sábado, 23 de febrero de 2019

El abogado en la búsqueda de la JUSTICIA, el DERECHO Y la PAZ .


Javier Alés, Abogado

Era el año 1985 cuando dirigí mis pasos hacia la ceremonia de Jura de nuevos letrados en el Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla y desde aquel año acompañé incluso como “padrino” a muchos letrados que a su vea habían sido alumnos míos y tuvieron el enorme detalle de pensar en mi para ser “bautizados en esta bendita profesión”. Y siempre hemos tenido en nuestra “maleta” aquellas palabras que nos dirigieron desde las autoridades, que reflejaban nuestro devenir futuro gracias a un Profesor y prestigioso abogado Uruguayo, Eduardo Couture, que en los años 50 del siglo pasado nos animaba con un decálogo apasionante:

·         "Estudia: El derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos, serás cada día un poco menos abogado."
·         "Piensa: El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando."
·         "Trabaja: La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de las causas justas."
·         "Procura la justicia: Tu deber es luchar por el derecho; pero el día en que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia."
·         "Se leal: Leal con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando él sea desleal contigo. Leal para con el juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo que tú dices; y que, en cuanto al derecho, alguna que otra vez debe confiar en el que tú le invocas."
·         "Tolera: Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la tuya."
·         "Ten paciencia: En el derecho, el tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración."
·         "Ten fe: Ten fe en el derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la justicia, como destino normal del derecho; en la paz, como sustitutivo bondadoso de la justicia. Y sobre todo, ten fe en la libertad, sin la cual no hay derecho, ni justicia ni paz."
·         "Olvida: La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras cargando tu alma de rencor, llegará un día en que la vida será imposible para ti. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota."
·         "Ama tu profesión: Trata de considerar la abogacía de tal manera, que el día en que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti, proponerle que se haga abogado."

Cuanta verdad, cuanta reflexión cada día, cuanta pasión por hacer de nuestra profesión de abogado cada día mejor y sobre todo cuanto amor, hasta el punto que hoy puedo decir con orgullo en este último precepto que tres de mis cuatro hijas son abogadas, y no solo eso, también añado que tres de mis cuatro hijas… son mediadoras. Y no porque la cuarta no lo sea o haya querido ser, sino que por su edad todavía no eligió “destino”.

Por eso me atrevo a escribir estas líneas con “conocimiento de causa” aquella que nos trae en la búsqueda de la paz y el respeto de los derechos humanos, a través de la justicia, donde el poder de la palabra, debe utilizarse para el respeto y el honor y si me permitís, para conseguir que el abogado sea cada vez más humilde en la búsqueda de soluciones.

En el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz en 2018 que lanzó Su Santidad el Papa Francisco, sugirió cuatro «piedras angulares» para la acción y búsqueda de la paz y el respeto de los derechos humanos:acoger, proteger, promover e integrar. 

Y refiríendose en su discurso a esta última, la integración, indicó que es «un proceso bidireccional», con derechos y deberes recíprocos.

En esta época que estamos viviendo en Europa tanto como en américa, nunca está de más recordar, que debe ser quien acoge, la sociedad que como bien indicaba el Papa Francisco“está llamado a promover el desarrollo humano integral, mientras que al que es acogido se le pide la conformación indispensable a las normas del país que lo recibe, así como el respeto a los principios de identidad del mismo”. Todo proceso de integración debe mantener siempre, como aspecto central de la regulación de los diversos aspectos de la vida política y social, la protección y la promoción de las personas, especialmente de aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad”. Y yo añado, somos los abogados uno de los principales valedores para que estos derechos se respeten y se trabaje por la paz entre los pueblos y sociedades.

Solo hay derechos allí donde hay justicia: que de las normas jurídicas o de las costumbres en los distintos países, deriven derechos, que no sería protegidos si el abogado no velara por ello, una de las grandes conquistas en nuestra civilización actual ante la búsqueda de una justicia social.

Interpretar las leyes, mediante la visión de su espíritu, exigir el cumplimiento de las mismas, buscar la verdad en los conflictos, e intentar que las partes tengan también derecho a su autodeterminación, debe ser el trabajo arduo del abogado del futuro y es en este punto donde quienes me conocen, saben que apostaría por la continua formación y ejercicio del abogado en la mediación como la nueva “arma” del siglo XXI para colaborar en la búsqueda de la paz a través de la justicia.

Sin diálogo, debate, reconocimiento, asertividad y prudencia, la justicia podría implorarse, pero la paz sería difícil de lograr. Es el llamado “principio de contradicción” el que nos anima a debatir, respetando que ya sea por un tercero “conciliador o pacificador” o bien en el pleno ejercicio por las partes en un conflicto de ser asistidas por sus abogados colaboradores, en el respeto de los derechos, los que busquen la ansiada “paz”.

Por ello el abogado hoy en día no ve en el cliente un asunto, sino sobre todo una persona, con emociones, sentimientos y porque no decirlo… sufrimiento. Por eso la abogacía es profesión y vocación. Es pasión y determinación. Es orgullo y comprensión. Es pacificación y reconocimiento. Es en definitiva, amor por el respeto a los derechos humanos y la JUSTICIA con mayúsculas.

Leí una vez que “un buen abogado sólo lo es, cuando no separa su profesión (que no es otra que colaborar y ayudar con la justicia) de su vocación (planteando la justicia como valor)” y ello nos es posible sin una constante búsqueda de la paz.

Justicia, Derecho y Paz son tres conceptos íntimamente unidos, y además, añadiría por último, LIBERTAD, una palabra que nos hace ser nosotros mismos y que nos conmina a ser abogados que conducen a nuestros clientes a ser ellos mismos y que tan solo nosotros, como gestores o mediadores de los conflictos, mediante el Poder de la Palabra, consigamos acuerdos justos, equitativos, estables y duraderos
. Para que una sociedad alcance y mantenga el mayor grado de respeto a los Derechos Humanos, necesita vivir con libertad, justicia y paz, y conseguirlo mediante el derecho.

Quisiera terminar esta reflexión en alto queriendo dedicársela a la Federación Mexicana de Colegios de Abogados y a su presidente Dr. D. José Luis González quienes sin duda con su cariño y amistad me hicieron “mejor abogado”.

65 comentarios:

Jesús Jordán dijo...

En primer lugar darle la enhorabuena por este maravilloso artículo. Hoy en día hace falta ver el mundo desde una perspectiva diferente, en el que no todos tienen la capacidad de ver un mundo justo. Los abogados pueden ayudar a las personas a conocer como es un mundo justo, y como también he leído, en referencia a la mediación, los abogados también pueden ayudar a que este mundo sea un mundo de paz y a no llevar los problemas a puntos más elevados.
Me quedo con la frase de su profesor Eduardo Couture de "El Derecho se transforma constantemente". Los abogados, al igual que los científicos y otras profesiones, debemos estar al día en legislación, la cuál varía constantemente en las diferentes y amplias ramas que nos da el Derecho.
Jesús Jordán
2º Derecho
Argumentación jurídica y oratoria

Kikeee dijo...


Para empezar a comentar este post, me gustaría decir que la visión sobre el abogado tendría que mejorar, ya que, cuando tu dices que vas a estudiar derecho, ya te dicen que es la carrera fácil o que vas a ser en un futuro un "picapleitos" y esa percepción debe de cambiar. Aunque, por otro lado, los abogados estamos bien vistos, somos los que buscamos esa justicia social, esos derechos humanos y sobre todo la legalidad e intentar persuadir al que imparte esta justicia que es el juez para que finalmente se decante por nuestro lado, por eso, no creo que este totalmente valorado en cuanto a la justicia por la sociedad. Los abogados vamos evolucionando, no es lo mismo un abogado de 60 años con mas de 30 años de experiencia en la abogacía, que estudió y trató unos métodos, a por ejemplo, a mi persona, estudiante de derecho con otras inquietudes y conforme pase la carrera otros métodos, por ese mismo ejemplo no creo que los abogados clásicos sean iguales que los abogados "modernos".
Enrique Luis Becker Vadillo

María Ruiz Carrasco dijo...

Tras la lectura de este post, me gustaría comentar que estas palabras que le decía hace unos años el prestigioso abogado Eduardo Couture, nos sirven ahora a nosotros, estudiantes de derecho para aplicárnoslo de cara a nuestro futuro profesional y poder llegar a ser mejores abogados.
En cuanto a la figura del abogado, hoy en día, cuando decimos que estudiamos derecho, la mayoría de las personas dicen comentarios como "qué aburrido" " Eso es pura memorística"... Sin embargo, opino que la labor del abogado es algo fundamental para la sociedad de derecho, ya que es básico poder defenderse y poder demostrar la inocencia o culpabilidad de los individuos.
Por otra parte, considero que los abogados buscan la verdad en un caso para defender su postura ante el juez aunque por su puesto, siempre basándose en la legislación, jurisprudencia, doctrina...
Por último, respondiendo a la pregunta sobre si los abogados clásicos y modernos son iguales me guio por la frase " Dime tu despacho y como vistes y te diré que tipo de abogado eres" El abogado clásico, se suele situar en zonas céntricas de la ciudad, suele ser conocido por el boca a boca de las personas, el mobiliario es elegante, muchos siguen escribiendo a mano ,el logotipo del bufete suele ser el nombre del abogado o las iniciales de los socios, si fueren varios... En cambio, el moderno, se ubica en grandes edificios de oficinas funcionales o en la periferia , son despachos pequeños y frecuentemente compartidos, Cuenta con una página web del despacho o de su condición de abogado, vistosa y atractiva, que expone sus habilidades y foto, junto con teléfonos de contacto, Acude a cursos y jornadas de formación. Por lo tanto, suelen haber muchas diferencias que distinguen al abogado clásico del moderno pero ambos, si poseen la dedicación, fe, paciencia, tolerancia, lealtad y procuran la justicia probablemente, lleven ese espíritu de ser abogado a otras personas y con ello ya hayan conseguido acoger, proteger, promover e integrar esos valores que el papa francisco mandaba en la Jornada Mundial de la Paz en 2018.


María Ruiz Carrasco.

Jesús Aranguren dijo...

La figura del abogado, como tantas otras profesiones, ha sido manchada por algunos que más que dedicarse a la abogacía por pasión lo hacen simple y llanamente movidos por el dinero. Es cierto que hay abogados malos, pero no dejemos que la reputación de una honrada profesión se vea empañada por los malos ejemplos y utilicemos los malos ejemplos para mejorar como abogados. Empecemos a ver esta labor del abogado como lo que verdaderamente es, la búsqueda de verdad y justicia para personas que depositan toda su confianza en nosotros. Nuestro cliente no es un instrumento para ganar dinero o fama o reputación, es un fin en sí mismo, es nuestro acompañante en la búsqueda de la justicia y el mayor interesado en que se haga.
Jesús Aranguren

Soledad-Luna Pozo Criado dijo...

Tras la lectura y profundización de la lectura del presente blog y en respuesta a las cuestiones planteadas, es necesario poner de manifiesto, que, por desgracia, la imagen de los abogados varía en función de las experiencias vividas con los mismos, siendo, en general una visión negativa, de individuos motivados únicamente por el incentivo económico y sin sentimientos ni valores hacia las personas, estando, por consiguiente infravalorado el objetivo de buscar y alcanzar el fin del Derecho: la justicia y, por ende, la verdad. Además, a todo ello, es necesario añadir la labor que realizan los medios de comunicación para ensalzar esta figura negativa de esta importante profesión. Sin embargo, desde mi humilde opinión, creo necesario apuntar que los abogados, como en cualquier tipo de profesión, dependen del tipo de persona que se esconda detrás de la toga; por ello, es necesario que, a lo largo de la carrera, tanto profesional y académica, no olvidemos la trascendencia de nuestros actos y estemos continuamente actualizados a los cambios que se planteen, ya que, para ser un buen profesional es necesario ser una buena persona.

Concha Fuentes dijo...

Después de haber leído el artículo y aclarar el valor tan imprescindible que tiene la abogacía en la sociedad considero que uno de los factores que influyen en la imagen de esta labor es la sensación negativa que tiene la población española respecto a un posible mal funcionamiento de la justicia, en donde el descontento social repercute en la figura del abogado por ser este el eslabón más cercano al ciudadano. Si algo tenemos que tener claro es que mientras existan conflictos en las relaciones de las personas el abogado será una figura imprescindible en cualquier sociedad, pues la abogacía desempeña una función esencial a través de la defensa de los derechos e intereses de las personas. Considero que vale la pena recordar también que una función muy importante de los abogados es la que deriva de su carácter de mediador para contribuir a la integración social. En mi opinión, este trabajo recibe numerosas malas críticas alimentadas por un gran desconocimiento o desconfianza del mismo. Son muchas personas las que creen que los abogados con tal de ganar el pleito estaría dispuesto a realizar cualquier tipo de práctica deshonesta, cuando en realidad, un buen y verdadero abogado por vocación focaliza su objetivo en la búsqueda de la justicia basándose en el derecho, concluyendo en la verdad y libertad.

Javier Montoya dijo...

Tras leer detenidamente este magnífico artículo, podemos llegar a la conclusión de que ser abogado es una profesión muy difícil por la gran responsabilidad que conlleva en la resolución de conflictos de los clientes, lo cuál hace que en ocasiones, cuando el cliente no termine satisfecho, se genere una mala imagen hacia el abogado. Los abogados, para conseguir su objetivo, no solo deben perseguir la justicia, sino también la paz, mediando en los conflictos de sus clientes. También ejercen los abogados un papel fundamental en cuanto a la integración social y la defensa de los derechos humanos. En resumen, los abogados son fundamentales en la sociedad de cualquier país para velar por la justicia y la paz, que se consiguen a partir del derecho, y para hacerlo deben tener una gran vocación e ilusión por su trabajo.

Marina Álvarez dijo...

El abogado de hoy en día no se limita a conocer un caso e interpretar la ley sino que busca llegar mas allá, conociendo a la persona y el asunto en profundidad. Considero que la labor del abogado debería ser bien vista ya que la mayoría pretende cumplir su trabajo con un gran respeto hacia los Derechos Humanos y la justicia en general (como hemos leído en el artículo, justicia, derecho y paz son tres conceptos que van de la mano). Sin embargo, no creo que esta sea la opinión real de toda la sociedad, ya que mucha gente pone en duda la presunción de inocencia, por ejemplo, y en vez de reconocerla como un derecho a todo ciudadano, recrimina a los abogados que defienden y ayudan a que este derecho se cumpla. Nuestra función debe ser por tanto, velar por la búsqueda de la justicia social en contraposición a los que quieren poner límite a los derechos más esenciales de las personas.

Ignacio Martínez dijo...

Como comienzo de este comentario me gustaría exponer la definición de "Derecho": El Derecho es el conjunto de normas que imponen deberes y normas que confieren facultades, que establecen las bases de convivencia social y cuyo fin es dotar a todos los miembros de la sociedad de los mínimos de seguridad, certeza, igualdad, libertad y justicia”.
A raíz de esta definición podemos decir que un abogado es aquella persona que conoce, interpreta y defiende el derecho. A lo largo de la historia la profesión de abogado ha obtenido distintas connotaciones, puesto que muchos integrantes de la profesión no han luchado por defender la igualdad, la libertad o la justicia de aquellos que desconocen el Derecho. Esto ha hecho que la sociedad haya pasado de ver al abogado como una persona en la que reflejarse; luchadora, inteligente y trabajadora a verla como un "sacacuartos" o "picapleitos" en muchas ocasiones.
Bien es cierto que siguen existiendo abogados que no se dedican a esta profesión por el dinero o el reconocimiento social sino por vocación o entrega hacia los demás que es lo que de verdad importa a la sociedad.
En mi opinión el abogado debe ver más allá de un cliente, debe fijarse en la persona y saber interpretarla para poder ayudarla y así es como se llega a ser el mejor, aparte de con esfuerzo y trabajo.
Por tanto, creo que el abogado es una figura clave dentro de la sociedad y que existen diferencias entre el abogado clásico y moderno pero únicamente circunstanciales ya que tanto la sociedad como el Derecho han evolucionado.

Francisco Barreiro Bel dijo...

En este gran artículo se nos presentan muchas cosas. Vamos a ir respondiendo las preguntas.

La abogacía no está demasiado bien vista para todos, aunque es una profesión muy respetada por la mayoría de personas. Todos hemos escuchado alguna vez el "picapleitos" de forma despectiva hacia algún jurista. Y también hay sucesos como el abogado que defiende a un delincuente y por ello es criticado, y más cosas de este estilo. La gente que critica esto, directamente están desinformados y hablan desde la ignorancia más absoluta. Defender a un delincuente no es evitar que pague por lo que ha hecho, sino defender sus intereses para que ese castigo se de de la manera más justa posible.

En cuanto a la búsqueda de la verdad, posiblemente es lo más complicado, tanto en nuestro ámbito que es el derecho como en la vida en general. Yo parto de la base de que la verdad es inalcanzable para nuestra mente, y no es que yo sea un escéptico que niegue la existencia de una verdad absoluta, pero si pienso que lo que para mí es una verdad clarísima puede no serlo ante los ojos de otra persona.

Por último, la evolución del abogado. El abogado clásico es diferente al actual. De hecho el abogado de hoy mañana será distinto, y será mejor. Los tiempos cambian y los abogados deben cambiar con el tiempo para adaptarse a las situaciones más actuales. También supone un cambio el hecho del avance en las nuevas tecnologías, el abogado actual tiene miles de maneras de obtener información, materiales para prepararse, autorrenovarse... Es una profesión que jamás dejará de evolucionar.

FRANCISCO BARREIRO BEL

Alberto Ojeda dijo...

En primer lugar me gustaría destacar la gran labor de un buen jurista. Contra las opiniones de quienes los definen como personas que no tienen corazón por las veces que les toca defender a alguien "culpable" sobre el papel, los abogados son mucho más que eso, y se enfrentan a situaciones muy difíciles que requieren capacidades que son dignas de mucha admiración y respeto.
En cuanto al debate de la búsqueda de la verdad y la defensa de alguien que no se encuentra en ella, el deber del abogado es siempre hacer justicia, pero sobre todo ser leal a la persona que lo ha contratado, la cual ha depositado su confianza en este, y en muchas ocasiones gran parte de su vida depende de ello. Los abogados han evolucionado muchísimo a lo largo del tiempo, creo que mucho más que cualquier otra profesión, los abogados actuales no solo han aprendido a manejar los reglamentos específicos y los generales al pie de la letra, sino que han tenido que aprender a dialogar, a interpretar, a medir los tiempos, a meterse en la cabeza de los clientes, de los jueces, de los abogados rivales para saber que es lo que piensan, lo que sienten, lo que necesitan escuchar. Todas estas cualidades son necesarias y nunca suficientes para ser un abogado con prestigio, y esto es lo que hace que esta profesión sea tan bonita.

Alberto Ojeda Coronado

Carmen Rodríguez dijo...

Del post anterior me quedo con la idea de que una de las principales funciones y competencias del abogado es mediar. Debe ser capaz de conciliar a las partes implicadas. Creo que esto es algo que pasa desapercibido en la sociedad actual, pues me da la sensación de que esta es reacia a los abogacía. Detallando esto, creo que no es a los abogados en sí, sino más bien a la justicia en general. En la sociedad está muy difundido el desprecio a la justicia, que se considera “inútil” o “ineficaz”. Por consiguiente, creo que la labor del abogado no está bien vista, que se siente que este se limita únicamente a ganar su juicio cueste lo que cueste, sin tener en cuenta cuál es realmente la verdad o qué es lo justo. Creo, aunque no lo comparto, que es comúnmente compartido el sentimiento de desprotección ante una justicia arbitraria, que no vela por la justicia.

Ante esto, me gustaría afirmar que el abogado debe velar por el cumplimiento del derecho, de la justicia. Es obvio que la verdad no es algo objetivo, lo que para uno es la verdad para otro puede no serlo, por ello el abogado debe ser capaz de comprender ambas partes e intentar mediar, dialogar, conciliar ambas posturas. Esta no es una labor fácil, pero que a día de hoy se está convirtiendo en uno de los principales atributos que debe tener un buen abogado. Es, para mí, tal vez lo que diferencia a los abogados actuales de los anteriores, ya que creo que la mediación está a la orden del día como forma de resolver los diferentes conflictos.

Carmen Rodríguez del Peso

Sara Infante Vargas dijo...

¿Y qué es la justicia? El diccionario de la real Academia Española la define como principio moral que lleva a dar a cada persona lo que le corresponde o pertenece, aquello que debe hacerse según derecho o razón, o poder judicial, entre otras definiciones. Al leer esto me surgen nuevas preguntas, ya que al vivir en una sociedad tan heterogénea como personas existentes en esta, ¿cómo se sabe qué le corresponde o pertenece a cada una de ellas?, puesto que también hay tantos criterios de moralidad como personas. La justicia no es absoluta o general, sino que hay tantas justicias como realidades. Y hay tantas realidades como personas.

Seguro que tras este primer contacto con mi comentario se viene a la cabeza el ordenamiento jurídico. Ahí está la solución a la distribución de correspondencias, pero ¿por qué son justas las normas que tenemos? ¿Por qué es justo que un determinado delito esté penado con ciertos años de privación de libertad? ¿Es justo que una persona que mata a otra sin ningún tipo de perturbación mental necesite que se le defienda su derecho a la vida para que no exista pena capital? ¿Es justo que el castigo a ciertos delitos sean multas? Es decir, ¿entendemos entonces que el legislador es la persona con la mejor percepción moral de la sociedad? Tal vez el Derecho se centre más en mantener unos ciertos márgenes de orden en vez de buscar la justicia (sobre todo la individual). Aquí sí se puede hablar a lo mejor de un orden común entre todas las personas (aunque con diferentes orientaciones y matices).

Siguiendo con el derecho sale a flote la figura del abogado. Aquella persona que colabora con la justicia, gracias a su amigo el Derecho, para alcanzar esa deseada paz con la que, sin la falta de esta, no tendría trabajo. Personalmente tengo una imagen sobre el abogado un poco manchada, no tanto por las películas o los comentarios, sino por mi personalidad y mis valores. Entiendo que si buscas la justicia no puedes alegar cosas que no son del todo ciertas para así conseguir ganar el juicio o que tu cliente no salga tan mal parado. Yo soy fiel a la defensa de los derechos humanos, pero para mí hay personas que al llevar a cabo ciertas conductas pierden sus derechos.

Se habla de igualdad, pero no creo que esta se de entre partes que presentan distintos abogados según la solvencia económica con la que cuente cada una de ellas. ¿Y los abogados de oficio se toman su trabajo con el mismo grado de dedicación que otro que le pagan lo que él quiera? Y si tanto les gusta a los abogados la justicia, ¿por qué suelen relacionar sus años de experiencia con el dinero que piden a sus clientes? ¿El caso de alguien con menos recursos es menos importante? ¿Necesita esta persona menos justicia? Es decir, es un trabajo que existe porque desempeña una función social como el resto de trabajos. Ni mejor ni peor, ya que detrás de todos los trabajos está el dinero.

Tras todo lo expuesto he de decir que me parece muy buena idea resolver problemas gracias a la conciliación o mediación, ya que me parece una forma más acertada de aproximarse a la justicia de cada persona involucrada en el asunto.

María Casal Barranco dijo...

Tras la lectura de este gran artículo, he de decir en primer lugar que las palabras o consejos que dirigió Eduardo Couture a las autoridades pueden ser tomadas por nosotros, estudiantes de Derecho, como guía y referente de cómo debemos enfrentar nuestra futura profesión. Me parecen unos pilares muy importantes sobre los que todo abogado debería de centrar su trabajo para cada día, intentar ser mejor. De todas las frases que dice, me quedaría con la segunda: “Piensa: El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando” porque bajo mi punto de vista, los estudiantes de derecho nos centramos mucho en estudiar de memoria y luego “escupir” las cosas en el correspondiente examen, pero no nos damos cuenta de que realmente entendiendo los conceptos y sabiendo explicarlos y argumentarlos de manera correcta, es como de verdad se ejerce y se utiliza.

Resaltando esto último, he de recalcar lo que ha cambiado el mundo del derecho y en particular el de la abogacía en las últimas décadas. El abogado ya no es una persona distante, llena de conocimientos que ha de soltar para defender a su cliente; sino una persona que, al igual que el cliente, siente. Por eso me ha gustado mucho la frase del artículo que dice “un buen abogado sólo lo es, cuando no separa su profesión (que no es otra que colaborar y ayudar con la justicia) de su vocación (planteando la justicia como valor)” y ello nos es posible sin una constante búsqueda de la paz”. Creo que esta última frase, sin duda, es lo que mejor resumiría este post.


María Casal Barranco

Laura Núñez Romero dijo...

Para comenzar, el abogado es aquella persona cuya labor es conocer, interpretar y defender el derecho. Desde mi punto de vista, la profesión de abogado me parece muy dura, haciendo referencia al blog, el abogado no descansa siempre tiene que ponerse al día sobre las nuevas leyes, reformes que se den en su ámbito, estar pendientes de varios casos a la vez, buscar formas de llevarlo a cabo, pero sobre todo aconsejar y poder encontrar puntos de vista diferentes a los de las demás personas. Además, de tener que defender a muchas personas ante juicio, y que probablemente en la mayoría de ocasiones lo que defienda no es realmente lo que crea que está bien. Los abogados un día estarán en la parte demandada y otro día en la parte demandante.
Se podría decir que la profesión de abogado está bien vista, cuando una persona dice que es abogado es como alguien de prestigio, importante en su campo. Pero a su vez, son muchas las opiniones de que los abogados van a lo que van, es decir, que hacen lo posible por ganar el juicio y utilizan todos los medios posibles sin importarles si el hecho cometido por su cliente está moralmente bien o no. Es obvio, que la forma de ejercer la profesión es my diferente hoy en día a como lo era hace ya años, el propio derecho ha evolucionado con el paso de los años. Un abogado que lleve muchos años en la profesión tiene mucha más experiencia, conoce muy bien el procedimiento y lo más seguro es que sepa ya de memoria como van a ir fluyendo los casos dependiendo de la materia. En cambio un abogado más joven que acaba de empezar a ejercer es normal que no tenga dicha experiencia, pero si conocerá nuevos métodos y mecanismos que aplicar con sus clientes y en el propio juicio.

Marta Aparicio Moreno dijo...

Antes que nada, la palabra abogado tiene su origen en la expresión latina "advocare" cuyo significado literal es convocar, es decir el abogado está llamado a ser alguien que sirva de mediador entre quienes en un momento dado requieran de sus servicios como conocedor del ordenamiento jurídico que rige la vida de una sociedad. En la actualidad los abogados realizan una función social, pero, para entenderla mejor es oportuno recordar la función que se le asignó en épocas pasadas. En la época de auge del Derecho y del Imperio Romano abogado era aquella persona a la que se le consultaba los asuntos de interés de la sociedad de aquel entonces, y, su opinión era considerada como un criterio irrefutable que debía ser respetado por todos. Sin embargo, hoy en día, la función social que vienen realizando los abogados no se encuentra reconocida con el valor que en realidad merece, esto es así debido a que gran parte de la sociedad posee un falso concepto sobre el abogado y en realidad no lo perciben como una persona que se sacrifica por otros. A pesar de ello, la misión de estos profesionales sigue siendo constituir la piedra angular de todas las agrupaciones humanas. Además, tanto el abogado como el derecho no pueden permanecer inmutables frente a una sociedad que exige tantos cambios, la cual obliga a un replanteamiento de todos los valores éticos, morales y sociales.

Laura Gómez Flores dijo...

Tras llevar a cabo este interesante artículo, es necesario destacar la importancia de la abogacía en nuestra sociedad, ya que ésta se encarga de asistir y representar en la defensa de los derechos e interese frente a los organismos públicos y el resto de las personas y entidades privadas.
A pesar de su vital importancia, esta profesión se encuentra “manchada”. Uno de los factores que pueden influir en este hecho es, sin duda, la imagen que tiene la sociedad acerca de la justicia influyendo claramente a esta profesión.
Sin embargo, a pesar de este desagrado, siempre será de gran importancia debido a que son inevitables los conflictos sociales, siendo el abogado aquella figura que, como anteriormente hemos destacado defiende nuestros derechos e intereses frente a los de otros.
Estos no únicamente defienden, sino que también actúan de mediadores siendo su aplicación un instrumento de la seguridad jurídica.
A mi parecer, esta profesión resulta de vital importancia y a su vez recibe grandes críticas. Muchos establecen que muchos de los profesionales únicamente desean ganar dinero y están dispuestos a hacer lo que fuera para ello. Sin embargo, un verdadero abogado vela por la justicia y la paz aplicando siempre el derecho

Laura Gómez Flores

Ines Hierro dijo...

Una vez leído este post, me gustaría decir que estoy totalmente de acuerdo con todo lo que se ha publicado, considero que la profesión de abogado no esta valorada como realmente debería estar, creo que es una profesión muy bonita ya que busca defender los derechos de las personas a través de la justicia. Cada profesional se dedica en exclusiva a su cliente para conseguir la resolución de un conflicto, implicándose así en el caso y procurando buscar la justicia para este.
Los derechos humanos no existirían si no existiese la justicia y esta por ende no existiría si no hubiese profesionales que velaran por conseguirla.
En relación con esta profesión veo muy importante la necesidad de ser un buen mediador, es una profesión de convencimiento en la que debes saber utilizar tus palabras, hacer que esas palabras no sean solo eso y saber transmitirlas para conseguir llegar a la persona.
Considero que algo muy importante que debe tener un buen abogado es el poder de saber escuchar y empatizar con la persona que tienen delante, darle la importancia al asunto que esa persona le da y comprender lo que significa para esa persona, aunque bien es cierto que hay que saber implicarse para que estos sentimientos de la otra persona no te afecten en exceso en tu vida personal.
Inés Hierro

Susanita dijo...

Después de leer el post anterior y teniendo en cuenta las preguntas formuladas, pienso que la labor del abogado no tiene una buena reputación. Objetivamente su labor es muy importante y valiosa (búsqueda de la verdad, mediador en los conflictos, garante de la justicia, etc…) sin embargo su categoría se ha ido deteriorando en los últimos tiempo como consecuencia, según mi opinión, de una nueva forma de ejercer la abogacía que se ha puesto “de moda” podríamos decir. Esto se puede evidenciar en el apodo que se les ha otorgado a los abogados muy conocida, “picapleitos”. Así se denomina al abogado falto de deontología (ética profesional) o abiertamente deshonesto en la práctica del derecho.
Con lo que quiero decir con esto es que algunos abogados (no todos) han perdido el pudor, han perdido los escrúpulos a la hora de representar a las partes en un conflicto, llegando a mentir o a manipular la verdad. Estas acciones han hecho que la profesión se desprestigie, sufriendo las consecuencias de ello incluso los abogados honrados.


No podría contestar adecuadamente a esta pregunta ya que no sé con seguridad cómo son los abogados clásicos. Pero según lo que he escuchado a mis profesores de derecho, cada vez se prepara a los alumnos y futuros abogados en materias muy importantes, como la oratoria o la comunicación no verbal, que antes no se preparaban y carecían de valor para las universidades. Pienso que los abogados actuales tienen en cuenta otros aspectos mas “humanos” en la resolución de los conflictos, como pueden ser las emociones de las personas, y no tan técnicos.

Susana Bañuls Naranjo

Carlos Morales dijo...

Desde mi punto de vista y tras la lectura del post, me gustaría comentar que la versión sobre la figura del abogado está un poco anticuada, ya que está vista como una profesión sencilla y monótona que para nada es así, por lo que debemos ayudar a cambiar esa imagen dando protagonismo a lo bonito de esta profesión y a su importancia en la sociedad.

También hay que reconocer que no todos los calificativos son así, ya que cada vez un porcentaje mayor de la sociedad reconoce la abogacía como una profesión importante que busca la justicia y defender los derechos de la sociedad con el fin de ayudarla y mostrarle los conocimientos necesarios que deben entender para respetar la ley y buscar el bienestar como sociedad.

Estas dos versiones que se tienen de manera generalizada sobre la figura del abogado se debe al paso del tiempo y a la innovación que ha experimentado la profesión, la cual ha desarrollado numerosos ámbitos nuevos y nuevas formas de trabajo; así como también se ha innovado en la formación de los nuevos juristas aplicando nuevos métodos y enseñanzas que nos ha ido facilitando el desarrollo tecnológico con el paso del tiempo.

Carlos Morales Sainz de la Maza.

Boris Garcia dijo...

Tras leer este magnifico post, me gustaría empezar recalcando cual es la función, asi como, la importancia que tiene la abogacía pues son los profesionales que asesoran en derecho a la ciudadanía, propician la resolución extrajudicial de los conflictos y, en su caso, defienden en sede judicial los derechos e intereses de sus clientes.
La mayoría de la sociedad ven la abogacía como una profesión con un bajo grado de dificultad y monótona.
Es por eso que no viene mal recordar la gran importancia que tiene esta profesión para la sociedad, ya que esta representa la defensa de cada una de las personas que componen dicha sociedad.
Me gustaría destacar de todas las frases la que dice;“Piensa: El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando”. Ya que no es todo estudiar de memoria sino que , los estudiantes debemos asentar lo que nos hemos estudiado de memoria para luego entenderlo y ponerlo en practica.

Blanca Morente Muñoz dijo...

Hoy en día, existe una visión errónea y simplista de la profesión de los abogados debida al desconocimiento. Como hemos visto en clase, un letrado no solo se encarga de hacer una defensa jurídica, también realiza trabajos de mediación y asesoramiento.
La labor del jurista es la búsqueda de la justicia social, defendiendo los intereses de los particulares, utilizando como arma la dialéctica y la ley.
El desconocimiento y las malas experiencias pueden hacer mucho daño, creando una visión distorsionada de la realidad, como es el caso de la visión de la sociedad sobre los juristas, demonizando una profesión cuyo objetivo es velar por la justicia.
Se deben renovar debido a que los intereses de los clientes van cambiando. Además, deben comprender que detrás de cada asunto hay una persona con sentimientos y deben llegar a comprender la situación de sus clientes, acabando con la visión de frialdad que los caracteriza.

Marcela Martín dijo...

Una vez leído este artículo podemos sacar una serie de conclusiones acerca de la labor del abogado y la percepción que de ella se tiene en nuestra sociedad.

Para empezar, cabe destacar que, aún siendo una profesión muy digna y, generalmente, bien valorada, muchas personas caen en una simplificación excesiva que les hace ver la abogacía como un trabajo que puede ir en contra de los principios y valores fundamentales de la persona y la sociedad. No faltarán personas que pregunten: "¿Y tú serías capaz de defender a un asesino?"

Lo que hay que comprender es que la labor del abogado consiste, ante todo, en buscar la justicia mediante la aplicación del derecho. Desde mi punto de vista, en el mundo del derecho, dicha justicia consiste, principalmente, en dar un trato equitativo tanto a víctimas como a verdugos, procurándoles los medios necesarios para su defensa. Por lo tanto, la abogacía sería una profesión encargada de velar por la justicia y los derechos de las personas.

Por último, es importante señalar que la labor del abogado en nuestros tiempos ha cambiado drásticamente. Debido al rápido avance de las tecnologías y del conocimiento en general y a la globalización, el contexto profesional al que nos enfrentamos obliga a un constante estudio del derecho y del entorno para poder desempeñar adecuadamente esta profesión.

Ángela Menjíbar dijo...

Cuando se piensa en un abogado, viene a la mente la clásica idea de esa persona con pocos sentimientos que "defendería a un violador, pederasta, asesino...", en realidad un abogado hace mucho más que defender, porque al igual que todo en esta vida avanza, la formación y el ámbito del abogado también. Con esto me refiero a que podemos no solo defender, sino también representar, mediar y mil cosas más, con las que conseguimos entre otras cosas hacer justicia.

Volviendo a lo que he dicho anteriormente sobre una persona con pocos sentimientos, se nos ve como esa persona que hace cosas no coherentes con la moral por dinero, pero ¿es realmente así? Los abogados conocemos el caso, nos implicamos con nuestros clientes, defendemos a gente sin recursos y ayudamos a sanar a las personas por dentro, porque cuando hacemos bien nuestro trabajo, mucha gente se beneficia, concretamente con la mediación se consigue que muchas víctimas y agresores puedan entender el por qué de los hechos y puedan por fin descansar y estar tranquilos, porque a veces solo necesitamos una explicación de la persona correcta para seguir adelante.

Lola Pavón Romero dijo...

Tras haber leído este post, y teniendo en cuenta las preguntas formuladas, podemos ver que la abogacía no está bien vista por cierta parte de la sociedad y esto debería cambiar, puesto que la gente que critica no está bien informada y hablan desde la ignorancia. Pero hemos de recalcar que no todo el mundo lo ve así, ya que cada vez más son las personas que reconocen la profesión del abogado como digna y que vela por el cumplimiento del derecho, de la justicia y busca el bienestar de la sociedad ayudándoles a mediar con sus conflictos.

Como se menciona en el post, una de las principales competencias del abogado es mediar, ya que debe ser capaz de conciliar a las partes implicadas. Es por esto que el abogado debe saber escuchar y empatizar con los clientes.

Por último, en cuanto a la pregunta si es distinto el abogado clásico del nuevo abogado en estos tiempos mi respuesta es sí, debido a la innovación que ha experimentado la profesión, la cual ha desarrollado nuevos ámbitos y nuevas formas de trabajo, así como los avances tecnológicos y la globalización que ha hecho que el abogado actual debe estar renovándose continuamente.

Beatriz Vega Corrales dijo...

Tradicionalmente, la abogacía ha sido vista como un trabajo fundamental y lleno de prestigio y valor para la sociedad. Sin embargo, hoy en día creo que esta labor se está viendo deformada quizás por factores como la cantidad de graduados en derecho que salen al año (que hace que haya menos “exclusividad” o “seriedad”), la simplificación de este trabajo por el desconocimiento (siempre hay alguien que piensa que el trabajo del abogado consiste exclusivamente en la lectura preceptos recogidos en la ley para la resolución de todos los casos) o, cómo no , la clásica escena de película del abogado sin escrúpulos y sin valores que es capaz de todo por dinero y éxito.

Todo esto unido a unos “principios” cada vez más estrictos y, en mi opinión, obsoletos que se encargan de encasillar a las personas y calificarlas según sus actitudes o decisiones, desvirtúan un trabajo cuya labor es la defensa tanto de la víctima como del victimario siempre por el camino de la ley y la justicia ; algo reflejado en: “no sé cómo serías capaz de defender a un delincuente, eso es poco ético”.

Dicho esto, también es interesante remarcar la imperiosa necesidad de actualización para el ejercicio de la abogacía. No sólo hablamos de modificaciones en las ley, sino de cambios en los hábitos de las personas (como cuando nos habló de los crecientes casos relacionados con conflictos en la acogida de ancianos en las casas de sus hijos), en las tecnologías, o en la situación del entorno (la pandemia, la oleada de despidos colectivos o EREs, los ERTEs, etc.).

José Domingo dijo...

La labor del abogado es amplia. No solo se basa en aportar asistencia jurídica, también forma parte de la profesión escuchar al cliente, investigar, buscar jurisprudencia...
Es una profesión prestigiosa y que supone poseer una buena formación y un gran bagaje cultural. Por otro lado, también hay quien recela sobre estos profesionales del derecho.
Asimismo, es fundamental mantenerse al día para poder ser un buen abogado, adaptarse a un mundo cambiante y nunca dejar de aprender.

José Domingo de Los Santos García

Lourdes Contreras Barberá dijo...

Tras leer la publicación anterior, podemos sacar ciertas ideas respecto a la labor del abogado y su reconocimiento por los demás.

Hoy en día, la labor del abogado está muy infravalorada por la sociedad. Considero que esta situación se debe principalmente a la ignorancia y falta de conocimiento. Esta ignorancia se da tanto fuera del mundo del derecho como dentro. Muchos jóvenes hoy en día acaban estudiando derecho porque es el negocio familiar, o porque no sabían qué hacer, o meramente porque pueda dar "mucho dinero". Sin embargo, para ser un buen abogado, y un buen jurista en general, hace falta mucho más que una carrera de 4 años. Hace falta mucha motivación y esfuerzo para ser un buen jurista, y en este caso, abogado.

Otro aspecto por el que se infravalora la labor de los abogados pienso que surge debido al coste que conlleva contratar los servicios de este profesional, que puede llegar a ser alto, considerándose excesivo por una gran parte de la población. Es irónico que todos seamos capaces de pagar lo que sea necesario porque un profesional nos arregle un móvil o un ordenador, o seamos capaces de gastarnos cerca de 1000€ en un móvil de última generación cada 2 años, pero no seamos capaces de pagar a un buen abogado. Da la impresión de que contratar los servicios de un abogado no sea necesario, parece que su labor la pueda realizar cualquier persona, como si no conllevase muchísima formación detrás. Parece que su oficio "no sea para tanto", o que sea simplemente “rellenar unos papeles” que cualquiera puede hacer.
Un abogado no cobra por unos simples papeles. Un abogado cobra por investigar, por profundizar en el problema de su cliente, buscar una respuesta que satisfaga ese asunto, negociar y representar, y sí, también por formalizar el procedimiento con unos "papeles".
Además, la labor del abogado es indispensable para buscar la verdad y la justicia. Para poder conocer la verdad, no basta con conocer la versión de la víctima, sino que todas las partes deben y tienen derecho a ser oídas. El abogado, por lo tanto, va a ser esencial en la búsqueda de la verdad, ya que va a ser quien pueda dar voz también a aquella parte a la que se está juzgando. Va a ser quien permita, mediante su labor, que se lleve a cabo un juicio justo en el que ambas partes tenga las mismas posibilidades.
Por último, entender el ejercicio del abogado como algo acultural e ahistórico es impensable. La labor del abogado ha ido evolucionando con los años. No es lo mismo el ejercicio que realizaba un abogado clásico que el que debe realizar un abogado de hoy en día, que tiene que adaptarse incluso a la abogacía en plena pandemia, a tener que reunirse con un cliente nuevo por videollamada, o incluso hacer un juicio de manera online. Un abogado que no solo busca lo más correcto legalmente, sino que como el post indica, el abogado actual es aquel preocupado por las emociones de su cliente. Es decir, la abogacía constantemente se encuentra con numerosas barreras que ha debido de superar para su ejercicio, lo que hace que se vaya desarrollando y cambiando con el tiempo.

-Lourdes Contreras Barberá

José Manuel Pérez Cano dijo...

De manera tradicional se podría afirmar que el desempeño de la abogacía ha tenido siempre un papel importante en la sociedad, sin embargo, a pesar de mantener esta importancia en la actualidad, es verdad que la idea que tiene la sociedad con respecto a este trabajo ha ido empeorando con el paso del tiempo, posiblemente esto es debido en parte al desconocimiento de la labor de los abogados, creyendo que estos meramente se encargan de litigar buscando únicamente su propio beneficio y sin valorar en cierta manera la dificultad que conlleva esta labor así como la complicación tanto moral como ética que se da en muchas ocasiones. A su vez, es necesario remarcar la gran cantidad de estudio y práctica que necesita un buen mediador, puntos que con frecuencia la sociedad pasa por alto dejándose llevar por una ideología o creencias implantadas sin mucho fundamento en lo que se refiere a la labor desempeñada por los abogados.

Con respuesta a la última pregunta se puede afirmar que se pueden apreciar notables diferencias entre el abogado clásico y los los nuevos abogados, esto es debido en su mayoría a los cambios experimentados tanto en las leyes como en la sociedad y se puede decir que esta profesión no ha sido una excepción, quizás se mantiene en cierta manera ese espíritu clásico de la abogacía pero podemos afirmar que en esencia esta se ha ido actualizando.

José Manuel Pérez Cano

Luis Alférez dijo...

Lo primero de todo darle mi más sincera enhorabuena por tan maravilloso artículo y las gracias por facilitárnoslo.

Para comenzar pienso que la profesión de abogado en general Sí está bien vista, la primera razón es porque a lo largo de nuestras vidas, prácticamente todas las personas tienen un contacto directo con un abogado, que les lleva a ver la cercanía y el buen trato que la mayoría de éstos procuran al cliente. Por otro lado me gustaría considerar una distinción entre abogados de cara a su sonoridad ante el público y su imagen, y es que no es lo mismo cuando se dice el abogado de, por ejemplo una empresa famosa o un banco, que de primeras puede producir cierto rechazo, al asociarlo quizá con el poder de abuso que algunos practican, que el abogado que defiende a una familia de ser desahuciada. Creo que el carácter social de lo que defienda el abogado influye en la opinión del público, en cuanto a que considerará a quien defienda al “débil” como justo, y a quien defienda al poderoso como que no busca la justicia.

Segundo, me gustaría destacar la distinta visión que, dependiendo de un país u otro de tiene de un abogado, así por ejemplo, en Estados Unidos, un abogado está profesionalmente hablando visto a la par que un médico, aparte de tener un sueldo medio más similar, cosa que en nuestro país no se da.

Acerca de la distinción entre el abogado clásico y el nuevo, podría claramente ser destacada la influencia de las nuevas tecnologías, y es que el abogado que no las domine, hoy en día se queda atrás respecto de los demás, esto no pasaba hace 20 años cuando todo se hacía en papel, todos conocemos las montañas apiladas de papeles antiguos que hay en los despachos de abogados, esperando a que prescriban para deshacerse de ellos, ya que hoy en día todo eso está digitalizado.

Juan Luis de Dios Gómez dijo...

Como no dar comienzo a este comentario en el post sin antes hacer mención a las motivadoras palabras que nos deja del prestigioso abogado Eduardo Couture y como no podía ser menos, una de mis frases favoritas del profesor Javier Alés que no se menciona en este post y me ha marcado: "Saber y entender el Derecho, es saber las reglas de la vida".

Bajo mi punta de vista, la profesión del abogado está bien valorada para todo aquel que sabe apreciarla y entiende que todo no es saber leer un documento jurídico, porque existen muchas personas ignorantes que solo ven en el abogado una cifra económica que les puede parecer mejor o peor, pero es cierto que en la mayoría de casos la labor que realizan a gran parte de la sociedad le resulta un servicio caro y realizan comentarios despectivos en los cuales queda claro que no entienden que el abogado para llegar a poder afrontar el problema que se le plantea ha tenido una previa preparación de conocimientos jurídicos.

Respondiendo a la pregunta de si es distinto el abogado clásico del nuevo abogado, mi respuesta es sí, dado a que el abogado clásico no hace partícipe al cliente en los movimientos que realiza al jugar sus cartas para ganar el juicio que se trate, sin embargo, el nuevo abogado ya toma en consideración a la persona y aunque su cliente no entienda los movimientos que realiza en su labor se siente incluido en el proceso.

Por último, una característica que va a distinguir al nuevo abogado es el uso de un poco de psicología en el cliente ya que como se menciona en el post, no ve al cliente como un asunto, si no como una persona, con sus emociones y sentimientos.

Juan Luis de Dios Gómez

Juan Luis de Dios Gómez dijo...

Como no dar comienzo a este comentario en el post sin antes hacer mención a las motivadoras palabras que nos deja del prestigioso abogado Eduardo Couture y como no podía ser menos, una de mis frases favoritas del profesor Javier Alés que no se menciona en este post y me ha marcado: "Saber y entender el Derecho, es saber las reglas de la vida".

Bajo mi punta de vista, la profesión del abogado está bien valorada para todo aquel que sabe apreciarla y entiende que todo no es saber leer un documento jurídico, porque existen muchas personas ignorantes que solo ven en el abogado una cifra económica que les puede parecer mejor o peor, pero es cierto que en la mayoría de casos la labor que realizan a gran parte de la sociedad le resulta un servicio caro y realizan comentarios despectivos en los cuales queda claro que no entienden que el abogado para llegar a poder afrontar el problema que se le plantea ha tenido una previa preparación de conocimientos jurídicos.

Respondiendo a la pregunta de si es distinto el abogado clásico del nuevo abogado, mi respuesta es sí, dado a que el abogado clásico no hace partícipe al cliente en los movimientos que realiza al jugar sus cartas para ganar el juicio que se trate, sin embargo, el nuevo abogado ya toma en consideración a la persona y aunque su cliente no entienda los movimientos que realiza en su labor se siente incluido en el proceso.

Por último, una característica que va a distinguir al nuevo abogado es el uso de un poco de psicología en el cliente ya que como se menciona en el post, no ve al cliente como un asunto, si no como una persona, con sus emociones y sentimientos.

Juan Luis de Dios Gómez

El Blog de LGB dijo...

Tras la lectura del blog, me resulta interesante recalcar que la figura del abogado no se puede focalizar únicamente en ejercer la profesión al margen de todo lo que le rodea, tanto a él como al asunto o al cliente. Es esencial que los que estudiamos para ejercer tal profesión, así como aquellos que ya lo hacen, tengamos presente la esencia de la vocación, esa actitud proactiva que debemos mantener por la lucha de los derechos y la justicia de los demás.

Por otro lado, resaltaría el medio alternativo que últimamente está teniendo más peso en nuestra sociedad, que es la mediación. Bajo mi punto de vista, la mediación permite abordar temas que vía judicial no se harían, y a su vez permite alcanzar los fines propuestos, que es abordar la solución de un problema. Este medio permite que a través del diálogo podamos alcanzar la justicia y la paz.

Guiomar López

Asunción Díaz dijo...

En primer lugar, para introducir este comentario, me gustaría definir qué es un abogado. Un abogado es un licenciado en derecho que ofrece profesionalmente asesoramiento jurídico y defiende los derechos e intereses de una persona en materia jurídica, a la cual representa en un pleito. Tras leer el blog y respondiendo a las preguntas planteadas, es cierto, que normalmente, se ha tenido una concepción equivocada y mediocre sobre el abogado.
Como hemos comentado en clase en algún momento, podríamos hacer un símil entre el mundo como un juego, y el derecho como las reglas del juego. El abogado es aquella persona que tiene los conocimientos adecuados para interpretar las leyes y adaptarlas a cualquier situación posible que pueda existir. Además, todo el que ejerce esta profesión intenta velar por la justicia y defender los derechos de cada persona. Una rama muy bonita dentro de la abogacía es la mediación, a través de la cual el jurista hace que las dos partes lleguen a un acuerdo que beneficie a ambas, evitando así trámites y juicios.
Es importante destacar que los abogados están en continuo avance profesionalmente, debido a que el mundo está en continuo cambio. Por lo tanto, el contexto en el que trabajan hoy en día no es el mismo que en el que trabajaban hace 50 años.

Asunción Díaz dijo...

En primer lugar, para introducir este comentario, me gustaría definir qué es un abogado. Un abogado es un licenciado en derecho que ofrece profesionalmente asesoramiento jurídico y defiende los derechos e intereses de una persona en materia jurídica, a la cual representa en un pleito. Tras leer el blog y respondiendo a las preguntas planteadas, es cierto, que normalmente, se ha tenido una concepción equivocada y mediocre sobre el abogado.
Como hemos comentado en clase en algún momento, podríamos hacer un símil entre el mundo como un juego, y el derecho como las reglas del juego. El abogado es aquella persona que tiene los conocimientos adecuados para interpretar las leyes y adaptarlas a cualquier situación posible que pueda existir. Además, todo el que ejerce esta profesión intenta velar por la justicia y defender los derechos de cada persona. Una rama muy bonita dentro de la abogacía es la mediación, a través de la cual el jurista hace que las dos partes lleguen a un acuerdo que beneficie a ambas, evitando así trámites y juicios.
Es importante destacar que los abogados están en continuo avance profesionalmente, debido a que el mundo está en continuo cambio. Por lo tanto, el contexto en el que trabajan hoy en día no es el mismo que en el que trabajaban hace 50 años.

jose malaver dijo...

El abogado es una figura que no se entiende verdaderamente una vez profundizas más en la materia. Todos escuchamos el puesto de abogado desde pequeños como uno aquel bien reconocido al estilo de médicos, cirujanos, empresarios o notarios. Son esa clase de trabajo que presuponemos como buenos cuando nos preguntaban qué queríamos ser de mayor, desatendiendo e incluso pudiendo a llegar infravalorar otros como basurero, peluquero, camarero, que sin las nociones del Derecho caemos en la equivocación. ¿Por qué? Porque es fundamental para un abogado saber que todos los trabajos son dignos de respeto, y así lo recoge la Constitución.

Todos tenemos un inicio, algo que nos haya hecho decantarnos por unos estudios o habernos inspirado hacia un objetivo. En el caso del abogado se entiende que luchará por el esplendor de la justicia, acompañado de los derechos fundamentales como la libertad, el respeto, la dignidad y otros tantos derechos, conceptos y disposiciones que se desconocen de forma general en el resto de la sociedad.

La figura del abogado es esencial en la construcción de TODA una sociedad. Venimos de una historia, a veces más justa, seguramente más injusta, pero a la que se va llegando gracias al esfuerzo de personas que velan por una mejor convivencia humana, donde nadie se encuentre sin las herramientas o posibilidades de tratar de ser igual que los demás. Pues cuando se necesita que alguien vele por estas personas, ahí se encuentra el abogado para fusionar su labor con la realidad que hay que tratar de mejorar.

Palabras como las de Eduardo Couture son de un auténtico enamorado del Derecho. Vive la justicia como principio máximo en su día a día y son esta clase de personas las que hacen mejor tanto el oficio como la propia sociedad. No me sorprende que sus hijas se hayan decantado por el Derecho con todo el amor que su padre les habrá presentado el mundo del Derecho.

Por tanto, la labor del abogado sí se encuentra laborada. Al fin y al cabo, todos acudimos a ellos cuando precisamos de un problema, esperando que nos puedan ayudar a solucionarlo.

Por último, como comentamos antes, la sociedad es cambiante, y en la actualidad estamos inmersos en un mundo digital donde la vida y nuestras acciones toman lugar en la nueva tecnología. De ahí que el abogado de igual manera vaya evolucionando a otras características y ámbitos que defender, convirtiéndose en la llamada materia Legal Tech.


Jose Malaver Benjuma

Mercedes González Osuna dijo...

Principalmente, creo que se percibe al abogado, en la sociedad, de haber elegido una profesión aburrida pero creo que eso esta muy alejado de la realidad.
Sinceramente, nunca he tenido esa vocación de estudiar derecho pero creo que a medida que va pasando el tiempo me voy dando cuenta de la falta que hace tener buenos abogados. Bajo mi punto de vista creo que, como todo, unas veces vence la justicia y otras veces no pero creo que los abogados tienen que buscar eso siempre. Creo que una de las características de un abogado debe ser la constancia y sobre todo la perseverancia, y no ser conformista.
Creo que los abogados modernos deben de aprender de los abogados clásicos pero si es verdad que creo que los abogados deben adaptarse a la sociedad en la que viven y que las cuestiones que se trataban anteriormente, aunque muchas se siguen tratando, pueden haber cambiado a lo largo de la historia.
Sin duda, su articulo me ha parecido de lo más interesante y reflexivo. Enhorabuena por el artículo y por hacernos ver la importancia del derecho en todos los campos.

Mercedes González Osuna dijo...

Principalmente, creo que se percibe al abogado, en la sociedad, de haber elegido una profesión aburrida pero creo que eso esta muy alejado de la realidad.
Sinceramente, nunca he tenido esa vocación de estudiar derecho pero creo que a medida que va pasando el tiempo me voy dando cuenta de la falta que hace tener buenos abogados. Bajo mi punto de vista creo que, como todo, unas veces vence la justicia y otras veces no pero creo que los abogados tienen que buscar eso siempre. Creo que una de las características de un abogado debe ser la constancia y sobre todo la perseverancia, y no ser conformista.
Creo que los abogados modernos deben de aprender de los abogados clásicos pero si es verdad que creo que los abogados deben adaptarse a la sociedad en la que viven y que las cuestiones que se trataban anteriormente, aunque muchas se siguen tratando, pueden haber cambiado a lo largo de la historia.
Sin duda, su articulo me ha parecido de lo más interesante y reflexivo. Enhorabuena por el artículo y por hacernos ver la importancia del derecho en todos los campos.

Mercedes González Osuna

Laura Sánchez Arellano dijo...

En primer lugar, me parece súper interesante la profesional del abogado hoy en día por lo tanto darle la enhorabuena por tal magnifico blog. Tras esto, decir que los abogados son profesionales muy necesarios en la actualidad ya que además de defender a su cliente son mediadores de los conflictos acontecidos cada día.
Sin ellos sería casi imposible vivir en paz debido a que cada uno vería por su interés y no buscaría la solución de una forma amistosa y todos agotaríamos los recursos ante la justicia o mediante justicia propia.
En parte están mal visto en los casos de defensa de los actores del delito, acto doloso u omisión. Vivimos en una sociedad que juzga sin saber, por lo tanto solemos, porque también me incluyo en la crítica hacia los profesionales que gestionan la defensa de asesinos, violadores. Al igual que las victimas los autores del hecho tienen derecho a su defensa por eso hay que valorar más aún si cabe el trabajo de estos profesionales ya que no es fácil defender lo indefendible o ganar un juicio por más simple que parezca.
También decir que la sociedad ha ido avanzando y se sabe más sobre las profesiones existentes, sobre el abogado se tenía una visión más fría de lo que realmente se tiene ahora, antiguamente solo se veía al abogado como un saca dineros pero ahora se ve como un apoyo a la hora de tu defensa más cercano, se preocupa más por tu situación y trata de conseguir tu objetivo o acercarse al máximo posible para conseguirlo.

Laura Sanchez Arellano dijo...

En primer lugar, me parece súper interesante la profesional del abogado hoy en día por lo tanto darle la enhorabuena por tal magnifico blog. Tras esto, decir que los abogados son profesionales muy necesarios en la actualidad ya que además de defender a su cliente son mediadores de los conflictos acontecidos cada día.
Sin ellos sería casi imposible vivir en paz debido a que cada uno vería por su interés y no buscaría la solución de una forma amistosa y todos agotaríamos los recursos ante la justicia o mediante justicia propia.
En parte están mal visto en los casos de defensa de los actores del delito, acto doloso u omisión. Vivimos en una sociedad que juzga sin saber, por lo tanto solemos, porque también me incluyo en la crítica hacia los profesionales que gestionan la defensa de asesinos, violadores. Al igual que las victimas los autores del hecho tienen derecho a su defensa por eso hay que valorar más aún si cabe el trabajo de estos profesionales ya que no es fácil defender lo indefendible o ganar un juicio por más simple que parezca.
También decir que la sociedad ha ido avanzando y se sabe más sobre las profesiones existentes, sobre el abogado se tenía una visión más fría de lo que realmente se tiene ahora, antiguamente solo se veía al abogado como un saca dineros pero ahora se ve como un apoyo a la hora de tu defensa más cercano, se preocupa más por tu situación y trata de conseguir tu objetivo o acercarse al máximo posible para conseguirlo.

Anónimo dijo...

Los abogados a día de hoy no se centran únicamente en darle una respuesta o una solución a un caso, sino que intentan conocer, profundizar e implicarse en todo el caso. Pero aún así la labor del abogado no esta bien vista por todos y menos aún aquel abogado que le toca o que elige defender a un delincuente, porque lo ven como si estuviera de acuerdo con lo que ha hecho y esto al final lo pone en una posición difícil puesto que es juzgado por ejercer su trabajo.
Para responder a la pregunta de si es distinto el abogado clásico del nuevo abogado en estos tiempos, hay que tener en cuenta en que son muchos los estereotipos que se relacionan a los bufetes clásicos. Se hace una comparación con los actuales ¨abogados virtuales¨ que están tecnológicamente más avanzados. Y aunque es verdad que siempre es bueno guardar las raíces clásicas, sobre todo en una profesión como la abogacía, hay que tener en cuenta que en la realidad que vivimos es crucial avanzar y actualizarse, así como conocer las nuevas tecnologías y las infinitas oportunidades que ofrece internet.

Irene Vázquez Rivadeneyra

Aarón Guerrero Murillo dijo...

Para dar comienzo a este comentario en sobre el articulo anterior, me gustaría hacer mención en primer lugar a las inspiradoras palabras del prestigioso abogado Eduardo Couture y las sabias palabra de un profesional experimentado en el mundo del Derecho como es el profesor Javier Alés.

Creo que la profesión de abogado en la sociedad actual no esta bien valorada ya que muchas personas piensan que la labor del abogado es solo la de leer un documento jurídico, pero la realidad es que detrás de esas lecturas el abogado necesita una serie de conocimientos que le ayudan a resolver los problemas de sus clientes.

En cuanto a la pregunta planteada en el post sobre si los abogados clásicos son distintos de los abogados actuales, mi punto de vista es que si. El abogado clásico ejercía su trabajo resolviendo los problemas de sus clientes sin hacerlos participes del procedimiento, es decir, no los tenían en cuenta a la hora de tomar decisiones para resolver los problemas. Sin embargo, el abogado actual utiliza a su cliente y lo toma en consideración para resolver los casos de estos. Además, muchos de ellos usan técnicas de psicología para conseguir entender mejor a sus clientes y obtener un mejor resultado.

Aarón Guerrero Murillo

Clara dijo...

Estoy muy de acuerdo con todo lo que se ha publicado en este artículo considero que la profesión de abogado no esta valorada como realmente debería estar, ya que esta profesión busca defender los derechos de la persona a través de la justicia para entender esta profesión es oportuno recordar la función que se le asignó en épocas pasadas. En la época de auge del Derecho y del Imperio Romano abogado era aquella persona a la que se le consultaba los asuntos de interés de la sociedad de aquel entonces, y, su opinión era considerada como un criterio irrefutable que debía ser respetado por todos. Aunque hoy en día, la función social que vienen realizando los abogados no se encuentra reconocida con el valor que en realidad merece, esto es así debido a que gran parte de la sociedad posee un falso concepto sobre el abogado y en realidad no lo perciben como una persona que se sacrifica por otros.

Clara dijo...

Estoy muy de acuerdo con todo lo que se ha publicado en este artículo considero que la profesión de abogado no esta valorada como realmente debería estar, ya que esta profesión busca defender los derechos de la persona a través de la justicia para entender esta profesión es oportuno recordar la función que se le asignó en épocas pasadas. En la época de auge del Derecho y del Imperio Romano abogado era aquella persona a la que se le consultaba los asuntos de interés de la sociedad de aquel entonces, y, su opinión era considerada como un criterio irrefutable que debía ser respetado por todos. Aunque hoy en día, la función social que vienen realizando los abogados no se encuentra reconocida con el valor que en realidad merece, esto es así debido a que gran parte de la sociedad posee un falso concepto sobre el abogado y en realidad no lo perciben como una persona que se sacrifica por otros.

Aarón Guerrero Murillo dijo...

Para dar comienzo a este comentario en sobre el articulo anterior, me gustaría hacer mención en primer lugar a las inspiradoras palabras del prestigioso abogado Eduardo Couture y las sabias palabra de un profesional experimentado en el mundo del Derecho como es el profesor Javier Alés.

Creo que la profesión de abogado en la sociedad actual no esta bien valorada ya que muchas personas piensan que la labor del abogado es solo la de leer un documento jurídico, pero la realidad es que detrás de esas lecturas el abogado necesita una serie de conocimientos que le ayudan a resolver los problemas de sus clientes.

En cuanto a la pregunta planteada en el post sobre si los abogados clásicos son distintos de los abogados actuales, mi punto de vista es que si. El abogado clásico ejercía su trabajo resolviendo los problemas de sus clientes sin hacerlos participes del procedimiento, es decir, no los tenían en cuenta a la hora de tomar decisiones para resolver los problemas. Sin embargo, el abogado actual utiliza a su cliente y lo toma en consideración para resolver los casos de estos. Además, muchos de ellos usan técnicas de psicología para conseguir entender mejor a sus clientes y obtener un mejor resultado.

Aarón Guerrero Murillo

Anónimo dijo...

Los abogados a día de hoy no se centran únicamente en darle una respuesta o una solución a un caso, sino que intentan conocer, profundizar e implicarse en todo el caso. Pero aún así la labor del abogado no esta bien vista por todos y menos aún aquel abogado que le toca o que elige defender a un delincuente, porque lo ven como si estuviera de acuerdo con lo que ha hecho y esto al final lo pone en una posición difícil puesto que es juzgado por ejercer su trabajo.
Para responder a la pregunta de si es distinto el abogado clásico del nuevo abogado en estos tiempos, hay que tener en cuenta en que son muchos los estereotipos que se relacionan a los bufetes clásicos. Se hace una comparación con los actuales ¨abogados virtuales¨ que están tecnológicamente más avanzados. Y aunque es verdad que siempre es bueno guardar las raíces clásicas, sobre todo en una profesión como la abogacía, hay que tener en cuenta que en la realidad que vivimos es crucial avanzar y actualizarse, así como conocer las nuevas tecnologías y las infinitas oportunidades que ofrece internet.

Irene Vázquez Rivadeneyra

Anónimo dijo...

De este artículo podemos concluir que cada vez es más común la intervención de la lógica jurídica como eje transformador de la sociedad. Se puede ver con más frecuencia que una persona jurídica sepa de lo que es capaz y de lo que no. Esto se debe a que cada vez más personas se interesen por estudiar la carrera de derecho como muestran las estadísticas. A lo mejor antes no se valoraba tanto el trabajo de un jurista, por el desconocimiento, o por los "pocos" casos dignos de aprecio. Se observar un desprecio general hacia la justicia que no es políticamente correcto, ya que desde mi punto de vista la labor de un abogado es la de mediar entre distintas partes. Quien no considere la abogacía como un estilo de vida apasionante no sabe realmente de lo que trata. Hoy en día una persona que sabe de derecho y cómo utilizarlo tiene años luz de ventaja sobre otra que es reacia a ello. Hoy en día no es necesario que un abogado represente a un bufete para llevar la palabra del derecho.

Mercedes Pérez Infante dijo...

En primer lugar pienso que la labor del abogado mas importante es su contribución a la gestación de una sociedad mas justa, capaz de reivindicar sus derechos.

Creo que para la abogacía hay que tener vocación ya que es una profesión que requiere mucho esfuerzo y mucha compresión humana en el sentido de que lo que intenta es mejorar el mundo e intenta hacer aquello que es justo.
Como ha dicho Javier “ el abogado hoy en día no ve en el cliente un asunto, sino sobre todo una persona, con emociones, sentimientos y porque no decirlo… sufrimiento.”

Así que no podemos sino admirar y respetar la función del abogado, ya que no deja de ser un profesional que, desde su despacho, procura atender y entender a todas las personas que acuden con sus grandes problemas para así solucionarlos.
Pienso que es una profesión sumamente necesaria ya que son la principal unión entre las leyes y los ciudadanos. Sin ellos, las personas ajenas al mundo del derecho en muchas ocasiones no sabrían cómo actuar.

Mercedes Pérez Infante dijo...

En primer lugar pienso que la labor del abogado mas importante es su contribución a la gestación de una sociedad mas justa, capaz de reivindicar sus derechos.

Creo que para la abogacía hay que tener vocación ya que es una profesión que requiere mucho esfuerzo y mucha compresión humana en el sentido de que lo que intenta es mejorar el mundo e intenta hacer aquello que es justo.
Como ha dicho Javier “ el abogado hoy en día no ve en el cliente un asunto, sino sobre todo una persona, con emociones, sentimientos y porque no decirlo… sufrimiento.”

Así que no podemos sino admirar y respetar la función del abogado, ya que no deja de ser un profesional que, desde su despacho, procura atender y entender a todas las personas que acuden con sus grandes problemas para así solucionarlos.
Pienso que es una profesión sumamente necesaria ya que son la principal unión entre las leyes y los ciudadanos. Sin ellos, las personas ajenas al mundo del derecho en muchas ocasiones no sabrían cómo actuar.

Mercedes Pérez Infante dijo...

En primer lugar pienso que la labor del abogado mas importante es su contribución a la gestación de una sociedad mas justa, capaz de reivindicar sus derechos.

Creo que para la abogacía hay que tener vocación ya que es una profesión que requiere mucho esfuerzo y mucha compresión humana en el sentido de que lo que intenta es mejorar el mundo e intenta hacer aquello que es justo.
Como ha dicho Javier “ el abogado hoy en día no ve en el cliente un asunto, sino sobre todo una persona, con emociones, sentimientos y porque no decirlo… sufrimiento.”

Así que no podemos sino admirar y respetar la función del abogado, ya que no deja de ser un profesional que, desde su despacho, procura atender y entender a todas las personas que acuden con sus grandes problemas para así solucionarlos.
Pienso que es una profesión sumamente necesaria ya que son la principal unión entre las leyes y los ciudadanos. Sin ellos, las personas ajenas al mundo del derecho en muchas ocasiones no sabrían cómo actuar.

Lola Sánchez Zamora dijo...

Tras finalizar la lectura me he sentido orgullosa de la carrera que he elegido, de lo bonita que es y de toda la verdad que se dice en el texto, porque desde mi punto de vista, a la profesión de abogado actualmente se le quita importancia, no se si por la cantidad de gente que lo estudia o incluso por la nota de corte que tiene, pero los que la estudiamos no lo vemos así. Porque para mi, un buen abogado no es el que ve al cliente como fuente de ingresos sino el que da todo por que se haga la mayor justicia posible.
Por eso quiero destacar el párrafo que más me ha gustado del post; "Por ello el abogado hoy en día no ve al cliente un asunto, sino sobre todo una persona, con emociones, sentimientos y porque no decirlo...sufrimiento. es orgullo y comprensión. es pacificación y reconocimiento. Es en definitiva, amor por el respeto a los derechos humanos y la JUSTICIA con mayúsculas"
También tengo que destacar que la carrera del abogado está continuamente cambiando, no solo por la legislación, que también, sino por las figuras, con esto me refiero a los mediadores y gestores que para mi son el futuro de esta carrera. Por eso es que en ningún momento se ha quedado estancada o se debe de considerar antigua.
Lola Sánchez Zamora

Lola Sánchez Zamora dijo...

Tras finalizar la lectura me he sentido orgullosa de la carrera que he elegido, de lo bonita que es y de toda la verdad que se dice en el texto, porque desde mi punto de vista, a la profesión de abogado actualmente se le quita importancia, no se si por la cantidad de gente que lo estudia o incluso por la nota de corte que tiene, pero los que la estudiamos no lo vemos así. Porque para mi, un buen abogado no es el que ve al cliente como fuente de ingresos sino el que da todo por que se haga la mayor justicia posible.
Por eso quiero destacar el párrafo que más me ha gustado del post; "Por ello el abogado hoy en día no ve al cliente un asunto, sino sobre todo una persona, con emociones, sentimientos y porque no decirlo...sufrimiento. es orgullo y comprensión. es pacificación y reconocimiento. Es en definitiva, amor por el respeto a los derechos humanos y la JUSTICIA con mayúsculas"
También tengo que destacar que la carrera del abogado está continuamente cambiando, no solo por la legislación, que también, sino por las figuras, con esto me refiero a los mediadores y gestores que para mi son el futuro de esta carrera. Por eso es que en ningún momento se ha quedado estancada o se debe de considerar antigua.
Lola Sánchez Zamora

Eduardo Gómez Portas dijo...

Si bien ha evolucionado la visión del abogado de "clásico" a "moderno", su esencia debería permanecer estable: la ayuda hacia los demás y en defensa de la paz. Es por esto que considero trascendente reflexionar el argumento del texto: profesión sobre vocación. Este contraste refleja al eje en que un abogado dirigirá su práctica; es decir, si ofrecerá sus servicios como mera actividad profesional (monetaria), sin más; o además de su remuneración centrará su actividad a su vocación y, por consiguiente, identificará a la persona detrás de su "caso" y buscará auxiliarlo integralmente a través de las herramientas que no sólo haya obtenido en su formación académica tradicional, sino también con su investigación y aprendizaje actual.
Por lo anterior, considero que el abogado tiene un rol significativo en la sociedad coetánea, pues es él quién traduce las letras adhiriéndolas a la realidad.

Maria Merello Argudo dijo...

Personalmente y tras leer el texto, me acuerdo de la típica pregunta que me hacen tras decir que estudio derecho “¿Y porque no ADE? tanto que estudiar paff”, no miento cuando digo que mucha gente me pregunta si me gusta mi carrera y me da la impresión que no entienden cuando les digo que me gusta, se quedan con cara rara como pensando que me gusta pasar horas sentada memorizando artículos.
Pero les diría, que ha día de hoy estudio derecho porque quiero ser abogada, y como se suele decir ; Quiero saberme las reglas del juego, actualmente el abogado no es únicamente una base de datos que tiene en la memoria todas la leyes, sino que considero que un abogado, debe tener valores tan importantes como la empatía, ya no se trata al cliente como un caso, sino como una persona con circunstancias, que el abogado debe hacer suyas, y por ello creo que es una profesión verdaderamente vocacional, pues al igual que el cliente sufre el abogado aunque en menos medida experimente también este sufrimiento.
Por ello, me parece admirable esta profesión y considero que esta infravalorada en algunas ocasiones se concibe la figura de abogado como el medio para llegar a buscar trampas, sin embargo, es una figura fundamental que persigue la justicia y busca que la verdad sea protagonista.

Francisco Javier Pajares Rincón dijo...

Una vez leído este post, me gustaría comenzar hablando sobre la visión que tiene hoy en día la sociedad sobre la carrera de Derecho.

Desde mi punto de vista, en la actualidad predomina una perspectiva poco acertada sobre esta profesión, pues la mayoría de personas creen o piensan que dicha carrera es demasiado simple, y esto hace que sea infravalorada.

Ahora bien, conforme a la última cuestión formulada, acerca de la diferencia entre el abogado clásico y el actual o moderno; cabe destacar que el abogado actual es completamente distinto al clásico, pues el primero se encuentra en continuo proceso de adaptación y cambio acorde al contexto que acontezca, y el segundo desempeña una labor más tradicional y continuista.

Unknown dijo...

Tras leer este post podemos afirmar que la profesión del abogado es un trabajo muy complejo, en el que se deben de tener en cuenta distintos puntos de vista. Tanto es así que vemos como además de la función de defensa del cliente el abogado también tiene un papel de mediador y asesor.
La idea del abogado hoy en día es muy incompleta a como es realmente, tenemos una idea teórica sobre el derecho pero poco conocimiento sobre la practica, que es igual o incluso mas importante que el conocimiento de las leyes.
Debemos tener en cuenta también el continuo proceso de aprendizaje y cambios que viven los abogados a lo largo de su carrera en la actualidad. Este trabajo en la actualmente es muy diferente a como era antes, los abogados de antes tenían como fin ganar los pleitos, de forma mas objetiva, mientras que en la actualidad tienen una visión mas subjetiva, con la intención de hacer participes al propio cliente y centrándose en buscar justicia para ellos.

Carlota Jurado dijo...

Tras leer este post podemos afirmar que la profesión del abogado es un trabajo muy complejo, en el que se deben de tener en cuenta distintos puntos de vista. Tanto es así que vemos como además de la función de defensa del cliente el abogado también tiene un papel de mediador y asesor.
La idea del abogado hoy en día es muy incompleta a como es realmente, tenemos una idea teórica sobre el derecho pero poco conocimiento sobre la practica, que es igual o incluso mas importante que el conocimiento de las leyes.
Debemos tener en cuenta también el continuo proceso de aprendizaje y cambios que viven los abogados a lo largo de su carrera en la actualidad. Este trabajo en la actualmente es muy diferente a como era antes, los abogados de antes tenían como fin ganar los pleitos, de forma mas objetiva, mientras que en la actualidad tienen una visión mas subjetiva, con la intención de hacer participes al propio cliente y centrándose en buscar justicia para ellos.

Fernando Mas Deudero dijo...

Tras leer este post puedo decir que comprendo la dificultad y complejidad que alberga el oficio de ser abogado dado que hay muchos factores a considerar. El abogado no es solo defensor de una parte litigante sino que también tiene otras labores como pueden ser escuchar, mediar, asesorar... Algunos no se hacen unas idea de como es ser abogado realmente, pueden tener una idea pero no completa, en mi caso creo que tengo una visión algo completa al tener algún jurista en la familia. Los abogados deben realizar un aprendizaje constante por el carácter cambiante de su ámbito y de su labor. Los abogados consideran aspectos objetivos y subjetivos dado que en los juicios no todo se basa en argumentos sino que también entran en juego muchos otros aspectos, creo que los jueces son quienes consideran mayormente los aspectos subjetivos.

Maria Merello Argudo dijo...

Personalmente y tras leer el texto, me acuerdo de la típica pregunta que me hacen tras decir que estudio derecho “¿Y porque no ADE? tanto que estudiar paff”, no miento cuando digo que mucha gente me pregunta si me gusta mi carrera y me da la impresión que no entienden cuando les digo que me gusta, se quedan con cara rara como pensando que me gusta pasar horas sentada memorizando artículos.
Pero les diría, que ha día de hoy estudio derecho porque quiero ser abogada, y como se suele decir ; Quiero saberme las reglas del juego, actualmente el abogado no es únicamente una base de datos que tiene en la memoria todas la leyes, sino que considero que un abogado, debe tener valores tan importantes como la empatía, ya no se trata al cliente como un caso, sino como una persona con circunstancias, que el abogado debe hacer suyas, y por ello creo que es una profesión verdaderamente vocacional, pues al igual que el cliente sufre el abogado aunque en menos medida experimente también este sufrimiento.
Por ello, me parece admirable esta profesión y considero que esta infravalorada en algunas ocasiones se concibe la figura de abogado como el medio para llegar a buscar trampas, sin embargo, es una figura fundamental que persigue la justicia y busca que la verdad sea protagonista.

Maria Merello Argudo

Alba Jiménez Herrero dijo...

Alba Jiménez Herrero.

Basandome en mi opinión personal y haciendo referencia a mi pensamiento individual, la labor del abogado esta bien vista, pero de manera peculiar, ya que se ve como una postura seria, asentimental y de manera muy rígida, no está lo suficientemente valorada, ya que como todo el mundo sabe, la justicia va lenta, eso no quiere decir que la justicia no funcione, como mucha gente piensa. Quien piense de esa manera, que se lo pregunte al abogado que está hasta la madrugada estudiandose un caso, al juez que tiene que invertir miles de horas para la resolución del mismo... la justicia va lenta, pero si funciona, puesto que hay muchas personas detras, abogados, jueces fiscales... que apuestan por ella y sacan su mayor estuerzo físico y psicológico para llevarla acabo.
Si que pienso que la postura del abogado está anticuada y que no ha progresado con el paso de los años sino que se ha mantenido firme en cuanto a pensamientos y actos jurídicos con independencia de que se hayan modificado las leyes y su aplicación, quizá si que debería adoptar otra postura jurídica que esté más a fin a los tiempos en los que vivimos, pero partiendo de una base principal de justicia.

Míriam Fernández Ramírez dijo...

Primero agradecerle la oportunidad de leer este maravilloso artículo muy necesario en la actualidad jurídica.
Segundo y en relación con el artículo, la justicia se pone en cuestión cada vez que un gran caso salta a la luz. Todo el mundo, dentro del mundo jurídico o no, tiene opinión y exige unas penas u otras. Sin embargo, casos hay miles cada día, y la justicia está presente siempre de manera más acertada o menos, a gusto de cada uno. La figura del abogado, en mi humilde opinión, es la personificación de justicia. El juez intenta acatar las leyes que no siempre deben ser las justas. Pero el abogado es el que pone en cuestión cuál es la verdadera razón, es el que investiga la verdad y el que la expone, es el defensor, y no hay nada más bonito que eso.
Míriam Fernández Ramírez.

Anabel Cortés Jiménez dijo...

El camino y la profesión que he elegido, el Derecho, conlleva predominadamente aparejada una serie de características que podría decir que, en su mayoría, tanto yo como mis compañeros debemos tener en primer plano, y que no es otra que la Justicia.
La justicia en mi opinión representa un amplio abanico de situaciones, circunstancias y formas en las que se puede llegar a aplicar un determinado conocimiento a problemas de la sociedad y llegar a una solución por lo general favorable para todos (aunque no siempre es así, ya que hay circunstancias que atentan en su plenitud contra los derechos de otras personas).
Ser una persona justa o que aplica la justicia por lo general, incluso sin conocimientos jurídicos implica también empatizar por mínimo que sea con el problema que existe y con cómo poder arreglarlo de forma correcta para todos, siguiendo un patrón similar en determinadas circunstancias similares para no dejar de ser justos.
Se puede desprender del artículo que Justicia no es un ente autónomo, sino que para poder ser justo deben aplicarse otra serie de características y conceptos que no podemos obviar como bien son Derecho y Paz, ya que para poder tener una sociedad pacífica y feliz debe existir un Derecho que rija determinadas normas que equilibren las situaciones problemáticas a favor de la Justicia.
La figura del abogado, así como el resto de profesiones dedicadas a la rama jurídica, tienen una importancia vital en la sociedad, ya que, sin ellos, acordar una solución sería una situación mucho más tensa, complicada y seguramente más irrespetuosa que con la ayuda de profesionales conocedores del derecho que guían y orientan a la obtención de soluciones de forma civilizada y ordenada.
Anabel Cortés.

Mariam Pérez Márquez dijo...

El contenido del artículo resulta ser muy valioso para los que nos adentramos cada vez más en el mundo del derecho, así nos ayuda a conseguir tener una formación y capacidades muy buenas.
En España, la justicia tenemos que tenerla muy presente en nuestro trabajo como abogados, puesto que rige la aplicación del derecho y es más importante incluso que el derecho.
El decálogo que se muestra, es un claro ejemplo de cómo ser un buen abogado, un trabajo apasionante, en el que cada día te enfrentas a cuestiones y situaciones diferentes que tenemos que afrontar de la mejor manera posible. La figura de un abogado en la sociedad tiene relevante importancia, pues es vital para solventar problemas que se presentan en la sociedad, y a través de esta figura, todo el procedimiento se lleva a cabo de una manera más formal, correcta y respetuosa. El juez, al fin y al cabo, es el que decide en un juicio cuál de las partes debe ser la que pase favorablemente, no siendo esta decisión la más justa.

Natalia Mora Ramírez dijo...

La imagen del abogado hoy en día puede encontrarse contaminada por la variedad de experiencias particulares de las personas. También es visto como un puesto de trabajo que las personas desean tener por su recompensa económica. Sin embargo, la labor de un abogado es dinámica, su aprendizaje y ejercicio de conocimiento nunca puede parar pues el derecho de desarrolla a la par de la sociedad. Es prácticamente imposible imaginar una sociedad sin leyes, y mientras haya ley, la labor del abogado será indispensable. Son valiosos no solo por sus capacidades a la hora de defender, comunicar, negociar...etc, sino también por su conocimiento. Cuando pagamos a un abogado, pagamos sobre todo ese conocimiento que posee. Es por ello que desempeñan un papel esencial en prácticamente todos los ámbitos.

Sofía Vázquez Lanas dijo...


La sociedad sin la existencia del derecho como regulador de las buenas relaciones sociales y limitador de acciones, consigue con si mismo una armonización de la sociedad, pues sin el viviremos en una completa locura.

El derecho castiga o sanciona las acciones mal echas y para ellos es necesario una estructura para poder hacer que todo esto sea posible. Todas las figuras presentes en la consecucción de aplicar el derecho son importantes, pero en este caso hablaremos de la figura de abogado.

Hoy en día creo que la profesion de la abogacía no se valora lo suficiente como debería, pero aun así creo que si esta bien vista, pues un abogado es sabiduría y te puede ayudar en cualquiera de las materias existentes, es cierto que nunca he ejercido la abogacía pues todavía soy joven, pero muchas veces tras escuchar noticias, hay algunos casos en los que en lugar de buscar la justicia o la verdad, se busca el beneficio propio, cosa que me parece denigrante, no solo en los abogados, sino en los propios sujetos.

No hace mucho uno de los miembros de la famosa "MANADA" ha reconocido los feísimos hechos de los que se le acusaban solo por una "reducción de pena", cosa que me parece que para nada se acerca a la justicia siendo un tema y una acción que ha supuesto una increíble importancia, con tantos daños tanto físicos y morales para la agredida, que pienso que no, que no se busca la justicia como se debería.