martes, 29 de noviembre de 2016

NEGOCIAR EN TIEMPOS REVUELTOS. LA MEDIACION EN TRES DIMENSIONES

El conflicto supone momentos de ansiedad, de incertidumbre, de no saber qué hacer. Por eso pensar en esos momentos que las emociones han aflorado no es fácil, requiere mirar más allá y sobre todo PENSAR en TRES DIMENSIONES. Es por eso que las personas actuamos instintivamente con lo que en otros artículos he llamado nuestro sexto sentido, la mayor parte del tiempo, es más fácil y rápido. Por eso, si pensar de por sí es difícil, pensar en tiempos revueltos, cuando es más necesario, lo emás.                                                             .
Analizar que pasó en su relación, se convierte en algo fundamental y sobre todo donde desean ir las partes implicadas en el conflicto, por eso podemos decir que nuestra misión en una mediación es ser agentes de viaje en la vida de los protagonistas para acompañarles en el trayecto que comprende, cómo se encuentran y cómo quieren estar en el futuro, con ello percibimos la realidad del camino a recorrer, que obstáculos existen y la dirección a seguir en relación al espacio y tiempo.                                                  .
Llegaremos a reproducir mentalmente objetos que se han observado. Ver el conflicto en diferentes circunstancias. Conseguir que una imagen fija cobre vida en tres dimensiones, nos hace encontrarnos en un espacio nuevo en el que el reconocimiento y la deconstrucción del problema nos será más fácil.
Anticiparse a las consecuencias de cambios espaciales, y adelantarse e imaginar o suponer cómo puede variar el conflicto y la relación de las personas implicadas, que sufre algún tipo de cambio con nuestro trabajo, es la alquimia de la mediación. Por ello entiendo que debemos mediar y pensar en tres dimensiones. Es aquí donde me vino a la mente un libro que me regalaron hace muchos años que se llamaba EL OJO MÁGICO. En el mismo aparecían fotografías, a veces hologramas que tras un tiempo mirando y pensando, se nos aparecía una figura nueva tras él. Dicen los expertos que pensar de forma bidimensional supone ir de un lugar a otro utilizando un camino único, con un pensamiento lineal donde una situación es asociada a otra, y se busca la causa de la relación entre una y otra.
Es verdad que existe esta relación concreta causa efecto entre estos dos elementos cuando analizamos un problema, pero también lo es, que no se consideran otros factores lo suficientemente importantes que son parte de una ecuación más grande.

El ejemplo más importante para poder explicarme y que el lector entienda mi mensaje está en el deporte. Cuando en baloncesto, fútbol o cualquier otro deporte, en un partido, un equipo juega contra otro, la relación bidireccional es claro, ambos luchan por conseguir sus objetivos que no es otro que doblegar al contrario, por eso nunca vemos tres equipos a la vez jugando entre sí.
La mente humana parece entender mejor y reconocer el dualismo en el contexto de uno contra uno. En un partido de tenis el espectador, (en nuestro caso “el observador de un conflicto”), el modelo en dos dimensiones es claro, va de un lado al otro en el debate, el diálogo o la discusión. Por eso apuesto por  entender una mediación en tres dimensiones.                                      .

Para ello siguiendo con el ejemplo del deporte…debemos ir más allá no quedarnos en el partido en sí entre dos equipos, sino pensar más en el campeonato, en la posibilidad por ejemplo de unos playoffs que va a representar una interpretación más tridimensional de los objetivos a conseguir. Es ahí donde entramos los mediadores, en esa interpretación en 3D de lo ocurrido, sobre todo por dos razones muy poderosas: por un lado el mediador ha de sentirse parte del camino de gestión del conflicto; y por otro lado, porque somos nosotros los que de forma totalmente objetiva podemos ver “más allá” donde las partes no alcanzan a ver porque el problema les ciega.                                  .
El pensamiento en tres dimensiones cuando nos encontramos en “tiempos revueltos”,  no se detiene en la relación uno y otro, sino que trata de identificar otro escenario, ver más allá. Nos ofrece la libertad de pensamiento para poder salir de un callejón sin salida, rompiendo las cadenas que atan a las partes. Por eso empecemos por nosotros mismos … ¿Eres capaz de ver más allá en este dibujo?. Si es así estás en el camino, si no….no dudes en venirte con nosotros para aprender a ver en tres dimensiones

lunes, 21 de noviembre de 2016

CONOCE TU AVATAR

CONOCE TU AVATAR PARA MEDIAR
Para poder conseguir que confíen en ti en una mediación, nada más importante que conocerte a ti mismo, saber cuales son tus principales habilidades y porque no… cuales tus debilidades para convertirlas en virtudes. Por eso hoy os quiero hablar de vuestro AVATAR. Se dice que en internet y en otros tipos de tecnologías como wassap, videojuegos, etc. se denomina avatar a una representación gráfica, normalmente con rasgos humanos, que se asocia a alguien que sea usuario de la red y con ella se identifica. Por otro lado los avatares pueden ser fotografías o dibujos artísticos, y algunas tecnologías permiten el uso de representaciones en tres dimensiones.
Si hablamos de religión, por ejemplo en el Hinduismo, podemos decir que el avatar puede ser la reencarnación de algunos dioses, porque tratamos de espíritus que ocupan un cuerpo terrenal, lo que supone una representación en la tierra de algún dios.  
El término se hizo famoso gracias a una película de ciencia ficción de 2009 dirigida por el famoso James Cameron, donde los personajes, para conseguir entrar en la atmósfera un planeta llamado Pandora, “deben introducirse en un avatar (el cuerpo de un indígena llamado “na`vi”) para interactuar con los nativos del planeta y convencerlos de explotar sus recursos naturales y minerales”.

En mediación se necesitan profesionales, bien formados y que sean capaces de “bucear” cual avatar en las emociones, en los sentimientos, en los intereses, en las necesidades de las partes en conflicto. ¿Cuáles son los verdaderos secretos del mediador?, sabiendo que no hay que esperar que seamos “supermanes” o “superwomans”, simplemente necesitamos que nuestro avatar consiga: La modestia, la sencillez y la naturalidad.
Que utilicemos de la mejor forma nuestras dotes de comunicador y de discreción, que nos lleve a la prudencia.
Que tengamos plena convicción en lo que hacemos, para conseguir con ecuanimidad, la sobriedad y el ejemplo ante los mediados
En definitiva, tener con nuestro esfuerzo, la capacidad de ver más allá lo evidente. La poderosa arma del sentido del humor, con la que conseguir una especial sensibilidad y humanidad que nos permita mirar en los entresijos del problema
Siempre se habla también de la capacidad de escucha activa, comprensión y paciencia, que no debe abandonarnos durante el proceso de mediación, para conseguir a través de la persuasión, la disposición de las partes enfrentadas a cambiar el rumbo (hay que viajar ligero de equipaje).
Y todo ello no se puede conseguir más que con nuestra ética e integridad para poder conseguir la traducción de los mensajes que se lanzan, aquellas personas que un día perdieron su canal de comunicación.
No me digáis queridos lectores, que no es un trabajo apasionante; que no es como planteamos al inicio de nuestro artículo, un viaje en busca de “nuestro AVATAR”. La competencia del mediador o mediadora debe ser tanto:
n  Intelectual: para tener una gran visión estratégica, saber planificar y  evaluar el conflictos
n  Interpersonal: Para conseguir la capacidad de dirigir y comunicar
n  Personal: Con la que conseguir la credibilidad y creatividad que tanto propugnamos desde nuestra Escuela Sevillana de Mediación

Tenemos que prepararnos para ponernos en la piel de los mediados y saber trabajar en mediación, por eso no dejes nunca de buscar tu avatar.