martes, 19 de abril de 2022

El gran dilema: Mediaciones virtuales o presenciales ¿Qué es mejor? Sistema digital o sistema analógico.

 



Cuando hablamos de Sistema digital y sistema analógico hacemos referencia a las dos categorías en la que se clasifican los circuitos electrónicos.

La principal diferencia entre sistema digital y sistema analógico radica en que el primero es mucho más preciso y la información se puede almacenar de manera más eficiente y en mayor cantidad que en un sistema analógico.

Ejemplos de sistemas digitales

-       Las grabaciones de audio y video, cuya información se guarda en millones de bits que luego se pueden almacenar en diferentes tipos de dispositivos.

-       Ordenadores con plataformas on-line.

-       Teléfonos móviles.

¿Qué ventajas tiene poder utilizar los sistemas digitales?

Evidentemente la eficiencia, dada la rapidez de trabajo, comunicación, desarrollo, que nos va a permitir, nuevos campos de trabajo en espacio y tiempo.

Pero también tiene sus desventajas ya que a pesar del desarrollo tecnológico nos permita estar en más de un lugar vía conexión, los sistemas digitales, presentan el peligro de toda información compartida. De tal manera que pueden alterarse o manipularse con relativa facilidad con respecto a los analógicos.

¿Y el Sistema analógico?

El trabajo en origen analógico, permite según los grandes expertos en datos, valorar la temperatura, la distancia, el sonido, las imágenes, la inmediatez.  

“Un Ejemplo técnico de sistemas analógicos, puede ser la temperatura ambiental, ya que no tiene valores exactos, sino que puede fluctuar continuamente. Es decir, cuando hay frío es porque la temperatura descendió de manera lenta y continua, ya que no pasamos directamente de 30 grados a 10 grados, por ejemplo, sino que se admiten una serie de valores que van desde los 30 grados a los 10”. Y promueve algo muy interesante e importante: la flexibilidad

Según ello, las ventajas de los sistemas analógicos, se basan en la Instantaneidad: en los sistemas analógicos la señal se procesa en tiempo real, incluso la fidelidad, la calidad del trabajo es más fiel a la realidad y no es tan fácil de manipular.  

Y como dijimos antes para los sistemas digitales, también tienen sus desventajas si continuamos en el mundo de lo analógico, inconvenientes, basados quizás en las propias ventajas de lo digital: trabajar con ordenadores, teléfonos móviles, plataformas, programas y mediante mensajes, audios etc. Es el futuro y por tanto la adaptación no es fácil  

¿Y si llevamos este debate a las cámaras de fotografía para comprenderlo mejor? Hablar de una cámara analógica o digital, también nos lleva al debate de cuál utilizar y cual es mejor para nosotros

Todos hacemos fotografías a cada instante de todo lo que nos rodea, desde tu familia, donde has estado, tus vacaciones o de lo que estás viendo en ese momento. Las cámaras actuales nos permiten hacer miles de fotografías sin depender de un carrete y no tenemos que borrar para hacer más, sino que podemos acumular tantas como queramos. Incluso es más, subirlas a la “nube”

En cambio, si tienes más de 30 años, seguramente habrás usado una cámara analógica en tus excursiones con el colegio, con el instituto. Algo que, si naciste en los noventa quizas nunca hayas utilizado y te suene extraño, que había que ir a revelar un carrete o que tan solo podías hacer de una vez 18 o 14 fotos y tenías que acertar con el objetivo porque no había lugar a repetir tantas veces como quisieras la misma secuencia de foto.

Por eso, también me gusta en el post de hoy hacer esta comparación de ventajas o desventajas de una u otra. Fotografía analógica

Si se trata de fotografía analógica, la de siempre, necesitas un carrete o película y necesitas revelar las imágenes.

Es un tipo de fotografía que no se consigue o no se concibe sin una película fotográfica, negativo o carrete que necesitamos para poder hacer y guardar las imágenes. Este carrete puede ser en color o en blanco y negro.  

En cambio, la fotografía digital, supone en obtener imágenes utilizando un proceso digital sin necesidad de un proceso químico en un laboratorio. Las fotos digitales podemos verlas al instante y prácticamente todas permiten la opción de transferirlas a un ordenador o a un teléfono móvil a través de un cable o de algún tipo de conexión inalámbrica.

Pero no quiero olvidarme en esta comparación, igual que antes, de las ventajas o desventajas.

Frente a la fotografía analógica, la digital tiene muchas ventajas. Como por ejemplo su coste… no necesitamos de revelado, de suplir un carrete, pero sobre todo el poder “probar” y hacer muchas, hasta que nos quedemos con la foto ideal (que conste que eso hace que en mas de una ocasión, tengamos de un viaje 800 fotos, si bien tan solo son 20 instantes concretos del mismo) Ni que decir tiene que jugamos con distintos formatos y percepciones.

Otra ventaja de la fotografía digital tal y como conocemos hoy es que es más fácil. Conseguir un buen resultado en fotografía analógica no es apto para todos pero las cámaras digitales nos ofrecen un modo automático que hace los ajustes por nosotros sin que necesitemos hacer nada salvo disparar. Por eso hasta un niño pequeño puede hacernos una foto y que salga muy bien

Ahora viene la gran pregunta si se puede hacer…¿Qué cámara es mejor?

¿Es mejor usar una cámara analógica o digital? Depende. Depende del uso, de la persona, de los conocimientos, de la intención. Es obvio que en pleno siglo XXI está totalmente extendido el uso de la fotografía digital. La principal ventaja es que no tiene que salirnos bien a la primera, podemos repetir la foto tantas veces como queramos, no ocupan apenas espacio

Entonces, ¿Cuándo merece la pena una cámara analógica? Para los amantes de la fotografía, para todos aquellos que no solo quieren hacer fotos por recuerdo o por diversión sino experimentar tanto con el hecho de hacerla en sí como de revelarla.

No se si ya voy acercándome a donde quiero llegar querido amigo o amiga lectora. No olvidéis que soy mediador y no se porque, la pandemia nos metió de lleno en el mundo digital… olvidándonos de lo analógico, de lo presencial… pero sigamos con comparaciones.  

En tercer lugar me preguntaría, ¿Qué pensáis, formación a distancia o formación presencial, ¿cuál elegir?

Hace unos años la educación a distancia era el patito feo de la enseñanza superior al estar menos reconocida que la educación presencial. Hoy, la pandemia como os he mencionado antes, nos trae de lleno la actualidad  del aprendizaje online,  por su flexibilidad, por eliminar las barreras geográficas y por dar acceso a una oferta educativa más variada.

Dicen los expertos que el 77% de los jóvenes del mundo tiene en su currículum algún curso online y la tendencia no hará sino aumentar.

Por eso, me gustaría también que fuéramos conscientes de las diferencias entre la educación virtual y la presencial.

La formación online y la presencial son dos formas distintas de adquirir conocimientos. Aunque las dos persiguen la calidad de la enseñanza, cada una utiliza su propio método y establece sus propios canales y pautas de aprendizaje.

La educación virtual recurre a Internet y a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para facilitar a los alumnos herramientas didácticas —chats, blogs, videoconferencias o documentos compartidos— que dinamicen el curso y lo hagan más intuitivo y fácil de seguir. Este sistema asíncrono permite a los estudiantes asistir a clase, trabajar, comunicarse, examinarse y acceder a los contenidos desde cualquier lugar. En cambio, en la educación presencial los estudiantes acuden a un aula física donde transcurre la enseñanza y gran parte del aprendizaje.

Analicemos también entonces las ventajas y desventajas:

La educación virtual tiene como ventajas, que no hay barreras geográficas. Las mejores instituciones educativas del mundo están al alcance al poder acceder a ellas desde cualquier lugar.

De igual forma los horarios son flexibles y los contenidos de la enseñanza a recibir, siempre están disponibles y se puede acceder a ellos en cualquier momento. 

Pero también es verdad que tiene sus desventajas, cuando pensamos que el alumno necesita de una especial, autonomía, madurez, organización y fuerza de voluntad. 

También se dificulta el trato directo con el profesor. El contacto con el docente se produce de forma virtual y eso condiciona a la hora de, por ejemplo, realizar consultas. Asi como no es menos importante, que reduce las posibilidades de socializar. 

En el caso de la formación presencial también existen algunos aspectos positivos y negativos a valorar:

Entre las ventajas está, el trato con el profesorado, que es más cercano. Los alumnos tienen acceso directo al profesor a la hora de consultarle dudas o establecer tutorías con él.

Y sobre todo, la posibilidad de socializar. Al juntarnos con más personas en un espacio físico se establecen contactos que pueden ser de ayuda de cara al mercado laboral.

No olvidemos que, el tener que cumplir con unos horarios prefijados inculca disciplina para evitar toques de atención por parte del profesorado.

Y por último resaltar las desventajas

Los costes y horarios son más rígidos. Aquellas personas que quieran compatibilizar sus estudios con un trabajo lo tienen más complicado. Y por supuesto el estudiar en una localidad que no sea la tuya.

Ahora querido lector, me gustaría que tu mismo sacaras nuestra conclusión para nuestro trabajo de mediadores:

¿mediaciones on-line o presenciales? ¿digitales o analógicas?

Evidentemente me atrevería como siempre hago a dar mi opinión, pero esta vez, en este post, me gusta que lo hagas tú, ¿te atreves a apostar por una de ellas o sería factible mantenerte en ambas? Y si fuera esto último ¿Cómo cambiaría tu trabajo para sobrevivir en ambos mundos?


119 comentarios:

Liliana andres marino dijo...

YA EL MUNDO HA CAMBIADO.Y HAY QUE ADAPTARSE A LAS REALIDADES

Zoraida dijo...

Si bien vivimos en tiempos de constante cambios y que muchos opinen que lo presencial o virtual y lo analogico o digital ,en verdad ambas maneras no han perdido vigengia ,ambas tienen sus ventajas y desventajas;y desde mi manera ver pueden ser utilizadas ambas complementandose la una con la otra y el resultado apuntara al éxito segun como lo enfoquemos

Anónimo dijo...

Creo que la virtualidad llego para quedarse por eso desde Cordoba hemos desarrollado una plataforma integral para satisfacer todas las necesidades de los mediadores con herramientas imprescindibles @odisapp

Pilar Melero dijo...

Pues aunque reconozco que el presencial tiene muchos más matices y mucha información se da con el lenguaje no verbal. En determinados casos y circunstancias a distancia puede ser muy útil. Así que como característica de flexibilidad del proceso de mediación. Ambos sistemas deben poder ser utilizados de forma natural por el mediador.

Alba Fernández Pino dijo...

¿Mediación online o presencial? Para mí, la respuesta es fácil. La metodología presencial permite no perder ningún detalle de la comunicación no verbal de las partes implicadas, así como permite que la comunicación sea más fluida y natural, sin cortes de conexión o interferencias del micrófono. Del mismo modo, teniendo en cuenta el conflicto existente, vía telemática sería más probable que surjan malentendidos, que las personas no se entiendan del todo y, además, se cree más distancia entre ellos.
Con esto no quiero decir que las nuevas tecnologías no sean beneficiosas en el ámbito de la mediación, sobre todo teniendo en cuenta la Pandemia que hemos sufrido recientemente. En el ámbito de la mediación permiten que personas que estén físicamente lejos puedan continuar su proceso de mediación, pero, desde mi punto de vista, se perdería la cercanía entre las partes y el mediador.

Miriam Garcia dijo...

Hablando de mediación, creo realmente que el “cara a cara” es mucho mejor. En la mediación necesitas el trato personal con los usuarios, el hablar frente a frente. Además, hay muchas técnicas como la de mirar a uno de los usuarios para que el otro dirija también su mirada hacia el mismo y poder conseguir una comunicación en ellos, que mediante un ordenador, por ejemplo, no se podían realizar.

Si es cierto que el mundo digital nos aporta muchas facilidades como la rapidez, la permanencia de los datos, etc. pero cuando se trata de relaciones humanas, no las considero sanas ni eficaces.

Paloma Castilla dijo...

La realidad es que vivimos en una sociedad cada vez más digitalizada, donde las tecnologías se han incorporado en nuestra forma de vivir y de interaccionar con el mundo. Por esta razón, nos encontramos en una necesidad de adaptarnos a este cambio para avanzar, para progresar. La mediación digital parte de la ventaja de eliminar las barreras geográficas al igual que la enseñanza virtual y por ello supone un gran enriquecimiento para aquellos lugares donde se requiere pero no existe este tipo de profesión. De igual manera, parte de una gran desventaja y en mi opinión más importante que es la ausencia de comunicación no verbal, comunicación que es posible observar mediante una mediación presencial. Al fin y al cabo, esta profesión busca un acuerdo positivo para ambas partes y para ello se utiliza la herramienta de la comunicación, pero como ya sabemos el 93% de lo que comunicamos lo hacemos mediante la comunicación no verbal (la voz y el lenguaje corporal). Como conclusión, considero que la mediación presencial debería ser la primera opción al trabajar en esta profesión.

Clara Morales dijo...

En mi opinión no creo que sea bueno decantarse por ninguna de ellas exclusivamente, en un mundo ideal mantendría ambas formas. El mundo avanza y debemos adaptar todos los ámbitos de nuestra vida a las nuevas tecnologías y bien es cierto que la mediación, al igual que la psicoterapia, tiene mucho componente emocional y humano, por lo que siempre se puede actuar mejor cara a cara con una persona. En las mediaciones on-line nos faltaría cierta información, por ejemplo del lenguaje no verbal o nos limitaría en el uso de técnicas debido a que no se podrían utilizar algunas como ¨la llamada¨ , pero también son una ventaja en el caso de que las partes del conflicto no puedan por situaciones geográficas acudir presencialmente a la mediación.

Violeta de Dios Torres dijo...

Tras la cuestión planteada de mediación online o presencial, debo decir que primeramente debemos encuadrarnos en un contexto en el que la tecnología en el siglo en el que vivimos abarca muchos ámbitos de nuestra vida diaria.
Si tuviésemos que extrapolar la mediación a un ámbito digital o presencial habría que ver los distintos pros y contras que conllevaría realizar este tipo de procedimiento de estas formas.

Una mediación online tiene como ventajas:
- Poder comunicarte con personas que se encuentren fuera de la ciudad de la consulta.
- No hay ningún tipo de barrera física.
- Puede ser útil para personas más introvertidas o que tengan algún tipo de trastorno y que estén implicadas en el proceso de la mediación.
- Ahorro de tiempo y de gastos diversos de la consulta
Una mediación online tiene como desventajas:
- No hay comunicación no verbal
- No se pueden apreciar pequeños detalles que se verían presencialmente que puedan realizar las partes implicadas
- Puede ser un inconveniente a la hora de firmar documentos ya que habría que escanearlos, descargarlos etc
- Las personas que solicitan la mediación pueden no llegar a entender el uso de las tecnologías y no saber acceder a una aplicación de videollamadas como puede ser zoom
- Puede haber problemas con el internet y cortarse la llamada, por lo que la mediación se vería interrumpida y podría enfriar el proceso

Una vez expuestas algunas de las ventajas y desventajas que tiene la mediación online, podríamos llegar a la conclusión de que para llegar a obtener una mediación humana, cercana y equitativa es mejor realizarla presencialmente, ya que ofrece muchas más ventajas de cara a una mediación efectiva.

Mauricio Martinez dijo...

Creo que si bien hoy está todo digitalizado y eso ahorra muchas cosas, sobre todo tiempo por traslados, etc, la mediación creo que debería ser presencial, mantenerse así.
Es la mejor forma de ver las reacciones de las personas, de mirarse a los ojos y no a través de la pantalla, creo que es la mejor manera para resolver conflictos.

Miguel Álvarez Rodríguez dijo...

Teniendo en cuenta que es de mediación de lo que estamos hablando, considero que es imprescindible que la mediación sea presencial.
Esto se fundamenta en el hecho de que, como ya se han comprobado en numerosos estudios psicológicos enfocados a la lectura de las acciones del interlocutor, el mediador es capaz de extraer una ingente cantidad de información a través de la comunicación no verbal de las partes implicadas; así como de determinar la fiabilidad de las mismas, es decir, saber si están mintiendo o no.

Obviamente, como has mentado a lo largo del artículo de esta semana, la mediación digital tiene como punto positivo la accesibilidad, pues la distancia no supondría ningún problema.

Sin embargo, considero que lo que se busca en una mediación es, sin duda, hacer bien tu trabajo. La presencialidad te permite hacer usos de ciertas estrategias o juegos a través de los cuales facilitar la mediación y la apertura de las partes implicadas (Como es el ajedrez en tu anécdota de clase).

También implica un componente de cercanía, de proximidad con las partes. Una proximidad que en mediaciones más...delicadas como puede ser el fallecimiento de un hermano o de uno de tus padres, va a ayudar a que el cliente se sienta más tranquilo/a y que sepa que estás ahí para ayudarlo o consolarlo si hace falta. Este elemento se pierde con la mediación on-line o digital.

En conclusión, en comparación con la digital, la mediación presencial es muchísimo más útil, eficaz y cercana, tanto para el mediador, como para las partes implicadas.

Carmen Pérez Bueno dijo...

Tras la lectura del blog semanal, en la que se nos plantea la cuestión sobre la preferencia de una mediación online o analógica, contestaría por la no decantación de una en cuestión, sino que sería bueno realizar una fusión de ambas. Como nombra el blog, ambas tienen algunas ventajas e inconvenientes por lo que se podrían unir para conseguir una mediación lo más eficaz posible. ¿Qué quiero decir con unirlas?, pues bien en mi opinión para realizar una buena mediación, en estos tiempos en los que vivimos en los que prima la tecnología debido a su gran avance, podríamos utilizar las tecnologías a nuestro favor pero sin olvidarnos de lo fundamental en una medicación como es el “contacto físico” que nos facilita tanto a nosotros como mediadores empatizar con ambas partes para realizar un acuerdo lo más justo posible y, a los mediados, al estar hablando cara a cara con la parte con la que buscan el acuerdo les posibilita así empatizar mejor con ella, entendiendo mejor así los diferentes puntos de vista. Por tanto, yo creo que la mediación sería más eficaz de forma presencial, pero, esto no quita, que podríamos hacer uso de tecnologías para grabar algunas sesiones y poder realizar los apuntes necesarios que no realizamos en el momento para no cortar el proceso o, si surge algún imprevisto y alguno de los mediados no puede acudir se podría hacer uso de cualquier dispositivo para hacer una mediación online. Finalmente, en el momento en el que el mediador lo considere oportuno puesto que vea que ambas partes están cediendo y la mediación va cogiendo su forma, las siguientes sesiones que sean necesarias las podrá realizar de forma online, aunque esto no debería de realizarlo en las primeras sesiones puesto que los mediados estarán más enfrentados.

Nadia Aceituno Chirifi dijo...

Claramente, la ventaja principal de la mediación online es la facilidad para poder trabajar con personas que no se encuentren físicamente cerca unas de otras, así como del mediador. Esto facilita trabajar desde cualquier lugar y casi a cualquier momento. También es posible que, al ser lañas mediaciones online, gente más introvertida o reticente a reunirse, pueda decidir participar en la mediación de manera más cómoda.
Los contras de esto, obviamente tienen que ver con la falta de contacto humano. Al no estar las partes reunidas físicamente, es seguro que no habrá contacto físico, miradas o otros gestos que en un momento dado, y según el tipo de mediación, pudieran servir para terminar llegando a un acuerdo.
Al no estar físicamente reunidos en el mismo espacio se pierden también matices en la voz, en la mirada y el mediador verá sus técnicas reducidas ya que muchas de ellas requieren precensialidad y contacto con las partes.

Álvaro Ortiz Canalejas (4° Psicología Sevilla). dijo...

En este texto se resaltan las ventajas y desventajas de lo digital y lo analógico (cámaras, formaciones y mediaciones). Es evidente que, como en todo, siempre podemos encontrar puntos positivos y negativos de cada postura. Lo analógico era más "especial". Es decir, era más estructurado, más costoso y no tan cómodo. Pero, a su vez, tenía esa mística en el caso de la fotografía de hacer las fotos más importantes, con más ilusión y de manera más ilustrativa. La cámara analógica era solo para sacar las mejores fotos posibles. No así el móvil, que hace más de multiuso y que "pierde" ese valor especial de hacer las fotografías, ya que se pueden hacer las que se quieran sin ningún coste ni apenas espacio.
Con las formaciones pasa algo similiar: las que son online son más cómodas, prácticas y rápidas, pero todavía no sabemos a ciencia cierta si la calidad de la enseñanza puede igualar a una formación presencial donde seguramente uno se sienta más partícipe y realice más actividades en vivo (lo que favorece el aprendizaje. Y si añadimos el tema de la atención, muchas personas apuestan por la ayer dificultad de mantenerse concentrados a través de una pantalla.
Por último, respecto a las mediaciones, es cierto que al ser online te dan la posibilidad de poder mediar con personas de otra parte del mundo sin moverte de casa, pero como punto en contra, es posible que un cara a cara presencial sea más cercano, presente y resolutivo.

Ana María Pasión dijo...

Vivimos en un mundo digitalizado, y más aún en el sector profesional esto resulta indispensable, todos hemos oído hablar de LinkedIn, la mayoría tiene WhatsApp y nos enteramos antes de lo que pasa en el mundo por Twitter que por el periódico, por lo que resulta obvio decir que estamos conectados en un flujo constante de información.
Entre los puntos a favor de los sistemas digitales y la mediación online, destacaría su alcance, tal y como nos ha comentado ha podido realizar mediciones entre empresas de países, lo que ayuda a que la mediación pueda ser posible en todos los rincones del mundo. Además de la comodidad, flexibilidad que los medios de comunicación aportan, ahorrando costes de movilidad.
En cuanto a los puntos en contra podemos encontrar, la falta de calidez no es lo mismo hacer una videollamada con tu amigo, como nos pasó a la gran mayoría en cuarentena, que quedar para tomarte una buena cervecita fría y poneros al día. Los sistemas digitales no ofrecen numerosas ventajas, pero no son equiparables a la presencialidad. En mediaciones online tenemos que adaptar algunas de nuestra estrategias y herramientas, dado que no se comparte el mismo espacio, y considero que en mediaciones presenciales el factor de presencialidad es crucial. Digo esto porque creo que estar presente en la misma habitación que la persona con la que tienes un conflicto, con el objetivo de resolver el conflicto, implica ese componente de cercanía. Mientras que digitalmente, tenemos ese espacio físico que nos separa y de cierta manera nos distancia, nos hace sentirnos “lejos”, las pantallas nos deshumanizan un poco.
Siempre me he considerado del equipo de presencialidad, pero en cuanto a mediaciones se refiere y contemplando la era digital en la que nos encontramos, optaría por ambas, ofrecería ambos servicios y me adaptaría según las preferencias de los usuarios. Para ello, mi manera de trabajar online no se diferenciaría mucho de la presencial, en cuanto a llegar a un acuerdo se refiere, pero adaptaría mis herramientas y trataría de usar aplicaciones interactivas, como juegos online, en los que los usuarios deben cooperar para llegar juntos al objetivo, con el fin de que la distancia física no les distancie más por sus distintas posiciones y así conseguir que trabajen en equipo, lo que recalcaría la importancia que tiene en la mediación.

María Ramírez de Arcos dijo...

Tras la pregunta planteada en función a la preferencia de mediación online o presencial, creo no podría decantarme por una. Es cierto que la mediación presencial ofrece muchas ventajas, y la principal de ellas es la comunicación no verbal (gestos, posturas…). Al fin y al cabo, la comunicación no verbal es la mayor parte de lo que decimos. Si bien es cierto, en algunas circunstancias extremas podría darse la mediación online, sobre todo ha sido muy efectiva en tiempos de COVID, donde nos hemos podido adaptar adecuadamente y sin ningún problema. Por ello, considero que ambas pueden darse, aunque creo que la presencial obtendría mas beneficios y sería mas efectiva, ya que, entre otras ventajas, no pone barreras físicas como son las tecnologías. Ver la cara y los comportamientos de los clientes hace mas que una simple llamada a través de un ordenador o cualquier dispositivo electrónico. La tecnología avanza, y es cierto que cada vez esta todo mas digitalizado y se puede ver todo a través de una pantalla con mejor calidad que hace unos cuantos años.

Pilar Palomares Rojas dijo...

El mundo evoluciona continuamente en recursos y tecnologías, por lo que los trabajos, como la mediación, cada vez se benefician más de internet.
Cabe destacar que realizar una mediación online cuenta con ventajas como la comodidad, ya que no es necesario el transporte ni hay una pérdida de tiempo. Si los mediados prefieren verse lo mínimo posible, es una forma de distanciarse. También, puede haber una persona que sea muy tímida y le resulte más sencillo exponer sus problemas y necesidades de manera online.
No obstante, las personas en mediación tienen que llegar a unirse para llegar a un acuerdo común, a pesar de su situación. Para conseguir esta unión, se pueden obtener beneficios de manera presencial, debido a que estar tras una pantalla resulta más frío y distante. Un mediador presencial intenta crear un clima positivo y que provoque la concienciación de los mediados para unirse hacia un objetivo común. Además, la comunicación no verbal frente a la otra persona aporta mucho al proceso de mediación.
Personalmente, apuesto sin duda por la mediación presencial. Creo que las pantallas nos distancian emocionalmente y somos más empáticos y cooperativos en el cara a cara. Sin embargo, en ciertos casos donde no sea posible o existan ciertos problemas podría hacerse la excepción.
Un mediador tanto virtual como presencial es buena idea, pero pienso que sobrevivir en ambos mundos sería más difícil. Creo, que en este caso, se podría reservar un día a la semana a personas que prefieran o necesiten la mediación online, haciendo preferencia a la presencialidad siempre.

Victoria Blanco Carrasco dijo...

¿Qué sería mejor la mediación on-line o la presencial?

Siendo honesta, ni siquiera me había planteado la posibilidad de una mediación que no se llevase a cabo de manera presencial. Debo suponer que esto sucede ya que, al iniciarnos en el mundo de la mediación y comenzar a entender su profundidad, sus caras y técnicas, solemos pensar en que la mediación se realizar en persona frente a los solicitantes de este servicio.

La mediación presencial favorece la comunicación no verbal a nivel corporal, crea un mejor ambiente y más cercano con los clientes, da cabida a la creatividad "en vivo" del mediador, y es un proceso más espontáneo, que da la impresión de ser más real, más humano. Por otro lado, bien es cierto que supone una serie de gastos adicionales (mobiliario, alquiler, transporte y otros servicios) tanto para el mediador como para los mediados; así como el empleo del tiempo en los desplazamientos y la dificultad para cuadrar las citas.

La mediación on-line sería más novedosa, facilitaría el acceso a más personas y ahorraría costes a todas las partes implicadas. Este tipo de mediación resultaría más cómoda para aquellas personas que viven en el extranjero o lejos, o que simplemente no tienen medios de transporte a su alcance para poder acudir presencialmente; también, sería una buena alternativa para todas aquellas personas que por sus horarios laborales o actividades/obligaciones diarias les resultaría imposible acudir de manera presencial al despacho de un mediador. Sin embargo, se pierde gran parte de la expresión corporal, pueden existir problemas de conexión y habrá personas que no sepan utilizar las nuevas tecnologías para recurrir a este tipo de servicio.

Ambas opciones tienen sus ventajas e inconvenientes que las hacen más o menos aptas según las necesidades y preferencias de los clientes. No obstante, desde mi punto de vista, la mediación presencial debería seguir estando en primer lugar, el trato humano directo facilita la comprensión, la empatía y la implicación.

Carla Domingo dijo...

Como bien dice en el comentario, ambas partes tienen sus ventajas y sus desventajas, dependiendo en la situación en la que se encuentre la persona, será beneficioso un sistema digital o un sistema analógico.
Aún así, hablando de la mediación, desde mi punto de vista, creo que es mucho más beneficioso las mediaciones presenciales, puesto que al fin y al cabo son conflictos entre personas físicas, presenciales. Con el sistema digital, únicamente se aprecia la comunicación verbal, e incluso a veces se puede ver perjudicada por cortes de conexión en internet. En cambio, para la resolución de los conflictos no es solo necesario la comunicación verbal, hay cuestiones incluso más importantes cómo lo es la comunicación no verbal, la calidez que se crea en consulta por el simple hecho de que las personas se vean y se ¨sientan¨, sin la necesidad de verse tras la pantalla siendo todo un poco más frío. Esto no quiere decir que el sistema digital no funcione, al contrario, creo que hay veces que puede ser muy beneficioso para el proceso, pero todo depende del contexto, como por ejemplo cuando realmente hay mucha distancia entre las partes o cuando por cuestiones médicas no se pueda acudir a la consulta.
En resumen, desde mi punto de vista es mejor lo ¨analógico¨ para saber apreciar todo lo que nos rodea, valorar qué es lo importante y no distraernos con otras cosas, aunque el sistema digital ha venido para quedarse y para facilitar el proceso, por lo que se tiene que utilizar de la mejor manera posible sin que se vean afectadas las relaciones humanas.
Carla Domingo

Silvia Dios dijo...

Desde mi punto de vista creo que es mejor realizar la mediación de manera presencial, porque nos permite obtener más información a través de la comunicación no verbal. Por otro lado, pienso que si la mediación es presencial se generará una mayor confianza por parte de las partes enfrentadas hacia el mediador, lo cual les va a permitir discutir el problema más abiertamente. Asimismo, este tipo de mediación permitirá que las partes enfrentadas se reencuentren en persona y puedan hablar cara a cara lo cual facilitará que acerquen posturas.

Sin embargo, la mediación online tiene la ventaja de que quienes viven en el extranjero no tienen que viajar, ya que pueden acudir a la mediación desde su casa. Pero, hay que tener en cuenta que no todo el mundo domina los programas informáticos, por lo que este tipo de mediación no sería inclusiva para todo el mundo.

Carlos Torres Marín dijo...

Hace poco, leí un libro de un psiquiatra que defendía la especialización entre los hemisferios cerebrales. El izquierdo, tal y como lo explica el erudito, se encarga de recopilar, instrumentalizar, almacenar y; en resumidas cuentas, manipular la información que el hemisferio derecho considera relevante. El hemisferio derecho, trabajaría de forma global, y por así decirlo, el izquierdo, sería el sirviente. En un trabajo laborioso de más de 1000 páginas, expone casos en los que los pacientes tienen una lesión en un hemisferio u otro, y como sus conductas cambian radicalmente dependiendo de la parte cerebral lesionada.
Finalmente, el médico expone que hemos adaptado el mundo en función del hemisferio izquierdo, más cortoplacista e instrumental; y la base que nos proporcionaba el hemisferio derecho (conocido también, como el hemisferio creativo, musical, artístico, matemático y poético) se ha perdido. Algo así como perder la base por las formas.
Es particularmente curioso observar que la mayoría de gente que va de viaje se centra más en exponer sus actividades culturales por las redes, y almacenar las fotos en su móvil, que en disfrutar de la experiencia per se. Pero es que las mismas redes sociales funcionan de tal modo que la calidad de un vídeo o foto, en vez de medirse por lo sublime o creativa que es, se mida por la cantidad de me gustas que tenga, aunque el contenido sea una copia residual de otros.
También, cabe resaltar la manía creciente de engrandecer el currículum con voluntariados o prácticas que no llenan al que lo realizan, pero lo hacen exclusivamente para aumentar, estadísticamente, las probabilidades de ser contratados. Una lucha en a ver quién la tiene más grande en toda regla (perdón por la expresión).
El problema con lo digital es que ha remplazado a lo analógico, y debe estar siempre a su servicio. La experiencia del viaje debe primar sobre las fotos, el contenido, sobre los “likes”, el aprendizaje, sobre las notas, lo creativo, sobre lo memorístico.
Esto incluye a la mediación. Es evidente que la presencia física es infinitamente más compensatoria que ver a la persona por una pantalla y no sentir el tono ni captar fluidamente su comunicación no verbal.
No es que lo digital sea nefasto. Es increíble que nos podamos comunicar a miles de kilómetros y que podamos recopilar conocimiento antiquísimo y lo tengamos disponible en meros segundos. Solo que esto nunca debe sustituir a la experiencia humana física, infinitamente más real que sus representaciones por vídeos o fotos; y que, solo en excepciones (como ocurrió durante el COVID), se debe primar por lo digital.

Álvaro Tamayo Martín dijo...

Yo creo que la diferencia que me decanta a una mediación presencial frente a la on-line sería la comunicación no verbal. Simplemente hay que ver desde nuestra experiencia cómo hemos afrontado un conflicto con una persona cuando no hemos podido verla a la cara: las palabras se pueden malinterpretar, no hay tanta fluidez, no se puede apreciar tanto la comunicación no verbal y sacar los sentimientos. Pienso que es igual con una mediación. Evidentemente, la mediación no es sólamente una sesión y es cierto que habrá momentos que por falta de disponibilidad horaria se tenga que hacer on-line, hasta ahí estoy de acuerdo con que el proceso no debe estancarse. El problema, en mi opinión, es de hacer algo esporádico un hábito. Las técnicas de comunicación podrían ser más forzadas, etcétera. Ambas modalidades tienen ventajas distintas, pero si atendemos al fin de la mediación, el cual es trabajar con el otro y no contra la otra parte, la modalidad on-line puede dificultarlo un poco más.

Francisco Castro Callejas dijo...

Dada la gran variabilidad que puede tener una sesión de mediación, mi respuesta corta sería depende. En la modalidad online no sólo te abre la posibilidad de llegar a más personas y ampliar tu alcance para ofrecer tus servicios, además, a veces puede ser una ventaja el tener a ambas partes con cierta distancia, o incluso tener la tecnología a tu favor para poder dar voz de una manera ordenada, sin dar lugar a interrupciones o cortes constantes. Por otro lado, en la mediación presencial, creo que se potencia mucho más esa cercanía social, humana, lo que para mí significa, si se ha podido mediar bien, una mediación más real, más humana donde se han acercado postura y encontrado una solución en común "con mayor implicación". Por esto mi respuesta larga sería mediación presencial, sin minusvalorar ni poder desprendernos de una mediación online, personalmente considero que en la presencial las dos partes se van a tener que enfrentar a la parte más emocional y humana que les dificulta de la conciliación con la otra parte, y aunque sea una de las mayores dificultades, considero que una mediación que requiera que ambas partes se enfrentes a esto, es una mediación más consolidada y que con menor probabilidad las partes se echen atrás, una vez superadas sus diferencias o al menos acordado la solución que les une.

Mario Vera Quintero dijo...

Actualmente, con los tiempos nuevos que corren es buena opción plantearse la mediación de forma virtual, ya que tanto el mediador como las partes del conflicto, ahorrarán en tiempo en las quedadas presenciales, tendrán más facilidad de reunión, debido a que pueden reunirse y comentar asuntos a través de viodellamadas, sin necesidad de desplazarse ninguna de las partes a un lugar concreto, sino que desde su propia casa pueden entrar en contacto y exponer sus ideas y pretensiones. Estos dos puntos, ayudarán a agilizar el proceso de mediación, ya que se ahorrarán el tema de traslado a un lugar de encuentro.
Bajo mi parecer, la mediación pienso que es más efectiva de manera presencial, las relaciones humanas son más directas con menos distracciones, en el sistema digital a través de una pantalla o un teléfono móvil, llega un momento en el cual una de las personas pierde el interés, deja de estar metido en la conversación y eso equivale a mermar el avance de la mediación y no poder progresar con ello, y esto se debe, a que en un sistema digitalizado no existe de forma precisa y se pierde por el camino, la comunicación no verbal y el contacto físico, que son factores primordiales e influyen directamente en el éxito de empatizar con la persona que tenemos a nuestro lado. Al final, la mediación se apoya en esa comunicación no verbal y el acercamiento físico entro los integrantes de un conflicto, que hacen que gracias a esta método puedan empatizar con la otra persona y llegar a un punto común.
Es cuestión de valorar en cada momento lo que necesita el conflicto para que sea solucionado, hay ciertos conflictos que necesitan de la presencia física para que las partes empaticen entre ellas, pero hay otros conflictos en los que no es nesaria la presencia física para lograr este objetivo, el mediador debe ser la persona capacitada para saber elegir la mejor opción. Es cierto que un sistema digital nos permitirá resolver conflictos internacionales, sin necesidad de desplazarnos. Está claro que el futuro va encaminado a esta sistema.

María Espejo Doblas dijo...

Realmente estamos en inmersos en una sociedad cada vez más digitalizada, donde debemos de estar actualizados y adaptarnos a este cambio para progresar. Aunque para mí en la mediación, es fundamental el “cara a cara”, ya que creo que, aunque estemos desarrollados tecnológicamente cada vez más hay cosas en las cuales se debe de optar siempre que se pueda por el método tradicional. Hemos aprendido que en el proceso de mediación es muy importante la comunicación verbal, pero aún más la comunicación no verbal, y eso no nos lo da la mediación digital. Además, creo que el efecto de numerosas técnicas no tendría el mismo efecto en una mediación presencial que en digital.
Por otra parte, considero que la mediación digital nos abre muchas puertas como por ejemplo realizar una mediación con personas que viven en un país diferente al nuestro.

Paula García-Courtoy Carmona dijo...

Tras la lectura del blog semanal, concluye sacando la principal conclusión de que al fin y al cabo tanto lo digital como lo analógico es necesario en nuestra vida. Lo digital es algo que en los últimos tiempo se ha ido imponiendo a lo analógico por la rapidez y avance tecnológico que nos aporta, siendo esto el futuro cómo se nombra, pero a su vez lo analógico nos aporta algo esencial que es la flexibilidad. En la vida y por consecuente en la mediación esto es de vital importancia, ya que si nuestros pensamiento son rígidos acerca de un conflicto o nos dejamos llevar por nuestras primeras sensaciones y no profundizamos mas en ello, no estamos cumpliendo nuestro papel como profesionales. La mediación es un proceso el cual se basa en “mediar”, valga la redundancia, un conflicto o problema entre dos o mas personas por lo que en mi opinión considero que es de vital importancia que no se cierre nuestra mente a nada concreto, y ampliemos nuestro campo de visión a ambas partes. Por consecuente, con respecto a la pregunta de si considero mejor mediación online o presencial, no puedo decantarme por una en concreto aunque sí es cierto que la presencial considero que es la mejor ya que aporta más cosas que la online. Las dos aportan una manera o camino para poder encauzar el problema presentado, pero sí es cierto que en cierta parte lo virtual despersonaliza mucho. La comunicación verbal suele perderse y este considero que es uno de los aspectos más importantes en la mediación junto con la escucha activa y empatía, ya que muchas veces las personas comunicamos incluso sin hablar. Por lo tanto concluyo dicha reflexión destacando la importancia de de la modalidad virtual como una opción factible ante diversas circunstancias las cuales no podemos controlar, como puede ser el covidd que nos hizo estar en casa sin la posibilidad de la presencialidad, aunque considero que si es posible desarrollarlo en persona es la mejor opción.

Paola de Blas dijo...

Como se puede apreciar en esta entrada, tanto “lo digital” como “lo analógico” tienen sus ventajas y sus desventajas. Sin embargo, creo que también depende de la situación pues habrá veces que puede que sea más conveniente usar un sistema digital y, en otras, un sistema analógico.
Bajo mi punto de vista, la mediación de forma presencial es más adecuada que la online puesto que se pueden observar más los detalles, como la comunicación no verbal, y por tanto, actuar con más inmediatez. Esto hace que la presencialidad posea esa cualidad que hace que ese momento sea único o especial como se hacía referencia en las fotografías analógicas; por lo que, a pesar de que sea más costoso, pues puede requerir más esfuerzo y atención (espacio físico disponible, menos flexibilidad, no poder ver repeticiones…), hace que la mediación pueda fluir mejor debido a que se hace a través de un medio que puede ser más cálido y cercano para todas las personas que están tratando de llegar a un acuerdo.
Aún prefiriendo la mediación presencial, también hay que reconocer que el sistema digital aporta elementos (grabaciones, eliminación de barreras físicas…) que pueden ser de gran ayuda para que se lleve a cabo este proceso y, siendo realistas, cada vez va a haber más actividades que se hagan de manera online, pues estamos en un mundo digitalizado y esto va a provocar que tengamos que familiarizarnos con esta forma de actuar, pues posiblemente predominará en un futuro.
A modo de conclusión, diría que la vía presencial tendría que seguir siendo la preferente para los casos de mediación porque consigue aportar un valor, como he explicado anteriormente, que se puede perder si se hiciera vía online. Aún así, si se decidiera utilizar este último sistema, también sería una buena forma para intentar resolver el conflicto mas, creo que se debería tener en cuenta que no es lo mismo tratar las cosas “frente a frente” que a través de una pantalla y, por ello, habría que intentar crear ese clima de calidez que mencionaba antes para que no se viera muy perjudicada la parte humana, en cuanto a relaciones interpersonales.

Paola de Blas

Andrea Carreras dijo...

Es evidente que en la actualidad ya nos hemos adentrado en el mundo de lo virtual, con ello que ya no es todo presencial vs virtual sino una combinación de ambas. En mi opinión he de decir que prefiero llevar a cabo una mediación presencial pero no descartaría llevar casos excepcionales en los que tenga que usar el método virtual. Existen muchos casos en los que una de las partes no se encuentra viviendo en la localidad donde se encuentra el mediador y es entonces cuando debemos aprovechar estas alternativas para poder ayudar a los demás. Quiero hacer hincapié en que la vía presencial hace empatizar de una forma más natural con el otro ya que te permite eliminar muchas barreras y es uno de los puntos fuertes de la mediación la empatía.

Helena Doncel dijo...

Vivimos en una sociedad digital caracterizada por estar constantemente en contacto con la tecnología digital, ya sea internet, ordenadores, teléfonos, etc. Son muchas las ventajas que nos ofrece el mundo digital y que son útiles para la mediación. De igual manera que presencialmente, por lo que encontramos ventajas y desventajas tanto virtual como presencial. En mi opinión, no solo nos podemos cerrar a una alternativa, sino que depende de la situación se utilice un método u otro.
La mediación online puede facilitar los problemas de distancias en conflictos que no sean tan intensos. Esta situación de distancia impide que ambas partes se puedan ver porque viven muy lejos el uno del otro. Por lo que el mediador lo que debe de hacer es facilitar los medios para que lleguen a un acuerdo, siendo entonces virtualmente. El mediador debe ser un buen comunicador porque si no comunica lo mejor posible, las partes del conflicto no tendrán en cuenta la figura importante del mediador además de que se puede dar malentendidos, intentando siempre conectar con ambas partes. De manera presencial, el mediador tiene más margen si no es tan comunicativo como debería ser, ya que puede hacer uso de otras herramientas como puede ser el contacto visual, postura corporal, gestos, etc.
Además, la mediación online tiene como ventaja la rapidez y la disminución de costes. Aunque tiene la gran desventaja de todos los aspectos positivos de la mediación presencial como es el contacto entre ambas partes.
En conclusión, deben de utilizarse acorde a la situación como he nombrado anteriormente. También sería posible una alternación de ambos métodos, dependiendo de las necesidades en el momento que se genere el conflicto.

Carlota Rojo Alonso dijo...

Esta lectura nos narra la realidad de hoy en día, en la cual el mundo digital está cada vez más presente, y como bien dice el blog, tras la pandemia nos hemos metido mucho más en ese mundo.
En mi opinión, el mundo digital nos da muchas facilidades a la hora de hacer las cosas, pero para mí, la presencialidad es mejor.
Con el ejemplo de las fotos, pienso que está muy bien poder hacer todas las fotos que quieras para así tener más opciones de sacar una buena foto, pero la realidad es que no valoramos tanto el recuerdo de esas fotos como si solo hubiésemos tenido una única oportunidad.
Y en cuanto a las clases, reuniones etc. Según mi opinión, es mucho mejor la modalidad presencial ya que aparte de moverte en un espacio donde puedes socializar etc., también te permite ver de manera más compleja como interactúan las personas que tienes alrededor. Es mucho más fácil ver cómo se comporta y cómo reacciona una persona cuando la estás viendo en persona, y me parece importante saber con quién y de qué forma estas interactuando con cada persona en cada momento, y no a través de una cámara donde solo puedes ver una pequeña parte de la realidad.
Por tanto, en el caso de las mediaciones, mi idea sigue siendo la misma. Creo que, para llevar un caso de mediación, es muy importante ver físicamente a las personas que están “enfrentadas”, como reaccionan y como se comportan (comunicación no verbal) a la vez que lo que dicen. Y estos detalles, no son tan fáciles de observar mediante una videollamada.

Juan Pablo Fassanello dijo...

No es novedad y es casi un cliché decir que la digitalización y empleo de plataformas digitales para conferencias han llegado para quedarse, como Zoom o Teams, y aunque tengan sus ventajas como la flexibilidad del horario y no tener que moverse de casa para atender a una reunión a distancia, yo creo que se pierde lo más importante: la humanidad. No es lo mismo dirigirse hacia una persona de forma presencial que virtual, la primera es más auténtica, el humano puede comunicar sin tener que hablar (a través del lenguaje corporal). Refiriéndose a la mediación, creo que de ser posible debe ser siempre de manera presencial, utilizando la videoconferencia en caso de que una de las partes no pueda acudir o mismo el mediador no pueda llegar a tiempo, pero solo en caso de emergencia, como última opción.

Alejandra Pérez Guerra dijo...


En mi opinión, la mediación on-line a pesar de tener sus ventajas, tiene el gran inconveniente de que se pueden perder muchos datos interesantes acerca de los usuarios, así como es la comunicación no verbal, también muchas de las técnicas utilizadas para mediar no serán igual de efectivas o directamente no podrán utilizarse de forma on-line, ya que en muchas de las ocasiones estas resultan de la inmediatez. No obstante, para llegar a más personas como profesional, se debe de utilizar este recurso, de hecho, la sociedad está tan adaptada a las tecnologías que no creo que fuese complicado poder sobrevivir como mediador en este mundo a pesar de los inconvenientes previamente mencionados, además muchas de las técnicas se podrían adaptar a este nuevo método.
Por otro lado, como el ejemplo de los fotógrafos, probablemente a quién le apasione su trabajo como mediador, preferirá hacerlo de forma “analógica”, es decir, de la forma tradicional, así como es el “cara a cara”, a pesar de ser consciente de las otras muchas ventajas que tienen la forma “digital”.

Nuria Angulo Luque dijo...

Tras haber leído este post encuentro que la ventaja en la mediación online es la capacidad de hacerla en cualquier momento y desde cualquier lugar en el que estés, así como la facilidad que le ofrece a las personas que se encuentran más incomodas al hablar en persona.
El inconveniente por otro lado es el aspecto humano que se pierde, la posibilidad del mediador de observar gestos, miradas, todo tipo de contacto directo entre los participantes.

ana pardo dijo...

Actualmente vivimos en una comunidad digitalizada en la que se suelen destacar mas a aquellos aspectos que sean pro digitales que pro analógicos, entre ellos la flexibilidad de poder acudir a cualquier sitio, en este caso una mediación, con mayor facilidad o desde cualquier parte del mundo.
Centrándome en mi grado de Psicología, es muy importante la presencialidad por el hecho de poder apreciar más y con mayor detalle la comunicación no verbal, a la vez que crear una alianza con el sujeto de manera que sea más fácil trabajar.
Por otro lado, de manera digital, la manera y la capacidad de análisis sobre las sesiones seria mas fácil, ya que queda registrada toda la actividad en la sesión, aunque puede ser un inconveniente en el caso de que el cliente no de autorización para grabar la sesión.
En mi opinión, a pesar de la reducción de costes y la facilidad de conexión, me decantaría por una mediación presencial enfocada a un éxito mas asegurado ya que veo primordial el que nuestros clientes se sientan cómodos con nosotros, dando un aspecto de cercanía e implicación.

María Varela Pavón dijo...

En mi opinión, tal y como se ha mostrado en el blog, hay diferentes ventajas y desventajas frente a la realización de una mediación online o presencial. Evidentemente, a través de la mediación presencial se puede acceder más a la parte humana de ambas partes, pues podemos observar el lenguaje corporal completamente, ya que a través de la pantalla solo se podrá observar principalmente la expresión facial. La manera de moverse, la postura, la cercanía con la otra parte implicada, y expresiones. Sin embargo, a través de la pantalla es mucho más difícil identificar estos factores. Además, la presencialidad te permite realizar actividades más creativas; moverte por la sala, usar una pizarra, proponer una dinámica…mientras que es mas difícil hacerlo de manera online.
Por otra parte, de manera online tienes mayor accesibilidad y, por tanto, puedes prestarte a ayudar a un mayor número de personas que quieran acceder a tí pero que no puedan debido a diversas situaciones, (cambio de localidad por trabajo, los costes que implican viajar para una mediación…) Además te ahorra tiempo, ya que de manera online ocupas un mismo lugar y por lo general es más rápida la conexión y facilita ver a un mayor número de personas.
Tras analizar las ventajas y desventajas desde mi punto de vista, mi opinión es que se pueden compaginar ambas modalidades, siempre y cuando analizamos nuestro tiempo y trabajo y seamos objetivos y críticos a la hora de escoger el número de personas a las que realmente podamos ayudar. Si escogemos esta opción, debemos ser lo suficientemente éticos como para derivar aquellos casos online que no seamos capaces de solucionar debido a que la distancia sea un gran impedimento para avanzar. Nunca debemos a olvidar la variedad de casos y el gradiente de dificultades que implican.

Mª Teresa Fernández-Vivancos Collado dijo...

Es importante para la sociedad en la que vivimos que logremos adaptar todas las disciplinas a la digitalización, pero siempre manteniendo la calidad de ello. En la mediación es importante valorar la comunicación no verbal y esto se valora con mayor calidad con la presencialidad, de la forma contraria nos perdemos detalles y expresiones que lo digital no logra captar. De igual modo, es más difícil construir el entorno de cercanía y la captación de atención también se puede ver afectada.
Aún así debemos obtener lo mejor de cada modalidad y aprovecharnos de ello, puesto que en la no presencialidad gana la comodidad y la accesibilidad entre otros.
Puede por tanto que no exista una opción perfecta, y tal vez dependiendo del caso debamos adaptarnos a una u otra modalidad, o incluso fusionarlas.

Paula Cabello Saludes dijo...

Tras la lectura de este post, podemos destacar unas claras ventajas y desventajas de la virtualización de la mediación.
En cuanto a ventajas, primeramente, hay que nombrar el momento que vivimos en el que la digitalización y la virtualidad está a la orden del día, cosa que se ha potenciado a raíz de la situación de pandemia de COVID-19. Es por esto, que virtualizar las sesiones es una manera de seguir trabajando en los casos de los clientes que estén en situación de riesgo. De igual manera, en el caso de que haya partes del conflicto que no puedan asistir por cualquier motivo, como puede ser que se encuentren en otra ciudad, pueden ponerse en contacto con el mediador. Por último, cabe destacar el ahorro de tiempo y logística que tiene realizar sesiones de manera virtual.
Por otra parte, en cuanto a las desventajas, principalmente tenemos la pérdida del “contacto” directo con las partes, la cual se pierde tras una pantalla. Hay muchos factores y variables que perdemos con este método, como el lenguaje no verbal. Por último, no todo el mundo tiene los medios suficientes para conectarse a una sesión virtual.

Lucía Tinajero dijo...

Tras la lectura de este blog, me gustaría comentar que bajo mi punto de vista, que algo de imparta de manera presencial u on-line depende de muchas variables.
Además de las que se han mencionado en el caso de la cámara analógica o digital, como son el conocimiento de la persona, de la misma persona, de la intención… También influyen otras como el objetivo, lo que se quiera sacar de eso. Así como, la calidad de ambas.
En el caso de la mediación, podría decir que los pros y contras son muy parecidos a la formación a distancia o presencial. Teniendo en cuenta que, es muy importante la dinámica, la creatividad y la actitud del mediador ante su trabajo, además de la actitud de los clientes. Podríamos decir que, una ventaja de realizar la mediación de manera online es que, para una persona que reside lejos de un famoso mediador y el cual es conocido por su buen trabajo, esto sería una buena opción. Ya que a lo mejor acudiendo a un mediador de su localidad pero el cual no está dando solución al problema, resultaría un desventaja.
Para defender el otro bando, si es cierto que considero que una mediación presencial puede llegar a comunicar mucho más que de manera online. El simple hecho de ver a esa persona y sus propios gestos, te aportan información.
Además, otro punto a favor de la mediación presencial, es que la atención es muy diferente debido al contexto. No es lo mismo estar en el despacho con el mediador donde el contexto por sí mismo te ayuda a d¡saber donde estás y como tienes o debes actuar.
Lucía Tinajero.

Marta Chofles Muñoz dijo...

¿Mediación online o mediación presencial?
Respecto a esta pregunta puedo confirmar que mi elección personal sería presencial. Debido a que existn ciertas técnicas como, la empatía, la postura corporal, la comunicación no verbal y la verbal expresada que son difíciles de observar en una mediación online, mientras que en una mediación normativa presencial podrían verse con claridad.

Aunque si nos basamos en el auge y el crecimiento exponencial en el que se sitúa la digitalización de los recursos, es bastante positivo el poder contar con una formación concreta que aporte los conocimientos necesarios para poder realizar una mediación online con aquellos clientes que lo requieran, bien por lejanía, situaciones puntuales de no poder acudir a la sesión u otras casuísticas que impiden el poder realizar una mediación "cara a cara".

Aún así, contando con las ventajas y limitaciones de cada una de las modalidades de la mediación, si tuviese que decantarme por alguna de ellas, sin duda eligiría la presencial, debido a la facilidad para el registro y la aplicación de técnicas de mediación y a la cercanía que esto refleja.

Paula González Muñoz dijo...

En primer lugar, bajo mi punto de vista, me gustaría destacar que considero tanto la opción online como presencial igual de válidas aunque, es evidente, que cada una tiene sus ventajas y desventajas y que la utilización de una u otra dependerá del contexto de la situación en cada caso.
Por una parte, a favor del formato online, se destacaría, como se decía en el post, que no existe barrera geográfica, es decir, se puede interactuar con personas estén donde estén, lo que implica un mayor alcance. Además, implica una mayor comodidad e incluso flexibilidad en diferentes ocasiones.
Por la otra parte, dentro de las ventajas de la mediación presencial se encuentra un mayor despliegue del lenguaje no verbal y un trato directo que desemboca, de manera más sencilla, en una mayor cercanía.
Sin embargo, como decía anteriormente, la mejor opción dependerá de cada conflicto, por eso es importante que, aunque obviamente tengamos nuestras preferencias, nos abramos a ambos formatos para lograr los mejores resultados.

Manuel Muñoz dijo...

Después de leer este articulo y pensarlo un poco, mi opinión o mi punto de vista es muy sencillo.
Como todos sabemos, vivimos en un mundo cada vez más y más digitalizado, las relaciones sociales o de cualquier tipo que se nos ocurra ya no suceden como antes, hoy en día todo se puede hacer a través de una pantalla, pero yo me pregunto lo siguiente, ¿Donde nos deja eso? el ser humano es un ser social por naturaleza, necesita tener relaciones con los demás, necesita sentir que la otra persona esta conectada a el de alguna forma. Sinceramente, vivimos en una sociedad "intoxicada" por culpa de las pantallas, ya incluso hasta se tienen citas a través de internet. Es por ello que pienso que debemos de socializar más y fomentar mantener relaciones sociales de cara, pudiendo sentir a la otra persona o grupo de personas. Este punto de vista lo adquirí tras haber tenido las clases online durante la pandemia, todos poníamos un gran esfuerzo para poder atender y el profesor para explicar, pero la realidad es, que se hacia muy difícil para todos mantener la concentración. No surte el mismo efecto tener una conversación cara a cara que por un teléfono o por una videollamada, la presencia es crucial a la hora de entablar una relación tan importante como puede ser la mediación, ya que somos nosotros los profesionales y debemos ayudar en todo lo que podamos a que nuestros clientes den con la tecla y puedan llegar a un entendimiento y con ello brindar una solución, pero¿a través de una pantalla? no creo que surta el mismo efecto.
bien es cierto que hay casos y casos, y que poder hacerlo de forma virtual por una videollamada, facilita mucho las cosas, pero también las dificulta, ya que no podemos percibir bien a la otra persona, ni como se siente en realidad. por todo esto, me atrevo a decir que puede que la gente lo vea como un avance, pero no es mi caso, yo mas bien lo veo como un pequeño atraso.

Pablo M de la Serna Gastón dijo...


Dependiendo de qué uso le queramos dar utilizaremos una u otra. La mediación online posee ventajas en cuando a la calidez de las relaciones, en cuanto a la comprensión, el lenguaje no verbal, el tener que ir allí donde se realice la mediación y otras ventajas que se podrían equiparar a las mencionadas en cuanto a las ventajas de estudiar presencialmente.

Por el otro lado, no siempre existe la posibilidad de estar presencialmente en un sitio, si las partes quieren realizar la mediación y no tienen la capacidad para realizarla en un mismo sitio es una muy grata solución la presentada de manera digital, pero, como ya he mencionado antes, deja de lado ventajas de la presencialidad.

No existe una opción rotunda en cuando a si realizar la mediación en formato digital u online, siempre que se pueda elegiré el formato presencial y de no ser así, el online.

Lo único que añadiría al texto en cuanto a las fotografías analógicas. Es cierto que en las fotografía digitales puedes hacer cuantas quieras, pero considero que eso les hace perder, en cierta medida, parte del valor. Cuando tienes solamente la posibilidad de hacer 20 fotos, de verdad que vas a procurar que sean 20 fotos que recuerdes y las cuales guardarás con cariño, salgan de la forma que salgan (dentro de unos límites, si no se ve nada en la imagen supongo que se tirará), pero tendrá un valor añadido el hecho de tener pocas y por ello tener que seleccionar muy bien los momentos. De hacerte 1000 fotos no tendrán tanto que aportarte como esas 20 fotos

Maite Arzalluz Luque dijo...

Tal y como se ha ido mencionando a lo largo de todo el post, creo que todo tiene sus ventajas e inconvenientes. Vivimos en un mundo preparado para vivir de forma digital y online, sin ir más lejos, la pandemia nos ha demostrado que es una de las herramientas fundamentales hoy en día para que nuestra rutina tal y como la conocemos sobreviva a los posibles imprevistos. Sin embargo, cuando hablamos de elegir entre mediación online o presencial, me cuesta más ver las posibilidades que puede aportar adaptar el mundo de la mediación a las nuevas tecnologías.

Considero que la manera ideal de realizar una mediación es presencialmente, teniendo a las partes delante, para poder ver sus expresiones, sus movimientos, para que puedan sentir tu apoyo y tu ayuda de una forma mucho más real y tangible. A pesar de ello, no quita que un apoyo en lo digital y lo online pueda sernos de gran ayuda en el caso de que existan barreras a nivel geográfico o que queramos hacer cualquier tipo de consulta que resulte mas sencilla realizar a través de internet.

En definitiva, considero que se pueden realizar los dos tipos de mediación ya que creo que vivimos en un mundo lo suficientemente avanzado para que exista un espacio amplio en el que dar cabida a todas las posibilidades para que cualquier persona tenga acceso y se sienta cómoda con la mediación que está realizando.

Ahora bien, si me dieran a elegir, preferiría que todas las mediaciones de las que yo formara parte fueran presenciales en la medida de lo posible.

Jaime Peña Hernández 4to psicología dijo...

En el ejemplo de las fotografías yo lo tengo muy claro. El hecho de poder hacer 800 fotos digitales para poder elegir la mejor tiene sus ventajas, pero creo que al final estamos buscando un momento, una cara perfecta, y algo que lejos de todo es poco natural, en cambio la analógica te permite guardar ese recuerdo en concreto, pero no sabrás hasta que la reveles si ha salido bien o no, pero gana en naturalidad. Por otro lado, en la comparación con la enseñanza presencial o virtual, creo que esta nueva tiene muchas ventajas. Es verdad que pierde ese contacto directo físico con el docente, pero por otro lado, hay muchas personas que no pueden acudir a clases por diversos motivos, ya sea que tienen un problema de salud, o no tienen dinero para desplazarse a esas clases, etc. También se gana en salud mental muchas veces, ya que el estrés que supone, para alguien que viva lejos, el tener que coger dos autobuses, andar luego hasta las clases, y para volver lo mismo, sin contar que siempre cabe la posibilidad que pueda perder un bus o que no salga a su hora, creo que pese a los inconvenientes que puede tener la enseñanza online, casi todo son ventajas.

LOLA DÍEZ DÁVILA dijo...

De siempre he pensado y reflexionado acerca de si las tecnologías realmente son un avance, o todo lo contrario, un obstáculo para nuestro aprendizaje.
Después de haber vivido una pandemia y como fruto de esta un confinamiento, la vida universitaria se redujo a ver las caras a través de pantallas y a comunicarnos a través de micrófonos. Este evento nos obligó a muchos a aumentar nuestras capacidades tecnológicas, pero a su vez vimos remplazadas muchas necesidades interpersonales.
No puedo decir que la modalidad online haya disminuido mis capacidades cognitivas, pero sí que no iguala ni por asomo a todo el potencial que se llega a desarrollar en modalidad presencial.
No puede faltar el agradecimiento a que existan hoy en días las tecnologías, ya que gracias a ellas la humanidad es capaz de seguir con sus vidas incluso cuando todo está en contra, pero si debo posicionarme, creo que no posee suficientes ventajas que superes las ventajas de la importancia de la presencialidad.

Natalia Ortiz dijo...

La mediación podría hacerse desde dos formas diferentes, en primer lugar se encuentra de forma presencial en la cual hay ciertas ventajas y desventajas. Algunas de estas son, en el caso de las ventajas de la presencialidad está la posibilidad de tener un trato más cercano donde se puede analizar mejor las conductas y el lenguaje no verbal. Por otro lado, como deventaja encontramos que si debe ser presencial no cabe la posibilidad de realizar mediaciones con personas que no se encuentren en la misma ciudad o que vivan relativamente lejos, ya que generalmente la mediación consta de varias sesiones, habiendo una por semana.

En segundo lugar se encuentran las mediaciones online, en las cuales como ventaja se podría nombrar que se pueden realizar en cualquier momento y en cualquier lugar, mientras como inconveniente, al contrario de la mediación presencial, no hay una cercanía física muy necesaria en ciertas situaciones, lo cual puede dificultar el proceso en conjunto. Además en el caso de mediación online, dependemos del buen funcionamiento de las tecnologías, lo cual en ocasiones está fuera de nuestro alcance.

NATALIA ORTIZ CANTOS, SEVILLA PSICOLOGÍA

Andrea Cañero Gil dijo...

Hoy día, como se ha mencionado en el blog, todo está digitalizado. Desde hacer videollamada con tu amigo que está en la otra punta del mundo; hasta realizar la compra del supermercado desde tu móvil, en el sofá de tu casa.
La realidad va cambiando de manera exponencial, y más aún, a raíz de la pandemia. Todo tiene sus pros y contras, hay que saber adaptarse a las nuevas necesidades y demandas para sobrevivir en el mundo laboral.
Sin embargo, si tuviese que decantarme por una sola opción, creo que la mediación tiene muchas más ventajas si se realiza de forma presencial. El estar cara a cara tanto con el mediador como las partes implicadas en el problema, fomenta un clima de proximidad, la comunicación verbal y no verbal es más “palpable”, se fomenta la escucha activa, así como un compromiso por acudir y cumplir una serie de reglas y normas.
No obstante, no hay que dejar de lado las ventajas de la mediación on-line; el poder unirse con personas que viven en ciudades/países diferentes, o que llevan una vida complicada que les dificulta la movilidad, o simplemente, personas que no se sientes a gusto reuniéndose presencialmente con la otra persona implicada en el conflicto.
Creo, que es necesario adaptarse y saber combinar ambos formatos a la hora de trabajar. De este modo, se puede ofrecer mediación a todo tipo de clientes.

Andrea Cañero Gil.

Fernando Martínez-Mejías dijo...

En primer lugar, aclarar que nos encontramos en una sociedad digitalizada en la que podemos hacer cualquier cosa a través de Internet. En el caso de aplicarlo a la mediación, es cierto, que es muy útil debido a que podríamos realizar una mediación sin importar el lugar en el que se encuentren las personas, sin importar la distancia. Pero es una realidad, que en la mediación es fundamental examinar los movimientos corporales que expresan las personas, y de manera online es más difícil hacerlo, ya que en este trabajo es fundamental la comunicación no verbal. Además de lo anterior, es difícil ser cercano cuando te encuentras a través de una pantalla, físicamente sería mas fácil. Otro problema de la mediación online, sería que se puede cortar la llamada, a la hora de firmar documentos también se hace más difícil al no estar presencialmente y tener que hacer todo online, etc.
En definitiva, aunque se puede realizar la mediación de manera online, sin ningún tipo de problema y con ciertas ventajas frente a la presencial, pienso que a día de hoy la mediación se debe seguir haciendo de manera presencial ya que es más ventajoso para el mediador, los mediados y para todo el proceso.

Sara Ponce González dijo...

¿Mediaciones on-line o presenciales? ¿digitales o analógicas?
Nos encontramos en una sociedad muy avanzada, sobre todo en los últimos años, y cada vez somos más personas las que estamos en un día a día digital, donde son miles los aspectos cotidianos que tratamos con modalidad virtual embarcando miles de ámbitos.

A pesar de lo anterior mencionado, pienso que, al referirnos a mediación la mejor manera de llevarla a cabo no es de forma digital. Lo comparo con las ventajas y desventajas propuestas sobre educación. Es cierto que son muchísimos los pros sobre llevar a cabo educación virtual, eliminando barreras geográficas, diversidad de instituciones y autonomía. Pero me enfoco en la ventaja siguiente: “Entre las ventajas está, el trato con el profesorado, que es más cercano. Los alumnos tienen acceso directo al profesor a la hora de consultarle dudas o establecer tutorías con él.”

Considero esencial que el trato en la mediación sea cercano, hablar de tú a tú y poder ponerse en el lugar del otro. Barajar las diferentes opciones sobre la mesa, y llegar a un acuerdo común de forma presencial. Lo veo mucho más sencillo para las partes contrapuestas, y de forma digital el trato sería mucho más frío. Eso no quiere decir que lo usaría en casos necesarios, como personas que se encuentran a distancia y así se necesite.

SARA PONCE GONZÁLEZ

ANDREA GARCÍA JIMÉNEZ dijo...

Ante este post, no tengo un posicionamiento claro. En primer lugar, estoy de acuerdo con que el mundo ha evolucionado y que los seres humanos debemos de evolucionar con él también. También considiero que las tecnologías facilitan nuestro trabajo, nos aportan rapidez y una organización del tiempo más idónea. Pero por otro lado, no soy partidaria de que la tecnología arrase con lo humano. Desde mi experiencia, con el covid, las tecnologías facilitaron nuestro trabajo haciéndolo posible, pero el hecho de disminuir las relaciones humanas. Por último y como conclusión final pienso que todas aquellas personas que hemos decidido dedicarnos a este mundo es porque tenemos interés en las relaciones humanas, y si permitimos que la tecnología arrase con ello, sería una piedra en el camino para llegar a esas personas. Por lo que, está claro que no debemos de ignorarlo, ya que supone una ayuda, pero usarlas de manera parcial y/o mixta, donde siempre podamos conservar el entorno humano

Ana Rivas dijo...

En cuanto a la solución de conflictos refiere, siempre va a ser mejor y más cómodo el hecho de realizarlo de manera presencial, ya que con ello se solventa de una manera más rápida y reducimos los malentendidos que suelen ocurrir de manera virtual.
Además, realizándolo de manera presencial prestamos atención a la comunicación verbal y no verbal, obteniendo mayor cantidad de información que si se realiza virtualmente; no obstante, dado el momento vital en el que estamos y la reciente digitalización de las cosas, es conveniente saber manejarnos con las tecnologías para agilizar algunos procesos de la mediación, por si las circunstancias lo necesitan.

Ana Pilar Benítez Melgar dijo...

Desde mi punto de vista, para todo hay un momento y un lugar. Para la mediación y para temas sobre los que habla este post, como la enseñanza o la fotografía también. Con esto quiero llegar a que, en el siglo en el que estamos, cada día surgen nuevas necesidades que son respondidas para facilitar la vida del ser humano y es lo tecnológico y digital lo que ahora nos ayuda siendo la novedad. No por eso, hay que olvidar que antes se podía vivir sin estas "ventajas" y es importante tener en cuenta lo bueno de lo analógico.
Lo digital ha llegado con fuerza ya que nos ha enseñado que podemos hacer cosas que antes eran impensables como poder estudiar on-line en el otro lado del mundo, o poder hacer una videollamada con un familiar que no ves desde hace años por la distancia. Trae muchas ventajas en relación con la facilidad, la flexibilidad, permite poder tener decisión y tiempo para hacer más cosas, la rapidez y muchas más ventajas que conocemos.
En cambio, no hay que olvidar que lo analógico nos trae de vuelta al mundo, hace que las relaciones sean más verdaderas, más terrenales y más fáciles ya que si ocurre algo podemos solucionarlo al instante, ver la reacción del otro y sentirlo de primera mano.
Como he empezado este comentario, lo quiero acabar y es que reafirmo que para todo hay un momento y un lugar y por ejemplo, para la mediación pienso igual, dependiendo de la situación y del problema de la persona a la que medies, sus intereses o el momento en general, será preciso contar con la que mayor beneficio te pueda dar. Hay que contar con lo antiguo y lo nuevo y no olvidarse de ninguno para mejorar cada día, abrir la mente y ser adaptativos.

Marta Balonga dijo...

En mi opinión, la mediación de forma presencial tiene más ventajas ya que nos aporta un componente más cercano y está presente algo fundamental en este proceso que es la comunicación no verbal, esta comunicación permite que como mediadores podamos tener una mejor observación de aquello que no se dice, permitiendo que haya un acercamiento mayor entre las partes y el mediador, no es la misma implicación que le damos de forma presencial que online, de forma presencial permite que seamos más abiertos y expresemos mejor las cosas. Además, creo que es fundamental en la mediación que las partes se vean de forma presencial para conocer aquellos sentimientos y ver cómo se comportan cuando están en un mismo lugar.
Quiero destacar que aunque mi preferencia sea de forma presencial, la mediación online tiene grandes ventajas como es habituarse a la situaciones de algunos clientes sin tener que sacarlos de su contexto.

Enrique Olea dijo...

En el momento que nos encontramos es necesario compatibilizar ambas modalidades de mediación, puesto que estamos en un mundo globalizado, ya que considero que ambas modalidades pueden ser complementarias para llevar a cabo una mediación más eficaz.
Por ejemplo podemos alternar sesiones online, con sesiones presenciales, todo ello dependiendo del contenido de la sesión que se trate o de la disponibilidad de las partes de poder acudir al lugar donde se realice las sesiones; o a la hora de firmar los acuerdos a los que se lleguen que se puedan realizar mediante la firma electrónica, una vez que el mediador envié por correo electrónico el contrato que recoja aquellas medidas que se pactaron en las sesiones presenciales. Todo ello traería como resultado un ejercicio de la medición más cómoda y eficaz.

Maria Dolores Palacios Páez dijo...

Mi opinión en cuanto al post propuesto en esta ocasión, es que no ninguna de las dos modalidades (presencial o virtual) es mejor que la otra, ya que cada una de ellas tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Además de esto, también me gustaría destacar una cuestión y es que cada modalidad puede ser buena o mala dependiendo de la persona, es decir, para una persona que quizás es mayor y no sabe manejar las tecnologías, la modalidad virtual le sería inviable o para una persona que esté totalmente renegada a solucionar el conflicto quizás le cuesta mucho más implicarse en el proceso o al mediador se le hace más complicado que está persona exprese sus pensamientos y sus posiciones. Por otro lado, la modalidad presencial también puede tener sus desventajas ya que por ejemplo, para cualquier persona que por trabajo está siempre viajando o porque tiene a una persona dependiente en casa, le resultaría imposible asistir a una mediación presencial, por lo que la online le facilitará mucho las cosas.

Marina Moyano Muñoz dijo...

Creo que ambas pueden llegar a compenetrarse de forma que se nutran mutuamente sin necesidad de tener que distinguir una sobre la otra.
Por otra parte, aferrándome a la pregunta del comentario de esta semana, me gustaría destacar como las mediaciones on-line han ayudado mucho sobre todo en este tiempo que hemos pasado de pandemia, ya que el principal impedimento era la distancia. Pero no puedo conformarme con esta ventaja, sabiendo lo importante que es hoy en día la expresión no verbal. Pienso que decimos mucho mas con nuestros gestos o conductas que en sí con nuestras palabras, por no mencionar los malentendidos que las nuevas tecnologías están sembrando debido a las múltiples interpretaciones que puede tener un mensaje escrito sin una entonación o una expresión facial a la vez.
La comunicación es mucho más fluida, cómoda y sin lugar a dudas mucho más cercana, sin tener que estar sujetos a una red, con cortes de conexión, idas de sonido, etc.
Aun que repito, que me parece alucinante como la forma virtual a avanzado y ayudado con la distancia en las mediaciones.

Silvia María Rodríguez Carmona dijo...

Silvia María Rodríguez Carmona
¿Mediaciones online o presenciales? ¿Digitales o analógicas?
Teniendo presente el fin conciliador de la mediación, y siendo este su objetivo principal, podríamos decir que ambas modalidades serían aptas para llegar a un acuerdo. Partiendo de esta base, expondremos algunos de las ventajas/desventajas que se presentarían al seleccionar una u otra.
En relación a la mediación online ofrece flexibilidad de horarios, rapidez, comodidad, y muchas más cualidades referidas a lo digital. Sin embargo, al hablar de desventajas me surgen las siguientes cuestiones: ¿se establecen relaciones de confianzas reales?, ¿la pantalla es una barrera para la empatía?, ¿se minimizan los problemas por hablarse de manera telemática? Entre otras cosas, considero que las tecnologías nos hacen desentendernos de las personas, de la realidad, etc; por lo que una mediación online podría llegar a convertirse en un proceso en el que el mediador deje de implicarse, se convierta en algo frío y distante.
Las mediaciones presenciales aportan cercanía, dan una imagen de implicación en el proceso por parte del mediador, es un canal abierto para expresar sentimientos o emociones, etc. Es decir, las desventajas que presenta el modelo online se suplen, desde mi punto de vista, a través de la presencialidad. A su vez, es cierto que la rapidez, la facilidad para concertar citas con las dos partes, la disponibilidad de horario, etc; se ve reducida en dicha modalidad.
En mi opinión, me decanto por el modelo presencial, por la cercanía y el contacto, ya que aunque las tecnologías aportan muchas oportunidades y facilidades, no debemos olvidar el factor personal: tener en cuenta a la persona y saber transmitir nuestro compromiso con ellos.

Maria Anguís dijo...

Sobre la pregunta formulada han cuanto a realizar la mediación de forma online o presencial considero que, tras la pandemia se realizan muchas más cosas vía online y en ocasiones la comodidad es mayor ya sea por vivir lejos del centro en el que se realiza dicha mediación, por problemas de transporte, etc.
Por otro lado, creo que la esencia de hacerlo de manera presencial es mucho más significativa y efectiva debido a que, sin ir más lejos, la comunicación verbal es fundamental tanto por parte del mediador como por parte del interesado ya que nos ayuda a saber cómo guiar la intervención.
En conclusión a todo esto, creo que es muy importante adaptarnos a los avances que surgen pero sin olvidarnos de la importancia que tiene seguir manteniendo la vía presencial siempre que se pueda puesto que de no ser así, terminaríamos digitalizándolo todo y considero que nada en exceso es constructivo y menos aún en algo tan importante como es la mediación.

Manuel Jesus Romero Lopez dijo...

Con respecto al comentario de esta semana si tener que elegir entre mediación on-line o presencial, me gustaría como opinión personal la presencial, pero porque considero que hay sesiones que son importantes hacerlo presencial porque se pueden escapar detalles, el trato con la persona de cercanía, sería muy diferente a estar delante de una pantalla y que las personas se hacen más reacias o se escapan detalles que a lo mejor la persona no cuenta porque no siente la suficiente cercanía. Aún así, en el mundo de hoy, hay que adaptarse a todo y ello implica tener que realizar sesiones on-line ponerle más ganas a dichas sesiones y establecer una buena relación con la otra persona para que no exista el hecho de distanciamiento o de lejanía, también es bueno la parte digital porque te permite hablar con personas que a lo mejor no pueden acercarse a un lugar o disponer de movilidad para ello, por lo que le encuentro un pros. Como he dicho, en mi opinión prefiero lo presencial, pero estaría situado entre medias de los dos, ya que nos podemos adaptar a ambas situaciones y no encontrarle trabas a que si se da el caso de uno u otro ser un problema para la resolución de un conflicto, tenemos que darnos cuenta en encontrar virtudes hasta en estos problemas que nos puedan suponer.

Alejandro Fuentes dijo...

En relación a la mediación creo que el “cara a cara” es mejor ya que es necesario trasmitir cierta confianza durante el proceso, en cambio, a través de una pantalla sería mucho más difícil. A su vez, hay determinadas técnicas que llevamos a cabo durante la mediación como, por ejemplo, mirar a uno de los dos para que el otro lo mire y exista comunicación entre ellos que por medio de la mediación virtual no podría existir.

Raquel Pastor Ramos dijo...

Las diferencias entre la mediación online y la presencial hace que ambas sean de gran utilidad. La mediación online facilita la realización de esta a distancia, así como facilita también la comodidad de los clientes para no tener que desplazarse. Pero, por otro lado, tengo dudas de la eficacia de la mediación online, donde se puede ir un poco de las manos la mediación, ya que la figura de mediador no está presente de manera física y si las partes discuten es más complicado poner orden en el asunto. Además de manera online no es tan fácil ver las reacciones o sentimientos que expresen las partes.
A pesar de que ambas mediaciones pueden ser útiles, creo que la mediación cara a cara es mucho mas eficaz y eficiente que la mediación online, tanto a la hora de aplicar técnicas por parte del mediador como para las partes involucradas en el momento de expresarse.

Mª Rosario Cosano Cañadas dijo...

Sin duda, apostaría por la mediación presencial. Al fin y al cabo igual que en la psicología no es lo mismo ver a una persona en una pantalla que verla en carne y hueso. Principalmente es necesario para generar una relación de confianza de hacer sentir al otro escuchado y entendido. En la mediación analógica el usuario perdería mucha información no verbal del mediador como su postura, su gesticulación o su propia atención hacia lo que le está comentando. En un mundo tan digitalizado, necesitamos más contacto directo con las personas para sentirnos arropadas y entendidas. Por otro lado, bien en cierto que la mediación online puede ser útil en el caso de tener la necesidad de acudir a un profesional especializado en un área concreta que no está en la ciudad donde se reside, en este caso, se apostaría más por la profesionalidad.

Jimena de Madariaga Brujó dijo...

Tras leer el blog de esta semana, la primera idea que tengo es mirar hacia diciembre de 2019; ¿Quién nos diría a nosotros que un par de meses más tarde, prácticamente, tendríamos que asistir a nuestra universidad, de manera on-line? Que tendríamos que adaptarnos a vivir el aquí y el ahora desde una pantalla, un teléfono. También, quien nos diría que podríamos sacarnos un curso de la carrera de tal manera. Pues bien, considero que es algo que tiene sus pros y sus contras. Gracias al desarrollo tecnológico, hemos conseguido desarrollar nuestros conocimientos de una manera más adecuada, pero también cabe destacar que se han perdido muchos de los frutos que surgían de las situaciones presenciales. Una mediación cara a cara gana importancia ya que se puede considerar la comunicación no verbal; la posición corporal, las expresiones…

Maialen Malmierca dijo...

La mediación es un proceso voluntario y confidencial que se basa en la resolución de conflictos, esto se tendrá que mantener en la analógica y la virtual.

En mi opinión, la opción idónea es fundamentar la mediación en ambas elecciones: la virtual y la presencial, dándoles la posibilidad de elegir a las partes dependiendo de su preferencia y su disponibilidad.

Podemos indicar que el punto de inflexión en la sociedad fue la reciente pandemia que hemos vivido, donde los instrumentos virtuales cogieron más fuerza e impulso. Las ventajas de la mediación online se basarán fundamentalmente en el ahorro de tiempo, posibilitando el encuentro en cualquier momento y desde casi cualquier lugar puesto que, el único instrumento indispensable será el acceso a internet, esto facilitará el acuerdo cuando las partes se encuentren en puntos geográficos diferentes y el encuentro sea complicado o para cuando la movilidad suponga un coste elevado. Asimismo, cabe mencionar que en ocasiones una de las partes puede sentirse inferior a la otra y a través de la pantalla logre sentirse mucho más cómoda sintiéndose más fuerte, es decir, consiga empoderarse. Por otro lado, podemos encontrar una desventaja que sería la parte de la comunicación analógica cómo sería ver los gestos, las posturas… de las personas y eso nos lo podría facilitar la mediación presencial.

Finalmente podemos concluir afirmando que, el equilibrio entre ambas sería lo más correcto ya que los dos sistemas tienen sus ventajas y desventajas.

Blanca Jiménez de la Piedra dijo...

Actualmente estamos involucrados de lleno en el mundo digital. La tecnología avanza de manera muy veloz, y cada vez es más importante conocer cómo funciona e involucrarse en ella para no quedarnos atrás. A pesar de esto, pienso que no debemos perder la esencia de lo humano, de lo presencial.

En relación a uno de los ejemplos de la lectura, la formación digital o analógica, quiero dar mi opinión desde mi experiencia, reflejando por tanto mi conclusión de esto en el proceso de mediación.
En estos cuatro años que llevo de carrera, mi formación ha sido mitad presencial y mitad on- line (dos años de cada tipo). Uno de los dos años que recibí formación on- line, fue escogido por mi misma hacerlo de esta manera, por ventajas como el ahorro de tiempo y gasolina, y comodidad al recibir las clases desde mi casa. Esto me enseñó que nunca más volvería a tomar esta decisión. Perdí el contacto y socialización con mis compañeros, no llegaba a aprender lo mucho que me hubiera gustado... era todo mucho más frío. Por el contrario, mis compañeros que decidieron asistir presencialmente, obtuvieron unas calificaciones magníficas y se lo pasaban muy bien durante la enseñanza.

Reflejando esta experiencia en la mediación, en mi opinión este proceso debe darse de manera analógica, presencial, humana... y más si estamos tratando de resolver un conflicto entre personas, y no entre máquinas. No sólo basta con la información que queramos transmitir, sino con los gestos y la esencia. No obstante, no está de más hacer uso de lo digital de manera puntual para solucionar algún inconveniente (por ejemplo, hacerle una video llamada a un cliente si está enfermo). Pero, como futura psicóloga, soy partidaria del trato personal y de que el proceso de mediación resulta mucho más eficaz tratando mano a mano con las personas que requieren de nuestra ayuda.

Podemos utilizar la tecnología como recurso, pero no debemos perder nuestra esencia.

Ludovica Grella dijo...

la realidad que nos rodea, incluso con respecto al siglo pasado, ha evolucionado exponencialmente, modificando nuestra vida cotidiana. Tenemos infinidad de posibilidades para ponernos en contacto, no solo de forma presencial, sino también (y sobre todo) online. por tanto, si es cierto que todos estamos presentes y activos en la red, también lo es que pueden surgir conflictos en la red. ¿Es mejor resolverlos en la forma en que fueron creados, en línea, o es mejor encontrar una solución presencial? como siempre, depende de cada caso, pero en general creo que siempre es mejor tener una comparación física y real.

Eva Lozano Pizá dijo...

Actualmente, vivimos en un mundo digitalizado, en el que casi todas las personas constan de un teléfono móvil, ordenador, tablet y hasta relojes inteligentes. La gran mayoría de los aspectos de nuestra vida van de la mano de ayuda tecnológica (en el trabajo, en el colegio…). Pero, como todo en general, el avance tecnológico tiene sus ventajas e inconvenientes.
Añadiendo a lo comentado con anterioridad, la tecnología también ha llegado hasta el arte de la mediación. Los puntos a favor de los sistemas digitales y la mediación online serían su adaptabilidad, ya sea de horario, lugar… Puesto que se pueden realizar mediaciones virtuales con personas de diferentes países y regiones; lo que lleva ser una práctica más extendida y conocida. Además, esto ahorraría la movilidad tanto de los clientes, como del propio mediador/a.
Como razones en contra, destacaría la gran falta de información no-verbal que extraemos de una forma presencial. Al estar online, nos estamos pasando por alto información valiosa de nuestros clientes (miradas entre ellos, postura corporal, posición de las manos…). Asimismo, no se puede expresar la misma cercanía online que de manera presencial.
Desde mi punto de vista, prefiero las mediaciones presenciales y dejaría para el formato online pues alguna sesión informativa en la que no tengan que participar mis clientes de forma activa. Yo voto por las técnicas, la cercanía y la información que nos dan las mediaciones presenciales; aunque no por ello rechazo a las del formato online.

Bárbara Jimena Grosso dijo...

Yo personalmente siempre voy a apostar por la presencialidad de las cosas y en este caso, no será diferente. Soy consciente que cada vez más el mundo tecnológico avanza a pasos agigantados y el ser humano por generación se encuentra más preparado para ello. Por otro lado, reconozco todas las ventajas que estas aportan de manera global y a la mediación online, en este caso, como la flexibilidad horaria, la eficacia de la tarea, la reducción del tiempo y un largo etcétera. Aún así, yo me sigo postulando en el bando de la presencialidad. Para mí, hay aspectos que la metodología online no puede ofrecer de manera óptima y me resultan imprescindibles, tales como la cercanía que puedes tener con tu cliente presencialmente, la posibilidad de socializar al tener que salir de casa para ir, coger el autobús, compartir ascensor... Cualquier relación que entre ambas partes exista una dispositivo electrónico por medio, está perdiendo una parte humana. Por otro lado, un factor primordial que nos aporta la asistencia presencial es la completa comprensión del lenguaje. Como bien sabemos, existe el lenguaje verbal y no verbal, pero solo en la presencialidad podemos hacer un buen uso de este último; resulta casi imposible captar aspectos de la comunicación no verbal de tu cliente de forma virtual, simplemente por el hecho de que el campo visual no es el mismo, este es mediante una pantalla en la que solo ves una parte del conjunto de la persona. En definitiva, creo que con la correcta ejecución, ambas pueden ser igual de válidas para el sujeto y habrá quien se sienta más cómodo con una mediación online y esta le sea más efectiva y viceversa, pero personalmente, apuesto por la ejecución presencial de la mediación, en este caso, ya que para mí es muy importante la parte humana y la relación íntima y personalizada con el cliente, considerando que es la manera presencial la que puede efectuar estos valores más idóneamente.

Juliane Henrich dijo...

En mi opinión depende del contexto y también de dónde en el proceso de la mediación estamos, si sirve mejor una mediación online o presencial.

Para empezar con el proceso, si los participantes no están en el mismo lugar o en el caso de que su conflicto esté tan profundo que no soportan estar en el mismo espacio, una mediación online puede servir para dar el primer paso acercándose. 

Cuando ya hemos avanzado bastante en el proceso y tratemos de solucionar asuntos más complejos y emocionales, opino que sirve más una mediación presencial porque es más sincero. Además, es más fácil relacionarse y entender a las personas cuando están en el mismo lugar, por ejemplo, observando su comunicación non verbal.

Laura Rodríguez Gómez dijo...

Vivimos en un mundo el cual está en constante cambio, y por ello, las personas nos debemos de adaptar a él. Desde la pandemia como bien menciona el post se ha incentivado el uso online y muchas personas al conocerlo le ha resultado más práctico y cómodo que presencial.
En mi opinión, en el caso de mediación para mí sería mejor tratar con las personas cara a cara, ya que en este formato es más fácil de fijarse en aspectos como es el comportamiento no verbal de la persona. También se da la facilidad de crear una buena relación entre el mediador y el cliente. Otro aspecto que destacar sería la fiabilidad y la confianza del servicio prestado es mayor al ser un acto presencial.
No descarto la mediación online, pero para aquellos casos que no tuviera otra alternativa posible.

Irene Ruiz dijo...

Muy interesante este post como siempre. Vivimos, como bien se ha dicho, en la era de la tecnología, donde para cualquier fin u objetivo, siempre se recurrirá a un aparato electrónico para conseguirlo. Todo ello me hace reflexionar y pensar que, en la mediación, la elección entre presencial y online dependerá también del contexto.
Todas las personas vamos a elegir de primera mano realizar la mediación online, ya que, como usted bien ha nombrado, es una manera mucho más fácil, efectiva y flexible para nosotros. Pero considero que todo va a depender de cada caso, de cada objetivo a cumplir, ya que puede suceder que una de las partes no quiera comprometerse a ver a esa persona en un cara a cara, por lo que será más necesario realizar la mediación de manera online; y, por el contrario, existirán casos donde el cara a cara es la baza más importante para conseguir los objetivos marcados por ambas partes.
En el caso que he escogido, es decir, ambas opciones tanto online como presencial dependiendo del caso, mi mentalidad y mis formas de tratar y trabajar cambiarían en unas situaciones u en otras. Si la mediación es presencial voy a obtener un trato mucho más cercano para así también poder analizar sus respuestas y gestos ante las diferentes situaciones dadas. Si realizo la mediación online, deberé fijarme en otros aspectos más importantes tales cómo el habla, por ejemplo. No creo que fuera sumamente difícil adaptarme a estas situaciones dado que vivimos en la era digital, pero todo sería verme en el contexto.

Cristina Alías Laguna dijo...

En mi opinión las mediaciones on-line pueden tener muchos aspectos positivos y ventajosos para el mediador, como por ejemplo poder realizar casos de mediación en otros países. Además, casi todo el mundo ya tiene unos conocimientos informáticos necesarios para poder realizar este tipo de mediación sin ningún tipo de error.
Aunque, creo que no es un medio tan seguro como las mediaciones presenciales para la información confidencial, ya que puede ser extraviada. Asimismo, las mediaciones on – line tienen la desventaja del trato cercano entre mediador – clientes.
Por ello, yo diría que a pesar de que el mundo tecnológico este en nuestro día a día en casi todos los aspectos de nuestra vida, sería recomendable seguir eligiendo las mediaciones presenciales siempre que sea posible.

Alejandra Beltrán Simón dijo...

Personalmente pienso que en la época en la que vivimos es muy importante que todas las profesiones se actualicen digitalmente, sin perder de vista realizar el trabajo con la misma calidad.
De cara a llevar la mediación de manera presencial, se ve que cobra mucha importancia la comunicación no verbal, que de manera digital no se valoraría de la misma manera, pues nos perderíamos matices de esta. También es importante saber que de manera presencial se practica mas la cercanía y la atención del paciente que de manera virtual, se complicaría más.
En cuanto a llevar a cabo la mediación de manera digital, es más cómodo llevarla a cabo ademas de la accesibilidad de esta, pues los clientes se podrán organizar de una manera más sencilla.
Por lo que ambas opciones son validas y no se podría decir que hay una modalidad mejor que otra pues depende del caso y de las necesidades del cliente, el elegir una antes que la otra.

Alejandra Beltrán Simón

Paula Gil dijo...

Desde mi punto de vista, cada una de estas mediaciones comentadas en el post tienen sus ventajas y desventajas, por ello, me gustaría mostrar cuál es mi postura hacia cada una de ellas. Para comenzar, la mediación online nos permite atender a personas que quizás no tengan la oportunidad de acudir de manera presencial y, por otro lado, también les ahorra tiempo al poder acudir a las sesiones en el lugar que mejor les venga. Por otro lado, respecto a la mediación presencial no solo me parece importante por el hecho de comunicarte con la persona frente a frente, sino que la comunicación no verbal también es fundamental, y es algo que desde la mediación online es muy complicado de detectar, al no poder ver muchas de las reacciones físicas que tiene la persona. También creo que desde la mediación presencial es más fácil trasmitir la empatía, la escucha activa y muchas de las claves que facilitan el éxito en la mediación. Por todo ello, pienso que la mediación presencial es la mejor de las opciones y la escogería antes que a una mediación online.

Marta Lázaro dijo...

En mi opinión, siempre me he considerado una persona tradicional en cuanto a la preferencia entre online o presencial. La presencialidad, que es a lo que estamos acostumbrados, ofrece una serie de ventajas que, por desgracia, la comunicación online no puede ofrecerlo. En primer lugar, una mediación presencial permite obtener más datos sobre el conflicto o sobre las personas que desde una pantalla no podríamos obtener, como por ejemplo las emociones, lenguaje corporal, si las partes están cómodas a medida que transcurren las sesiones... Sobre todo, para mi gusto, la presencialidad nos aporta una sensación de calidez y cercanía que, para el contexto de la mediación, supone algo imprescindible para que las sesiones lleguen a buen puerto. No obstante, si me parece importante destacar muchos aspectos positivos que las nuevas tecnologías han aportado. Desde la pandemia las bajas por enfermedades y el periodo de reposo se han normalizado, por lo que si tuviéramos una sesión estando "malos", las sesiones virtuales permitirían seguir adelante. También puede suponer una reducción de gastos para las partes, en aquellos supuestos donde tuvieran que realizar un largo trayecto para acudir al despacho. Aun así, conociendo las facilidades de "la era digital", creo que la presencialidad aporta aspectos imprescindibles para lograr el mejor resultado posible.

Marta Lázaro dijo...

En mi opinión, siempre me he considerado una persona tradicional en cuanto a la preferencia entre online o presencial. La presencialidad, que es a lo que estamos acostumbrados, ofrece una serie de ventajas que, por desgracia, la comunicación online no puede ofrecerlo. En primer lugar, una mediación presencial permite obtener más datos sobre el conflicto o sobre las personas que desde una pantalla no podríamos obtener, como por ejemplo las emociones, lenguaje corporal, si las partes están cómodas a medida que transcurren las sesiones... Sobre todo, para mi gusto, la presencialidad nos aporta una sensación de calidez y cercanía que, para el contexto de la mediación, supone algo imprescindible para que las sesiones lleguen a buen puerto. No obstante, si me parece importante destacar muchos aspectos positivos que las nuevas tecnologías han aportado. Desde la pandemia las bajas por enfermedades y el periodo de reposo se han normalizado, por lo que si tuviéramos una sesión estando "malos", las sesiones virtuales permitirían seguir adelante. También puede suponer una reducción de gastos para las partes, en aquellos supuestos donde tuvieran que realizar un largo trayecto para acudir al despacho. Aun así, conociendo las facilidades de "la era digital", creo que la presencialidad aporta aspectos imprescindibles para lograr el mejor resultado posible.

Carmen Gutiérrez dijo...

Pro de la realización de mediación online:
- El uso de sistemas de mediación digitales permite la comunicación de forma rápida e instantánea en cualquier espacio y tiempo sin la necesidad de desplazarnos. Sin barreras físicas. Puede resultar útil también para personas que sean más tímidas o introvertidas, permitiéndoles una mayor libertad de expresión. Además de ser más rápida y cómoda, permitiéndonos ahorrar tiempo. Pudiendo llevar a cabo mediación en cualquier punto del mundo con cualquier otro sitio del mundo, siempre y cuando exista conexión a una red.
Contras de la realización de mediación online:
- Establecer contacto a través de la vía digital requiere una conexión la cual puede ser manipulada con mucha más facilidad que en los sistemas analógicos y sin ser conscientes de ello. Es por eso que dificulta más la comunicación, pues la comunicación no verbal, a través de la pantalla es mucho más difícil de identificar. Asimismo, pueden ocurrir problemas de conexión y no se podrían aplicar todas las herramientas comunicativas con la misma facilidad que a nivel presencial, perdiendo esa inmediatez.

Por ello, en mi opinión, al hablar de mediación, pese a que el uso de la digitalización a día de hoy, nos está facilitándonos mucho la vida, faltaría esa calidez, cercanía y comparto de mismo lugar físico y humano que evitaría alcanzar de la forma más eficaz y eficiente posible un acuerdo fructífero para todas las partes. Además, creo que incluso aunque el proceso es más cómodo, se prolonga en el tiempo debido a esas posibles pérdidas de información.

Magdalena Pericás Lechón dijo...

Hoy en día vivimos con una necesidad contante de utilizar aparatos electronicos. Pocas cosas podemos hacer sin necesidad de emplear algún tipo de tecnología que nos ayude a realizar la tarea deseada. Hemos creado una dependencia preocupante hacia la tecnología, sin embargo siguen existiendo tareas que no se pueden realizar ni hacer con aparatos electronicos. En mi punto de vista el trato personal con los individio debe de seguir siendo una práctica que se siga realizando de forma presencial. A pesar de que haya situaciones en las que sea fisicamente imposible realizar una mediación con todos los participantes presentes, en la medida de lo posible se debería procurar realizar dichas reuniones de manera presencial. En mi opinión. una mediación en persona ayuda a ambas partes a enterderse mejor y a ver como se siente la otra persona a sus quejas y solicitudes. Una mediación presencial ayuda también al mediador a ver mejor la situación en la que se encuentran ambas partes, asi como sera más fácil llegar a un acuerdo al notar la familiaridad y no tener la frialdad de realizar una mediación a través de una pantalla.

Rocío Sierra Franco dijo...


Al hilo de las últimas preguntas de este blog, me gustaría dar mi opinión.Pienso que la mediación presencial aporta muchos más beneficios que la online, ya que la relación es mucho mas cercana, puedes analizar mucho mas el comportamiento no verbal y no puede ser interrumpida. Aún así, creo que la plataforma online es muy útil si existen casos en los que no se puede dar la presencialidad, como puede ser por enfermedad o por encontrarse en otro lugar. Si estas excepciones se dan me parece correcto, pero bajo ningún concepto seria la primera opción que barajaría, ya que el servicio de la mediación es algo presencial, persona con persona y trabajando codo con codo, no a través de la pantalla.

Ana Ramos Bautista dijo...

Bajo mi punto de vista, si bien es cierto, la mediación online puede proporcional muchas ventajas de accesibilidad debido a que las partes implicadas no tendrían que moverse de sus casas o trabajos para llevarla a cabo. Sin embargo, pienso que la implicación que se adquiere en la presencialidad, si te comprometes a quedar a una hora en un sitio fijo, cerca o no de donde estés, para solventar un conflicto en el que estás envuelto es sinónimo de querer arreglar dicho problema, o al menos, querer valorar las posibles maneras de solución.
Por otro lado, de forma personal se pueden dar situaciones que por su casuística, propicien el contacto entre las partes que favorezca la vuelta a retomar un contacto más cercano y habilitado para dirigirse de una forma menos agresiva y más cordial.
Teniendo en cuenta estos factores, me atrevería a decir que la mediación analógica sería la indicada para llevar a cabo una buena mediación. Sin embargo somos personas y creo que como profesionales debemos ser flexibles a los posibles obstáculos que nos encontremos y apoyarnos en la mediación digital en aquellas ocasiones en las que a una de las partes le sea imposible asistir a la cita y la fecha no sea aplazable.

Ana Ramos Bautista

Yvonne Barrero dijo...

Vivimos en un mundo digitalizado y globalizado, lo que hace cada vez más necesaria la implementación de tecnología en la vida cotidiana. Es cierto que el formato online es más cómodo y rápido ya que no tienes que desplazarte a ningún lado ni realizar ningún esfuerzo especial. Además, realizar una mediación online, nos brinda la oportunidad de mediar con personas que se encuentran en distintas partes del mundo, lo cual es un punto a favor teniendo en cuenta el proceso de globalización en el que nos haya inmersos.
Sin embargo, es posible que una mediación presencial genere un clima más cercano, activo y resolutivo, ya que las personas se reúnen cara a cara. A pesar de que ambas modalidades presentan puntos en contra y a favor, yo me decantaría por una mediación presencial cuando sea posible y en caso de que no quedara remedio, la realizaría online. El motivo de priorizar el formato presencial es que el trato a través de una pantalla establece barreras físicas y en ocasiones deshumanizan a las personas. Sin embargo, es cierto que en un mundo dominado por la tecnología, en ocasiones se hacen necesarias las relaciones online. En este sentido, si fuera necesario hacer una mediación online, adaptaría mis herramientas a la situación y prestaría especial atención en mantener a las personas activas y colaborativas, crear un clima cercano para dejar a un lado las “barreras físicas” que establecen las pantallas.




Álvaro Rodríguez dijo...

Ante esta cuestión y teniendo en cuenta todos los argumentos del artículo, creo que no es erroneor utilizar la unión en vez de la segregación. Con esto queiro expresar que ambos estilos tienen sus ventajas y desventajas, pero uniendo ambos en el momento y con las clientes adecuados, puede mejor de gran forma la mediación.

María Padilla dijo...

Entrando en un debate de que sería mejor ¿la mediación online o presencial? habría que reflexionar al respecto.
Es verdad que la mediación online es que es mucho más cómoda para personas que tienen mayor dificultad para trasladarse, es mucho más rentable económicamente hablando y en tiempo. Siempre se tiene mayor flexibilidad siendo online.

Por otro lado, la mediación presencial facilita la cercanía entre el mediador y las personas que acudan, permite un contacto mucho más directo más del tú a tú. Al estar presencialmente nos permite emplear técnicas cómo establecer el rapport y la empatía con el cliente. También podemos observar muchas cosas en una sesión presencial cómo es la comunicación no verbal que resulta mucho más importante que la verbal.

Miriam Gómez Martín dijo...

El avance de las tecnologías hoy en día es evidente y es lo que nos hace cuestionarnos su validez en diferentes ámbitos como puede ser el de la educación o la mediación.

Por una parte, considero que realizar una mediación online tiene muchas ventajas.
Por un lado, la adaptabilidad. El hecho de poder hacerlo virtual aumenta la posibilidad de que cualquiera, hasta aquellos que no viven en tu misma ciudad, puedan asistir teniendo a su vez una franja horaria más flexible al no tener que ir a ningún lado para que se lleve a cabo.
Por otro lado, ayuda a que aumente la fluidez en el caso de que a la persona le genere cierto nerviosismo encontrarse cara a cara con la persona por la que acuden a la mediación haciendo, de esta manera, que pueda expresarse mejor y que sus opiniones sean más transparentes.
No obstante, al mismo tiempo, considero que tiene múltiples desventajas que gozan de ventaja para la mediación presencial.

En primer lugar, no todo el mundo tiene un buen acceso a internet o directamente por asuntos económicos no disponen de un dispositivo desde el cual poder conectarse de manera virtual. Además, pienso que la pantalla es una barrera donde se quedan atrapadas muchas cosas que perdemos no haciéndolo presencialmente como, por ejemplo, la postura corporal. El lenguaje corporal de la persona es crucial y nos aporta muchísima información sobre ella y la situación.
De forma online, valorar el lenguaje corporal se hace más complicado.
Por otro lado diría que hay múltiples técnicas que se perderían, por ejemplo, cuando una de las partes nos está comentando su opinión y nosotros miramos a la otra persona al mismo tiempo para que llegue un momento en que sean ellos quienes se miren y se hablen. Virtualmente esto es muy complicado conseguirlo y por complicado que pueda suponerle a la persona, el que sea ellos quienes mirándose y escuchándose lleguen a un acuerdo es fundamental.

En definitiva, siendo consciente de que ambas modalidades tienen ventajas y desventajas, si tuviera que posicionarme me posicionaría más a favor de la mediación presencial.

Pablo Flores López dijo...

La crítica a la modalidad digital en todos los sentidos es muy criticada en comparación a la analógica, supongo que la gran mayoría estaremos todos de acuerdo en que la analógica es mucho más efectiva, más emocional, más directa o más palpable si queremos definirla desde distintos puntos de vista. Pero creo que debemos asumir que el mundo evoluciona, y la era digital es una realidad. Pienso que no le damos todo el uso que podríamos darle a las nuevas tecnologías, en una mediación de forma analógica, física, empleamos todos los recursos posibles, organizamos la sesión para la que los clientes puedan acudir personalmente al lugar en un horario que les venga bien, teniendo estos que ver como desplazarse o como tener un despacho por el que se paga luz, material de oficina, muebles, etc. Sin embargo para la modalidad digital usamos el ordenador que compramos hace 7 años, con una cámara que ni siquiera sabíamos que existía, un circulito en el borde superior de la pantalla, instalamos el primer programa gratuito que tengamos a mano y adelante con la modalidad digital. Me recuerda a algo así como a lo que mi padre llama reguetón, "eso no vale para nada, la música de ahora ya no es lo que era". Pues por qué no comprar una webcam en condiciones, un equipo de sonido con unos buenos altavoces y dedicar un espacio como una habitación para este tipo de llamadas totalmente preparada con proyector para emitir la imagen en la llamada, y un programa que usemos para la videollamada no sea el primero que aparezca en el blog llamado "mejores programas videollamadas 2022".

Gloria Díaz Moriilo dijo...

Es verdad que hoy en día el sistema digital ha avanzado mucho y nos ofrece muchas ventajas como se ha ido nombrando a lo largo del texto. Pero, aun así, considero que el sistema analógico es más adecuado y optimo para una mediación eficiente. Una mediación de forma presencial nos permite ser más cercanos, así como procesar la información en tiempo real para obtener mayor calidad del trabajo. Es verdad, que a través del sistema digital podríamos almacenar mucha más cantidad de información, pero esa información estaría en peligro, debido a que al estar en la nube podría manipularse fácilmente, aspecto que en lo analógico no pasaría.

Aunque no este “a la moda” por pensar que el sistema analógico es más funcional y útil para la mediación, en un mundo en el que las tecnologías se han convertido en nuestro compañero, considero que con la forma presencial se disfruta más del proceso y de los hechos, además de un mayor contacto y mejor comunicación ya que se establece un contacto directo.

Guadalupe del Junco Ollero dijo...

Personalmente no considero que haya mucho debate por mi parte en esta cuestión, me decanto sin duda por la mediación presencial, si bien es cierto que actualmente vivimos en un mundo mucho más globalizado y conectado y que esto nos ha ofrecido oportunidades muy útiles, como por ejemplo, derribar las fronteras de la comunicación, a mi parecer, también ha creado cimientos y un nuevo muro que dificulta dicha comunicación. Aunque existen labores cuya digitalización ha resultado beneficiosa y ha conseguido optimizar los procesos y brindar nuevas oportunidades, creo que existen profesiones que precisan de más cercanía humana, y una de ellas es la de la figura del mediador, ya no sólo porque los clientes vengan con una casuística que influye en sus emociones y que es relevante para sus vidas, sino porque una de las principales desventajas a la hora de digitalizar un proceso en el que el análisis de la comunicación es fundamental es la pérdida asociada a la comunicación no verbal, además de malentendidos. Creo que el uso de las tecnologías en este tipo de oficios crea distancia, y una pérdida de información contextual, sin la cual las interpretaciones se ven distorsionadas o incompletas. Entiendo los beneficios asociados al uso de las tecnologías en la mediación: Existe un ahorro de costes generales, mayor comodidad, flexibilidad, incluso la oportunidad de analizar ciertos aspectos más detalladamente si el cliente te autoriza a grabar la sesión, también se puede mediar conflictos que se encuentren fuera de la ciudad dónde se ejerce... y un sinfín de beneficios, pero a mi parecer, no lo suficientemente valiosos como para suplir la pérdida asociada.

Francisca María Marchal Gallardo dijo...

Desde mi punto de vista, al cual he llegado tras la lectura del post de esta semana, he podido observar ciertas ventajas y desventajas de cada una de las posibilidades, aunque para mí las dos son necesarias y útiles a la hora de llevar a cabo muchos de los procesos de nuestra vida diaria.

Centrandonos en la mediación, podríamos hablar de múltiples ventajas en el caso, tanto de la visión analógica como la digital.
En cuanto a la analógica se trata, esta podría tener como ventajas más referentes y visibles el acercamiento y, por tanto, el ambiente calido que se ha de producir en una sesión de mediación, ya que en este ha de ser notable la visión empatica del mediador y la visión de un entendimiento de los distintos clientes. Por otro lado, cabe destacar como otra ventaja notoria el poder tener en cuenta el lenguaje no verbal, que en la mayoría de veces está muy presente y facilita mucho el entendimiento de las partes, ya que con sus gestos u expresiones son capaces en la mayoría de las veces de expresar incluso más que con el lenguaje verbal.

Tratando sobre las ventajas de la mediación online, está tendria una muy notable, que sería el poder llevar a cabo un proceso de mediación en cualquier punto del mundo y entre personas que a su misma vez no se encuentren cercanas en cuanto a residencia, o cuya asistencia presencial a un mismo espacio con la parte enfrentada, no sea de su comodidez.
Por otra parte y como ventaja de la mediación online, encontraría el poder llevar a cabo un proceso no agradable o conflictivo, desde un área comoda y confortable como es una elegida por nosotros mismos, como por ejemplo nuestro propio salón o incluso nuestro dormirorio y, por lo tanto, encontrarnos más comodos para llevar a cabo dicho proceso, favoreciendo esto el proceso de mediación.

Desde mi propia visión, aunque las dos sean completamente necesarias y válidas, me es más confortable tratar con la mediación presencial, ya que nuestro trabajo es llegar a la resolución de los conflictos que se nos presentan en el despacho, y no veo mejor manera de llegar a una solución que el hablar y empatizar con el contrario, llegar a conseguir esto que con la escucha activa y el poder tener en cuenta el lenguaje no verbal de la persona que tenemos enfrente, lo cual nos ayuda en gran parte a llegar a la resolución de nuestros conflictos.

MARTA BARCO dijo...

Bajo mi punto de vista, a pesar de encontrarnos en la era de la tecnología, una mediación tendría resultados más positivos presencialmente, a pesar de que ambas modalidades cuentan con ventajas y desventajas.
En primer lugar, trataremos la modalidad online. Las ventajas que tiene la misma son múltiples. Es un formato rápido y cómodo, debido a que se puede realizar el proceso sin necesidad de desplazarse, basta con encender un dispositivo electrónico.
Por otro lado, la modalidad presencial cuenta a su vez con numerosas ventajas. Se trata de una forma de mediación cercana y activa. Además, no existen barreras físicas entre los integrantes de la misma, lo cual, bajo mi punto de vista, dificultaría un acercamiento hacia la búsqueda de una solución equitativa para ambas partes.
Por lo tanto, considero que una mediación presencial puede tener resultados más favorables. No obstante, siempre que no haya otro remedio, una mediación online puede ser mejor solución antes que no solucionar el problema

Ignacio Solís dijo...

En mi opinión, no hay un gran debate respecto a esto, la metodología presencial te permite experimentar cualquier detalle, aspectos de la comunicación no verbal que pasarían completamente desapercibidos haciendo uso de la metodología virtual. A su vez, la probabilidad de que aparezcan malentendidos o generar cualquier conflicto es mucho más fácil de encontrar aplicando una metodología virtual.
No obstante, las tecnologías de la actualidad presentan muchas ventajas y aportan numerosas facilidades para prácticamente cualquier tipo de estudiante, ya sea joven o adulto, se encuentre trabajando y necesite de horarios más flexibles, y también para personas que no disponen de recursos o medios para asistir a clases, es sin duda alguna, la mejor de las opciones.

Ignacio Solís dijo...

En mi opinión, no hay un gran debate respecto a esto, la metodología presencial te permite experimentar cualquier detalle, aspectos de la comunicación no verbal que pasarían completamente desapercibidos haciendo uso de la metodología virtual. A su vez, la probabilidad de que aparezcan malentendidos o generar cualquier conflicto es mucho más fácil de encontrar aplicando una metodología virtual.
No obstante, las tecnologías de la actualidad presentan muchas ventajas y aportan numerosas facilidades para prácticamente cualquier tipo de estudiante, ya sea joven o adulto, se encuentre trabajando y necesite de horarios más flexibles, y también para personas que no disponen de recursos o medios para asistir a clases, es sin duda alguna, la mejor de las opciones.

Julia Chamorro Salas dijo...

Bien es cierto que existen varios puntos a favor y en contra de cada modalidad de mediación, sin embargo, tengo muy clara mi opinión. De manera objetiva, en la actualidad es fácil que todo se realice mediante aparatos electrónicos, como ya se ha implantado el teletrabajo. Por ello, no me sorprendería que, a pesar de ser actualmente una opción, se establezca el teletrabajo de forma permanente, en algunos tipos de trabajo claro. Ello ayudaría a trabajar a mayor velocidad (eliminando el tiempo de transporte y pudiendo adecuar más el horario a cada individuo: se tendría más horas de sueño, por ejemplo). Este punto ayudaría a hacer más eficiente dicha modalidad. Por otro lado, las tecnologías tienen su lado oscuro, donde se almacena TODO tipo de información, pudiéndose tergiversar y compartir algo que no se desea.
En cuanto al formato analógico, es algo que ha estado funcionando durante toda la vida y ayuda a crear y mantener relaciones más humanas, donde se controla la distancia personal e inmediatez, entre otras cosas.
En mi opinión, creo que se podrían unir ambas modalidades, pero me gustaría que predominase la analógica. Al fin y al cabo, la tecnología ha sido un enorme avance para la humanidad, pero cada vez más personas se aislan con estas y se están perdiendo costumbres antiguas: antiguamente, yo baja al patio de mi edificio y jugaba con una pelota; ahora, los niños quedan para estar con los móviles y apenas se echan cuenta. Por esto, la mediación creo que daría mejores resultados si hay cierto acercamiento humano, donde los mediados pueden sentir la calidez tanto de la otra parte como del mediador. Siento que tener sesiones mediante una pantalla es algo frío y, al fin y al cabo, a pesar de todas las actualizaciones tecnológicas, el internet siempre puede fallar y haber dificultades en la conexión, como aquellos individuos que no manejan bien la electrónica. Además, en una mediación se necesita crear cierta relación “cercana”a la par que profesional, lo que, a través de una pantalla, considero difícil o imposible. Sin embargo, sí veo útil utilizar determinados dispositivos como grabadoras de audio para, después de las sesiones, poder reescuchar las conversaciones y poder ir más preparados a la próxima reunión con los mediados.

JULIA CHAMORRO SALAS

Ana de la Morena Ontalba dijo...

Principalmente, en el texto se hace una diferenciación entre las ventajas y desventajas de la mediación, siguiendo tanto el sistema analógico como el digital.
Desde mi punto de vista, es indiscutible la eficacia que el sistema digital en cuanto se refiere a rapidez, y la facilidad que tiene a la hora de recurrir a la información para poder trabajar con los diferentes aspectos que se quieren conseguir. Pero, tal y como se menciona en el artículo, existen ciertas dificultades que pueden presentarse mediante este método.
Personalmente, considero que los objetivos que persigue el proceso de mediación, se persiguen mediante diferentes habilidades o competencias, como son la empatía, la escucha activa, la comunicación no verbal, etc., se obtienen en mayor y mejor medida desde una perspectiva más analógica. Con esto, relaciono este método, con la educación y formación de forma presencial. De alguna manera, permite comprender toda la información que pueda acompañarse de forma complementaria, con la comunicación no verbal.
Después de todo, observando como cada metodología tiene tanto sus ventajas como desventajas, y cómo la tecnología está avanzando cada vez más, puede presentarse una forma en la que se complementen ambas perspectivas.
Sin embargo, en mi opinión, es mucho más beneficiosa en muchos aspectos, la mediación presencial por las ventajas que se han presentado.

Clara Cerón Larrubia dijo...

A día de hoy en el siglo XXI vivimos en un mundo que está digitalizado (al menos el primer mundo). Ya las noticias están en las apps, las personas famosas surgen de las redes sociales, los debates surgen en redes sociales, películas, series y música cada vez se consumen menos de forma presencial/física porque está la facilidad de los sistemas digitales. Si se utilizan bien, son un gran aporte de información a mano, todos podríamos ser más cultos y tener al alcance cosas que antes quizás no se podían tener.

A favor de la mediación online diré que realmente tiene mucho más alcance a nivel nacional o internacional, también de comodidad, flexibilidad, cero movilidad, menos gastos...
En contra diré que realmente no es lo mismo, creo que no se entablaría el mismo tipo de relación con el mediador al contrario que si fuera en persona debido a que en mi opinión sería más fría. También creo que el hecho de no ver a la persona con la que tienes el problema hace que no quieras tener un acercamiento o determinar un acuerdo de forma más simple o más a corto plazo como lo haría la presencialidad.

Creo que en este ámbito está bien tener las dos opciones en cuenta por si en algún caso se necesita, pero en mi opinión siempre la presencialidad creo que traería unos resultados más rápidos y con un mejor mantenimiento.

Paula De Santa Ana Laureano dijo...

Si trasladamos este eterno debate al ámbito de la mediación, creo que, al igual que pasa con las demás cosas que se discuten en este post, habría y hay muchas diversas opiniones.
Personalmente, veo las ventajas de ambas, pero propongo una alternativa que no excluya a ninguna de las dos, es decir, de usar cada una según las circunstancias, e incluso combinarlas si fuese beneficioso para el caso que se estuviese tratando. Desarrollando un poco más esta idea, podríamos por ejemplo hablar de una mediación en la que la parte solicitante contacta con nosotros de manera presencial por un problema que tiene con alguien con quien conseguimos contactar más adelante y sí que puede acudir de la misma manera, pero se habla en la conversación de una tercera parte que resulta vital para llegar a un acuerdo y esta vive lejos, por lo que se decide contactar con ella a través de videollamada.
En este ejemplo, podemos ver como tendríamos, por un lado, lo bueno de tratar con las partes de manera presencial, siendo esto más cercano, más personal y también permitiéndonos mantener esa variable de comunicación no verbal que tan importante es y tanto transmite, pero a la vez también tenemos esa oportunidad de contactar con una persona crucial con la que no podríamos dar si no fuera virtualmente.
Por tanto, aunque quizás, bajo mi punto de vista, sería conveniente que, dentro de lo posible, se llevara a cabo de manera presencial, abogaría por una combinación de ambas de la manera en que más beneficios suponga para cada situación.

Anónimo dijo...

Actualmente, vivimos en un mundo una sociedad absorbida por la tecnología. Absolutamente todo ahora es moderno, es más, hasta distintos puestos de trabajo han sido desplazados por robots y máquinas complejas. Sin embargo, es innegable el hecho de que estos avances nos permiten tener más facilidades en nuestros empleos. Desde el COVID todo se ha digitalizado de una manera feroz y durante el confinamiento las mediaciones debían de ser online. Personalmente opino que es mejor que sea personal, ya que tener cerca a alguien que te escuche, mire y al que puedas presenciar es mucho mejor que verlo a través de una pantalla. Es más cálido estar en persona que a través de internet. No niego que sea más cómodo, pero si pienso que es perjudicial para la profesión. Puede que para algunas partes del trabajo sea más cómodo, pero en lo verdaderamente importante, en escuchar a la persona es fundamental estar ahí y que el cliente vea que estamos ahí.

Bárbara Alarcón Medina dijo...

Actualmente, vivimos en un mundo una sociedad absorbida por la tecnología. Absolutamente todo ahora es moderno, es más, hasta distintos puestos de trabajo han sido desplazados por robots y máquinas complejas. Sin embargo, es innegable el hecho de que estos avances nos permiten tener más facilidades en nuestros empleos. Desde el COVID todo se ha digitalizado de una manera feroz y durante el confinamiento las mediaciones debían de ser online. Personalmente opino que es mejor que sea personal, ya que tener cerca a alguien que te escuche, mire y al que puedas presenciar es mucho mejor que verlo a través de una pantalla. Es más cálido estar en persona que a través de internet. No niego que sea más cómodo, pero si pienso que es perjudicial para la profesión. Puede que para algunas partes del trabajo sea más cómodo, pero en lo verdaderamente importante, en escuchar a la persona es fundamental estar ahí y que el cliente vea que estamos ahí.

sara arroyo dijo...

Creo que todos llegamos a la conclusión de que la mediación es un método pensado para que sea presencial por su carácter comunicativo. Se hace bastante complicado expresar una idea de manera virtual puesto que se pierde mucha información relacionada con la comunicación no verbal y la inmediatez.
Sin embargo, algunos casos requieren el uso de mediación online, y debemos de admitir que quizás esto haga posible llegar a acuerdos en casos que de otra manera no serían posibles, ya sea por distancia, por tiempo, por dinero o por cualquier otro motivo en el que exista una imposibilidad por parte de alguna de las personas que están involucradas en la sesión de mediación.

Marta Sánchez Arnaiz dijo...

No creo que haya una respuesta clara sobre qué es mejor, en mi opinión lo ideal es saber aprovechar las ventajas que nos pueden proporcionar las dos opciones, lo analógico y lo virtual. Lo analógico nos da la oportunidad de hacer todo más humano, sentir esa cercanía y poner en marcha nuestros sentidos. Sin embargo, lo digital nos brinda poder organizar y administrar los datos más fácil y rápidamente. Por ello, hay que hacer un buen uso de las dos alternativas y saber aprovecharlas de tal manera que no sea un debate entre elegir una u otra, sino que sean complementarias.

Anónimo dijo...

Personalmente, no considero que sea necesario decidir entre ambas ya que creo que sería factible ofrecer los dos tipos de mediación siempre y cuando podamos garantizar que el servicio tanto de una forma como la otra tiene la calidad necesaria y que no pierde por estar realizándose en ese formato concreto.

De esta manera creo que para sobrevivir en ambos mundos sería necesario tener la agenda muy bien planificada y con citas espaciadas para evitar “llegar tarde” a las reuniones online, estar formado en competencias digitales así como tener el equipo que una mediación online requiere, además de todos los documentos tanto para poder compartirlos de forma presencial como vía internet. Otra de las cuestiones que creo imprescindible es el conocimiento sobre cómo transmitir con expresiones faciales y gestos la confianza necesaria como para que, a través de la pantalla, sean capaces de dejar en nuestras manos conflictos que les están generando tanto malestar.

María Calleja Delgado

María Belén Pérez dijo...

Desde mi punto de vista, a través de una mediación online no se puede observar de manera adecuada la comunicación no verbal, siendo esta de gran relevancia en el proceso de mediación. De la misma manera, también se pierde la inmediatez, y con posibilidad de una comunicación cortada.
Hay que admitir que la digitalización nos aporta muchas ventajas, entre ellas la no existencia de barreras ni fronteras, siendo esto muy importante para aquellos casos en los que no sea posible una mediación presencial, no siendo necesario el desplazamiento, a su vez, también se ahorra en gastos y tiempo.
Con ello, y en mi opinión, elegiría la mediación presencial siempre que pueda esta llevarse a cabo, en combinación de una mediación online para aquellos casos en los que no sea posible la presencial.

Blanca Linares dijo...

Es complicado elegir entre un método online o presencial, ya que a lo largo de los años hemos podido experimentar como las tecnologías han mejorado nuestra calidad de vida. En el caso de la mediación, desde mi punto de vista, es importante no solo tener en cuenta factores como la solución del problema, sino la percepción de cada persona ante el problema. Para que esto último se pueda percibir de buena manera, es importante tener en cuenta la comunicación de cada persona, cosa que de manera online es muy difícil percibir. Aunque es factor es sale muy perjudicado a la hora de hacer mediaciones online, hay muchos otros beneficiosos como podría ser la accesibilidad a mayor número de personas, ya que no sería necesario el desplazamiento de las mismas. Pienso que las tecnologías tienen un límite, y este podría ser uno de ellos ya que a mi parecer no hay cosa más importante a la hora de mediar como la comunicación verbal y la manera que se empatiza de manera presencial. Blanca Linares Urrutia

Diego Romero Otaño dijo...

Leyendo acerca de lo analógico y lo digital no paro de acordarme de una asignatura que asignatura de la comunicación en la que nos hablan de los axiomas del lenguaje, existiendo uno específico llamado comunicación digital y comunicación analógica, que se asemeja a lo que trata el texto, al menos a mi parecer. Esta trata como la comunicación digital es el uso de las palabras, códigos para contener la información, mientras que lo analógico es todo lo demás, la velocidad de habla, el tono, la intensidad; continuos de la persona al comunicarse y que son propios de cada uno de nosotros. Con respecto al tema de las clases, me agrada que no exista opción correctas, ambas son válidas y cada una con sus ventajas y desventajas. Yo por lo personal, me quedo con las presenciales, pero por motivos más de como soy y mis gustos, no porque sea mejor. Con respecto a la mediación online, creo que me pasa lo mismo, prefiero presencial por mis preferencias, pero aquí entran en juegos los mediados, que considero que es clave que ellos escojan el método que prefieran, ya que considero vital que se encuentren lo más cómodos posibles para la mediación. Por ende, procuraría realizar la mediación de forma presencial en la medida de lo posible y del interés de los mediados.

Francisco Porras Benítez dijo...

En primer lugar, gracias por el comentario.

Pienso que antes de contestar a la pregunta que se nos hace: “¿mediaciones on-line o presenciales? ¿Digitales o analógicas?”; habría que puntualizar que no por ser presenciales se elimina todo elemento digital, pues pueden usarse en la misma consulta o despacho elementos de tecnología moderna que faciliten o amplíen la mediación.

Bajo mi punto de vista, siempre que sea posible se debería intentar con una mediación presencial, pues creo que tiene muchas implicaciones y diferencias con respecto a la mediación online. En la mediación presencial, el simple hecho de la presencia continuada de las partes en la consulta es síntoma de compromiso; además el hecho de que ambas partes se hallen presentes creo que puede hacer afrontar los problemas de una forma más real que en el caso de hallarse “protegidos” detrás de la pantalla.

Todo esto sin menospreciar la huella de lo digital, de enorme practicidad, y que puede servir de ayuda tanto como origen de la mediación puramente digital u online, como siendo una ayuda o abriendo distintas vías de interacción o técnicas posibles de mediación.

Mi conclusión es que, sin ser ambas vías excluyentes, digital y presencial, la mediación presencial tiene un alcance en el trato de las personas (las partes) que la mediación puramente digital no alcanza, pero que siempre que sea posible aprovechar al mismo tiempo las cosas buenas de ambas esta sería la mediación de mayor calidad.

Rafael Civico Ibañez dijo...

Tras la lectura del blog semanal en la que se plantea la pregunta sobre si es más útil la realización online o presencial de los procesos de mediación, podemos plantear que, como en todos los casos que se han ido exponiendo en el texto, cada modalidad presenta una serie de ventajas y desventajas que son importantes considerar antes de decantarnos por alguna de estas modalidades.
En primer lugar, la modalidad online presenta una serie de ventajas como pueden ser la eliminación de las barreras que supone la distancia geográfica, así como la rapidez a la hora de ejecutar las técnicas derivadas del proceso de mediación. Sin embargo, presenta también una serie de desventajas, las cuales se asocian a un menor contacto entre mediador y mediados, lo cual puede generar que la relación que se establece entre estos durante el proceso no sea la óptima.
Por otra parte, la modalidad presencial presenta una serie de ventajas relacionadas precisamente con esta relación que se establece entre las partes del proceso, la cual puede ser mucho más productiva a través de estas sesiones presenciales. Sin embargo, esta modalidad sigue presentando las desventajas asociadas a que todas las reuniones deban realizarse en el lugar físico donde las partes puedan encontrarse, es decir, requieren una mayor cantidad de tiempo y esfuerzo a la hora de encontrarse y de realizar el proceso.
Como conclusión, considero que lo ideal sería realizar un proceso de mediación que incluya ambas modalidades, de tal manera que se pueda obtener el mayor número de ventajas derivadas de cada modalidad, reduciendo en la medida de lo posible las desventajas que cada una de ellas ofrece.

Pablo Sánchez Pineda dijo...

Excelente blog acerca de un debate que adquiere más importancia a medida que avanza el tiempo. La competencia digital-analógica es algo inevitable en la era digital en la que vivimos hoy en día, en la que lo digital poco a poco le va ganando el terreno a lo "tradicional", además, la llegada del Covid-19 produjo la adaptación y aceleración digital de muchos sectores que no estaban familiarizados con ella.
Trasladando esto a la profesión del mediador, mi postura no se inclina más por ninguna de las dos partes. En mi opinión, ¿Por qué elegir entre dos posturas de las cuales podemos sacar jugosos beneficios de cada una de ella?. Tenemos la oportunidad de vivir en una época que nos permite trabajar con los beneficios de los métodos tradicionales, como pueden ser la humanización del proceso mediativo, lecturas más profundas del lenguaje verbal y/o no verbal..., además de los beneficios de los métodos más novedosos capaces de saltar barreras como la localización geográfica, la limitación de recursos, etcétera.
Es por esto que para mi, la solución perfecta sería aprovechar las ventajas de estos dos formas de mediación, combinándolas alternativamente para asegurar la máxima eficacia y eficiencia en el proceso de mediación.

María Dolores Rodríguez Serrano dijo...

Considero que la mediación siempre va a ser mejor de manera presencial. En ambas partes se produciran mil maneras de comunicación tanto verbal como no verbal, y nosotros como mediadores debemos estar atentos a estar señales porque pueden proporcionarnos gran cantidad de información sobre el caso o lo que cada cliente pide o necesita. Por ejemplo, la posición de cada uno, o el hecho de que puedan mirarse entre ellos, entre otras. Esta última cuestión sería imposible en una mediación online, además de que la comunicación se haría mucho más fría y distante, lo que va a dificultar el entendimiento entre ambas partes y la alianza o la relación de confianza entre las partes y el mediador.

Patricia Beltrán dijo...

En los tiempos actuales tenemos múltiples símiles en cuanto a medios digitales y analógicos con la mediación. En primer lugar me gustaría hablar sobre ambos tipos de fotografía: desde mi punto de vista, la fotografía analógica es más valiosa que la digital , ya no solo por el valor de la antigüedad y la estética de estas fotos tan vintage, si no por la naturalidad de éstas, por el esfuerzo de que la foto salga bien al tener menos oportunidades. Creo que la fotografía analógica nos lleva a esforzarnos y valorar esas fotos, al ver que el número de oportunidades es limitado. Además, el precio de la revelación, hacen que podamos verlas con mucho más valor. Podría decirse que lo mismo pasa con la educación online y presencial;l a educación presencial te obliga a estar realmente presente, por lo que aunque no queramos, nos encontramos en un mismo contexto en el que como mínimo estamos oyendo al hablante. Si es cierto, que gracias a los medios digitales podemos tener cierto apoyo en plataformas como moodle, que hoy en día constituyen una gran ayuda en cuanto a herramientas de estudio.
Exactamente lo mismo ocurre en la mediación, debemos de dar gracias a los medios digitales que nos facilitan el trabajo, pero no radicalizar la mediación a un contexto únicamente digital. La mediación presencial es la más acertada, puesto que ambas partes deben verse mutuamente, están forzadas a verse las caras, por lo que es un facilitador de la comunicación. Además, estas personas presentes, se implicarán mucho más al tener que realizar el esfuerzo de sacar tiempo para desplazarse hasta el centro de mediación. Igualmente el mediador tiene la oportunidad de mostrar mayor calidez y empatía. Pero, sobretodo, la persona que realiza una mediación presencial está pagando no solo con dinero, si no con un mayor número de tiempo; puede haya personas que no le importe el dinero que necesiten invertir en la mediación, pero garantizo que el tiempo es una moneda muy valiosa que todos intentarán ahorrarse, por ello en la mediación presencial se esforzarán para ello.

Laura Ortega Fernández dijo...

Con respecto a esta entrada en el blog, mi opinión al respecto es que lo analógico y lo digital tienen sus pros y sus contras, ninguno es peor que el otro. Pero en cuanto a la mediación, está claro que tener el contacto cara a cara es mucho mejor que no tenerlo, tener la calidez humana es mejor a no tenerla, y aunque se tenga por medio de una pantalla, no es lo mismo. Cada vez avanzamos más cómo sociedad y por ende las tecnologías también, y en multitud de ocasiones son herramientas muy útiles. Sin embargo, la comunicación no fluye de la misma manera en las dos, la comunicación verbal y la no verbal no serían las mismas, sino que dependerían de por dónde fluye la comunicación ya sea de manera presencial u online. Por ejemplo, en una mediación online se perdería casi la mayoría de la comunicación no verbal, cosa que nos sería muy poco útil, ya que mientras más información tengamos mejor será la mediación. Es por esto que en mi caso me quedaría con lo presencial siempre.

Darla Coronel dijo...

Considero que el trabajo de mediación puede realizarse en ambas modalidades, tanto online como presencial. Sin embargo, considero que en el proceso presencial tiene muchos más beneficios, ya que se puede establecer una mejor relación entre mediador y mediados, se puede analizar el lenguaje verbal y no verbal, y la empatía puede gestionarse de mejor manera. Es cierto que la pandemia por COVID 19 nos a permitido observar las ventajas de llevar los procesos demanera virtual, son más eficientes, rápidos y creo que lo más importante es que son accecibles para todas las personas, especialmente para las que no se encuentran en el mismo espacio geográfico. Por ello, como mediadora sí mantendría las dos modalidades en mi consultorio, ya que mi servicio podría trasender las fronteras.

Jose Luis Macias HInestrosa dijo...

No suelo ser categórico, pienso que ambas formas de mediación tienen ventajas. Pero si tengo que decantarme solo por una, elijo la mediación presencial.

Muchos de los problemas o discusiones que se producen en la vida son originados por una mala comunicación (falta de entendimiento), ya sea por una incorrecta interpretación del mensaje, o por una mala emisión del mismo (El mismo mensaje transmitido de una forma incorrecta puede originar un aumento de intensidad progresiva, lo cual puede terminar derivando en un conflicto).

Con una mediación a distancia posiblemente estemos dando lugar a una mayor probabilidad de malinterpretación del mensaje dado, entre otros motivos por la limitación del lenguaje no verbal

Marta Aparicio Moreno dijo...

Tras la lectura del post semanal en la que tratamos la cuestión relativa a digital o analógico, llego a la conclusión de no decantarme por ninguna propuesta ya que opto por la opción de realizar una mezcla de ambas. En el blog se puede apreciar la existencia de ventajas e inconvenientes de las dos por lo que mi propuesta ante situaciones genéricas se basa en unirlas para conseguir un resultado de lo más eficaz posible. Aunque también destaco que es de especial importancia el fin que se busque en cada situación y cada actividad concreta puesto que esto es la clave para la elección de una u otra.
Todo lo anterior lo extrapolaría a la mediación, y, por esto propondría el uso de la mediación online y presencial. Mi propuesta consistiría en conseguir una excelente mediación a través de asumir la realidad que nos rodea de que cada día lo digital está ganando terreno y sobre todo tras la pandemia, por lo que debemos saber sacar partido de este nuevo recurso que se nos ofrece y no renegar del mismo aunque sin olvidarnos de lo presencial. La mediación online es muy eficaz nos puede servir por ejemplo para romper barreras físicas o solventar algún imprevisto pero no podemos olvidar lo fundamental en una medicación como es el “contacto físico”, tanto con el mediador como entre los protagonistas, que nos facilita apreciar de una forma más sencilla el lenguaje no verbal o la situación que se crea al tener cara a cara a dos personas con el propósito de realizar un acuerdo lo más justo posible. Por tanto, yo creo que la mediación es una labor que cobra más eficacia de forma presencial, pero, esto no quita, que podríamos hacer uso de tecnologías para algunas sesiones.

Laura Hames Plata dijo...

En cuanto a las principales ventajas de la mediación online, nos encontramos con que no existen barreras geográficas, por lo que puedes ayudar a cualquier persona que lo requiera en cualquier parte del mundo, además evita desplazamientos, haciendo que los clientes ganen tiempo para dedicar a otras cosas. Sin embargo, una gran desventaja que presenta este método sería la ausencia de la interacción personal. Considero, que en este caso, es muy importante la comunicación no verbal; ver los gestos, expresiones y lenguaje corporal de la otra persona y de esta manera, esto se perdería por completo, al igual que la inmediatez. Por otra parte, también puede existir la incertidumbre de si el servicio online será de calidad, pudiendo preocupar el tema de la seguridad de los medios electrónicos en cuanto a la confidencialidad. A esto se le suma, que pueden haber inconvenientes con la conexión, además de que no tratas solo con una persona, sino que el conflicto es entre más partes, por lo que de esta manera puede ser que respeten menos los turnos de palabra haciendo la situación más incontrolable. En conclusión, desde mi punto de vista, creo que para un servicio de mediación lo más idóneo sería la presencialidad.

Alessia Pettine dijo...

En cuanto a esta cuestión, no creo que haya una respuesta mejor que la otra. en el sentido de que el mundo se mueve cada día hacia la digitalización de todo, con el desarrollo de la online más que el mundo físico, por lo que me parece inútil pensar que la mediación, como cualquier otro ámbito de trabajo o no, no debe abrirse también a ese aspecto y a ese mundo.
En el mundo de la Internet quizás falte algún aspecto fundamental en la conversación que se puede tener en presencia, pero también hay que considerar que la posibilidad de una mediación en línea puede hacer posible y acercar a personas incluso lejanas. También es cierto que muchas personas pueden encontrar dificultades con las nuevas tecnologías, pero también es cierto que - como se dijo antes - ahora todo se mueve hacia tener también un apoyo en línea. Además, también puede haber algunas ventajas emocionales importantes, ya que aunque es cierto que los modos en línea pueden hacer que las emociones entiendan menos, también es más fácil para algunas personas tímidas hablar.
Por eso, en mi opinión, hay que considerar ambas opciones, ya que como todo tienen ventajas y desventajas.
Alessia Pettine

Ángela Mulet Oses dijo...

¿Mediaciones online o presencial?
Presencial sin ninguna duda. ¿Por qué? Creo realmente que cara a cara es mejor. Ya que podemos tener en cuenta todos esos componentes no verbales que a través de una mediación online quizás se nos podrían escapar y que ya hemos hablado que son de gran importancia a tener en cuenta. Además de algunas técnicas con la que gracias a la ayuda de estos componentes (no verbales) podemos conseguir dirigir la atención de los clientes a aquel punto que queramos en un momento preciso.

Sin embargo, no descarto y no dudo en la efectividad que una mediación online pueda tener. Ya que habrá situaciones en las que simplemente no sea posible una mediación presencial bien por zona geográfica o por cualquier otro factor. Y pienso que mientras el profesional esté formado, tenga experiencia, y los clientes estén de acuerdo y conformes a llevar la mediación a cabo se podrá concluir con éxito esta.

Lydia María Sabariego Carmona dijo...

El sistema digital es más preciso y la información se puede guardar de manera más eficiente y en mayor cantidad que en un sistema analógico. Además, ayuda a la velocidad del trabajo, ya que la facilita y la hace más rápida. Pero, tienen un inconveniente muy pesado que es el peligro de que está toda la información compartida, por lo que resulta fácil manipularla. El sistema analógico permite instantaneidad, ya que se registran los datos de manera real, por lo que resulta muy difícil de manipular. Pero cuenta con la desventaja de que actualmente abunda en la sociedad los medios digitales, por lo que es más difícil adaptarse a este tipo de sistema.
Este avance en la sociedad es muy importante, pero no debemos dejar de lado el sistema “antiguo”, ya que deberíamos saber adaptarnos y contar con ambos sistemas, no centrarnos en el sistema digital actual. A la hora de llevar esto a asuntos más complejos como un proceso de mediación o una sesión de terapia, es muy complicado el hecho de conocer la información de la otra persona a través de una pantalla, porque perdemos la comunicación verbal en su mayoría, y nos quedamos en un simple rostros que nos ayuda a orientarnos y ponernos en situación más o menos. Por ejemplo, para todo esto debemos no utilizar las nuevas tecnologías y el nuevo sistema, sino que deberíamos compaginar ambos, para una obtención de la información y una capacidad de proporcionar una ayuda eficaz, que nos ayude a facilitar y no ralentizar el proceso.

Paula Torrejón García dijo...

Debido a la constante evolución en la tecnología, nuestras vidas sean digitalizado más y en lo hacen constantemente, desde nuestras relaciones hasta nuevo formatos de dar clase, la gran mayoría de nuestro cambios en el día a día con respecto a la tecnología ha sido gracias al COVID-19.

En cierto modo, nos da grandes ventajas, hoy en día muchas personas apuestan más por las clases on-line, cuando antes eran rechazadas por casi todo el mundo. Pero no debemos de olvidar que tenemos que socializar cara a cara, pues estaos perdiendo esta forma de comunicación en persona por likes a través de Instagram.

En cambio, en relación a la mediación, veo que no es muy viable tener sesiones por video llamadas, pues no percibiríamos igual el lenguaje no verbal y sobre todo los micro gestos que hacemos sin darnos cuenta cuando ocultamos información o mentimos, de los cuales hemos hablado en clase, también creo que no percibiríamos igual el tono con el que hablarían nuestros clientes. como resultado a la modalidad presencial obtendríamos más información de las partes y del conflicto.

Por lo que en la mediación, veo más cómodo y más útil el quedar con nuestros clientes cara a cara, ya que sentirían un trato más humano y más cercano.


Paula Torrejón García

Rocío Arce Bolaño dijo...

Entendiendo que cada vez vivimos en un mundo más digital y más online, pienso que hay trabajos que todavía hoy, requieren un sistema más analógico.

Desde el punto de vista de rapidez y eficacia es obvio que el registro digital no va a perder ningún detalle y el materia va a estar ahí, disponible para cuando necesitemos revisarlo. Por otra parte una mediación online se traduce en llegar un número infinito de usuarios/clientes, pues la barrera física desaparece. Se abarca más y se trabaja más rápido. Y yo me pregunto aquí, ¿es lógico que un trabajo de artesanía se cosifique de tal manera?.

En nuestra profesión, la rapidez mal empleada es sinómimo de un mal resultado. Perder el contacto con las personas nos resta información básica que vamos a necesitar. Los olores, las luces, el reflejo que se puede hacer en un momento delicado para persona. Todo esto, el online se lo queda, reduciendo el trabajo a un conjunto de técnicas que se aplican sin más y pasamos a otro cliente.

Como leimos en otro artículo del blog, el equilibrio es una de las partes más importantes de la mediación. No solo en un terreno emocional sino como equipo de trabajo. Podemos usar medios digitales para ciertas partes del trabajo sí, pero si sintetizamos a esto lo absoluto, ¿no estamos también desechando parte de la profesionalidad del mediador?. Si nuestro trabajo lo puede hacer un ordenador o una grabadora, ¿dónde está el mérito?.

Así, mi respuesta, es no pero con matices. Se puede usar un sistema digital pero siempre por detrás del analógico y el online en casos en los que sea una solución pero no como una parte más del trabajo. Dónde quedarían las horas de formación y estudios, y las partes que solo presencialmente se pueden cuidar. Sería una pena abocar este bonito trabajo como intermediario de una pantalla. Aunque parezca que este sea el fin de todo trabajo, al menos resistámoslos todo lo que podamos.

Manuel Ciccotti dijo...

En mi opinión no pienso sea lo más bueno elegir una de esa y preferirla a la otra de manera exclusiva. En mi visión ideal, yo utilizaría las dos formas. Cambiando con el mundo, cambian nuestras costumbres y hace falta adaptarse a lo que sigue avanzando con las tecnologías y en todo lo que surge en nuestra vida diaria. En eso, es cierto que la mediación tiene componentes emocionales y humanos, por lo tanto siempre se prefiere y sería lo ideal actuar fisícamente con una persona. Es obvio que, como en las psicoterapias, en las mediaciones on-line, nos faltaría cierta información, por ejemplo del lenguaje no verbal. Es cierto que en casos especiales en los que las situaciones geográficas no los permiten, utilizar la tecnología se convierte en ser fundamental para presenciar a una mediación.
En mi opinión una mediación online tiene muchas ventajas: se convierte en poder mucho más util para personas más introvertidas o que tengan algún tipo de trastorno, que se encuentran implicadas en el proceso de la mediación (como ya pasa en la psicoterapia on-line); comunicarte con personas que se encuentren fuera de la ciudad de la consulta (vease que algo así ha podido ser fundamental con lo que ha pasado en los últimos años con la pandemia Covid-19); No hay barreras físicas.
Obviamente, una mediación online tiene como desventajas la falta de comunicación no verbal y todo lo que podría surgir presencialmente viendo a las partes implicadas reaccionar entre ellas; puede convertirse en ser algo más largo, ya que no hay la completa rapidez que habría presencialmente; las personas que solicitan la mediación podrían no ser capaces de usar las tecnologías y no saber acceder a plataformas, como Skype, Zoom, Meet; puede haber problemas con el internet y cortarse la llamada, por lo que la mediación se vería interrumpida. La mediación presencial favorece la comunicación no verbal a nivel corporal, crea un mejor ambiente y más cercano con los clientes y nos da la impresión de ser más real, más humano. Por otro lado, incluye una serie de gastos adicionales (alquiler, transporte y otros servicios) tanto para el mediador como para los mediados.

Ambas opciones pueden ser elegidas en mi opinión según las necesidades y preferencias de los clientes. Personalmente sigo preferiendo la mediación presencial, exactamente como la terapia en vivo ya que prefiero más el contacto humano y ver a quien hablo en los ojos.

Manuel Ciccotti