lunes, 19 de noviembre de 2018

LA FUERZA DEL RECONOCIMIENTO



LA FUERZA DEL RECONOCIMIENTO
El ser humano no hace las cosas para ser reconocidas, si acaso, para ser conocidas. Toda nuestra vida gira los primeros años en adquirir conocimiento, asi desde pequeñitos intentamos poner nuestra atención en todo lo que nos rodea, aprender de todo y de todos y dicen que “somos esponjas”. Con el paso de los años este conocimiento se convierte en nuestro futuro profesional; en él, volcamos nuestro entendimiento para conseguir ser los mejores en algo y si ese algo es ayudar  o sirve a los demás puedes incluso conseguir que tu profesión se convierta en tu pasión como a mi me gusta decir… y es en ese momento cuando quienes te conocen te dice… ¿Cómo puedes tener tiempo para todo?.
Y por último llega el “Reconocimiento” esa acción que supone distinguir a una persona entre las demás como consecuencia de lo conseguido con los años. Sirve para expresar agradecimiento, para validar aptitudes y porque no, actitudes.
Todos necesitamos del reconocimiento, quizás para sentirnos valorados, apreciados…pero que vergüenza da ¿verdad?. Pero también es cierto que muchas veces se busca con tal ahínco que nos olvidamos que solo se consigue si devuelves con el paso del tiempo a los demás lo que ellos a su vez te enseñaron a ti.
La clave de todo ello está en el equilibrio. Asi nos enseñaron gracias a la tan conocida Pirámide de Maslow, donde el reconocimiento se encuentra cercano a la cúspide de la madurez emocional.
El reconocimiento nos dignifica como personas e inmediatamente surge tras él, el agradecimiento, ya que nos coloca en un lugar privilegiado ante los demás. Reconocer es apreciar a alguien tanto por lo que es como por lo que ofrece a los demás y si bien genera un alto crecimiento en nuestra autoestima por estar en el buen camino, no dejemos nunca de olvidar la humildad de quien está alcanzando sus metas pero siempre, junto a los demás, a quienes te reconocen, a quienes nos rodean. Aprendamos a recibir nuestros reconocimientos, seamos conscientes de las necesidades y trabajemos a partir de este, la humildad y la disponibilidad a todos y a todo. 
La actitud nos hace libres, la madurez nos da visibilidad, y el reconocimiento un compromiso ineludible con la sociedad.

13 comentarios:

Victoria Galiot dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Victoria Galiot dijo...

Considero que, aunque si bien es cierto que el ser humano no lleva a cabo sus actos para ser reconocido por naturaleza, como bien se ha mencionado, siempre queda la excepción de aquellas personas que olvidan la verdadera finalidad de dicho reconocimiento y cómo ha de ser obtenido el mismo. Con esto quiero decir que ciertamente no todos los reconocimientos son iguales. Puede puede que sean reconocidas determinadas acciones las cuales solamente han sido llevadas a cabo con el fin de obtener dicho reconocimiento y si esto es así, no puede decirse que verdaderamente se produzca como resultado de conseguir unos fines. En cambio, cuando verdaderamente se corresponde con lo aprendido sí estaríamos ante un claro y merecido reconocimiento.

En base a que el reconocimiento puede llegar a generar o dar la sensación de poder respecto a otros es bueno mantener un claro equilibrio y no olvidarnos de que muchas veces lo que importa no es cuantas personas te han reconocido un hecho, sino quiénes lo han hecho y si estas son las verdaderamente importantes en tu vida. Además, a mi parecer es igual de importante que este reconocimiento sea hecho por la propia persona, es decir, que ella misma sea capaz de reconocer sus logros para continuar avanzando y mejorando en el futuro.

Por último, no puedo obviar mencionar la mencionada humildad, la cual también aparece a la hora de otorgar ese reconocimiento a los demás o reconocer cuándo tus reconocimientos han sido gracias a la ayuda, colaboración y/o aportaciones de los demás. Principalmente porque a demás de hacernos crecer como personas, pienso que genera confianza en los demás de manera que, hay más probabilidad de mantener la estabilidad en las diferentes relaciones sociales y laborales que puedan establecerse en el día de hoy. Y es que este hecho que muchas veces suele ser ya omitido por encontrarnos en un mundo en el que lo que el reconocimiento social, como contar cuantos likes o seguidores se tiene en las redes sociales, parece tener una mayor relevancia para aquellos que serán el futuro de nuestra sociedad en lugar de centrarse en acciones sociales que promuevan el correcto desarrollo, avance y prosperidad de esta.

Es por todo lo mencionado por lo que me parece que la frase: "Aprendamos a recibir nuestros reconocimientos, seamos conscientes de las necesidades y trabajemos a partir de este, la humildad y la disponibilidad a todos y a todo" es uno de los mejores lemas motivacionales que puede tener una persona en el día de hoy.


Victoria Galiot Vargas -4º Criminología, Córdoba

Laura Vera Lozano dijo...

Desde mi punto de vista considero que desde el inicio de nuestra vida al igual que necesitamos de cariño, necesitamos también del reconocimiento de aquello que hacemos bien. Este reconocimiento nos ayuda a conocer nuestras virtudes y las capacidades que tenemos y poder desarrollarlas aún más en todos los ámbitos de nuestra vida y así darlas a conocer. De primera mano este reconocimiento lo necesitamos de nuestros familiares y amigos cercanos, es decir, de aquellas figuras de apego y si lo que percibimos es positivo creceremos con una mayor seguridad en nuestra vida, lo cual nos llevará a un mayor éxito.

No olvidemos también que el reconocimiento nos ayuda a la autoestima, a la confianza en uno mismo pero por otro lado puede tener un impacto negativo ya que existen personas que necesitan de un reconocimiento constante, lo cual hace que se vuelva en una necesidad y estaríamos hablando de algo poco saludable porque debemos tener en cuenta que no siempre necesitaremos que nos digan a cada instante lo bien que hago las cosas, sino debemos confiar en que sabemos que lo que hacemos está bien porque así lo hemos aprendido.

“El reconocimiento nos dignifica como personas e inmediatamente surge tras él, el agradecimiento, ya que nos coloca en un lugar privilegiado ante los demás.” Destaco esta frase ya que considero realmente que reconocer el mérito de otra persona va directamente relacionado con estar agradecido con lo que esa persona ha conseguido y esto nos honra y nos enseña a ser humildes y respetuosos con el éxito de los demás.

Laura Vera Lozano, 4º Criminología. Universidad Loyola Córdoba.

Unknown dijo...

La vida de todo ser humano en sus inicios, como bien dice el articulo, se orienta a adquirir conocimientos y herramientas para el futuro (ya sean tanto personales como profesionales). En el futuro, después del aprendizaje, llega el reconocimiento, sin embargo, en mi opinión, la búsqueda de reconocimiento es iniciada a tempana edad, ya que, desde pequeños, a todos nos gusta que se nos reconozcan aquellos esfuerzos que realizamos, aunque sean en las pequeñas cosas. Aunque, posiblemente, no éramos conscientes de que lo que realmente estábamos buscando era reconocimiento.

A pesar de esto, me llama la atención especialmente, la referencia que se hace al termino humildad. Aunque todos busquemos el reconocimiento, hay diferentes maneras de conseguirlo, si buscamos reconocimiento a toda costa, sin importarnos los medios que utilizamos, o si nos basamos en la competitividad, nos estaremos perdiendo a nosotros mismos por el camino, y entonces posiblemente, estemos perdiendo algo más importante que el reconocimiento que ganemos.

“Reconocer es apreciar a alguien tanto por lo que es como por lo que le ofrece a los demás”, este es el verdadero valor del reconocimiento, que se nos reconozca no solo por los logros, sino por las relaciones sociales que construimos, esto es lo que nos hará mejorar nuestra autoestima, aunque nuestros logros no sean los mejores o los más altos.

Carmen Pérez López. 4º de Criminología. Córdoba.

Bouchra Chahdi Hormatallah dijo...

En primer lugar, la fuerza que tiene el reconocimiento está presente a lo largo de toda nuestra vida, es decir, desde que nacemos tenemos la necesidad de aprender diversos conocimientos que son útiles para nuestro desarrollo vital. Los seres humanos aprendemos de diferentes formas como la imitación o la observación.
En segundo lugar, a todos los seres humanos nos gustan sentirnos reconocidos cuando realizamos una acción o tarea, ya que, nos ayuda para avanzar y conseguir nuevas metas, además de reforzar positivamente nuestra autoestima.
En conclusión, estoy totalmente de acuerdo con la siguiente frase ``reconocer es apreciar a alguien tanto por lo que es como por lo que ofrece a los demás´´. Vivimos en un mundo cada vez más competitivo en el cual cada persona piensa en sí mismo y en las metas que quiere conseguir sin importarle los demás, por ello deberíamos hacer hincapié en que vivimos en una sociedad y que todos necesitamos aportar nuestro granito de arena aquellos que necesitan nuestra ayuda.
“El éxito no viene del reconocimiento ajeno, sino de lo que sembraste con amor”-Paulo Coelho-
Bouchra Chahdi Hormatallah,4ºCriminología, Universidad loyola Andalucía,Córdoba

Mª de la Concepción González Peña dijo...

Bajo mi opinión, creo que el reconocimiento es muy importante en todos los ámbitos de nuestra vida, desde en los aspectos más cotidianos del día a día, como en el trabajo y es que, ¿a quién no le gusta que se reconozca su trabajo y esfuerzo después de haber alcanzado una meta?.
Por otro lado, pienso que cuando a una persona se le está reconociendo parte de su trabajo, valores, metas conseguidas, etc. estamos ayudando a que esa persona se sienta valorada, apreciada... parte de la comunidad, sintiéndose más integrada y valorada. además de ello, creo que cuando reconocemos el trabajo y esfuerzo de una persona y premiamos tal comportamiento, estamos, en cierta medida, promoviendo a que esos valores premiados se normalicen y se vuelvan permanentes.
Desde otro punto de vista, el reconocimiento es algo que también puede ser peligroso, ya no sólo es importante obtenerlo, si no que cuando solo buscamos ese reconocimiento y la valoración positiva de los demás sin importar si realmente lo hacemos porque nos gusta o si es importante para nosotros, podríamos estar perdiendo el juicio de lo que es realmente importante, y sólo interesarnos por lo que los demás dicen o piensan de nosotros. Por ello, cuando en nuestro trabajo o en la vida en general solo buscamos el reconocimiento de los demás y no nuestra satisfacción, el trabajo realizado perderá sentido ya que no nos ha completado del todo.

Mª de la Concepción González Peña
4º Criminología

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Inmaculada Pérez Peña dijo...

En primer lugar, me gustaría destacar que pienso que el hecho de dedicarte a una profesión que te apasiona no supone un gran esfuerzo en tu vida, es decir, es cierto que te ocupa muchas horas al cabo del día pero el hecho de sentirte realizado desempeñando ese trabajo hace que no lo veamos como una obligación y que, por lo tanto no lo veas como algo que te está ocupando muchas horas del día por lo que lo ves como un “hobbie”.

Por otro lado, pienso que las personas no deberíamos hacer las cosas por conseguir el reconocimiento de los demás. Si bien es cierto que a todos nos gusta que nos reconozcan nuestros méritos y que los demás se den cuenta de ello, debemos ser nosotros mismos a los que sólo nos importe el sentirnos realizados y que hayamos hecho lo que de verdad sentíamos.

Por último, en relación con lo dicho anteriormente, a pesar de que pienso que es mejor evitar necesitar el reconocimiento de los demás para sentirnos bien, obtenemos dicho reconocimiento, debemos ser humildes como bien se señala en el texto y no olvidarnos del por qué estamos haciendo la actividad por la que se nos da ese reconocimiento.

Inmaculada Pérez Peña

José Atance Márquez dijo...

Bajo mi punto de vista, el reconocimiento puede ser entendido como una carrera de fondo. Con esto, quiero decir, aunar tus fuerzas en adquirir los conocimientos básicos a lo largo de tu vida para usarlos en tu futuro profesional. Si bien, puedes buscar el reconocimiento por ti mismo para valorar la constancia, aguante y madurez que has demostrado o por aquellas personas cercanas e importantes que han decidido creer en ti.

Por consiguiente, creo que hay muchas variedad de opinión acerca de lo que puede conllevar el reconocimiento. Hay gente que buscar ser reconocida simplemente por afán de situarse en un punto álgido al que otros no pueden llegar, este puede ser el ejemplo de aquellos líderes de empresas que han subestimado este concepto.

Por otro lado, creo que es necesario hacer uso de este término a lo largo de tu vida, ya que a las personas nos gusta que nos reconozcan ciertos hechos o actos. Es aquí, donde aparece el concepto de humildad. Por ejemplo, si eres deportista te inculcan el ser deportivo, humilde y competitivo con tus contrincantes. En caso de que el rival te gane, si eres una persona con los valores anteriormente citados asumidos, le reconocerás ser un buen contrincante.

La humildad se encuentra en no olvidar quién te ha enseñado todos esos valores, ya sea en competición o a lo largo de tu vida. Se debe reconocer y agradecer a tu familia por haberte enseñado durante tu crecimiento como persona y a tu entrenador/a por los valores necesarios para ser un buen deportista.

En definitiva, siempre hay que buscar el equilibrio para todo.

José Atance Márquez 4º de Criminología Córdoba

Jesús Jordán Cantador dijo...

Hoy en día el reconocimiento hay diferentes tipos, pero el más importante es el que se labra día a día en el que no descansa para poder seguir creciendo como persona y como ser humano, en el que hace que cada vez el reconocimiento sea mayor.
Desde pequeños comienza esta larga batalla de conocimiento y reconocimiento, en el que todos los días aprendemos algo y buscamos información para día conocer lo desconocido.
Jesús Jordán Cantador
4º Criminología, Córdoba

Camila Hurtado dijo...

Me parece muy interesante lo que se esta comentando en este foro y lo que nos motiva a participar en él. Considero en primer lugar, que como bien se plantea en el texto hay diferentes tipos de reconocimiento, así mismo, el reconocimiento que buscamos de pequeños no es el mismo que buscamos actualmente.
Doy por hecho que el reconocimiento que conseguíamos cuando éramos niños, era mucho más inocente y tal vez nos daba igual la vergüenza, ya que aún nos estábamos conociendo a nosotros mismos y desconocíamos tales conceptos, tal vez el reconocimiento que busquemos hoy en día sea el reconocimiento laboral, el que intentamos conseguir día a día aprendiendo y formándonos laboralmente, también es importante el reconocimiento que tengamos con nosotros mismos, ya que considero que es el más importante porque sin este no vamos a poder llegar a conseguir los siguientes.

Camila Hurtado Jaramillo, 4ª Criminología, Córdoba.

Sandra Hurtado León dijo...

Considero que, al igual que está mencionado en el artículo, la búsqueda de reconocimiento no es el principal motivo que lleva al ser humano a realizar determinadas acciones; sin embargo, si debo mencionar que lo considero una pieza clave para el desarrollo de la autoestima y la seguridad de una persona, ya que perfectamente se puede minar la autoestima de una persona a través de la minimización de sus logros.
Por otro lado, también considero que, aunque no sea algo que buscamos por naturaleza, si es algo que todo el mundo desea, ya que te sitúa en una posición ''superior'', a pesar de que esa posición suponga un mayor nivel de responsabilidad, ya que lo que buscamos no es esa responsabilidad, sino la aceptación por parte de un grupo.

Sandra Hurtado, 4º criminología

Tarek Regragui dijo...

Me parece muy interesante lo comentado en el artículo. Los primeros años de nuestra vida los empleamos en empaparnos, a un ritmo acelerado, de conocimiento y sólo cuando tenemos una base sólida empezamos a buscar ese reconocimiento que parece que necesitamos.

Como se comentaba en el artículo, creo que la clave está en el equilibrio. Es cierto que el reconocimiento tiene gran importancia pero no tanta como para que su ausencia permita frustrar nuestros logros o llegar a hacernos pensar que no han sido suficientes si no han conseguido la valoración de quien esperábamos. Por ello, como aparece en la pirámide de Maslow, debemos ser conscientes de que el fin último es la autorrealización, sentirnos orgullosos de nuestros actos y que la falta de reconocimiento no reste valor a nuestros logros.

Por último, destacar la importancia de la humildad y de, una vez logrado el reconocimiento social, ser capaces de echar la vista atrás y agradecer a aquellos que siempre estuvieron ahí y contribuyeron a situarnos en esta posición.

Tarek Regragui
4º Criminología