miércoles, 31 de octubre de 2018

LA GESTION DE CONFLICTOS SURGIDOS POR WHATSAPP


La gestión de conflictos surgidos por WhatsApp
Dicen que aproximadamente vemos unas 23 veces al día nuestro móvil para conocer si nos han escrito un wasap. “Quien no está en redes sociales no existe” … cuantas veces habremos oído esta frase para justificar lo que hoy en día es nuestra era digital y la sociedad de la información. Desde el mundo de la gestión de conflictos también hemos avanzado en este campo, para estudiar, valorar y prever los diferentes conflictos surgidos de la utilización de las redes. No obstante, hoy queremos llamar la atención al uso de “Whatsapp” o como vulgarmente será reconocido tarde o temprano por la Real Academia de la Lengua: el wasap. Hablamos pues de los conflictos surgidos por el uso de una aplicación de envío de mensajes instantáneos para teléfonos inteligentes.
Hoy en día nuestros teléfonos móviles se han convertido en nuestro “mensajero particular”; no necesitamos una llamada, un correo electrónico u otro tipo de contacto, para mantener una fluida e instantánea conversación con quien se halla al otro lado del mundo y vemos cómo desde cualquier teléfono podemos intercambiar preguntas, opiniones, proyectos e información de un modo cómodo e instantáneo. Su aparición en nuestra “vidas” no vino acompañada de ningún “manual de uso y buenas prácticas”, es más, quien escribe, ha sido ya testigo mudo de conflictos surgidos por una mala redacción o en su caso una mala interpretación de un mensaje por wasap. Palabras tales como empatía o asertividad, adolecen de interpretación en este método de comunicación.
No es la primera vez que en mis clases he llamado la atención de los alumnos a la importante formación en comunicación no verbal, ya que al parecer de los expertos, esta supone el 60 por ciento al menos de la interpretación de un mensaje oral. El tono, la reacción, la mirada, suponen un importante aliciente para saber interpretar los mensajes. ¿Y en el wasap?. Las discusiones por wasap son cada vez más comunes y de ellas derivan en conflictos a veces irresoluble para las partes, llegando al “bloqueo” a partir de ahora de quien me dijo aquello.
Dicen los expertos que evitar discutir por wasap es el primer paso para que no surjan conflictos entre las partes, de ahí que nos podamos atrever a recomendar unas pautas para que no surjan “conflictos” interpersonales por al mal uso de esta herramienta de nuestro siglo.
En primer lugar, debemos evitar hablar por este medio aquellos temas que pudiéramos pensar que para nuestro interlocutor sean conflictivos: no es lo mismo hablar del tiempo o de que harás el fin de semana, o en su caso de la situación laboral o un problema vecinal. Sentimientos y emociones afloran sin querer y más si no pensamos lo que escribimos de forma sopesada.
En segundo lugar es muy típico hoy en día usar un emoticono en nuestra conversación. No todos se interpretan de igual forma, es más el mismo se puede usar incluso con distintos tonos o colores. ¿Estados de ánimo? A través de un dibujo queremos decir algo que muchas veces no llega al receptor y lo dejamos a su libre albedrio. Parece mentira, pero me recuerda haciendo un uso abstracto de mi mente a las pinturas rupestres… ¿Qué querían dejar para el futuro nuestros antepasados?. Usar el emoticono, ayuda a simplificar el mensaje que queremos dar, pero abusar de él, es una importante fuente de “ruido”.
En tercer lugar, hablaríamos de las palabras “recortadas”, Dada la brevedad, el lugar, el momento y la inmediatez de nuestro mensaje, muchas veces utilizamos abreviaturas que se consideran disfuncionales cuando intentamos establecer cierta semántica en la estructura de nuestro mensaje. Vamos por la calle, en el autobús, redactando un mensaje que no tiene mucho sentido cuando al “enviar” conecta con el otro lado. Yo en mi caso os confieso que utilizo mucho losm puntos suspensivos, de ello se rie mi familia… pero quizás ello esw producto de que les pido que sean consciente que en su mente deben parar antes de seguir leyendo lo siguiente. Y ni que decir tiene si hablamos de la existencia de “corrector”, esa aplicación maravillosa que nos aparece para poder la aplicación darle sentido a la palabra que queremos decir. Cuantas veces habremos corregido un mensaje diciendo… “maldito corrector”, lo que quería decirte era… Es importante respetar los tiempos y vigilar nuestra impaciencia.
También puede surgir el conflicto porque Wasap permite saber cuándo un mensaje enviado ha sido leído por el receptor, y nos encontramos en nuestro móvil el famoso “rayito verde”. Los expertos señalan  que existen "casos de obsesión por recibir contestación". En esa línea, aclaran que conectarse no significa que la persona quiera comunicarse. "Muchas veces se accede para para releer mensajes antiguos, comprobar últimas horas de conexión, ver si alguien está conectado". Esa falta de contestación, en aspectos negativos, puede asumirse como una falta de interés de parte del interlocutor, y no es asi, podemos decir que están esperando el momento.
Podemos concluir, cara a la mediación, que los mediadores tendremos en cuenta esta herramienta, básicamente como elemento de comunicación, no de entretenimiento y por tanto asi debemos valorar la misma en la conciencia de nuestros mediados, cuando tras un conflicto, que quizás tuvo su origen o explosión tras un wasap, queramos reconstruir las relaciones de las partes.
Por eso recomendar que quizás actualmente con el uso de “mensajes de voz”, se puedan sustitur muchas de las malas interpretaciones y sobre todo si es de texto, lee, lee con atención y no dejes que tu mente vuele, el mensaje dice lo que dice, y nada más, es solo una impresión y todos sabemos que no debemos dejarnos llevar por la primera impresión cuando vemos a una persona, porque seguramente nos equivocaremos.
Javier Alés

99 comentarios:

Unknown dijo...

Hoy en día creo que muchas relaciones se han perdido por whatsapp. Por malentendidos que no pueden llegar a expresarse bien mediante un simple texto. Por ello mucha gente está a favor del uso de los emoticonos ya que mediante la carita que pongas después de un texto puede quedar más claro el mensaje que se quiera transmitir a la persona o grupo que le estés enviando el mensaje. Pero yo, sin embargo, soy más partidaria del uso de los audios ya que al menos se puede tener en cuenta el tono de voz, cosa que no se puede hacer por escrito. Debido a esto hay muchos malentendidos por el whatsapp. Todo depende, si pones en mayúsculas, comas, exclamaciones, caritas, etc., hay que saber escribir correctamente para que haya una probabilidad más baja de que no ocurra un malentendido.

A pesar de que el uso del whatsapp es muy útil para algunas cosas, opino que hay determinadas cosas que hay que decir en persona ya que la comunicación no verbal (gestos, expresiones faciales o movimientos) tiene una gran influencia en la comunicación.

Por otro lado, estamos sujetos a la inmediatez, a raíz de las redes sociales y el whatsapp estamos acostumbrados a que nos respondan rápidamente con facilidad, pero no siempre es el momento apropiado o tienes el derecho de decidir cuándo respondes y si lo haces o no. Por ello, como dice Javier el “rayito verde” es plus que favorece las discusiones en línea. Yo por ello desde que salió esa novedad, me lo quité porque mucha gente me decía que había leído y no había contestado pero a lo mejor me había metido en el mensaje y por una cosa o por otra finalmente no había podido responder pero eso el que está al otro lado del whatsapp no lo entiende. Y finalmente lo de la hora de conexión es otra problemática que lleva al conflicto y que también tengo quitado y así nadie se enfada por tal tontería conmigo.

Opino que seríamos más felices si no existieran estos “avances” y no surgirían tantos problemas ni se estropearían relaciones.

Anónimo dijo...

Las Redes Sociales gobiernan actualmente las interacciones sociales. Son muchas personas las que se conocen a través de RRSS y/o mantienen una comunicación continua diaria con sus amigos y amigas, pareja, familia etc.
A través de las redes sociales como WhatsApp, messenger o mensaje directo, se mantiene todos los días, continuamente, una transmisión de información, la cual, como bien se expone en el Blog, carece de ser una comunicación completa, pues como hemos visto en la asignatura se comunica más con la comunicación no verbal que con la comunicación verbal; es decir en este intercambio de información falta el tono de voz y la expresión facial entre otros muchos factores comunicantes.
Las RRSS se están convirtiendo hoy día en una fuente de identidad para las personas, se establece una especie de vida paralela en la que eres esa persona que quieres ser y en la que no existen los problemas y dificultades de la vida real. Además, es un medio a través del cual se transmite cada vez más información de uso privado, sin tener conciencia alguna de los problemas que esto puede acarrear.
La privacidad se encuentra limitada en estas redes de comunicación. La hora de conexión, los ticks azules y las abreviaturas de palabras, se han convertido en un factor que altera la tranquilidad de la comunicación y aumenta la ansiedad de las personas, ya que el destinatario se ve obligado en muchas ocasiones a no abrir mensajes o no conectarse para que la persona no se enfade. De igual modo, surgen malinterpretaciones que crean una barrera en la comunicación bastante gruesa. Este tema es el origen de muchos conflictos sociales; en los cuales un buen mediador debería intervenir para, por un lado, eliminar ese conflicto, y por otro lado, sensibilizar a las personas sobre un uso responsable de las RRSS.
Ya que las RRSS son la verdadera actualidad social y la fuente de muchos conflictos, creo que como mediadores deberíamos sensibilizarnos ante la realidad sobre estos y aprender habilidades para documentar a los clientes.

Yolanda Ramos Jurado
4º de Psicología
Campus Córdoba
06 de noviembre de 2018

Cristina Sánchez de la Torre dijo...

Me ha resultado muy entretenida esta entrada al blog ya que se relaciona con un tema muy actual como es los mensajes vía WhatsApp. Me parece un gran avance poder comunicarnos con las demás personas estén donde estén ya sea por gusto o por necesidad, pero esto puede generarnos más de un conflicto. Es decir, cuando leemos un mensaje escrito recibido tendemos a darle nosotros la entonación que consideramos, sin tener en cuenta la intención con la que la otra persona lo ha hecho. El no observar el lenguaje no verbal de la persona hace que perdamos mucha información de lo que es el mensaje y solo nos limitemos al texto. El uso de emoticonos puede ser bueno, ya que ayuda a tener más información acerca de cómo la otra persona quiere decirnos algo. Pero muchas veces puede llevar a generar confusión, si el mensaje o el emoticono son puestos con ironía puede malinterpretarse, ya que no sabes el tono que esta persona está empleando y puedes no identificar bien la intención del otro. La forma de escribir que empleemos puede llevar a malentendidos, por ejemplo si usamos muchas abreviaturas la persona puede pensar que estamos contestando de forma cortante o que estamos molestos y no queremos hablar. Otro aspecto importante que puede llegar a crear conflicto es el uso del tick que indica que lo has leído. Muchas personas critican que no les contestes de forma inmediata cuando les aparece este tick, a mi parecer esto ha hecho que se pierda y no se respete la intimidad de la persona. Si no recibimos la contestación debemos de entender que no es su obligación contestarnos al momento y quizás no pueda contestarnos en ese instante pero si leer el mensaje. Además también existe la posibilidad de que la persona lea el mensaje pero no le parezca adecuado contestarnos por WhatsApp y prefiera esperar a llamar por teléfono o hablarlo en persona.
Una ventaja que tienen este tipo de mensajes es que al poder leer el mensaje desde fuera sin entrar a la conversación o sin tener el tick que indica que lo has leído, es que puedes pensar lo que quieres contestar para que lo hagas de forma más calmada o mejor planteada que si lo hicieras en una conversación en persona.
Cristina Sánchez de la Torre, 4º de psicología, Córdoba.

Águeda Murillo Ávila dijo...

Lo primero que me gustaría comentar es lo mucho que me ha gustado este blog, porque refleja la realidad que vivimos día a día, y refleja situaciones ante las cuales nos hemos enfrentado alguna vez.
Bajo mi punto de vista, como todo en la vida, las redes sociales pueden ser magníficas si se utilizan de una manera racional, pero también todo lo contrario.
Las redes sociales, en concreto whatssap,han sido el origen de muchos conflictos: pudiendo provocar malentendidos con nuestros padres, hermanos, amigos, parejas... etc.

En muchas ocasiones no nos damos cuenta, que cada vez somos más dependientes del teléfono, tal es así que muchas personas llegan hasta el punto de padecer una adicción. ¿Quién no ha salido a tomar algo con su grupo de amigos y alguno de ellos no para de hablar por el móvil enviando whatssaps y parece que está desconectado de la conversación que tiene el grupo?
En mi caso, si me he encontrado en esa situación, y no solo porque alguien de mis amigas lo haya hecho sino que desgraciadamente alguna vez también lo he hecho yo.
El problema radica en que cada vez más personas tienen una dependencia constante a las redes y han pasado de ser usuarios del whatsapp o de una red social a enfermos.

Muchas veces decimos por whatssap cosas que no seríamos capaces de decir en persona, lo cual origina gran multitud de problemas y para evitarlos deberíamos rehuir de los temas conflictivos( religión, emociones, política), ya que lo más seguro es que haya malentendidos y discusiones por lo tanto, deberíamos reflexionar antes de escribir.

Para mejorar la comunicación y evitar equívocos es conveniente la utilización de los mensajes de audio, ya que generaría menos controversias.
Para evitar muchos de los conflictos que ocurren en nuestra vida cotidiana, debemos de tener mucho cuidado con lo que escribimos, ya que lo que escribimos dice mucho de nosotros.

En resumen, considero que las redes sociales son muy beneficiosas para las personas, pero muchos de los temas que dan lugar a conflicto deberían resolverse en persona ya que las cosas importantes se deben hablar cara a cara y no a través de un ordenador o de un teléfono móvil, nada puede reemplazar el tono, una mirada o los gestos que existen en una conversación entre dos personas.
Considero que debemos utilizar las redes sociales de una manera responsable y si lo logramos conseguiremos relaciones más sanas y sobre todo mantener la esencia de la interacción humana.

Águeda Murillo Ávila, 4º de derecho, Sevilla.

Unknown dijo...

Esta publicación realmente me ha parecido muy interesante ya que el WhatsApp está muy presente en la actualidad y se utiliza cada vez más como medio para discutir. ¿Quién no ha discutido alguna vez por WhatsApp? Utilizar este canal para discutir es cada vez más frecuente ya que garantiza la inmediatez y así no tener que esperar a que dos personas puedan ponerse de acuerdo para conversar sobre el problema. Creo que esta aplicación ha aumentado la existencia e intensidad de algunos problemas sociales como por ejemplo el bullying o la violencia de género. Los niños, cada vez más utilizan esta aplicación para acosar a otros compañeros, ya que pueden verse protegidos por la pantalla, insultar sin frenos y ponerse una especie de “máscara”.

Por otra parte, todo lo que hablamos por el WhatsApp queda calcado en la pantalla de nuestro móvil por mucho tiempo, esto puede ser un gran problema porque en la mayoría de las discusiones decimos cosas que no hemos pensado o que realmente no hemos querido decir y se puede malinterpretar, pero ya no habrá vuelta atrás y tendremos que hacer frente a lo que hemos escrito.

El principal motivo por el que no debemos discutir por WhatsApp es la ausencia de la comunicación verbal. Cuando hablamos por el WhatsApp solo estamos empleando el canal escrito por lo que el canal verbal queda ausente y se da por hecho. La persona que recibe el mensaje no sabe en qué tono está hablando la otra persona, qué gestos está empleando o qué reacción esta teniendo. Esta información es necesaria para una comunicación exacta. Con una simple respuesta, no podemos averiguar si la otra persona se siente apenada, enfadada o con actitud de pasotismo. Estas peleas pueden llegar a ser interminables puesto que incluso podemos olvidarnos que con quién estamos discutiendo es nuestra pareja, amigo…

Pilar Barroso Chaves
Psicología y Criminología
Sevilla

Bianca Núñez Flores dijo...

La redacción de este pequeño post como lectura semanal me resulta como uno de los más interesantes vistos hasta el momento.
Aunque en él se digan cosas que creemos obvias, es cierto que a día de hoy la mayoría de conflictos de parejas, amigos, familiares, etc se agrandan tras una conversación malinterpretada vía whatssap e, incluso, algunos conflictos surgen del mismo medio.
A su vez, estoy totalmente de acuerdo con lo que se cita sobre el lenguaje no verbal. No debemos olvidar que ello supone más de la mitad de la comunicación y, si mediante esta aplicación, esto no existe...¿cómo garantizar una buena comunicación?. Todo vuelve a desencadenar en la sociedad de consumismo en la que nos encontramos, en la sociedad de lo rápido, lo instantáneo.
Aunque gracias a dicha aplicación obtenemos rapidez e inmediatez a la hora de comunicarnos, no debemos olvidar que todo tiene su cara b.
En esa cara b respecta la ausencia de lenguaje no verbal citado anteriormente, así como la presencia de los ticks azules, las horas de últimas conexión e incluso, como último implemento, la ubicación instantánea. Un control excesivo hacia la otra persona que se encuentra tras la pantalla.
Este problema llevado a mediación podría incluso dar paso a otro apellido más de resolución de conflictos cómo podría ser la resolución de conflictos surgidos por la red (o vía online).
Por último, añadir que si la sociedad avanza, tiene que avanzar todo, incluidos los problemas. El déficit de avanzar tanto en tecnologías es que los problemas que aumentan son los psíquicos...relaciones tóxicas, ciberbullying etc. Sólo un manejo adecuado de nuestros avances nos permitirán la satisfacción principal de éstos, y para ello, vería adecuada tanto la mediación como la psicoeducación de dichos temas.
Bianca Núñez Flores.
Grado en Psicología.
Universidad Loyola, campus Sevilla.

Ángela Larrea Arévalo, 4º de Psicología, Córdoba dijo...

Hoy en día que nos comunicamos sobre todo por Whatsapp y que parece que las llamadas han pasado a un segundo plano es un problema principal el como interpretamos estos mensajes. Me parece muy interesante este post porque nos explica los diferentes puntos claves que pueden crear confusión en una conversación.

Todos hemos tenido algún malentendido por Whatsapp porque como bien se comenta en el blog, la comunicación verbal es fundamental a la hora de enviar o te entender un mensaje. Si solo tenemos un texto, podremos interpretarlo según nosotros pensemos y hasta según como nos encontremos en ese momento. Esto puede generar problemas con el receptor del mensaje y crear situaciones incómodas, sobre todo si se habla con ironía, que si ya puede costar entenderla en una conversación normal, si además si se realiza en un mensaje de texto, se puede entender aún peor.

Creo que más que mediar en este tipo de conflictos, debe servir a los mediadores para tener en cuenta, aún más, la importancia de la comunicación no verbal y la importancia de las relaciones "cara a cara", del tono de voz, del como nos comunicamos...

Para concluir, aunque este tipo de mensajes de texto nos haya hecho las comunicaciones con la otra persona más cómodas, ya que ahora podemos contactar en cualquier momento, sin necesidad de que esa persona esté disponible, no podemos negar que pueden llegar a tener una parte negativa si no sabemos manejarlas correctamente.No podemos olvidar que al final solo es un mensaje de texto.



Elisabeth Villalba dijo...

Las nuevas tecnologías han supuesto un atraso en la sociedad más que un adelanto. Con esto me refiero a que por un lado, estamos más pendientes de cosas insignificantes a las cuales se les intenta dar una explicación para poder entender el contexto en el que se encuentra. Suponiendo el hecho de llegar a conclusiones que no son las adecuadas, buscando alternativas para intentar descifrar lo que la otra persona piensa de acuerdo a nuestro modo de ver las cosas o, por el contrario, viendo las cosas desde el punto de vista del otro. Por otro lado, tenemos una comunicación interactiva con las personas por medio de “símbolos” o palabras, las cuales llegan a producir adicción al necesitar respuestas inmediatas por otros y buscar constante admiración o necesidad de sentirse “querido”.

La mediación ante esta situación sería muy controvertida debido a la multitud de posibles interpretaciones que se les puede dar a unas palabras sin saber lo que realmente están queriendo decir fuera de contexto. Como bien dice el refrán “las palabras se las lleva el viento”, por lo que la ingenuidad de las personas puede ser un factor para estar atentos a alguien del que nunca más vamos a esperar una respuesta.

Si es cierto que los wasaps son eficaces ante situaciones de emergencia como pedir ayuda a alguien, favores, mantener contacto con gente a la que añoras e incluso resolver problemas laborales. Es decir, para obtener información de algo o entablar conversación con personas lejanas. En cambio, deterioran o dificultan las conversaciones entre personas cercanas.

En definitiva, creo que somos conscientes del daño que nos está haciendo las nuevas tecnologías, pero estamos tan sumamente enganchados que cuando lo queremos dejar un poco apartado es totalmente imposible. Mediar en este ámbito resultaría beneficioso siempre y cuando entre las partes haya además de comunicación telemática, una comunicación personal que permita conocer a esa persona y ver cómo es. Pues como bien hemos estudiado en clase, es fundamental tanto la comunicación verbal, como la no verbal. En cambio, si no se tiene esa suerte sería recomendable optar por otras medidas para no llegar a situaciones conflictivas. Como una llamada, un mensaje específico…

Elisabeth Villalba 4º Psicología-Criminología, Córdoba

Unknown dijo...

El texto anteriormente leido nos situa en la presente coyuntura social que vivimos diariamente como fruto de los avances tecnológicos del siglo XXI.

Podemos afirmar que, cada vez es más frecuente, el origen de conflictos (originados por redes sociales como la citada en el dossier "whatsapp")procedentes de conversaciones entre partes. Dichos conflictos, en la mayoría de casos, son consecuencia de una indebida interpretación por alguna de las partes (la comunicación no verbal es FUNDAMENTAL) . Por consiguiente, cabría la posibilidad de encontrarnos ante un nuevo caso de mediación.

Finalmente, considero de suma importancia la realización de dos consejos expuestos en el artículo:
- Evitar la interpretación de los mensajes. Los mensajes son lo que son.
- Usar cada vez más las notas de voz.


Eloy R. Almoguera Campos, 4º de Derecho, Campus de Córdoba.

Paula Tangarife Calero dijo...

El texto de esta semana me ha parecido de lo más interesante porque nos recuerda que hoy día, debido a los avances tecnológicos, somos nosotros mismos los que creamos nuevas formas de conflicto. Una vez más, hemos podido comprobar aquello de lo que hablábamos hace unas semanas: la increíble importancia del lenguaje no verbal, hasta tal punto que su ausencia causa problemas.
Me he sentido muy identificada leyendo el blog porque, aunque nos parezca divertido, es cierto que muchas veces nos fijamos más en el tiempo que tarda la otra persona en responder el mensaje que en su contenido en sí; no importa si el mensaje contesta perfectamente a todo lo que habías preguntado en tu mensaje enviado, nuestra respuesta será "¿por qué has tardado tanto en contestar?". Supongo que este problema seguirá ocurriendo, nos hemos tomado al pie de la letra eso de que esto es "mensajería instantánea".
Por otro lado, cada vez soy más partidaria de los mensajes de voz en lugar de escribir, ya no solo por la comodidad de hablar y no tener que pararte a escribir cuando estás haciendo más cosas al mismo tiempo, sino también por evitar esos malentendidos de los que habla el texto por interpretar más de la cuenta un simple mensaje. Lo que sí es cierto, es que seguiré usando muchos emoticonos, hay cosas que no se pueden evitar.

Paula Tangarife Calero
4º psicología y criminología
Campus Córdoba

Anónimo dijo...

En la actualidad el whatsapp se ha convertido en una de las mayores herramientas "comunicativas", en cierto modo no sabría decir si somos nosotros lo que utilizamos whatsapp o es whatsapp quien nos domina a nosotros. Si bien es cierto que ha supuesto un avance para casos urgentes de trabajo, familiares, médicos...Sin embargo, hoy día no hay persona con móvil que no utilice el whatsapp diariamente y más de una vez.

Como dice el texto, la comunicación no verbal y paraverbal representa aproximadamente un 80% de la comunicación, una cosa que en la aplicación mencionada se pasa por alto y se deja a la interpretación del propio receptor, ese libre albedrío que habla el artículo. No cabe ninguna duda que esta interpretación a ciegas causa multitud de malentendidos y discusiones complemente evitables pero desde mi punto de vista esto se debe no sólo a la falta de información sobre el uso de este recurso (porque con un poco de reflexión sobre ello cualquiera llegaría a esta conclusión) sino a que actualmente nuestra sociedad está acostumbrada al consumismo inmediato, al "los QUIERO aquí y AHORA". Esto hace que no tengamos paciencia ni haya cabida para la reflexión y si en algún momento del día necesito decirte algo que me haya molestado o simplemente una opinión hacia algún tema, no esperaré a verte mañana sino a decírtelo en el momento, escribirte un "mensajito" y abrir una "conversación". Con esto me refiero a que ya no damos pie al pensar antes de hablar, más bien en algunas ocasiones hablamos por impulsos.

Por último quiero resaltar la idea de que las notas de voz pueden apaciguar en cierta manera esta mala interpretación y quizás sería interesante utilizar este modo para expresar quejas, opiniones o discusiones.

Rafael Carrera Aguilar-4º Piscología-Sevilla

Unknown dijo...

En la época de la inmediatez y la nueva era tecnológica, somos víctimas de cambios vertiginosos que nos hacen adaptarnos a las demandas de lo social.
Como bien se ha comentado en el blog, ¿quién no ha sufrido una discusión por medio de este sistema de comunicación? Seguro que buena parte de nosotros haya presenciado algún conflicto por medio de vía Whatsapp, es interesante el enfoque que estamos realizando desde la mediación, ya que como bien dice el texto, en ocasiones puede que nos encontremos que el origen de un conflicto haya surgido a raíz de un mensaje de Whatsapp.

Hoy en día, desde mi punto de vista, cada vez se utiliza menos el resolver conflictos cara a cara mientras que se pueda hacer por via Whatsapp, quizás nos incomode decir las verdades frente a frente y escudarnos en un simple mensaje con el fin de suavizar la situación.
Otra idea que destaco frente a este sistema de comunicación es la importancia de la interpretación de las palabras, ya que es a lo único que nos podemos aferrar en este sistema. En algunos talleres he visto como el uso inadecuado de las mayúsculas pueden significar agresividad y violencia, mientras que el uso de emoticonos, permiten que se desarrollo un contexto informal en el mensaje.
Con esto quiero decir que pese a que ya estamos más que acostumbrados a comunicarnos por este sistema, no olvidemos la importancia de su buen uso ya que puede acarrear en ocasiones conflictos necesarios y sobre todo aquello que tengamos que resolver en la medida de lo posible, que sea cara a cara.

María del Carmen Pacheco Romero Campus Córdoba

Jaime Pérez Ortiz dijo...

Jaime Pérez Ortiz, 4º Psicología, Campus Sevilla.

Este artículo me ha parecido muy interesante y acertado, describe un gran número de sucesos que ocurren en nuestro día a día debido al uso del Whatsapp, analizándolo como canal de comunicación es sin duda de los que más conflictos propicia a día de hoy, esto para mi es debido a la frialdad que se transmite en los mensajes de texto, sin gestos, sin entonación, sin la mirada, podemos captar el mensaje de forma mucho más ofensiva de lo que realmente es, por otra parte como bien dice el texto la falta de empatía en este tipo de conversaciones es muy evidente, vía Whatsapp se dicen cosas que en persona jamás se dirían y solo cuando revisas los mensajes pasado cierto tiempo te das cuenta de lo hiriente que ha podido llegar a ser tu mensaje.

Por otra parte este canal de comunicación llamado Whatasapp, ha añadido con el paso del tiempo diversos elementos que favorecen el control y la obsesión, el doble tick azul, el conocer a que hora le ha llegado tu mensaje a la otra persona, a que hora lo ha leído, cuando se conecto por última vez, por desgracia es común en nuestros días encontrarse parejas discutiendo por estos motivos, debido a las precisas herramientas de revisión que la aplicación aporta.

Me parece muy curioso como una aplicación creada con la finalidad de favorecer la comunicación cuando dos personas no se encuentran en el mismo lugar y necesitan transmitir un mensaje de forma gratuita, se haya convertido en con el paso del tiempo en un arma de doble filo, que aumenta el número conflictos debido a las características intrínsecas de la propia aplicación y al uso excesivo de esta.

No obstante como punto personal positivo me gustaría añadir que este tipo de aplicaciones favorece que las personas más introvertidas se puedan comunicar y relacionar con mayor facilidad, sirviendo como punto de partida para generar confianza para cuando veamos a la otra persona cara a cara.

Para concluir decir que me ha gustado mucho como ha finalizado el artículo ya que ha dado una posible solución (notas de voz) a muchas de las confusiones que se pueden generar en un mensaje escrito.



Alba Galán Casado dijo...

No es novedad la cantidad de problemas que ha traído consigo el avance tecnológico, la era digital y la sociedad de la información que conocemos hasta la actualidad. En este caso en concreto, el uso de la mensajería instantánea a través de la aplicación WhatsApp.
En lugar de centrarme en cómo es la comunicación y la interpretación de los mensajes por whatsapp, que ya es algo que todos conocemos a la perfección por el indudable uso que hacemos de él, me gustaría entrar a reflexionar y a llevar a la consciencia otros aspectos. Entre estos está el hecho de generar nosotros mismos un conflicto con la suficiente importancia como para enfrentar a dos personas, a razón de una interpretación inadecuada o errónea de un mensaje de texto a través de un simple móvil. Todo esto sin tener en cuenta que en esa situación se está obviando nada más y nada menos que el 60% de la interpretación de la comunicación llevada a cabo. O como podría ser también, el pensar que no somos capaces de imaginar hoy día cómo llevaríamos el ritmo de vida que llevamos y los hábitos que tenemos creados y aprendidos socialmente sin disponer de un dispositivo electrónico, ya sea ordenador, móvil, tablet… y sin tener el acceso “ilimitado” a la información y contenidos que ahora tenemos. Disfrutamos de tal comodidad, desahogo y parsimonia en ese sentido que es impensable que eso pudiera cambiar a tiempos y costumbres anteriores.
Todo esto me hace pensar, hablando bruscamente, en qué nos hemos convertido para tener tan interiorizadas y estar tan sensibilizados a tales barbaridades que están a la orden del día. Además, llevado a la mediación, si los mismos mediadores profesionales somos “víctimas” de la era digital, debemos luchar como los que más por encontrar la objetividad respecto a estos temas y trabajar desde una posición externa a este sometimiento. Porque si todo conflicto es mediable, no cabe duda que existen y existirán casos, como cualquier otro, de problemas de este tipo que arrastren a dos partes a ser mediadas de la misma manera.

Alba Mª Galán Casado. 4º Psicología. Córdoba

Unknown dijo...

Si bien el Whatsapp tiene como objetivo, a priori, acercar a gente que no está en el mismo lugar, lo que llega a conseguir, a la larga, es distanciarnos.
Ya no sólo por los malentendidos, sino porque nos aísla del aquí y ahora, generando situaciones en las que un grupo de personas en lugar de dialogar o compartir momentos se enfrasca en conversaciones de Whatsapp o en chats de otras aplicaciones.

Efectivamente, como método alternativo a los emojis, veo útiles las notas de voz, pero también priorizaría, como dice la entrada del blog, el tratar el conflicto motivo de mediación dentro de la sesión y no por un método tan impersonal como es un chat o una grupal.

M" Cristina González Monroy; 4º Psicología, Córdoba.

Marina Rodríguez Abreu dijo...


Este blog me ha parecido muy interesante ya que habla sobre un tema que actualmente está a la orden del día: el Whatsapp. Considero que ha sido un gran avance para poder comunicarnos con otras personas que se encuentren lejos, pero me gustaría destacar que se debe utilizar de manera racional y con moderación, ya que de lo contrario podría ser perjudicial para nosotros. Hoy en día las diversas redes sociales como el Instagram, Facebook o el whatsapp gobiernan nuestras interacciones con los demás y nuestras vidas. Mediante estas redes sociales comentadas anteriormente se mantiene un continuo intercambio de información, pero como se argumenta en este blog y como hemos comentado en clases, no se llevaría a cabo una comunicación completa debido a que se comunica mucho más con la comunicación no verbal que con la verbal. Por tanto, mediante la transmisión de estos mensajes por vía whatsaap faltarían ciertos aspectos imprescindibles como el tono de voz, la expresión facial, los gestos y los movimientos, los cuales ayudarían a entender correctamente el mensaje y así evitar cualquier malentendido que pueda llegar a generar un conflicto.

Por último, me gustaría resaltar que estoy totalmente de acuerdo con este post ya que refleja una realidad, la cual nos influye a todos y que en numerosas ocasiones no somos conscientes de que cada vez más nos estamos convirtiendo en personas dependientes al teléfono, incluso en algunos casos llegando a padecer una adicción. Por lo que pienso que hay que concienciar a la población de que las nuevas tecnologías y las redes sociales pueden ser útiles y beneficiosas, pero siempre que se utilicen con moderación y de manera racional.

Marina Rodríguez Abreu. 4º Psicología, Sevilla.

Clara Muñoz Prados, 4º Psicología. Campus Córdoba dijo...

Como bien se expone en el texto, el uso de wasap supone un foco de conflicto, ya que a través del teléfono móvil se pierden elementos fundamentales para que la transmisión del mensaje entre dos interlocutores se realice de manera adecuado. Elementos como el tono de voz, los gestos, la expresión corporal y la mirada entre otros no pueden percibirse a través de una pantalla.
De la misma manera, el uso de wasap supone un gran avance en la comunicación entre las personas a nivel mundial, además de un ahorro de dinero con respecto al gasto telefónico y un aliciente de seguridad. Con esto último, me refiero a que, en mi casa, mi madre mira mi última conexión de wasap para así ver que estoy bien y quedarse tranquila. Sin embargo, del mismo modo que wasap presenta estas ventajas, a su vez da lugar a desventajas.
En primer lugar, iniciar una discusión a través del wasap supone un aliciente para que se llegue a un conflicto de mayor envergadura del cual se habría llegado en el caso de hablar cara a cara. Esto se produce debido al hecho de errores en la interpretación del mensaje, así como una dificultad para transmitir a través de un mensaje todo lo que estas sintiendo. Esto último se produce debido a la usencia de elementos no verbales en la comunicación, por lo que el mensaje estaría incompleto.
Además, el mero hecho de mantener una conversación por wasap puede dar lugar a conflictos debido a que la otra persona puede ver que te has conectado y no le has contestado o que has visto su mensaje e, igualmente, no le has respondido. Por lo que wasap da lugar a un mayor control hacia el interlocutor, lo cual puede ser un problema
Hace tiempo escuché la frase "perdemos entre pantallas el valor de las miradas" y realmente me encantó. Me hizo darme cuenta del enorme valor que le damos a las redes sociales y a los móviles sin pararnos a pensar en todas las cosas que nos perdemos cuando hablamos con otra persona sin poder mirarla. Aunque el wasap nos ayude a tener una vida más cómoda, debemos evitar hacer un uso excesivo de él, especialmente a la hora de llevar a cabo una discusión.

Victoria Catalá 4º Psicología dijo...

El uso del teléfono móvil ha supuesto una diferencia enorme en la forma de relacionarnos con los demás, ya que se ha vuelto algo más impersonal al no poder percibir los gestos y expresiones del otro. Esos gestos no pueden ser sustituidos por los emojis o emoticonos del móvil, ya que su interpretación es más subjetiva frente a la a las expresiones faciales de una persona, que son algo más universal.

Respecto al tema de leer el mensaje de otra persona y no contestarlo, pienso que es algo que cuando sucede en Whatsapp crea mucha impotencia, ya que el único modo que tienes de que la persona te conteste es seguir escribiendo, cosa que al hablar cara a cara no sucede. Esto lleva a que cuando se habla por el móvil, lo silencios pierdan valor y se conviertan simplemente en el tiempo que tarda en contestar el otro, mientras que en la comunicación cara a cara tienen mucho más valor ya que se puede extraer más información de ellos.

Por último quiero destacar un punto positivo de hablar por Whatsapp, ya que a mí personalmente me ha ayudado a mejorar mi expresión escrita, porque siempre que quería contarle algo a un amigo lo intentaba hacer de la mejor manera posible para que entendiese lo que quería contarle, y creo que eso me ha enseñado poco a poco a manejar mis palabras para transmitir el mensaje que realmente quiero decir, aunque ahora siempre que sea posible prefiero hablar las cosas en persona.

Anónimo dijo...

Para comenzar con este comentario, tengo que decir que estoy de acuerdo con la frase “quien no está en redes sociales no existe”. Creo que esta frase es impactante, cada vez que la oyes o la lees te dices a ti mismo que esto no es así o que tu serías capaz de vivir sin wasap, cuando tu consciencia te está diciendo que lo que se comenta en la frase es pura verdad y sino prueba a desconectarte un tiempo. Hoy en día, la sociedad no es capaz de vivir sin esta aplicación, somos muy dependientes de esta porque aquí se encuentra nuestro día a día, porque nos podemos comunicar varias personas al mismo tiempo pero sobre todo porque lo podemos hacer de manera instantánea.
Aunque piense que somos dependientes de wasap, también creo que es imprescindible comunicarse en persona, es decir, más allá de hablar con tus familiares y amigos por wasap en determinadas ocasiones, también debes de hacer un hueco en tu agenda para quedar y hablar con ellos.
De la misma manera tengo que comentar que yo también he sido víctima de las discusiones por wasap, hasta que di el primer paso como se comenta en este blog, el de evitar la discusión por este medio. Porque es verdad que no existe la comunicación no verbal y que es imprescindible para la interactuar con otra persona debido a que podemos interpretar de forma errónea lo que la otra persona nos quiere decir. Al igual que podemos fallar en la interpretación de mensaje, también podemos hacerlo cuando nos han leído y no contestado, o cuando la otra persona está conectada y tarda en contestar, y pensar que existe una falta de interés por parte del interlocutor cuando a lo mejor no es así, solo que este está ocupado.
Es una realidad que este fallo le ocurre a muchas personas pero también pienso que a muchos de los que les ocurre, cuando piensan en frío, se dan cuenta de que han podido caer en el error de no haber interpretado del todo bien lo que le comunicaba la otra persona. Por ello pienso que si existe un conflicto de este modo y podemos intervenir en él, creo que no sería muy complicado para nosotros como mediadores, solamente habría que poner el conflicto sobre la mesa y ambas partes se darán cuenta de que ha podido ser un error de interpretación.

Carlos Díaz Rodríguez
Métodos Extrajudiciales de Resolución de Conflictos
Universidad Loyola Andalucía (Córdoba)

Anónimo dijo...

Francisco Zamora Borrueco. Alumno de 4º Psicología de Córdoba.

A lo largo del texto podemos ir descubriendo diferentes avances que hemos obtenido con las nuevas tecnologías, en cuanto a la frase que dice “su aparición en nuestras vidas no vino acompañada de ningún manual” me gustaría comentar que actualmente existe una generación llamada Nativos Digitales, esa generación es aquella que ha nacido rodeada de tecnología y cree que sabe usarla sin haber tenido una formación previa, debido a esto existen muchos problemas sociales por estos Nativos Digitales, además añadir que uno de esos problemas podría ser el mal entendimiento, de como es en este caso, mensajes de WhatsApp ya que nos dejamos llevar por la primera impresión que nos da el mensaje y como tenemos la oportunidad de contestar en el mismo momento no nos paramos a pensar si ese mensaje ha querido decir una cosa u otra. Como bien dice la parte final del texto, no debemos dejarnos llevar por la primera impresión, ya que seguramente nos equivocaremos.
Relacionado con el tema de la rápida escritura y contestación también se asociaría ese mal entendimiento en ocasiones de ciertos mensajes, en esta parte se demuestra que la sociedad es cada vez más impaciente y quiere resultados lo más rápido posible.
Por ultimo comentar una recomendación que no solo debería usar los mediadores sino toda la sociedad en general para evitar una gran suma de problemas, la solución como bien dice el texto estaría en usar el WhatsApp como medio de comunicación y no como medio de entretenimiento.

Unknown dijo...

Con la lectura de esta nueva entrada del blog, me he sentido muy identificado pues varias de las situaciones descritas en el artículo. Ante dichas situaciones, y sumergidos en el actual panorama en el que la tecnología y más concretamente el teléfono móvil ocupa nuestras vidas, hemos de ser conscientes de su importancia y de cual es su límite. Ante los conflictos surgidos por el whatsapp, ya sea por su errónea interpretación o por su errónea escritura, surge un nuevo ámbito en el que la mediación puede llegar a tener un gran protagonismo.
Para finalizar, me gustaría resaltar una idea que se encuentra en el texto y que consiste en que los mensajes son lo que son, ponernos a interpretarlos puede llevarnos a equivocaciones.

Carlos Pizarro Gavilán, 4º Derecho, Córdoba.

Natalia Antelo dijo...

Este artículo me ha parecido muy interesante y bastante útil ya que es muy aplicable a la vida real. Me gustaría destacar que es cierto todo lo que en él se comenta, como hoy en día somos ''esclavos'' de la tecnología y de las redes sociales, vivimos pendientes de los ''me gusta'' que tendrán nuestras publicaciones y del número de seguidores que tenemos. La realidad es que en las redes sociales las personas generan una vida paralela, una vida en la que eres la persona que quieres ser sin problemas ni dificultades, lo cual es bastante irreal. Y es que nuestras relaciones interpersonales se basan en las redes sociales, y sobre todo, en whatsapp, lo cuál en mas de una ocasión nos habrá causado malentendidos con el receptor de nuestros mensajes.Es un canal cada vez más utilizado para las discusiones, ya que pasamos bastante de nuestro tiempo con el móvil. A menudo no somos conscientes de los problemas que genera esta aplicación, como el hecho de la eliminación de privacidad; ya que la persona puede saber si nos ha llegado su mensaje, lo hemos leído, la hora de conexión.. Estamos constantemente vigilados por los demás. Todo esto ha agravado muchos problemas como puede ser el bullying (los adolescentes utilizan las RRSS para acosar a otros, ya que se sienten protegidos al no tener que dar la cara y encontrarse tras la pantalla) o la violencia de género, ya que permite un alto control sobre la otra persona. ''He visto que estás en línea y no me escribes, ¿con quién hablas?''

A pesar de todas las desventajas nombradas, las redes sociales también pueden ser beneficiosas ya que nos permiten estar en contacto con aquellas personas que se encuentran lejos.

Natalia Antelo Carmona, 4 Psicología, Sevilla.

Cristian Garcia Zurita dijo...

Dada la complejidad y la influencia en la actualidad de éste tema, me gustaría hacer mi aportación al blog opinando desde diferentes aristas de la misma realidad, que es la aparición de conflictos o de malinterpretación orbitan alrededor del 'Universo Wasap'.

Por una parte, en cuanto a la excesiva utilización del wasap en nuestra vida diaria, una vez escuché que "el wasap acerca a personas que están lejos, y aleja a personas que están cerca", y no podría estar más de acuerdo con esa afirmación.

Creo que es innegable el hecho de que el wasap puede ser una 'bendición' para aquella gente que tiene amistades/pareja/familiares fuera de tu misma ciudad o país. Del mismo modo, a menudo vemos grupos o reuniones de personas en las que, estando cara a cara, la conversación entre ellos es, cuanto menos, poco fluida o incluso inexistente, ya que cada uno está, móvil en la mano, absorto en otras conversaciones. Es frecuente, en esta serie de conflictos, escuchar frases como "le haces más caso al móvil que a mí".

Por otra parte, en lo referente a los tics azules, mirar el móvil constantemente para comprobar si han respondido a nuestros mensajes, comprobar la última hora de conexión de la otra persona para saber si ha accedido a wasap después de enviar nuestro mensaje, etc... Se deben en gran parte, en mi opinión, a lo que algunos expertos llaman la "generación nespresso" o "generación instantánea", en la que el ansia por la inmediatez predomina en nuestras vidas.

Nuestra tolerancia a la espera y nuestra paciencia baja hasta un punto mínimo, siendo incapaces de aceptar cualquier circunstancia que no sea la de pretender a toda costa "quererlo ya".

Todo esto (y mucho más) genera un sin fin de conflictos (malentendidos, celos, violaciones de intimidad, etc...) que, personalmente, intuyo que aún no sabemos ni sabremos gestionar.


Cristian García Zurita
4º Psicología y Criminología
Campus Córdoba

Ángela Fonseca Priego dijo...

Hoy en día, no podemos imaginarnos a una sociedad sin el teléfono en las manos o sin estar conectados a una red social, y es que si quieres estar a la moda debes tener un perfil en redes sociales.
Cuando hablo con mis amigas me doy cuenta de lo dependiente que somos de un simple aparato, el móvil, que nos hace estar inquietos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, sin pasar un minuto sin encender el móvil para ver si alguien nos ha halado, y sino, nos metemos en alguna red social para estar al día de las últimas noticias.
He tenido la experiencia hace poco de estar un fin de semana sin teléfono móvil, y de reflexionar y darme cuenta de lo poco que nos aporta, ya que con la mayoría de gente que hablamos la vemos en ese mismo día, y muy pocas veces hablamos con personas lejanas a nosotras. Con esto no quiero decir que la tecnología es mala, no, ya que en muchos casos ha traído muchos avances, pues hace unos 20 años, no nos imaginamos tener una video-llamada con un familiar que no vive en tu ciudad, ni contactar con alguien y que te responda al momento por el correo electrónico, pero estos avances los hemos llevado a tal extremos que ha provocado que cada vez haya niños más chicos que los vemos con un teléfono móvil.
Para terminar, estoy totalmente de acuerdo cuando se hace referencia a la cantidad de discusiones que se tienen en el whatsapp por malas interpretaciones o del receptor o del propio emisor cuando le contestan al mensaje, en mi caso no es la primera vez que me he molestado con alguien que me ha enviado un mensaje ya que posteriormente me explica que lo he interpretado, por tanto, creo que deberíamos hablar mas a la cara y menos por una pantalla, ya que crean problemas que con el tiempo se van agravando.

María José Aguilar dijo...

Desde varios años atrás estamos observando el mal uso que le estamos dando a la anteriormente mencionada aplicación whatsApp. Es importante destacar que dicha aplicación nació como una forma de comunicación gratuita, rápida y útil para enviar fotos o vídeos con quien queramos en cualquier parte del mundo.
Considero que lo utilizamos de forma irracional, ya que la mayoría de usuarios hemos llegado al punto de caer en una dependencia brutal que no nos permite separarnos de los dispositivos móviles. Por lo tanto, es alarmante la situación en la que nos vemos involucrados, ya que nosotros mismos le otorgamos prioridad en cualquier lugar y en cualquier momento. Cierto es que hoy en día es una herramienta indispensable de comunicación, pero no hay que olvidarse que tan solo es eso, y que por tanto, relacionarse con el mundo exterior verbalmente es siempre la mejor opción.

María José Aguilar.
4º de derecho.
Campus Palmas Altas, Sevilla.

Maria Dolores Requena Guerrero dijo...

Bajo mi punto de vista creo que tiene gran importancia el tema que trata el artículo puesto que es algo muy actual. Hoy en día nadie está fuera de la red, es algo muy obvio que empieza desde whatsapp o cualquier otra red social hasta aplicaciones para el trabajo, transportes, bancos e incluso asuntos personales.
Como ya se ha comentado en clase y en otro tema del blog, la comunicación no verbal comprende una gran parte de la comprensión del mensaje, algo que, detrás de una pantalla supone una mayor dificultad a la hora de entender sobre todo cómo nos está diciendo algo el emisor. Es por esto que ocurren bastantes conflictos por whatsapp o por cualquier chat de una red social, la interpretación que hacemos del mensaje en muchas ocasiones no se corresponde con la que lo hace la otra persona, sin embargo, también podemos extrapolarlo a la vida real a un conflicto en mediación, donde cuando no se quiere ver no se ve, es decir, si yo creo que la otra parte con la que tengo un conflicto esta diciendo algo con un significado, aunque este no sea así, yo me quedo con lo que creo o me interesa que sea.
Bajo mi punto de vista, y volviendo al whatsapp, creo que hoy en día mas que una herramienta de comunicación comprende una mayor función en control, me explico, lo que se expresa como "entrar para ver si está en línea" o el estar pendiente de si han leído o no nuestro mensaje, la última conexión de nuestra pareja/amig@s, son en parte innecesarios para la función con la que nació este tipo de aplicaciones. Sin embargo, hoy en día que "está muy de moda" controlar al otro por la gran facilidad de tecnología con la que contamos, planteo, ¿hasta qué punto el móvil es un objeto nuestro y no nosotros objeto suyo?.

Maria Dolores Requena Guerrero dijo...

Bajo mi punto de vista creo que tiene gran importancia el tema que trata el artículo puesto que es algo muy actual. Hoy en día nadie está fuera de la red, es algo muy obvio que empieza desde whatsapp o cualquier otra red social hasta aplicaciones para el trabajo, transportes, bancos e incluso asuntos personales.
Como ya se ha comentado en clase y en otro tema del blog, la comunicación no verbal comprende una gran parte de la comprensión del mensaje, algo que, detrás de una pantalla supone una mayor dificultad a la hora de entender sobre todo cómo nos está diciendo algo el emisor. Es por esto que ocurren bastantes conflictos por whatsapp o por cualquier chat de una red social, la interpretación que hacemos del mensaje en muchas ocasiones no se corresponde con la que lo hace la otra persona, sin embargo, también podemos extrapolarlo a la vida real a un conflicto en mediación, donde cuando no se quiere ver no se ve, es decir, si yo creo que la otra parte con la que tengo un conflicto esta diciendo algo con un significado, aunque este no sea así, yo me quedo con lo que creo o me interesa que sea.
Bajo mi punto de vista, y volviendo al whatsapp, creo que hoy en día mas que una herramienta de comunicación comprende una mayor función en control, me explico, lo que se expresa como "entrar para ver si está en línea" o el estar pendiente de si han leído o no nuestro mensaje, la última conexión de nuestra pareja/amig@s, son en parte innecesarios para la función con la que nació este tipo de aplicaciones. Sin embargo, hoy en día que "está muy de moda" controlar al otro por la gran facilidad de tecnología con la que contamos, planteo, ¿hasta qué punto el móvil es un objeto nuestro y no nosotros objeto suyo?.


4º Psicología, Campus Córdoba

Emma nieto martin dijo...

Sin duda alguna la mayoría de personas percibimos el Whatssap como una aplicación maravillosamente útil y facilitadora de la comunicación, un chat 24h al alcance de todos (puesto que es gratuito) para contactar con cualquier amigo sin tener en cuenta la distancia. A bote pronto parece genial pero un mal uso puede romper amistades, relaciones y un largo etcétera, y la mayoría lo hacemos...

El hecho de poder saber si esa persona ha leído nuestro mensaje, si esta "en linea" o conocer su última hora de conexión nos hace esclavos del teléfono móvil, limita nuestra privacidad y libertad a la hora de contestar y produce enfados continuos gracias a ese "poder de control". Estamos obligados a responder casi de forma instantánea, hasta las empresas utilizan dicha clase de aplicaciones para controlar a sus empleados, estamos obligados a ser inmediatos. Da igual las ocupaciones que tenga el receptor del mensaje, si tarda en contestar o no lo hace, acabaremos enfadándonos.
Se trata de conflictos del día a día, normalizados, que a veces incluso desembocan junto con mas motivos en procesos de mediación. Por no hablar de esas quedadas o citas entre amigos en los que obviamos a la persona física para tratar de mantener una conversación con los ojos fijos a la pantalla...

Sinceramente, poco más hay que resaltar de esta RRSS...simplemente cuestionémonos si en lugar de acercarnos a nuestros amigos y contactos en general, nos aleja a pasos agigantados...

Emma Nieto, 4º Psicología, Sevilla.

Paula Maya Ortega dijo...

Actualmente nos encontramos inmersos en el mundo de la inmediatez, en el que reina nuestra falta de tiempo y en el que la tecnología nos ha convertido en víctimas de sus propias ventajas. Y, cómo bien se menciona en el texto, ¿cuántos de nosotros hemos tenido una discusión por Whatsapp? Estoy segura de que todos hemos sido partícipes o hemos sido testigos de un conflicto por esta aplicación de mensajería instantánea.

Whatsapp ha conseguido transformar por completo nuestra comunicación. Cuando esta aplicación apareció en nuestras vidas, nadie nos enseñó a utilizarla por lo que su mal uso e incluso abuso por parte de muchas personas en la actualidad, es común en la sociedad. De esta forma, los conflictos no tardaron en aparecer puesto que dicha aplicación ha conseguido dejar apartada a la comunicación no verbal, uno de los elementos más relevantes y necesarios para que tenga lugar una comunicación eficaz.

El pasado miércoles tuvimos el privilegio de entrevistar al jefe de estudios de un instituto de Sevilla, con el objetivo de realizar una futura prevención del uso de los móviles en adolescentes. Antes de poder hablar con él, nuestro trabajo iba enfocado al mal uso entendido como herramienta para ejercer bullying e incluso para compartir contenido de carácter sexual sin conciencia de las peligrosas repercusiones. Sin embargo, cuando realizamos la entrevista, este señor cambió por completo nuestra idea; él aseguraba que el gran problema que existía en esa comunidad era el mismo que ocurría en la calle, la población (sin entender de diferencias de edades ni sexos) se había olvidado de la esencia de la comunicación y como consecuencia los conflictos habían aumentado. Cuando dos personas discuten por dicha aplicación, se interpretan los mensajes de forma descontextualizada, el problema comienza a agrandarse y finalmente, en muchas ocasiones se decide dejarlo tal y como está.

El avance tecnológico ha conseguido que podamos estar en contacto con cualquier persona independientemente de la distancia física que nos separe. Sin embargo, aprender a utilizarlo es clave para poder hacer un uso eficiente y eficaz de todas las herramientas tecnológicas que se encuentran a nuestra disposición.


Paula Maya Ortega
Grado en Psicología (Sevilla)

Patricia Serrano Jurado dijo...

Me ha parecido muy interesante este texto sobre los conflictos que surgen a través de los nuevos medios de comunicación, más concretamente a través del WhatsApp. Si es cierto que mediante esta nueva tecnología se ha mejorado la inmediatez para comunicarse con cualquier persona, en cualquier parte del mundo, pero esto no implica que la calidad de la comunicación sea mejor, a la vista está la cantidad del malentendidos y conflictos que surgen día a día.

Por otro lado, aquí se vuelve a destacar la importancia de uno de los aspectos esenciales para una buena comunicación, aquellos que no se expresan por las palabras, es decir, los gestos, las expresiones faciales, las miradas, el tono de voz, etc. Cuando se establece una comunicación por WhatsApp entre dos personas, es muy difícil entender lo que realmente se quiere expresar sin la presencia de los aspectos no verbales, por lo que aumenta la probabilidad de que surja un conflicto, además si este se intenta resolver mediante WhatsApp es muy probable que se agrave y no se llegue a ningún acuerdo. Por lo tanto, como se menciona en el texto, es mejor no sacar temas que pueda dar lugar a confusiones o controversia y dejarlos para una conversación cara a cara. De hecho, cuando queremos hablar algo importante por WhatsApp se suele hacer uso de los audios con el objetivo de expresarse mejor.

Por último, me parece muy importante tener en cuenta estos nuevos avances en el campo de la mediación, ya que pueden que existan conflictos que tengan origen en una conversación por WhatsApp, por lo que el trabajo del mediador podría enfocarse en facilitar que las partes se expresen en persona y entiendan lo que cada una quería decir en la conversación que fue causa del conflicto.

Patricia Serrano Jurado, 4º Psicología Córdoba

Unknown dijo...

Vivimos en una sociedad donde la tecnología está presente en nuestro día a día. El Whatsapp nos es de gran utilidad para estar al día de lo que ocurre en nuestro círculo, para pasar un buen rato hablando de temas interesantes o incluso para planear alguna quedada. Quien rehúsa de las redes sociales o de Whatsapp probablemente no estará al tanto de lo que ocurre en su entorno, ya que la mayoría de la gente suele comunicarse por este medio.
Como futura psicóloga estoy totalmente de acuerdo en que la comunicación no verbal es fundamental para comprender un mensaje en su totalidad. La expresión facial, la postura, la mirada o incluso el tono pueden modificar el significado de un mensaje. Al utilizar el Whatsapp para comunicarnos estamos perdiendo esa comunicación no verbal dejando el 60% de la interpretación del mensaje en manos del receptor, pudiendo ocasionar importantes malentendidos que desencadenan conflictos.
Un claro ejemplo de ello es el “ok” que todos entendemos como un “vale”. Sin embargo, yo considero que es muy formal o incluso puede parecer algo “borde” si se trata de una relación cercana. Si alguna amiga me escribe “ok” en vez de “valeee” pienso que seguramente le pase algo conmigo.
Por otro lado, es sorprendente el control que pueden tener otras personas sobre tu estado “en línea”, si has leído o no el mensaje, o hace cuánto miraste el móvil, lo que me invita a reflexionar en la fina línea que separa la vida privada de la vida pública de una persona. Como bien decía Etxebarria es necesario hacer esta distinción, atendiendo a criterios de privacidad e identidad, para saber en qué espacio están operando los sujetos morales. El espacio privado de la intimidad incluye todos los ámbitos en los que estamos solos, con nosotros mismos, la soledad. Hoy en día ese estado de privacidad lo estamos perdiendo, ya que, aunque estemos solos físicamente, estamos en contacto con los demás.

Alicia Pérez Roldán

4º Psicología

Campus Loyola Córdoba

Tania María Priego Ruz dijo...

Me ha parecido muy interesante esta entrada ya que me ha hecho reflexionar sobre la comunicación que llevamos a cabo. ¿Realmente WhatsApp es una verdadera forma de comunicarnos? En parte si pero no es una comunicación completa. El emisor del mensaje al redactarlo le da cierta entonación y comunicación no verbal la cual no llega al receptor. Por lo tanto, el mensaje que llega solo son palabras sin asociarle una entonación especifica ni una comunicación no verbal. Es aquí cuando la persona que recibe el mensaje lo interpreta de una determinada manera ya que no tienen más información que palabras. En resumen, damos por hecho de que la persona recibe el mensaje tal y como nosotros lo pensamos. La mayoría de las veces el receptor acierta, pero cuando no es así la conversación puede llevar a conflicto. Así que lo más acertado es una comunicación cara a cara con todos los componentes.

Por otro lado, todos conocemos a un amigo que suele decir "no me ignores" por culpa de la ultima conexión o la verificación de lectura. Sobre esto pienso que no es 100% eficaz y también puede llevar a conflicto si una persona cree firmemente en la exactitud de la aplicación. Pienso que es un gran avance en la tecnología pero la sociedad le dan tanta importancia a ser respondidos con la misma rapidez como se hace cara a cara. La aplicación te da la posibilidad de poder responder a cualquier hora del dia por lo que no debería de ser un problema. El conflicto comienza cuando se activa la verificación de lectura, pensamos que es un predictor de la respuesta ya que en la gran mayoría de los mensajes que recibimos lo es. Pero no es así en todas las ocasiones ya que la persona puede haber abierto la conversación sin querer o simplemente no quiere responder al mensaje.

Es cierto que se trata de una aplicación que tiene muchas ventajas pero a su vez también tiene desventajas que en un futuro podrían ser solucionadas.

Tania María Priego Ruz
4º Psicología Córdoba.

Mª Isabel León Coca dijo...

Nuestra sociedad se ha convertido en una sociedad tecnológicamente dependiente, donde todo nuestro mundo y nuestro día a día gira en torno a un móvil, un ordenador, o una Tablet. Y esta dependencia va en aumento, Por qué, ¿cuántos no habéis perdido los papeles en alguna ocasión, porque estáis fuera de casa y vuestro móvil se os ha quedado sin batería?, yo misma me vi obligada a comprarme una batería portátil porque la de mi móvil se había agotado y no podía volver en ese momento a casa para recargarlo.

O como bien afirma Javier, ¿cuántos no nos hemos enfadado alguna vez porque alguien nos ha dejado con el “tic azul” a la hora de hablar por WhatsApp? Y todos sabemos lo que significa ese tic azul, la raíz del conflicto, ya que hoy en día, y teniendo en cuenta el grado de dependencia tiene la gran mayoría de nuestra sociedad y la alta exigencia a recibir y enviar una respuesta inmediata, sobre todo entre la población adolescente, el hecho de dejar a alguien sin contestar, o ver su última conexión al chat y no haber recibido dicha respuesta, hace que se inicien todos los problemas, ya que por la mente de esta persona se comienzan a despertar pensamientos y emociones negativas, como el sentirse ignorado, desinterés por la otra persona hacía el mismo, disminución de la autoestima, incluso, puede llegar a sentir y manifestar enfado o ira hacía la otra persona.

Del mismo modo y en sintonía con la temática a tratar, el hecho de manejar un asunto de discusión o un conflicto vía WhatsApp a través de mensajes escritos hace que la situación sea más complicada, ya que la interpretación de dichos mensajes queda en el aire, de forma que el receptor puede malinterpretar las palabras del otro interlocutor.
Por ello desde mi punto de vista, no es aconsejable tratar este tipo de asuntos vía WhatsApp o e-mail, sino que es preferible, llamar por teléfono o enviar notas de voz, ya que la entonación y el volumen de voz de la otra persona, nos puede ayudar a la hora de interpretar correctamente el mensaje.

M.ª Isabel León Coca
4º curso de Grado de Psicología.
Campus Córdoba.

Víctor Jiménez Arroyo dijo...

Hoy en día, hablar de relación sin hablar de Redes Sociales probablemente sería como hablar de lluvia sin mencionar las nubes. Vivimos en una sociedad en la que, especialmente en la gente "joven", todo se desarrolla a través de estas RRSS, y la que más usamos seguramente sea la que se menciona en su mayoría en la entrada del blog, el whatsapp. Ese pequeño icono verde al que cada dos por tres miramos esperando ver nuevos mensajes, ya sean de una sola persona o de un grupo. Se podría decir que rige nuestro día a día y es donde tenemos más presencia. Sería equivocado obviar otras aplicaciones como Facebook o Instagram, pero no tiene el peso que Whatsapp puede tener.
En un principio, cuando se diseñaron este tipo de aplicaciones probablemente se pensaron con el objetivo de mantener a las personas conectadas de la manera más rápida y mejor posible. En mi opinión, no creo que ninguno de los creadores de ellas tuvieran conciencia de lo que estaban creando, algo que iba a estar presenta durante la mayor parte del día de la mayoría de personas. Sin embargo, como todo en esta vida, hay pros y contras. Probablemente, el pro más grande sea el de poder estar conectado con cualquier persona del mundo en milésimas de segundo. Pero respecto a las contras, parece ser que nos estamos perdiendo momentos irrepetibles sólo por el uso del móvil sin control ninguno.
Por último y relacionándolo con la asignatura que nos atañe, sería difícil vislumbrar la mediación vía whatsapp, ya que una de las herramientas más necesarias para el desempeño de esta tarea seguramente sea la de la comunicación no verbal, lo que ves cuando hablas con los afectados, lo que intuyes, lo que no se dice en resumen, e imaginarse esto a través de una pantalla puede que sea algo realmente complicado, además de que por whatsapp todo se puede malinterpretar si no hay la suficiente confianza o el nivel de conocer a la otra persona no es el adecuado para el tono en el que la otra persona lo lee.

Víctor M. Jiménez Arroyo
4º de Psicología
Campus de Córdoba

Unknown dijo...


Creo que últimamente se ha hablado mucho de los conflictos que se pueden generar por wasap, en los últimos años nos hemos acostumbrado a poder comunicarnos con un click de forma inmediata, casi instantánea.
De hecho, últimamente he observado como la gente espera la respuesta de su mensaje en el mismo momento, y en muchos casos genera hasta una leve ansiedad, el hecho de que se tarde en contestar, es lo que obliga a las personas a estar constantemente mirando el móvil. Nos hemos acostumbrado a recibir respuestas en un mismo momento.

Por otra parte, debemos recordar que es un medio escrito, y como bien se refleja en la publicación, no siempre se ven expresadas nuestras intenciones, nuestro tono de voz, la mirada, la postura corporal, … ¿cuántas veces hemos tenido que escribir “no, no… no lo decía con esa intención”? , el wasap ha sido un gran avance en muchos sentidos y ha permitido a las personas comunicarse de forma fácil y rápida, la cuestión es que ya no se usa como un medio de comunicación para quedar, establecer horas o mensajes urgente, se utiliza para tener diálogos de todo un día y estar continuamente en contacto con una persona, de ahí, desde mi punto de vista, han derivado la mayoría de los problemas, no deberíamos tratar temas por wasap que deberían tratarse en persona.

En el post se pueden ver algunos consejos de los expertos que me han parecido muy acertados: no expresar por wasap temas conflictivos o delicados, ser cautos con los emoticonos, tener cuidados con la forma de expresarnos y tener cuidado con el corrector.

Quiero finalizar resaltando la importancia de esta publicación, me parece de gran relevancia en el momento en el que vivimos, y volviendo a las primeras frases del mismo quizás sería de gran utilidad un manual que viniese con dicha aplicación y te dijese como usarla y los efectos que puede ocasionar ya que en muchas ocasiones no somos conscientes de lo que comunicamos.

Paula Valdés Navarro
Grado en Psicología
Campus Sevilla

Carmen Gálvez Mesa dijo...

Como hemos ido observando a lo largo del curso, la comunicación no verbal es tan e incluso más importante que la verbal, es un elemento indispensable para poder comprender el mensaje. Actualmente, en la inmediatez en a que estamos inmersos no hay cabida para ese lenguaje no verbal, aplicaciones de mensajería instantánea como “Whatsapp” hacen que nos olvidemos de la importancia del lenguaje no verbal, lo que afecta de alguna forma también al verbal, ya que muchas veces las abreviaciones o el corrector nos hacen malas jugadas e impiden reflejar lo que queremos decir. En consecuencia, se dificulta la comprensión del mensaje por el receptor y se pueden generar conflictos.
Sin embargo, es cierto que la aplicación ha ido aportando elementos que permiten sustituir de alguna forma la ausencia de lenguaje no verbal como los emoticonos o las notas de voz. En una de las últimas actualizaciones de la aplicación se ofrece una novedad que puede ser eficaz con respecto a la solución de conflictos, una alternativa para prevenir el bloqueo que permite a los administradores de un grupo limitar la conversación para implantar cierto orden al caos que se genera en ocasiones en estos grupos de Whatsapp. De esta manera, el administrador ejercerá un papel muy similar al de un mediador, permitiendo hablar a una parte mientras que la otra podrá seguir leyendo los mensajes pero no responderlos, tras el turno de esa primera parte el administrador o mediador cambiará los roles dando paso a la segunda parte para escribir y al primero únicamente leer, con esta herramienta el bloqueo será el último recurso ante el conflicto.

Violeta Barbado García-Gil dijo...

Me gustaría empezar comentando el dato de que Whatsapp solo se mire aproximadamente 23 veces al día. En mi opinión son muy pocas y más aún para la gente joven como nosotros que utilizamos esa aplicación constantemente. Por otro lado, es cierto que todos hemos tenido peleas a través de Whatsapp, las cuales normalmente no acaban bien. Lo mejor sería decirle a la otra parte que es mejor arreglar esto en persona, ya que por aquí pueden malinterpretarse las cosas. Estos pequeños conflictos, como dice el texto suelen ser debidos a la errónea interpretación que hacemos cuando leemos lo que nos ha llegado a nuestro móvil. Los emoticonos también suelen influir puesto que, cada persona dota personalmente de significado a cada emoticono, es decir, lo que para mí puede significar un emoticono de “alegría”, para ti puede significar otra emoción distinta. Otro de los problemas puede ser debido al no contestar inmediatamente o el dejar en leído. Me ha parecido muy acertada la frase de “conectarse no significa que la persona quiera comunicarse”. Debemos comprender (y me incluyo) que no siempre podemos estar pendientes del teléfono y que el hecho de que estemos “en línea” no implica que estemos disponibles en ese instante, puede que estemos buscando algo en una conversación o hablando con alguien y no podemos contestar justo en ese momento. La paciencia es algo que se está perdiendo en estas sociedades tan dependientes de la tecnología y del “aquí y ahora”.

Violeta Barbado García-Gil; 4ºPsicología-Criminología; Campus Córdoba.

Lucia Jimenez Ybarra dijo...

Estoy completamente de acuerdo en que muchas veces este tipo de aplicaciones pueden generar conflictos entre las distintas partes que formen el chat, ya que muchas veces los mensajes se mal interpretan por el hecho de verlos escritos simplemente y creo que como bien se explica se debe a que al no estar hablando directamente con esa persona cara a cara no podemos interpretar de qué manera está diciendo el mensaje, con qué tono o con qué fin.

Muchas veces utilizamos esta aplicación para intentar solucionar conflictos porque no nos vemos capaces de hacerlo cara a cara sea por lo que sea y no nos damos cuenta que realmente lo que estamos haciendo es empeorar la situación con la otra persona.

Sara Aguilera Amo dijo...

Es muy importante destacar la creciente importancia que está adquiriendo el Whatsapp en la relación que tienen las personas, tanto buena como mala. El malestar que esta aplicación genera se debe principalmente a la interpretación errónea, tanto de los mensajes que se reciben, como de aquellos mensajes de los que no se obtiene una respuesta inmediata. La consecuencia de esto es la mayoría de las veces un conflicto, por eso se debe fomentar el hecho de hablar en persona los temas más relevantes o aquellos que pueden dar lugar a confusión con más facilidad.

Los conflictos surgidos gracias a esta red social, se deben mayormente a una ausencia de respuesta, lo cual hace pensar que el mensaje ha sido ignorado, y eso ya lleva a las personas a creer, que no son importantes para el otro, que lo que se ha dicho carece de importancia y por eso no ha sido contestado. Y así se empiezan a pensar una serie de cosas que realmente pueden no ser reales, sólo han sido interpretadas erróneamente, y realmente quizás la otra persona estaba ocupada y no respondió por ese motivo. Del mismo modo, se pueden malinterpretar los mensajes recibidos sin emoticonos, ya que si la persona que lo lee se encuentra enfadada, es probable que lea este mensaje con un tono diferente al que lo leería si tuviese otro estado de ánimo. Por ello, los emoticonos facilitan la comprensión del mensaje, porque ya se está añadiendo una pista de la intención que tiene la persona que lo envía.

Haciendo una similitud con la mediación, el mediador sería el encargado de facilitar la comprensión entre los interlocutores de aquellas inquietudes que les han llevado a crear el conflicto, ya que quizás entre ellos mismos no son capaces de ponerse en la piel del contrario.

Sara Aguilera Amo, 4º Psicología, Córdoba

Soledad-Luna Pozo Criado dijo...

El texto de esta semana me ha parecido realmente interesante porque, por desgracia, las redes sociales están dominando el mundo y este medio de comunicación, como es el wasap, está en cabeza. He tenido la suerte de pertenecer a la generación que nació en aquellos preciosos años 90 y, todo mi entorno se reafirma diciendo lo felices que éramos antes de que existiera el wasap, instagram, y un largo etc. Es cierto que este medio de comunicación gratuito es de gran ayuda cuando tenemos la necesidad de comunicarnos con gente cercana pero que se encuentra a miles de kilómetros de nosotros, puesto que es un medio rápido y cómodo; sin embargo, los excesos siempre son malos por lo que estar continuamente hablando por wasap da lugar a malinterpretaciones del mensaje y peleas "tontas" que en la "vida real" estoy segura de que no pasarían, ya que no hay nada como un café, una cerveza o un vasito de agua que sirvan de intermediario en una conversación basada en miradas, risas y la palabra, en sustitución de los iconos, las notas de voz y los textos.

Fátima López Naranjo. 4º de Psicología dijo...

Desde que se produjo el “boom” del llamado internet, la sociedad vive inmersa en la inmediatez. El estar “en línea” se ha convertido en el nuevo “existo en la sociedad”, parece que es totalmente necesario tener un perfil en alguna red social para aparecer ante los ojos de la sociedad.
El móvil se ha convertido en una extensión más de nuestro organismo, sentimos pavor cuando no lo sentimos cerca de nosotros, como ese “mini infarto” cuando no lo sientes en el bolsillo del pantalón. Pero ¿a qué se debe todo este miedo? Bueno puede ser que nos sintamos desprotegidos, ese sentimiento producido por la incapacidad de poder comunicarnos. Sin embargo, ¿realmente es la mejor forma de comunicarnos? La utilización de aplicaciones como WhatsApp, Instagram y Facebook son muy útiles para poder estar actualizados con la sociedad y en contacto con nuestros amigos de una forma inmediata. No obstante, son una de las mayores fuentes de conflictos debido a la mala interpretación que se hace de estos mensajes. ¿O no es Facebook una pieza fundamental en la mayoría de los divorcios? Cuando enviamos un mensaje a través de la pantalla, no estamos en contacto físico con la persona, por lo que se pierde una parte muy importante del mensaje. El lenguaje no verbal, así como el tono de voz son fundamentales para que el receptor entienda la información de forma correcta, ya que un mismo mensaje se puede interpretar de muchas formas; la privación de estos elementos provoca que se produzcan muchas interpretaciones erróneas que dan lugar a enfrentamientos.
A mi parecer, las aplicaciones son realmente útiles y necesarias siempre que se haga un buen uso de ellas, porqué cuando nos comunicamos por ellas se produce un distanciamiento emocional con el receptor, lo que promueve una falta de empatía y asertividad. Este hecho agrava mucho más los conflictos que se inician de este modo. Por lo que si consideras que el mensaje que tienes que trasmitir se pude malinterpretar o puede afectar a los sentimientos del receptor, es mucho mejor hablar cara a cara y no con tu pantalla.

Unknown dijo...

COMENTARIO WHATSAPP

El uso del whatsapp ha facilitado mucho la comunicación entre las personas pues independientemente del lugar en el que te encuentres puedes enviar mensajes e incluso hacer videollamadas. Sin embargo, el whatsapp también ha originado muchos conflictos debido principalmente a que el receptor interpreta de manera inadecuada el mensaje que le envía el emisor por la presencia de unas barreras y la ausencia de un contexto donde ese mensaje cobre un cierto sentido. Algunas barreras personales son los prejuicios, esterotipos y lectura del pensamiento que se refiere a adivinar o suponer lo que la otra persona piensa incluso sin haberla dejado terminar.

Además, también se me ocurre que una parte de los conflictos emanados de whatsapp se deban a que ciertas personas usan un estilo pasivo de comunicación en su vida cotidiana con los demás por cierta timidez por ejemplo, pero que cuanto se comunican por medio de whatsapp suelen perder dicha timidez y usar un estilo de comunicación más agresivo.

También pienso existen otros factores que influyen en la comunicación, como es la forma en la que la gente reacciona a lo que se les dicen. Cuando una persona reacciona de manera activa destructiva que hace referencia a desaprobar lo que la otra persona le está contando y pasivo destructivo que se caracteriza por quitar importancia e ignorar lo que la otra persona nos está transmitiendo, lo que lleva a que haya una mayor probabilidad de que aparezcan conflictos entre ellos.

Como puede observarse, la comunicación es un proceso muy complejo y más si se produce a través de whatsapp pues hay muchas variables que dificultan que la otra persona reciba la información tal cual nosotros queremos expresar, pudiendo llevar a malinterpretaciones y, por tanto, a conflictos.

Esperanza García Vergara, 4º Psicología + Criminología, Sevilla

Unknown dijo...

Cierto es que, a pesar de las ventajas que nos traen las nuevas tecnologías, como una mejor y más efectiva comunicación, mayor acceso a la información etc, también tienen su "lado oscuro", ya que un mal uso de las mismas puede acarrearnos varios disgustos. No se trata de decir si los nuevos avances tecnológicos son buenos o no, ya que todo depende del uso que le demos, porque, a mi parecer, nos trae bastantes beneficios. La cuestión está más en saber contenernos y saber cómo utilizarlos y cuándo, de manera que no invirtamos o desperdiciemos mucho tiempo con ellas.
Es cierto que las redes sociales, al estar despersonalizadas, ya que hablamos a través de un móvil u ordenador y no frente a una persona, dan lugar a una mayor confusión. Esto se debe a que el lenguaje no verbal no puede ser recibido por el recetor tal y como lo hacemos en una conversación cara a cara, por lo que podría dar lugar a malentendidos. A veces se pueden escribir mensajes que den a entender que lo estamos diciendo de una manera totalmente diferente a la que pretendíamos, es por esto por lo que algunas personas prefieren utilizar notas de voz o incluso emoticonos para dar a entender sus intenciones. Sin embargo, es cierto que, al igual que los emoticonos no significan lo mismo para todas las culturas, la entonación que podemos mantener en una conversación tampoco, por lo que realmente el sesgo cultural sigue estando presente.
Otro problema derivado de las redes sociales que deberíamos tratarnos es la inmediatez de las cosas, es decir, cada vez somos más propensos a querer las cosas lo más rápido posible, lo que provoca malentendidos cuando una persona ve nuestra conversación y no nos contesta. Pensamos que esta persona, al tener whatsapp y redes sociales puede respondernos de inmediato, despersonlizándola, otra manera de despersonalización a las que he comentado previamente, como si esas personas solo vivieran por y para responder al mensaje, sin tener en cuenta que puede que esté en clase, en el trabajo, o simplemente se haya ido a estudiar o no quiere contestar en ese momento.
En conclusión, al no tener presentes los elementos no verbales de la conversación, las redes sociales pueden dar lugar a muchos malentendidos, sin embargo, también dependerá del uso que les demos y de cómo nos tomemos las respuestas, ya que por supuesto no solo depende de quien envía el mensaje sino de los procesos mentales de quien los recibe.

Unknown dijo...


Este blog me ha parecido de gran relevancia puesto que refleja la realidad en la que todos actualmente nos vemos envueltos. ¿Qué seríamos hoy en día sin las redes sociales?, es una pregunta que me hago tras observar la gran dependencia que existe por parte de todos a este medio de comunicación. Cabe resaltar que, aunque las redes sociales nos han aportado múltiples beneficios, haciendo que podamos comunicarnos constantemente con personas que pueden estar a kilómetros de distancia, también cabe destacar que son un medio donde se dan numerosos problemas. Esto se debe a que nos comunicamos solo a través de un texto, texto en el que se pierde totalmente la comunicación no verbal tan importante dentro de una conversación. Como hemos visto a principio de curso, solo con la comunicación verbal se expresa el 60% del mensaje. Es por ello, por lo que cuando nos estamos comunicando por Whatsapp, juega un papel muy importante la interpretación que le dé la otra persona a los mensajes que le estamos enviando. Esto no suele ocurrir cuando nos comunicamos en persona, ya que nuestro tono de voz, postura, etc. hacen que dicho receptor tenga numerosos mecanismos que le ayudan a interpretar correctamente lo que queremos decir.
Es común ver hoy en día como las redes sociales son una fuente de problemas de pareja, amigos, familiares, etc. como dice el blog esto se debe a que carece de ser una comunicación completa. Esto lleva a múltiples malinterpretaciones, haciendo que sea muy importante medir nuestra escritura para que la otra persona no se moleste. Vivimos en una sociedad donde prima la inmediatez, utilizamos las redes sociales como un medio rápido y fácil. Este es también utilizado como un medio que nos ayuda a escondernos, haciendo que sea más fácil recibir insultos por las redes sociales que en persona.
En definitiva, debemos ser conscientes de la adicción que muchas personas tienen a las redes sociales y hacer que la comunicación en persona sea mucho más importante en momentos en los que la interpretación puede jugarnos una mala pasada.

Seyla Vázquez Merino
Universidad Loyola Andalucía

Unknown dijo...
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Unknown dijo...

Una sociedad tecnológica, una sociedad dependiente de la tecnología, una sociedad en la que si se pierde el teléfono móvil se pierde algo mucho más significante que un propio objeto, una sociedad que, por desgracia, no es capaz de vivir sin internet, una sociedad que está perdiendo la esencia de comunicarse cara a cara, esa sociedad es en la que vivimos hoy en día. En mi opinión, es una pena que como seres humanos y con la capacidad de comunicación que tenemos, dependamos de un teléfono. Un mensaje está lleno de contactos, de voces, de emociones, de gestos, de miradas, de risas, de llantos, de gritos, de cosas que, a través de la pantalla, se quedan en letras, signos de puntuación, iconos, interpretaciones, malentendidos y conflictos. Esto es a lo que nos está llevando el abuso de las tecnologías, concretamente de whatsapp. Se ha pasado de ir a ver a tu abuela y de darle un beso y un abrazo a escribir un mensaje preguntándole cómo está y mandándole un icono de un beso. Lo que pasa es que no somos conscientes de las consecuencias negativas que tiene todo esto a largo plazo, pues perdemos la fortuna que se nos ha dado de comunicarnos no verbalmente, es decir con la mirada, con gestos, con caricias y no sabemos realmente la importancia que tiene. Además, como bien dice el artículo, el whatsapp nos lleva a muchos conflictos debido a las malas interpretaciones de los mensajes, pues no sabes lo que verdaderamente está percibiendo y llegando al receptor. Tenemos que saber controlarnos, saber qué se puede comunicar a través de una pantalla y qué es lo que merece más tiempo y comunicarse personalmente. Tenemos que aprender a diferenciar, pues actualmente todo y más, se hace a través de una pantalla.

Teresa Hernández Bustos, 4º Psicología y Criminología, Córdoba

Victoria Eugenia Mir Garcia, 4º Derecho, Sevilla dijo...

Sin duda, uno de los mejores artículos debido a su actualidad e importante repercusión. El Whatsapp, como todo en esta vida, puede ser una herramienta útil para facilitarnos la vida, o perjudicial si se le da un mal uso. En estas tecnologías podemos observar la carencia de todo aquello aprendido en esta asignatura, lenguaje no verbal, lenguaje corporal. Es muy dado hoy en día, una discusión tonta por whatsapp, debido al sentido que se le puede dar a una frase. El té leo, pero no contesto, el estar todos sentados alrededor de una mesa y estar 5 personas mirando una pantalla…problemas del primer mundo!! Como si fuese más fácil escribir que hablar, como si fuese más divertido una pantalla a un amigo…. Es genial que puedas saber de tu hermana o amiga que esta al otro lado del globo terráqueo, pero no por eso le debemos prestar más atención que a la persona que tenemos delante.

Creo que deberíamos volver al comienzo de la era tecnológica en la que estas “maquinitas” eran utilizadas como herramientas y no pasa tiempos

Mercedes Cala Burgos. 4º Derecho, Sevilla dijo...

Antes de empezar el comentario, apuntar que estoy totalmente de acuerdo con este blog, a la par decir que cada día estoy más en contra de la utilización masiva de la comunicación por el móvil ya que estamos dejando atrás las conversaciones presenciales.

Esto en mi opinión es un problema, en relación a los conflictos que se producen en WhatsApp, ampliar la información debatiendo que gracias a escondernos tras una pantalla y lanzarnos a entrar en discusión con otra persona, a parte de que se pueden producir muchísimos mal entendidos , nos enmascaramos detrás de un teléfono y después, desgraciadamente no somos capaces de decir lo mismo cara a cara con la otra persona porque no tenemos el valor necesario ya que estamos acostumbrados a hablar de cosas importantes escondiéndonos. Lo que propicia que cada vez hayan más conflictos por hablar temas importantes por WhatsApp y que estas partes se vean obligados a acudir a la figura del mediador ya que son incapaces de acercar sus posturas.

Nada mas que apuntar a los conflictos surgidos por el leído y no contestado. La mayoría de las discusiones de pareja día tras día es por esta razón, estamos dejando que las tecnologías afecten a nuestras relaciones. Cosa que no entiendo.

Me parece interesante que el mediador conozca los conflictos, los mal entendidos, y la importancia que tiene la utilización de estos mensajes en los conflictos del día a día ya que TODA la sociedad está conectada a ella. Y que en el proceso de mediación se utilice como un elemento de comunicación únicamente, también es imprescindible a la hora de mediar conocer esta herramienta de comunicación ya que puede darse el caso que como bien dice el texto, el origen del conflicto sea WhatsApp.

Anónimo dijo...

LAURA CARRASCO LUCAS - PSICOLOGÍA - SEVILLA

Es cierto que redes sociales como whatsapp han ayudado mucho en lo que a conectar a personas que no viven cerca se refiere. También nos ha dado la posibilidad de comunicaros con cualquier persona en cualquier momento. Tenemos una herramienta en nuestras manos que nos ayuda mucho a la hora de relacionarnos con nuestro entorno. Ahora bien, esta accesibilidad se ha traducido a estar siempre en línea y esto no debería ser así, es verdad que alguien puede ponerse en contacto con otra persona cuando quiera, pero la otra persona no tiene por qué estar al instante para ver y responder el mensaje. No podemos olvidar que aunque el mensaje llegue al momento, la otra persona no tiene por qué responderlo o estar pendiente en ese mismo momento.

Por otro lado tenemos las discusiones en whatsapp, todos hemos vivido o presenciado alguna pelea en este medio de comunicación. El principal motivo que veo es la falsa creencia de que me contesten al momento, pero también veo un problema que si alguien está hablando de algo importante o algo que le haya costado hablar no reciba respuesta alguna (no que la respuesta tarde más de lo que desearía, no, sino que se lea y no se responda porque pasen). La comunicación a través de los dispositivos electrónicos nos ha dado la posibilidad de pasar si no nos interesa o no queremos responder, en persona tendríamos que apechugar con lo que esté pasando en el momento, pero en whatsapp es tan fácil como dejar de responder o incluso llegar a bloquear a una persona para que no nos pueda increpar más.

Tampoco podemos olvidar las malas interpretaciones que se dan en este medio de comunicación. No sabemos con que tono va el mensaje, no sabemos la cara que está poniendo la persona en ese momento, no podemos saber si lo que le estamos diciendo le está afectando o no. Son cosas que en persona detectaríamos y es información que también nos perdemos. También creo que este tipo de problemas tienen una fácil solución, que sería indicar si estamos enfadados, dolidos o si no nos está gustando como está yendo la conversación. Muchas malas interpretaciones se podrían solucionar si diéramos ese tipo de datos. No podemos esperar que en una comunicación que no es cara a cara la otra persona note cosas que son imperceptibles en un lenguaje escrito.

Miriam Moral Josende dijo...

Tras leer el artículo del blog me ha parecido bastante interesante el tema porque creo que a más de uno alguna vez hemos pasado por una situación similar, hemos malinterpretado algún mensaje que nos han enviado y hemos acabado discutiendo con una persona o, al contrario, y al final uno de los dos tiene que volver a explicarse para que cese el conflicto.

Como dicen los expertos, una de las razones porque pasa esto es por no poder observar la manera de comunicarse de la otra persona, es decir, no oímos el tono en el que nos lo dice, no vemos la expresión de su cara o sus movimientos corporales, no vemos ni sentimos sus emociones por lo que no sabemos nada más que lo que pone en el texto.

Si es verdad que muchas personas usan los “emojis” para expresar lo que se quiere decir o cómo interpretar el mensaje, pero, bajo mi punto de vista, hay ocasiones en las que se le quita seriedad al mensaje cuando, no está mal cuando quieres contar algo gracioso o algo informal, pero en temas más formales, puede resultar controvertido.

Para terminar, pienso que, aunque la mejoría ha llegado con los mensajes de audio, ya que podemos oír el tono y la forma en la que nos lo dicen, aún nos queda una gran parte de información sobre la comunicación no verbal que no tenemos, por lo que tampoco se puede interpretar el mensaje al cien por cien. Siempre es mejor hablar las cosas importantes cara a cara :)

Miriam Moral Josende. 4º Psicología. Córdoba

Carmen garcía de veas dijo...

Hoy día vivimos en una sociedad envuelta en las tecnologías, como las redes sociales o whatsapp.

El uso del móvil con respecto al "whatsapp", tiene efectos positivos, ya que estamos continuamente comunicados, pero en contraposición, estamos demasiados controlados. Cuando le hablamos a alguien y esa persona no nos devuelve la contestación y sabemos que lo ha "visto", nos llegamos incluso a enfadar con ella, y nunca pensamos que no nos ha podido responder porque puede estar trabajando, o haciendo algo que, en ese momento no puede respondernos.

Por otro lado, otro de los contras son las emociones no se ven claramente en el "whatsapp", ya que aunque nosotros pensemos que nos lo han dicho con una intención, probablemente no es así, esto lleva a pensar que tenemos que cuidar el lenguaje, porque podemos hacer daño a otras personas. Debemos de hablar cara a cara para ver mejor la comunicación o la intención con la que nos quieren transmitir.

En esta sociedad que vivimos estamos llegando al punto de no hablar cara a cara o incluso quedar con alguien y estar más pendientes del móvil más que la conversación que estamos teniendo con otra persona. Estamos perdiendo el contacto con las personas en general.

Carmen García de Veas de Isla. 4º Curso. Grado Psicología. Campus Sevilla.

Anónimo dijo...

Pedro Velamazán Guerrero, alumno de 4º del grado de Derecho:

Es cierto que hoy en día las redes sociales son parte de nuestra vida, ya sea para hablar, solucionar problemas, resolver problemas burocráticos o cualquier tarea a la que te enfrentes en tu día a día. Este hecho puede ser una bendición o un infierno, porque cuántas veces hemos tardado en solucionar un problema de más por una mala interpretación o por un mal servicio por parte del ente o persona que se supone que nos lo tiene que solucionar.
Yo personalmente me considero un defensor de este tipo de redes sociales como el WhatsApp puesto que creo que mejora la calidad de vida de las personas muchísimo. El único problema que yo le veo a este tipo de redes es la concepción que tiene cada una de las personas sobre ellas, y yo desde mi experiencia he tenido diversas broncas o encontronazos con diversas personas puesto que se creen que por el simple hecho de mandarte un mensaje, estás obligado a responderle en el tiempo que ellos quieren, cuando no tienes ninguna obligación en que sea así.
Como menciona el artículo comentar también el tema de los malentendidos, es cierto que en muchas ocasiones tienes que enviar otro mensaje explicando a lo que te referías con el anterior, puesto que la gente interpreta libremente un mensaje ajeno, y en gran parte creo que la culpa es por la forma de escribir y expresarse que han fomentado las redes sociales, puesto que la gente envía los mensajes con faltas de ortografía y sin ningún tipo de estructura.
Comentar que como cualquier persona sensata deberíamos saber que las redes sociales y en general las nuevas tecnologías son una herramienta y no un fin, y creo que hoy día en el tema de las redes sociales particularmente las estamos convirtiendo en un fin, y eso esta dañando las relaciones sociales entre las distintas personas, puesto que ahora se te mide en cierta medida por tu capacidad de influencia en las redes y por los seguidores que tienes, sin importar en nada las características de las personas.
Por último plantear un experimento que yo tuve que vivir en mis propias carnes, no usar el móvil en 1 semana. Fue una de las cosas más duras que he hecho en muchos tiempo, y va a sonar a tontería, pero es que es imposible que puedas quedar con tus amigos y allegados sin el móvil y mucho menos solucionar cualquier problema. Eso sí, como contrapartida me infle a estudiar porque como no era capaz de tomarme ni una simple cerveza con mis amigos me iba a la biblioteca solo a estudiar.

Clara Pérez Sutil, 4º Derecho, Sevilla dijo...

Las diferencias de tiempos, culturas y espacios, que se presentan en la mediación a distancia, exigen el desarrollo de nuevas técnicas para la resolución electrónica.

A medida que la sociedad se hace más compleja, globalizada e inestable, los profesionales de la resolución de conflictos deben ir desarrollando procedimientos y metodologías que se adecuen a esa nueva realidad. La mediación en línea, y otros procedimientos de resolución de conflictos realizados en el entorno cibernético, es un proceso que utiliza las nuevas tecnologías de la información (especialmente Internet) para ayudar a resolver disputas que se producen tanto en el mundo real como en el virtual.

El artículo introduce en los principios y aplicabilidad de esta nueva práctica profesional de la resolución de conflictos. Además, nos hace ver que con la llegada de la era digital, es muy necesaria la figura del mediador en las redes sociales.

La mediación en whatsapp o cualquier otra red social es positiva desde el punto de vista en que puede estar destinado no solo a resolver los posibles conflictos surgidos en las redes sociales, sino también como una iniciativa educativa para que los ciberacosadores o las personas en general que entran en conflicto a través de estas redes, se conciencien del uso pacifico de las redes sociales.

Carolina Morales Valdivia, 4º DER, Sevilla. dijo...

Estoy totalmente de acuerdo. Pienso que los mensajes de WhatsApp pueden llevar a grandes malinterpretaciones, provocando grandes discusiones sin motivo, ya que cada persona interpreta el mensaje a su manera, igual pasa con los emojis.

La idea de mandar mensajes mediante “mensaje de voz” me ha parecido bastante interesante, y pienso que puede acabar con las malas interpretaciones, ya que el mensaje dice lo que dice, y no lleva a confusión alguna.

Carmen Jiménez. Psicología dijo...

Como sabemos, actualmente el uso del Whatsapp facilita mucho nuestra vida diaria, puesto que nos permite estar en contacto con personas a las que no podemos ver debido a la distancia que nos separa, continua ocupación que tenemos, etc., nos permite tener acceso rápido a cualquier información que otras personas nos puedan facilitar, hablar a diario con nuestro seres queridos, trabajar desde casa con nuestros compañeros de trabajo, generar grupos de debate formativos, e incluso grupos de apoyo para personas en situaciones difíciles. Es decir son incontables las cosas para las que nos sirve positivamente. Sin embargo, también sabemos como bien se comenta en la publicación, que supone el inicio de muchos conflictos familiares, entre amigos, compañeros de trabajo, jefes, etc.
Todo esto se debe, como hemos podido leer, a las malinterpretaciones que se realizan de cómo dice la persona aquello que dice. Y es que al estar omitiendo tanta comunicación no verbal que se encuentra subyacente en los mensajes que mandamos a nuestros interlocutores cuando los tenemos frente a nosotros, el ser humano se ve obligado a interpretar e intuir esta información de la que no dispone mediante los meros mensajes de wasap. Y dado que todo ser humano percibe el mundo desde su perspectiva y muchas veces se olvida del punto de vista del otro, es decir, no pone en marcha la empatía (y menos aun en un mensaje instantáneo), lo hace de manera errónea.

Por otro lado, también repercute muchas veces en la generación de estos conflictos, el hecho de la prisa.
Estamos constantemente conectados para esperar algo del emisor de nuestros mensajes, esperando recibir una respuesta instantánea, la cual nos lleva automáticamente a inducir y valorar el nivel de importancia e interés que tienen en nosotros según la inmediatez de sus respuestas.
Además de valorar el nivel de prioridad que nos otorga, ésta aplicación también no da la oportunidad de conocer si ha podido o ha querido respondernos. Dado que nos permite ver si ha recibido y/o leído el mensaje, hecho que genera muchos confrontamientos por el típico “me has leído y no me has respondido hasta..”. En vez de detenernos en pensar que a veces aunque estamos conectados, no estamos o que quizás no es el momento oportuno para responder a algo.

Por lo tanto, conociendo todo esto y dada la frecuencia con que los conflictos se originan a través de esta aplicación, es recomendable que los profesionales que llevemos a cabo la mediación tengamos esto en cuenta para, en ciertos casos, ahondar en el origen de los conflictos para así identificar si su causa es una de éstas y que ha llegado a derivar en una problemática superior. Esto con el fin de informar y asesorar a los clientes sobre este hecho para que sean conscientes de los sesgos que han podido estar interfiriendo en sus entendimientos desde el momento en que surgió el conflicto y así favorecer el proceso de mediación.

Álvaro Campos Ríos, Alumno 4º Psicología ULoyola dijo...

Allá donde haya dos o más personas, podrá tener cabida el conflicto, es una cuestión lógica. Ahí está el famoso dicho de “dos no se pelean si uno no quiere”, pues bien, esto no se queda exclusivamente en la vida “real”, sino que se extiende a la vida digital.
En mi opinión, creo que tanto cara a cara como por WhatsApp, si existe algún problema de fondo entre dos o más personas, es cuestión de tiempo o que se aproveche cualquier excusa para que ese conflicto explote y dé la cara.
Es cierto que por WhatsApp, la comunicación es únicamente escrita, no hay cabida para la comunicación no verbal, por lo que un mensaje puede sonar más directo, o incluso algo agresivo, cuando realmente no lo es. Esta ausencia de emotividad en este medio de comunicación hace que cobre importancia la existencia de los emoticonos, mediante estos, podemos añadirle al mensaje la intencionalidad que pretendemos darle. De esta manera el receptor del mensaje puede entender de una manera más holística el mensaje y el contexto en el que tiene cabida.
Obviamente, un emoticono no va a sustituir integra y plenamente nuestra comunicación no verbal, pero digamos que si en una conversación cara a cara, nuestra comunicación verbal y no verbal supone el 100%, mediante WhatsApp, nuestros mensajes acompañados de emoticonos podría ser un 80%.

Anónimo dijo...

Me ha sorprendido el tema sobre el que trata el blog de esta semana, el Whatsapp se ha convertido en nuestro día a día. Utilizamos esta aplicación para comunicar cualquier suceso del día, olvidando comunicarnos de otras maneras e incluso provocando que cuando nos encontremos con la persona cara a cara no tengamos contenido del que hablar ya que todo lo sucedido se ha comunicado vía Whatsapp.

Si nos paramos a pensar en la de discusiones que hayamos tenido por esta aplicación probablemente sea un número bastante grande ya que, como tú dices, las mal interpretaciones de la información cuando nos comunicamos por escrito son mayores ya que no utilizamos la comunicación no verbal. Esta comunicación no verbal permite que un mensaje pueda ser comprendido con mayor facilidad por el rector del mensaje.

Por último me gustaría mencionar también la cantidad de veces que tratamos de interpretar la información que recibimos en un mensaje por estar mal redactado o bien porque el corrector sustituyo alguna palabra que le haga perder coherencia, claro es que estas interpretaciones pueden ser buenas pero también fallamos muchas veces dando lugar a conflictos.

María del Carmen García Antón, 4º Psicología, Sevilla.

María Pulido Amador dijo...

Whatssap me parece una herramienta bastante útil pero sí que estoy de acuerdo en que es una herramienta que gener bastantes conlictos. La razón fundamental creo que reside en la mala interpretación de sus mensajes ya que por motivos evidentes carece de una comunicación no verbal en cuanto a gestos, entonción... haciendo así que sus mensajes muchas veces sean entendidos de forma erónea y creando conflictos por una mala interpretación de ellos.

También considero que esta aplicación supone un sometimiento de control bastante serio para aquellas personas que abusan de su uso o no son conscientes de un correcto uso de ella.

María Pulido Amador dijo...

Whatssap me parece una herramienta bastante útil pero sí que estoy de acuerdo en que es una herramienta que gener bastantes conlictos. La razón fundamental creo que reside en la mala interpretación de sus mensajes ya que por motivos evidentes carece de una comunicación no verbal en cuanto a gestos, entonción... haciendo así que sus mensajes muchas veces sean entendidos de forma erónea y creando conflictos por una mala interpretación de ellos.

También considero que esta aplicación supone un sometimiento de control bastante serio para aquellas personas que abusan de su uso o no son conscientes de un correcto uso de ella.

Fernando Pérez-Vera García dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Fernando Pérez-Vera García dijo...

Hoy en día se dice mucho la famosa frase de estamos más conectados que nunca pero paradójicamente más desconectados. En cierta medida tiene razón, pero se trata de dos ideas con ventajas y desventajas. Las redes sociales nos acercan a las personas que antiguamente no podíamos disfrutar de su “compañía”. Podemos compartir contenido artístico, ideas, opiniones, recuerdos por todo el mundo. Los seres humanos somos seres adaptables, entendemos las reglas al momento, creamos convenciones de lo que debe ser en las redes sociales, por tanto hay que ver que la escritura no deja de ser un medio de comunicación y que debe haber una inteligencia social a la hora de entender lo que nos quieren decir por mensajes. Las redes sociales No son malas en sí, lo malo es la conducta que llevamos a cabo con ellas, son como las armas, las armas no matan, matan las personas. Por tanto una educación en el uso de las redes sociales sería conveniente para hacer un acercamiento a la idea de ventajas que trae consigo las redes sociales.

Fernando Pérez-Vera García, 4º Derecho

Ana Blanco Barriga dijo...

Actualmente le damos mucha importancia a las redes sociales, no nos importa no ver a ciertas personas porque podemos mantener el contacto con ellas mediante el móvil. Creemos que tenemos más facilidades para contactar con las personas que nos importan pero creo que es al revés. Vamos dejando pasar los días y no las vemos porque como podemos contactar mediante internet no nos preocupa tanto y no nos parece tan importante.
Esta red puede generar muchos conflictos, hablar de temas importantes en ella no es una buena idea ya que podemos interpretar cosas que no son, creamos nuestra propia versión de la realidad.

Elena Ruiz dijo...


En la actualidad, observamos cómo desde cualquier dispositivo móvil podemos intercambiar opiniones, proyectos e información de un modo cómodo, rápido e instantáneo. No obstante, su llegada, aceptación e integración en sociedad no ha sido acompañada de una conciencia, un darse cuenta, que determine un uso correcto, eficiente y eficaz en los procesos de comunicación, provocando conflictos.

Por tanto siendo necesario que se promueva reflexión y respeto.
Vivimos pues en una etapa social de grandes avances tecnológicos que, de algún modo, ha olvidado que el proceso de comunicación, es una transmisión y recepción de ideas, información y mensajes, en el que no basta con escribir, sino también, atender actitudes, movimientos del cuerpo, expresión facial.. Hablamos de la importancia de la comunicación no verbal.

Basándonos en ello podemos seguir una serie de pasos para evitar discusiones y conflictos en las redes sociales:
- evitar discusiones e interpretaciones
- reconocer las emociones que nos suscitan ciertos contenidos y mensajes
- respetar tiempos, horarios y tener paciencia
- aplicar el sentido común

Elena Ruiz Giménez
Derecho 4º curso
Campus Sevilla

Lorenzo Aliaga Cruz dijo...

Las redes sociales son herramientas muy útiles hoy en día, podemos comunicarnos sin tener que llamar y de una forma gratuita. Sin embargo, también tiene algunos contras tal y como se señala en el blog. Y es que tenemos que tener en cuenta que Whatssap o facebook no son un medio de comunicación por completo, ya que hablamos con otras personas a las que no puedes ver ni tener ningún tipo de comunicación no verbal con ellos. La comunicación se ve alterada si no dispone de la información no verbal que se puede tener cuando se habla en persona.

Es normal que muchas veces se llegue a peleas o discusiones entre nosotros cuando se esta hablando por whatssap, ya que no somos capaces de ver la intención y sentimientos de la otra persona cuando nos escribe. Para que se entienda mejor pondré un ejemplo, imaginemos que estamos hablando con un amigo por whatssap de quedar el fin de semana para cenar, y nuestro amigo nos responde que tiene cosas que hacer de la universidad y que sintiéndolo mucho no puede. Lo primero que pensamos es: ¿Sera verdad? Y esto es porque nos gusta tener toda la información presente cuando nos comunicamos. Si nuestro amigo estuviese en persona podríamos mirarle a la cara y su postura corporal para comprender mejor su situación.

Como conclusión se podría decir que este tipo de redes sociales no debe usarse para hablar de todas las cosas, sobre todo las importantes, es decir, si necesitas hablar con tu amigo o tu novia de algo mejor que lo hagas tomándote un café o una cerveza con ellos para no llegar la situación a confusiones.

Lorenzo Aliaga Cruz
Psicología 4º Curso Campus Sevilla

Marina Moreno Hernández dijo...

Es evidente la importancia que han adquirido las redes sociales, las tecnologías y los medios de comunicación en nuestro día a día, pero sobre todo en el proceso de comunicación. Como bien se detalla en esta entrada de blog, el WhatsApp se ha convertido en la herramienta primordial para comunicarnos con el resto de personas que nos rodean.

Aunque son indudable los numerosos beneficios que nos ha aportado esta red social, también debemos ser conscientes de las numerosas consecuencias que puede conllevar su uso. Al ser un proceso de comunicación no personal, es decir, de “tú a tú”, se derivan cuantiosas interpretaciones erróneas de sus mensajes, así como equivocaciones de escritura que pueden llevar a que el receptor, aparte de malinterpretar, tome dichos mensajes como una ofensa personal.

Este hecho, efectivamente ha derivado en una nueva tipología de conflicto interpersonal. ¿Quién no ha peleado o se ha ofendido alguna vez por un mensaje recibido? Creo que actualmente, todos hemos sufrido en alguna ocasión una discusión, a veces irreparable, con un allegado debido a esta red social. Como futuros mediadores, creo que debemos formarnos en las diferentes tipologías de estos conflictos, ya que la mayoría de los casos que se nos presentarán tendrán como raíz esta diferenciación comunicativa.

Una posible vía de resolución de estos conflictos podría ser que las partes trabajasen sus habilidades sociales y empatía, ya que estas cualidades podrían permitirles interpretar adecuadamente el mensaje de su interlocutor, además de proporcionarles una vía secundaria para comunicarse, como sería el hecho de tratar los problemas y los asuntos de gran relevancia de “tú a tú”.

Marina Moreno Hernández, 4º Psicología, Sevilla

Salud Cruzado dijo...

Este artículo resalta lo que hoy en día vemos como algo común y cotidiano, el famoso Whastapp. Junto a ello, las nuevas tecnologías se encuentran en nuestro día a día, exponiéndonos más de lo que realmente somos conscientes a conflictos surgidos por mal entendidos.
Tenemos que tener muy en cuenta la importancia que tiene el lenguaje no verbal, tal y como dice Javier, es una parte fundamental a la hora de transmitir la verdadera intención de algo que queremos expresar. Con estos mensajes instantáneos dejamos eso de lado para sustituirlo con emoticonos, que acaban reflejando lo que el receptor quiere entender de ello, lo cual puede diferir del significado real del emisor.
Son numerosos los conflictos no solo iniciados a través de un mensaje si no los que no encuentran salida debido a la continuidad de un entendimiento incorrecto entre las partes. La poca especificidad que encontramos en un mero mensaje de Whastapp fortalece la fuerza de un conflicto lo cual en momentos clave del mismo cobran especial significado e importancia.
Es por ello que la mediación debe tener en cuenta este aspecto tan presente de la actualidad e intentar que la mensajería solo sirva para sanar y no para fomentar más un problema entre los polos del problema.

Salud Cruzado,
Alumna 4º psicología LOYOLA, Campus de Sevilla.

Paula Lacárcel dijo...

Uno de los elementos más importantes del lenguaje es la comunicación no verbal, o al menos a mi parecer. Los gestos, caras, posturas y tono en el que decimos las cosas, pueden cambiar por completo la intención del mensaje. Cuando la conversación es cara a cara es más difícil que haya un malentendido o una mala interpretación. Esto es uno de los temas principales por los que existen hoy en día tantos conflictos, unido a que estamos todo el día en conexión.

Es verdad que las redes sociales tiene muchísimos beneficios y nos facilita la vía de comunicación, pero es importante tener un buen uso de estas.
Al ser uno de los temas más actuales es importante que nosotros como mediadores estemos a la orden del día y podamos entender los problemas que puedan surgir a raíz del WhatsApp.

Unknown dijo...

Desde la aparición del móvil y de los posteriores smartphones los conflictos sin duda han aumentado y, mucho más, desde que se creó esa magnífica aplicación el WhatsApp.
Desde que se creó esta aplicación hay muchos más conflictos debido a que se presta a muchísimas malinterpretaciones, ya que es como si la persona te llama y tienes que contestar al teléfono cunado hay gente que no "echa cuenta del teléfono" o que, si te pilla en un mal día, de esos en los que todo te molesta, puedes malinterpretar el mensaje por tu estado anímico y tener una discusión con la otra persona simplemente porque malinterpretaste ese mensaje. la realidad es que un 60% de la comunicación, se la debemos a la comunicación no verbal, la cual se pierde totalmente en dicha aplicación puesto que toda la comunicación se reduce a una serie de mensajes de texto o de voz en los que no hay dicha comunicación puesto que las personas no pueden verse. Yo creo, desde mi punto de vista, que cuando leemos o escuchamos un mensaje por WhatsApp que nos molesta deberíamos quedar con esa persona o llamarla y preguntar, ¿Oye, porque me has dicho esto? de forma que la otra persona pueda explicarse y, después de esa explicación, ya debes pensar si realmente te molesta el mensaje o no porque hay veces que no va con ninguna interpretación y de ese mensaje puede salir una gran discusión y perder a esa otra persona.

María Dolores Jiménez Jiménez, 4º Psicología, Sevilla.

Fernando García Pérez dijo...

Está claro que hoy en día casi toda la población ha añadido una nueva herramienta tecnológica a sus vidas como es el whatsapp. A diario usamos esta aplicación en numerosas ocasiones para ponernos en contacto con otra persona desde por temas familiares hasta por asuntos del trabajo y/o estudios. Por ello, creo que todas las distintas disciplinas y empresas deberían amoldarse de una forma u otra a esta útil y cómoda herramienta de contacto.
Cada día vemos como son más los compañeros de trabajo que utilizan esta ágil mensajería para resolver temas laborales y empresas que se ponen directamente en contacto con sus clientes a través de whatsapp en lugar de las vías tradicionales de llamada o correo electrónico. De esta forma, la mediación no debe quedarse atrás y considero que es un ámbito que debería de empezar a tener muy en cuenta ya que, como hemos visto en el texto, son muchos los conflictos que surgen a través de esta aplicación. En el ejercicio de su profesión cada vez serán más los mediadores que se encuentren con este tipo de problemas y es por esta razón por la cual deberían de especializarse y estudiar más en profundidad la raíz de asuntos de esta índole.
Aun así, no cabe duda de que una de estas causas, tal y como podemos leer en el texto, es la falta de comunicación no verbal a través de esta vía. Estos casos son un claro ejemplo de la importancia de un simple gesto o mirada.

Fernando García Pérez
Psicología - Criminología, Sevilla

Belén Teba dijo...

Este es un tema que me interesa mucho, ya que numerosos conflictos son originados mediante esta herramienta. Muchos malentendidos que las personas crean por el simple hecho de no haber entendido un mensaje escrito, no saber el tono por el cual no dice o incluso a qué se puede estar refiriendo ese mensaje.
Pero al igual que el texto, los emoticonos también están haciendo mucho daño en este tema. Hay personas que no interpretan igual las caritas como otras. Me recuerda a una experiencia con mi madre, donde yo le contaba un suceso triste que me había ocurrido a lo que ella me respondía con el emoticono llorando de risa. Al tiempo entendí que mi madre interpretaba ese emoticono como llorar y tristeza, pero inicialmente me chocó la reacción. Y con esto quiero decir que situaciones como estas, pueden originar conflictos donde no los había, simplemente por una mal interpretación.
Por otro lado, recalcar el tema del respeto de los tiempos. Como bien dice Javier, "es importante respetar los tiempos y vigilar nuestra impaciencia". Hoy en día no responder a un whatsaap, estar en línea o dejar en "leído" es sinónimo de ignorancia, de falta de interés, y apostaría que numerosos conflictos amorosos o rupturas se han iniciado por motivos relacionados con esto. Estamos llegando a un punto en el que la inmediatez es sinónimo de amor, estar continuamente pegados a la pantalla esperando ese Whatsaap. Pienso que esto desgasta mucho las relaciones interpersonales y que sería mucho más sano, hablar menos por el móvil y verse más en persona.

Belén Teba Ruiz de Castroviejo, 4º Psicología, Sevilla

Javier Hernanz de Lara dijo...

B7. LA GESTION DE CONFLICTOS SURGIDOS POR WHATSAPP.

Las comunicaciones a través de las redes sociales y, fundamentalmente por whatsapp, han revolucionado el mundo entero, este mecanismo nos permite estar en comunicación continua con gran número de personas con independencia del lugar en el que se encuentren. Podemos enviar un mensaje e inmediatamente lo recibirá el destinatario, aunque se encuentre en el otro lado opuesto del planeta.
El whatsapp es un medio de comunicación escrito que carece de los complementos que naturalmente empleamos para transmitir nuestros mensajes a los demás, es decir, carece de los elementos de comunicación no verbal, la mirada, el movimiento de las manos, etc.
A través de este medio debemos evitar aquellas conversaciones que pudieran resultar conflictivas, no abusar de los emoticonos y tampoco las palabras recortadas. El uso de emoticonos y de palabras recortadas da mala imagen además de ser un grave peligro de perder poco a poco la capacidad de expresar las ideas y lo que no es menos grave perder el adecuado conocimiento del castellano y de su utilización adecuada.
Es bueno comunicarse a través de estos medios los cuales, jamás, deben de sustituir a una buena conversación y, de producirse un mal entendido, no dudar en ponernos en contacto con el afectado y a ser posible personalmente o en su defecto mediante la utilización del teléfono intentar aclarar lo que en un determinado mensaje de whataapp se quiso expresar y fue mal interpretado.
El consejo que debe usar el mediador es, pues, recomendar fomentar más las relaciones personales reales y respecto de esos escritos breves dotarles de una interpretación restrictiva, pues el mensaje, en principio, no debe querer decir más que lo que dice.

Javier Hernanz de Lara, 4º Derecho, Sevilla

Unknown dijo...

Como es natural la llegada de situaciones nuevas como es la comunicación instantánea a través de internet, supone una fuente de conflictos. ¿Por qué? Concretamente Whastsapp es una aplicación en a cual todo el mundo se comunica de forma espontáneas sin formalidades, al contrario que el correo electrónico por ejemplo. Esta espontaneidad es la que lleva a escribir mensajes que pueden ser interpretados de forma distinta por las personas que lo leen.
Ya que nos olvidamos que la comunicación a través de internet no va acompañada de la comunicación no verbal que tan importante es para poder sociabilizarnos. Esto dificulta la compresión de los mensajes y no hacen malas jugadas e impiden decir realmente lo que de verdad queremos expresar.
A pesar de que la app vaya incluyendo poco a poco emoticonos que ayuden a expresar sentimientos, no es suficiente ya que la presencia personal nunca podrá sustituir al emoticono de Whatsapp.

Cintia Pechamiel Jiménez dijo...

Cintia Pechamiel Jiménez
4º Psicologia y Criminología

Si ya tenemos mal entendidos cara a cara con las personas como no los va a haber a través de una app... Hay mal entendidos porque no sabemos si la respuesta que recibimos es una ironía o un ataque...no entendemos bien el tono del mensaje y eso nos genera muchos problemas. Hay gente que usa los emojis para evitar estas situaciones y puede que les de resultado,. Ahora otros prefieren usar los audios porque con ellos se entiende el tono de voz...pero para algunos se hace pesado el estar escuchando a una persona por el móvil porque se enrolla.

La mediación solo es ultil si todas las partes quien hacer caso a ella y sí, nos puede ayudar en estos conflictos tan absurdos que se producen por una app. A lo mejor solo hace falta que nos sentemos cara a cara a hablar y no a través de una pantalla, que alguien nos haga reflexionar. En ella podemos llegar al acuerdo de usar los emojis o los audios para así evitarlos y no volver a entrar en un conflicto.

Unknown dijo...

Es evidente la relevancia de las redes sociales en nuestra sociedad actual, más aún aquellas que utilizan mensajería instantánea como lo es WhatsApp.
Como todos sabemos, la malinterpretación de esos mensajes es algo a la orden del día actualmente, entender el mensaje de un mensaje recibido que ha escrito otra persona puede ser muy deferente al que la persona que lo envió quiso entregar. Los conflictos y discusiones surgidos por WhatsApp y demás aplicación de mensajería instantánea es enorme.
La comunicación es un proceso complejo que no se reduce a transmitir unos caracteres que forman palabras en el móvil. La comunicación implica sentimientos, emociones y muchos más aspectos que en este tipo de mensajes pierde potencia y son más ambiguos, dando pue a una diferente interpretación.
Muchos aspectos relacionados con esta aplicación han acarreado problemas: última conexión, estar en línea, dejar en visto y un largo etc.
Es por esto que es recomendable evitar este tipo de conflictos y, como la comunicación es un proceso tan rico y complejo, es bueno identificar el inicio de un conflicto que se esté dando en este contexto y buscar soluciones que impliquen la buena percepción de los demás elementos de la comunicación y que dotan de significado al mensaje y faciliten este proceso, evitando así los posibles malentendidos que surjan.

Diego Andrés Barascout Rodas. 4º Psi-Crim. Córdoba.

África López Gil dijo...

Gracias por este texto, sobre todo por la tranquilidad con la que lo he leído. Justo en la parte de los puntos suspensivos, mi mente se aquietaba, y es cierto. Unos puntos suspensivos… para momentáneamente. El último párrafo da seguridad, es un mensaje claro, conciso, que ayuda a no entrar en paranoias mentales y ser más conscientes de lo que estamos leyendo.

El doble tic y la hora de conexión desaparecieron de mi vida cuando me di cuenta de que estaban dominándome más que siéndome útiles. La persona contesta cuando quiere, y si es urgente, llámala, tantas veces como necesites, pero no tantos whatsapps como sientas que son suficientes para calmar tu ansiedad por la no respuesta. Que no nos de miedo a preguntar otra vez lo mismo si tras un tiempo no nos ha contestado, o… ¡Mejor! Busquemos una ocasión para preguntárselo de forma no escrita.
En lo relacionado a los audios, tienen su parte buena, y es que recibimos más información que las simples palabras, pero también es verdad que de ahí sí que no podemos quitar el tic azul, por lo tanto, no podrás escuchar un audio si no quieres que tu interlocutor sepa que lo has visto…

Me he dado cuenta de la cantidad de tiempo que me dejo en este tipo de aplicaciones, aunque también he visto lo fácil que he recibido apoyo en un momento determinado, gracias también, a esta aplicación. Al final es de mensajería instantánea, no es, por ejemplo, como Instagram, que ya no sabe cuántos estímulos más darnos por segundo: fotos, stories, vídeos en directo, igtv… Increíble. Menos mal que han puesto una opción para ver cuánto tiempo le dedicas al día a su aplicación y ser consciente de ello.

Viene al caso un ejemplo personal, justo hace un mes y medio que mi pareja no tiene teléfono, vivimos juntos, pero es cierto que para cosas importantes como la hora a la que sale del trabajo para recogerlo, por ejemplo, utilizábamos whatsapp, pero ahora he notado que hemos desarrollado otra capacidad para solucionar problemas pequeños y cotidianos del día a día, o tenemos que esperar a la noche cuando nos vemos para decirnos algo que nos ha pasado 10 minutos antes de que se fuera. Ahora existe la sorpresa de llegar a casa antes y en taxi, o la de pasarme a tomar algo cerca de donde está y verlo. Me parece bonito y evita cualquier tipo de malentendido, al fin y al cabo, si realmente necesitáramos contactar por lo que fuera, siempre estará el teléfono de “toda la vida” fijo en el trabajo, y en casa. Sin tic, sin hora de conexión, sin “es que lo tenía en silencio”, y sin nada más que unos números grandes y una pantalla de color naranja, verde o amarilla que recuerda un poco al juego de Snake.

África López Gil
4º Psicología y Criminología
Universidad Loyola Andalucía
Campus Sevilla
lopez.gil.africa@gmail.com

María Ruiz Carrasco dijo...

Tras la lectura de este post, he podido reflexionar sobre lo inmersos que estamos en el mundo de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), las redes sociales y las diferentes aplicaciones de mensajería instantánea entre ellas, WhatsApp las cuales han transformado la comunicación entre personas. Hoy en día, observamos cómo desde cualquier dispositivo móvil podemos intercambiar opiniones, ideas e información de un modo cómodo, rápido e instantáneo. Gracias a estas, nos hemos podido comunicar desde cualquier parte del mundo y además, no hemos perdido la comunicación con nuestros seres queridos durante estos meses de pandemia. No obstante, su llegada, aceptación e integración en sociedad no ha sido acompañada de una conciencia, un darse cuenta, que determine un uso correcto, eficiente y eficaz en los procesos de comunicación, provocando conflictos en un entorno virtual que requiere de estrategias para una resolución. Por estos motivos, considero que es clave saber dar un buen uso a las redes sociales y que nos inculquen desde pequeños las formas para saber darle un buen uso, porque de un modo de correcta utilización son muy útiles, cómodas e incluso eficientes.

María Ruiz Carrasco

Javier Montoya Miranda dijo...

Tras leer el post, la conclusión que saco es que, aunque en la era de la tecnología en la que nos encontramos se hayan creado aplicaciones fundamentales en nuestro día a día para comunicarnos como WhatsApp, estas también están destinadas a ser el detonante de graves conflictos entre sus usuarios. Estos conflictos surgen por diferentes causas como que a través de estas redes sociales discutimos sobre temas que pueden llegar a ser conflictivos y que es mejor discutir en persona, o también que en ocasionas se produce una interpretación errónea por parte del receptor de los mensajes o emoticonos recibidos. Por ello, es importante que los mensajes que utilicemos sean concisos y que no precisen de una interpretación por parte del receptor, o bien usar los mensajes de audio para así evitar muchos de los conflictos que surgen.

Soledad-Luna Pozo Criado dijo...


La era tecnológica en la que estamos inmersos pone de manifiesto la importancia y la dependencia derivada de aplicaciones tales como WhatssApp.
Los seres humanos somos seres sociables que tenemos como base de contacto la comunicación, tanto verbal como no verbal, siendo este tipo de comunicación sustituida por herramientas que presentan utilidad, en ciertas circunstancias tales como WhatssApp.
Esta aplicación es notablemente útil en situaciones en las que estemos alejados de un familiar cercano o en situaciones anómalas, como las vividas en el confinamiento; sin embargo, en ese período que vivió toda la sociedad, sustituíamos esta aplicación por medios que permitieran que pudiéramos mantener una conversación y un contacto, a pesar de ser a través de una pantalla, pero en vivo y en directo, ya que, a pesar de la dependencia generada a raíz de esta aplicación, jamás un icono de un beso o un abrazo, podrá sustituir el calor y contacto humano, por lo que, deberíamos aprender a utilizar esta aplicación el tiempo justo y necesario que nos permita disfrutar al máximo de nuestro entorno más cercano.

Soledad-Luna Pozo Criado

Marta Aparicio Moreno dijo...

Sin lugar a dudas estamos inmersos en el mundo de las tecnologías, las redes sociales y las diferentes aplicaciones de mensajería instantánea, entre ellas y de forma predominante se encuentra WhatsApp, todas estas han transformado la comunicación entre personas. A día de hoy desde cualquier dispositivo móvil podemos intercambiar opiniones e información de un modo cómodo, rápido e instantáneo. No obstante, y algo en lo que estaremos todos de acuerdo es que su aceptación e integración en la sociedad no ha sido acompañada de un darse cuenta que determine un uso correcto, provocando de esta manera severos conflictos en un entorno virtual. Al estar tan inmersos en este tipo de comunicación hemos olvidado una parte muy importante de esta y que no está presente en estos casos como es la comunicación no verbal. Como bien hemos comentado en las clases y en el propio post a esta parte de la comunicación es más relevante que el propio mensaje. Por esto, nuestro mayor problema en la comunicación a través de aplicaciones es que no disponemos de la comunicación no verbal y eso es lo que nos lleva a errar en la intencionalidad de ciertos mensajes.
Aunque estoy completamente a favor de este tipo de comunicación sí que es verdad que considero como la opción más correcta para que estos conflictos dejen de ocurrir es el usar las novedades que se están incorporando como por ejemplo los mensajes de audio ya que de ese modo no existe confusión ninguna.

Carlota Olaegui Desongles dijo...

Creo que tras leer este artículo a todos nos produce el mismo efecto: la reflexión; es decir, cuestionarnos si damos un uso adecuado o no de los medios de comunicación.
Bien es cierto que la evolución tecnológica nos ha facilitado la vida en todos los aspectos, en apenas segundos podemos comunicarnos con personas que se encuentren en la otra punta de mundo, así como conseguir todo tipo de información.
Por otro lado estamos perdiendo la esencia de la comunicación, mirarnos a los ojos, sonreír e incluso abrazar. Lo más preocupante y contradictorio bajo mi punto de vista es lo siguiente: vivimos conectados desde el comienzo del día hasta el final, lo primero que hacemos nada más despertarnos es coger nuestro teléfono para responder Whatsapp, leer noticias etc; lo más curioso, que lo último que hacemos antes de acabar el día es exactamente lo mismo. Afirmo, con tristeza, que nos hemos vuelto seres dependientes, ¿dependientes los unos de los otros? Es una pregunta que no sabría responder, ya que una vez que nos encontramos ante la comunicación de forma presencial y no a través de una pantalla, recurrimos la mayoría del tiempo a mirar nuestro teléfono, para no perder ni un segundo de información nueva que pueda surgir alrededor del mundo; así como seguir en contacto con otros seres queridos.
Ojalá nos esforcemos por conservar los momentos en los que se produce la comunicación presencial con las personas, desconectemos de cualquier aparato tecnológico y apreciemos como gesticula, se expresa y mira la persona que tenemos delante de nosotros. Ya que, tristemente, a través de una pantalla poco podremos estudiar de dicha persona.

Kikeee dijo...

Tras haber leído detenidamente el texto, me ha hecho reflexionar sobre temas que aunque ya conocía, no había tenido constancia de otro punto de vista tan cierto como ese.
Bien es cierto, que el mundo y las personas hemos cambiado, me incluyo en ello, hemos cambiado todos gracias a la aparición del móvil y aún más con la aparición del "Wasap". Me hace pensar sobre las "discusiones tontas" que acaecen por esta red social por malas interpretaciones, porque como nos ha explicado Javier, la comunicación no verbal es más importante el texto, una mirada, un gesto... Al igual que con los emoticonos, es probable que el receptor del mensaje malinterprete dicho mensaje y pueda creerse una cosa que no es. También es verdad que estamos acostumbrados a recortar palabras, para agilizar el mensaje y para mí nos estamos acostumbrando a escribir mal. Al igual, que surgen conflictos "por dejar en visto" a una persona, cuando se ha finalizado la conversación. En resumen, nos estamos malacostumbrando a todo lo relacionado con el "wasap".
Como ventaja, podemos decir que podemos estar en contacto con cualquier persona del mundo sobre cualquier tema en cualquier momento del día y nos permite relacionarnos aun más aunque no sea cara a cara.
Para concluir, me gustaría que todo el mundo reflexionara sobre ello para conseguir que cosas como las que se hablan en el texto, se puedan mejorar.
Enrique Luis Becker Vadillo

Ines Hierro dijo...

En la actualidad la era digital es un elemento de comunicación que usándolo de forma correcta puede llegar a facilitarnos muchos aspectos de la vida cotidiana, el problema se da cuando los medios electrónicos en concreto Whatssap no son bien usados. Muchas personas han utilizado esta forma de comunicación no verbal para transmitir mensajes "complicados", bajo mi punto de vista esta forma de comunicación no verbal evita el desarrollo de nuestra capacidad de comunicación verbal y nuestro desarrollo a la hora de transmitir ideas y sensaciones.
Un aspecto negativo es que nuestra privacidad y nuestro estado de ánimo queda limitado por las redes sociales, como por ejemplo en las malas interpretaciones, los ticks azules o la mala conexión; esto suele producir en nosotros un cambio de humor.
Por otro lado en determinadas situaciones se considera muy útil este tipo de herramientas en comparación con los pocos medios que se tenían antiguamente, somos afortunados de poder comunicarnos con personas que no se encuentran cerca por determinadas situaciones y esto en gran parte facilita nuestra vida. Es cierto que muchas veces se producen conflictos por Whatssap y que hay que tener cuidado con lo que podemos llegar a decir en estos momentos ya que esos mensajes pueden quedar guardados en nuestro perjuicio.
En conclusión somos seres sociales que en la época en la que vivimos necesitamos este tipo de relaciones de las que podemos sacar muchas cosas positivas usándolo correctamente.
Inés Hierro Peláez

Jesús Aranguren dijo...

Bien es sabido por todos que nos encontramos en una "era digital" en la que siempre estamos esperando un mensaje, una llamada, un correo...
Si bien es cierto que nadie duda de la utilidad de estas aplicaciones y, ya en particular, de whatsapp, muchas personas sufren de dependencia y ansiedad por culpa de este tipo de apps.
Mi opinión particular es que debemos evitar tratar temas importantes o que puedan ser malinterpretados por whatsapp y reservarlos a cuando estamos cara a cara. El por qué de esto es simple, y es por lo ya visto anteriormente, la importancia de la comunicación no verbal que no solo ayuda a reforzar el mensaje, sino que en muchas ocasiones, es lo dicho lo que refuerza la comunicación no verbal. Whatsapp consigue acercarnos a los que están más lejos de nosotros pero también es cierto que nos aleja de aquellos que tenemos al lado. ¿Cuántas veces hemos visto a un grupo reunido y todos mirando el móvil y hemos sentido lástima? Hay situaciones que son difícilmente sustituibles y una de ellas es la conversación del cara a cara, porque es cierto que una videollamada está bien, pero el poder sentir a esa persona, el contacto físico, la posibilidad de abrazar, besar, etc, solo te la garantiza el quedar con una persona y disfrutar de un buen diálogo.
Empecemos a disfrutar de lo que de verdad importa y dejemos de preocuparnos por situaciones que no podemos controlar. Utilicemos estas aplicaciones con cordura y con la certeza de que no deben sustituir la conversación "de toda la vida".

Susanita dijo...

En la actualidad, es evidente que la aplicación “Whastapp” y otras aplicaciones de mensajería y redes sociales, han conseguido hacerse un hueco en nuestra vida diaria. Dada la relevancia que tienen, es necesario que los campos de investigación se adapten y la introduzcan en sus métodos de estudio, consecuencia de la cantidad de tiempo que las personas empleamos en ellas, y que provocan cambios e influencias en nosotros. Por ejemplo, como dice el post, que el campo de la Mediación lo ha incorporado en sus estudios.

No podemos negar la gran utilidad y comodidad, que este tipo de sistemas ha traído a nuestras vidas. No obstante, nos ha acarreado algunas consecuencias…más bien podríamos decir, que los humanos se han buscado consecuencias.
Bajo mi punta de vista, no son las aplicaciones las que nos crean problemas, somos nosotros mismos con el mal uso de ellas, y sobre todo con nuestra ignorancia.
Si estamos viendo con claridad que la tecnología esta completamente presente, y además va a estar en un futuro, los padres deben educar a los niños dentro de un correcto uso de internet y de las redes.
Es obvio que las autoridades y la ley deben proteger los datos personales, castigar las malas prácticas…pero también es culpa nuestra caer en ellas: pagar en páginas no fiables, proporcionar datos a la ligera…y así infinidad de situaciones cibernéticas.

Siguiendo el ejemplo del post, relacionado con la mala interpretación en ocasiones de los mensajes de texto. Pienso que no podemos perder de vista la verdadera función de esta aplicación “Whastapp”. Es una forma de comunicación, cierto, pero tenemos que utilizarla como un canal de comunicación para la información. ¡Solo es una pantalla! ¿Cómo vamos a pretender entablar conversaciones con las personas, y que se perciban exactamente igual que un contacto?
Los seres humanos somos sociales, necesitamos relacionarnos, pero también tenemos emociones y sentidos. Por eso, no debemos optar por esta nueva forma de comunicarnos cuando se trata de situaciones donde tienen cabida los sentimientos, las emociones o los instintos. De esta manera, lo único que haremos es empeorar el conflicto, consecuencia de nuestras equivocadas impresiones sobre la realidad.

Laura Núñez Romero dijo...

Tras la lectura del blog, he podido reflexionar en que hoy en día todo gira en torno a la tecnología, y no hace mucho esto era muy diferente. Podemos ver como nuestro alrededor cambia, tanto para bien como para mal. Las tecnologías son un medio de comunicación que facilitan nuestra vida cotidiana en muchos aspectos, pero a su vez, cuando no son usadas de la forma correcta o para el fin que son pueden causarnos problemas.

En este caso concreto nos referimos a la aplicación WhatsApp. Esta aplicación nos permite tener conversaciones de forma fluida e instantáneamente con diferentes personas de cualquier parte. Pero también tenemos que tener en cuenta que al ser un tipo de comunicación donde no tenemos al emisor o receptor delante podemos malinterpretar mensajes. Como hemos aprendido en clase la comunicación no verbal es el 60% del contenido del mensaje, no es lo mismo transmitir una mala noticia por WhatsApp que cara a cara. Nuestra imaginación puede jugarnos una mala pasada, además que dependiendo de nuestro estado de ánimo podemos interpretar un mensaje mejor o peor.

Este texto me hace reflexionar, ya que los jóvenes prácticamente hemos crecido con las tecnologías y con esta aplicación en concreto y no conocemos mucho más allá. Solemos hablarlo todo por WhatsApp, sea el tema que sea, sin darnos cuenta de que todo lo que ponemos ahí queda recalcado, y que en algunas ocasiones ha podido jugarnos una mala pasada.

Laura Núñez Romero

Laura Núñez Romero dijo...

Tras la lectura del blog, he podido reflexionar en que hoy en día todo gira en torno a la tecnología, y no hace mucho esto era muy diferente. Podemos ver como nuestro alrededor cambia, tanto para bien como para mal. Las tecnologías son un medio de comunicación que facilitan nuestra vida cotidiana en muchos aspectos, pero a su vez, cuando no son usadas de la forma correcta o para el fin que son pueden causarnos problemas.

En este caso concreto nos referimos a la aplicación WhatsApp. Esta aplicación nos permite tener conversaciones de forma fluida e instantáneamente con diferentes personas de cualquier parte. Pero también tenemos que tener en cuenta que al ser un tipo de comunicación donde no tenemos al emisor o receptor delante podemos malinterpretar mensajes. Como hemos aprendido en clase la comunicación no verbal es el 60% del contenido del mensaje, no es lo mismo transmitir una mala noticia por WhatsApp que cara a cara. Nuestra imaginación puede jugarnos una mala pasada, además que dependiendo de nuestro estado de ánimo podemos interpretar un mensaje mejor o peor.

Este texto me hace reflexionar, ya que los jóvenes prácticamente hemos crecido con las tecnologías y con esta aplicación en concreto y no conocemos mucho más allá. Solemos hablarlo todo por WhatsApp, sea el tema que sea, sin darnos cuenta de que todo lo que ponemos ahí queda recalcado, y que en algunas ocasiones ha podido jugarnos una mala pasada.

Laura Núñez Romero

Laura Núñez Romero dijo...

Tras la lectura del blog, he podido reflexionar en que hoy en día todo gira en torno a la tecnología, y no hace mucho esto era muy diferente. Podemos ver como nuestro alrededor cambia, tanto para bien como para mal. Las tecnologías son un medio de comunicación que facilitan nuestra vida cotidiana en muchos aspectos, pero a su vez, cuando no son usadas de la forma correcta o para el fin que son pueden causarnos problemas.

En este caso concreto nos referimos a la aplicación WhatsApp. Esta aplicación nos permite tener conversaciones de forma fluida e instantáneamente con diferentes personas de cualquier parte. Pero también tenemos que tener en cuenta que al ser un tipo de comunicación donde no tenemos al emisor o receptor delante podemos malinterpretar mensajes. Como hemos aprendido en clase la comunicación no verbal es el 60% del contenido del mensaje, no es lo mismo transmitir una mala noticia por WhatsApp que cara a cara. Nuestra imaginación puede jugarnos una mala pasada, además que dependiendo de nuestro estado de ánimo podemos interpretar un mensaje mejor o peor.

Este texto me hace reflexionar, ya que los jóvenes prácticamente hemos crecido con las tecnologías y con esta aplicación en concreto y no conocemos mucho más allá. Solemos hablarlo todo por WhatsApp, sea el tema que sea, sin darnos cuenta de que todo lo que ponemos ahí queda recalcado, y que en algunas ocasiones ha podido jugarnos una mala pasada.

Ana Paez dijo...

Respecto el contenido del post, debo decir que tengo varias opiniones al respecto. Por un lado, siento que, como usted menciona, es una herramienta de utilidad a la hora de trasmitir cierto tipo de mensajes. Por otro lado, admito que es un instrumento muy mal interpretable. En conclusión, es un arma de doble filo.
En relación con las ventajas, podría destacar que es una forma cómoda y eficiente de poder decir lo que quieras cuando y como tu desees, lo que hace que cada vez más personas estemos enganchados a las pantallas. En la misma línea, se podría decir que dicha ´´comodidad´´ nos esta transformando en seres vagos ya que, la mayoría de personas utiliza el washap incluso con personas que se encuentran en la misma habitación.
Además, es evidente la relajación a la hora de escribir, es decir, se nota el aumento de faltas de ortografía por parte de la juventud ya que esta acostumbra a utilizar un lenguaje mucho mas coloquial en redes sociales.
Por último, debo admitir que el mensaje que se manda y se recibe vía online tiene un 10% de lo que realmente se quiere trasmitir.

Laura Gómez Flores dijo...

Es cierto que en la época en la que nos encontramos nos resultaría muy complicado convivir sin este tipo de plataformas puesto que facilitan la comunicación, ya sea con una persona que se encuentra a cientos o miles de kilómetros, la rapidez con la que llega el mensaje, o simplemente la facilidad de enviar una imagen en cuestión de segundos sobre aquello que estemos haciendo en ese preciso instante.

Sí, facilitan muchas cosas pero dificultan muchas otras, por ello pienso que a pesar de que sin su uso nos dificultaría la convivencia en nuestra sociedad actual, resultaría bastante necesario hacerlo de manera limitada.

Si escribimos un mensaje sin expresarlo correctamente o utilizando nuestras propias palabras o expresiones, es posible que la persona que se encuentra al otro lado de la pantalla lo malinterprete, o que simplemente no lo comprenda. Por ello mismo, en mi caso soy más partidaria de los mensajes de voz, o simplemente una llamada o videollamada que ahora también pueden realizarse a través de “Whatsapp”, sin necesidad de instalar otra aplicación para ello. Soy partidaria de ello ya que me gusta que el receptor entienda bien el sentido y la finalidad de mi mensaje, que escuche mi voz y mi entonación evitando los diferentes conflictos que puedan darse. Esto se debe a que cada uno va a leer dicho mensaje a su manera, sin tener en cuenta el contexto, o por ejemplo, sin tener en cuenta la ironía que pueda utilizarse en el mismo.

Sin hablar del control que inevitablemente generan dando lugar a preguntas como: ¿Por qué está en línea y no me contesta? ¿Por qué me ha dejado en leído? Todo esto se debe a que estamos acostumbrados, no sólo por Whatsapp sino también por el resto de las redes sociales, a que nos contesten inmediatamente.

En conclusión, aunque esta plataforma junto con el resto de las redes sociales nos faciliten la comunicación verbal en diferentes ámbitos, es inevitable a hablar de todas sus consecuencias lo cual se puede entender como un cierto retraso ya que nos encontramos más atentos a cosas insignificantes como el “en línea” o “los ticks azules” que realmente en la finalidad y el contenido del mensaje al no tener a la otra persona delante nuestra.

Ignacio Martínez dijo...

La lectura de este apartado del blog me ha hecho reflexionar sobre la verdadera utilidad de esta aplicación llamada Whatsapp. Prácticamente a diario somos espectadores como a través de los grupos de amigos o familiares, todo el mundo expone su opinión; sin pensar en aquellos que pueden leerlos y a su vez los que lo leen pueden interpretar mal el mensaje. Esto hace que se produzcan rencillas, discusiones o incluso "piques" entre aquellos más cercanos. Dicha problemática hace que piense cada vez más que este medio de comunicación debería de utilizarse para cuestiones con una determinada banalidad, es decir, contar qué tal ha ido tu día, quedar con los amigos o familiares e incluso para cosas con una determinada gracia. Las cuestiones importantes que pueden llevar a discusión deben darse a la cara, algo que se está perdiendo, cada vez más nos centramos en nuestras relaciones interpersonales a través del teléfono y menos de manera física. Por eso pienso que debemos en vez de mirar si nos llegan "x" Whatsapp al día, olvidarnos del móvil cuando quedemos con los demás; escucharlos y darles nuestra opinión como debe ser.


Marina Álvarez dijo...

Como todos sabemos, vivimos en la era digital y de la información. La comunicación es prácticamente inmediata y podemos encontrar todo lo que queramos saber sobre un tema con un simple clic en un navegador.

Sin embargo, no todo son ventajas. Cuando solo existían las llamadas telefónicas, hablábamos con la otra persona dejando de lado un factor muy importante de la comunicación (el lenguaje no verbal). Si es cierto que todavía contábamos con el tono de voz, que también influye mucho a la hora de expresarnos.

Hoy en día, que lo mayormente utilizado son los mensajes de WhatsApp, ya no solo perdemos la comunicación no verbal, también el tono de voz, las pausas al hablar… En definitiva, con lo que nos quedamos al final es una interpretación propia de lo que leemos en el texto que nos han enviado. Esto en muchas ocasiones genera conflictos por incomprensión, que posiblemente no se hubieran dado si la conversación hubiera tenido lugar cara a cara.

Como no podemos estar siempre próximos a las personas con las que queremos comunicarnos, y tampoco es cuestión de demonizar a una herramienta tan útil como WhatsApp, considero que lo mejor será que dependiendo de la naturaleza del tema a tratar utilicemos un tipo de comunicación u otra. En definitiva, que no seamos tan impacientes y que si queremos hablar sobre algo que realmente nos preocupa o que es controvertido, intentemos hacerlo cuando podamos hablar de manera física con la otra persona.

Carlos Morales dijo...

Hoy en día, es cierto que los avances tecnológicos y la proyección de la era digital han dado un vuelco total a las vidas de la mayoría de los ciudadanos, que a su vez, han ido evolucionando de la mano del desarrollo tecnológico y digital.

Esta evolución puede contemplarse como un paso hacia delante o como uno hacia atrás, ya que como todo en la vida, tiene sus ventajas pero también sus defectos. Una de esas ventajas es la aparición de aplicaciones y redes sociales como el WhatsApp, pero que por lo contrario se puede convertir en una desventaja si no se hace el debido uso de ello. Con esto me refiero a que la aparición de esta aplicación en concreto es una gran ventaja ya que nos permite comunicarnos con quién queramos de manera instantánea y desde cualquier parte del mismo, lo que facilita enormemente la comunicación entre las personas, haciéndola mucho más fluida. Sin embargo, al estar escribiendo detrás de una pantalla, el receptor únicamente puede leer el mensaje, sin poder analizar la expresión del emisor y sin observar la comunicación no verbal por lo que esto puede llevar a una mala interpretación del mismo que puede desembocar en una discusión, que es justo lo que debemos evitar de hacer por este medio ya que los mensajes tienen múltiple interpretación y algunas de ellas pueden no sentar bien al receptor, al igual que las múltiples bromas o chistes que se mandan por la misma.

En mi opinión, debería dejarse esta aplicación para su correcto uso, siendo este la instantánea comunicación entre sus usuarios para fines concretos; dejando de lado las discusiones, chistes, bromas y un largo etcétera de usos con fines inadecuados, que pueden hacer de este gran paso adelante de la sociedad de la mano de la tecnología, un paso hacia atrás por un uso incorrecto.

Unknown dijo...

Considero que este artículo es muy interesante, por el simple hecho del análisis que se realiza dentro de el mismo. Quisiera comentar que coincido con los puntos que se mencionan porque es una realidad cada vez más común, vivimos en un mundo de apariencias y de símbolos, la tecnología es un factor clave hoy en día en cualquier medio de comunicación y especialmente las redes sociales; por lo que me he puesto a analizar los comportamientos de las personas cuando se encuentran utilizando sus teléfonos móviles, de como nos intensificamos y nos ensordecemos de la realidad por estar en las pantallas de los móviles.
La herramientas que la tecnología nos da son de suma importancia, pero así como tiene ventajas también tiene desventajas y lamentablemente éstas pueden afectar directamente nuestra vida cotidiana, por ejemplo, pudiéramos estar en un sitio en un momento determinado, pero muchas veces nos distraemos por el uso de estos objetos.
Asimismo, no se encuentra ninguna interpretación específica de lo que queremos decir dentro de los mensajes, porque cada persona tiene una forma distinta de pensar y de analizar los mensajes que intercambia con otra, por lo que muchas veces hay situaciones en las que las cosas pueden ser interpretadas de una manera errónea y que puede ser el motivo de un conflicto ya sea directamente con la persona con la que intercambiamos los mensajes o con un tercero que pudiera no pensar igual que nosotros.
Por lo que coincido con que debe de dársele un buen uso a este tipo de medios de comunicación y de ser cautelosos con lo que compartimos y enviamos, porque de otra forma nunca podremos expresar lo que queremos para las personas, porque cada una tiene una percepción distinta al leer e interpretar los mensajes.
Andrea Fernanda García Lucrecio.

Francisco Barreiro Bel dijo...

Vivimos en una época muy evolucionada tecnológicamente hablando. Como bien se dice en el artículo, la comunicación ha mejorado mucho gracias a las RRSS y concretamente al WhatsApp. Antes se necesitaban cartas, posteriormente correos electrónicos... y eran procesos lentos. Actualmente puedo mandar un mensaje que en cuestión de segundos o incluso menos podría llegar a cualquier parte del mundo.

Claro que toda evolución lleva consigo aspectos negativos. Por ejemplo los casos de cyberbullying, hackeos, interpretaciones erróneas... Como dice en su artículo, en un mensaje no se aprecia la cara, los gestos, el tono, etc.

Entonces, ¿dónde nos situamos? Si la evolución da lugar a problemas pero también muchas ventajas... ¿qué pesa más: lo bueno o lo malo?. Mi opinión siempre será buscar el equilibrio, hay que avanzar por supuesto, pero habría que realizar prevenciones y estudios acerca de los problemas que podrían traer consigo estos avances para que no se den o para que desde un primer momento tengan solución.

El derecho también evoluciona, es necesario que se adapte a estos nuevos tiempos y se muestra renovado ante estas situaciones que protagonizan la era digital para de este modo poder solventar y prevenir la mayor cantidad posible de problemas surgidos por las RRSS.

FRANCISCO BARREIRO BEL

Marta Aguayo dijo...

Desde mi punto de vista, hoy en día se utiliza mucho la frase “Quien no está en redes sociales no existe” para señalar a aquella persona que por el motivo que sea decide no tener redes sociales. Actualmente, quien no tiene redes sociales se le considera una persona extraña, una persona que no quiere socializar cuando en realidad el motivo por el que no tiene dichas redes puede ser porque sí quiere socializar y no estar todo el día dependiendo de una pantalla.

Pienso que por Whatsapp o cualquier red social surgen muchos conflictos puesto que no siempre se entiende el tono o el sentido con el que se ha mandado el mensaje ya que sólo se lee y no se puede ver a la persona diciéndolo, el tono o la expresión que utiliza. Ya no sólo con los mensajes, sino como bien dice el post, con los emoticonos que tampoco se suelen interpretar de igual manera por todos. Aunque suelan tener un significado global, cada uno lo interpreta y los pone en el contexto que piensan que es el adecuado.

Por otro lado, se ocasionan muchos conflictos por el famoso “leído” puesto que cuando alguien te deja sin responder puede surgir un problema que en la realidad no existe. El que espera la respuesta y no la obtiene puede pensar que la otra persona está pasando de él o que no tiene interés en responder cuando los motivos por los que no responde pueden ser inmensos.

A modo de conclusión, pienso que las redes sociales ocasionan muchos problemas a la hora de entender o interpretar los mensajes puesto que no todo el mundo interpreta igual un mensaje que no tiene contexto, tono o expresión.

Boris Garcia dijo...

Una vez leído el comentario acerca de las redes sociales, me gustaría dar mi opinión acerca del tema.

Las redes sociales forman parte de nuestro día a día, el 84% de la población que tienen acceso a interne la usan.
La gente suele usarlas debido a que nos facilita la comunicación entre otras muchas cosas.
¿pero son las redes sociales buenas o malas?
Desde mi punto de vista las redes sociales son buenas y también malas. Son buenas porque funcionan como canal de entretenimiento y diversión, acortan distancias, facilitan la comunicación entre las personas como he mencionado anteriormente , permiten compartir información...
Pero también son malas debido por culpa de ellas ha surgido el ciberacoso, las fakes news, el abuso en el uso de las redes sociales...

Para hacer un buen uso de estas no podemos estar todo el día metidos en este tipo de redes, es decir debemos usarlas de una forma regular y buscar un equilibrio entre las ventajas y los inconvenientes de las redes.

Boris Garcia Veguilla
ADE+DERECHO

Sara Infante Vargas dijo...


Las ventajas que aporta el Whatsapp traen consigo problemas. Por experiencia propia puedo decir que lo que se manda no es interpretado de la misma forma por la persona que le da a enviar y por la que lo recibe dentro de un círculo rojo como notificación. Aquí entran tanto las palabras como los emoticonos. Yo he de decir que no uso variedad de emoticonos porque prefiero expresarme con palabras ya que odio los malentendidos, además de que la comunicación por dibujitos la percibo muy compleja. Las distintas interpretaciones del mensaje aumentan cuando las persona con la que hablas es de otro país y no domina bien tu idioma. Esta diversidad de opiniones generan discusiones, las cuales bajo mi punto de vista son odiosas. Estas te obligan a callarte (porque si te paras y mandas audios tú pierdes el hilo de la conversación al seguir llegándote mensajes, y la otra persona seguramente pasará de tu audio si es demasiado largo o si usas un tono desagradable), escribir rápido y quedarte con las ganas de expresarte como a ti te gustaría, por lo que al final entre el nerviosismo, la ansiedad y la rapidez de la conversación malinterpretas más cosas. Además cualquier persona involucrada en la disputa puede marcharse con solo salir de la aplicación, y puede privarte de expresarte bloqueándote. Es por esto por lo que son de gran utilidad y, ayuda en caso de pelea, los audios y las videollamadas. No podemos olvidar el control y la vigilancia que algunas personas tienen con otras a través de la última hora de conexión, la foto de perfil, los estado... lo cual provoca otro tipo de problemas.

Brenda Vargas dijo...

Me encanta este artículo estimado Javier Ales, a pesar de haber sifo escrito en 2018, su contenido resulta vigente hoy mas que nunca en todo su contenido, en definitiva, no cabe duda que el propósito de esta app es "comunicar", acortar distancias, de manera práctica y en tiempo real, sin embargo, es cada vez más frecuente la presencia de conflictos debido a la "interpretación" que el receptor imprime a los mensajes que recibe mediante WhatsApp, ¿cuál será el común denominador de estas "diferencias"?, ¿cómo evitar caer en malas interpretaciones al comunicarse por WhatsApp?, será que debems ser mas empáticos, pacientes o simplemente aterrizar las expectativas que solemos vertir en nuestro interlocutor?

La cortesía, paciencia y buenos modales.... ¿serán factores suficientes para abatir los disgustos o malos entendidos generados por "comunicación" mediante mensajes de WhatsApp...?

Brenda Vargas dijo...

Muy interesante el articulo, y sobre todo de mucha actualidad en ésta "era digital", resulta irónico, hablando de las "Redes Sociales", siendo que su creación, se supone lleva intrinseco el propósito de ser una vía de comunicación entre quienes están a distancia, cada vez es más común (y no es nuevo, ni es algo propio de la "época de pandemia") que por estar atendiendo o revisando las diferentes App en el movil, dejas de atender o dejas de disfrutar de las personas a quienes tienes a tu lado, esto, sin contar que por otra parte, la diferente "idiosincrasia" entre cada interlocutor que se comunica mediante las diferentes redes sociales, suele dar lugar a interpretaciones distintas de lo que pretendio comunicar quién envió el mensaje, lo que a la postre suele ser generador de conflictos.