Hay tantas situaciones
en la vida y más en los dos campos en los que trabajo: el conflicto (a través de
la mediación) y la educación en la Universidad que desde que entré en la
Universidad Loyola no dejé de intentar mirar más allá de lo que me ofrecían las
asignaturas a mi cargo y bucear en las habilidades y actitudes. De esta forma,
descubrir el enorme potencial que tiene el ser humano para conseguir
metas que, en muchas ocasiones, son nuestras propias trabas las que
ponen límites a las mismas y con ello conseguir lo que muchas veces había leído
en las directrices de la Institución, “formar líderes para el mundo”. Y
lo primero que descubrí, no solo en mis alumnos, sino en los propios mediadores
que formo y con los que comparto profesión es la FALTA DE MOTIVACIÓN.
Pero… ¿Qué es la
motivación?. Russ Harris, médico de profesión, dice que es imposible no tener
motivación. Para este doctor “ en cada acción que llevamos a cabo existe cierto grado de motivación
subyacente. De alguna manera, cada comportamiento que ponemos en marcha es para
conseguir algo”. Eso supone que leer un libro, dar una conferencia o conectar
con alguien con nuestro móvil, siempre supondrá una actividad y por tanto, una
acción que nos lleva a una motivación para hacerlo. Eso supone que nuestro
deseo de hacer algo siempre lleva aparejado una motivación, lo que ocurre es
que muchas veces no concuerda con nuestro deseo.
Por ejemplo, si a mi
particularmente me gusta escribir este tipo de artículos para el blog, para
compartirlo con todos vosotros y desde hace tiempo no puedo por falta de
tiempo, por cansancio y a cambio estoy en el sofà de mi casa o veo una película
en Netflix, no significa que no tenga motivación sino que esta no coincide con
nuestro interés, porque lo que realmente ocurre es que deseamos hacer algo que
es importante pero quizás no encontremos el momento, porque necesito es el
tiempo, la confianza y estar bien conmigo mismo, para cuando escriba dar lo
mejor de mi.
Siempre he pensado que
la motivación es la clave principal que nos hace entender la razón por la
que las personas nos mantenemos tenaces persiguiendo ciertos logros que no dan
ningún fruto a corto plazo, pero en los que perseveramos día tras día. Es la
condición necesaria para llegar a alcanzar nuestras metas, para mejorar siendo
nosotros mismos. Pero, ¿cómo conseguir motivarnos?
Claves de la motivación
La motivación es,
en síntesis, lo que hace que un individuo actúe y se comporte de una
determinada manera. Es un término genérico que se aplica a una amplia serie
de impulsos, deseos, necesidades y anhelos. Gracias a nuestra actitud y, por
tanto, nuestra motivación, tendemos a conseguir:
- Escalar las montañas que
desees.
- Ser fuerte en momentos
difíciles (le llaman resiliencia).
- Perdonarte y perdonar.
- Mirar más allá y hacer lo
imposible, posible.
- Hacer que de las cenizas de un
conflicto nazca una nueva oportunidad.
Y todo ello porque
la felicidad está en el camino que recorres, no en el final.
Para conseguirlo, lo
primero es intentarlo y tenemos que sacar la basura de nuestra mente. Eso es lo
primero que les digo a mis alumnos, sacad de vuestra mente todo aquello
que os impide ver más allá y, sobre todo, aquello que no nos deja
avanzar porque creemos que no podemos lograrlo.
Por eso, me atrevo a decir que no
abandones nunca tus sueños. Aquello que está en el horizonte, se compone de la
realidad que vives y de lo que deseas ser en el futuro. Mira ese horizonte y ve
a por él. Consiguelo con humildad que es un gran valor. Apasionate con lo
que haces, así perderás la noción el tiempo.
Sigo pensando que necesitamos mediadores
que crean en lo que hacen, que sientan la mediación y que por tanto la hagan
suyas
Tenemos que
conseguir, así lo intentamos día a día en cada una de las clases que
impartimos, “que nuestros alumnos nunca se duerman sin un sueño ni se
levanten sin un motivo”, porque hay que tener en cuenta que la vida es como
una bicicleta, porque para mantener el equilibrio hace falta seguir adelante.
Tenemos que conseguir
hacer cosas distintas cada día y si el plan no funciona, cambiarlo,
pero nunca cambiar tus metas. Decía un filósofo que lo importante es “insistir,
persistir, resistir y nunca desistir”. Por eso necesitamos una gran riqueza
mental y ésta comienza en la Universidad Loyola, con una educación superior
bajo los parámetros de los valores Jesuitas, que apuesta por ello y por
conseguir que el alumnado sepa sembrar, para luego recolectar y cosechar sus
frutos gracias a su esfuerzo.
Motivación para cambiar la educación
Por eso, puedo decir
hoy en día que quiero cambiar la educación porque somos
agentes de cambio en nuestros estudiantes y poner en valor lo que de verdad
merece la pena y, para ello, nada mejor que esta fórmula:
V =
(C + H) x A
Traducida significa
que el Valor (V) es igual al Conocimiento (C)
más las Habilidades (H), todo ello multiplicado por la Actitud (A).
Lo que realmente multiplica nuestro valor y el de nuestro alumnado es la
actitud, trabajemosla día a día. Y para no decaer en nuestra meta, apostemos
por la motivación. Ese es nuestro reto educativo como “misioneros
de la educación”.
No
te duermas sin soñar, ni te levantes sin ir a por ello
Una vez leí esta frase
“nunca te duermas sin un sueño, ni te levantes sin un motivo”. La motivación es
la clave para entender que las personas tenemos que perseguir aquello que nos
motiva, que queremos y que necesitamos.
Para terminar por tanto me
gustaría resaltar que la motivación se puede definir como el proceso
que inicia, guía y mantiene las conductas orientadas a lograr un objetivo o a
satisfacer una necesidad y no olvidemos como decía al principio de este
artículo que en mejor o menor medida siempre lo estamos. Pero, ¿cómo
conseguir motivarnos? La motivación es, en síntesis, lo que hace que una
persona actúe y decida mejorar e ir a por más.
La mayoría de autores sobre
la motivación distinguen entre: la intrínseca y la extrínseca. La primera
tiene como objetivo el interés personal en realizarla, mientras que la segunda
otorga un papel importante a elementos exteriores y que son más difíciles de
dominar. Por lo tanto, podemos decir que la intrínseca guía
nuestros pasos en el futuro, pero sobre todo, depende de nosotros, de nuestra
actitud para conseguir lo que llamamos autorealización y crecimiento personal .
Por eso podemos decir que el secreto de nuestro futuro está en las ganas de
afrontarlo.
La vida es como una
bicicleta ya que para mantener el equilibrio entre lo que somos y lo que
necesitamos, tienes que ir hacia adelante.
Son muchas las trabas que
hacen que muchos puedan olvidar lo fundamental de la motivación: creer en ti y
serás conscientes de que cualquier cosa es posible, pero tienes que querer.
Desde la mediación, mi campo
profesional, te animo a motivarte, a buen seguro, con ello conseguirás salir de
las cenizas del conflicto que estas viviendo
Pero…¿Qué es lo que nos
motiva?
Conocer cuáles son los
motivos que nos guían nos servirá para conocer realmente qué es lo que nos
lleva a tomar ciertas decisiones. Conocer nuestras motivaciones es
conocernos como personas, es el camino hacia el autoconocimiento y
hacia la mejora de uno mismo.
Nuestra motivación nos hace
Insistir, persistir, resistir y nunca desistir en nuestras metas. En ello esta
la clave para lograr lo que te propones y no resignarte a esperar lo que ocurra
en cualquier ámbito.
Por eso podemos decir que el
mundo se divide en aquellos que se conforman con lo que ocurre y aquellos que
deciden mejorar y van a por más. Por ello necesitamos siempre estar también
entusiasmado con la posibilidad de cambiar y sobre todo una importante “riqueza
mental”
Y aquí es donde quiero
incidir en lo que me atrapa, me ilusiona, me emociona… educar. Yo quiero
cambiar la educación universitaria porque siento que somos agentes de cambio de
nuestros alumnos, cuyo único objetivo es saber pensar. Los alumnos necesitan
ver tu pasión, hacerles sentir emoción y tienes que tener capacidad de
contagio.
Lo más importante para ellos
y para ti es el proceso, el día a día de clase y no tanto el resultado. Como si
se tratara de un viaje, disfruta de cada clase y hazles disfrutar. Por eso
debes utilizar la estrategia del “huevo kínder” , el envoltorio del “chocolate”
te hace disfrutar de cada tema, de cada sesión, pero lo verdaderamente bueno
esta dentro, “el “regalo” que en su envoltorio ocultaba la capa de chocolate y
que supone la verdadera sorpresa.
Según la psicóloga Gema Sánchez Cuevas en la web “ la mente maravillosa”, “es
momento de abandonar la sala de espera de la motivación y dar el paso para comprometernos con nuestro
objetivo de acuerdo a nuestro sistema de
valores. Solo así, aparecerán esas
ganas que tanto deseamos y que de alguna manera nos impulsan a conseguir
nuestros sueños”.
Por eso solo puedo decirte,
disfruta de todo, piensa en mejorar, ve a por tus sueños y sobre todo… cuida tu
motivación.
1 comentario:
Muy buena la formula, V =(C+H).A, me trajo a la memoria a Enrique Mariscal, que nos enseño la formula H2O, Humildad Honestidad y Osadía, Chapeau!
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