Desde que iniciamos una formación para mediadores, defendemos
la importancia de la flexibilidad en un proceso o las etapas que vivimos al
atender un conflicto. Somos conscientes de que adaptamos “el traje” a medida de
los mediados y que cada caso es totalmente distinto al anterior. No hay por
tanto una fórmula concreta para mediar.
Pero en el gráfico que hoy muestro si he querido reflejar los
“momentos” que vivimos internamente los mediadores, momentos que reflejan
nuestras reflexiones y lo que verdaderamente es intrínseco al trabajo de
mediador.
Por eso querido lector o lectora me gustaría me reflejaras
una vez veas los 11 momentos que te indico en la infografía, que momento sería más importante
para ti, lo justificaras para aprender entre todos y si ves o encuentras en lo
que es una mediación otro u otros momentos que quisieras compartir.

11 comentarios:
Desde mi punto de vista, el primer momento que sería ESCUCHAR es el más importante. Al final, escuchando es cuando podemos entender con más claridad todos los puntos de vista de los usuarios, sus quejas y peticiones. Esta escucha tiene que tratarse de una escucha activa y neutra. Donde atenderemos todas las opiniones de todos sin posicionarnos más con unos que con otros.
El momento que considero más crucial es cuando se logran identificar los intereses y necesidades reales de todas las partes involucradas. Para mí, esa fase es fundamental porque es ahí donde el mediador realmente empieza a entender qué hay detrás de las posiciones iniciales. A menudo, las personas llegan a discutir sobre temas superficiales como el dinero, los horarios o las normas, pero lo que realmente les afecta o les preocupa es algo más profundo, como el deseo de sentirse respetados, escuchados o valorados. Si logramos descubrir eso, el proceso cambia por completo: se pasa de un enfrentamiento a una verdadera comprensión, y los acuerdos que se alcanzan son mucho más sólidos y duraderos.
Además, creo que hay un momento que a menudo se pasa por alto: la reflexión personal del mediador después de cada sesión. Tomarse unos minutos para analizar cómo ha ido todo, qué reacciones se han producido o qué detalles emocionales se han pasado por alto puede hacer una gran diferencia en las reuniones futuras. Ese pequeño espacio para la autocrítica y el aprendizaje continuo es clave para mejorar como profesional y para mantener la neutralidad y la calma en situaciones complejas.
Como opinión personal y sin tener en cuenta la última fase de firma (pues es el resultado que se quiere lograr), pienso que la fase más importante es la planificación porque es el momento que tras la escucha preparas todo lo necesario para que la mediación vaya bien.
La planificación asienta los cimientos a través de: esquemas mentales, apuntados en un papel, etc. Es la más importante porque nos va a permitir seguir adecuadamente el proceso, es decir, gracias a la planificación llegarán las ideas, llegará la creatividad y, por consecuente, el resultado, la firma. Si esta se hace bien, las siguientes fases serán mucho más efectivas y fluidas.
En conclusión, pienso que la planificación es la base sobre la que se construye toda mediación.
Tras leer y observar los 12 momentos del proceso de mediación, considero que el momento más importante es el primero, cuando el mediador escucha y genera confianza. Ese instante es el que para mi marca la diferencia, porque si las personas sienten que están en un espacio seguro y son realmente escuchadas, se abren al diálogo y al cambio. Creo que sin esa conexión inicial, el resto del proceso pierde fuerza. También me parece muy valioso el último momento, cuando se comprueba si el acuerdo fue justo y duradero, porque refleja el compromiso real de las partes y del mediador. Para finalizar, añadiría un momento más el cuál sería, la autorreflexión del mediador, donde analizamos lo vivido y aprendemos de cada proceso. Esa mirada interna nos hace crecer y mejorar nuestra forma de acompañar los conflictos.
-Comentario realizado por: Antonio Jesús Maraver Moreno.
SARA MOLINA AGREDANO.
Para mí, el momento más importante es el primero, la escucha. Creo que en cualquier proceso de comunicación, la escucha es esencial. Sin escucha no hay comprensión, y sin comprensión, no hay mediación. Además tenemos que tener en cuenta que todo comunica, por lo que tenemos que estar atentos a escuchar tanto la comunicación verbal como la no verbal. Hay que saber distinguir que significa cada silencio, cada entonación, cada ironía...
Por otra parte, realizar una escucha activa donde las otras personas se sientan comprendidas, también ayuda a relajar tensiones y hace que las personas en conflicto se sientan en un lugar más seguro para expresar libremente sus objetivos e intereses sin miedo a ser juzgados, por lo que ayuda a llegar a acuerdos con los que realmente se sienten satisfechos.
Escuchar, en general, es lo más importante para mí, ya que es de lo que parte cualquier proceso de comunicación, de comprensión y por tanto, de mediación.
Bajo mi punto de vista, uno de los momentos más importantes es el nº4: "Reconoce". Considero que llegar a este punto permite que las partes puedan mirar más allá del conflicto y centrarse en los aspectos que todavía les unen.
Creo que en esta fase ambas partes pueden reconocer lo positivo del otro, dando la oportunidad de reflexionar y de generar un cambio en la manera de ver el problema. También puede ser una etapa idónea para reducir la tensión y pasar de la confrontación a un diálogo más constructivo, lo que les ayuda a enfocarse en aquello que les une.
Pienso que este momento es muy importante porque, cuando ambas partes logran reconocer algo positivo del otro, significa que se están escuchando de verdad y que comienzan a mostrarse más receptivas. Este cambio de actitud puede favorecer el entendimiento y aumentar las posibilidades de llegar finalmente a un acuerdo.
Antes de responder me gustaría mencionar la comparación tan buena que se hace entre lo que es el proceso de mediación y el hacer "un traje a medida", es muy importante que nosotros como mediadores seamos capaces de adaptarnos y flexibilizar el proceso si es necesario. Por lo que en mi opinión de los 11 momentos sería más importante el primero (la escucha), puesto que si no escuchamos desde el primer momento la demanda de ambas partes nunca podremos conectar con el caso, es muy importante comunicar a las personas que se entiende su versión y que si ha venido a nosotros es porque necesita que le ayudemos por lo que veo muy necesario comunicarles y hacerles ver que están en el mejor lugar para gestionar su problema. Desde mi punto de vista es mucho mejor llegar a un acuerdo entre ambas partes de forma cordial y más privada que tener que llevarlo a manos de lo judicial.
Otro momento que también me parece importante y quiero compartir es el de empoderar a los mediados, ayudarles a que se sientan capaces de tomar decisiones y de gestionar sus conflictos por ellos mismos y no depender de la solución que le imponga los demás, hacerles ver que tienen el poder de ser los protagonistas de sus propias vidas
Para mí el tercer momento es el más importante, ya que es cuando los individuos empiezan a escuchar a los demás y abren su mente. Sin eso, siento que todo lo demás queda estancado, porque si no hay apertura, no puede haber progreso ni comprensión durante la conversación. Pienso que también incorporaría un tiempo antes de preparación emocional, ya que a veces las personas llegan muy cargadas y eso afecta en la manera en que todo transcurre.
Giada Scola, Universidad Loyola Córdoba
De los 11 momentos de la mediación, creo que todos son importantes. Sin embargo, el que más relevancia tiene para mí es el primero: la escucha. En primer lugar, porque es el primer momento y de ahí parte todo el proceso de mediación; si no se escucha bien a las partes y sus historias, se puede perder su confianza desde el principio. Pero, sobre todo, creo que no es solo una primera etapa del proceso, sino un comienzo que continúa durante todo el proceso. De hecho, escuchar es esencial durante la mediación: escuchar a las partes, sus versiones, sus sentimientos, lo que quieren, cómo se expresan, etc. De todo ello se derivan todos los demás momentos de la mediación. Sin la escucha, creo que todos los demás momentos de la mediación pierden su valor, es como si fuera el núcleo.
En cuanto a los demás momentos de la mediación, no se me ocurre nada en particular, salvo una acción que podría realizar el mediador: crear un ambiente en el que las partes se sientan como en casa. Creo que es una acción que debe realizarse antes de que comience el proceso de mediación, como un momento previo, en el que el mediador crea un ambiente físico (despacho/oficina) cálido, creativo, con luces cálidas y colores que puedan crear en las partes la idea de encontrarse en un entorno seguro, como en casa, y sentirse libres para expresarse plenamente. Por lo demás, creo que los momentos más importantes son los 11 que se enumeran en la foto.
Leilany Trejo Cabrera
Universidad Loyola Córdoba
Considero que a partir de los doce momentos, el primer momento es esencial y el más importante para la mediación ya que a partir de la escucha y una escucha activa es que las partes pueden sentir la confianza contigo para resolver su problema, esto es que una vez que escuchas a cada una de las partes ya sea con la técnica del caucus o en las sesiones grupales, cada parte se siente bien, con un ambiente tranquilo y comenzarán a hablar de su problema.
Ahora bien, también creo que el cuarto momento al analizar bien qué cosas unen a las partes y cuales no abren mucho las puertas para llegar a una solución más pronta y que en realidad sea justa y equitativa. Esto se relaciona con el momento 6 y 7 al cruzar miradas y la información para que las partes y con ayuda de tus técnicas comiencen a valorar la posibilidad de resolver el conflicto.
Finalmente, el 11 y 12vo momento es el llegar a un acuerdo con los cuatro pilares que vimos en clase, que sea justo, equitativo, estable y duradero y que realmente se satisficieron todas las necesidades de las partes. En el último momento el ver cómo progresó el acuerdo sirve mucho para analizar el resultado y como experiencia.
Considero estos los momentos más importantes, no obstante todos son parte de la mediación y son dependientes el uno con el otro para que sea satisfactorio, además de que dependerá del caso y de las partes para que sea más fácil progresar con unos momentos más que con otros y de esta manera llegar a resultados o acuerdos satisfactorios.
No creo que haya un momento en sí más importante que el resto, como bien dice, cada momento lleva consigo reflexiones y un trabajo intrínseco de cada mediador. Cado uno de estos, cumplen un papel fundamental en el proceso de mediación y están conectados los unos con los otros. Omitir o hacer mal uso de uno de estos podría afectar al desarrollo del proceso, por lo que sería conveniente barajar si se procede al siguiente paso o volver a una etapa anterior por no estar completa o haber conseguido el objetivo anterior.
Por ejemplo, si las partes no se sienten escuchadas por parte del mediador, no se generaría la confianza requerida; si no hubiera una planificación adecuada no se estructuraría el proceso correctamente; y sin creatividad, sería difícil llegar a soluciones realistas y duraderas.
En conclusión, todos los momentos que forman parte del proceso de mediación, hacen una secuencia adaptada y flexible que ayuda al mediador y a las partes hacia la construcción de soluciones justas y un entendimiento común. En sí, cada caso tiene unas necesidades diferentes, y hay que adaptarse a cada situación.
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