Sentémonos a la mesa (aunque también valga la
expresión sentarse en la mesa según los expertos). Una nochebuena en plena
Pandemia, no deja de ser un día único y de grandes sentimientos para todos.
Es tradición que sea un momento de paz,
armonía y buenos deseos ante “quien” está por venir esa Noche. Aunque no solo
eso, pues ya en las fiestas paganas que se celebraban en el imperio romano, se
hacía la exaltación del Sol (25 de diciembre) pero sobre todo hace ya 2000
años, surgía el arte de cocinar y reunirnos alrededor de una mesa, que adquiría
un gran protagonismo.
La cena de Nochebuena es uno de los ritos
familiares más especiales. Se trata de una gran cena donde los mejores manjares
se ponen en la mesa y la tradición marca reunir a toda o la mayor parte de la
familia, aunque este año sea especial, por el número recomendado ante la
situación del Covid y porque no decirlo, por las ausencias.
En esta cena queremos que toda la familia que
nos hayamos podido reunir, esté contenta, para brindar un año más, por eso como
mediador os propongo un ALTO AL FUEGO y eso solo se consigue si entre todos
reconstruimos esa paz.
De ahí que un año más os ofrezca querido
lector, los consejos de un mediador para una Nochebuena en Paz.
Si acudimos a Wikipedia nos dicen que se
conoce como Tregua de Navidad a un breve alto al fuego que sin que fuera
oficial ocurrió entre las tropas alemanas e inglesas en la primera guerra
mundial durante la Navidad de 1914. Es más el 24 de diciembre de ese año cuando
las tropas alemanas comenzaron a decorar sus trincheras, luego continuaron con
su celebración cantando villancicos, entre ellos “Noche de Paz”. Las tropas
británicas en las trincheras al otro lado respondieron entonces con los mismos
villancicos pero cantados en Inglés..
Ambos lados continuaron el intercambio
gritando saludos de Navidad los unos a los otros. Pronto ya había llamadas a
visitas en “la tierra de nadie”, donde pequeños regalos fueron intercambiados:
whisky, cigarrillos, chocolates, etc. Imaginaros que ocurriría este año tan
especial de la pandemia… ni soñarlo.
Más de una vez, cuando estamos en pleno proceso de mediación me he sentido como ese traductor, entre “soldados” alemanes e ingleses que no se entienden y que hablan sin escucharse, hasta que gracias a la “traducción” que hacemos de sus mensajes, conseguimos crear un espacio neutral, para construir esa “tregua de paz”.
Pues bien, hoy os quiero escribir, sin más
pretensión que conseguir que la Nochebuena sea un espacio de paz, de mediación,
de entendimiento.
Aun cuando hay tiempo de sobras para preparar
ese encuentro que vamos a tener esa noche con personas que quizás no nos
llevemos bien, o que no compartimos sus opiniones, de cualquier tipo, o
conversaciones que para nosotros no lleve a ningún sitio, siempre ocurren
pequeñas fricciones que podemos evitar. Y no me digáis que no tenéis ya
experiencia, ya que el confinamiento ha sido una gran fuente de aprendizaje.
En el previo surge el dilema de cada año… “en
tu casa con tu familia o en la mia” y… este año con más razón porque se limita
el número de comensales y a buen seguro, precisamente, nos falta alguien o ya
no estamos juntos… que. ¿necesitaremos a los cascos azules?. Ahí van mis
humildes consejos.
En primer lugar os pediría que seais abiertos
a cualquier posibilidad. Estar abiertos a ella, ser generosos con lo que está
por venir, siempre nos podrá sorprender en positivo. Aquello que creíamos que
podía pasar en negativo, al final ha sido positivo, pero todo depende de
nuestra actitud, como cuando acudimos a mediación.
Y si nos es difícil… mirad a los ojos de los
niños que estén a nuestro lado, su mirada limpia y deseosa de que sea una
maravillosa velada con la ilusión de que nace el Niño Jesús o simplemente que
venga esa misma noche Papá Noel, va a derretir cualquier contrariedad. Pensad
que ellos son los verdaderos protagonistas y los herederos de nuestra actitud.
En segundo lugar os recomendaría una receta
muy útil para las conversaciones y debates de esa noche. Dejemos que cada uno
tenga su propio espacio de protagonismo, no queramos colonizar las
conversaciones. Si alguien nos cuenta (que hace tiempo que no vemos) que hace
poco viajó a París…dejemos que lo cuente, preguntémosle donde estuvo y como lo
pasó y solo cuando termine, intervenid explicando que vosotros también
fuisteis, y que bien lo pasásteis. Hay tiempo suficiente en estos días para que
todos nos sintamos comprendidos y escuchados.
De igual forma os recomendaría que si
entramos en temas espinosos, en las conversaciones, respetéis aun cuando no
compartáis, este es nuestro principal trabajo como mediadores cuando estamos en
nuestro trabajo día a día. Hacerlo vuestro, usad esta receta. “Morderse la
lengua” durante unos segundos…nos coloca en una situación de “contar hasta
diez” antes de rebatir nada.
Cuando a mis alumnos de Derecho les doy la
asignatura de “Argumentación y Oratoria”, precisamente les digo la importancia
de poder argumentar bien tus teorías aun cuando después un juez no las
considere suficiente para darte la razón en la sentencia, ello no indica que
seas un mal abogado, sino que tu teoría no es compartida. Pues lo mismo
haríamos, fundamentemos ante ese primo que hace tiempo que no vemos, ante esa
cuñada con la que no nos llevamos bien, y si vemos que no nos comprenden… una
retirada a tiempo siempre es una victoria, ante el resto de tertulianos.
¿Qué difícil verdad? Política, fútbol,
tendencias, las redes sociales…y este año, el problema sanitario, todo es
conflictivo si no sabemos llevar la conversación inteligentemente. Todo lo
marca el grado de confianza que tengamos con todos los comensales y sobre todo
tened en cuenta algo muy importante… las diferencias de edad, también marcan el
respeto a la opinión. Por eso tenemos que ser muy generosos con cada
interpretación.
Todo se sobrevalora y exagera y si no…
recordar, siempre nos quedará iniciar un villancico clásico, al que yo recomiendo
que se use el famoso “Jingle bells”, absolutamente genial, cuando empezamos a
cantar y llegamos al momento “…all de ways” y ya pasamos a la libre
interpretación cada uno en su “ingles de academia” sin sabernos la letra,
terminando en …”hey”.
Y si te he sacado una sonrisa con este último
truco…no te olvides de ella. Una sonrisa conduce siempre al lugar indicado, una
sonrisa resuelve muchas situaciones, una sonrisa, calma. No estamos obligados a
ser felices estos días, pero si es nuestra responsabilidad que en nuestro
alrededor reine la paz, os lo dice un mediador.
Y mi último mensaje y reconocimiento… sea
para el pavo de Nochebuena que se cocina durante horas en el horno, y que
servirá como “hilo negociador” en nuestras conversaciones. FELIZ NAVIDAD AMIGOS
5 comentarios:
D's te premia con tanta felicidad. Gracias por hacernos comprender que estos días son de recogimiento, amor incondicional y en paz. Gracias gracias gracias. Una buena noche buena el Sr. Nos traiga paz. A ti todo mi cariño y a los tuyos el abrazo más sentido. Sobre todo a l niño Javier. Ese niño ha llegado en el mejor momento
Elisa
Feliz Navidad querido Javier!!!! Agradecida por tan hermoso mensaje!!!! Que reine La Paz y el Amor en nuestros hogares para que podamos seguir mediando sirviendo de instrumento genuino, de manera que nuestra llegada no sólo ayude a acercar a las partes sino que trascienda ese conflicto y nos vean como verdaderos instrumentos de bondad y paz. Es mi deseo de corazón! Que día a día podamos mejorar como personas y no solo como profesionales del derecho ❤️🎄🌟 (Te sonrío desde Argentina) 😁
Querido Javier, inspirador y sentido mensaje navideño de paz, amor y tolerancia al finalizar un año muy particular. No olvidaste nada, ni al pavo!! Millones de gracias por enseñarnos con tu ejemplo y recordarnos lo más importante. Feliz Navidad a tí y a tu linda familia y en especial al pequeño Javi que sin saberlo nos hace sonreír con su mirada pícara e inocencia, aún a la distancia. Un fuerte abrazo desde Costa Rica!
Gracias querido Maestro, un post para reflexionar. Felices Fiestas junto a tu maravillosa Familia. Bendiciones y un gran abrazo a la distancia.!!
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