lunes, 5 de julio de 2021

Los tres cerditos y la empresa familiar

 

 

En estos últimos tiempos releyendo cuentos infantiles, porque en mi vida apareció uno de los mayores tesoros que uno puede tener, el ser abuelo, me encontré con el cuento de “los tres cerditos” y os aseguro que leyendo y releyendo, vi mediación, mediación en la empresa familiar.

Desde el punto de vista profesional se define empresa familiar, como “aquella cuyo patrimonio y gobierno está ejercido por los miembros de una o varias familias y su objetivo estratégico comprende la continuidad de la empresa a manos de la siguiente generación familiar”.

Decisiones importantes de gestión, que sean de calidad, conducen a conseguir que la empresa sea duradera, ante los avatares económicos y los cambios sociales. Entre las Pequeñas y Medianas empresas (Pymes) el porcentaje más alto es de empresas compuestas y gestionadas por socios con vínculos familiares y como os podéis imaginar hay miles de ejemplos de ello.

La situación de Pandemia nos ha devuelto a un primer plano, lo que supone tener y mantener una sociedad de este tipo y lo que es más difícil, la toma de decisiones para liquidar algo que no es solo una entidad, sino que “per se” tiene una historia y unos sentimientos entre sus socios.

Así en nuestra historia, en nuestro cuento, se habla de tres cerditos que eran hermanos, y se fueron por el mundo a buscar fortuna. A los tres cerditos les gustaba la música y cada uno de ellos tocaba un instrumento. El más pequeño tocaba la flauta, el mediano el violín y el mayor tocaba el piano... Elo me trae conciencia a lo que ocurre en muchas familias actualmente; hijos que por estudios, becas o búsqueda de nuevos yacimientos de empleo, emigran, pero no es la primera vez, que tras este tiempo… vuelven a casa para hacerse cargo, tras másteres, cursos y experiencias y se hacen cargo de una EMPRESA FAMILIAR (el 80 por ciento de los estudiantes terminan trabajando en una empresa familiar, es decir, 4 de cada 5 estudiantes).

A la vuelta, los tres hermanos tenían diferencia a la hora de gestionar la empresa, pero se pusieron manos a la obra y cada uno construyo su “casita”, su modelo de negocio.

“La mía será de paja” dijo el más pequeño-, la paja es blanda y se puede sujetar con facilidad. Terminaré muy pronto y podré ir a jugar. Tomaremos decisiones de gestión de la empresa, rápida, inmediatas, para cambiar el rumbo y poner lo antes posible a la empresa de nuestros padres al mayor nivel competitivo.

El hermano mediano decidió que su casa sería de madera: Puedo encontrar un montón de madera por los alrededores, - explicó a sus hermanos, - Construiré mi casa en un santiamén con todos estos troncos y me iré también a jugar”. Hoy en día hay muchos modelos donde fijarse y si somos capaces de adaptarnos, también podremos refundar la sociedad y la empresa con modelos ya previstos en el mercado y pronto… vendrán los beneficios

Y el mayor decidió construir su casa con ladrillos. “Aunque me cueste mucho esfuerzo, será muy fuerte y resistente, y dentro estaré a salvo del lobo. Le pondré una chimenea para asar las bellotas y hacer caldo de zanahorias”. No debemos de olvidarnos el espíritu que llevó a esta empresa a estar donde está y que fue esa ruta que marcó su fundador, Si es así conseguiremos que nuestra empresa dure ante cualquier avatar económico, y lo más importante, trabajando duro, con el ideario de ellos, seguramente será estable y duradera.

Con estas pretensiones, acudieron a una ”mediación familiar”, cuyo objetivo no era otro que hacer el mejor protocolo familiar posible. Tres hermanos, tres ideas, tres modelos. Así se presentaron, “Cuando las tres casitas (los tres modelos de gestión) estuvieron terminadas, los cerditos cantaban y bailaban en la puerta, felices por haber acabado con el problema.

Y fue entonces, cuando el mediador con su agenda en la mano, comenzó a hacerles ver los avatares futuros, para que ellos tomaran decisiones en conjunto y no que la empresa estuviera dividida en tres partes. Por eso les relató, como en el cuento de los tres cerditos, que de detrás de un árbol grande, les puede surgir un lobo, que les quiere “comer” y terminar con las ilusiones de generaciones en una empresa como la suya.

Porque como en el cuento, cada uno “puede esconderse en su casa”, pensando que estaban a salvo, pero el Lobo Feroz (la crisis económica en la actual pandemia, el cese de contratos laborales de trabajadores de la misma…) se encamina, hacia ellas y tanto “la casita de paja” como “la casita de madera” van a ser destruidas, con esa famosa frase del Lobo:

- ¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré!

Eso es lo que hizo que todos los cerditos se refugiaran en la casa de ladrillo, construida a conciencia, dejando el tiempo libre de lado para apostar por la durabilidad, ya habría tiempo de obtener beneficios y vivir de nuestro trabajo. Este último modelo, de los tres que traían a la mesa de negociación, fue el adaptado, y por más que “soplaran” contra él, no podrían destruir lo que con tanto esfuerzo la familia había construido.

Querido lector, no olvidemos lo que nos mueve a trabajar en mediación, los conflictos de las empresas familiares y conocer sus fortalezas y debilidades.

“Sus fortalezas son claras; la transmisión de los valores y la cultura familiar al entorno laboral, la cercanía con el cliente, la flexibilidad y la capacidad de planificar a largo plazo se encuentran entre ellas. La empresa familiar se concibe como un proyecto de vida de varias generaciones”.

En cuanto a sus debilidades, la principal radica en la dificultad para conseguir financiación, especialmente ahora que la situación de pandemia mundial supuso que el crédito está restringido por la recesión económica. Las familias tienen su propio patrimonio en juego. Por ello, necesitan de la mediación para gestionar un protocolo familiar.


18 comentarios:

Mary De Simone dijo...

Gracias Maestro, este cuento de los tres cerditos se adapta perfectamente a la empresa familiar y las crisis. Eres un gran formador y tu nietito te ha dado más cuentos para explorar. Javi,seguramente será mediador. Gracias siempre. Un abrazo.

Unknown dijo...

Hola Javier,

Mi sobrina Sandra Solbes (psicóloga y mediadora) y yo creamos hace muchos años un role play guionizado llamado "los tres cerditos y el lobo van a mediación" basado en un video del departamento de veteranos de guerra americanos. Lo llevamos utilizando en nuestras clases hace muchos años tanto en Valencia como en Barcelona y los alumnos se muestran satisfechos con los resultados obtenidos con esta práctica de mediación.

Un abrazo.

MªÁngeles Ramírez López dijo...

Tras leer este comentario de la mediación y de los tres cerditos, podemos observar como también puede existir la mediación. Se puede apreciar, que la mediación se encuentra en muchos ámbitos de la vida y que gracias a ello, puede llegarse a una conclusión.

Con respecto a la empresa familiar y a los tres cerditos, ambas partes tienen su lógica y su similitud, puesto que son familia y tienen que llegar a un acuerdo para que el "lobo feroz" no derribe sus "casas/empresa familiar". Es importante que siempre entre ellos, pueda haber un pensamiento más allá de sus intereses personales porque comparten un trabajo, una vida.

La moraleja que yo le encuentro es que para que todo vaya siguiendo su cauce y no se derribe lo que han construido, tienen que permanecer juntos ante cualquier adversidad que haya y, de este modo, luchar por lo que quieren. Si algo se quiere, cuesta tenerlo y levantarlo, pero lo que es seguro es que si se dedica esfuerzo, ganas y dedicación, no habrá quien derrumbe lo que unos hermanos hayan creado entre ellos juntos.

MªÁngeles Ramírez López

Elena Herencia Aguilar dijo...

La presente lectura nos invita a reflexionar acerca de la mediación en las empresas familiares. En este sentido, pese a formar parte del mismo sistema familiar y, por tanto, presentar unas características comunes; cada sujeto presenta su propia idiosincrasia, es decir, unas características individuales únicas e irrepetibles. Por este motivo, resulta especialmente tedioso ejercer la mediación dentro de este entorno en el que todos los miembros buscan el beneficio económico de la empresa, aunque con diferentes visiones y perspectivas.

Tal y como se expone en el cuento, es necesario realizar un trabajo estable y duradero para poder mantener la empresa (casita) pese a las dificultades externas (lobo). En este sentido, la mejor casita es aquella que reúne las ideas y perspectivas de los tres individuos, pues debemos mantener una apertura mental que nos permita entender otros puntos de vista y adoptar una visión global del conflicto y de las diferentes alternativas al mismo. Esto nos recuerda a la creatividad que tratamos en mediación, especialmente significativa a la hora de tratar los diferentes aspectos de la solución para que sean las partes quienes la construyan. Así, aunque los modelos tradicionales parezcan la mejor opción, debemos esforzarnos en encontrar otras propuestas que puedan adaptarse mejor a la situación concreta de la familia.

Elena Herencia Aguilar

Sara Madueño dijo...

Esta analogía con el famoso cuento de los tres cerditos me ha parecido cuanto menos curiosa y muy acertada pues a pesar de ser un ejemplo extraído de un cuento para niños, perfectamente podría ser una situación que nos pase a cualquiera en nuestra vida, ya sea con hermanos, padres o abuelos, por ejemplo.
Nos enseña como, intereses opuestos entre familiares pueden ser en muchas ocasiones el desencadenante de un conflicto, sobre todo cuando hablamos de temas o asuntos tan importantes como empresas y negocios familiares. Como tu mismo has comentado, en esta situación actual en la que nos encontramos, muchos estudiantes acaban trabajando en el ámbito familiar, y es de gran relevancia saber como actuar para no mezclar familia y trabajo, para no acabar perdiendo a nuestros seres queridos por no saber aclarar aquello que buscamos defender.
Es común tener distintos puntos de vista o enfoques sobre nuestras ideas de negocio, etc., pero no es tan común saber como llegar a un acuerdo, por ello veo muy importante primar la mediación y saber y querer pedir ayuda a personas como nosotros, mediadores que estaremos preparados para salvar a nuestros clientes de los posibles “lobos” feroces que intentarán atacar tanto a sus negocios como a otros muchos ámbitos de sus vidas.

sara dijo...

Una vez leído el artículo me ha resultado muy interesante a la vez que enriquecedor esta simbología entre el cuento de los 3 cerditos y la empresa familiar. Me ha llamado la atención ya que en una empresa es primordial tener en cuenta todas las partes, aunque cada uno tenga perspectivas y opiniones diferentes de como desarrollarla. Se puede observar como en una empresa familiar a pesar de formar parte de la misma familia cada miembro presenta características diferentes y aquí es donde entra el papel de la mediación. La mediación es primordial en este caso ya que las diferentes opiniones y formas de pensar puede dar lugar a malentendidos los cuales hacen que la empresa no obtenga los mejores beneficios.

Lo que más destaco del artículo es la parte en la cual se habla de que hay que tomar las decisiones en conjunto y no como 3 modelos diferentes como actúan en este caso los cerditos, ya que puede haber factores externos como las crisis económicas que derribaran aquellas ideas que no están bien consensuadas o que no son una base sólida para la empresa. Por ello, es necesario trabajar en equipo integrando todas las ideas en conjunto y no por separado, tratando de pensar en un modelo fuerte y no buscando el beneficio rápido, además de satisfacer a todos los miembros.

Sara Díaz Cuello

Fernando Moyano Moreno dijo...

Poder relacionar un cuento infantil que ha estado presente en nuestra infancia con la asignatura parece muy interesante, pues el cuento enmascara circunstancias que, como en la vida real, implican aspectos como la familia, discusiones, intereses...
La historia nos lleva a pensar en todos esos conflictos y dificultades que surgen en las empresas, en las familias y que al final de alguna manera llevan a dificultades mayores cuando no son correctamente resueltos. Esto me lleva a pensar que de pequeño, nunca había contemplado la perspectiva de ahora y quizás si me lo hubieran inculcado desde ésta, y se les inculcara a los niños, la importancia de tratar de llegar a puntos en común y de tratar de mediar, pues quizás se podrían evitar un gran número de conflictos a lo largo de nuestras vidas.
Considero que es interesante el ejemplo del artículo pues, en la actualidad cada vez resulta más complicado nuestro futuro laboral y en un futuro próximo, ya sea en empresas familiares, o fuera de estas, tendremos que enfrentarnos a situaciones variadas que pueden dar lugar a situaciones como la mencionadas en el artículo.
Al final, como conclusión o moraleja, saco que tanto la pandemia que estamos viviendo como la moraleja del cuento de los 3 cerditos, en cualquier proyecto en el que nos iniciemos, ya sea familiar, laboral...., resulta imprescindible aplicar muchos de los conceptos que hemos estado trabajado en la asignatura. Pues para que triunfemos en esos proyectos, al igual que lo habrían hecho los cerditos si lo hubieran hecho, para ello, debemos desarrollar capacidades como la cercanía o la empatía, la flexibilidad, la asertividad y adaptación, la capacidad de planificación, y sobre todo la creatividad. Pues cuando los proyectos como los iniciados en el cuento, ocurren de manera espontánea, y no prevén situaciones posibles o diferentes alternativas, los riesgos de cometer fracasos son mucho mayores.

Beatriz Rojas López dijo...


Como se menciona en el artículo anterior, la mayoría de las pequeñas y medianas empresas de España (PYMES) están constituidas por miembros de la misma familia, y ello pueda ser bastante complejo de gestionar en algunas ocasiones. Por ejemplo, los tres cerditos, que son hermanos, tienen diferentes puntos de vista sobre la empresa, y al tener dicho vínculo familiar y de confianza, pueden tender a enfrentarse con más facilidad entre ellos para defender sus propias ideas en vez de buscar la mejor solución posible. Al ser propietario de una empresa familiar, se tiende a dejar de tener cierto miedo a ser despedido, y puede desembocar en una toma de decisiones menos racional que la que puede tener un empleado externo a la familia. Asimismo, los aspectos personales pueden influir más a la empresa.

Tras la lectura de esta versión del cuento de los tres cerditos, puede verse muy bien reflejado la cantidad de puntos de vista que pueden tenerse acerca de una empresa y lo complejo que puede llegar a ser encontrar un acuerdo sobre ello. Además, también nos deja ver que en ocasiones es más importante crear algo sólido y duradero, aunque requiera mayor inversión inicial y unos beneficios más tardíos, que tratar de conseguir los mayores ingresos posibles pero con una empresa que sea mucho más vulnerable.

En el ámbito privado es muy importante la visión de futuro, ya que nunca se puede prever lo que pueda llegar a ocurrir, como por ejemplo la pandemia que se nos presentó en 2020 y la cual ha causado importantes problemas económicos en general. Por ello, hay que tratar de intentar adelantarnos a situaciones complicadas para así estar lo más preparados posible.
Ninguno de los tres cerditos imaginó la llegada de un lobo feroz que destruyera sus casas, pero el mayor prefirió adelantarse a cualquier situación, aunque para ello le costará mucho mas esfuerzo al principio.

Beatriz Rojas López

Marta Pérez Balbuena dijo...

Tras la lectura del artículo, me han venido a la mente buenos recuerdos sobre mi infancia y lo sencilla que parecía.
En cuanto al relato, se puede confirmar lo importante que es la mediación a lo largo de la vida. Si los tres cerditos se hubieran unido y compartido todas sus formas de pensamiento, sus formas de vista o sus proyectos, podrían haber sido mucho más fuertes, llegar a una solución y no tener que correr el riesgo de que el "lobo" les coma. Lo que nos viene a referir el cuento, es que juntos somos más fuertes y que gracias a la mediación, podemos llegar mucho más lejos de lo que esperamos de la manera más sencilla y madura posible.

Marta Pérez Balbuena

Carmen Núñez Moyano dijo...

Este último comentario del blog, me ha parecido muy enriquecedor e interesante, ya que ha hecho una analogía entre el cuento Los tres cerditos y la mediación en las empresas familiares.
Cuando una familia forma una empresa, es muy importante que se separe el tema laboral del familiar, ya que una gran parte de estas familias se rompen simplemente porque prefieren defender los intereses económicos antes que los intereses familiares, por eso creo, que los mediadores tienen un papel muy importante en estos casos, ya que es importante hacerle saber a la familia que tiene que estar unida ante cualquier adversidad o problema que surja a raíz de la empresa.

Carmen Fernández Dorado dijo...

Es muy interesante y enriquecedor poder vincular un cuento de nuestra infancia como es el de los tres cerditos con la asignatura de Mediación ya que el cuento muestra como en la vida real encontramos diferentes puntos de vista incluso cuando se trata de la familia. Mientras leía el post he pensado en todos los conflictos y dificultades que se crean en las empresas familiares y en la cual la mayoría de los problemas que surgen no se resuelven correctamente. Así mismo, creo que hay que educar a los más pequeños en un espacio de empatía, diálogo o respeto para que en un futuro se pueda evitar o reducir el número de conflictos. Finalmente, el cuento nos muestra que si navegamos todos juntos en la misma dirección desde el principio, somos más fuertes y por consiguiente obtendremos más ganancias que navegando solos.

Carmen Fernández Dorado

María Dolores Pacheco Romero dijo...



Resulta muy interesante cómo, hasta los cuentos infantiles pueden enseñarnos algo de la mediación si lo miramos desde ese prisma.
Respecto a este cuento, destaco el símil del “lobo feroz”, en este caso la crisis económica. Considero, que en el ámbito de la mediación, en cada conflicto, como mediadores, tenemos que ayudar a los clientes a anticiparse a los “lobos feroces”, proponer con ellos, no solo soluciones para el presente, sino para el futuro. Por ejemplo, tal y como vimos en clase, en un caso de divorcio tendremos que preveer cuestiones, que, aunque lejanas, necesitan ser tratadas: ¿sirve el régimen de visitas que hemos negociado para dentro de dos años, cuando ya no sean niños sino adolescentes? Sabemos quién estará con los niños estará estas navidades, pero ¿Cómo las turnamos para el resto de años?. Anticiparse al lobo feroz, al futuro problema, es fundamental.
Volviendo al tema de la mediación familiar, extraigo que la “casa perfecta” , estable y duradera para una empresa familiar es aquella que reúne lo mejor de cada una; tradición pero a la vez innovación, integración de las tres. Para ello, estimo fundamental conocer los puntos en común que los familiares tienen en la solución para mantenerlos, y extraer las diferencias positivas que cada uno tiene para incorporarlas.

Mª Dolores Pacheco Romero

Alfonso Ortega Berral dijo...

Las estadísticas vienen demostrando durante muchos años que, a falta de protocolos familiares, la gran mayoría de empresas familiares no superan el paso de la segunda a la tercera generación. La confusión entre lo familiar y lo profesional también suele ser un problema en este tipo de empresas.

En base a esto, entiendo el paralelismo que nos quiere hacer ver entre la mediación y esos protocolos familiares. Cuantas veces hemos repetido la importancia de conseguir un acuerdo que perdure en el tiempo, es decir, la necesidad de construir un acuerdo solido y duradero. Es necesario para llegar a ese punto mucho trabajo, conociendo bien a los sujetos y el problema. Como sucede en el cuento de los tres cerditos, los dos primeros modelos —casa de paja y madera— salen derrotados ante una mínima adversidad, es cierto que no les costo mucho tiempo y esfuerzo la construcción de las mismas pero, como se vio, ambos modelos fracasaron. En cambio, la idea del mayor, que conllevaba un mayor esfuerzo fue la única que no fracasó. De esto podemos sacar dos lecturas, una primera en que, en la mayoría de ocasiones, la experiencia nos lleva a unos mejores resultados; y una segunda en la que vemos la solidez y continuidad que genera un trabajo duro.

La filosofía que nos enseña este cuento debemos extrapolarla a la hora de realizar una mediación, de cara a conseguir un acuerdo que ha sido verdaderamente trabajado, solido, que perdure en el tiempo, dejando de lado acuerdos que generen una mayor inestabilidad en las relaciones.

Carmen Cosano Navas dijo...

Muy interesante como si prestamos atención, encontramos ejemplos de mediación hasta en cuentos infantiles. Jamás había pensado en que este cuento, que tantas veces he leído siendo niña, podría tener tanto significado. Vemos la importancia una vez más de la mediación en distintos ámbitos, en este caso concreto, en el ámbito familiar. Las disputas o conflictos familiares son muy comunes, y han existido a lo largo de toda la historia, ya sea por herencias, empresas... y nuestro trabajo será ayudar a solucionarlos. Algo muy importante es dejar a un lado nuestro ego y nuestra "cabezonería" cuando nos referimos a asuntos importantes, como es el futuro de una gran empresa familiar. Debemos recordar lo duro que se ha tenido que trabajar para llegar a donde está hoy, y no vale cualquier plan o cualquier "casa" para sostenerla, porque hay que saber ver la opción correcta, aunque no sea la nuestra. Lo más importante es tener unos cimientos sólidos y fuertes, para que nada, ni siquiera un "lobo feroz" pueda derribarla.

Para mi, la moraleja que saco de esta lectura, es que todo debe basarse sobre una estructura sólida, fuerte, duradera e indestructible, y que el principal vínculo que debe basarse en la estructura que acabo de mencionar, es la fraternidad de la que nos habla en el artículo, porque un buen vinculo y una buena relación, es la "casa" mejor construida.

Carmen Cosano Navas.

Paula Legrán García dijo...

Después de haber leído esta reflexión sobre el cuento de los tres cerditos, podemos observar la mediación que hay entre los hermanos y hacernos reflexionar sobre la importancia de la mediación en las empresas familiares.

Me ha gustado la relación entre el “lobo feroz” y “la crisis económica en la actual pandemia, el cese de contratos laborales de trabajadores de la misma” y que gracias a la mediación harán de esa empresa más débil, una empresa fuerte y resistente ante cualquier lobo feroz.

Es complicado que teniendo tres personas, con tres pensamientos diferentes y tres modelos diferentes de empresa, lleguen a un acuerdo, pero gracias a la mediación, le dará las herramientas claves como ha mencionado para no tener la empresa dividida, y poder tomar las decisiones de forma conjunta.

Por último, comentar que todo lo que construimos con esfuerzo, tiempo y buenos materiales, tiene su recompensa a largo plazo, aunque a corto plazo, sea las laborioso y más costoso, todo tiene su recompensa.

Rafael López-Crespo dijo...

Leyendo este cuento, y viendo la historia de las casas de paja, madera y ladrillo, me ha hecho ver un parecido con las empresas y su constitución. La primera (casa de paja), sería una empresa que ha pedido mucha financiación por lo que está muy endeudada, se hizo rápido, por lo que no hay apenas pactos de socios, pero empezó a funcionar muy rápido que eso es lo que buscaba el cerdito pequeño. ¿Cuál es el problema para este tipo de casas? Qué el lobo la puede echar abajo con mucha facilidad. ¿Quién puede ser el lobo? Un envió defectuoso, una demanda, una avería, cualquier imprevisto común que le pasa a cualquier empresa. La segunda casa, que es de madera y la hizo el hermano mediano es exactamente lo mismo, pero con la diferencia de que el lobo tendrá que soplar un poco más fuerte para echarla abajo, pero después conseguirá derribarla. Y finalmente, está la casa de ladrillo que hizo el hermano mayor. Está casa tardo más en construirse que las demás, y empezó a funcionar bien más tarde que las demás, pero a diferencia de las otras dos casas, este casa es inmune al lobo. Puede asumir las deudas que contrae, tiene un buen pacto de socios o protocolo familiar, está preparada para cualquier imprevisto. Tardará más en dar rendimientos, pero sabes que los dará de una forma segura.
La figura del mediador es trascendente para poder construir la casa con ladrillos, ya que son su figura puede ser mucho más sencillo la firma de un pacto de socios o un protocolo familiar. Ese protocolo hará que en el futuro cuando haya un problema en la empresa se solucione mirando las normas de la empresa, y no con una discusión entre los socios que puede provocar la demolición de la casa que construyeron sus padres.

Manuel Cabezas dijo...

Otra vez más, vemos que la mediación está presente en numerosos ámbitos, hasta en los cuentos, haciendo referencia a este artículo.

Se hace ver que, en una empresa familiar, son numerosos los miembros que la componen y por tanto, las distintas formas de trabajar que pueden adoptar cada uno. Esto puede desembocar en conflictos entre las partes, ya que entre los distintos miembros se pueden generar disputas a la hora de afrontar un estilo de trabajo. También se pueden generar conflictos debido a la voluntad de adquirir mayor reconocimiento o beneficios económicos dentro de la empresa.

Pese a ello, todas las partes de la unidad familiar tienen una cosa en común, el sentimiento de pertenencia y estima hacia la empresa. Por ello, pese a las diferencias que puedan existir, deben estar unidos y luchar contra algún "lobo" (problema) que pueda aparecer.
¡Gracias Javier!

Antonio Fernández Martínez de los Llanos dijo...

Me he decantado por el cuento de los tres cerditos por que siempre eme ha perecido muy metafórico. En este caso estamos ante una comparación de la situación actual con el covid y este mismo cuento.

Yo mientras leía este post, no podía dejar de hacer la comparación del lobo con el problema, un problema que no dejara de soplar hasta que tumbe a los cerditos. Estos cerditos crearan hogares (soluciones), pero muchas serán derribadas por el problema, hasta que por fin alcancen a crear esa casa de ladrillos para que el problema no se proclame vencedor haciendo perder mucho a la gente que acude a medicación.

Los mediadores deben de hacer ver a los cerditos que casa es la buena e intentad apoyarlos, pero los que consigan los materiales y edifiquen la casa, deben de ser los propios cerditos.