domingo, 29 de septiembre de 2013

LA MAGIA DE LA MEDIACION

MAGIA Y MEDIACIÓN.-

            No fué casualidad, es más tenía que pasar. Soy formador de mediadores y mediadoras, alumnos que cada año durante los últimos 11, saben que nuestra profesión es "mágica" y todo empezó antes de que se celebrara una conferencia en el 1º Congreso Andaluz de Mediación Familiar que se celebró en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, es más, yo creo que empezó mucho antes. Imaginad que un día recibis una visita de cierto personaje que te pide que le ayudes a enseñar a un grupo de alumnos todos sus conocimientos mágicos, y encima os dice que ha estado trabajando en esta tarea hace unos 600 años. Pués algo así fué lo que nos pasó a mi buen amigo Mario y a mi. Había llegado el momento de compartir todo lo que sabíamos sobre la magia y la mediación.

            Corria el año 1400 y entonces fué cuando conocí a Mario el Mago, el mundo era un lugar oscuro, gobernado por la ignorancia y la fuerza bruta, solo unos pocos nos esforzábamos para mantener encendida las brillantes estrellas del aprendizaje, la esperanza y el asombro. Nuestras escuelas de mediación se mantenían oculta por necesidad, ya que en aquellos tiempos había muchas personas intolerantes y temerosas, que quemaban a los magos y entendía que la mediación no era importante, luego quemaban a cualquiera que fuera diferente.

            Bastó una pequeña charla de 2 ó 3 minutos, sin levantar la voz y con la sorpresa en el rostro de quienes sabían que tarde o temprano tendrían que compartir algún secreto. Sabíamos que llevabamos en nuestro interior el poder de hacer que sucedan cosas maravillosas y que los magos y los mediadores teniamos que ser valientes para unirnos y enfrentarnos a lo desconocido.

            Quedamos para 600 años después, el tiempo se pasó volando y sentados ya en mi despacho de la Universidad se nos presentó el Universo de seres mágicos que solo algunos afortunados pueden ver en su vida: elfos, duendes, gnomos, enanos. La mayoría son diminutos aunque alguno ya crecido eran de nuestro tamaño. Aunque algunas hadas viven en el país de las hadas y se mantienen jovenes eternamente, otros seres en cambio viven entre nosotros y mientras hablábamos de magia y mediación, se nos cruzaban de un lado para otro, como queriendo entrar en nuestra conversación. Para ver un hada, un gnomo, tienes que saber que a pesar de que los conflictos te agobien, existe una solución y ser capaz de mirar y buscar entre las cartas de una baraja de naipes, además ellos deciden si desean mostrarse ante nosotros y si ven que vas a tener dudas, que no acudes con buena intención, si no reconoces a los demás y que también tienen razón, no se aparecerán jamás.

            Así nos sentamos, Mario sacó su baraja y me dijo que permaneciéramos en silencio, ibamos a buscar nuestra primera hada, yo le hable segundos después de lo que estabamos haciendo en la Universidad: formar mediadores, formar ilusionistas, personas que van a intentar cambiar un conflicto por un acuerdo, una crisis en una leve sonrisa, "somos -le dije- alquimistas, queremos hacer una poción mágica, donde cogiendo una pizca de sentido común, un poco de justicia, de psicología, de humanidad, de ciencias sociales, para, mezclando con un poco de esos polvos mágicos que tanto tienen los magos, poder beber y hacer que las personas confien en nosotros para ayudarles y resolver sus conflictos más cercanos".

            Mario me comentó que desde tiempos inmemoriales, las palabras ABRACADABRA o TACHAAAN, han sido compañeras de los magos para sorprender a quienes creen en ellos, haciendo cosas que les parecían imposibles. La gente cree que las posiciones del sol, la luna y las estrellas han determinado la personalidad de cada uno y que ejercen una enorme fuerza sobre nuestro destino y me susurró: "fíjate bien, estos 4 reyes de la baraja, van a buscarse milagrosamente, estando repartidos entre sus ejercitos con un simple golpe, mezcla las cartas", yo hice fielmente mi trabajo y por arte de magia, después de cortar y barajar, allí estaban dadas la vuelta ante mis ojos sin que Mario las tocara.

            Si quieres trabajar en la magia necesitas practicar una y otra vez. Los buenos magos suelen contemplar o señalar objetos o acciones que no tienen nada que ver con el efecto mágico y así mientras el público se dirige con su mirada hacia allí, pueden hacer que la ilusión se encuentre en otro lugar donde irán atraidos por él. Y yo me pregunto ¿y es que los mediadores no hacemos lo mismo?. Tenemos que practicar ser naturales, objetivos y empáticos, debemos permitir que nos cuenten y hacerles ver cuál puede ser el camino correcto, donde llegar si tienen ilusión y compromiso (¡¡ cuantas veces en sesiones de mediación hemos sabido cuál era la solución ideal!! pero hemos permitido que las personas lleguen por si mismos siendo encauzados por nosotros). Los magos adaptan las historias que cuentan a cada público, lo que ellos le llaman labia y sobre todo respetan al público, son tremendamente respetuosos con sus clientes.

            Yo también queria sorprender a Mario y le conté que hacia poco tiempo fueron a verme a la consulta tres hermanos porque no sabian que decisión tomar con respecto a su padre de 84 años, enfermo y viviendo en soledad. El tiempo estaba en su contra y el padre no quería ser estorbo para ninguno de ellos, la posibilidad de internarlo en una residencia ya había sido descartada, y la ayuda prestada por una tercera persona ya estaba siendo muy costosa. Pués bien, se les ayudó al acuerdo al que llegaron por si mismos, a vender la casa, adquirir una cercana a uno de los hijos y estos acordaron que mientras que uno podía acompañarlo a visitas médicas y pasesos diarios, el otro se lo llevaría de veraneo y el tercero, divorciado, se iría a vivir con el padre en la nueva casa que era mejor y más espaciosa.

            Y así transcurrió, una, dos horas, no se, pero a partir de entonces sabíamos que teniamos que colaborar. Que los dos erasmos magos y mediadores.

            Los magos tienen "sus técnicas", para que la audiencia vea algo nuevo, algo sorpresivo, diferente y que parecía imposible. Para que la magia aparezca en un conflicto, los mediadores tenemos herramientas en nuestra manga para poner a disposición en un proceso. ¿Que hacemos exactamente?¿porqué somos magos?. La mediación es un proceso al que se recurre cuando las partes no han podido entenderse y ayudados por una persona neutral, llegan a un acuerdo mediante la autodeterminación. La magia de la mediación consiste en ayudar a la gente a cambiar sus "percepciones" acerca del problema que tienen y modificar la percepción del problema significa poder mirarlo desde otro lugar (Diez y Gachi). Consiste en enseñarles que existe una vía de acuerdo, una posible solución, que está oculto a sus ojos y que si conocen como hacerlo, podrán utilizarlo en el futuro en nuevas confrontaciones. Os puedo decir que pocas cosas son tan satisfactorias como aprender un juego de magia y hacerlo ante los tuyos, que se sorprendan.

            Para nosotros los mediadores y mediadoras igual que para el mago, lo más importante es la narración, la comunicación, la estrategia a utilizar, la interacción con nuestro espectador o cliente.

            En el espacio de la mediación, el elemento más importante son los significados a los sucesos que en él ocurren. El espacio facilita y genera confianza, al igual que el mago necesita de complicidad del auditorio o de las personas cercanas a él en la magia de cerca.

            La generación de confianza, es fundamental en ambas profesiones. En mediación, las partes tienen que comenzar a confiar en la persona del mediador; también es importante ir demostrando logros para que confien en el proceso, y sobre todo en que pueda haber una solución. Cuando el mago pide un voluntario, cuando le hace pasar por el trance de espadas, cuando "rompe" su cuerpo en pedazos, sabemos que no pasa nada pero... que no me toque a mí.

            Es importante también legitimar a las partes, saber que estamos con ellos y que se sienten parte del proceso. Los magos consiguen eso mediante los 5 puntos mágicos: La mirada (transmitir relajación, ilusión, manteniendo hilos imaginarios con ellos), la voz (proyectando su voz con claridad y con variedad de matices que sirven para comprensión, resumen o llevando a las partes al climax; los magos y mediadores somos expresivos, comunicativos y emocionantes), las manos (relajadas, sueltas, con armonía y expresividad), el cuerpo y los pies (con los que muestran sus mensajes en cada momento). Los mediadores lo hacemos alentando y facilitando la participación.

            Pero quizas lo más llamativo de la unión entre LA MAGIA Y LA MEDIACIÓN sean los perfiles personales y profesionales y las funciones que cumplen, Así diríamos que los mediadores, como los magos, serán serenos, observadores, con grado de simpatía/empatía, comunicadores, inspiradores de confianza, confidenciales, pacientes, creativos. Y entre nuestras funciones tenemos la de ser analistas de la realidad para reflexionar sobre el juego o el conflicto,; ser traductores o intérpretes de los mensajes que recibimos; ser fotógrafos de la realidad; y ser catalizadores.

            Una vez leí en un manual de Cartomagia que el arte de producir la admiración de los semejantes por medio de hechos en apariencia extraordinarios, es tan viejo como la humanidad y a esto añadimos que la mediación como técnica, proceso o método por el que personas se han ofrecido para poder templar los conflictos que otras han tenido es también tan antigua como la humanidad.

            Os imaginais un sombrero de copa, un manto misterioso o la famosa varita mágica, que en mediación hicieran desaparecer las malas intenciones y apareciera delante de nuestros ojos la sinceridad, el reconocimiento, el acuerdo. Aprendí una vez un juego por el que un nudo imposible de desatar y que entrego a las personas para que lo observen, cuando vuelve a mis manos, atado a una pulsera, con un simple movimento era capaz de desatarlo. Cuantas veces viene nuestros clientes on "ese nudo imposible",ese laberinto de intenciones y, si podemos intentamos "desatarlo", siempre con su ayuda porque son ellos los que tienen que querer "desatarse".

            Me gustaría despedirme con una recomendación a todas y todos: USAD VUESTROS PODERES MAGICOS, presta atención a todo lo que te suscita curiosidad y te da felicidad, ayuda a crear un mundo un poco mejor, son los indicios de tu auténtica naturaleza de mago-mediador.

            Y si algún día nos cruzamos, recuerda... uno o dos minutos y después nos podemos encontrar dentro de otros 600 años.

            Javier Alés, Abogado-mediador y... mago, 

6 comentarios:

Manuel Reales dijo...

Gracias Javier por este articulo tan bueno sobre tu libro en el que comparas la mediacion con la magia.
En realidad el buen mediador es un mago, pues sabe transformar las energias mal encauzadas y malentendidos en acuerdos satisfactorios para todas las partes.
Por regla general todos los sucesos del Universo son para nuestro bien, aunque no sepamos entenderlo a priori.
El mediador como mago que es, puede ver cual es el camino que tiene que propiciar para que las partes descubran que en el fondo los intereses son los mismos para ambas partes.Y que el conflicto es la medida propiciada por el Universo, para que esas partes se fortalezcan de ese conflicto, pero que solo existe en apariencia.
Esta es mi humilde opinion.
Me voy a presentar. Me llamo Manuel Reales y soy gestor administrativo.
Recientemente hemos hecho varios gestores un curso de mediacion en Sevilla, y me gustaria que pudieramos contactar para asi beneficiarnos de nuestras mutuas experiencias.
Estoy creando un blog en el que puedes participar y anunciar tu libro si lo deseas.

Unknown dijo...

¡¡Un gran libro y un gran profesor!! Aprendí mucho de usted en el curso de Especialista en Mediación en la Complutense de Madrid. Y su libro es estupendo, ya que explica la Mediación desde el punto de vista del que realidad es, porque son pequeñas cosas que normalmente la gente no se para a observar, pero pueden ayudar mucho en nuestras relaciones del día a día. Y es magia porque nos olvidamos de soñar en nuestra vida, pero si no soñamos, si no utilizamos esos trucos de magia, nunca aprenderemos a disfrutar de la vida todo lo que se puede.
Muchas gracias por trasmitirme la Mediación de la manera que lo hizo en clase y con su libro.
Un Saludo
CRISTINA

Unknown dijo...

Gracias Javier por transmitir Magia, porque con vocación se crea ilusión y porque la ilusión es fundamental en la Mediación.
Las personas que se acercan a nosotros como mediadores o futuros mediadores están inmersos en sus problemas y en numerosas ocasiones lo ven todo oscuro y no son capaces de ver esa luz que ellos mismos poseen para salir del conflicto en el que están inmersos. Esa luz, es la que tú enciendes Javier, la poseen ellosm pero tú con tú magia haces que ellos den al botón. Gracias por todo.

Unknown dijo...

Gracias por tu libro.

Javier Alés dijo...

Manuel, Cristina, Mª Angeles... no tengo mas que palabras de agradecimiento, pero de verdad, de corazón, porque mis reflexiones siempre las lanzo para que personas como vosotros valoreis en la medida de lo posible que teneis un amigo que ama, que le apasiona la mediación, porque vive con ella al lado y descubrió hace mucho tiempo que las personas necesitan de la magia de la mediación. Gracias por ser magos en este camino de aprendizaje. Un abrazo a los tres

Mary De Simone dijo...

Querido Maestro, concuerdo contigo. Cuanta magia debemos aprender los mediadores, Cuanta apertura mental hacia el conocimiento nos dá. Nos veremos en 600 años.???? Estás siempre Javier. Aquí tienes la respuesta, Reflexiones del año 2013 y estamos en marzo de 2021, has venido rápidamente Maestro.!!!!! Gracias.