viernes, 16 de abril de 2021

EL DIÁLOGO ENTRE MEDIADOR Y MEDIADOS

 


Sabéis quienes me leéis habitualmente, que me gusta mucho profundizar en la raíces de la mediación, hacer de lo sencillo algo extraordinario y no solo aprender mediación, sino comprender la mediación.

Por eso siempre que pienso en mi profesión, intento conocer la “literatura” de la misma, la ciencia. Y siempre me encuentro con algo inequívoco, el llamado «arte de la expresión verbal», teniendo en cuenta que nos referimos a nuestra gran herramienta, el llamado poder de la palabra y que por tanto nos servimos de ella para negociar.  Palabra que abarca tanto textos escritos (literatura escrita) como hablados (literatura oral).  

Y de esa necesidad de comunicación, de esa “literatura” en nuestro trabajo, me gustaría llevaros al diálogo, algunas veces como debate, otras como discusión, en algunos casos con el detonante de la argumentación y siempre dentro de un discurso.

Pero… ¿nos hemos parado los mediadores a pensar en que tipo de diálogo nos encontramos?

Si es un discurso o exposición, debiera consistir, en la presentación ordenada por parte de cada mediado de sus ideas, pensamientos o conocimientos sobre el conflicto y lo ocurrido, con el fin de tratar de informar o convencer de su posición, así como de cuestionar otras ideas sobre el problema expuesto.

Si por el contrario nos encontramos ante un debate entre los mediados, tenemos que tener claro que en nuestro trabajo vamos a conseguir un intercambio de opiniones entre ellos, sobre el problema y nuestro rol se convierte en una especie de moderador. Este tipo de comunicación oral nos permite tratar cualquier asunto a través de la confrontación de diferentes posturas, los conocimientos y las opiniones de los interlocutores, que ejercen en ambos casos los papeles de emisor e interlocutor. El debate es oposicional. Dos partes se oponen entre sí, intentando probar que el otro está equivocado. Una parte escucha a la otra para encontrar fallas y contra-argumentar.

Y todo, porque en el debate se reafirma los propios puntos de vista de los participantes, se defiende los presupuestos como verdades, se induce a la crítica de la posición del otro y se defiende la propia posición como la mejor solución y excluye otras.

Por el contrario la discusión, nos lleva a un punto álgido de debate, donde las partes en conflicto, principalmente exponen sus posturas, pero no escuchan la postura del otro. ¿sería bueno no permitir este tipo de diálogo?. A quien dice que automáticamente para como mediador, la discusión entre los mediados, y hay quien por el contrario, permite, siempre que no haya “agresión verbal” que pueda surgir, porque con ello y tras ello, los mediados se dan cuenta de la necesidad del cambio de actitud, porque esa situación es la que les llevó a estar ante nosotros los mediadores y es más útil que callarles desde el primer momento.

También me gustaría, querido lector, que la discusión tiene sinónimos que pueden significar disputa, altercado, desavenencia, disentimiento, polémica o controversia. Palabras que los mediadores conocemos muy bien.

Y por último me gustaría descender al concepto más útil en mediación: El diálogo. Lo entiendo así porque, es una manera de comunicación verbal o escrita en la que se comunican dos o más personas en un intercambio de información, alternándose ese papel de “emisor y receptor”, pero  teniendo en cuenta lo siguiente:

Para que se produzca el diálogo, es indispensable un intercambio de papeles entre los denominados interlocutores. Este cambio de papeles entre emisor y receptor se denomina turnos de palabra o intervenciones, que moderamos nosotros, los mediadores

Estrictamente el diálogo es oral, pero también puede encontrarse y se utiliza con signos no verbales, la llamada comunicación no verbal de la que tanto os he hablado en otros post y que son los signos paralingüísticos y los signos cinésicos. Entre los signos paralingüísticos destaca la intensidad de la voz, y entre los signos cinésicos destacan los gestos y las posturas.

No olvidemos que el diálogo necesita de tres características claras:

-        - Una alternancia de la réplicas a la exposición de cada parte, llamado refutación

-        - Un intercambio de información entre las partes.

-       -  Cohesión y coherencia en las exposiciones de cada uno

De ahí que vuestra principal herramienta sea el diálogo. 

Por eso no olvidemos que tipo de diálogo según el caso que atendemos, es el ideal entre nuestros mediados, ya que existen diferentes clases de diálogos:    

-      -  Un diálogo espontáneo. Aquellos que no están pactados previamente, es un diálogo improvisado, libre y amistoso.  

-       - Un diálogo organizado, son aquellos que sí están pactados previamente. Asi podemos reconducir los diferentes conceptos

En un debate, un grupo de personas discuten un tema del conflicto que traen a la mesa y nuestra finalidad como mediadores, es respetar el orden del turno de palabra y su duración. Aquí es donde surge muchas veces la necesidad de un portavoz si los mediados o alguno de ellos son varias personas las implicadas en el conflicto. 

Tras el debate, en la discusión, los mediadores somos quienes proponemos los temas y cedemos la palabra a los participantes.

Por último, ante la necesidad en un proceso de caucus o reuniones individuales, el diálogo es formal, cuya finalidad es conseguir información de interés sobre el problema, el punto de vista del mediado, su postura e interés. Se hace el uso de preguntas y respuestas  

Queridos amigos, no olvidéis nunca la necesidad de dominar el discurso, el diálogo, el debate y la discusión, os hará mejores mediadores.


10 comentarios:

Cinthia Arteaga dijo...

Interesante la perspectiva del debate y la discusión sin duda grandes herramientas en el proceso comunicacional.

Javier Ales dijo...

Gracias Cinthia, son conceptos claros, pero que cuando los mezclamos muchas veces confundimos. Un abrazo

Mary De Simone dijo...

gracias Maestro.!!!!! Cuán importante la claridad del diálogo y la comunicación.!!!!

Luis Del Giovannino dijo...

Resalto la idea de dominar el discurso, para dar lugar al dialogo, que importante es tomarnos del tiempo justamente en el discurso de apertura y crear las atmósfera aunque estamos a distancia para lograr la confianza y tranquilidad suficiente para que los mediados puedan empoderarse y sentirse relajados para expresar sus posturas, con respeto y tranquilidad de que tendrán todos el tiempo necesario para hacerlo. Aquí es cuando la mediación se toca con el arte....

Sumaya dijo...

Millones de gracias,a perfeccionar las técnicas de comunicación,toca!!Bonito martes.

Javier Ales dijo...

Discurso, dialogo, debate... son nuestras herramientas

Nora Lezcano dijo...

Me encantaron las distinciones que hiciste Javier!! Gracias por generar estas cercanías y encuentros entre estás herramientas!!! ☺️ Abrazos gratos!!

Nora Lezcano dijo...

Me encantaron las distinciones que hiciste Javier!! Gracias por generar estas cercanías y encuentros entre estás herramientas!!! ☺️ Abrazos gratos!!

Marisela dijo...

Interesantísima reflexión. Muchas gracias, Javier! Un saludo desde Galicia!! Marisa Peña

Javier Ales dijo...

Gracias Nora, Marisa, Sumaya, Mary, Cinthia es un lujo que estéis ahí y vuestra opiniones. Un abrazo