martes, 14 de junio de 2022

Estamos en la Frontera

 

Los mediadores somos conscientes de que la frontera es una zona territorial de tránsito social entre dos diálogos, dos posiciones, quizás dos culturas distintas, dos territorios, dos conceptos de lo ocurrido propiedad de cada uno de los contendientes. Ahí es donde está el límite o línea que no han podido traspasar cada una de las partes, porque se rompió la comunicación o por la desconfianza en el otro. 

Cada uno, podríamos decir en este concepto de “frontera”, tiene una característica esencial: la soberanía en la decisión y “ejercer” en su parcela, o jurisdicción, lo que piensa es ideal en su vida. Pero no olvidemos que, para que el ejercicio de la “soberanía” por parte de cada uno, no perjudique al otro, se crean límites definidos por sus posturas, fronteras que para poder “pasarlas” requieren de un permiso “especial”.

También podemos decir, que si se establecen “fronteras”, pueden pensar que, lo que pase más allá, aunque sea a pocos metros, está fuera de su incumbencia, siempre y cuando no afecte sus intereses. Es por ello que siempre me gusta decir que siempre que las relaciones entre las personas que se encuentren en conflicto, continúan en el tiempo, no hay mejor “medicina” que la mediación, para que se permita cruzar esas fronteras del entendimiento, de la escucha y de la búsqueda del consenso.

Las fronteras no siempre son, podríamos decir “territoriales”, es decir, palpables a los ojos de las partes, sino que las hay de carácter moral, emocional, social, que marcan el rumbo que podemos seguir. Estas son las que debemos descubrir los mediadores con nuestras preguntas acertadas y sobre todo con el cruce de las mismas, para la tan añorada empatía emocional.  

Es más, siguiendo con ese paralelismo de las fronteras, no es de olvidar que se establecen criterios de seguridad en las mismas, hasta el punto de tener un alto grado de vigilancia: familia que quiere ayudarte en la gestión del problema, abogados/as colaboradores o disruptivos, en definitiva personajes secundarios que influyen en la decisión de la eliminación de esas fronteras o no. 

Por lo tanto amigos, espero que sepas trabajar en la frontera: a un lado una parte, al otro la otra y nosotros siendo conscientes que la única forma de llegar a un acuerdo es que puedan cruzar la “frontera” y encontrar un territorio “neutro” donde cimentar el posible acuerdo.


1 comentario:

Dulcinea dijo...

Excelente blog,no hay dudas que las fronteras por mas bien custodiadas son tierra de nadie y es asi en todos lados,en donde en apariencia cada uno defiende soberania,en donde siempre hay conflictos,desacuerdos y tambien en donde muchas cosas que que no se ven ocurren.