremos directa o indirectamente (si necesitamos asesoramiento legal) la legalidad de los posibles acuerdos y con ello la redacción de los acuerdos totales o parciales a los que hayamos llegado. Y digo bien “hayamos”, porque aunque el acuerdo es patrimonio de las partes y debemos cuidar que se hagan artífices del acuerdo alcanzado, este, también irá firmado por nosotros, que somos los garantes de lo que ellos libremente han pactado. Y no olvidemos nunca las cuatro palabras que en párrafo anterior mencioné: que sean justos, equitativos, estables y duraderos.

Porque… ¿Cuándo podemos considerar que tenemos un buen acuerdo? Cuando se promueven cambios positivos y  los protagonistas del conflicto pactan de manera participativa y libre, es decir, sin ningún tipo de presión o coacción.

Incluso podríamos decir, cuando las decisiones se concretan en un plan de acción detallado y se establece un seguimiento o revisión de la implementación y funcionamiento de los pactos.

En cada una de las etapas que mencionamos el mediador/a debe ser consciente de si procede el paso a la fase siguiente o en su caso volver a una etapa anterior por no estar completo o haber no conseguido el objetivo

De la misma forma ha de ser consciente de las dificultades insuperables que le pueda llevar a la terminación del proceso sin completar las etapas.

Espero querido mediador/a, que te haya servido para conocer mi esquema general de mediación y sus diferentes fases desde mi punto de vista.


108 comentarios:

Mary De Simone dijo...

Muchìsimas gracias querido Maestro siempre.!!! Un abrazo.

M dijo...

Estimado profesor: Comencé mi formación preguntándome cómo habría que hacer para conseguir que las partes en mediación alcanzasen un acuerdo. Unos meses después me he dado cuenta que el verdadero logro, la verdadera ganancia para las partes y para todos nosotros como sociedad es que decidan someter el conflicto que les atañe a mediación.

Liz Tejeda C dijo...

Muchas gracias Maestro!!! Tan enriquecedor, retador y apasionante como siempre!! Un cálido saludo

Liz Tejeda C dijo...

Enriquecedor, útil, retador y apasionante como siempre, muchas gracias maestro

Aurora De la Rosa Moreno dijo...

Teniendo en cuenta cada una de las fases del proceso que usted también nos ha explicado ya en clase, y habiéndonos pedido nuestra opinión sobre cuál creemos que es la más difícil, me atrevería a decir que la segunda etapa puede ser la más complicada. En este punto del proceso, los protagonistas están muy anclados en su posición, se centran en sus intereses. Eso les lleva a no tener en cuenta la postura del otro, a no ponerse en su lugar, ni a tratar empatizar y entenderlo. Además, hay que tener en cuenta que han acudido al mediador por la imposibilidad de escucharse el uno al otro, a dialogar y comunicarse para llegar a un acuerdo. Por tanto, en esta segunda etapa siguen tratando de mantener su postura. Por ello, creo que la labor del mediador en esta etapa es quizás la más complicada, pues tiene que romper con esa rigidez de ambas partes implicadas e intentar que, en un clima de respeto y colaboración, empiecen a escucharse y empatizar con el otro. Solo de este modo, podrán ceder de cierto modo a las necesidades de otro, a acomodarse a una opción que ambos compartan y conseguir así barajar distintas opciones para llegar a un acuerdo justo, estable y duradero.

Inés Sánchez García dijo...

La mediación es realmente un proceso grandioso, y la analogía con el "modisto de las relaciones humanas" es muy acertada. Al igual que un modisto diseña prendas a medida, un mediador trabaja en la creación de soluciones adaptadas a las necesidades y circunstancias específicas de las partes involucradas en el conflicto.
La estructura en cuatro etapas que propone parece ser un enfoque sólido y bien pensado. Desde establecer la credibilidad hasta llegar a la redacción del acuerdo, cada etapa tiene su importancia y sus desafíos. Me parece especialmente interesante, cómo el autor resalta la importancia de la flexibilidad y la capacidad de adaptarse a cada situación única, ya que, como dice, "depende" de muchos factores.

Clara Navas Torre dijo...

Clara Navas Torres

La mediación es un proceso esencial en la resolución de conflictos, y es fundamental entender sus etapas y principios para aquellos que desean participar de manera eficaz en el procedimiento. En este texto se resaltan los puntos clave presentados en la descripción de las diversas etapas de la mediación y el rol del mediador.

En primer lugar, es esencial comprender que la mediación no se limita a un procedimiento, sino que representa un enfoque que busca abordar los conflictos de manera colaborativa y constructiva. Se basa en los principios de la negociación, prestando especial atención a la identificación de intereses y a la formulación del conflicto.

El proceso de mediación se divide en fases específicas que abarcan desde la identificación del problema hasta la elaboración del acuerdo final. Cada etapa tiene sus objetivos, y el mediador desempeña un papel importante al guiar a las partes a lo largo de este proceso.

La comunicación y la confianza son elementos esenciales en todas las etapas de la mediación. La creación de un ambiente caracterizado por el respeto mutuo, el diálogo abierto, la colaboración y el compromiso es fundamental para que las partes estén dispuestas a involucrarse en la búsqueda de soluciones.La estrategia de negociación es otro aspecto crucial en el proceso de mediación..

En la etapa final, se debe considerar la legalidad de los acuerdos y redactar acuerdos que sean justos, equitativos, estables y duraderos. Además, es fundamental que las partes validen y pongan a prueba las decisiones antes de llegar a un acuerdo final, lo que contribuye a generar confianza en el proceso.

Por último, la flexibilidad desempeña un papel fundamental en la mediación. El mediador debe ser consciente de cuándo es necesario retroceder a una etapa anterior o si existen obstáculos que puedan requerir la terminación del proceso sin completar todas las etapas.

En resumen, la mediación representa un proceso poderoso que puede ayudar a las partes en conflicto a encontrar soluciones mutuamente aceptables. Comprender las etapas y principios de la mediación es esencial para aprovechar al máximo este enfoque y avanzar hacia la resolución efectiva de conflictos.

Elena Moreno García dijo...

Tal y cómo se ha trabajado en clase, y después de lo expuesto en el post de hoy, me atrevería a decir que sin duda para mi, la etapa más difícil de la mediación es la segunda.
En esta etapa las partes estás muy postuladas en sus ideas, y por consiguiente, es muy complicado generar un clima de respeto mutuo y de compromiso, dentro de un contexto conflictivo. Las personas enfrentadas tienen sus sentimientos a flor de piel, y resulta muy complicado establecer una relación asertiva y empática entre las mismas. Además, en numerosas ocasiones, las personas que acuden a la actividad mediática son personas con dificultades de comunicarse entre sí, que aparecen en el despacho discutiendo y echándose en cara diferentes aspectos que rodean al conflicto. Es por ello, que en esta etapa, el trabajo del mediador es crucial ya que, tiene que romper con esas posiciones tan rígidas y ofrecerles alternativas diferentes, en función de las necesidades de cada parte. En adición, tiene que aprender a lidiar con esos sentimientos a flor de piel y validarlos. Solamente de esa forma, es posible llegar a un compromiso justo

Marta García dijo...

En mi opinión, después de haber estado en sus clases y de esta lectura, opino que la fase más compleja es la segunda, ya que es aquí donde debemos tender esos puentes entre ambas partes y muchas veces, eso es algo extremadamente complejo.
Al fin y al cabo, aunque la primera parte sirva para destensar los humos, es en esta segunda que tenemos que facilitar un acercamiento entre los implicados para así poder avanzar hacia las siguientes etapas. Y ya no solo es complejo en sí el hacer que dos personas enfrentadas se escuchen activamente y se pongan en el lugar del otro, para mi es también complejo el hecho de no posicionarte, de no dejarte “colonizar” como usted lo tilda. Pues considero que en muchas ocasiones, y aunque es nuestro deber equilibrar el poder en este contexto de mediación, nos vienen personas entre las cuales existe una relación de poder y en la que una tiene mayor control sobre la otra, y es común, como seres humanos, que tendamos hacia un lado o el otro, normalmente hacia el del “desvalido” o en el que peor condición pudiera encontrarse.
Es por eso que debemos hacer un ejercicio de profesionalidad y mostrar una absoluta imparcialidad, y en caso de no vernos capacitados, deberemos de plantearnos distintas resoluciones, como el derivar, para asegurar la integridad de ambas partes y del proceso.

Fátima Estévez dijo...

El texto ofrece una reflexión sobre el desafío que enfrentan los aprendices de mediadores al adentrarse en esta profesión. El como llevar a cabo la mediación y si existe un patrón o protocolo específico para seguir. A lo largo del texto, el autor comparte su propio enfoque sobre las etapas de la mediación y cómo abordarlas de manera efectiva.
El autor reconoce que la respuesta a la pregunta de cómo hacer mediación es complicada porque depende de varios factores, como el tipo de conflicto, el número de partes involucradas y sus actitudes. Las etapas propuestas por el autor se dividen en cuatro fases:
Etapa de inicio: En esta fase, se destaca la importancia de establecer la credibilidad del mediador y educar a las partes sobre el proceso. También se menciona la necesidad de definir los términos del proceso y valorar si la mediación es adecuada para el conflicto.
Etapa de exploración: Aquí, se enfoca en ayudar a las partes a reconocer sus diferencias y a redefinir sus posturas para que estén dispuestas a buscar soluciones mutuamente aceptables. Se mencionan elementos clave como la ventilación de sentimientos y la creación de un clima de respeto mutuo.
Etapa de negociación: En esta fase, se destaca la planificación de la estrategia de mediación, la negociación de intereses y la toma de decisiones. Se resalta la importancia de la habilidad del mediador para guiar la negociación.
Etapa de acuerdo: La última fase se centra en la redacción de acuerdos basados en las decisiones tomadas durante la negociación. Se hace hincapié en que los acuerdos deben ser justos, equitativos, estables y duraderos.
El autor también enfatiza la importancia de que las partes participen libremente y sin presión externa en todo el proceso de mediación.
En resumen, el texto proporciona una perspectiva valiosa sobre las etapas de la mediación desde la experiencia del autor. Aunque la mediación puede ser un proceso complejo y dependiente del contexto, el autor ofrece un esquema claro y detallado para guiar a los mediadores en su labor.

Fátima Molina Domecq dijo...

Tras haber podido conocer más en profundidad tanto en este post como en clase cuales son las fases que se deben llevar a cabo en un proceso de mediación, diría que, desde mi punto de vista, la más difícil es la tercera.

En este momento del proceso ya hemos analizado la situación en la primera fase y en la segunda hemos conseguido entre otros objetivos que las partes estén dispuestas a escuchar y negociar, lo cuál es fundamental para poder seguir avanzando con la mediación. Ahora ya en este tercera fase los profesionales se centran en crear una estrategia a seguir adaptada el caso para conseguir un acuerdo entre los afectados y poder resolver el conflicto.

En mi opinión, puede llegar a ser verdaderamente complicado poner sobre la mesa distintas propuestas para resolver el conflicto y guiar a los participantes de manera pacífica, justa, equitativa, sin posicionarse hacia ninguno de los lados. A la hora de pensar maneras de resolver el problema hay que tener en cuenta los intereses de todos los involucrados, la situación personal de cada uno de ellos y otra cosa que me parece fundamental, la permanencia en el tiempo que puedan llegar a tener las propuestas que más tarde se van a adoptar, y esto me parece difícil de conseguir en muchos casos.

Esta es la etapa fundamental en la que se va a desarrollar una solución para más tarde, en la siguiente, perfilarla y ya finalmente si ha sido posible firmar el acuerdo. Por ello es necesario poner en práctica al máximo nuestros conocimientos y experiencia y ser cuidadoso a la hora de llevar a cabo cualquier tipo de actuación ya que, aunque son las partes las que finalmente tienen que ponerse de acuerdo, son los mediadores profesionales los que tienen que velar por que se haga de la mejor manera posible.

Gonzalo Vázquez González dijo...

Este texto nos expresa primeramente la falta de una respuesta concreta a la pregunta de "¿cómo se hace?" cuando se trata de mediación, ya que la respuesta suele ser "depende". A partir de esta preocupación, se presenta un esquema de mediación dividida en cuatro etapas que son:

En la primera etapa, se destaca la importancia de establecer credibilidad y educar a las partes sobre el proceso de mediación desde el principio. También se menciona la necesidad de fijar honorarios y acordar la temporalidad del proceso en un "Contrato de Inicio".

En la segunda etapa, se centra en ayudar a las partes a reconocer la clave del problema y a redefinir sus posturas. Destacando la importancia del diálogo, la cooperación y el compromiso en esta etapa.

La tercera etapa se enfoca en la estrategia, la negociación y la toma de decisiones. Subrayando la importancia de planificar la estrategia de negociación y trabajar en la reformulación de los intereses de cada parte.

La cuarta y última etapa se refiere a la legalidad de los posibles acuerdos y la redacción de los acuerdos totales o parciales. Enfatizando la importancia de que los acuerdos sean justos, equitativos, estables y duraderos.

Gracias a este esquema podemos ver una visión detallada del proceso de mediación en la que debemos destacar la importancia de la comunicación, la empatía y la resolución de conflictos.

Moises Leal dijo...


El texto se mete de lleno en la pregunta clave que nos hacemos cuando estamos aprendiendo sobre mediación: "¿Cómo diablos se hace esto?". A pesar de todas las charlas sobre por qué la mediación es buena y sus ventajas, la respuesta siempre parece ser "depende". El autor nos da su plan de cuatro pasos para entenderlo mejor. Primero, en la etapa uno, se trata de ganar confianza y explicar a las partes de qué se trata todo esto. Luego, en la etapa dos, creamos un ambiente donde todos pueden hablar y repensar lo que quieren. La etapa tres es cuando desarrollamos una estrategia y trabajamos en tomar decisiones. Finalmente, en la etapa cuatro, escribimos acuerdos que sean justos, equitativos y duren. También se comenta en el texto que es importante saber cuándo pasar a la siguiente etapa y ser consciente de los problemas que pueden hacer que el proceso se detenga antes de terminar. En resumen, el texto nos da un vistazo a cómo se hace la mediación de manera organizada y nos dice que hay que adaptarse a cada problema que se presenta.

Eva María García dijo...

El autor reflexiona sobre las diferentes fases del proceso de mediación y expresa su opinión de que la segunda etapa puede ser más complicada. En esta fase, las partes involucradas tienden a estar arraigadas en sus posiciones y enfocadas en sus intereses, lo que dificulta la empatía y la comprensión mutua. El autor destaca que las partes acuden a un mediador precisamente porque no pueden comunicarse entre sí de manera efectiva.

El mediador, según el autor, se enfrenta a la difícil tarea de romper la rigidez de ambas partes y fomentar un ambiente de respeto y colaboración. SU objeto es lograr que las partes comiencen a escucharse mutuamente y a empatizar con la perspectiva del otro. Como estamos viendo en clase, solo a través del proceso, las partes podrán ceder en cierta medida y explorar opciones que conduzcan a un acuerdo justo, estable y que perdure en el tiempo.

Subrayaríamos la importancia de que un buen acuerdo se base en cambios positivos promovidos por las partes destacando la necesidad de revisar y hacer un seguimiento de los acuerdos. También enfatizar que el mediador debe ser consciente de cuándo avanzar o retroceder en las etapas según sea necesario. Esto podría ayudarnos a nosotros, como mediadores, a entender el proceso y seguir una estructura coherente en su trabajo.

En resumen, en la segunda etapa de la mediación, se considera desafiante debido a la resistencia de las partes a cambiar sus posturas iniciales, lo que requiere una habilidad especial por parte del mediador para fomentar la comunicación y la empatía entre las partes en conflicto.

Alejandra Cobreros Fidalgo dijo...


La mediación es un proceso complejo y estructurado que implica diversas habilidades por parte del mediador a la hora de ponerse en practica. Para ello partimos de una serie de fases como hemos estado viendo durante estos días en clase.
Como bien sabemos no todo depende de las partes implicadas, pues en gran parte es por ello que acuden a un profesional. Partimos de una sesión de apertura para identificar el problema y presentar nuestra función como mediador, pasamos a las declaraciones iniciales en la que se da una escucha activa e identificamos los contenidos centrales y las necesidades de ambas partes. Posteriormente generamos opciones, negociamos y discutimos sobre posibles opciones con la finalidad de llegar a un acuerda y dar con el cierre del asunto. Es un proceso variado que implica varias habilidades en un mismo tiempo, difícil porque tenemos una posición imparcial y tenemos que entender tanto a una parte como a la otra. No es fácil ser mediador pero con las técnicas y habilidades correctas llegaremos a la solución ideal

Gonzalo Durán García dijo...

A través de este artículo y la última explicación en clase sobre las fases de la mediación, he podido aprender algunos aspectos clave en este proceso, como son la incorporación de los puntos clave de cada persona, el uso de un lenguaje apropiado, pedir a una persona que se ponga en el lugar de la otra y presentar una historia alternativa y coherente.

Es comprensible que todos los aspirantes a mediadores se enfrenten a la pregunta fundamental de "¿Cómo se hace esto?" En este post se captura esta inquietud de manera convincente y se nos muestra que no hay una respuesta única, ya que depende del caso, las personas involucradas y muchas otras variables.

Asimismo, pienso que la primera etapa de la mediación es fundamental, pues en esta fase, se trata de establecer una base sólida para todo el proceso de mediación. Es como cimentar los pilares de una casa antes de construir el resto. La idea de promover la credibilidad personal, institucional y del procedimiento es como poner una capa de confianza sobre la mesa. Esto ayuda a que todas las partes se sientan cómodas y seguras al participar en la mediación, siendo como dar a todos un mapa antes de comenzar un viaje, para que sepan qué esperar.

Lo que más destaco es la importancia de la empatía y la comunicación efectiva en todo el proceso de mediación. Y la idea de que, al final del día, se trata de "coser" relaciones humanas rotas es esencial y da un toque humano a todo el proceso.

Alberto Manuel Rodríguez Gross dijo...

En este quinto texto podemos observar una valiosa reflexión sobre el proceso de mediación y los pasos correctos para llevarlo a cabo de manera efectiva, el autor quiere reflejar cómo funciona la mediación y comparte su perspectiva sobre las etapas involucradas en el proceso, para un mediador lo que se busca en un primer momento es determinar los intereses de ambas partes formulando así correctamente el conflicto y de manera inclusiva utilizando como por ejemplo un léxico apropiado o enfatizando puntos clave de cada persona.

Lo más destacado del texto es la estructura que utiliza para entender la mediación dividida la misma en cuatro etapas, la primera identificación del problema o hechos ocurridos, en segundo lugar tenemos la profundización en la redefinición de sus posturas para así conseguir dar salida al problema, en tercer lugar tenemos como finalidad conseguir lograr 3 objetivos claros siendo estos la estrategia a seguir, la negociación y la toma de decisiones, y por último en la cuarta etapa en caso de haber conseguido los objetivos anteriores tenemos el final del proceso con la redacción de los correspondientes acuerdos.

Podemos observar también como el autor quiere enfatizar la importancia de la comunicación, la confianza y la cooperación entre las partes del conflicto, y como el mediador debe guiar a las mismas a través de las etapas de forma imparcial y efectiva. En general, el autor nos ofrece una visión y organización detallada del proceso de mediación facilitando así una guía para principiantes o personas que deseen comprender de una mejor forma esta profesión y sus principios.

reyes sainz dijo...

Me ha llamado gratamente la atención la parte en la que se menciona que los mediadores gozamos del poder (y deber) de sorprender a nuestros clientes con una historia alternativa, coherente y veraz, conforme a lo que está pasando. Esto creo que es un aspecto importante a tener en cuenta ya que deberemos cuidar al máximo nuestro lenguaje y forma de expresarnos para que consigamos que nuestros protagonistas sean capaces de visualizar esa salida. Quizás debamos plantearles preguntas o situaciones desde un tono más afirmativo que dubitativo, por ejemplo, en vez de comenzar con un "si Fulanito cediera, ¿qué esperaría?" arrancar desde un convencimiento: "Cuál será la primera señal que le indique que Fulanito está mejorando". O plantearle una visión de fondo de forma real: "¿Qué será distinto de vuestra vida cuando os llevéis mejor?". En base a este tipo de preguntas, también les brindamos la oportunidad de que se vean ellos involucrados explícitamente en la generación de esa historia. Y la acojan más suya y por ende más real.

Almudena Campos Hermosín dijo...

El texto que compartiste presenta una perspectiva valiosa sobre la mediación y los pasos a seguir en este proceso. Destaca la importancia de comprender que la mediación no es un enfoque único y que los pasos pueden variar según el conflicto y las partes involucradas. También se enfatiza la necesidad de establecer una base sólida en la primera etapa, que incluye la promoción de la credibilidad y la clarificación de los términos del proceso. Luego, se describe cómo las etapas posteriores involucran la identificación de problemas, la búsqueda de opciones y la negociación. Finalmente, se resalta la importancia de llegar a acuerdos justos, equitativos, estables y duraderos. En general, el texto ofrece una visión detallada y estructurada de la mediación desde la perspectiva del autor.
Por estos motivos, considero que es muy necesario ordenar y estructurar las sesiones en diferentes etapas, para así seguir un modelo y un sentido en el trabajo que hacen los mediadores.

lucia rodriguez dijo...

El texto ha sido muy útil para asentar bien de qué iban las dos primeras fases de la mediación que ya habíamos dado en clase.
Desde mi opinión personal, considero que la segunda fase es la más complicada, ya que para pasar a la tercera que sería la negociación y estrategias a seguir debemos primero calmar las tensiones entre ambas partes y ayudar a que se reconozcan la una a la otra. Dependiendo del problema principal, pienso que la relación será más complicada de mejorar para que ambas partes abran sus mentes y colaboren. También lo veo a la inversa, mientras menos cordial o respetuosa sea la relación, el problema se agrava y dificulta su solución.
Supongo que dependerá del caso, pero en esta segunda etapa es en la que considero que más esfuerzo y paciencia deben poner tanto el mediador como las partes implicadas.

Mariela Míguez dijo...

Tras la lectura del texto, considero que lo más difícil en cada etapa podría variar según el entorno en el que se encuentren y las personas involucradas.
En la primera etapa, veo como mayor dificultad la confianza que depositen ambas partes, ya que muchas personas pueden encontrarse con altos niveles de estrés ocasionado por el conflicto y podría resultar complicado que lleguen a sentirse cómodos y confiados en el proceso de mediación. Por tanto, superar este obstáculo y ayudar a que se comprometan podría ser un desafío.
En la segunda etapa, la dificultad principal podría ser ayudar a ambas personas a comprender y reconocer otros puntos de vista diferentes a los suyos propios. Esto puede ser complicado, ya que normalmente las personas defienden sus opiniones y emociones por encima de todo sin ponerse en el lugar del otro.
En la tercera etapa, creo que sería una dificultad equilibrar el poder, ayudar a ambas partes a comunicarse de manera respetuosa y constructiva y garantizar un acuerdo justo si éstas poseen demandas iniciales muy opuestas o si han tenido dificultades para encontrar puntos en común en etapas anteriores.
En la cuarta etapa, veo como dificultad que las partes cumplan con el acuerdo y que este sea duradero, debido a que a veces, pueden retroceder en los compromisos o pueden surgir nuevas discusiones. Mantener una cooperación por ambas partes a largo plazo, manejar situaciones en las que el acuerdo se rompe o se encuentra con obstáculos inesperados puede ser complicado.
Sin embargo, después de haber analizado cada etapa presente en el proceso de mediación, he podido observar que la etapa más difícil es la segunda. Puesto que existe bastante resistencia a la hora de intercambiar puntos de vista y en esta etapa, las personas involucradas deben estar dispuestas a mirar más allá.
También, las emociones pueden estar a flor de piel, ya que se discute sobre los problemas que ha creado el conflicto, por tanto controlar con tales emociones e intentar comunicarse de forma respetuosa requiere mucho trabajo. Asimismo, se debe lidiar con la falta de confianza, eliminar el miedo al compromiso y convencerlos que es una parte esencial en el proceso o la vulnerabilidad, es decir, deben de ser honestas acerca de sus necesidades, por lo que tendrán que exponer sus pensamientos más subyacentes.
En general, la mediación es un proceso que requiere habilidades de comunicación, empatía y resolución de conflictos. Cada etapa tiene sus propias dificultades y desafíos, por lo que el mediador debe estar preparado para adaptarse a los problemas que aborde el conflicto y las necesidades que tengan las partes involucradas. Para llegar al éxito en la mediación no solo se trata de llegar a un mero acuerdo, sino asegurar de que ese acuerdo sea duradero y satisfactorio para todas las partes.

Marta del Rocío dijo...

Me ha llevado un tiempo pensar cual sería la etapa más complicada para trabajarla como mediador. ¿Quizás conseguir la alianza? ¿Utilizar las técnicas y habilidades de negociación? ¿La legalidad y la redacción de los acuerdos totales?. Ahora lo veo claro, la segunda etapa.

Cuando nos enfadamos y estamos ante un conflicto, nuestro cuerpo lo expresa con una alta activación del sistema nervioso autónomo. Los cambios a nivel cerebral que se producen durante un estado de ánimo negativo provocan que el organismo libere mayores cantidades de dopamina y glutamato. Estos neurotransmisores nos vuelven más competitivos y nos ayuda a defendernos ante el peligro. Además, inhiben áreas cerebrales como el córtex prefrontal; encargados del pensamiento lógico, razonamiento y control de impulsos.

Me parece importante recalcar lo que has leído anteriormente, porque la segunda etapa, ese reconocimiento del otro aunque no compartan sus distintos puntos de vista, es literalmente inhumano ante la tensión del conflicto. Ahí es donde entran en juego todo lo comentado anteriormente; el poder del lenguaje, la estrategia, la comunicación vs conversación...aspectos muy relevantes a la hora de conseguir mediar. Sin duda, se trata de un trabajo desde mi punto de vista duro, pero inteligente y gratificante. Sabremos mover las fichas!!



María Eugenia Jiménez dijo...

Este comentario creo que es de gran utilidad para todos, ya que nos enseña qué desde que la persona se presenta ya tenemos que ir trabajando y buscando cada detalle para llegar a la resolución del conflicto. De esta manera, considero que la primera etapa es una de las más importantes pues es donde las partes van a explicar la problemático y vamos a decidir si se puede usar la mediación o no. Además de que es la decisiva para que las partes quieran trabajar contigo o no.
En cuanto a la 2 etapa considero que también es muy importante, ya que es volver a restablecer la comunicación, es en este punto donde las partes se escuchan, empatizan y realmente se dan cuenta de que quieren buscar una solución en conjunto.
Sobre la 3 y 4 etapa, es importante pero considero que es más importante hacer bien las dos anteriores. Debido a que la resolución depende más de las partes y esta va a ser justo, estables, duradera y equitativa si hemos hecho lo anterior bien. Sin embargo, obviamente, el mediador le da las estrategias y habilidades para poder hacer esa solución con esas características, además de observar las dificultades que puede tener las posible soluciones.

Fátima Aguirre Fernández dijo...

A la hora de realizar una mediación, los pasos a seguir dependerán de muchos factores como el conflicto, el número de partes implicadas y la actitud de los involucrados. Pero siempre nos podemos basar en los esquemas tradicionales de la negociación, en los que se determinan los intereses y se formula el conflicto de manera correcta e inclusiva. Para ello, será crucial incorporar los puntos clave de cada persona, usar un léxico apropiado, pedir empatía y crear una historia alternativa y coherente.
En este post se exponen 4 fases para realizar una mediación. Según mi punto de vista, la fase más difícil es la segunda, ya que creo que el proceso entero de la mediación dependerá mucho de esta. En esta fase, las partes deben reconocerse, aunque no compartan sus puntos de vista, y así “redefinir sus posturas” hacia una búsqueda cooperativa y comprometida de opciones para salir del problema. Creo que es la parte más difícil y más importante porque, imagino que si las personas han acudido a una mediación es porque tal vez tienen posturas muy rígidas y opuestas y están enfocados a sí mismos. Una vez conseguida esta fase, creo que las demás son más “fáciles”. En esta fase se crea un clima de respeto y se ventilan sentimientos mediante el diálogo. Se deben evitar errores como dejarse colonizar, hacer interrogatorios excesivos o juzgar determinados temas que para el otro sean importantes.

Carlos dijo...

Al hablar de mediación tenemos que saber que la estrategia a seguir en la resolución de los conflictos debe atender a una estrategia que será elaborada por el mediador dependiendo de la situación planteada y la situación y expectativas de los mediados. Es importante seguir un procedimiento para hacer un croquis de la situación conflictiva y poder tomar el mejor camino para encontrar una solución justa y lo más equitativa posible para todas las partes. Aunque como detalla el artículo no hay un esquema clásico y aceptado por la comunidad de mediadores, podemos hacer uso de un esquema que puede resultar muy útil y que recoge muy bien las ideas claves a considerar en cada una de las fases.

Siguiendo este esquema, en la primera fase se establece una especie de vínculo con los mediados y se encuadran los elementos claves que se van a tener en consideración. Por tanto, en esta fase es relevante fijar un contrato inicial donde se establezcan honorarios y la temporalidad del proceso. Se puede considerar una fase de recogida de información y establecimiento de “elementos base” importantes en los futuros encuentros.

En la segunda fase nos centramos en la redefinición de posturas de los mediados gracias a un proceso mediante el cual intentamos que los implicados dialoguen entre sí y estén dispuestos a escuchar al resto de las partes. De esta forma, aunque no compartan las mismas ideas, conseguimos que estén abiertos a los demás y se limen posibles asperezas iniciales que pueden influir negativamente en el proceso. Gracias a esta apertura de mente se puede comenzar la tercera etapa con diálogo, cooperación y compromiso. Un dato que resulta relevante en esta segunda fase y que se ha expuesto en otros post son los aspectos a los que debe atender el mediador para no caer en sesgos y posicionarse a favor de alguna de las partes. Ante todo es fundamental mantener la neutralidad, aunque no se compartan ideas, cada opinión de los mediados es igual de importante. Además, hay que evitar hacer uso del interrogatorio y de preguntas irrelevantes que no conduzcan a la solución del problema.


Una vez redefinida las posturas llegamos a la tercera fase en la cual hacemos uso de la estrategia que consideramos más adecuada para el tipo de conflicto ante el que nos encontramos. En esta fase acordamos con los mediados posibles soluciones que se construyen de forma conjunta y se empieza la resolución principal del conflicto. Es el momento de empezar a actuar y tomar decisiones.

Una vez pasado por estas tres primeras fases de forma satisfactoria llegamos a la última y cuarta fase donde se firmarán acuerdos con los mediados que deben dar su visto bueno a estos, ya que deben ser acordados sin coacciones y de forma libre y consensuada por todos ellos. Además, es importante que conste la firma del mediador en este pacto legal para que quede constancia de su influencia en la resolución del conflicto.

Maria Merello Argudo dijo...

Después de haber leído este último post y recordando lo expuesto en las clases por el profesor, en mi opinión la fase más complicada es la segunda, es la fase que va a definir como puede acabar el conflicto, con una solución y con ello la tranquilidad y "reconciliación" de las partes, o acabar este proceso al igual que lo han empezado con un conflicto que les resulte imposible de resolver. Por dicha importancia de esta etapa creo que aumenta la dificultad en la tarea del mediador, puedo imaginar la dificultad que supone darles las herramientas a las partes para la redefinición de sus posturas, sin implicarse personalmente hasta el punto de decantarse por una de las partes. Crear un clima de respeto mutuo y de comodidad resulta al mismo nivel que fundamental es complejo, que dos personas lleguen a compartir y respetarse hablando sobre un conflicto que en ocasiones les provoca una enemistad. SI a todo ellos le sumamos intentar compatibilizar a dos personas, que el mediador apenas conoce de unas sesiones acrecienta la dificultad de esta etapa. Por todo ello creo que la segunda etapa es la más complicada del proceso de la mediación

Melisa dijo...

Tras haber analizado las diferentes etapas del proceso de mediación, he de decir como opinión personal, que la etapa más complicada de superar debe ser la segunda etapa. Para completarla, es necesario que las partes realicen el “reconocimiento del otro”, y en algunos conflictos debe ser muy difícil que esto ocurra. En este punto, las personas están divididas y habrá casos en los que tengan un frente abierto a la empatía y comprensión, pero en otros no. Y la pregunta más importante es ¿qué se hace con las personas que no están dispuestas a colaborar en solucionar el conflicto?
Como estudiante de psicología, siempre nos han hecho saber que es mucho más difícil trabajar con usuarios que no participen activamente en la terapia, ya que debe ser un proceso colaborativo entre profesional y paciente.
Veo esto reflejado en la mediación, ya que los clientes no pueden tener una actitud pasiva en la resolución del conflicto, y estoy segura que en muchos casos será así.
Por tanto, percibo la segunda etapa como la más difícil de superar, por tener que modificar los esquemas con los que las partes enfrentadas lleguen a la mesa. Aun así, cuando se supere esta parte, la mediación se simplificará por tener un ambiente respetuoso, empático y comprensivo entre los clientes.

María López Segura dijo...

Quizás el aspecto que me generaría mayor controversia a la hora de practicar el arte de la mediación sería estar alerta de cada uno de los sucesos que se desarrollen y proceder de manera adecuada. Me explico: como bien comenta este post, es primordial poseer competencias y habilidades comunicativas, usar el lenguaje de manera eficaz, cuidándolo y gestionando su intencionalidad para que repercuta positivamente en el desarrollo de las sesiones de mediación; es por ello que considero de gran dificultad mantener un nivel óptimo de atención al mismo tiempo que se debe estar generando una estrategia para continuar con el proceso y, a su vez, mantenerse imparcial ante el suceso que haya sido expuesto por las partes mediadas. Somo seres humanos, y no podemos evitar posicionarnos, mas de eso se trata esta labor, de ser capaces de “ver la escena desde fuera”, obviar – que no suprimir, porque esto sería imposible – nuestros valores y creencias, e intentar entender realmente a ambas partes, ya que eso es lo que le pedimos a ellas. Practicar el bello arte de la mediación no puede ser tarea de un profesional ajeno a esta disciplina; es decir, y como bien comentamos en clase repetidamente, “el traje de psicólogo/abogado/etc. ha de quedarse colgado en casa”; nuestra profesión de base siempre nos beneficiará para aportar un plus de conocimiento en la rama que nos ataña, mas ha de quedarse a la sombra cuando pueda perjudicar el proceso. La mediación es una profesión independiente, con sus reglas y valores, que han de respetarse sin generar ningún tipo de intrusismo o dejarnos llevar por lo aprendido en el pasado. Por ello, y añado a las cosas que más dificultad observo que pueden tener en una mediación, sería el concepto de “Desaprender para aprender” que tanto trabajamos en clase.

Rocío Domínguez Guillén dijo...


Mediar es un arte, y esto lo he ido comprobando clase tras clase, parece más fácil de lo que realmente es. Pero, cuando realmente tienes que exponerte al problema y a las partes, la cosa cambia bastante y tenemos varías dudas porque no sabemos como empezar o directamente intentamos buscar soluciones de inmediato, dejando a un lado varios pasos esenciales. Por ello, me ha encantado que el autor nos haya facilitado las pasos/etapas que el considera que no deben faltar en una buena mediación.

Como bien indica el texto es esencial educar a las partes desde el principio, identificando las emociones e intereses implicados en el conflicto. También, es importante la promoción de un clima seguro que fomente la cooperación, compromiso y la conversación entre las partes, para intentar llegar a un acuerdo lo más equitativo posible. Si no se alcanzan los objetivos que conlleva cada etapa , es importante que el mediador valorare si es apropiado o no avanzar a la siguiente fase o volver a una etapa anterior.


Álvaro Luis Rodríguez Adalid dijo...

Tras una reflexión sobre los costes y beneficios de cada etapa, he llegado a la conclusión que, a mi parecer, es la 2ª etapa en la que se concentra la mayor tensión, pues esta requiere que los participantes dejen atrás su orgullo, uno que en estas situaciones suele estar bastante arraigado en ambas de las partes porque si no fuese así, probablemente no tendrían que acudir a un mediador (o sí, pero por el argumento, digamos que no).

Si no recuerdo mal, el pilar para lograr esto es algo que siempre hemos visto decir a nuestros amigos cuando están con sus móviles o mirando a la nada, “si si, te estoy escuchando”, aun que uno sabe perfectamente que le toque a continuación repetir la historia en su totalidad. Esto sucede por que nos oyen de fondo y no esta invirtiendo recursos y energía en hacer esa escucha activa donde uno coge la información y le da un razonamiento y un sentido. Volviendo a la consulta de mediación, por mucho que tu acompañante te diga que te escucha, hasta que no comience a entenderte, opino que no va a ser posible ni empezar a establecer las horas para ir al mediador

Álvaro Luis Rodríguez Adalid

Clara Martínez Aranda dijo...

La etapa que considero más difícil es sin duda la etapa número 2. Sin duda, es complejo conseguir que las partes se reconozcan aunque no compartan el mismo punto de vista. En mi opinión, el mediador tiene que esforzarse en crear un clima respetuoso. Es en este punto donde mi futura profesión como psicóloga se ve más reflejada. En la práctica, todos los profesionales independientemente de nuestra profesión, usamos técnicas psicológicas para resolver problemas humanos. Con esto quiero decir que durante esta etapa observamos emociones y sentimientos que debemos saber guiar hacia la cooperación entre las partes.
Como mediadores, un error sería juzgar, ya que al juzgamos dejamos de tener empatía por las personas que acuden a nosotros en búsqueda de ayuda. Esto es importante porque no podemos exigir un clima de respeto y empatía si nosotros mismos no estamos siendo empáticos.

Juan Luis De Dios Gómez dijo...

La profesión del mediador llega a ser muy bonita, ya que el mediador no solo lo es en el despacho, todos en algún momento de nuestra vida nos vemos inmiscuidos en algún problema en el que mediamos para lograr la solución en común más favorable para cada una de las partes, desde los padres con sus hijos hasta un jefe de equipo con su plantilla de trabajadores.

Ahora bien, ser un mediador profesional no es fácil, hay una serie de aptitudes que se deben tener, ya sea porque se haya aprendido o sea inherente en la persona, me refiero a ser un buen comunicador, resolutivo, creativo y flexible, entre otras.

De las cuatro etapas que nos expone para lograr un efectivo proceso de mediación, bajo mi punto de vista la más difícil es la segunda, ya que es en la que se asientan las bases tras un posible previo tira y afloja, porque al fin y al cabo las partes están enfrentadas y en un primer momento ninguna esté dispuesta a ceder. Aunque es una buena señal haber superado la primera etapa, ya que la predisposición que nace de las partes por solucionar el conflicto solo por acudir a la primera sesión se ha mantenido firme.
Volviendo a por qué considero la segunda etapa más difícil, es porque hay que tener mucho tacto en la importancia que el mediador le pueda dar o no a X temas y hay que saber mantener una postura firme entre el mediador y el mediado.

María José Rey dijo...

¿Cuál es la etapa más difícil? Me ha llevado un tiempo pensarlo, pues cada una de las etapas tiene sus razones por las cuales pueden ser particularmente difíciles, pero sin duda, tras las clases y leer esta pequeña reflexión, la segunda etapa creo que debe ser la más complicada. En esta etapa hay falta de confianza entre ambas partes y éstas deben ponerse de acuerdo en un ambiente de respeto y cooperación, además de utilizar un lenguaje apropiado y enriquecido de comunicación, dejando a un lado sus diferencias y deseos personales. Para el mediador, la redefinición de las posturas debe ser algo difícil de construir pues aún, las posiciones de ambas partes son rígidas y las emociones y sentimientos están a flor de piel.

Eulalia Espinosa Revilla dijo...

Es cierto que los mediadores son "modistos de las relaciones humanas". Como modistos no venden algo fabricado a gran escala para todo el mundo, sino que ofrecen un servicio personalizado para cada cliente. Toman medida del problema, se adaptan si el problema engorda o adelgaza (aumenta o se reduca) y al final entregan un acuerdo que queda a medida para el cliente.

De la primera etapa lo que me parece más complicado es ganarse la confianza del cliente. Al servicio acudirán personas que llevan tiempo intentando solucionar un conflicto de carácter personal, por lo que puede que no siempre les resulte sencillo abrirse a un extraño. Es aquí donde creo que las habilidades aprendidas y ensayadas durante el estudio del grado de Psicología pueden resultar de gran ayuda.

La segunda etapa, para mi gusto la más complicada del proceso. Veo bastante complejo compatibilizar los intereses de las partes de manera que ninguno de ellos se sienta ninguneado o desestimado con el acuerdo. Partimos de que son partes que no han sabido llegar a un acuerdo previamente y nuestra labor en esta etapa es fundamentalmente creativa para ayudar a las partes a proponer soluciones que no se habían planteado anteriormente.

En la tercera etapa, el ejercicio personal del mediador y sus conocimientos toman un papel protagonista para establecer la estrategia a seguir. Es la etapa en la que el mediador tiene "más control" y donde la formación del mismo es fundamental.

La última etapa, si bien veo que es la menos compleja, resulta ser un momento clave ya que las emociones de los participantes y la intervención de diferentes figuras, en la decisión de firmar de las partes, puede jugar una mala pasada.

Mónica dijo...

Mi respuesta a la pregunta de “¿cuál sería la etapa más difícil para ti?”, sin duda sería la tercera etapa. Antes de justificarlo me gustaría aclarar que, aún pareciéndome esta la etapa más difícil, es la primera etapa la que me parece una de las más importantes, ya que es el primer contacto con los mediados y estos tienen que salir con una idea clara y concisa de lo que es la mediación, y lo que es aún más importante, salir con una buena impresión y con sentimiento de seguridad que haga que finalmente te escoja a ti como profesional para intervenir en su proceso. Al igual que en una primera sesión de terapia donde conoces al paciente o usuario, esa primera etapa nombrada me parece fundamental.
Volviendo a la tercera etapa, esta me parece la más complicada por el hecho de ser la etapa donde realmente hay que tomar decisiones y para ello empezar a negociar entre las partes. Sin embargo, en la segunda etapa las partes únicamente exponen sus puntos de vista y, aunque también es cierto que desde ese momento hay que saber mediar entre ellas para conseguir el respeto de ambas hacia la otra parte, esta me parece más sencilla al tratarse simplemente de recoger la información. Por todo ello, creo que es en la tercera donde recae la mayor parte del peso de la mediación, donde hay que saber actuar en cada momento y donde, a su vez, se demuestra el trabajo del profesional.

Lorena Escribano Gómez dijo...

En primer lugar, considero que el hecho de que las partes conozcan realmente la función de la mediación es un inicio que puede turbar la actividad cometida; pues, obtener la confianza y la credibilidad del cliente como profesional, en ocasiones, no es tarea fácil.
Además, la segunda etapa creo que es uno de los aprietos a los que se enfrenta el mediador, pues la cooperación y la voluntad para continuar con el proceso depende de las partes. Es por ello que, la tarea de que cada individuo "entienda, aunque no comparta" al otro implicado concierne la importancia del papel del profesional como mediador, aplicando las técnicas necesarias como, por ejemplo, el simple parafraseo o la reformulación de preguntas.
Por último, esta fase hace que se vea involucrados factores como la imparcialidad, no juzgar sentimientos u opiniones para así no entorpecer el ciclo de la mediación.

Marta Rodríguez Prieto dijo...

Tras la lectura de esta entrada y la explicación en clase considero que todas las etapas son difíciles. Su grado de complejidad puede ser determinado por sus propias características y también por las del mediador, como sabemos cada profesional tiene su propio estilo, y también como hemos visto en clase con los role plays, hay una gran diferencia entre un abogado y un psicólogo. Es por esto que según la persona se encontrará una u otra fase como la más compleja.
Considero que la segunda etapa es la de mayor complejidad, ya que en gran medida no depende de ti, sino de las partes presentes, en que estas hagan el esfuerzo de escuchar realmente a la otra parte y ver su posición. No es solo un tema de escucha activa, también se da una educación, hay una implicación emocional. En esta etapa, y en todas realmente, el mediador debe de ser neutral, algo que puede parecer fácil, pero la naturaleza del conflicto, de las personas o del mismo mediador puede ser de gran dificultad; ya que no somos profesionales totalmente fríos e imparciales, ante todo somos personas con opiniones, sentimientos y juicios, pero estos deben quedarse a un lado cuando nos ponemos “la bata de mediador”.
También creo que la tercera etapa puede ser más costosa cuando estamos empezando en el mundo de la mediación. Aunque al comenzar todas las etapas pueden parecernos más complicadas, en esta etapa de búsqueda de alternativas puede sernos de mayor dificultad el ver posibles soluciones, con la experiencia y práctica en diferentes casos ganaremos poco a poco herramientas y alternativas para proponer soluciones.

Anabel Cortés Jiménez dijo...

Este artículo nos proporciona una visión detallada de las cuatro etapas de la mediación.
Cada etapa tiene diferentes dificultades pero en mi opinión y haciendo referencia a la pregunta inicial planteada sobre cual de las etapas me parece más difícil para mi sería la segunda etapa.
La primera básicamente se centra en ver cual es el problema; pero en cambio la segunda es algo más complicada ya.
Pues en esta etapa buscamos que se de la comunicación entre las partes y que haya cooperación entre ambas.
Esto puede llegar a ser realmente complicado cuando las emociones juegan el papel principal de todo esto. Y que la comunicación entre ellas no sirva de nada.
Esta etapa es la más complicada pues aquí la tarea del mediador es fundamental para poder ayudar a las partes a que se centren en la indagación de soluciones y no se basen tanto en sus emociones.
La tercera de las etapas es algo más sencilla pues se centra en usar una estrategia clave, y la cuarta en firmar un acuerdo estable para que la solución a dicho problema sea realmente eficaz.

Natalia Grimón Paz dijo...

En cuanto al texto leído acerca de los pasos de la mediación, me gustaría hablar en primer lugar de lo que hablamos en la clase del miércoles. Antes de seguir con el proceso de mediación, tenemos que preguntarnos si vamos a poder ser los mediadores de este suceso, porque a lo mejor no tenemos las cualificaciones necesarias para resolverlo o no nos vemos capacitados para ello, por un motivo u otro. Es debido a ello, que tenemos que estar muy pendientes en esta primera sesión.

Es en la primera sesión donde nos damos cuenta si somos los apropiados para ayudarles, les explicamos en qué consiste la mediación, los honorarios (alomejor no pueden permitírselo), y cuáles son los propósitos de este proceso.
Después de aquí empezará verdaderamente el proceso de mediación, comenzaremos a plantear la siguiente sesión, las preguntas que vamos a realizar, los propósitos que queremos conseguir poco a poco, etc.

Ángela Álvarez de Medina dijo...

La mediación es un proceso realmente desconcertante, ya que puede llegar a ser difícil ser un “modisto de las relaciones humanas” y que depende de la persona con la que nos encontramos o incluso el problema por el cual viene a nuestra consulta. Por eso mismo, ese planteamiento de un proceso dividido en 4 etapas es bastante adecuado, debido a que estructura el trabajo de manera que se convierte en algo más sistemático y no tanto en un proceso con preguntas. En cambio, siempre debemos de tener en cuenta que el mediador tiene que ser consciente de lo que hace para que no se vuelva automático, lo que provocaría que el objetivo no se consiga y como eso obvio teniendo en cuenta las dificultades que nos podamos encontrar.

Esther García García dijo...

Como bien se ha comentado al principio de este post, nos encontramos en mitad de nuestro proceso de aprender a ser mediadores, sin embargo, a pesar de que he aprendido mucho, siento que aún me queda mucho por desarrollar todavía. Me encuentro totalmente de acuerdo con la frase del post en la que comenta que los pasos a seguir para ser un buen mediador depende mucho de varios factores, la actitud de las partes, el tema de conflicto en cuestión, la relación entre las partes y su voluntad (es decir, si vienen para evitar una vía legal o por consejo legal, o si vienen en acuerdo conjunto antes de llegar a una vía legal).

A pesar de esto, considero que los pasos a realizar comentados por el post son perfectos para cualquier tipo de situación, dado que son genéricos y se pueden aplicar en varias situaciones. La primera fase me parece clave para continuar con una correcta mediación. A veces las partes vienen con un conflicto y conforme van dialogando el mediador se da cuenta que el verdadero problema radica en otro aspecto. Por eso es de vital importancia para el mediador, identificar el verdadero problema, para así, actuar en el proceso de mediación entorno a eso. Además de esto es muy importante como se comenta en el post, recopilar toda la información posible para tener más claro cómo abordar el problema. Es muy importante también intentar que las dos partes cedan o redefinen su postura para poder llegar de forma más fácil a una solución conjunta. Si las partes están cerradas a entender o intentarlo a la otra parte, difícilmente se podrá llegar a una solución, o al menos en corto tiempo.
Por último veo crucial la fase de negociación, dado que es muy importante que el mediador sepa proponer y se le ocurran soluciones que las partes afectadas por su visión condicionada no pueden ver. Además es muy importante que esa solución sea una en la que estén de acuerdo las partes y además sea a largo plazo, no puede ser una solución para salir del paso, dado que antes o después volverán a tener ese conflicto.

Como conclusión me ha parecido de gran utilidad este post ya que se proporcionan una serie de fases aplicables a cualquier caso, y que se pueden practicar y aplicar a mediadores principiantes como nosotros.

Carmen Sánchez dijo...

Cada etapa tiene sus propios objetivos y tareas específicas que contribuyen al éxito general de la mediación. En todas las etapas, se subraya la importancia de la adaptabilidad del mediador y su capacidad para retroceder a etapas anteriores si es necesario. También se reconoce que algunas dificultades pueden llevar a la terminación del proceso sin completar todas las etapas.
En mi opinión, la tercera fase es la más compleja ya que se centra en la estrategia de negociación, donde el mediador utiliza sus habilidades y técnicas de negociación para guiar a las partes. Considero que es importante saber aplicar tus conocimientos de manera apropiada, y en ocasiones, esto puede resultar más desafiante de lo que parece.

Lucía Ramírez Legran dijo...

Desde mi percepción, la etapa más complicada durante el proceso de mediación de un conflicto es la etapa 2. El objetivo de este paso es hacer que las partes enfrentadas se escuchen, se reconozcan y acepten el problema del otro, aunque no compartan la misma opinión. Conseguir esto es igual de difícil que importante, ya que a partir de este momento se podrá empezar a buscar soluciones al problema. En este paso el mediador debe de encaminar la conversación de manera que ambas partes expresen su opinión al respecto el conflicto y se respeten a pesar de tener pensamiento opuestos. Esta es para mí la parte más complicada de la medicación, ya que hacer que dos personas que están muy enfrentadas se escuchen con respeto requiere de mucha paciencia y muchas habilidades de comunicación por parte del mediador.

María Cortés Sánchez dijo...

Tras leer el post reflexionaba acerca de la dificultad de las etapas y me atrevería a decir que la que, a mí, de imaginármelo, supone más complicación, sería la tercera. Realmente, la primera y la segunda etapa creo que no tienen que ser necesariamente difíciles, especialmente a la hora de explicar qué es la mediación y, en la segunda etapa, que cada uno se exprese, a excepción de fomentar que reconozcan el punto de vista ajeno, aunque no lo comparta, momento que sí que considero complicado. Volviendo a la idea inicial y continuando con la siguiente etapa, diría que la tercera es la más difícil de realizar porque es en la que hay que dar rienda suelta a la imaginación y creatividad, como hablábamos en clase, para poder hacer una lluvia de ideas amplia con respecto a posibles soluciones, desde las más “absurdas” hasta las más “acertadas” y, posteriormente, la elección de una de ellas, teniendo en cuenta los respectivos puntos de vista e intereses…etc, sumando, a todo esto, el seguir observando a las partes por si se descubre algo que no había salido hasta ahora.

Natalia Rodríguez dijo...

El texto resalta la importancia que tiene la sensibilidad y la habilidad del mediador para poder guiar a las partes implicadas en el proceso, por otro lado, se enfatiza la necesidad de estar al tanto de todas las señales que nos indiquen que una etapa no ha sido correctamente completada y que se requiera retroceder. Además, me gustaría destacar que la mediación es un proceso que requiere que exista un equilibrio entre la imparcialidad, la empatía y la habilidad para facilitar la comunicación.
En la primera etapa, la parte más difícil es establecer la credibilidad, ya que hay que convencerlos de la imparcialidad y eficacia del proceso. En la segunda etapa, la parte con mayor dificultad puede aparecer cuando ayudemos a las partes a reconocer cuál es la raíz del problema y a que vean más allá de sus puntos de vista. En la tercera etapa, la dificultad la tiene la planificación de la estrategia que vamos a realizar y la negociación, ya que requiere que el mediador posea las habilidades. Por último, en la cuarta etapa, tenemos que asegurarnos de que el acuerdo es justo, equitativo, estable y duradero, además de que ambas partes estén satisfechas con el resultado.

Natalia Rodríguez dijo...

El texto resalta la importancia que tiene la sensibilidad y la habilidad del mediador para poder guiar a las partes implicadas en el proceso, por otro lado, se enfatiza la necesidad de estar al tanto de todas las señales que nos indiquen que una etapa no ha sido correctamente completada y que se requiera retroceder. Además, me gustaría destacar que la mediación es un proceso que requiere que exista un equilibrio entre la imparcialidad, la empatía y la habilidad para facilitar la comunicación.
En la primera etapa, la parte más difícil es establecer la credibilidad, ya que hay que convencerlos de la imparcialidad y eficacia del proceso. En la segunda etapa, la parte con mayor dificultad puede aparecer cuando ayudemos a las partes a reconocer cuál es la raíz del problema y a que vean más allá de sus puntos de vista. En la tercera etapa, la dificultad la tiene la planificación de la estrategia que vamos a realizar y la negociación, ya que requiere que el mediador posea las habilidades. Por último, en la cuarta etapa, tenemos que asegurarnos de que el acuerdo es justo, equitativo, estable y duradero, además de que ambas partes estén satisfechas con el resultado.

Esther C. Millán Rosado (Campus Sevilla-grupo A) dijo...

El texto es una reflexión detallada sobre el proceso de mediación y los pasos que un mediador debe seguir para llevar a cabo su trabajo de manera efectiva. El autor comienza planteando la pregunta fundamental que enfrenta los aprendices de mediador y expresa su deseo de comprender cómo funciona este apasionante perfil profesional. Por ende, la esencia inicial está en saber formular una pregunta inicial para comenzar la mediación, así como el profesor que lanza una pregunta a principio de curso para plantear un nuevo curso.
Luego, el autor presenta un esquema de cuatro etapas para el proceso de mediación, detallando las responsabilidades y objetivos de cada una. Se enfoca en la importancia de establecer la credibilidad, identificar los intereses de las partes, promover el diálogo y la cooperación, y finalmente, llegar a acuerdos justos y duraderos. También destaca la necesidad de adaptar el proceso a las circunstancias específicas de cada conflicto. Un símil que puedo hacer desde mi postura de psicóloga, es que al igual que en psicoterapia, la mediación tiene unas fases y con ello unos objetivos claves y unos procedimientos específicos.
En resumen, el texto ofrece una visión clara y estructurada del proceso de mediación, destacando la importancia de la adaptación y la habilidad del mediador para guiar a las partes hacia soluciones efectivas.

Fernando Serna dijo...

Este texto nos detalla las etapas del proceso de mediación, lo que profundiza es en los problemas de la mediación y destaca la importancia de factores como el diálogo, la empatía y la construcción de relaciones para lograr un acuerdo en común y que sea duradero.

Tras la lectura se puede ver como se centra en la necesidad de adaptar el enfoque de mediación a cada situación específica, donde se afirma que no existe un enfoque único debido a que cada situación es diferente.

Mi opinión principal es que el fragmento ofrece una visión de la mediación y sobretodo una guía para los mediadores que se encuentran en un proceso de formación.

Teresa dijo...

Teresa Álvarez Fernández.
Tras haber acudido a clase y leído el post semanal, en mi opinión, considero que la segunda etapa es bastante difícil, porque hay que tener mucha experiencia para llegar a conseguir que las dos posturas puedan reconocerse, aunque no compartan sus distintos puntos de vista. En muchos casos es muy difícil llegar a un diálogo, cooperación y compromiso. Considero que al principio es complicado no caer en los errores de dejar colonizar, realizar un interrogatorio excesivo o juzgar determinados temas que ellos ven importantes. También creo que en esta etapa las emociones están a flor de piel y eso hace que el proceso de comunicación entre las partes sea más complicado.

En esta etapa no nos podemos dejar llevar por nuestras emociones o juzgar los diferentes puntos de vista de las partes porque estos errores pueden obstaculizar el progreso y hacer que se prolongue el conflicto. Me resulta un gran desafío el lograr que las parte se dispongan a comunicarse de manera efectiva y a colaborar en el proceso.

En conclusión, esta segunda etapa implica un trabajo emocional y cognitivo intenso y requiere habilidades de comunicación, empatía y disposición a colaborar para encontrar soluciones mutuamente aceptables.

Mario Camino dijo...

Al comenzar la lectura noto una similitud con lo que se me pasa por la cabeza a la hora de dar ayuda a alguien con un problema, y es que el “depende” es útil e inútil a partes iguales a la hora de la resolución de un conflicto.

Pero si te pones a pensarlo parece más útil ya que este mismo depende es el que te hace profundizar en el asunto y ver que es verdad que cada situación es un mundo y que el depende te ayuda a pensar y a organizarte para intentar estructurar el problema de la mejor forma posible para darle la mejor solución.

Respecto a la primera etapa lo que tenemos que hacer es transmitir credibilidad al cliente para que se sienta seguro del procedimiento y tenga fe en encontrar una solución al conflicto.

En segundo lugar, lo que se busca es la empatía, ponernos en el lugar del otro, solo para valorar la situación y verla desde un punto de vista distinto con el fin de saber que aunque sea contrario a lo que nosotros pensamos, desde el punto de vista de la parte y sus condiciones de vida le es mas favorable, por ello cada uno tiene preferencias diferentes, por lo que en definitiva el fin no es estar de acuerdo con la otra parte, sino que comprendiendo y poniéndonos en el lugar contrario estemos abiertos a llegar a un acuerdo que sea favorable para ambos.

Como tercera etapa vemos al mediador como el principal actor, ya que es el responsable de planificar, tras haber escuchado a las partes, saber sus intereses y viendo como actúa cada una. Pues es el momento de llevar a cabo su planificación, su estrategia, la senda que nos lleva a la resolución del conflicto.

En ultimo lugar, atendemos a la decisión tomada la cual debe ir respaldada por el mediador, quien sebe asegurare de que el acuerdo que se toma debe ser justo, equitativo, estable y duradero. Con estas cuatro palabras podremos apreciar que el acuerdo tiene que ser coherente y que el mediador tenga certeza de que sera lo mas estable posible con el fin de que la decisión tomada se prolongue en el tiempo y dicho conflicto quede totalmente resuelto.

José Manuel Roales Saavedra dijo...

Su experiencia como mediador brinda una perspectiva rica y estructurada, la cual es invaluable para aquellos que nos embarcamos en este apasionante viaje.
En la primera etapa, su énfasis en establecer credibilidad y educar a las partes desde el principio es esencial. La forma en que guía a las partes hacia la redefinición de sus posturas en la segunda etapa resalta la verdadera naturaleza del diálogo y la cooperación en la mediación.
La tercera etapa, donde planifica cuidadosamente la estrategia, demuestra una comprensión profunda de la necesidad de fragmentar el conflicto para abordar los intereses de cada parte de manera efectiva; todo esto es fundamental para el éxito de la negociación.
Finalmente, su enfoque en la última etapa, donde formaliza los acuerdos y asegura su legalidad y equidad, subraya la importancia de la integridad y la imparcialidad del mediador en el proceso.
Su enfoque meticuloso y su habilidad para guiar a las partes a través de cada etapa son evidentes en cada palabra. Sin duda, la experiencia y conocimientos son una guía invaluable para aquellos que buscan respuestas a la pregunta fundamental: "¿Cómo se hace esto?". La orientación proporciona un camino claro y significativo hacia la respuesta.

CLARA CUADRADO RUIZ dijo...

Para poder mediar me parece muy importante seguir unas etapas para que las partes y el mediador puedan actuar de manera eficaz en el proceso y sentirse parte del mismo.

En mi opinión y tas leer esta entrada del blog, la cual detalla de manera muy clara las distintas etapas del proceso de mediación, la etapa más importante es la primera, en la que nuestros esfuerzos deben ir encaminados a dar credibilidad sobre nuestra función a todas las partes del proceso, a la vez que valorar si el conflicto que nos plantean es mediable o no, que como ya hemos visto en clase, puede ocurrir que la mediación en un caso concreto no sea viable. En esta primera etapa también vamos a explicar en qué consiste exactamente la mediación y a dónde se puede llegar con ello, la temporalidad del mismo y el mediador debe también transmitir seguridad y cercanía a las partes. Me parece fundamental esta etapa ya que va a dar a las personas partes del proceso la información que necesitan (que muchas veces es muy escasa), para que sigan el proceso con entusiasmo, y así que llegar a un acuerdo sea más factible.

Por otro lado, la etapa que veo más difícil es la segunda, ya que en esta, tal y como expone el texto, una vez reconocido el problema, se va a intentar que las partes se puedan reconocer, aunque no compartan el mismo punto de vista. Esto me parece realmente complejo ya que, es el momento en el que ambas partes se enfrentan, comparten sus diferencias, y generar aquí un espacio de respeto, escucha activa, e incluso un clima esperanzador de cara al futuro y a la resolución del conflicto puede ser todo un reto. Además, en este momento el mediador puede que no tenga la información suficiente por parte de los implicados, por lo que intervenir en esta parte del proceso me parece muy complicado a la vez que fundamental.

En la tercera etapa, se va a marcar la estrategia a seguir en el proceso, que tal y como vimos en la entrada anterior al blog, es muy importante establecerla. Y en la cuarta y última etapa, en el que se va estableciendo el acuerdo al que se vaya a llegar, también todo un reto teniendo en cuenta que ambas partes deben estar de acuerdo, que dicho acuerdo debe ser justo e igualitario para ambos, y sobre todo, que debe ser establecido para un largo plazo.

CLARA CUADRADO RUIZ dijo...

Para poder mediar me parece muy importante seguir unas etapas para que las partes y el mediador puedan actuar de manera eficaz en el proceso y sentirse parte del mismo.

En mi opinión y tas leer esta entrada del blog, la cual detalla de manera muy clara las distintas etapas del proceso de mediación, la etapa más importante es la primera, en la que nuestros esfuerzos deben ir encaminados a dar credibilidad sobre nuestra función a todas las partes del proceso, a la vez que valorar si el conflicto que nos plantean es mediable o no, que como ya hemos visto en clase, puede ocurrir que la mediación en un caso concreto no sea viable. En esta primera etapa también vamos a explicar en qué consiste exactamente la mediación y a dónde se puede llegar con ello, la temporalidad del mismo y el mediador debe también transmitir seguridad y cercanía a las partes. Me parece fundamental esta etapa ya que va a dar a las personas partes del proceso la información que necesitan (que muchas veces es muy escasa), para que sigan el proceso con entusiasmo, y así que llegar a un acuerdo sea más factible.

Por otro lado, la etapa que veo más difícil es la segunda, ya que en esta, tal y como expone el texto, una vez reconocido el problema, se va a intentar que las partes se puedan reconocer, aunque no compartan el mismo punto de vista. Esto me parece realmente complejo ya que, es el momento en el que ambas partes se enfrentan, comparten sus diferencias, y generar aquí un espacio de respeto, escucha activa, e incluso un clima esperanzador de cara al futuro y a la resolución del conflicto puede ser todo un reto. Además, en este momento el mediador puede que no tenga la información suficiente por parte de los implicados, por lo que intervenir en esta parte del proceso me parece muy complicado a la vez que fundamental.

En la tercera etapa, se va a marcar la estrategia a seguir en el proceso, que tal y como vimos en la entrada anterior al blog, es muy importante establecerla. Y en la cuarta y última etapa, en el que se va estableciendo el acuerdo al que se vaya a llegar, también todo un reto teniendo en cuenta que ambas partes deben estar de acuerdo, que dicho acuerdo debe ser justo e igualitario para ambos, y sobre todo, que debe ser establecido para un largo plazo.

Carmen Gullón Colunga dijo...

Está claro que cada caso es único, por ello, todos merecen el trabajo de indagar a fondo la mejor forma de abordarlo, descubriendo los puntos claves de cada persona, sus puntos de vista, lo que cada uno quiere conseguir...y eso se consigue con las distintas fases que hemos visto en clase a lo largo del curso y que están plasmadas en este artículo.
Lo primero es conseguir que los clientes confíen en nosotros para conseguir el mejor resultado posible; luego, hay que profundizar en el tema principal, el problema, y así redefinir las posturas de los implicados, conseguir que se escuchen y que se entiendan entre ellos; a continuación se plantean los objetivos; y, por último, se comprueba que los objetivos se hayan cumplido para llegar al final del proceso de mediación y tantearemos, si procede, la legalidad del acuerdo.

Angela Leon Aires dijo...

Gracias a la lectura comprensiva del comentario y las explicaciones exhaustivas durante las sesiones, podría decirse que entiendo ahora la diferencia entre las distintas fases del proceso de medicación.

Bajo mi punto de vista, la fase que refleja mayor complejidad en numerosos aspectos es la segunda debido a que, aunque ya somos conscientes del problema, es el momento en el que nuestros clientes comienzan a comunicarse entre ellos, y muchas veces, aparecen sentimientos lo cual resulta en una mayor dificultad en el proceso

Además, a pesar de que ya somos conocedores del problema, en muchas ocasiones aun no han salido las verdaderas razones por las que están envueltos en el proceso de mediación

Aun asi, creo que todas y cada una de las fases poseen una complejidad que solo puede ser abordada con mucha práctica

Ignacio Rodríguez Mena dijo...

Si bien es cierto que cada caso es único y, por lo tanto, no existe una respuesta universal a cómo abordarlos, hablar de fases comunes es muy interesante y útil. Coincido en las fases propuestas en este texto y considero que todas son imprescindibles para lograr la resolución del conflicto.
Me gusta mucho la frase que dice “pedimos a una persona que se ponga en el lugar de la otra”, ya que considero que es esencial para conseguir que las partes lleguen a un acuerdo.
Es muy importante que en la primera etapa se informe a los clientes de cómo se va a llevar a cabo el proceso y promover credibilidad. Desde mi punto de vista, la segunda etapa es la más complicada, ya que consiste en que las partes se reconozca. La tercera etapa equivale a la negociación en sí, donde se comienzan a tomar las primeras decisiones. Por último, la cuarta etapa es aquella en la que se llega al acuerdo.
Me parece muy interesante destacar que si llegamos a las cuarta etapa y vemos que no se han conseguido objetivos de etapas anteriores, podemos volver en otras sesiones para resolverlo.

Aarón Guerrero Murillo dijo...

El texto nos muestra una detallada descripción del proceso de mediación, ofreciendo un esquema organizado en cuatro etapas. Además, destaca la complejidad de la mediación y la frustración que puede surgir al buscar una guía concreta, ya que los pasos a seguir dependen del tipo de conflicto y las partes involucradas. Se expresa la importancia de la flexibilidad y la capacidad de retroceder a etapas anteriores si es necesario. Cada etapa tiene objetivos específicos, desde establecer la credibilidad del mediador hasta llegar a un acuerdo final que sea justo, equitativo, estable y duradero. El texto concluye con un llamado a los mediadores a considerar este esquema como una guía general en su práctica.

Alba Jiménez Herrero dijo...

Este texto aborda una cuestión fundamental en el ámbito de la mediación: ¿cómo se lleva a cabo este proceso? Se reflexiona sobre esta pregunta y ofrece su propia perspectiva y enfoque en cuanto a las etapas y pasos que considera importantes en la mediación. A continuación, analizo algunos aspectos destacados del texto:
- La pregunta inicial: El autor comienza planteando la pregunta clave que a menudo se hacen los aprendices de mediación: ¿cómo se hace la mediación? Este cuestionamiento refleja la curiosidad y la necesidad de comprender mejor el proceso de mediación.
- "Depende": El texto destaca la respuesta común a esta pregunta, que es "depende". Esto refleja la naturaleza altamente variable de los conflictos y la necesidad de adaptar el proceso de mediación a las circunstancias específicas de cada caso.
- Las fases de la mediación: El autor presenta un esquema de cuatro etapas clave en la mediación: la identificación del problema, el análisis y elección del ámbito de resolución, la negociación propiamente dicha y la toma de decisiones, y finalmente, la redacción del acuerdo. Cada una de estas etapas se describe en detalle, lo que proporciona una visión clara de lo que implica cada una.
- Importancia de la comunicación: A lo largo del texto, se destaca la importancia de la comunicación efectiva, el diálogo y la creación de un clima de respeto mutuo en el proceso de mediación. Estos elementos son esenciales para facilitar la resolución de conflictos.
- Enfasis en la participación activa de las partes: El autor enfatiza que las partes involucradas deben ser los artífices del acuerdo alcanzado en el proceso de mediación. El mediador actúa como un facilitador y garante del proceso, pero la toma de decisiones debe ser participativa y libre de presiones.
- Enfasis en la ética y la justicia: El texto subraya la importancia de que los acuerdos sean justos, equitativos, estables y duraderos. Esto resalta la responsabilidad ética del mediador en garantizar que los acuerdos sean beneficiosos y sostenibles para todas las partes involucradas.

En resumen, el autor ofrece una visión detallada y estructurada del proceso de mediación, enfocándose en la importancia de la comunicación, la participación activa de las partes y la ética en cada etapa. Este comentario de texto proporciona una valiosa perspectiva sobre cómo se puede abordar la mediación de manera efectiva.

María Piña dijo...

De las cuatro etapas en mediación, la que me parece más complicada es la segunda. Esta sesión tiene lugar después de la primera, donde nos han comentado el problema pero no se ha profundizado en él, por lo que en esta sesión los implicados aún están encerrados en sí mismos y en su opinión respecto al problema. Me parece muy difícil conseguir hacer que dos personas, las cuales están enfrentadas y tienen diferentes opiniones e intereses, se escuchen activamente y dialoguen buscando la cooperación. Como bien comenta en el post, en esta etapa debemos tratar de compatibilizar los intereses de los implicados, lo cual no es fácil de lograr.

Rafael García Guisasola dijo...

El artículo aborda de manera detallada los pasos y fases fundamentales de la mediación como un proceso para la resolución de conflictos. El autor expresa una preocupación común entre quienes se adentran en la mediación: la falta de una guía clara sobre cómo llevar a cabo este proceso. La pregunta recurrente de "¿Cómo se hace?" se plantea, y el autor reconoce que no existe una respuesta única debido a la diversidad de situaciones y conflictos a los que se enfrenta un mediador. Sin embargo, el artículo ofrece un esquema detallado de las etapas de la mediación, proporcionando una estructura y pautas útiles para guiar a los mediadores en su labor.

El esquema propuesto por el autor se divide en cuatro etapas clave, cada una con objetivos específicos y tareas concretas. Se enfatiza la importancia de construir credibilidad desde el principio, involucrar a las partes en la identificación del problema, fomentar el diálogo y la cooperación, y finalmente, llegar a acuerdos justos y duraderos. Además, se destaca la flexibilidad necesaria en el proceso, con la posibilidad de regresar a etapas anteriores si es necesario. En general, el artículo ofrece una visión completa y práctica de la mediación, proporcionando una guía valiosa para aquellos que deseen adentrarse en este campo o mejorar sus habilidades como mediadores.

reyes dijo...

Este post me ha parecido una valiosa reflexión sobre el proceso de la mediación. Como la pregunta de ¿Cómo se hace esto? Nos la preguntamos todos al empezar en este curso y ya nos hemos dado cuenta de que no tiene una respuesta.
Puesto que le sigue siempre la palabra ´´depende´´ al principio es bastante frustrante, porque viniendo de la rama de derecho en donde todo tiene un claro y señalado camino cuesta entender porque aquí no, si también estamos siguiendo un conflicto. Pero la frase que nos repite en clase ´´ Desaprender para aprender´´. No podemos tratar todos los conflictos iguales puesto que cada uno es único, la mediación por tanto requiere una adaptación constante tanto a las circunstancias como a las partes involucradas.
La propuesta de este esquema te abre las facilidades a la hora de organizarte en la mediación, desde identificar el problema hasta la resolución. Su énfasis en la construcción de la confianza con las partes desde un principio es fundamental, esencial para que estas se sientan cómodas y dispuestas a participar en el proceso.
Para terminar, su perspectiva de lo que es un buen acuerdo es perfecta puesto que la participación libre y sin coacción de las partes, junto con los cambios positivos y un seguimiento adecuado, son indicadores clave de éxito en la mediación.
Su comentario es una visión estructurada del proceso de mediación, que es de gran utilidad para aquellos que buscan aplicar esta herramienta de resolución de conflictos.
María Dolores Sánchez Zamora.

Pablo Aguilera dijo...

En este texto nos encontramos ante una reflexión sobre la naturaleza de la mediación y los desafíos que enfrentan los mediadores al intentar guiar a las partes en un conflicto. Para ello se plantea la pregunta de: ¿cómo se hace realmente la mediación?, por lo general para responder a esta pregunta habría que decir "depende" ya que los cada conflicto es distinto.
Se presenta un esquema de cuatro etapas para la mediación, destacando la importancia de establecer credibilidad desde el principio, identificar los intereses de cada parte, promover el diálogo, la cooperación y el compromiso, y finalmente, realizar acuerdos justos y duraderos.
La última etapa se centra en la redacción de acuerdos y la importancia de que estos sean justos, equitativos y duraderos. El autor resalta que un buen acuerdo se alcanza cuando se promueven cambios positivos y las partes participan libremente sin presiones externas.
Por tanto, para finalizar, podemos decir que el texto ofrece una visión clara de cómo abordar la mediación, destacando la importancia de adaptarse a las necesidades específicas de cada conflicto y mantener un enfoque centrado en la resolución.

PAULA COCA dijo...

En este post, podemos profundizar sobre lo que hemos aprendido durante esta semana en la clase de mediación, donde se tratan los procesos y pasos a seguir en toda mediación. Esto puede parecer que se desarrolla de forma general y no específicamente en el conflicto o problema de nuestros clientes, pero si te paras a observar cualquier mediación detalladamente se pueden ver reflejados cada uno de estos pasos. Por ello, considero que la representación de esta información en el esquema proporcionado por el autor es muy relevante e importante para llevar a cabo cualquier mediación.

En efecto, respondiendo a la pregunta de que etapa me parece más difícil de llevar a cabo, podría decir que me encuentro dudando entre la segunda y tercera etapa ya que me parecen las dos momentos muy relevantes en toda intervención. Asimismo, podría decir que entre estas puedo enfocarme y darle mas significación a la primera mencionada ya que en esta tienes que profundizar en la opinion de cada sujeto y elegir cuales van a ser las estrategias a emplear para conseguir los objetivos finales acordados entre el mediador y los clientes, teniendo en cuenta los sentimientos de cada uno de ellos y el traspaso del tema que realmente genera una diferencia de perspectivas.

Lorena Gómez Montoro dijo...

Personalmente, aquello que considero más difícil en la mediación, corresponde a la 2ª etapa. Creo que aquí comenzaría realmente el proceso. Veo dificultad en que las partes enfrentadas puedan llegar a reconocerse y cooperar si sus puntos de vista son totalmente contrapuestos; veo aún más difícil que el mediador pueda conseguirlo si no hay colaboración. Es difícil escucharse y entender al otro cuando no se está de acuerdo y menos, en un proceso en el que cada persona está dispuesta a conseguir lo que quiere en base a sus intereses. Por consiguiente buscar opciones que beneficien a ambas partes es complicado.

Hay que tener especial cuidado en dar a cada persona el lugar que merece, pues puede no sentirse escuchada o valorada, se pueden minimizar sus emociones o la importancia de sus sentimientos…Es trabajoso poder llegar a ese punto.

Creo que el éxito de esta etapa es determinante para facilitar la posterior.

Beatriz Flores San Román dijo...

Me atrevería a decir que para mi la etapa más complicada me resulta la tercera. En esta a nivel personal como estudiante es donde encuentro más carencia por esa falta de perspectiva legal. Al fin y al cabo aunque los casos que nos lleguen pueden ser de distinta índole no podemos negar que la mediación es una herramienta a la que se acude para evitar el paso por los juzgados, por lo que hay que tener cierto conocimiento sobre este ámbito.
También como profesional me parece una etapa en la que se necesita no solo conocimiento también seguridad sobre las decisiones tomadas en las fases anteriores. Aunque, la considero la fase más interesante al tener que manejar diferentes elementos hasta encontrar aquellos más atractivos para los clientes.

Diego dijo...


Personalmente, lo que veo más difícil de todo el proceso de la mediación es la tercera etapa, puesto que es la etapa en la que se deben tomar las decisiones para llegar a un acuerdo que ambas partes queden satisfechas. En muchas ocasiones, las posturas de las partes son muy contrarias y llegar a un acuerdo en el cual todas las partes estén de acuerdo es realmente complicado. Por tanto, considero que lo más dificil es llegar a conseguir un acuerdo justo, equitativo, duradero y estable.

Diego dijo...


Personalmente, lo que veo más difícil de todo el proceso de la mediación es la tercera etapa, puesto que es la etapa en la que se deben tomar las decisiones para llegar a un acuerdo que ambas partes queden satisfechas. En muchas ocasiones, las posturas de las partes son muy contrarias y llegar a un acuerdo en el cual todas las partes estén de acuerdo es realmente complicado. Por tanto, considero que lo más difícil es llegar a conseguir un acuerdo justo, equitativo, duradero y estable.

Jimena Sánchez Marín dijo...

Tras la lectura de este post he sacado en claro que a pesar de que haya que seguir unos pasos o un protocolo para la mediación y resolución de conflictos, es importante saber que cada caso va a ser totalmente distinto dado que se tratará de situaciones diferentes con personas diferentes cada vez y no se puede resolver todos de la misma manera. Siempre va a depender de la actitud que presenta cada parte implicada y por supuesto del conflicto que se presenta. En cuanto a las fases que se deberían cubrir durante la mediación, creo que la 2º etapa es es la más complicada de realizar para los clientes ya que se trata de reconocer la postura del otro aunque estos no cambien de opinión. Es por tanto difícil para el mediador conseguir tal objetivo debido a que normalmente las partes no suelen escucharse, no quieren entender la posición del otro y se centran nada más en lo que ellos mismos quieren. Por ello, el papel del mediador es crucial ya que debe hacer que ambos se comuniquen con respeto y empatía, lo cual en un conflicto es muy complicado dado que cada uno tiene sus propios intereses.
Esta guía ofrece una amplia y completa visión sobre la mediación que tanto mediadores profesionales como futuros mediadores pueden utilizar para orientarse.

María Abad Delgado dijo...

La segunda etapa es, a mi parecer, aquella que conlleva una mayor complejidad y dificultad estructural. La necesidad de conseguir que partes que inicialmente no se respetan ni escuchan, terminen por alcanzar una posición en la que comprendan a la otra parte y se pongan en su lugar.
Pienso que es arduo mantener una posición de tranquilidad, asertividad y comprensión cuando las partes no se están respetando. Además de la creación de un buen clima en el que destaque el respeto y diálogo (no discusión) entre personas que no quieren tener ningún vínculo (en los peores casos).
Cabe destacar también la facilidad de caer en el error de no ser neutral o de juzgar alguno de los temas que se abordan cuando son conflictivos.
Resumidamente, me parece compleja la forma de manejar una situación de conflicto en la que los implicados no se respetan y transformar esto en un ambiente de diálogo y comprensión.

Paula Ruiz dijo...

Me gustaría comenzar el comentario haciendo referencia a la explicación de qué se considera un buen acuerdo, siendo este aquel que promueve cambios positivos a través de la participación activa y libre de las partes, y que incluye la cualidad de justos, equitativos, estables y duraderos. Siguiendo, esta entrada me parece un buen resumen de lo necesario para alcanzar el objetivo final de la mediación, que no es otro que obtener un buen acuerdo y, por ende, el bienestar de las partes.
En relación con lo anterior, me parece conveniente resaltar la existencia de las cuatro etapas de un buen proceso mediador, así como la necesidad por cada una de ellas, retrocediendo en el caso de que no se alcance lo esperado dentro de cada una. En primer lugar, es necesario que en la primera etapa consigamos, como mediadores, proyectar credibilidad y confianza, ya que eso puede ser determinante en cuanto a la implicación de las partes. Es decir, no es lo mismo meterte en un proceso en el que el profesional no te transmite confianza a meterte en uno donde estás convencida de que vais a llegar a un acuerdo. En este punto, podríamos hablar de que aumentaríamos las expectativas de éxito de las partes de forma indirecta y, con ello, la autoeficacia, que supone un aumento indirecto de la posibilidad de alcanzar un acuerdo con más facilidad. Asimismo, es necesario que identifiquemos el problema de forma clara para poder pasar a la segunda etapa. En segundo lugar, la segunda etapa requiere que, una vez situado el problema, tengamos en cuenta las necesidades e intereses de las partes, expresadas mediante diálogo de forma asertiva, para poder orientar mejor los objetivos en la tercera etapa. Asimismo, cabe destacar la importancia de prestar atención al lenguaje no verbal, que puede revelar muchos aspectos que atañen al proceso de acuerdo, por ejemplo la expresión implícita de desacuerdo con los objetivos planteados para el acuerdo. Por ello, es necesario que tengamos en cuenta todo lo que nos rodea, pero sin dejarnos colonizar ni realizando un avasallamiento de preguntas. En tercer lugar, una vez claro todo lo anterior, pasamos a la tercera etapa, donde se trabaja la técnica seleccionada para realizar una buena negociación. En esta etapa, es igual de importante observar el lenguaje no verbal. Por último, la cuarta etapa sería el final del proceso que no sería otra que revisar la legalidad del acuerdo y los requisitos mencionados anteriormente.
Finalmente, a modo de opinión personal, me ha parecido muy útil porque es una miniguía de lo indispensable en un proceso de mediación. Además, no deja de ser un círculo en el que todas las disciplinas se relacionan. En este caso, he conseguido relacionar mis disciplinas, psicología y criminología, en este proceso, cada una desde su punto de vista y filosofía.

Cristina Maíllo Martín dijo...

El proceso de mediación debe ser flexible y adaptarse a cada caso y situación, pero, a pesar de ello, se puede resumir en 4 etapas principales.
La primera etapa es cuando descubrimos cual es el conflicto, si éste es mediable o no, y si yo soy un mediador adecuado para este caso concreto. Además, en esta etapa debemos asegurarnos de que las partes mediadas saben que es la mediación y como se deben comportar ante ella. Para indagar sobre el conocimiento de la mediación, el mediador puede hacer preguntas como “¿Cómo crees que te puedo ayudar?”, haciendo entender que ellos son los protagonistas y los que deben llegar a un acuerdo voluntario.
La segunda etapa suele tratarse de una sesión exploratoria donde las partes mediadas cruzan información para poder así reconstruir la relación. Aquí se descubre cual es la clave de lo ocurrido y los verdaderos intereses de cada uno. Además, esta es el momento de utilizar técnicas (caucus, agenda, paráfrasis…)
La lluvia de ideas para llegar a un acuerdo se realiza en la tercera etapa, donde se tratarán los temas que los mediados han considerado como importantes. Llegando así a un acuerdo conjunto y en el que ambas partes de sienten involucradas y acogidas.
En la ultima y cuarta etapa se debe firmar un contrato de acuerdo, en el cual las partes detallen un plan de acción y un seguimiento de la implementación realizada por el mediador.
Tras resumir y hablar un poco de cada etapa, personalmente la etapa que considero más compleja es la segunda, ya que a veces es difícil hacer que dos personas se respeten y comprendan cuando no comparten la misma idea. Para mí, este punto es clave para poder llegar a un acuerdo conjunto, equitativo y duradero.

Marina dijo...

Si hay algo que caracteriza al alumno en formación es la desmesurada cantidad de dudas que inundan su cabeza constantemente. Y como tal, esta profesión no iba a ser menos. El querer saber cómo abordar los problemas de las partes enfrentadas, el pretender tenerlo todo estructurado bajo una ‘guía’ que recoja cada paso que debe darse… Por este motivo, se agradece este tipo de post para tener una guía general de lo que es dicho proceso, aunque obviamente, como todo en la vida, hay muchos factores que ‘alteran’ el resultado final.

En cuanto a la 1º etapa, lo que más dificultad considero que pueda tener es el hecho de crear un espacio de plena confianza, dónde no solo es una persona la que tiene que depositar esa seguridad y esperanza en el profesional, sino dos, por lo que es imprescindible contar con las habilidades necesarias para llevar a cabo este paso de la forma más exitosa posible. Además, otra característica primordial en esta y todas las etapas que pienso que puede dificultar el desarrollo del proceso de mediación, es la habilidad de la imparcialidad hacia ambas partes si esta no se hace de forma correcta, puesto que la vida nos posiciona constantemente y hay que estar preparado para mantenerse neutral sin defender ninguna de las partes.

Respecto a la 2º etapa, considero que lo fundamental y, a su vez, lo más complicado de alcanzar, es el reconocimiento y entendimiento de ambos, ya que depende de muchos factores que se nos ‘escapan de las manos’, como son la influencia social, si alguna de las partes mantiene una actitud más reticente a la hora de llegar a algún acuerdo, el contexto en el que se encuentran, entre otros muchos. Así pues, lo más acertado es utilizar el cruce de información para que ellos mismos intenten ponerse en la posición del otro y, con ello, ser capaces de sentir y experimentar las sensaciones, emociones y sentimientos que viven ambas partes.

La 3º fase, desde mi punto de vista, pienso que es la más complicada de llevar a cabo y explico esto a continuación: si comparamos esta tercera etapa con aquellos atletas que practican la prueba de ‘salto de longitud’, las fases anteriores corresponderían con el impulso inicial y la gran velocidad que estos deportistas deben alcanzar en un tramo corto de superficie. Sin embargo, una vez llegados a esta fase, la cual también es conocida como ‘fase de vuelo’, el atleta salta lo más alto que pueda para recorrer todos los metros posibles a través del aire, se lanza al vacío sin saber a qué altura caerá. Aquí es donde está la clave, el mediador se lanza a tomar sus primeras decisiones sin saber si estas serán las acertadas al 100%. Además, el uso de clarificaciones, estar pendientes de la comunicación verbal y no verbal, conducen a una atención plena en el proceso de mediación.

Sobre la 4º fase, lo que más controversia considero que podría generar es la dificultad de llegar a esta etapa en sí misma, puesto que solo si se han conseguido los objetivos establecidos anteriormente se podrá lograr el ejercicio final del proceso de mediación, cumpliendo siempre que estos sean justos, equitativos, estables y duraderos para ambas partes.

Marina Gallardo Pérez.

María Pulgarin dijo...

Lo que se ha propuesto en su esquema parece ser un proceso de mediación muy bien estructurado en cuatro etapas. Cada etapa tiene sus objetivos y actividades específicas, lo que es fundamental para guiar a las partes en conflicto hacia una resolución efectiva. Lo que más me ha llamado la atención ha sido cómo cada paso y estrategia empleada varía y depende del caso en el que nos encontremos por lo que bajo mi punto de vista esto dificulta esta profesión ya que es necesario tener una gran formación y tener muy claro el cómo se quiere trabajar para llegar a los objetivos planteados.  Respecto a las cuatro etapas, sin duda la que más compleja considero es la segunda puesto que las ideas contrapuestas aparecen con mayor claridad y es dónde los clientes luchan por defender su postura por lo cual genera aun clima conflictivo, aunque en otros casos esto no puedo ocurrir, ya que en este momento no ven otro tipo de alternativas y perspectivas. Por ello, en los casos que se genera dicho clima considero que crear una relación asertiva entre las partes y de esta forma conseguir un clima cálido es el objetivo del mediador por lo que su figura es clave para conseguir la comunicación activa entre los clientes y de esta forma poder seguir con el proceso. Por ello, la mayor dificultad que puede darse en una mediación, sería el concepto de “Desaprender para aprender” el cual trabajamos en clase día a día. Para añadir, tras leer este post refiero que en ocasiones, el ser humano tiende a realizar numerosas preguntas y en consecuencia, dejarnos sesgar por las respuestas a las mismas por ello esto considero que es algo bastante complicado puesto que es algo que el ser humano tiene interiorizado y los sesgos son inherentes a ello por lo que no dejarse guiar por los mismos facilita una mayor comprensión y validación de los pensamientos y emociones de las partes involucradas independientemente de si  el mediador está de acuerdo o no, es decir, su neutralidad e imparcialidad en dicho proceso debe ser crucial.  Para acabar, me gustaría comentar lo útil que me ha parecido el gráfico adjuntado en este post puesto que es una buena herramienta para practicar y aprender el transcurso de un proceso de mediación.

ROCIO JIMENEZ VALLE dijo...

Una vez leído el texto pienso que la etapa más difícil de la mediación puede variar según la situación y las partes involucradas, pero es probable que la segunda etapa sea particularmente desafiante, aunque pueda parecer la más fácil. En esta etapa, se trata de ayudar a las partes a reconocerse mutuamente, a pesar de sus diferencias, y a trabajar juntas para buscar soluciones. Esto implica gestionar las emociones, crear un ambiente de respeto mutuo y fomentar el diálogo, la cooperación y el compromiso. La redefinición de posturas es fundamental para avanzar hacia la resolución del conflicto.
La mediación es un proceso altamente dinámico y personalizado, lo que hace que cada caso sea único y requiera enfoques adaptados. La habilidad del mediador para guiar a las partes a través de estas etapas y facilitar un acuerdo justo y duradero es esencial. La mediación es, en definitiva, una combinación de habilidades de comunicación, empatía, resolución de conflictos y conocimiento del proceso, lo que la convierte en un desafío apasionante y enriquecedor para quienes optan por seguir esta profesión.

Laura Maestri dijo...

Después de leer este post en mi opinión, la 2 fase es la más complicada ya que, en la primera se sientan las bases es más que nada aportarles información de como va a ser y enterarte del problema, en la tercera fase ya se va viendo las alternativas que se pueden llevar a cabo y la toma de decisiones en la 4 se procede al acuerdo.
No obstante en la 2 etapa, tenemos que conseguir que esas personas que están enfrentadas, las cuales no han conseguido ponerse de acuerdo ellos solos, se escuchen y quieran entender al otro aunque no compartan sus mismos pensamientos. Partiendo de la base de que como futuros mediadores debemos de hacerlo sin juzgar, posicionarse...
En definitiva, la mediación es un proceso complicado en el que siempre figurará la palabra "depende".

Almudena Calderón dijo...

Los pasos de la mediación dependerán de la mediación que se pretenda realizar, ya que cada una tiene unas características determinadas y particulares. Destaca la necesidad de personalizar cada una de estas partes a los intereses que salgan a lo largo de las conversaciones y así adaptar las técnicas a ellos.
A mi parecer, las partes son un esquema principal y general que luego hay que adaptar para que los mediados se sientan comprendidos y atendidos desde la escucha activa, el respeto y la asertividad.
Todas las etapas me parecen importantes y con su grado de dificultad, sin embargo, la segunda etapa llama mi atención sobre manera, ya que es en ella donde hay que lograr que las partes se entiendan y se escuchen, que salgan de su esquina y postura en el conflicto y puedan mirar la horizonte, mas allá del dolor propio.

Carlota Gutiérez Limón dijo...

De esta publicación me quedo con la importancia que tiene establecer un proceso estructurado, que te guíe en la mediación para evitar cualquier tipo de frustración por no encontrar un enfoque claro.

Se cuenta como el esquema de mediación está dividido en cuatro etapas. Todas son indispensables en el proceso, aunque la que más me ha llamado la atención es la segunda etapa, porque es cuando realmente las partes se paran a hablar y a escucharse, planteándose términos que anteriormente no habían salido e incluso se conoce al otro en profundidad. La tercera etapa también es clave y representativa del concepto de mediación: encontrar una decisión que acepten todas las partes y que se adapte a las necesidades.

Es importantísimo que el mediador sea consciente de cuándo se puede cambiar de etapa y cuando se debe permanecer más tiempo enfocándose en una de las fases para que el proceso sea efectivo.

Carlota Gutiérrez Limón

Josemi dijo...

Bajo mi punto de vista, lo más complicado de la primera etapa es inspirar confianza a la parte que no ha solicitado la mediación, pues de su confianza y buena fe dependerá en gran medida la posibilidad de mediar el conflicto.

En la segunda etapa, resaltaría la dificultad de saber identificar si alguna de las partes "oculta" algo, es decir, si notamos que no está expresando todo lo que debería, pues si entendemos que es así, deberíamos solicitar sesiones individuales para que, en un entorno más íntimo, expresen todo lo que en las sesiones conjuntas no han comentado por falta de confianza, comodidad, etc.

Respecto a la tercera sesión, creo que lo más difícil es "guiar" la resolución del conflicto hacia la estrategia que hemos planteado tras las primeras etapas, pues no podemos perder de vista que son las propias partes las que han de llegar a un acuerdo y, al igual que no nos debemos dejar colonizar por ninguna de ellas, tampoco nosotros podemos colonizar la resolución del conflicto.

Por último, respecto a la etapa final, diría que lo más complicado es conseguir alcanzar acuerdos que sean duraderos, pues para ello no podemos dejar ningún aspecto sin tratar ni ningún cabo suelto, pues basta que un asunto dentro del conflicto general no sea tratado adecuadamente para que el acuerdo global se venga abajo.

Marta Pérez Nieto dijo...

Tras la lectura de este texto y reflexionar sobre las 4 etapas a seguir en mediación he de decir que, en la primera, creo que lo más difícil en el papel del mediador es ofrecer esa confianza al cliente para que quiera seguir con el proceso, puesto que es uno de los puntos más importante para avanzar en el conflicto. Si el cliente no cree en el mediador, será muy complicado que se alcance un acuerdo. En cuanto a la segunda etapa, lo más complicado para mí sería lograr que las partes se reconozcan. Si no conseguimos un reconocimiento por ambas partes sería muy complicado buscar soluciones, lo que el proceso de mediación sería largo y difícilmente exitoso. En la tercera etapa creo que la mayor dificultad sería captar todo aquello que se dice de manera no verbal puesto que para ello, debes tener mucha información y formación sobre qué quiere decir cada cosa, además de estar muy atentos para que no se nos escape nada ya que hay muchas cosas que no se dicen verbalmente y pueden ser clave en el proceso. Por último, en la cuarta etapa lo más complicado sería entrar en dicha etapa habiendo identificado con certeza si los objetivos de etapas anteriores se han complido correctamente para que el acuerdo se lleve a cabo de la manera más eficaz posible.

Sara Contreras Reina dijo...

Este post presenta una exhaustiva y meticulosa exposición de las distintas fases de un proceso de mediación, ofreciendo una guía completa sobre cómo encarar conflictos desde el papel de mediador. Se enfatiza la crucial importancia de establecer una comunicación eficaz, fomentar el diálogo y fomentar la colaboración entre las partes en disputa, con el objetivo de alcanzar acuerdos justos y sostenibles.
Asimismo, la descripción de las cuatro etapas del proceso, acompañada de valiosos consejos para enfrentar posibles obstáculos, proporciona una visión esclarecedora para quienes buscan comprender y aplicar la mediación de manera efectiva en situaciones de conflicto.

Patricia Arévalo Jiménez dijo...

Creo que para mí la segunda etapa es la más compleja de todas. Ya que al hacer el roleplay de mediadora en clase puedo asegurar que es muy complejo generar un clima de compromiso y de respeto cuando dos personas se encuentran en posiciones totalmente polarizadas la una respecto a la otra (u otras), ya que cuando las dos partes quieren cosas contrarias es muy difícil que puedan cruzar la información entre si y tratar de ser empáticas con la otra parte con el fin de llegar a un acuerdo mutuo (trabajo para el que están los mediadores)

Lucía Castro Martínez dijo...

En consonancia a la pregunta que usted plantea, y con el conocimiento que he ido adquiriendo durante la asignatura y sus clases, puedo decir que personalmente, la etapa que considero más compleja es la segunda. En esta, a diferencia de las demás, aborda la comprensión del conflicto desde una perspectiva más profunda. Esto implica trabajar con las emociones de las partes, crear un ambiente de respeto mutuo y fomentar la cooperación. También es crucial para la redefinición de posturas y la búsqueda de soluciones. Sin embargo, considero que todas las etapas son cruciales ya que cada una presenta desafíos únicos, dependiendo del conflicto y las personas involucradas.

Eva García Ruiz dijo...

Para empezar, me ha resultado muy interesante el post. Primeramente, me gustaría destacar la importancia de adaptar las etapas y el proceso de mediación en función del conflicto o actitud de las partes implicadas. Además, respondiendo a la pregunta planteada, creo que una de las partes más difíciles es el primer contacto con las personas implicadas en el conflicto, saber cómo formular y tratar el conflicto de un modo inclusivo, duradero y que incorpore los aspectos fundamentales para cada una de las partes.

Por otro lado, también creo que puede ser difícil la segunda etapa, ya que si el conflicto es grave e intenso, puede haber dificultades a la hora de que las partes implicadas reconozcan los diferentes puntos de vista para poder buscar posibles opciones. Esto también puede concluir en falta de objetividad, ya que el ser humano es un ser subjetivo y en ocasiones es difícil ser lo más objetivos posibles, aspecto que considero muy importante en esta etapa.

Sofía Meroño dijo...

En este artículo hablamos de las diferentes etapas y procesos a la hora de realizar la mediación. Aunque hemos aprendido, que depende del conflicto, de la actitud de las partes, del número de personas implicadas, podríamos hablar en líneas generales de 4 etapas.
Un pequeño resumen de las cuatro etapas sería, la primera en la que informamos en qué consiste la mediación, si este conflicto lo podemos mediar, qué es lo que le ocurren a las partes… En la segunda etapa, a mí me resulta la más complicada, ya que al saber su problema y por qué están allí, profundizamos en las partes, y tenemos que conseguir que se reconozcan, aunque no comportan los diferentes puntos de vista. Creo que es la más complicada, porque hay que conseguir lo explicado anteriormente, se exponen sentimientos, y hay que conseguir diálogo, cooperación y compromiso. La tercera etapa, se refleja la estrategia que hay que seguir, la negociación y la toma de decisiones. Con ayuda de las técnicas y habilidades que adquirimos, vemos los diferentes intereses de cada parte, creamos una estrategia y podemos empezar a tomar las primeras decisiones. Y la última etapa, la cuarta, en esta etapa se da lugar a la redacción de los acuerdos, deben de ser justos, equitativos, estables y duraderos.
En todas las etapas, el mediador tiene que ser consciente de si pasa a la siguiente fase o se queda en esa o vuelve a la anterior, porque no se hayan conseguidos los objetivos. Además, hay que tener en cuenta que se pueden dar lugar a dificultades que hagan que no se termine de completar las etapas.

Sara García Rivilla dijo...

Sobre las etapas del proceso de mediación, pienso que la más difícil es la segunda etapa. Es una fase en la que las personas deben reconocerse, y pienso que esto es difícil porque dejar el orgullo de lado después de un conflicto que en su momento parecía casi imposible de resolver, es muy complicado. Una de las razones por las que pienso esto, es porque el orgullo suele ser muchas veces lo que inicia los problemas, aunque no sea la razón principal, influye mucho en la forma que tienen las personas de comunicarse. Una vez que se consigue dejar el orgullo de lado, es mucho más fácil trabajar, y la capacidad de comunicar del mediador debe ser clave en esta etapa.
También me llamó la atención la reflexión acerca de cómo el mediador debe seguir estas fases, pero al mismo tiempo cada proceso de mediación debe ser individualizado y por tanto, completamente diferente. Cada cliente que acude a un proceso de mediación no sólo trae unos problemas distintos, sino unas características personales diferentes. Es esto lo que hace que cada proceso, aunque siga unas fases, acabe siendo completamente distinto.

María Castro Santisteban dijo...

A mi parecer todas las partes poseen su complejidad, en primer lugar en la etapa 1 observamos como se debe de rebajar tensiones, cosa que muchas veces es muy complicado de realizar, teniendo en ocasiones que dejar un periodo de reflexión para que ambas partes puedan controlar y regular sus emociones. Las emociones, sobre todo el enfado y la tristeza, son emociones complejas de abordar, en ocasiones son emociones que nunca dejaran de estar durante el proceso de mediación, incluso tras finalizado este, por lo que veo muy complicado lograr rebajar emociones. En la segunda etapa veo como dificultad el acercar posturas y hacer que se vean entre sí, debido a las emociones que he comentado, que interfieren con gran fuerza en la resolución de los conflictos. En cuanto las últimas etapas veo realmente vital lograr un acuerdo estable en el que no interfieran los recelos y la tristeza y que este se mantenga y revise. Una vez ambas personas se escuchan y entienden el acuerdo es más accesible, lo que veo más difícil es mantener este en el tiempo, ya que los sentimientos pueden volver y verse influidos en las decisiones de las partes involucradas.

pilar dijo...

En primer lugar, creo que debemos prestar atención al principio del post, donde encontramos la frase: "al cabo de muchos años, me atrevo a escribirte diciendo cuáles son para mi los pasos a seguir". La clave está en "al cabo de muchos años"; es decir, esta no es una disciplina de ciencia exacta, lo cual la hace mucho más complicada. Aquí no siempre funciona un mismo proceder, cada caso es un mundo, se comporta de forma distinta. Sin embargo, gracias a la experiencia, don Javier ha conseguido aunar ese "depende" en una serie de pasos que comentaré a continuación.

Comienza con una definición de la mediación y sus objetivos, que no son más ni menos que conseguir hacer una buena formulación del conflicto, teniendo en cuenta a ambas partes e intentando que se pongan ambos en el lugar del otro, para tras esto, proponer una historia alternativa y coherente con las partes. Ahora bien, para llegar a esto, debemos desarrollar lo siguiente.

Dado que en esta disciplina se trabaja con personas, lo primero es humanizar el proceso, acercándonos a las personas, viendo las posibilidades de resolución que tiene el conflicto, dar credibilidad, etc. Así como explicar la parte más profesional del proceso, recogido en el contrato de inicio.

En segundo lugar, debemos conseguir que, a pesar de no estar de acuerdo, una parte reconozca a la otra y viceversa. Creando así un clima de respeto mutuo en el que se pueda trabajar. Y esto nos servirá de colchón para la tercera etapa, construir la estrategia, la negociación y la toma de decisiones (las cuales podemos llevar a cabo o escritas en papel o mediante palabra, contando con el "honor de la palabra dada").

Y llegamos al final, si es que hemos cumplido los objetivos propuestos anteriormente. Es interesante utilizar aquí la palabra "hemos", pero como se recuerda en el post, hay que tener en cuenta que el acuerdo de la realización de los objetivos se hace entre las partes, pero nosotros mismos firmamos también garantizando que ambas partes se han comprometido libremente a llevar a cabo dicho acuerdo.

Hay algo muy curioso en todo esto, y es que las etapas no son un simple manual que hay que seguir. Sino que, más bien son una guía, dado que puede ser que, a pesar de una buena realización, se pueda llegar por diferentes motivos a la etapa cuatro. Es decir, "depende" del caso.

Miguel Ángel Ruiz Cerezo dijo...

¿Cómo se hace? Es la pregunta que ronda por la cabeza de aquellas personas que se inician en el mundo de la mediación. La respuesta más acertada es "depende", ya que el proceso de mediación puede variar según el conflicto, el número de partes que se encuentran implicadas y otras variables. Es por ello, por lo que no existe una serie de pautas predefinidas que dicten cómo llevar un proceso de mediación.
Como se expresa en el texto, el autor presenta un esquema compuesto por cuatro etapas; la primera de ellas se centra en establecer la credibilidad y evaluar si la mediación es el proceso idóneo para resolver el conflicto. La segunda etapa, busca que las partes reconozcan el problema. La tercera etapa, se enfoca en la estrategia, la negociación y la toma de decisiones, donde se descompone el conflicto para poder trabajar en él. Y la última etapa, implica la legalidad de los acuerdos y la redacción de los mismos.
En resumen, cada proceso de mediación es único, no se pueden realizar de la misma forma. Cada proceso depende de múltiples variables, las cuales se tienen que dar, para dirigir de una forma u otra el camino de la mediación.

Cristina Risco Gómez dijo...

Para mí, la palabra ¨depende¨ es una puerta que te deja entrar y explorar en tus propias ideas y capacidades para poder abordar de una forma u otra un conflicto en mediación.
Es algo primordial lo que resalta el texto cuando nos habla de determinar los intereses de las partes y formular el conflicto correctamente y de forma inclusiva, pues nos da claves para poder llevarlo a cabo de una forma eficaz, además de unas fases que son muy interesantes de seguir para el mismo objetivo.
Según nos plasma el autor, la segunda etapa se trata de la más difícil de llevar a cabo, ya que en dicha fase las partes están cegadas con sus versiones, firme en sus posiciones y pensando egoístamente en sus necesidades e intereses, por lo que en esta etapa la comprensión y empatía entre partes se ve gravemente alterada. En este punto, el mediador deberá de actuar e intentar conseguir moldear la situación y crear un clima que pueda fomentar que las partes quieran tener una actitud favorable y cooperativa, poder comprenderse entre ellos o, por lo menos, ponerse en el lugar del otro, para así poder llegar a un acuerdo o punto en común.
Llegados a este punto, es importante tener en cuenta los sentimientos y emociones de las partes sin caer en la tentación de posicionarse en un lado u otro, ya que debemos de ser lo más neutrales e imparciales posibles.
En resumen, la mediación posicionada en la segunda etapa es algo complicado de llevar a cabo teniendo en cuenta todos los factores que aparecen en la sesión, que no hay que pasar por alto, además de tener fijada una estrategia para conseguir nuestro claro objetivo que es el acuerdo (parcial o total).

Gema Sillero dijo...


Para comprender la mediación tenemos que hacernos siempre esta pregunta, ¿Cómo se lleva a cabo? Aunque la respuesta sea, depende, es necesario saber las estrategias y etapas que conllevan, ya que varían según el conflicto y las personas involucradas en el asunto.

Aquí podemos observar cuatro etapas, muy completas, donde la primera etapa se centra en establecer credibilidad y enseñar a las partes sobre el proceso de mediación. Se identifican los hechos del conflicto y se establecen detalles como los honorarios y el calendario en un "Contrato de Inicio". En la segunda etapa, el objetivo es que las partes reconozcan sus diferencias y redefinan sus posturas. Se fomenta el diálogo, la cooperación y el compromiso. Se evitan errores como la colonización de las partes, el interrogatorio excesivo y el juicio de temas importantes para las partes. En la tercera etapa, se trabaja en la estrategia a seguir, la negociación y la toma de decisiones. Se abordan los intereses de cada parte y se reformulan los matices del conflicto. Es muy importante destacar la importancia de la observación del lenguaje no verbal. Por último, en la cuarta etapa, se evalúa la legalidad de los posibles acuerdos y se redactan los acuerdos totales o parciales. El mediador es un garante de lo acordado y se enfatiza que los acuerdos deben ser justos, equitativos, estables y duraderos. Para ello, es muy importante ser creativos, y hasta lo más absurdo e ilógico puede servir para que ambas partes lleguen a un acuerdo.

Para que un buen acuerdo se lleve acabo, tenemos que lograr la promoción de cambios positivos, la participación libre sin coacción, su implementación y revisión adecuada.

Como futuros mediadores, tenemos que tener en cuenta nuestras limitaciones, las necesidades de las partes implicadas y si es apropiado avanzar o retroceder en las etapas, para así poder llevar un cierre del proceso completo y acorde con las necesidades que no están cubiertas.

Desde mi punto de vista, puede que la segunda etapa sea para mí la más complicada, ya que pueden salir temas o actos no adecuados a la situación. Por tanto, requiere de esfuerzo y aprendizaje para poder guiar a las partes, saber qué decir en cada momento, validar las emociones de cada persona, y sobre todo, comprender y entenderlas. En cambio, en la última etapa, el dar alternativas y soluciones, puede que sea la más divertida, ya que las partes implicadas han 'hecho las paces', se entienden y trabajan juntas para buscar una solución.

Sofía Vázquez Lanas dijo...

La mediación atraviesa varias etapas que se hacen complejas, pues todo depende de la actitud de los clientes. En la primera etapa establecer confianza y educar a las partes es clave, pero puede ser difícil debido a las emociones y malentendidos de las partes, pues existen casos de tensión máxima que hacen que la situación sea complicada. La segunda etapa se basa en identificar y redefinir los problemas e implica manejar las emociones y fomentar la comunicación de las partes. En la tercera fase, en la fase de negociación, las diferencias y resistencias pueden complicar las cosas, y llegar a acuerdos justos es difícil pero se puede. Finalmente los mediadores deben tener habilidades excepcionales en la gestión del conflicto y mostrar empatía para adaptarse a las necesidades de las partes. Es por eso que llegamos a la conclusión de que la mediación es un proceso complejo que requiere habilidades interpersonales y una comprensión profunda de la psicología humana para ser efectiva.

Noelia Jiménez Báñez dijo...


El texto presenta un enfoque estructurado y detallado sobre el proceso de mediación, brindando una visión clara de las etapas y objetivos que los mediadores deben seguir. Se destaca la importancia de promover la confianza, el diálogo, la cooperación y el compromiso entre las partes en conflicto. Se enfatiza la necesidad de una estrategia de negociación sólida y se resalta el papel del mediador como guía y garante de acuerdos justos, equitativos, estables y duraderos. Este enfoque proporciona una guía útil para los mediadores en formación y establece una base sólida para un proceso de mediación exitoso.

Marta IGLESIAS CABANES dijo...

El perfil de esta profesión de la mediación genera muchas preguntas como pueden ser que como se hace la mediación, los pasos que se siguen o si hay un protocolo a seguir. La respuesta es que depende del conflicto en el que te encuentres, de las partes que la forman y la actitud que tengan, todo depende.
Existen unas fases que se deben de abordar en toda mediación, primeramente hay que mostrar credibilidad a nuestro trabajo, se da un contrato de inicio; la segunda fase seria profundizar en el problema y poder que las dos partes puedan llegar a un acuerdo, se da una redefinición de las posturas encontradas; como tercera fase se toma la decisión, se muestra la estrategia que usaremos y la negociación en si de ambas partes; por ultimo la cuarta fase se cuestionan otras cosas o se llegaría al final de la mediación si se han conseguido los objetivos que se querían.

María Gómez Blanco dijo...

El texto explora la cuestión fundamental que todo aprendiz de mediador se plantea: ¿Cómo se lleva a cabo la mediación? A menudo, se encuentran con diversas teorías sobre la mediación, pero la falta de una guía práctica y pasos específicos pueden ser desafiantes. La respuesta típica a esta pregunta es "depende", ya que la mediación se ajusta a las situaciones y las personas involucradas.

Sin embargo, el autor busca proporcionar su enfoque personal sobre cómo llevar a cabo la mediación de manera efectiva. Se basa en principios de negociación convencionales y se centra en la identificación de los intereses de cada parte, la reformulación del conflicto de manera inclusiva y la creación de una agenda que contemple aspectos tanto sustantivos como relacionales.

El objetivo fundamental es fomentar cambios positivos, asegurando que las partes participen en la toma de decisiones de manera libre y sin presiones, con un enfoque en la implementación y revisión de los acuerdos.

El autor resalta la importancia de ajustar las etapas según la situación y las personas involucradas, y de ser consciente de cuándo avanzar a la siguiente fase o retroceder a una etapa anterior si es necesario.

En resumen, el texto proporciona un enfoque práctico sobre cómo llevar a cabo la mediación, destacando la importancia de identificar intereses, fomentar la comprensión y la cooperación, y guiar a las partes hacia soluciones justas y duraderas. Además, subraya la flexibilidad y adaptabilidad del proceso de mediación según las circunstancias específicas de cada caso.

Carmen Rodríguez Rueda dijo...

Comentamos la importancia de las bases de la mediación, que residen en la negociación, en sus esquemas tradicionales, como son la determinación de intereses y una formulación adecuada e inclusiva del conflicto, teniendo en cuenta los puntos clave de cada implicado, pediendo empatía, usando un vocabulario adecuado, podemos llegar a presentar una historia alternativa y coherente, siendo ésta lo más justo, equitativo, estable y duradero.

Como hemos comentado en clase, el proceso de mediación se resume en fases, siendo la primera un contrato de inicio, la segunda, una redefinición de sus posturas, contando con que ya se ha llegado a estar más disponibles a solucionar el conflicto, continuando con la tercera etapa o fase, la estrategia, considero que ésta etapa es la más densa, donde se desarrollan diferentes soluciones y dónde se debe elegir la resolución final, siendo la última etapa del proceso de mediación.

Para comprobar que el acuerdo ha surgido efecto, debemos valorar los cambios positivos y a los protagonistas del conflicto.

Marta Machuca Romero dijo...


La respuesta, "depende", la usamos en todos los casos en psicología por lo que entiendo la complejidad de los casos en mediación. Son muy complejos porque cada caso es un mundo y cada persona también y cómo reacciona o piensa una persona, no lo hace otra. Por lo que ser intermediario entre dos personas, que por su cuenta han intentado solucionar el conflicto de muchísimas formas, y aun así no lo han conseguido, tiene que ser muy complicado. Por lo que primero hay que valorar si se puede mediar o no, tras hacer la exploración se hace una especie de contrato de inicio. Un cambio que destaco entre la primera etapa y la segunda, también según el caso, es el clima en las sesiones, en la segunda etapa o sesión se tiene que crear un clima de respeto por ambas partes para que se puedan comprender con más facilidad.
En la tercera etapa es muy importante las técnicas y las habilidades del mediador, que tienen que lograr crear confianza tanto en el mediador como en el otro implicado. Incluso se pueden empezar a tomar algunas decisiones.
Y en la cuarta y última etapa destaco las 4 palabras más importantes que son: el acuerdo tiene que ser justo, equitativo, estable y duradero. Y por supuesto que sea un pacto libre sin coacción.

ricardo villatoro dijo...

Vemos aqui la importancia de las etapas de la mediación, partiendo de la base de ¿cómo se lleva a cabo la mediación?, y aquí encontramos como el tríptico donde podemos seguir para ver las fases de esta mediación, pero todo eso en general, ya que la mediación como sabemos es aplicable a los problemas y se adapta a ellos.

Pero nos encontramos aqui como el autor busca enseñarnos como realizar la mediación de manera efectiva. Buscando los intereses de las dos partes, la reformulación del conflicto de manera inclusiva y para crear agenda para que cuente aspectos sustantivos y relacionales.

Hace que las partes participen de forma libre y haciéndoles participes en la toma de decisiones con un enfoque de implementación y revisión de los acuerdos. Usando un vocabulario adecuado. Haciendo que sea justo, equitativo, estable y duradero.

Primero hay que tener el cuenta el contrato de inicio, la redefinición de sus posturas, para intentar abordar el conflicto desde los dos puntos de vista, después la estrategia , donde se agenda las soluciones para abordar el conflicto ya analizado, y donde se deben de tomar desiciones, y la ultima la resolución final.

Esperanza Vega dijo...

Al comienzo de la asignatura me inquietaban esas mismas preguntas; ¿cómo se realizan estas sesiones? ¿Hay pautas a seguir en el proceso? ¿Existe un protocolo general o es particular en cada caso? A lo largo del cuatrimestre, estas dudas se han ido despejando, pero sin duda este post ha completado todas las respuestas.

En el transcurso de las clases, siempre sacaba en claro que el tema o conflicto a tratar era el que te daba las pautas a seguir en el proceso de la mediación, lo que me llevaba al DEPENDE; pero la subjetividad entonces me hacía pensar que debía ser sumamente complejo desarrollar las capacidades suficientes para obrar como mediador.

Estas pautas han clarificado mis ideas, porque permiten al aprendiz o al propio mediador tener un pequeño guión por el que poder fluir y a su vez tener en cuenta el DEPENDE, logrando ajustarse al conflicto en cuestión lo máximo posible por la interacción de ambas ideas.

En cuanto a la pregunta que nos formula, tras leer el texto he pensado en la dificultad que puede suponer para el profesional de la mediación la 2ª etapa, además de la importancia clave de esta en el proceso. En esta etapa de la mediación ocurre la reconstrucción de la relación entre las partes, partes que se encuentran considerablemente distanciadas por el conflicto que les concierne a ambos y que les supone cierto malestar. Cuando los clientes se encuentran en estas situaciones de desacuerdo es complejo lograr que del no entendimiento pasen al reconocimiento; que se legitimen y validen, comprendiendo la postura del otro aunque no compartan dichos sentimientos o ideas.
Además, en este punto de la mediación las partes se enfrentan y comparten sus diferencias, y puede generar problemas para la elaboración del acuerdo la falta de empatía hacia el otro.

Esperanza Vega dijo...

Al comienzo de la asignatura me inquietaban esas mismas preguntas; ¿cómo se realizan estas sesiones? ¿Hay pautas a seguir en el proceso? ¿Existe un protocolo general o es particular en cada caso? A lo largo del cuatrimestre, estas dudas se han ido despejando, pero sin duda este post ha completado todas las respuestas.

En el transcurso de las clases, siempre sacaba en claro que el tema o conflicto a tratar era el que te daba las pautas a seguir en el proceso de la mediación, lo que me llevaba al DEPENDE; pero la subjetividad entonces me hacía pensar que debía ser sumamente complejo desarrollar las capacidades suficientes para obrar como mediador.

Estas pautas han clarificado mis ideas, porque permiten al aprendiz o al propio mediador tener un pequeño guión por el que poder fluir y a su vez tener en cuenta el DEPENDE, logrando ajustarse al conflicto en cuestión lo máximo posible por la interacción de ambas ideas.

En cuanto a la pregunta que nos formula, tras leer el texto he pensado en la dificultad que puede suponer para el profesional de la mediación la 2ª etapa, además de la importancia clave de esta en el proceso. En esta etapa de la mediación ocurre la reconstrucción de la relación entre las partes, partes que se encuentran considerablemente distanciadas por el conflicto que les concierne a ambos y que les supone cierto malestar. Cuando los clientes se encuentran en estas situaciones de desacuerdo es complejo lograr que del no entendimiento pasen al reconocimiento; que se legitimen y validen, comprendiendo la postura del otro aunque no compartan dichos sentimientos o ideas.
Además, en este punto de la mediación las partes se enfrentan y comparten sus diferencias, y puede generar problemas para la elaboración del acuerdo la falta de empatía hacia el otro.

Gabriel Fernández Sánchez dijo...

Para comenzar, me gustaría destacar lo cómoda que me ha resultado la lectura debido a la estructuración de la misma y lo claras que se exponen las etapas. Me ha resultado muy importante la mención de otras disciplinas en la mediación ya que los conflictos normalmente van acompañados de otra serie de problemas ya sean económicos, legales, psicológicos, etc.. Al ser la mediación un proceso tan complejo y dinámico, realmente la división de la intervención en fases ayuda a su comprensión y aplicación. Por último, me gustaría comentar que desconocía la necesidad de una firma por parte del mediador en el pacto. A pesar de que es realmente intuitivo e importante, no llegue a pensar que parte del protagonismo de la resolución (de cara a términos legales) es del mediador y por tanto debe constatar en algún documento.

Teresa Casado dijo...

Desde mi punto de vista, la etapa más difícil de superar con éxito sería la segunda ya que como hemos visto, esta etapa requiere una “redefinición de posturas”, además de cooperación, respeto y reconocimiento de los distintos puntos de vista. Teniendo en cuenta que las personas acuden a mediación por así decirlo, enfadados y cegados por el pensamiento de una verdad propia absoluta, veo muy complicado llegar a conseguir lo anteriormente dicho, sobre todo el momento en el que la persona acepta modificar su postura para el beneficio mutuo.

Destacaría esta etapa como la más difícil sobre las demás por los aspectos de cambio, ya que en las otras etapas se trabaja con las personas de una manera más cooperativa para la búsqueda de la solución, con una aceptación de ceder algunos beneficios al otro.

Teresa Casado dijo...

Desde mi punto de vista, la etapa más difícil de superar con éxito sería la segunda ya que como hemos visto, esta etapa requiere una “redefinición de posturas”, además de cooperación, respeto y reconocimiento de los distintos puntos de vista. Teniendo en cuenta que las personas acuden a mediación por así decirlo, enfadados y cegados por el pensamiento de una verdad propia absoluta, veo muy complicado llegar a conseguir lo anteriormente dicho, sobre todo el momento en el que la persona acepta modificar su postura para el beneficio mutuo.

Destacaría esta etapa como la más difícil sobre las demás por los aspectos de cambio, ya que en las otras etapas se trabaja con las personas de una manera más cooperativa para la búsqueda de la solución, con una aceptación de ceder algunos beneficios al otro.

Francisco Toboso dijo...

En esta publicación se aborda una pregunta básica en el comienzo de cualquier mediador: ¿cómo se lleva a cabo la mediación de conflictos? Para ello, se proporciona un esquema con cuatro etapas clave: presentación y establecimiento del contrato inicial, redefinición de las posturas de las partes y creación de un clima de respeto mutuo, estrategia, negociación y toma de decisiones, y finalmente la redacción de acuerdos basados ​​en las decisiones tomadas.

Considero este un enfoque estructurado que resulta valioso para aprender los fundamentos de la mediación, la importancia de la flexibilidad y la adaptación a las circunstancias específicas de cada conflicto.

Mercedes Pérez Infante dijo...

La mediación es un mundo muy amplio y complejo el cual debemos analizar parte por parte. Como se debe abordar un problema desde el punto de vista de un mediador, cual es el primer paso que debemos tomar, que estrategia aplicar, como enfocar las sesiones…

Nos encontramos ante cuatro etapas para llegar a conseguir nuestro proposito, encontrar un acuerdo justo, equitativo, estable y duradero. En una primera fase analizamos la situación, exponemos los honorarios y la temporalidad. Es la segunda fase la que desde mi punto de vista tiene mas complejidad ya que debemos conseguir que las partes estén dispuestas a escuchar y negociar, lo cuál es fundamental para poder seguir avanzando con la mediación, es la fase que va a definir como puede acabar el conflicto.

En la tercera fase el mediador debe sacar sus habilidades y técnicas para decidir qué estrategia es la que ve más adecuada en función del tipo de conflicto y en la que se deben tomar decisiones. Esta fase también puede llegar a ser verdaderamente complicada ya que poner las distintas propuestas para resolver el conflicto e intentar guiar a los participantes de manera pacífica, justa, equitativa, sin posicionarse hacia ninguno de los lados es algo realmente difícil. Por ello creo que es muy necesario poner en práctica nuestros conocimientos y experiencia y ser cuidadoso a la hora de llevar a cabo cualquier tipo de actuación.

Finalmente nos encontramos ante una cuarta fase, y el final del proceso veremos si el acuerdo se ajusta a las cuatro características que un acuerdo debe poseer y estudiaremos también la legalidad del asunto.

manuela dijo...

En mediación, tal y como se indica, no existen unos pasos fijados, reglas inamovibles o un patrón general, ya que todo depende de lo que se esté tratando, del conflicto en sí, de la actitud, del contexto, etc.

En primer lugar, se buscan los intereses de las partes, para saber cómo abordar el tema, siendo esto parte de un proceso que debe incluir muchos factores como la identificación del problema, elección del mediador, búsqueda de opciones, entre otros.

A continuación se muestra una propuesta del esquema del profesor, dividida en 4 etapas, que unen aspectos legales y aspectos morales. Los aspectos morales se pueden identificar mayoritariamente en las primeras etapas, y los legales, siendo la negociación en sí misma y el acuerdo, en las últimas etapas.

Teniendo esto en cuenta, al finalizar el proceso de mediación de un caso, se deben observar aspectos como que los cambios sean justos, equitativos, estables y duraderos, y que el acuerdo se haya conseguido de una forma libre, sin presión ni coacción.

Además, en el proceso de mediación, cada etapa debe ser superada completamente para poder pasar a la siguiente, siendo conscientes de las dificultades a abordar.

Francisca Fernández Moya dijo...

Como vemos, la mediación es un proceso complejo, donde debemos realizar una serie de pasos si queremos que se realice de forma efectiva.
Se puede observar como todos los pasos son complejos de realizar, y debemos estar alertar y hacer seguimientos continuos, chequeando que todo se esté cumpliendo bien. Con ello, también debemos tener en cuenta a los clientes que nos solicitan ayuda.
Una de las etapas que considero más difícil, es la primera, en la que debemos entablar la relación con nuestro/s cliente/s, haciendo que se cree una confianza y un respeto mutuo, pera lo cual, debes tener una calidez, fluidez y soltura digna, y debes saber realizar una escucha totalmente activa, para que este/os se sienta/n confiado/s. Todo ello a su vez realizando un análisis minucioso del problema y de sus circunstancias.

María del Mar Borreguero Carrasco dijo...

Me parece curioso como en el texto queda reflejado la curiosidad que nos entra a todos cuando preguntamos sobre cómo realizar alguna acción y la respuesta es: "depende". En la mediación también ocurre ya que no es un proceso fácil.
En la mediación hay que seguir fases o etapas y a medida que se vayan cumpliendo una a una, pasar a la siguiente.
Respondiendo a la pregunta que aparece de cual es la etapa que más difícil nos resulta podría decir que personalmente es la etapa número 2. En la primera etapa, el contrato inicial y el conocer el problema no me supondría ningún problema (menos el intentar no estar "a favor" de alguna de las partes ya que casi siempre hay una persona que te agrada más que la otra o que personalmente piensas que tiene más razón que la otra) pero al pasar a la siguiente fase, la 2, es cuando encontraría dificultades. El hecho de hacer que dos personas se entiendan aunque no compartan sus puntos de vistas me parece muy complicado teniendo en cuenta que ambas partes recurren a la mediación tras haber intentado ellos llegar a un acuerdo y no haber podido.
El desarrollar una estrategia según el tipo de conflicto que nos presentan tampoco me parece muy complicado, lo que sería la etapa tres aunque hay una gran responsabilidad en esta fase ya que de aquí pueden ir surgiendo algunas de las soluciones posibles. Con respecto a la última etapa, la cuarta, no es complicada ya que habría que ver si el acuerdo al que se ha llegado es justo, equitativo, estable y duradero y que ninguna de las partes haya accedido a ese contrato por presión o coacción.

María Ibáñez Jiménez dijo...

La mediación es un proceso complejo y delicado que implica diferentes habilidades y capacidades por parte del mediador que, a lo largo del camino para encontrar una solución, debe poner en práctica con los mediados.
Es cierto que cada caso es diferente y único, por lo que no se puede establecer unas normas concretas a seguir siempre para realizar una mediación, pero como observamos en la imagen, a nivel general, es posible establecer unas pautas para seguir en la gran mayoría de casos, aunque siempre varía porque todo depende de muchos factores a evaluar.
En mi opinión, creo que la etapa más difícil o duradera podría ser la segunda, que consiste en que las partes, una vez identificado el problema, sean capaces de reconocerse, aunque no compartan los mismos puntos de vista. Pienso que tras conseguir que se calmen los mediados y lleguen a entenderse, el resto de las etapas de la mediación sería mucho más fluida porque, al fin y al cabo, el principal problema es que no se comprenden las diferentes parte, en esta etapa el mediador consigue que lleguen a un punto común y de esta forma intentar encontrar una solución.