Los mediadores cuando
trabajamos intentamos en todo momento, que las partes vean una oportunidad
donde ellos ven un problema. Ello requiere un condicionante fundamental
para afrontar la negociación: el optimismo de que se puede salir de ese
problema que les trae. Por eso podemos decir que El optimismo es saludable
Muchos investigadores han
analizado en diferentes estudios a las personas que tienen una actitud
positiva. Y descubrieron que tener una actitud positiva ayuda a la gente a ser
feliz, tener más éxito y ser más sana.
Bajo ese prisma, también el optimismo
puede ser un antídoto ante la depresión o el estrés diario. Es más, se dice que
la risa y el optimismo te permitirá vivir más años. Pero hemos de analizar
las vivencias que han tenido nuestros clientes, porque se trata de salir de
las cenizas de un conflicto y necesitamos nuevas formas de pensar y nuevos
hábitos en su relación.
Evidentemente entre El
optimismo y el pesimismo, opto por lo primero, pero no olvidemos que son
actitudes mentales ante situaciones de la vida diaria y que debemos unirla a su
actitud. Por eso hoy quiero llamaros la atención a algo que me preocupa
especialmente: la crueldad del optimismo urgente en el inicio de una mediación.
Nuestra profesión sirve para
lo que sirve y seamos más o menos optimistas o pesimistas ante la situación,
todo lo marca la actitud con la que la afrontemos en la negociación. No se
trata de “vender” que esto se va a solucionar, sino que vamos a andar juntos
el camino, y el resultado desconocemos como será, pero que nunca quede en
el olvido que lo hemos intentado.
Muchas veces hemos podido oir
frases como: “yo creí que esto era otra cosa y usted me iba a ayudar”, “entonces
si usted no me lo soluciona para que sirve”, “quizás hemos perdido el tiempo
porque al final no hemos llegado a un acuerdo”. Se trata de modificar como
vemos y como ven las cosas que pasaron.
Si nos basamos en un optimismo,
prudente, en el que no te garantizo que lleguéis a un acuerdo, pero si que
lo vamos a intentar, esto ayuda a que las personas tengan éxito en la
negociación. Y podemos partir desde la manera de explicar lo que ocurrió,
cuando hacemos la devolución de la información que nos da, hasta la incesante
búsqueda de puntos de unión que no les separe, para poder encontrar una vía de
acuerdo, porque no quiero dejar de pensar que, cuando las cosas no resultan de
la manera esperada, sucede lo opuesto: y por tanto surgen las falsas
expectativas.
Si logramos matizar el
optimismo ante la mediación y sus consecuencias, a buen seguro aumentará la
capacidad de adaptación de nuestros mediados al giro que vamos a dar en la
negociación y ver los acontecimientos que dieron lugar a su problema, como una
situación temporal y actuaremos en base a esa motivación.
Conseguiremos ver los
problemas no como permanentes y matizaremos la situación de desilusión de
nuestros clientes porque a buen seguro ya intentaron todo lo que estaba en su
mano para solucionar el problema; luego ¿Qué tiene de especial la mediación?
Pienso que jamás entraremos en la crueldad del optimismo, por si, sino
consiguiendo metas día a día, sesión por sesión, pregunta a pregunta.
Por eso el optimismo va de la
mano de la actitud de ellos, la nuestra se presume, desde el punto de vista que
de forma objetiva, no estamos viviendo en primera persona el problema, por lo
que tenemos que encontrar un equilibrio entre el pesimismo del conflicto y el
optimismo de la solución
Por eso los mediadores no
buscamos culpable del problema, por eso los mediadores somos
conscientes de las dificultades y por eso los mediadores somos el vehículo que
te conducirá a donde quieres ir, pero demuéstrame con tu actitud que merece la
pena el esfuerzo de todos. Salgamos del optimismo cruel y entremos en el
optimismo racional, que tendrá momentos malos para llegar donde queremos. Para
ello hay un concepto mucho más importante: la resiliencia; y hay que aprovechar
el optimismo como una herramienta de cambio.
2 comentarios:
Tienes razón Maestro, El optimismo es una excelente herramienta, utilicémoslo conforme las prescripciones médicas, cómo tú nos has enseñado. Gracias por siempre.
EL OPTIMISMO TODO LO PUEDE
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