Una vez aprendí que para gestionar un
conflicto los mediadores debemos cuidar mucho que las personas enfrentadas si
llegan a un acuerdo, se hagan “acreedoras del éxito” obtenido, eso garantiza un
buen trabajo y quizás el cumplimiento duradero de lo acordado y rápidamente me
vino a la mente que puede ocurrir con los mediadores protagonistas, con
aquellos que fueron formados para el éxito. Aquellos que por encima de todo
tienen el “ego”. Alguien con problemas de “ego” dicen que suele ser
desagradable, egoísta, maliciosa, destructiva, tiende a juzgar negativamente a
los demás. El ego… carece de humildad, la humildad necesaria para trabajar en
esta profesión y sobre todo para que te legitimen en los procesos
Dicen los expertos que las personas que viven dominadas por
el ego están engañadas, se creen superiores y no dejan sacar lo mejor de uno mismo para ponerlo
a disposición de los demás, es una demostración de como “le gustaría ser” mas
que de “como es en realidad”
Esta máscara necesita halagos,
aprobación de los demás, necesita tener el control de las situaciones y
personas, quiere tener el poder porque en lo más profundo de su ser hay miedo,
una persona deja de ser sencillo para ser “el héroe de cualquier batalla”
Muchas veces por lo que has sobrevivido…
otras por lo que los demás dicen de ti para adularte… otras por los premios y
reconocimientos que recibes y las menos, por lo que piensan de ti a quien
tienes a tu alrededor. Tener la suerte de tener a tu lado a alguien que
simplemente te quiere por lo que eres y no por lo que aparentas ser, debe ser
tu referencia para dominar tu ego y asi, poner tu experiencia y tu trabajo al
servicio de los demás, porque si además eres mediador o mediadora, debes ser
humilde en tu trabajo.
Una persona
que tiene una autoestima verdadera no tiene miedo a explorar lo desconocido, porque las
desaprobaciones de los demás las acepta y no le molestan, aprovecha para
aprender de lo que sale mal, sin dañar su valía personal.
El ego se alimenta la mayoría de las
veces de lo que los demás piensan de ti, por eso es tan importante “sobresalir”
y que en el caso de que algo no te guste… atacar. Y aquí es donde me paro a una
pequeña reflexión que muchos amigos mediadores piensan pero no nos atrevemos a
decir. ¿Por qué tanto ataque entre mediadores, entre escuelas, entre estilos,
entre formaciones? Quizás porque nos dimos cuenta que… ¿no servimos para mediar
en los conflictos?. Es difícil aceptarlo, inversiones de tiempo, personales,
económicas…que quieren “alimentar nuestro ego” y lo que de verdad necesitamos
es bajarnos de él.
Deja que tus emociones te lleven al
camino correcto; los protagonistas son ellos, los mediados, los que se
encuentran en un callejón sin salida; aquellos que acuden a ti pero para que tu
les devuelvas ese poder de decidir en sus vidas y que el conflicto se los
quitó; no quieras ser tu el protagonista. Acompañalos.
Hace poco escribia sobre la felicidad y
de verdad no necesitas del “ego” para ser feliz. Solo necesitas hacer de lo
sencillo… algo extraordinario, al final del camino todos somos iguales. Elimina
de tu mente la necesidad de ganar o de tener razón
Os aseguro que “todos llevamos dentro
a una gran persona que merece mucho la pena conocer”, no dejes que el ego te
saque de la mediación..
1 comentario:
Recuerdo aquel momento donde fui la nada yo no existía yo no estaba ahí solo observaba que tenía tanta satisfaccion en mi alma por que 10 minutos de sesión bastaron para abrir su camino y ellos iniciaron sentados en la sala de un extremo a otro sin hablarse y 10 minutos fueron suficientes y lo demás lo hicieron ellos y yo era la nada y los deje por que eso era lo que necesitaban, llegaron al acuerdo y yo sabía que ese acuerdo no se rompería salieron amigos como nunca por que el tiempo no bastaba para poder hablar de lo que se habían perdido.
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