martes, 30 de noviembre de 2021

Modelos de Conjugación de Verbos ideal para Mediadores

 


Si una de las características más importantes para la mediación es “el poder de la palabra”, esto me hizo volver al colegio, volver a “repescar” en mi mente cosas que había dejado en el olvido, pero que cada vez se hacen más fundamentales para mi trabajo como mediador. Porque no es fácil parafrasear, reformular, reenmarcar, sin repetir palabras y sin un dominio importante de la semántica. Por eso hoy me atrevo a ofreceros los modelos de conjugación más simples, pero importantes a la hora de trabajar.

Comencemos con lo que llamamos MODO INDICATIVO:

a)    En primer lugar nos encontramos con el llamado “pretérito imperfecto”, tiempo verbal que expresa una acción anterior al presente o a otra acción. Expresa una acción pasada mientras esta se desarrolla. Por ejemplo : “¿usted iba a contarme algo que era importante en el conflicto que están viviendo?”

b)    Después, el pretérito perfecto, o pretérito perfecto compuesto, que se utiliza para expresar acciones ya terminadas que dan lugar a un estado o situación que sigue teniendo validez en el presente. Por Ejemplo: “ Esta semana han tenido una actitud mucho más positiva”

c)     Sigamos con El futuro imperfecto o futuro simple. Este es un tiempo verbal de indicativo con el que podemos expresar predicciones, promesas o creencias en el futuro. Por ejemplo: “Hablaré o Hablaréis de las distintas posibilidades de acuerdo si os parece”

d)    También referirme al condicional simple o pospretérito, una acción que se expresa como si aún no hubiese terminado. Es habitual que el pospretérito se utilice para hacer referencia a un acontecimiento hipotético. Ejemplo clásico a la hora de la empatía: “¿Qué ocurriría si le hubiera pasado a usted lo que nos está contando la otra parte?

e)    Pasemos al Pretérito perfecto. Es un tiempo verbal empleado en el discurso hablado de manera habitual, pero con variaciones regionales en su uso tanto en Hispanoamérica como en España. Ejemplos: “Mientras estábamos negociando una salida al problema, los trabajadores se han manifestado”.

f)      El pretérito pluscuamperfecto de indicativo es un tiempo verbal que expresa una acción que ocurrió en el pasado antes que otra acción también en el pasado. Cuando usamos la categoría “perfecto” para calificar un tiempo verbal, indicamos que la acción verbal está completa o terminada. Por ejemplo “Habíamos estado en el lugar donde ocurrió el accidente”

g)    El pretérito anterior es un tiempo verbal, correspondiente al modo indicativo, que se forma con el pretérito perfecto simple o pretérito indefinido del verbo auxiliar, seguido del participio del verbo principal o auxiliado. A modo de ejemplo podemos decir: “Cuando hubo terminado de hablar, se fue y no solucionamos nada”.

h)    El futuro perfecto denota una acción futura ocurrida con anterioridad a otra también futura. Es un tiempo verbal relativo. Por ejemplo: “Para cuando yo esté de acuerdo a lo que hablamos, tú ya habrás hecho lo que quieres”.

i)       Por último tenemos el Condicional perfecto: Tiempo verbal que describe una acción que habría ocurrido en el pasado si se hubiera cumplido una condición. Ejemplo: Ya te habría pagado si ya hubieras terminado de presionarme.

Pasemos ahora al MODO SUBJUNTIVO

a)    El presente subjuntivo es un tiempo verbal que se usa para expresar incertidumbre, probabilidad o sentimientos como alegría, sorpresa o asombro, y puede aludir al presente o al futuro. Por ejemplo: “Espero que no nos hagamos más daño”, “intentemos el acuerdo aunque no lo consigamos”.

b)    El pretérito imperfecto de subjuntivo se utiliza en las oraciones condicionales imaginarias o improbables. Estas oraciones imaginan un escenario en el presente o en el futuro y la condición que lo haría posible. Ejemplo: “Si trabajara desde casa, habríamos solucionado el problema antes que despedirme”

c)     El Pretérito perfecto de subjuntivo. Es un tiempo compuesto que expresa una acción pasada en un periodo pasado. Se forma con el presente del subjuntivo del verbo haber ( HAYA, HAYAS, HAYA, HAYAMOS, HAYÁIS, HAYAN ) más el participio del verbo principal / ADO - IDO /. Ejemplo: “Aunque hayamos hablado no veo solución”

d)    El pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo expresa una acción completada, pasada y anterior a la de la oración principal. Ejemplo: “Me extrañó mucho que me hubieras mandado a otra persona a solucionar lo que nos diferencia”. “Probablemente, me hubiera encantado que esto me lo hubieras propuesto antes”

e)    El futuro perfecto se forma con el verbo auxiliar “haber” en futuro imperfecto del subjuntivo seguido del participio del verbo principal, que es el que le otorgará el sentido global. ... Por ejemplo: “Si para la semana que viene no lo solucionamos, habrá consecuencias nefastas”.

Por último, referirme brevemente a lo que llamamos modo imperativo. Este es un modo utilizado para dar órdenes, solicitudes o ruegos . Ejemplo: “Hagamos una sesión individual con cada parte o caucus”.

Espero que aunque, bastante simple, os haya transportado a aquellas clases en nuestros primeros años donde la gramática se hacía necesaria y que insisto, hoy en día por lo simple, no deja de ser extraordinario para los mediadores.


La Mirada del Otro

 

La mirada es el espejo del alma, dicen muchos. En mediación, es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta, principalmente por la reacción ante una pregunta, un comentario, una historia o un resumen argumentativo. No podemos dejar de transmitir sentimientos y reacciones al dirigir nuestra mirada. Nuestros pensamientos florecen sin querer y nuestras emociones surgen sin pensar.

Que importancia ha tenido en los últimos tiempos, donde las “mascarillas” en esta Pandemia, solo nos ha dejado ver miradas… de un tipo y de otro. Es uno de los aspectos más importantes de la llamada “comunicación no verbal” del ser humano y nos aporta cantidad de información y lo más importante: la discrepancia entre lo que se dice y lo que se comunica sin hablar.

Si nos miran fijamente, presuponemos atención o interés en nuestro mensaje; si mira hacia otro lado, como si buscara un referente, puede estar pensando recuerdos o incluso mostrar desinterés en el tema en cuestión. Aquí entraría también lo que se denomina Programación Neurolingüística (PNL), para poder interpretar las mismas.

“Paul Ekman, profesor de psicología de la Universidad de California ha detectado la participación de la mirada en la configuración de seis emociones básicas: la sorpresa, el miedo, el enfado, la rabia, la felicidad y la tristeza”. De ahí que digamos que las miradas dicen más de lo que pensamos.

También debemos asociar la mirada a muchos comportamientos culturales, dependiendo del entorno donde nos encontremos, para no realizar una mala interpretación, ya que el contacto visual, puede estar mal visto según donde nos encontremos. La persuasión puede jugar un importante papel en estas situaciones.  Según las diferentes culturas, la interpretación de la mirada varía sensiblemente. De esta forma, “en Europa, alguien que mira en los ojos se considera como que está seguro de sí mismo y que es digno de confianza, que se trata de una persona fuerte; mientras que en otros países, esto puede ser interpretado como un signo de agresividad o de falta de educación”.

Miradas firmes y estables denotan confianza y seguridad, mientras que rehuir la mirada se interpreta como timidez o falta de confianza. De forma inconsciente puede hacernos surgir cierto paternalismo o incluso rechazo ante miradas desafiantes.

La forma de mirar transporta una gran cantidad de información de lo que pensamos, queremos o sentimos, dentro de lo que denominamos el arte de la comunicación no verbal. Es como una ventana al mundo interior y las emociones del otro. La mirada habla, pero a veces el mensaje que nos envía está en contradicción con las palabras pronunciadas, ahí esta la verdadera importancia y lo que va a suponer movilizar nuestra atención. La mirada huidiza se percibe como falta de confianza, poca fiabilidad o incluso hipocresía. La mirada directa a los ojos del otro supone necesidad de acercamiento y atención a su interlocutor, algo que casi siempre termina posteriormente con una pregunta hacia el mismo para validar la información.

Por último me gustaría referirme, querido lector o lectora, a lo que se llama “mirada triangular”, muy importante para nuestro trabajo como mediador, ya que esta se produce entre interlocutores (las partes) y nosotros, mediadores. Nuestra mirada, querido amigo tiene que ver no solo con la atención hacia las partes, sino sobre todo a ese empoderamiento que debemos dar a la hora de debatir un tema en cuestión. Mirar al otro mientras uno habla, consigue mágicamente que a quien miremos, sea objeto de ser receptor del mensaje verbal que se realice. Es decir, si cuando llegaron ante nosotros ni se hablaban entre ellos , ni miraban, podemos conseguir que lo hagan solo dirigiendo nuestra mirada

No olvides, que la comunicación a través de la mirada es todo un arte. Por algo dicen que los ojos son el espejo del alma, ¿no?.


lunes, 29 de noviembre de 2021

El Decálogo del Mediador de FIMEP

 

1.- Huimos del protagonismo y propugnamos la honestidad, la humildad, la transparencia y sencillez en todo lo que hacemos

2.- Nos comprometemos desde la Institución a compartir lo que sabemos y lo que aprendemos

3.- Manifestamos que no avanzamos en nuestra profesión indicando el descrédito de otros métodos. Todos son válidos

4.- Por la filosofía de la mediación nuestras mesas serán gimnasios de las emociones y las relaciones humanas

5.- Declaramos que la mediación nos une y reúne, reconociendo la relevancia de la otredad y de la diversidad.

6.- Seremos puente de comunicación en la construcción de un diálogo pacífico y aprendices eternos de esta profesión 

7.- Para nosotros, la mediación, como el derecho se aprende estudiando y se ejerce pensando, se es tolerante y leal con las partes en conflicto, Siguiendo a Eduardo Couture, padre del Decálogo del Abogado.

8.- Nos comprometemos a promover en la medida de lo posible el conocimiento de la mediación intentando DESAPRENDER PARA APRENDER cada día

9.- Conseguiremos hacer ver a las personas que acudan a nosotros que son los verdaderos responsables de su solución cuestionándonos que podemos hacer con lo que te ha pasado y preguntándoles incluso aquello que muchas veces no quieren oir

10.- Generaremos confianza entre las partes en conflicto y entre el mediador y las partes, así como confianza en el proceso de mediación y velar, por que las partes en conflicto que en el futuro acudan a mi puedan atribuirse el mérito de los acuerdos alcanzados

jueves, 25 de noviembre de 2021

Yo soy “Mediacionista”

 

Está de moda hoy en día, en el que vamos por una siguiente “ola de contagios del coronavirus” el debate entre la vacunación y los no vacunados auspiciados por un movimiento llamado “negacionistas”.

El “negacionismo” ha surgido a lo largo de la historia con muchos frentes, evidentes, pero que siempre llevan una corriente contraria: el cambio climático, el Sida, etc. Hablamos de personas que eligen negar la realidad para evadir y evitar quizas una verdad incómoda. Para Paul O'Shea, "es el rechazo a aceptar una realidad empíricamente verificable. Es en esencia un acto irracional que retiene la validación de una experiencia o evidencia histórica". Siempre el cambio sufre un “trauma” muchas veces no aceptado. Si me permitís la expresión, en nuestro ámbito de la mediación, siempre es difícil salir de la zona de confort.

Se piensa que son muchas las motivaciones y causas para para que exista el negacionismo, tales como ciertas creencias religiosas, el egoísmo, o incluso dice que pueda ser un mecanismo psicológico de defensa contra ideas que inquietan una situación concreta.

La continua radicalización y polarización en las redes sociales son el lugar favorito para el crecimiento del negacionismo, incluso alimentadas por lo que llamamos hoy en día las “fake News”. Todo ello acrecentado con la existencia imprevista de una pandemia hoy en día, y porque no decirlo, ante la imprevisión de las decisiones que se toman para la gestión de la misma (no estábamos preparados), es un hecho.  

Tal es así, que el otro día leí que se le denominaba a esta situación como, “Infodemia” la otra epidemia de la Covid-19, que ha creado unos 1.169 bulos y desinformaciones sobre la Covid-19. A ello contribuyeron determinados influencers, incluso videos que luego se hicieron virales.

No quiero entrar en los motivos, de este “negacionismo”. Yo no lo soy, pero me sirve para “jugar” con el concepto y decirte querido lector o lectora que lo que si soy es “mediacionista”. La justicia no está en su mejor momento y necesitamos como dice la exposición de motivos de la Ley que Regula la Mediación Civil y Mercantil en España de 2012, una “justicia de calidad” y, entre las grandes ventajas está su capacidad para dar soluciones prácticas, efectivas y rentables.

Consigamos que nos “inmunicemos” contra el conflicto, para acercarnos y no tener “distancia social”.

No lo olvidéis amigos “el conflicto mata las relaciones” y la mediación “salva las mismas”

Puede que la mediación y la “cultura del acuerdo” no frenen totalmente los contagios, pero sí evitan acabar en la UCI. Y eso es más que suficiente.

Consigamos que la población este plenamente informada de las bondades y seamos si me permitis… “Mediacionistas”

 


domingo, 21 de noviembre de 2021

¿Tenemos nuestro propio Black Friday?

 

Estamos queridos lectores, en la última semana de Noviembre, previa al mes de Diciembre donde todos nos preparamos para celebrar la Navidad y el Final de año. Y nos viene, mejor dicho, nos invaden con los reclamos del “americanizado” “Black Friday o viernes negro”, pero ¿de verdad sabemos lo que es? Como bien sabéis, me pregunto siempre todas las cuestiones que inundan mi vida, desde los ojos de un mediador y este tema, no iba a ser menos.

El Black Friday y otras iniciativas comerciales en distintos países, similares (como El Buen Fin en México) suscita muchisimas críticas, sobre todo debido al reclamo al consumismo. Si eso es así, bienvenido sería un “black Friday” de la Mediación para consumir más y más mediación.

Acudimos a internet y la enciclopedia libre de Wikipedia nos dice: “Se conoce como viernes negro, ​al día que inaugura la temporada de compras navideñas con significativas rebajas en muchas tiendas minoristas y grandes almacenes. Es un día después del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, es decir, se celebra el día siguiente al cuarto jueves del mes de noviembre”. Pues bien, esta costumbre, en las grandes cadenas, y más ahora que se rompieron las fronteras con las conexiones de internet, han supuesto un reclamo al consumismo en el resto del mundo. 

Asociaciones de consumidores hablan del reclamo a las compras impulsivas. Incluso diría más, ya que numerosos comercios son acusados de inflar los precios en semanas anteriores para ofrecer un descuento ficticio coincidiendo con el Black Friday.

Sea como fuere, es una realidad que tenemos en nuestros días, en la que participaremos o no, pero nos permite ser conscientes de los cambios en nuestra sociedad.

En España, si no recuerdo mal, fue una cadena de distribución como Media Markt, la que se hizo eco de esta “costumbre americana”, pero el gran boom, tenemos que determinarlo en el acceso a internet universalizado y por tanto a la adquisición de productos por internet entre los consumidores. Y no solo el último viernes del mes de noviembre, sino al reclamo, hay quien habla de la última semana o incluso del último mes, de descuentos, del año.

Y han sido precisamente circunstancia “negativas” las que han llevado a tener estas oportunidades. ¿Os suena ante la adversidad ver oportunidades? Pues sí, tras diversas crisis económicas, se ofrecía la posibilidad de adquirir bienes de forma muy económica; es más, en la pandemia, también se produjo este fenómeno comercial con un gran auge, ante la dificultad de desplazarte y poder comprar, gangas según decían, por internet, justo antes de la Navidad.

La fuerza del marketing y la publicidad han propiciado que este día gane terreno y sea aprovechado por las grandes marcas para lanzar sus ofertas comerciales.

Pues amigos y amigas lectores, mediadores en formación o en ejercicio profesional, ¿saben ustedes cuál es nuestro “viernes negro”? No es un viernes, o si, puede ser un lunes, un martes, un miércoles, o cualquier día de la semana de cualquier mes y de cualquier año, ya que siempre será más beneficioso apostar por el diálogo ante una crisis, por el contacto entre los responsables de su solución, permitiendo que nosotros seamos ese vehículo para que se produzca.

Y luego vendrá el Día Europeo de la Mediación, allá por el 21 de Enero de cada año, día de celebración y de reivindicación, igual que cuando es el día de la paz, el día de la mujer o el día de los enamorados, pero nos ostros, los mediadores, tenemos nuestra particular “oportunidad”, de ofrecer un espacio neutro, donde hables, donde te escuchen, donde empatices, sin dejar de ser asertivo. Donde alguien, te guiará por esa crisis, que el Black Friday sirve para hacerte de lo mejor al menor coste, y en la mediación, sea el día que sea, te lleve a invertir en el menor coste emocional.


viernes, 19 de noviembre de 2021

Adaptarse como un Camaleón

 

Si hubiera nacido animal, ¿con cuál me identificaría? Una vez propuse ante mis alumnos, hacer este ejercicio mental. La conclusión fue que todos tienen algo de interesante, por la agilidad, por la inmediatez, por la paciencia, por la relación con el ser humano… pero entre todos el que mayor número de adeptos, produjo fue el camaleón. Eso me hizo pensar en las bondades de este desconocido reptil, muy común además en mi tierra.

Pero les pregunté ¿Qué es ser camaleónico?

La habilidad de este animal para poder adaptarse y camuflarse según el entorno en el que se encuentre, nos lleva a la habilidad con más probabilidades de triunfar en el plano laboral, profesional, personal, etc.

Los mediadores solemos tener una mente más abierta, somos muchas veces, como propugnamos más flexibles y aceptan de otra manera los cambios. También lo llevamos al campo de la empatía con aquellos que nos rodean y somos capaces de ponernos en su lugar (espíritu camaleónico). Quizás por ello, estamos propensos a pensar en el cambio, en la oportunidad, en ver más allá con esos ojos que llegan a alcanzar los 360 grados de nuestro alrededor. La virtud del mediador camaleónico, radica en saber cómo responder a las adversidades y obstáculos que se presentan. Dicen que somos capaces de “afrontar todo tipo de imprevistos y salir airosos de ellos”.

Tenemos que ser conscientes y lo vemos en cada mediación, que cualquier cosa, cualquier situación y cualquier persona se encuentra en constante cambio.

Ese cambio es lo que necesitan nuestros clientes, hasta el punto de tener la necesidad de cambiar “el color” de lo que nos ocurre, como los camaleones. Ahora bien, eso solo se consigue si aceptamos que somos protagonistas de ese cambio. Gran parte del sufrimiento que tienen los mediados, es la no aceptación al cambio que se va a producir, pero no olvidéis queridos mediadores, que nosotros somos camaleónicos, y debemos conseguirlo.

Necesitaremos, por tanto, ver varias salidas, varias soluciones para afrontar sus problemas, ayudarles a que las vean y sobre todo, que sean ellos los protagonistas de las decisiones que tomen, pero para ellos necesitamos muchas flexibilidad, en ellos y en nosotros

Una vez leí que, en la selva, el que no actúa rápido, muere. Y precisamente, los camaleones no tienen agilidad o rapidez y por tanto, defensa frente a los predadores, por lo que podemos decir que la madre naturaleza lo “ayudó” dotándolo de la capacidad de mimetizarse con el medio. Así, sobrevivió la especie.

En esta época que nos ha tocado vivir y para la que nadie estaba preparado, la pandemia, la aparición del COVID, hemos necesitado una absoluta adaptación al medio. Muchas empresas con las que he trabajado, han tenido que adaptarse, como los camaleones, aprendiendo a convivir con la adversidad y “adaptarse al medio”. Crecer, en medio de la incertidumbre, es lo que les ha dado una salida ante el problema. No se debe tener miedo a los cambios, porque si aprendemos la lección de este reptil, nos daremos cuenta que son los que nos ayudarán a sobrevivir.

Incluso, como camaleón que soy, me atrevería a pedirte que tuvieras una gran “apertura mental” ante los problemas, porque te permitirá ver, opciones y elegir, tomar decisiones, más allá de lo que muchos piensen, y atreverte a ver lo que nadie más ve.

Únicos e impresionantes. Así son los camaleones, los únicos animales en el mundo, capaces de cambiar de color para defenderse ante cualquier eventualidad, con unos ojos grandes, capaces de moverse tan independientes, que le dan una vista de casi 360 grados. Tienen una capacidad auditiva que es incluso, más desarrollada que los seres humanos. Lo mismo sucede con la visión, ya que pueden ver colores. En cuanto a su cambio de color, lo pueden hacer a su antojo en tan solo 15 y 20 segundos.

¿Con cual animal te identificarías?, yo, como mis alumnos, también lo tengo claro.


martes, 16 de noviembre de 2021

Mediación versus Tribunales

 


Soy abogado y mediador, y no, no me gusta como muchas personas hablan de las ventajas de la mediación en detrimento de los tribunales de justicia, de la justicia tradicional, de la que convive con nosotros, ante la aparición de los métodos alternativos de solución de conflictos.

Siempre dije que, para demostrar las bondades de algo, no debemos apoyarnos en las debilidades del otro. Son caminos diferentes, aunque se trate de llegar al mismo lugar. La mejor forma de entenderlo es pensando en un viaje, ¿es mejor ir en tren, en avión, en coche o andando? Pues pregúnteselo a quienes hacen el camino de Santiago, o quien va en viaje por negocios, o quien inicia un viaje por vacaciones para conocer diferentes lugares con su familia...

Todos son útiles, todos son necesarios. El respeto hacia todos los medios es necesario para una convivencia eficaz.

Crecimos los mediadores, sorprendidos por las ventajas de la mediación:

-        Favorece la comunicación entre las partes enfrentadas

-        Disminuye las tensiones de las partes en conflicto y sus emociones

-        Ellos mismos asumen las responsabilidades de la solución empoderándoles

-        Las soluciones se ajustan a lo que de verdad necesitan

-        No existe la sensación de ganador o perdedor, sino del empate

-        No se centra en el pasado sino en el futuro

-        Favorece la flexibilidad, adaptando el “traje” de forma artesanal para que le quede bien a los mismos

-        En definitiva, el nivel de cumplimiento de lo acordado, al ser lo que quieren es muy muy alto

-        Y todo ello porque permite soluciones más creativas que previenen problemas de futuro

Esta relación de virtudes, querido lector, no habla más que de las bondades de la mediación, pero nunca en descrédito de otras vías, porque también sería sencillo hablar de las “desventajas” de mediar, sobre todo en aquellas personas que no tienen actitud, la clave de toda mediación.

Por eso hoy me atrevo a decir las bondades de la justicia tradicional, de los tribunales, porque el respeto entre ambas vías debe ser la bandera de la convivencia entre ellas.

Los Tribunales, la justicia tradicional, tiene grandes ventajas:

-        La profesionalidad del Juez y de los abogados de las partes, permite entrar a desenredar el conflicto legal (la interpretación de las leyes)

-        El juez, si las partes no ceden, determina el resultado una vez que delegaron el protagonismo a los abogados

-        La comunicación se produce entre abogados para la búsqueda de la solución, cuando muchas veces no es posible la comunicación entre ellos

-        Con independencia de que necesiten otra ayuda, abarca el cumplimiento o incumplimiento de la ley

-        Ante incumplimientos de las partes, se exige, para no dejarlo al libre albedrío de las mismas

-        Jueces, abogados y fiscales, siempre antes de una decisión judicial, permiten que por representantes (no existe desgaste emocional) se acuerde una salida al problema

Ahora es usted, si si, usted, quien decide donde acudir. Si está dispuesto a dialogar y “reconocer, aunque no comparta lo que piense la otra parte”, venga a mediación.

Si usted, querido amigo o amiga, necesita que alguien le ayude y le cede el poder de decisión, acuda a su abogado y déjele que negocie en su nombre, y si no es posible, que reclame ayuda en la decisión de los jueces. Es más, son vías complementarias, porque muchas veces si no es posible una mediación o esta es falida, acudiréis a los tribunales y, otras veces, son los propios tribunales, quienes, suspendiendo sus decisiones, derivan a mediación para la búsqueda de la solución. ¿Alternativas?, no hombre no: Complementarias


¡Yo no voy a llamarle!

 


Acabamos de conocerle, le mostramos interés en saber que le ocurre y necesitamos que crean en lo que vamos a iniciar. La mediación es un proceso por el cual… pero cuéntame que ocurrió y porque necesitas ayuda.

Es ese primer momento en el que demandan nuestros servicios como gestores de conflictos, anda necesitado de ver una salida a su problema y nos cuenta que le trajo a nuestro despacho. Es el momento en el que debemos hacerles ver las bondades de la mediación y como esta puede encajar en la reconstrucción tras las cenizas de un conflicto, pero hay algo fundamental: solo vino una de las partes y necesitamos que la otra parte también venga en demanda de nuestros servicios y saber que intentaron previamente para solucionar el problema que les separa.

En ese momento y solo en ese momento inicial, es cuando le preguntamos, ¿le has llamado para hablarlo? Y en gran número de ocasiones nos dicen: ¡Lo he intentado, pero yo no le voy a llamar!

¿Qué encierra esa frase?, ¿cuánto dolor hay detrás en la relación?, ¿Qué debemos hacer los mediadores en ese momento? ¿le recomendamos que lo haga o le permitimos seguir en su decisión firme?

Dice la letra de una canción:

“Me duele en el corazón

Por mucho que quiera no vuelvo atrás en el tiempo

Y ese recuerdo mata por dentro

Por no hacerlo bien en aquellos tiempos

No te voy a llamar

Y es que no te pienso llamar

Y es que no te voy a llamar porque no se puede arreglar”

 Y no se porque todo tiene que ser así

Parece que de esta historia nunca llegaré a su fin

Y me duele en el corazón

Pensar que yo siempre tuve la razón

Que aunque me lo pidas no acepto un perdón

Y que en mis cicatrices no hay reparación

Y no te voy a llamar

Y es que no te pienso llamar

Y es que no te voy a llamar Porque no se puede arreglar”

Nunca una letra de una canción, refleja con mayor claridad lo que piensa la persona que acude a una mediación y, tras contarnos lo ocurrido y ante la pregunta que hice, nos responde ¡yo no voy a llamarle!

Por eso hoy como mediador me quiero preguntar querido lector/a ¿Qué le lleva a tomar esa decisión? Quizás el orgullo, el no querer dar el paso para no ser menos, quizás el no querer dar un paso hacia el pasado del que intento huir…

La verdad es que habría tantas decisiones como personas, pero somos conscientes que es un primer gran paso. Llámele y dígale que vino a verme, que es posible que la mediación sea la llave que facilite abrir esa puerta, que se puso en vuestro camino y que no les permite seguir con su vida y dígale que le gustaría que me conociera.

Y le digo más querido cliente, si no es posible, si no quiere dar ese paso, por favor intente pensar y pedir que venga a conocerme alguien, que pueda decírselo por usted.


La Paz Imperfecta

 


“No existe cierta paz sin la armonía de las diferencias; no existe eliminación sino convivencia tras el conflicto” Javier Alés

Son muchas las profesiones que trabajan en post de la paz y entre ella la mía, la mediación profesional. Por eso cada vez que mediamos, intentamos poner paz ante un conflicto que nos relatan en cada sesión. Por eso podemos decir sin temor a equivocarnos que la paz es un gran valor que para el ser humano debe consistir en la capacidad de vivir en calma, con una sana relación de convivencia social y bienestar. Pero en lo que más nos interesa en el ver la paz desde la mejor forma de manejar los conflictos que nos surgen en nuestra vida, porque no podemos esperar a que los demás generen la paz, sino que debemos ser nosotros, los que vivimos en situación de conflictos los que tenemos que empezar a generarla y buscarla, esa es la misión del mediador: devolverles a las partes su capacidad para generarla.

Si buscamos el término paz, siempre es referida a la ausencia de guerra; todo aquello centrado en los conflictos violentos entre Estados y Países. Es decir, conflictos armados (también hace referencia a ello el Objetivo 16 de la Agenda 2030 de Naciones Unidas: REDUCIR TODAS LAS FORMAS DE VIOLENCIA y Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible) y por eso en el ámbito del Derecho Internacional, cuando hablamos de paz, nos referimos a la búsqueda de un tratado o convenio entre las partes “para poner fin a la guerra”.

Para nosotros, mediadores, ese convenio o pacto, es el llamado “acuerdo final”. Pero nuestra búsqueda de la paz, comienza en las propias personas enfrentadas; solo desde una paz interior, se puede buscar un acuerdo inter-partes. Por eso buscar la paz, aunque sea imperfecta, porque no evita el conflicto, produce serenidad y respeto, valores muy cotizados ante el conflicto.

El “acuerdo o pacto” que la propia palabra da su significado desde el latín “pax, pacis”, requiere de serenidad, calma, solidaridad, tolerancia y respeto a la opinión de los demás, aunque no las compartas y sobre todo, aceptar las diferencias.  

Estudios e investigaciones realizadas por algunos autores nos muestra la paz como   el bien más querido, deseado y buscado por el ser humano, ya que representa el bienestar personal y del grupo o sociedad.  

Pero ¿Cuál es el verdadero valor de buscar la paz?

Cuando nos referimos a que mediante la mediación también buscamos la paz entre las partes, lo hacemos desde la convicción de que el ser humano y por tanto nuestros clientes, tienen plena capacidad para alcanzar una sensación de tranquilidad y aceptación de lo ocurrido, que le permite tomar decisiones de futuro, para permitir la armonía de las diferencias con el otro.  Ello solo se consigue si aprenden a lidiar con los sentimientos negativos o conflictos y conseguir una toma de decisiones para acabar con sus efectos, de forma libre.

Pero analicemos el concepto de paz según distintos autores

Varios autores y personalidades sociales y políticas dieron sus ideas sobre el concepto de paz. Algunas de las más representativas son:

  • Kant – filósofo alemán. “La paz no es un estado natural en el que los hombres viven unidos. El estado natural es más bien el de la guerra, uno en el que, si bien las hostilidades no se han declarado, existe un riesgo constante de que estallen. No alcanza con evitar el inicio de las hostilidades para asegurar la paz. Por esto, la paz es algo que debe ser implantado”.
  • Buda - sabio en cuyas enseñanzas se fundó el budismo. “Más que mil palabras inútiles, vale una sola que otorgue paz” 
  • Johan Galtung – sociólogo noruego. “La ‘paz positiva’ es la generación de una relación armoniosa y ella se consigue cuando dos o más entidades en conflicto emprenden proyectos juntos y los beneficios que genera ese proyecto son repartidos equitativamente. No iguales matemáticamente, pero es importante que no haya desigualdades flagrantes entre las partes”.
  • Gandhi – abogado y político indio. “No hay camino hacia la paz, la paz es el camino”.
  • Jimi Hendrix – Cantante. “Cuando el poder del amor sobrepase el amor al poder, el mundo conocerá la paz”.
  • Martin Luther King – activista estadounidense. “Paz no es solo una meta distante que buscamos, sino un medio por el cual llegamos a esa meta”.
  • Nelson Mandela – abogado y político sudafricano. “La paz no es simplemente la ausencia de conflicto; la paz es la creación de un entorno en el que todos podemos prosperar”.
  • Dominique Pire – Sacerdote, premio nobel de la paz. “Existe una tentación extremadamente sutil y peligrosa de confundir la paz con la simple ausencia de guerra, como estar tentados de confundir la salud con la ausencia de enfermedad, o la libertad con el no estar preso. La terminología es a veces engañosa. Por ejemplo, la expresión "coexistencia pacífica" significa ausencia de guerra y no verdadera paz”
  • Madre Teresa de Calcuta – monja india. “La paz y la guerra empiezan en el hogar. Si de verdad queremos que haya paz en el mundo empecemos por amarnos unos a otros en el seno de nuestras propias familias”.
  • Eleanor Roosevelt – escritora y activista estadounidense. “No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella y trabajar para conseguirla”.

Diez autores, diez ideas y todas ellas con pensamientos que utilizamos los mediadores:

La palabra; la relación; el camino; el respeto; el medio a seguir; el entorno; la coexistencia pacífica; cambiar el yo por el nosotros; creer que es posible…la mediación querido amigo/ lector/a.

Conseguir ese equilibrio y el respeto, del que ya hablé en otro post reciente, nos lleva a la “paz social” que buscamos con nuestro trabajo como mediador, que permitan la convivencia de las imperfecciones, porque las relaciones entre las personas no siempre son fáciles. La realidad está hecha de luces y de sombras, de tranquilidad y de conflicto, de acuerdos y desacuerdos, de entendimiento e incomprensión.  Y nunca debemos olvidar lo que a mi me gusta llamar “la paz imperfecta”, como aquella que nos lleva a llegar a un acuerdo al que estamos obligados a entendernos, aunque no le guste en su totalidad a ninguna de las partes.


domingo, 14 de noviembre de 2021

Es tiempo de agradecer

 

El pasado Jueves 11 de Noviembre (11 del 11) tuve el gran honor de recibir de manos de la Asociación Madrileña de Mediadores el Premio al Mejor Blog del año 2021 y he esperado unos días para poder escribir este post de agradecimiento.

Agradecimiento a esta importante Asociación y a su Presidenta, porque como dije en la gala tan solo es un proyecto (“El Cofre de los Tesoros de la Mediación”, este cofre que tienes ahora ante ti) de un Profesor que necesita devolver a tantos y tantos mediadores/as y alumnos/as lo mucho que aprendió de ellos en todos estos años.

Agradecimiento a Profesionales que te han acompañado en algún momento, aquellos que hoy en día están en tus proyectos y muchos otros que, sin saberlo, soy consciente que me hicieron el profesional que soy hoy en día.

Detrás de este blog, que con tanto cariño comencé en 2008 y que ya recibió más de 307.000 visitas, está un mediador de calle, pasional, que desea más que nada compartir y nunca competir. Soy así.

Y por eso quiero leeros aquello que escribí en Mayo de 2019, cuando no existía Pandemia, cuando nadie sabía lo que luego vendría y que… HOY DEDICO A TODOS VOSOTROS/AS:

“Ayer por la tarde al terminar una sesión conjunta de mediación, en la que habíamos mantenido nuestros más y menos, donde salieron a la luz las enormes diferencias que les separaban de un acuerdo y tras preguntarles si veían con buenos ojos volver a vernos la semana que viene para reconstruir la relación y al menos, respetar, aunque no compartan las distintas posiciones… no pude contener la emoción ante su gesto afirmativo y AGRADECERLES que confíen en mí. Agradecerles que eso me da fuerza para ver que “un minuto hablando puede resolver muchas cosas” y que confíen en mí como la persona que les pueda conducir a un escenario distinto.

Vi en sus gestos duros “por la batalla”, el reconocimiento y la legitimación.

Y es que ayer mismo, tuvimos por la mañana, en mi Universidad Loyola una sesión con formato taller, centrada en el valor y la importancia del agradecimiento. En éste, reconocimos que “agradecer lo vivido, genera esperanza y seguro que construye un futuro desde lo mejor de nosotros mismos” (J.M. Valverde, “agradecido”). Por eso podemos decir, que el agradecimiento es una de las emociones más poderosas que podemos poner en práctica diario y que desde pequeños los padres inculcamos a los niños.

Sabemos que lo que vivimos en el momento, aun cuando nos separen muchas cuestiones, es un auténtico REGALO, por eso a ese momento se le llama PRESENTE. Y es en nuestro trabajo como mediadores donde tenemos que  ver y valorar lo que tienen y el poder de decisión  en lugar de preocuparnos por lo que no tenemos.

Quiero contaros que hace algunos años quise dar las gracias a un buen compañero de la Universidad que me había ayudado a elaborar un informe para un artículo de revista. Como no sabía que podía regalarle, al ser profesor, no se me ocurrió otra cosa que un libro, una novela… ¡¡ tendría libros un profesor como yo en su casa!!, no tuve ninguna originalidad.

Tras un café en el desayuno, le entregue con mucho cariño el libro envuelto en papel de regalo, lo abrió, lo miró, esbozó una gran sonrisa, yo creo que le gustó, y casi sin lugar a tiempo, le llamaban por teléfono y lo atendió. Aquello quedó ahí junto a una frase de ¿Por qué te has molestado en regalármelo si te ayudo con mucho gusto?

El caso es que los días siguientes me quedé pensando si de verdad le habría gustado y sobre todo si yo habría acertado, porque quizás no había hecho el esfuerzo suficiente para conformar sus gustos.  Tampoco me había dado las gracias explícitamente… no se.

Lo cierto es que al cabo de un mes recibí un correo de mi amigo invitándome a una mesa redonda en la que el participaba y ante dicha invitación acudí y me senté en última fila de un salón abarrotado.

Pasado unos minutos junto a dos profesores más que componían la tertulia, apareció mi amigo con el libro bajo el brazo, me buscó con la mirada de complacencia, de agradecimiento y nunca habló de él en la charla, pero lo tuvo a su lado. En ese momento comprendí, que no es tan importante dar las gracias, sino MOSTRAR TU AGRADECIMIENTO. Me hizo sentir grande.  Por eso los más importante en nuestra vida personal y profesional es mostrar nuestra verdadera gratitud.

"Solo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud" (Jean de la Bruyère)

Por eso una vez leí y aplico en cada día en mi trabajo y en mi vida, que “hay una gran diferencia entre dar las gracias y mostrar nuestro agradecimiento. Dar las gracias es una respuesta espontánea, automática, un convencionalismo social que por educación y por cordialidad hacemos de oficio” y por eso, hay muchos "gracias" que saben a pura hipocresía. Mostrar nuestro agradecimiento va mucho más allá es mostrarle a la otra persona que realmente valoramos y apreciamos lo que ha hecho por nosotros o lo que nos ha dado”.

No paremos por tanto de dar las gracias a todo aquel que tenemos al lado, pero sobre todo… no paremos de mostrar nuestro agradecimiento “Tal vez la gratitud no sea la virtud más importante, pero sí es la madre de todas las demás”.— Marco Tulio Cicerón

Hoy gracias a las redes sociales, he encontrado un espacio para ser agradecido con todos vosotros que me leéis y os pido que aprovechéis este post para ser agradecido con todo lo que os rodea, no importa que se trate de algo insignificante o de una tontería, y sobre todo con quien os rodea.”

Aquí esta mi post y mi espacio para que deis las gracias a quien queráis, por el motivo que sea…para que seáis vosotros, yo hoy quiera dárosla a todos aquellos y aquellas que me hicisteis feliz con este Premio.


martes, 9 de noviembre de 2021

¿Imparcial, neutral u objetivo, sabemos las diferencias?

 


Es muy común que se confundan indiscriminadamente las tres categorías, hasta tal punto, y en nuestra profesión de mediadores, que en nuestro discurso inicial, cuando les comentamos las ventajas y las reglas de nuestro trabajo, les dejamos claro que deberemos ser imparciales, objetivos y neutrales, pero ¿nos hemos preguntado alguna vez la diferencia entre estos tres conceptos, principios básicos para mediar?

Veamos en primer lugar la relación entre estos conceptos

Lo primero que hay que decir es que no existe consenso en la determinación del sentido y el significado de las nociones de neutralidad, objetividad e imparcialidad. En este contexto, los tres conceptos o principios, se presentan en el lenguaje usual, a pesar de sus similitudes, al considerarse sinónimos el uno del otro, pero comprenden diferencias sustanciales que es preciso señalar.

Según el Diccionario de la RAE, neutralidad es la “cualidad o actitud de neutral”, definiéndose neutral, como aquello “que no participa de ninguna de las opciones en conflicto”. Objetividad es “cualidad de ser objetivo”, definiéndose objetivo, como aquello “perteneciente o relativo al objeto en sí mismo, con independencia de la propia manera de pensar o de sentir”. Y por último, imparcialidad se define como “falta de designio anticipado o de prevención en favor o en contra de alguien o algo, que permite juzgar o proceder con rectitud”.

Consiguientemente, la neutralidad excluye la participación en alguna de las opciones en conflicto; la objetividad alude al objeto en controversia, con independencia de la propia valoración personal; y la imparcialidad supone la ausencia de prevención a favor o en contra de alguna de las partes en conflicto y que permita proceder con rectitud.

Siendo ello así, podemos convenir que, al menos en el lenguaje usual, la objetividad presupone la imparcialidad, pues la aprehensión de un objeto en sí mismo requiere de la falta de prevención sobre el mismo, mientras que la imparcialidad y la objetividad no determinan la neutralidad, pues la participación en algo puede ser el resultado de un juicio imparcial sobre el objeto en sí.

Por todo ello me atrevo ya a establecer las diferencias querido/a lector/a

¿Que es ser neutral?:

Cuando con respecto a un mediador, se dice que es neutral, lo que se está queriendo referir es que es indiferente, que no toma partido en ningún aspecto o cuestión sobre la que le toque intervenir.

Se dice

“Que no toma partido entre dos que luchan o están en oposición optó por mantenerse neutral en la discusión”

La neutralidad, como sabemos, supone la no participación de ninguna de las opciones en conflicto. No se trata, pues, de la prohibición de la posición de parte, sino de la prohibición de la intervención con respecto a tales opciones que barajen a la hora de llegar a un acuerdo.  

El mediador es una figura “neutra”, es decir, participa para ayudar en la comunicación, pero no impone una solución, es decir, no es el “productor” de la solución a tomar”. La decisión es de las partes libremente. Son las partes y solo ellas, las que deben analizar y barajar cada opción, y en su caso elegir la más idónea a sus problemas mediante la comunicación y gracias a las técnicas y habilidades que utilice el mediador para consensuar sus voluntades.

Según la Ley 5/2012… Art. 8. “Neutralidad. Supone que las actuaciones de mediación se desarrollarán de forma que permitan a las partes en conflicto alcanzar por si mismas un acuerdo de mediación”, pero con una “conducta activa” por parte del mediador.

¿Que es ser objetivo?

La objetividad está desligada de los sentimientos y de la afinidad que una persona pueda tener con respecto a otro individuo, objeto o situación. La objetividad solo debe indicar aquello que es real y existente

Por su parte, la objetividad es la cualidad de objetivo, entendiendo por tal aquello perteneciente al objeto en sí mismo. Consiguientemente, la objetividad opera en el ámbito del principio de legalidad. Para nosotros, el objeto a negociar en un posible acuerdo final, ha de ser lícito y por tanto el tema a negociar, válido, de lo que somos garantes.

Por último, la imparcialidad. ¿En qué consistiría, pues, la imparcialidad del mediador?

Como imparcial denominamos algo o alguien que no es parcial, que no se inclina o favorece ninguna postura o idea

En definitiva, significa no ser partidario de ningún bando o parcialidad, y, en consecuencia, mantenerse en una posición objetiva en relación con las facciones enfrentadas.

Por tanto, en nuestra profesión, hemos de partir de que la imparcialidad supone que no se dec­­anta ni por unos ni por otros. Por eso ayuda de forma objetiva y se podría decir, según la Ley de Mediación en España (Artículo 7 de la Ley 5/2012): “…sin que el mediador pueda actuar en perjuicio o interés de cualquiera de ellas». De ahí la importancia de controlar la empatía, la colonización de los mediados hacia el mediador, o la simpatía por el mismo.

En definitiva, para terminar este pequeño ensayo, me atrevo a minimizar en tres frases, tres conceptos tan complejos de diferenciar:

Ser NEUTRAL EN LA DECISIÓN A TOMAR

Ser OBJETIVO CON RESPECTO AL TEMA A NEGOCIAR

Y ser IMPARCIAL PARA NO TOMAR PARTE POR NINGUNA DE LAS QUE EXISTAN EN EL CONFLICTO