lunes, 15 de diciembre de 2014

EL PREGóN DE NAVIDAD EN TRIANA

Triana se convierte en Belén de Judea. Las luces de Navidad anuncia en nuestras calles la llegada del momento más hermoso, del nacimiento del que todo lo va a cambiar y la estrella de oriente nos dirigirá hacia Él, como si de un mapa en el cielo se tratara y yo… toda la vida pensando que el Niño Jesús, nació allí en la región de Galilea y tengo que deciros un secreto, que he tenido bien guardado.
            Una noche allá por…. No lo sé la verdad, tuve un sueño, que me trasladaba al País de Nunca Jamás y allí me rebelaron la verdad; que la Virgen María habiéndose desplazado junto a José y su madre Ana,  por el río Guadalquivir, en una barcaza, con un Barquero que junto a ellos la acogió y cuidó, llegó a nuestro barrio, a Triana, y no hubo problemas como dice la leyenda para empadronarse, mas bien al contrario… fue acogida junto a José en la Cava donde quiso dar a luz.
En Triana amigos jamás la exclusión y los problemas de la inmigración tienen cabida. Era y es libre, creativa, activa y artista. Era y es aquí donde las personas que como El nació, buscamos durante toda nuestra vida, su vida, la razón de vivir, el alma que nos guie; pues bien ese alma aquella familia y todos nosotros, la encontramos en cada una de las personas, que como aquel barquero, aquel ángel, aquel funcionario que les empadronó, se levantan cada día para hacer feliz a los demás, ahí está nuestra verdadera alma.
            Y fue entonces cuando marineros, si marineros…. Estaban vigilando sus redes a la orilla del rio;  cuando se les apareció un ángel, y la gloria de Dios les rodeo de resplandor. Sobresaltados por la repentina aparición, el ángel los tranquilizó diciendo:
-          No temáis porque os traigo una buena nueva, que será de gran gozo para todo el pueblo, hoy en Triana os ha nacido el Salvador, que es Cristo y Señor. Y esto os servirá de señal: hallareis al niño envuelto en pañales y acostado en un corral…
Y así fue, cuando el ángel desapareció, los marineros dejaron su faena y se decían unos a otros, “vayamos ahora mismo hasta la cava y veamos esto que ha sucedido”. Inmediatamente tomaron camino

Lo que estaba pasando, en  la cava, en precarias condiciones de hospedaje eso si, era el hecho más maravilloso y misterioso del mundo desde su creación. La encarnación de Dios, que se hace hombre e irrumpe en la historia de la humanidad. A partir de ese momento que se diviniza la condición humana cualquier hombre es imagen viva de lo sagrado, el inmigrante, el gitano… a todos llega esa luz que hace 20 siglos se iluminó en la Galilea trianera.

Durante siglos, los profetas pregonaban al pueblo la llegada del Mesías. Hoy vengo ante vosotros para pregonaros que la gran señal esperada ya ha llegado un año más, que Dios viene a nacer entre nosotros. Ya los profetas decían antes que yo, que la Virgen María dará a luz un niño al que pondrá por nombre Enmanuel”… si habéis oído bien… “Er Manué” y tu Triana en ningún modo eres la menor de las ciudades, DIOS HA PUESTO SUS OJOS EN TI PARA QUE NAZCA EL GRAN REY.
Capítulo I
Amigos, no olvidemos nunca que la Navidad, nos introduce en lo misterioso. Es curioso que a las imágenes del belén les llamemos “un misterio”. Nos introduce en el mundo de lo sensible y lo melancólico. Jesús o “Er Manué” como le llamamos aquí, viene a nacer en cada casa de los trianeros que pasan necesidad.
El paro convierte a muchas familias en desesperados padres, que como María y José buscan el cobijo del trabajo y lo que hallan son puertas y puertas cerradas. Abrámoslas, demos cobijo, confiemos en los demás, consigamos aunar fuerzas para conducir el rebaño de nuestros deseos al “pasto” del día a día. Pensad que podemos hacer para mejorar la vida aunque sea a una sola persona, tomadlo como algo personal, conseguid que en cada casa nazca la ilusión de darnos a los demás. Ese es vuestro compromiso con este humilde pregonero de la navidad.
            Pero quiero pregonaros mi navidad. Llega la hora de adornos, bolas, estrellas, luces, guirnaldas, lazos y un sinfín de complementos que llenan nuestra casa de calor, para decorar un gran árbol y para revivir un Belén.
            Sacar de un baúl las figuras, contarlas una a una como si faltaran porque se hubieran “jubilado”; preparar el papel del fondo, la mesa donde iría… y lo más importante… a trabajar.
Año tras año desde que yo tuve uso de razón y mis hijas desde su cuna por tanto,  acopiamos materiales de todo tipo… encabezados por las directrices de mi mujer, procedemos a recopilar cajas de polvillo, trozos de “porespan” abandonados a su suerte a las puertas de cualquier comercio, ya sean de “Polvillo” o del “Mas”, ramas que harán las veces de árbol temporal… hasta que una voz en “off” de nuestras conciencias (mi mujer con su sabiduría innata) nos dice… “¿no serán demasiados?”. Todo nos parece poco cada año para el belén que queremos montar.
            El belén es el mejor catecismo que podemos dar. De hecho, en mi casa las figuras “cobran vida” porque tras el esfuerzo de poder “meter en escena” todos los episodios que queremos representar, cada día cuando vuelvo de trabajar, observo que no solo los Reyes se han movido para acercarse día a día al portal; sino que en la “jaima” de los camellos hay mas comensales; que del castillo de Herodes han desaparecido parte de la centuria… “porque son los malos”, que las lavanderas de la orilla del rio, han terminado su cometido y se encuentran ya de vuelta a su domicilio y que las ovejas que fielmente pusimos en rebaño se han dado a la siesta porque así lo han querido o porque un pequeño empujón en la mesa lo ha sugerido.
            Y creen ustedes que todo queda ahí?.. Ni mucho menos; intentado ser lo más fieles posible, siempre surge un viaje inesperado a las costas gaditanas para conseguir la mejor arena y las piedras que han de conducir a los pastores al portal y a los peces del rio, permitirán almorzar.
            A nuestro belén acudían pastores, playmobil, payasos, pin y pones barbies, incluso algún que otro pitufo. Todo tenía cabida y el rio de papel de plata, a veces era navegable, a veces era un lago, e incluso más de una vez una fuente tomada prestada de la cocina, hacia las veces de él.
            Ni que decir tiene que incluso sonido se producía, de un viejo radiocasete que hora tras hora anuncia villancicos populares para ambientar.
            Y qué decir de la luz. Cada año buscando la mejor luminosidad, empleamos lámparas de diario, que retorcidas debidamente, orientan el camino a tomar… lo de… de noche y de día… eso es harina de otro costal. Imposible diría yo sin un técnico de Endesa cercano
            Amigos…NO DEJEMOS NUNCA DE PONER NUESTRO BELÉN, NO DEJEMOS DE PREDICAR CON EL. Dejemos que los niños y mayores aprendamos y juguemos con ellos.
CAPITULO II

            Cercano al día que nació el Señor, nos sorprenderán los sonidos de radio… si sí de radio, con el sorteo de lotería, en el que buscamos la suerte que nunca hemos tenido, desayunamos con el recuerdo en pesetas, pensando en … ¿y si nos tocara?, pero la realidad nos dice que pocas veces cae cerca de los tuyos, porque suficiente riqueza es la salud y la familia, o … quizás porque más que décimos, llevamos participaciones que nunca nos sacarían de pobres, o quizás intentando ser el agraciado que este año anuncia la “Tele” que por olvido o por falta de dinero, no compró… pero que el camarero hace justicia, solo con cobrarle 21 euros por un café. No sé, pero todo hace prever que llega la Navidad

De la cena de noche-buena prefiero no hablaros, porque consiste en un banquete nunca mejor dicho, que abarca desde la víspera del día de Navidad hasta pasada la media noche muchas veces del día siguiente, eso significa que estaremos más de 24 horas comiendo sin parar, de manera parecida al banquete judío que dio lugar a celebrar el nacimiento del señor, solo interrumpido por el rezo a las 12 de la noche en honor y agradecimiento a Dios por los que están y por los que ya no están.
            Entre mantecados y algún que otro turrón, que muchas veces desde noviembre ya nos hemos postrado a probar, surgen villancicos unos y otros sin orden alguno, no han terminado cuando comienza el siguiente, pero que como reunidos ante la mesa estamos, siempre alguien con voz sonora intenta dirigir, hasta que llega el “Adeste Fideles”, que con tino alguien anuncia, pero que con desatino nadie se sabe, terminando como hacemos cuando no sabemos… na, na, na, nananana.
            Hay la Noche-Buena…. Cuanto de bueno trae solo con que Él naciera, solo con que quisiera estar entre nosotros, con nosotros, iguales que nosotros, hagámosle un sitio, que viene a cenar. Pero ¿Cómo sabrá llegar?; pongamos una colgadura en el balcón que seguro verá y si no su madre, su abuela… alguien lo verá. Una vela nos recordará que está entre nosotros y que nunca se marchará.

            Y de fin de año, que contaros que no sepáis. Siempre he dicho que las nuevas tradiciones eclipsan muchas veces el sentir de estas fiestas queriendo trasladarla incluso al 24. La noche del 31 ha sido siempre el día del “cotillón”, el brindis, las uvas, los cohetes, las campanadas delante de la televisión.
¡¡ Que ya es la hora!! Anuncio desde las 11, para poner nervioso al personal. Las uvas de fin de año en casa 1, 2, 3, 4, 19, 32, 84… buscando la risa floja que obligue a parar tan rico postre y la fiesta… la fiesta donde toque.
En mi casa existe la tradición de disfrazarnos, quizás consiguiendo que con  ello, aquel que comience el año no se parezca al que dejamos atrás, quizás con la intención de poner una sonrisa al nuevo año, que las penas no queremos. O quizás porque queremos ser distinto a los que fuimos, no lo se. Se va un año y entra otro… la pregunta es ¿seremos mejores?
            .LO QUE SI SE… ES QUE SIEMPRE LO MEJOR “ESTÁ POR VENIR”
CAPITULO III

Y llegó el día, el día que anunciado por el Alcalde de Triana… me convertiría en el HERALDO REAL DE SUS MAJESTADES LOS REYES MAGOS, jamás tuve mayor regalo, Curro, una y otra vez, gracias. Gracias porque yo creí que ya lo había vivido todo en Navidad. Aquella noche no había podido dormir…
Las gentes iban de aquí para allá, sin saber muy bien dónde terminar sus pasos y mi séquito y yo detrás de una máscara de betún, de color negro, como no podía ser de otra forma, tomamos camino de la Torre del Oro, quizás allí sean donde depositaran sus Majestades tan preciado metal para el Niño Jesús, hace años… quizás no, seguro. Allí  embarcados en un navío de madera caduca, empezó mi aventura, LA AVENTURA DE MI VIDA.
Los patos del río se acercaban para dar crédito a aquella hazaña, se arremolinaban para crear un surco donde navegar y para ser “testigos de excepción” de la llegada del Heraldo a Triana. 3 de enero de 2014, jamás lo olvidaré.
El puente de Triana parecía un balcón al cielo de la ilusión, la gente se agolpaba acomodando sus hombros, conquistando un hueco para ser testigos de excepción y que hoy quiero dedicar a esa niña que la desgracia simplemente hizo que te la llevaras al cielo Señor, siendo Erasmus en tierra de María, tu madre.
Y llegó el momento del desembarco… mi Agrupación Musical (que sería yo sin ellos) con la escolta, la que me devuelve la vida cada vez que formo parte de ella, como si de soldados de plomo en una repisa se trataran, esperaban mi llegada, la llegada de un ángel anunciador terrenal que me tocó encarnar.
Pronto todo se trasladó al año 0, sones de villancicos, las primeras sonrisas, los primeros ojos de incredulidad, los primeros padres más nerviosos que sus propios hijos, adultos en segundo plano queriendo dar un paso al frente pero que la vergüenza les retraía y 1 carta, 2, 3… y así hasta 100, 1000, 2000?. No lo sé  a ciencia cierta; de ello son testigos mis beduinos, una legión de fieles que atendían y gozaban haciendo gozar a todo el que tenían alrededor.. sólo ellos eran conscientes de lo que estaba pasando, porque los niños y niñas de Triana se habían apropiado de mi corazón, habían secuestrado mis sentimientos.
Despacio muy despacio fue mi andar, nada ni nadie podía quedar atrás. Delante mi ejercito de ángeles negros, detrás los músicos que rezan por Sevilla con sones celestiales  y a los lados dos pajes de amplia sonrisa a los que debo mucho y mas… se puede pasear mejor?, se puede ser más feliz?, pues si… creerme que sí.
En la calle Rodrigo de Triana una mujer se aceleraba a indicarme que por favor entrara, que sin demora, entrara en su casa, un momento, a recoger una misiva, y allí… allí el cielo había bajado a la tierra… una mujer, postrada en su sillita de ruedas de unos 80 años me entregó su carta, su vida, su ilusión de niña,… no podía seguir… no podía andar… no podía respirar… pero tenía que cumplir mi misión… traer a Triana esa llave que mágicamente abre una por una las puertas de las casas de todo el barrio para esa noche mágica…
Mientras, al otro lado un niño se me acercaba una y otra vez llamando mi atención tirando de la capa; cuando por fin tuve tiempo para él, bajo susurros me confesó su error: Los play-movil que había pedido en la carta no eran los que quería… pero la suerte ya estaba echada, no podía volverse atrás; no había tiempo para tachar, escribir y reescribir. Prefiero el fuerte de vaqueros, antes que la isla pirata.
En ese momento una mirada cómplice de Melchor, entre la bulla, porque él estaba allí, sin que nadie le identificara, me aseguró con su sonrisa que el error no era tal y los deseos serian cumplidos. Entonces me acerqué y sin querer quitar importancia al error, le hice saber que la magia está en su corazón y que si lo soñaba y deseaba, se cumpliría.
Iban pasando las horas que para mi eran minutos, porque no quería que se acabara nunca y sin saber cómo llegaron a mis manos tres pergaminos, que habría que entregar, allí, en el portal, allí donde había nacido Emmanuel, en la iglesia de Santa Ana ¿recuerdan?.. si, anunciando a sus Majestades los Reyes Magos. ¡¡ que buen consejo cuando me dijeron… disfrútalo, hazlo lento… muy lento, en ese momento eres patrimonio de los niños y cuanta verdad en ese consejo.
Allí fue donde los conocí, a Reyes de carne y hueso, elegidos para ayudar a los de verdad, a reyes que sin querer habían conquistado toda mi razón en los días previos, porque ya se sabe que los de verdad existen pero no los debemos de ver.
Ahí es donde nuevamente la historia se equivoca…
Yo SI LOS VI… SI ESTUVE CON LOS DE VERDAD AQUELLA NOCHE.
Tras partir a caballo para llevar la noticia por el barrio y recoger las últimas cartas rezagadas, me apresuré a salir a galope y eso que quince días antes no sabía montar.. pero aquel caballo “Litrona” se llamaba, vaya nombrecito, lo llevaba el mismo dios, yo no tuve que hacer nada y…. una por una deposité las cartas en el zurrón que en la entrada de sus jaimas tenían sus majestades los Reyes Magos a las afueras de la ciudad.
Había cumplido mi misión SER EL MEDIADOR ENTRE LOS NIÑOS Y LOS REYES MAGOS … era yo quien tenía que dar las gracias… y me las daba ellos a mi., era increíble…
Me apresuré a levantar la cabeza y los vi. Les vi la cara, tal como cuentan, distintos pero a la vez iguales, siendo conscientes de su misión y con una bondad que jamás se me olvidará y me hicieron comprender donde están los verdaderos tesoros… en el Hogar de Nazaret, en el Centro de Día, en el Mercado día a día, en la Peña Trianera… en todos y cada uno nace el Niño Jesús, en todos y cada uno se adora la vida… tesoros incalculables.
Aquella noche tampoco pude dormir, había cumplido uno de mis sueños de niño y como dice el refrán… eso no tiene precio
Y los Reyes Magos… ¿Llegarían a nuestra ciudad? Pues claro que si… llegaron y este año nuevamente una vez más llegarán, y saben ustedes que trajeron, oro… como Rey, incienso… como Dios y mirra…. Como hombre. Rey, Dios y Hombre en un solo niño.
ORO: siendo custodiado de los ojos de los demás en una Torre que mira a Triana desde la otra orilla, con desvelo y con paciencia y que con el tiempo paso a llamarse LA TORRE DEL ORO
INCIENSO: que depositaron en la calle Pureza, en la calle San Jacinto, en el tardón y en la calle Castilla para que cada año mostremos su valor en nuestra Semana Santa y que sin querer desparraman los acólitos para mejor entender la grandeza de nuestro Dios
Y LA MIRRA, depositadas en esas fábricas de cerámica que de forma excelsa emerge de los hornos trianeros y que se dibuja en cada plato, en cada taza, en cada cuenco,  en cada baldosa
YO AMIGOS… Y MAYOR HONOR NO CABE … SI…. FUI HERALDO DE TRIANA
EPILOGO
Triana es tan, tan especial, que hasta su cabalgata es única. No, no se trata de dar la bienvenida a sus Majestades, ellos ya fueron coronados en Santa Ana, ya cumplieron su misión horas antes de subirse a su carroza, saben ustedes para que?. Para despedirse, para despedirnos, para decirles adiós, para agradecerles que un año más hayan cumplidos sueños de niños y mayores. Dice el dicho popular que es de bien nacidos ser agradecidos. ¿Se puede tener mayor clase?. Yo diría que no.
Y asi fue el día 6 de enero a las 5,30 de la tarde se abrían las puertas de la residencia de mayores. Unos cuantos caramelos al aire para recordar a los que no están y…. carroza tras carroza, llena de nervios, de pajes, de funcionarios de Dios, (se puede tener mejor trabajo en la vida….) ,iban repartiendo a diestra y siniestra ilusión, cariño, besos, regalos, buscando miradas cómplices entre la gente… gente anónima que no quiere que la Navidad acabase y con voces roncas gritaban sin cesar… ¡¡ aquí… aquí…!!. Yo no podía parar de bailar. Lo quería hacer todo a la vez, regalar y saltar, saludar y bailar,  no se… no era yo. Conmigo iban todos los trianeros y trianeras que por alguna enfermedad no podía estar, aquellos que por apuros económicos no podían regalar, aquellos que dia tras día dejan curriculums en tiendas y bares esperando la suerte, aquellos que siendo trianeros ya no viven aquí y… aquellos que no siéndolo se sienten de aquí, no se… no era yo. No estaba solo eran miles de ojos y yo … delante angeles sentados a los lados dos pajes… benditos pajes, cuanta sabiduría para pedir prudencia o para llenar aquellas sacas de caramelos una y otra vez, jamás os podre pagar el sueldo que mereceis, pero si os digo Berto y Juanito que ya le he pedido a Dios que me deje serviros, que me permita llenaros de calor vuestra vida y ser el avalista del préstamo de vida que os dará para vuestra felicidad.
La Estrella de la Ilusión, Melchor, Gaspar y Baltasar, cada uno de ellos, agasajaron y fueron agasajados, yo solo tenia que anunciarlos, sus carrozas parecían, según me dijeron, fábricas en ebullición. De sus “hornos” iban saliendo unos tras otros, regalos de despedida, regalos de agradecimiento, regalos que certificaban el permiso de autorización judicial para entrar en domicilios ajenos. Unos últimos regalos que solo querían mandar el mensaje de que la amistad, la ilusión, el darse a los demás, es el verdadero regalo que perdura durante todo el año, hasta que volviesen a visitarnos.
Poco a poco se iban alejando, la noche se cerraba, la navidad se acababa…. Volvíamos a nuestra lugar de origen, pero algo quedaba tras las carrozas, la gratitud de unos y otros, porque amigos…. Triana es tan,  tan especial que hasta su cabalgata es única. Daros por despedidos majestades, pero no nos olvidéis que todos los días del próximo año sere bueno

            Aquí y ahora estamos nosotros, testigos de aquella noche 2000 años después y no solo vino Dios entonces, sino que viene ahora, para poner luz a nuestras vidas y su paz que debe llenar de sosiego nuestra agenda y nuestra alma. Esta noche, ya a las puertas de la navidad, quiero desearos muchas felicidades y que consigáis vuestros sueños, aquellos que mueven vuestras vidas.
            Amigos y amigas, ya termina mi pregón, ya termina mi dicha, pero no quiero dejar de proclamar:

QUE GRANDE ES SER TRIANERO SIN HABER NACIDO EN TRIANA… QUE GRANDE ES PASEAR POR TRIANA SIN VIVIR EN ELLA… QUE GRANDE ES SER GITANO VINIENDO DE UNA FAMILIA PAYA…. QUE GRANDE ES SER BARQUERO SIN HABER SURCADO LA ORILLA DE LA CALLE CASTILLA…. QUE GRANDE SER ALFARERO SIN COCER EN EL HORNO DE SANTA ANA QUE GRANDE DIOS MIO, QUE GRANDE…. ES SER TRIANERO, FELIZ NAVIDAD

EL PREGONERO DE LA NAVIDAD 2014 HA DICHO

martes, 9 de diciembre de 2014

ES HORA DE RENOVAR NUESTRO COMPROMISO

CARTA DE COMPROMISO COMO MEDIADOR 


Sevilla,......de................................de 20

            El abajo firmante acude voluntariamente a hacerse mediador, a sentir como mediador y sobre todo a hacer de la mediación su hábitat natural y con ello ayudar e intentar  la solución pacífica de los conflicto que se le confíen, aceptando y respetando los siguientes principios:

1.      Aceptan el objetivo y las reglas de Mediación de los que han sido previamente informados y en los que van a profundizar dia a dia para hacerlas suyas, respetando y haciendose respetar

2.      Promover en la medida de lo posible el conocimiento de la mediación intentando DESAPRENDER PARA APRENDER cada día
3.      Conseguir hacer ver a las personas que acudan a mi que son los verdaderos responsables de su solución cuestionándonos que podemos hacer con lo que te ha pasado
4.      Trabajar dia a dia mi formación a través de la comunicación para llegar a hacerles ver  las personas una oportunidad donde ellos ven un problema
5.      Respetar y ver  que detrás de los papeles hay sentimientos, posiciones, intereses, necesidades y sobre todo actitudes
6.      Generar confianza entre las partes en conflicto y entre el mediador y las partes, así como confianza en el proceso de mediación.
7.      Saber trabajar para que podamos velar por que las partes en conflicto que en el futuro acudan a mi puedan atribuirse el mérito de los acuerdos alcanzados
8.      Aprender de los casos su DESLEGALIZACIÓN, su DESJURIDIFICACION y su  DESJUDICIALIZACION
9.      Una vez formado y trabajando en mediación serán mis clientes los que  realizarán un seguimiento de mi trabajo, en el seguimiento de los casos que harán que me  recicle siempre

10.  El proceso de Formación en Mediación durará …. Toda mi vida


Firmado:

 Apellidos y Nombre