Todas las islas de Hawái se formaron por la acción de los volcanes que surgían del fondo del mar. Debido a su ubicación en Oceanía y su carácter de escala en la ruta entre América y Asia, Hawái presenta, además de su rica cultura nativa de raíz polinesia, influencias americanas (en especial del oeste estadounidense, pero también mexicanas) y asiáticas (japonesas, filipinas y chinas).
Es la cultura quizás más difundida entre los mediadores, ya que muchos manuales de referencia hablan de ella. Se habla de la tradición cultural hawaiana del HO`PONOPONO, UNA FORMA DE SOLUCIÓN DE DISPUTAS entre los nativos; mediación tradicional que se emplea principalmente entre conflictos familiares dentro de la tribu. Debido a la cantidad de islas y deidades o costumbres que existen, la mezcla entre ellas es la principal situación de conflicto.
Se trata de buscar un procedimiento por el que las personas que tienen un problema puedan ir desgranando cada una de las "aristas" del problema, para poder ver el corazón de la disputa, y lograr que la armonía vuelva a la familia. Curiosamente si mediante este proceso se llega a un acuerdo en el que la verdad va a florecer, no se hace necesario ningún tipo de recurso posterior porque "resuelta la disputa no hay nada que apelar". El proceso no es sencillo ni rápido, como quizás buscamos cuando hablamos de las “Alternative Dispute Resolution”, sino que es necesario llegar a la solución con tiempo, porque se entiende el ho`ponopono como una filosofía de vida, como una creencia de que la verdad y el consenso van a surgir durante el proceso y por tanto requiere una entrega espiritual.
El proceso surge ante un HAKU o experto mediador-conciliador quien intenta restaurar la situación de armonía en la familia mediante un proceso de negociación que consta de nueve fases:
a) la aceptación por parte de la familia en conflicto de reunirse para salvar sus diferencias de cualquier tipo;
b) la realización de una plegaria inicial a la divinidad para que les conceda la sinceridad en la negociación, denominado "Pule Wehe";
c) la identificación y búsqueda del problema por parte de las partes enfrentadas incluyendo el compromiso de todos de buscar una solución;
d) La confesión, el perdón, la restitución o el abandono del conflicto mediante la consecución de un acuerdo;
e) Acordar que el conflicto, una vez resuelto, deje de existir en el futuro;
f) La reafirmación de los vínculos que unen a la familia mediante gestos de todos sus miembros;
g) El rezo de una plegaria final de agradecimiento a las divinidades;
h) La realización de una comida tradicional compartida por toda la familia;
i)La reanudación de las actividades habituales en el seno de la familia.
Durante todo este proceso, con numerosas connotaciones hacia la mediación, el Haku realiza numerosas entrevistas con las partes antes y durante el proceso porque la verdadera filosofía en el rito hawaiano es el compromiso espiritual, que si se consigue resolverá el conflicto en cuestión. Por eso la meta de todo el proceso con independencia del acuerdo, será el perdón entre las partes (llamado "Mihi").
Existe también una importante simbología, por cuanto al final del proceso el Haku ofrece a las partes un cordón que cortan en su presencia, simbolizando la liberación de la atadura psicológica que les tenía enfrentados. Durante todo este proceso ideal, también es cierto que se puede producir el no llegar a esa situación espiritual de acuerdo o que favorezca el acuerdo o solución, lo que ocurre es que, si se reniega o abandona, la persona en conflicto es apartado de la familia y expulsado de la tribu. Como vemos una vez más, la importancia de la palabra dada en una negociación.
2 comentarios:
Había escuchado hablar del Ho´ponopono pero es la primera vez que lo veo relacionado con la mediación. Me ha encantado
Muy interesante el artículo ya que te hace cavilar acerca de las dispares maneras que se presentan en las diferentes culturas de solucionar conflictos, y de que en todas, de alguna manera o de otra, existe la mediación. En el ejemplo de las islas de Hawái, parece curioso resaltar que no existe un tiempo límite ni determinado para la resolución de estos conflictos. Todos se resuelven a su debido tiempo y siempre con la confianza y creencia del surgimiento de un consenso, ligado todo ello a una entrega total del espíritu, debiendo realizar una plegaria inicial a la divinidad para que ésta pueda concederles la sinceridad necesaria para la determinación del conflicto, es decir, el proceso presenta también una connotación religiosa. En mi opinión, que esto exista consigue una mayor implicación por ambas partes en la resolución del conflicto, ya que te sitúas en plena disposición de la divinidad.
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