Siempre desde la mediación y
en mi caso en particular, he defendido la necesidad de ensalzar los valores
humanos. Solo mediante ellos podemos lograr una convivencia mejor y sobre todo
un respeto al dialogo y la paz.
Somos expertos en gestión de
conflictos y desde hace mucho tiempo, venimos oyendo en la mesa de negociación:
“si es que se han perdidos los valores, el respeto, la educación”
¿Qué significado tiene esto?
Pues principalmente que cuando medio tengo un valor añadido de educar a
nuestros clientes. Imagínese el lector si ello sería más que aplicable a
nuestros políticos, dirigentes y sectores sociales.
Pero ¿Qué son los valores
humanos?
Los valores humanos son pautas
que orientan el comportamiento y las actitudes de las personas respecto a lo
que se considera correcto e incorrecto. Se pueden hallar en todas las culturas
y sociedades. Su objetivo es facilitar la armonía y mejorar la convivencia con
los otros, premisas fundamentales para la paz
Partiendo de la filosofía, ciencia
que nunca deberíamos de abandonar en nuestra vida, surgen valores tan
importantes como la colaboración., la buena fe, el respeto, la solidaridad, la
bondad, la tolerancia, la honestidad y la empatía. Solo a través de ellos podemos
conversar y dialogar en armonía.
Por eso insisto tanto en mis
conferencias en la importancia del primer encuentro con nuestros mediados, ya
que en él se produce la legitimación hacia mi persona, para que crean en mi
mensaje y les pueda ayudar, en el que ensalzo los valores humanos que han de
tener si quieren que yo les dedique mi tiempo
Los valores humanos son
numerosísimos, ya que solo mencione aquellos que veo día a día, necesarios en
mi trabajo, pero lo cierto es que podríamos decir que no todos ellos tienen la
misma importancia dependiendo del conflicto que les afecta.
Los valores pueden cambiar
según los factores del conflicto, igual que cambia en la sociedad atender uno u
otro aspecto en función a la actualidad, pero lo cierto es que defenderlos, es
crear una verdadera guía, para respetar la tolerancia y la universalidad de los
mismos
Por eso amigos, ser honestos,
actuar con la verdad, ser respetuoso y solidario, suponen un estado de armonía
y por tanto de ausencia de conflicto y calma tanto a nivel individual como
colectivo.
La importancia de los valores
humanos radica en su defensa y promulgación a los cuatro vientos, ya que los
valores humanos son esenciales para construir sociedades más justas y
equitativas.
Y no olvidemos que su grado de
cumplimiento va a depender en buena medida, de todo aquél que se encuentre con
situaciones de conflicto, donde se defienda la ética y la moral. Todo lo demás
se lo dejo a esos políticos que en buena medida no entienden que para llegar a
soluciones, finales de guerra, debates, etc. Tienen que llevarnos a la “casilla
de salida” para recuperarlos.
Sabemos que con esos valores
no nacemos; hay que adquirirlos para que acaben formando parte de cada uno, de
nuestras propias relaciones con los demás y se adquieren con la práctica
habitual.
Los valores, nuestros valores,
no están al libre albedrío de un cambio normativo o una decisión, por eso
tienen o han tenido que convivir con nuestro crecimiento personal en la
práctica diaria.
No puedo para terminar, más
que repases conmigo tu lista de valores, esos que te hacen pensar como
gestionar tus emociones y tus relaciones. Y sobre todo no caer en la tentación
de no respetarlos, porque te hará volver a “la casilla de salida”.
Y si lo necesitas y quieres
saber más, aquí tienes un enlace de una “verdadera joya” sobre los valores
humanos, realizado por mediadores/as de varios países en plena pandemia. Te lo
puedes descargar de forma gratuita en este enlace
https://repositorio.uloyola.es/handle/20.500.12412/2220
109 comentarios:
En mi opinión son muchos los valores que deben estar presentes en la mediación.
Por ello me voy a centrar en tres valores, los cuales son los que más deben estar presentes:
En primer lugar ser honesto, la transparencia en la comunicación es vital para construir confianza, pudiéndose abordar los problemas de manera más efectiva y encontrar dichas soluciones que satisfagan a todos.
En segundo lugar el respeto, ayudando a crear un ambiente seguro donde los participantes pueden expresar sus sentimientos y necesidades sin temor a ser juzgados, facilitando la comunicación y la comprensión mutua.
Y por último y no menos importante promover un enfoque colaborativo en lugar de competitivo es esencial para una eficacia en la resolución de conflictos.
En el intento de poner paz en un conflicto mediante la mediación, los valores cruciales son algunos como el respeto, la honestidad, empatía y también tolerancia. Estos que he mencionado anteriormente resultan cruciales para poder dialogar constructivamente y conseguir que se tengan en cuenta las necesidades de ambas partes del conflicto.
Primero, pasaré a explicar el 'Respeto': se trata de la base de cualquier mediación. Si alguien no se siente respetado por el resto, no querrá escuchar ni tener en cuenta los puntos de vista del resto. Además, mediante el respeto, se construye la dignidad del otro, sin importar las diferencias y esto permite que haya un aumento en la seguridad de las partes para que intercambien sus ideas.
Después, voy a describir la honestidad: es algo que sobre todo, proporciona confianza. Es fundamental que los individuos sientan completa libertad para expresar lo que piensan o lo que les preocupa, sin temer a los juicios. Esta honestidad involucra la comunicación clara y por tanto más efectiva, lo que evita malentendidos y ayuda a formar un acuerdo de forma más rápida y efectiva.
Ahora, voy a hablar de la Empatía: es la que permite que una persona pueda comprender realmente el punto de vista de otra persona y cómo esta se puede llegar a sentir. En el momento en el que se fomenta la empatía de ambas partes, es más fácil que haya un cambio en su perspectiva que haga que las personas vean más allá de sus necesidades personales/propias. Esto, además de generar una comprensión más profunda, también provoca que haya una mayor disposición a encontrar soluciones justas.
Finalmente, comentaré la Tolerancia: A veces, en un conflicto, puede haber grandes diferencias entre las ambas partes involucradas, y si no existe un mínimo de tolerancia, habría una barrera que hace imposible una resolución. La tolerancia ayuda a las persona a aceptar una diversidad de opiniones y facilita la expresión de ideas por parte de las personas, sin que se sientan rechazadas, lo que ayuda a que se sientan más escuchados y comprendidos.
Estos, junto con otros valores son fundamentales, tanto para la mediación como para la vida, ya que ayudan a la comunicación interpersonal y la comprensión.
En mi opinión, los valores más importantes a la hora de realizar un servicio de mediación serían:
Respeto mutuo, ya que es fundamental para que ambas partes, al igual que el mediador, sean escuchados y se evite además una comunicación hostil, dando como resultado una mediación eficaz.
En relación con el valor anterior destacaría la empatía, que es clave para para comprender a las personas y conectar con sus emociones.
Por otro lado, destacaría la transparencia. Pienso que la sinceridad y transparencia a la hora de mediar y ofrecer el servicio es muy importante, ya que hace que la confianza aumente y el/los clientes se encuentren más conectados tanto con el mediador como con el proceso. A su vez este valor puede conseguir que los clientes se abran a nosotros de manera más efectiva.
La responsabilidad y compromiso son otros aspectos fundamentales. Para que el servicio sea realmente eficaz y el acuerdo consensuado se mantenga, es necesario un compromiso por parte de los clientes. De la misma forma, para llegar al acuerdo es necesaria la responsabilidad tanto de los clientes como del mediador para efectuar las sesiones de buena manera, asistiendo cuando se deba y cumpliendo las propuestas o "tareas" aconsejadas.
Los valores humanos son fundamentales a la hora de ejercer la mediación ya que estos tienen un impacto significativo en el proceso de gestión de conflictos y en el establecimiento de relaciones. Hay muchos valores que son importante, yo destaco los siguientes:
En primer lugar, el respeto es imprescindible en el establecimiento de conversaciones y en el desarrollo de una convivencia pacífica. Sin él es imposible establecer una conversación en la que sea posible llegar a un acuerdo mutuo. A su vez, la resiliencia es necesaria ya que para alcanzar la solución de un conflicto hay que superar los momentos difíciles que, seguramente, han dado lugar al problema y manejar la frustración, ira o tristeza que pueda generar. Esto se puede conseguir a través de la humildad, que nos permitirá reconocer en qué situaciones y casos hemos fallado y aprender de estos errores y de los de los demás. La humildad hará que ambas partes estén más abiertas a ver el problema desde otra perspectiva siendo conscientes de que pueden mejorar. Por último, considero interesante nombrar la equidad ya que a través de ella podremos darle a cada uno la mejor solución con sensibilidad, asegurándonos de que ambas partes sientan que han sido tratadas de manera justa, considerando sus necesidades y situaciones.
1. Respeto Mutuo: El respeto es la base de una comunicación eficaz. Cuando ambas partes se respetan, se sienten escuchadas y valoradas, lo que reduce la tensión y crea un entorno propicio para el diálogo abierto y seguro.
2. Empatía: La empatía permite a cada persona ponerse en el lugar de la otra, lo que resulta esencial para comprender sus necesidades y preocupaciones. Esto facilita la resolución del conflicto, al fomentar soluciones que beneficien a ambas partes.
3. Flexibilidad y Apertura al Cambio: La disposición para adaptarse y contemplar nuevas soluciones es clave en la mediación. La flexibilidad ayuda a las partes a explorar acuerdos que satisfagan ambos intereses, superando los puntos de estancamiento que pueden surgir en los conflictos.
4. Compromiso: El compromiso impulsa a cada parte a colaborar activamente en la búsqueda de soluciones y a cumplir con los acuerdos alcanzados. Sin este valor, los acuerdos pueden resultar frágiles o temporales.
5. Confianza: La confianza es esencial para que las partes se sientan seguras durante la mediación y crean en la buena voluntad de la otra parte para hallar una solución justa.
6. Honestidad: La sinceridad a la hora de expresar las necesidades y expectativas es fundamental para que los acuerdos logrados sean duraderos y satisfactorios.
Para mejorar la convivencia con los demás y facilitar la armonía y el diálogo es importante ensalzar una serie de valores humanos que orienten el comportamiento de las personas hacia lo correcto. Entre estos valores considero seis que son fundamentales recuperar en un proceso de mediación:
1. Buena Fe: es importante actuar de buena fe y no tener intenciones ocultas ni estrategias para perjudicar a la otra parte. Al actuar de manera justa y colaborativa se consigue un mayor confianza.
2. Respeto: es fundamental respetar a la persona que tenemos en frente, aceptar su punto de vista y escucharle sin prejuicios.
3. Honestidad: ser honestos y comunicarnos de una forma abierta y transparente es fundamental para que haya confianza.
4. Empatía: esta permite que las partes puedan ponerse en el lugar del otro y consideren los sentimientos y necesidades que puede tener la otra persona.
5. Tolerancia: es esencial que haya tolerancia y se acepte la diversidad de opiniones y formas de pensar que puede haber sobre un asunto.
6 Responsabilidad: pienso que es importante que las partes se comprometan con el proceso y con la búsqueda de una solución al conflicto. Es fundamental que reconozcan cual es su papel en el conflicto y que sean conscientes de las acciones y decisiones que toman.
Son muchos los valores humanos que debemos recuperar y promover en un proceso de mediación, pero los siguientes son los que, a mi parecer, son los más importantes:
1. Justicia. Considero que es esencial que los involucrados lleguen a un acuerdo que sea equitativo y justo para todas las partes, beneficiándose de la ayuda que el mediador puede aportar desde su imparcialidad.
2. Honestidad. Ser sincero en el relato de los hechos facilitará la llegada al acuerdo, así como la promoción incluso de otros valores humanos.
3. Empatía. Sin ella, los implicados en los conflictos no serían capaces de ponerse en el lugar de su "opuesto" y sería muy difícil llegar a un acuerdo, pues ignorarían el daño que el propio conflicto le puede estar causando a la otra persona (la parte emocional se obviaría).
4. Lealtad. Una vez alcanzado el acuerdo, será primordial cumplir con lo establecido en el contrato que finaliza la mediación. Quienes carecen de este valor, no serán capaces de mantener el compromiso con quienes en su día fueron sus "adversarios".
5. Responsabilidad. Muy relacionado con el anterior, debemos también hacer que los afectados por el conflicto entiendan que son responsables de las consecuencias del incumplimiento de aquello a lo que se comprometieron.
Creo que hay varios valores que son fundamentales en el proceso de mediación. Aquí te comparto algunos de ellos y por qué son tan importantes:
1. Respeto: Este es quizás el valor más esencial. Sin respeto, es difícil establecer un diálogo constructivo. Cuando las partes se sienten respetadas, están más dispuestas a escuchar y considerar las perspectivas del otro, lo que facilita la resolución del conflicto.
2. Empatía: La capacidad de ponerse en el lugar del otro es crucial. Fomentar la empatía ayuda a las partes a entender las emociones y necesidades de los demás, lo que puede desactivar tensiones y abrir caminos hacia soluciones más colaborativas.
3. Honestidad: La transparencia en la comunicación es vital. Cuando los clientes son honestos sobre sus sentimientos y necesidades, se crea un ambiente de confianza que es fundamental para la mediación efectiva.
4. Solidaridad: Este valor promueve la idea de que, aunque haya diferencias, todos estamos en la misma comunidad y podemos trabajar juntos para encontrar soluciones. La solidaridad puede ayudar a las partes a ver el conflicto como una oportunidad para crecer y mejorar sus relaciones.
5. Tolerancia: En un mundo diverso, la tolerancia es clave. Fomentar la tolerancia permite a las partes aceptar y valorar las diferencias, lo que puede ser un gran paso hacia la resolución pacífica de conflictos.
Pienso que recuperar estos valores es esencial porque no solo ayudan a resolver el conflicto en el momento, sino que también contribuyen a construir relaciones más saludables y duraderas en el futuro. Al enfocarnos en estos valores, estamos creando un espacio donde el diálogo y la paz pueden florecer, lo que es el objetivo final de cualquier proceso de mediación.
Como bien se comenta en el blog, nuestros valores humanos conviven con nuestro crecimiento personal en la práctica diaria y son los que hacen posible gestionar nuestras emociones, relaciones y decisiones.
Desde mi punto de vista, los valores que son fundamentales a la hora de mediar con nuestros clientes son el respeto, la empatía y la honestidad.
El respeto es clave ya que permite que cada persona dentro de un conflicto sienta que su perspectiva y sus necesidades son escuchadas y valoradas, sin juzgar. Gracias al respeto se fomenta un ambiente sin tensión y se sientan las bases de un diálogo abierto.
La empatía, es un valor fundamental como seres humanos que va más allá de la mera compresión racional de las emociones ajenas. La empatía implica que, como mediadores, tengamos la capacidad de ponernos en el lugar del otro y creemos un espacio donde toda emoción sea válida y comprendida. La conexión emocional creada permite abrir puertas para que los mediados también sean empáticos entre sí, llegando a un entendimiento común.
Finalmente, la honestidad es otro valor importante puesto que garantiza que el proceso de mediación se mantenga transparente. Al guiarnos por la sinceridad en nuestras intervenciones, logramos crear una mayor relación de confianza con las partes implicadas, quienes sentirán que pueden abrirse sin miedo a segundas intenciones.
En la mediación, creo que los valores fundamentales que debemos recuperar y transmitir a nuestros clientes son:
- Respeto: ya que es un valor esencial para crear un ambiente donde las personas se sientan escuchadas y valoradas. Fomentar el respeto en el proceso de mediación facilita que las partes se acerquen desde una postura de escucha y consideración, lo cual reduce tensiones y abre la puerta a una comunicación genuina.
- Honestidad: La transparencia es clave para que el proceso sea auténtico y confiable. Al promover la honestidad, ayudamos a que cada parte exprese sus sentimientos y posturas de manera clara y sincera, acercándolas a una solución pacífica y a un entendimiento mutuo.
- Empatía: Comprender y conectar con los sentimientos de las otras personas es fundamental en mediación. La empatía permite que las partes vean el conflicto desde una perspectiva más humana y comprensiva, dejando a un lado prejuicios y abriéndose a soluciones que atiendan las necesidades de ambas partes.
- Tolerancia: Este valor nos ayuda a aceptar la diversidad de pensamientos y experiencias. La tolerancia en mediación facilita el reconocimiento y la validación de los puntos de vista de cada persona, aún si estos no coinciden. Es un pilar para construir respeto y armonía en el diálogo.
- Solidaridad y colaboración: Fomentar la cooperación y el apoyo mutuo permite que las personas en conflicto busquen soluciones conjuntas. La solidaridad les muestra que, trabajando juntos, es posible hallar una salida justa y equitativa, y que no están solos en el proceso.
- Bondad y buena fe: Son indispensables para crear un ambiente de diálogo sincero. La buena fe implica acercarse al conflicto con una disposición positiva, donde cada parte busca el bien común sin intentar perjudicar a la otra.
Recuperar estos valores no es solo importante para la mediación, sino que considero que nos permite, como sociedad, regresar al punto de partida en el que la convivencia pacífica es posible. Estos valores constituyen la base para lograr una sociedad más justa y equitativa, guiando nuestras actitudes y comportamientos hacia un respeto profundo por la ética y la moral en la resolución de conflictos.
Pienso que hay varios valores que se tendrían que poner en valor a la hora de llevar a cabo la mediación para que esta se desarrolle adecuadamente.
Para empezar, creo que el respeto mutuo es clave a la hora de desarrollar esta profesión, ya que a la hora de la verdad no siempre habrá clientes que sean de nuestro agrado o que directamente no nos caigan bien, pero siguen siendo personas que han acudido a ti porque necesitan ayuda. Por ello, creo que el respeto es importante a la hora de valorar casos como este y también a la hora de tratar situaciones difíciles con nuestros clientes.
Otro de los valores a tener en cuenta también es la responsabilidad. En las consultas de mediación se están tratando temas que para nosotros realmente no tienen más importancia que un mero trabajo, mientras que ellos se están jugando cosas importantes y son temas que realmente le afectan mucho en su día a día. Por ello, hay que ser responsables y tener en cuenta la importancia de nuestro papel en la vida de estas personas, y darle el peso suficiente.
Finalmente, el valor más importante que se tiene que tener en cuenta es la justicia. Al fin y al cabo, esta profesión también tiene un gran componente relacionado con la justicia, y deberíamos buscar que se haga justicias a través de los acuerdos a los que lleguen nuestros clientes. Por ello, buscar acuerdos equitativos para ambas partes debería ser esencial y un punto clave a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo este ejercicio profesional.
Los valores nos permiten avanzar en el proceso de la mediación con mayor fluidez y hacen que los acuerdos no solo sean posibles sino estables en el tiempo y duraderos.
Cada día vemos cómo la mediación está siendo comprendida y valorada cada vez más, no solo como una herramienta de resolución de conflictos, sino como un proceso personalizado y adaptado a cada caso, un "traje a medida" para cada situación y cliente. Pero es cierto que hay algo esencial que a veces se pasa por alto que son los valores humanos que deben guiar el proceso.
La mediación no solo requiere de técnicas, sino también de un profundo respeto hacia los valores que facilitan la convivencia, el entendimiento y el respeto entre ambas partes. Para mí, algunos de los valores más importantes son:
Empatía: Sin la capacidad de ponerse en el lugar del otro, cualquier diálogo o intento de acuerdo pierde impacto. Con la empatía conseguimos abrir la mente y ser capaces de entender a la persona que tenemos en frente y por la situación que pueda estar pasando.
Respeto: No se trata de estar de acuerdo con el otro, sino de reconocer su derecho a tener una opinión y sus propias emociones y ahí respetarlas y mantenerte al margen. Este valor es primordial, para que las personas expresen todo lo que sienten en todo momento sin miedo a ser juzgadas.
Honestidad: Ser transparente es esencial para la confianza mutua de ambas partes. Fomentar la honestidad en la mediación permite que ambas partes se expresen con franqueza, ayudando a alcanzar acuerdos sólidos y duraderos.
Paciencia: Uno de los más importantes para mí, ya que, los conflictos no se resuelven de la noche a la mañana. La paciencia ayuda a gestionar las expectativas y a permitir que las soluciones maduren en el tiempo adecuado y que el seguimiento de las partes vaya correcto y perdure una vez acaben todas las sesiones.
Tras la lectura del blog, puedo concluir sobre los valores que son el producto de una práctica diaria personal. Al llevarlos a cabo en el día a día seguramente tendrás una vida más tranquila tanto contigo mismo como con los demás, ya que su aplicación está vinculada con una situación de menos conflicto. Además, éstos nos ayudan como sociedad en la convivencia haciéndola en cierto modo más justa, favoreciendo al respeto y tolerancia entre nosotros, a pesar de la diversidad de pensamientos y personalidades con las que convivimos.
En función del conflicto que se vaya a mediar, unos valores tienen más importancia que otros, en mi caso considero que lo más importantes a la hora de mediar con los clientes serían:
El respeto y la educación, hacia y desde el mediador, al igual que en entre las partes. Así se podrá escuchar y entender la opinión de manera, sencilla, facilitando la resolución del conflicto.
La empatía es clave para llegar a un acuerdo con alguien por diferentes que sean las circunstancias de cada uno. En cierto punto debe de haber empatía para poder ceder y encontrar un punto en común. Al igual que el mediador también debe de tenerla para posicionarse en el lugar de sus clientes y buscar la mejor solución para ambos.
La cooperación entre las dos partes enfrentadas es crucial para poder llegar a una solución. Sin ésta sería muy difícil llegar a un acuerdo.
Tal y como se indica en el texto anterior, los valores son algo propio y característico de los humanos. Si nos comparamos con cualquier ser vivo, nuestro comportamiento y las diferentes actitudes ante cada situación es una de las características que nos llevan a diferenciarnos del resto, es más, cuando alguien pierde los modales, no muestra esos valores podremos escuchar frases como “ese es un cerdo”, “que burro eres”, “eres un animal” … Por lo que se considera que actuar de manera incorrecta nos lleva a ser menos humanos.
En cierta medida, todos cuando nos cabreamos mostrado nuestra peor cara, considerándose además que si se encuentran en un proceso de mediación es porque la situación es aún más problemática, costando en muchos momentos mantener la calma. Sin embargo, es muy importante desde el primer momento indicar que esto debe ser un lugar donde se deliberen las posibles soluciones de manera respetuosa. Además, podríamos hacerles ver que cuanto más discutan y chillen menos se avanza, siendo más complicado alcanzar un acuerdo.
Por todo ello, los valores como el respeto, la responsabilidad, la paciencia, la honestidad, la colaboración o la empatía no son solo rasgos que deban destacar por parte del mediador, sino que, si los mediados se percatan de este comportamiento entre ellos, será más fácil avanzar. Por último, está demostrado que ya no sólo alcanzaran un acuerdo en menor tiempo, sino que este será más satisfactorio, duradero y estable por ambas partes, pudiendo incluso hacer uso de dichas “herramientas” trabajadas en otros momentos vitales de gran emoción o responsabilidad
Considero que, aunque el respeto y la empatía son fundamentales, ya los hemos analizado en profundidad en clase, así que ahora me gustaría centrarme en otros valores igualmente esenciales. Uno de ellos es la paciencia, ya que los conflictos pueden requerir tiempo para ser resueltos. Recuperar la paciencia ayuda a evitar respuestas impulsivas y permite a las personas reflexionar antes de actuar o hablar.
En esta línea, también quiero destacar la fe en el proceso. No siempre se percibe una mejora constante en los conflictos; de hecho, a veces puede parecer que la situación empeora. Esto no significa que la mediación no esté funcionando, sino que el proceso puede tener altibajos y aún así reconducirse hacia la meta, siempre que haya perseverancia y confianza en el camino.
Por último, quiero subrayar la importancia del perdón, tanto por parte del mediador, que también puede cometer errores, como de los propios participantes. Aceptar los errores y rectificar son habilidades valiosas y necesarias, aunque difíciles de practicar. Reconocer y enmendar nuestros errores es fundamental para avanzar y para fortalecer el proceso de mediación.
A mi parecer valores que destaco por encima de otros son los comentados a continuación, debido a que estos impulsan la paz en las diversas problemáticas, porque… ¿Qué prefieres las soluciones dirigidas hacia el poder y las ganancias o hacia la tranquilidad y paz?
¡La Intuición! Como no mencionarla, ya que al igual que, la creatividad, la originalidad estas pueden ser un muy buenas herramientas tanto a nivel personal como profesional y, concretamente a nuestros mediados se les puede explicar que mediante la práctica pueden ejercitarla.
Realmente, es útil para nuestros mediados, ya que, el mediador será el elemento clave para que ellos sean capaces de ver de forma clara, diferente y en un estado de calma lo que verdaderamente ellos quieren y, la mejor forma de llegar a ello es alejarse de lo habitual y evidente.
Asimismo, es imposible olvidar el Respeto y la Responsabilidad.
Con el primer valor se trata de hacer énfasis en que para lograr un buen diálogo, tanto entre el mediador como entre los mediados debe haber respeto mutuo.
Y, en relación al segundo valor, se trata de que el mediador atribuya a cada parte de la mediación su papel en la búsqueda de soluciones.
Además, para ir finalizando, en relación a lo anterior, es de relevancia destacar otro valor, la Humildad, debido a que no se puede olvidar que en el proceso de mediación son nuestros mediados las estrellas, es decir, el profesional de la mediación deberá adoptar un rol facilitador y no de experto a lo largo de las sesiones.
Una vez mencionado dichos valores, quiero hacer hincapié en un valor en específico que pienso que ha sido olvidado, aún siendo fundamental para vivir con cierta armonía, la Congruencia.
Por muchas personas que apoyen lo anterior, no sé logrará si estas no actúan de acuerdo con lo que piensan y, sería una lástima porque en cualquier ámbito, profesión, etc, las personas lo que queremos es un encuentro auténtico y confiable para ponerle fin así a los problemas interpersonales que nos generan conflictos internos, persiguiendo por ende, una disminución de ellos para lograr así, bienestar.
Para comenzar, el primer valor que destacaría sería la empatía ya que es lo que ayuda a las partes en conflicto a ver más allá de su posición y donde pueden entender las razones o los sentimientos del otro. Por otro lado, es muy importante el valor del respeto para crear un ambiente seguro en el que las partes puedan expresarse libremente sin miedo. También la responsabilidad que debe asumir cada una de las partes en conflicto es clave para solucionarlo y comprometerse posteriormente con el acuerdo. Finalmente destacaría la honestidad, ya que sin ella no sería posible llegar a solucionar el problema y que cada parte exprese sus necesidades de forma clara para construir una solución estable y duradera.
Estoy de acuerdo con el hecho de que la forma de propagar los valores en nuestra sociedad es precisamente predicando con el ejemplo. No podemos exigir a los demás valores que nosotros mismos no practicamos. Por esto mismo, es muy necesario tenerlos presentes de forma diaria para actuar en consecuencia.
Creo que forman parte de mis valores el considerar al otro un igual, poniéndome en su lugar y respetándolo. Tratar siempre con dignidad, apartando la discriminación o el menosprecio.
Ser humildes, conociendo nuestras propias limitaciones y debilidades, reconociendo aquello que no sabemos o para lo que no nos sentimos capacitados, lo que está estrechamente ligado con la honestidad, ir con la verdad por delante. Dejar a un lado la arrogancia para que el otro nos perciba como un igual.
Para mí, es un valor importante la templanza: no actuar en caliente y saber esperar a que el semáforo pase de rojo a verde para poder actuar. Ya que desde el enfado a la ira las respuestas no son reflexionadas y muchas veces nos perjudican en lugar de beneficiarnos, provocando resultados alejados de nuestros intereses. Perder las formas significa inmediatamente perder la razón.
La responsabilidad es un valor clave, ya que debemos cumplir con nuestros compromisos, lo que agrega valor y credibilidad a las promesas. Cumplir con lo acordado, respetar los tiempos, ser puntual etc.
El amor siempre tiene un espacio reservado en mis interacciones, porque si lo que hacemos no lo hacemos con amor, el resultado no va a ser el mismo y los objetivos vitales necesitan de ese motor para que cobren sentido.
Todos estos valores ayudan al buen hacer de la mediación, desde mi parecer, de forma directa o indirecta.
En mi opinión, los valores humanos son, o deberían ser, aquellos cimientos que sostienen la convivencia humana y nos diferencian de la vida animal. Parte de estos valores humanos deben ser compartidos entre las personas para mantener la convivencia y perpetuar el camino del avance como especie. Otros valores son más personales, aquellos que vamos aprendiendo por el camino o que heredamos de nuestros mayores, esos valores que marcan nuestras forma de entender y tratar al mundo. En mi caso, ante cualquier situación difícil o decisión que tomar recurro a mis valres, especialmente ahora que he conenzado en el mundo de la psicología, una profesión que, debido a la gran humanidad que requiere, está enlazada a nuestros valores.
Algunos de mis valores humanos serían los siguientes:
Actuar desde la buena intención. En muchas ocasiones me he encontrado ante decisiones difíciles que me han generado el miedo de equivocarme o hacer daño a los demás, ante esto recurro a mi valor de hacer todo lo mejor que puedo y buscando el bien común.
Respetar la libertad individual, por mucho que a veces pueda pensar que una decisión de otra persona pueda no estar acertada siempre mantengo en mente el derecho de cada persona para pensar y actuar de manera libre.
La importancia de proteger y cuidar a aquellos a los que quiero, tanto familia como amigos.
No permitir que una persona me mal trate, así como protejo y cuido a los que quiero, debo protegerme y cuidarme a mí misma.
No actuar en contra de la integridad de un ser vivo de manera deliberada.
Los valores que a mi parecer son importantes a la hora de realizar una mediación son la empatía, honestidad, respeto y tolerancia. Éstos son esenciales para comprender la perceptiva de ambas partes y permitir que se expresen con sinceridad, llegando a una solución equitativa y justa. Interiorizar estos valores no sólo permite la resolución del conflictos, sino que fomenta el crecimiento personal, desarrollando relaciones más sostenibles.
La importancia de los valores humanos dentro del ámbito de la mediación permite abordar los conflictos con una mayor ética y humanidad, además de educar a los mediadores en cómo tratar con otros de manera justa y respetuosa para llegar a una solución en un conflicto.
Valores humanos que creo que son importantes a tener en cuenta:
1. Como mencionas, el respeto es clave para poder dialogar y encontrar soluciones en paz. La tolerancia va de la mano con el respeto, ya que permite aceptar diferencias sin imponer juicios, una habilidad crucial. El respeto también legitima al mediador y ayuda a que las partes confíen en el proceso.
2. Para que el diálogo sea sincero y constructivo, es imprescindible que cada persona aporte de forma honesta. La buena fe facilita acuerdos basados en la confianza, un valor esencial para que las partes se comprometan a cumplir los acuerdos.
3. La solidaridad y la empatía son valores que facilitan la disposición a escuchar y entender lo que la otra parte siente y necesita. En mediación es muy común que surjan muchas disputas, donde la competitividad puede eclipsar la colaboración, la mediación ayuda a recordar que el apoyo y la comprensión mutua fortalecen los lazos y previenen conflictos futuros. Por ello, es esencial que las partes trabajen juntas hacia una solución común, en lugar de imponerse una sobre la otra. Promover la colaboración fomenta la idea de que ambos pueden encontrar beneficio en la resolución del conflicto.
4. La bondad influye en la forma en que los individuos tratan a los demás y gestionan sus propias emociones. En el contexto de la mediación, la bondad hacia uno mismo y hacia los demás ayuda a reducir la hostilidad y la resistencia. En la mediación, estos valores deben guiar cada encuentro y, al igual que proponen, son esenciales no solo para los mediados, sino también para líderes, políticos y todas aquellas personas en posiciones de toma de decisiones.
Jose Luis Castillo Molinero
Tanto en la profesión de mediación como en la vida misma pienso que hay, algunos valores esenciales que se deben fomentar y más en nuestros clientes. El respeto es fundamental para que ambas partes puedan ser escuchadas y comprendidas, promoverlo puede ser útil para así reducir la tensión entre ambas posturas y permitir ver al otro no como un enemigo, sino como una persona con necesidades y derechos.
La responsabilidad es clave debido la mediación no puede llegar a buen puerto sin ese compromiso por mejor la situación, promoverla ayuda a cada parte se involucre en encontrar soluciones.
Otro valor que quiero destacar sería la honestidad sin ella, la sinceridad es esencial para llegar a acuerdos duraderos. Así se fomenta la confianza, lo que facilita el intercambio de preocupaciones reales y necesidades
Los siguientes valores de los que voy a hablar no solo considero que son fundamentales en una mediación, sino en genera, en nuestro día a día.
El primero del que me gustaría hablar es el respeto, sin éste no hay nada. Es una realidad que podemos contemplar en los políticos de nuestro país. En la mediación, el respeto no solo sirve para dejar que la otra parte hable sin interrumpir, sino también para ponerse en el lugar del otro, validar sus aportaciones durante las sesiones y, para querer buscar una solución y resolver el conflicto. El respeto es la base de todo.
Otro valor que considero fundamental para la mediación es la honestidad. Es fundametal ser sincero tanto con uno mismo, como con la otra parte y el mediador, ya que si se está llegando a un acuerdo en el que alguna de las partes no esté conforme, no lo manifiesta a tiempo y después, no lo cumple, se está haciendo perder el tiempo tanto para la otra parte, como para el mediador.
Otros dos valores que están relacionados y creo que están bastante presentes son el sentido de justicia y equidad. Uno de los objetivos de la mediación es intentar llegar a un acuerdo en el que, de alguna forma u otra, todas las partes salgan ganando de algún modo. Si una de las partes decide ir a una mediación con la idea de recibir más que el otro, primeramente no se estaría cumplimiedo el criterio de objetividad del mediador y, segundamente, se habría equivocado de sitio.
Y finalmente, la responsabilidad. A un proceso de mediación se acude por voluntad y no por imposición, por lo tanto, considero que quien no respeta el horario de la sesión, quien no hace los "deberes" que les manda el mediador, quien no cumple con el acuerdo al que se ha llegado, no es una persona que respete ni a la otra persona ni al mediador ni el tiempo que éste les está dedicando.
Últimamente en la sociedad se está haciendo mucho hincapié en los valores humanos, ya que estos son fundamentales para poder convivir en la sociedad y relacionarse de manera adecuada.
Uno de los valores más importantes a destacar es el respeto. Esto es debido a que, cuando llegan a consulta las partes están en un desacuerdo y entre ellas no se escuchan ni se entienden, debido a que no hay un respeto mutuo. Por eso, la persona que es mediadora tiene que crear un ambiente en el que no se sientan juzgados y hacer que ambas partes se respeten entre ellas, para que se sientan valoradas. Cabe resaltar la empatía, puesto que está siempre tiene que estar presente. Este valor ayuda a que las personas puedan comprender por lo que está pasando la otra parte y, con ella, también ayuda a que lleguen a un acuerdo. Por otro lado, las partes del conflicto tiene que sentirse libres de comunicar su opinión, ya que, si el mediador no colabora a que exista un ambiente sin juicios, no pondrán explicar su punto de vista y esto dificultaría la llegada de un acuerdo. Es por ello, que es importante la comunicación abierta. El mediador, también debe tener en cuenta la igualdad, puesto que debe gestionar de forma igualitaria a ambas partes. Además, la responsabilidad es fundamental. Esta hace que las partes se hagan responsables de forma individual y colectiva tanto en el conflicto como en la solución. Y, por último, la flexibilidad, dado que la solución es conjunta deben ceder algunas cosas para que así salgan satisfechos.
Para concluir, los valores no solo ayudan a encontrar la solución al conflicto, sino también a como las personas que acuden mejoran su relación. Si en la mediación se llegan cumplir todos los valores anteriormente mencionados, solucionarán el conflicto y se creará una base necesaria para futuras interacciones.
En ele ejercicio de cualquier profesión es fundamental no olvidar nuestros valores como personas a la vez que profesionales. En mediación, algunos valores esenciales son la imparcialidad, la empatía, la confidencialidad, el respeto y la transparencia.
La imparcialidad asegura que el mediador actúe sin favoritismos, generando confianza en ambas partes. La empatía permite comprender las perspectivas y emociones de los involucrados, facilitando un ambiente de cooperación. La confidencialidad protege la privacidad de los participantes, promoviendo una comunicación abierta y sincera. El respeto es fundamental para mantener un diálogo constructivo, sin juicio ni discriminación. Finalmente, la transparencia en el proceso refuerza la honestidad y claridad, contribuyendo a soluciones justas y satisfactorias para todos los implicados.
Para llegar a una solución sostenible con nuestros clientes, debemos tener en cuenta una serie de valores tales como:
- Respeto: las partes se deben sentir escuchadas y aceptadas y no juzgadas. El respeto nos ayuda a reducir la tensión y con la misma poder acercarnos cada vez más al punto medio entre los que piden las partes.
-Empatía: debemos ser capaces de entender las emociones y sentimientos de las partes para así poder ponernos en su lugar y ayudarlos en el proceso, esta empatía nos puede ayudar a entender o conocer aquellos que los mismos clientes no pueden o saben verbalizar como son las necesidades o los intereses subyacentes y poder llegar a una solución lo más justa posible para ambas partes donde ambas" pierdan" pero también "ganen"
-Confidencialidad: esta además de ser uno de los principios de la mediación, pienso que es un valor a tener presente, puesto que las partes se deben sentir seguras al ofrecernos cierta información, hay conflictos en los que se debe hablar de cosas demasiado personales como para llegar a confiarle esta información a una persona que no nos trasmite confianza.
- Compromiso: el medidor es el primero que debe estar comprometido con el proceso y motivado en la búsqueda de soluciones y la mediación. De no ser así, nuestros conflictos no podrán ser disueltos de la mejor forma posible.
La empatía, el respeto y el compromiso son fundamentales para el diálogo. Por un lado, la empatía le da a una parte una mejor comprensión de las emociones y puntos de vista de los demás, reduciendo la tensión y abriendo una oportunidad para la comprensión. El respeto, crea una situación en la que cada parte se siente escuchada y valorada. Finalmente, el compromiso hace que cada parte busque una solución al problema.
Bajo mi punto de vista, me resulta interesante resaltar que tanto dentro del proceso de mediación como en la toma de decisiones que debe haber tras el mismo, la moralidad y los valores como la empatía y el respeto deben estar presentes. Así pues, los anteriormente mencionados son los que deberían tomar mayor protagonismo en desarrollo de la mediación, tanto por parte del profesional que guía a las partes como de las mismas.
Ser capaz de entender y compartir una perspectiva que se aleja de la nuestra es difícil, pero si existen estas diferencias es porque en algún momento ambos han tenido similitudes y entendimientos en común, por ello poder recordar aquellos que se tiene en común y dejar a un lado lo que les separa es crucial para poder llegar a un punto intermedio y común beneficioso para ambos.
Es por esto, que tratar de construir una solución basada en la empatía y el respeto mutuo determina la efectividad de la mediación y de las consecuencias posteriores a esta toma de decisiones.
Carmen Soto González:
Al preguntarnos qué son los valores humanos, encontramos que son principios o pautas que guían nuestro comportamiento y nos orientan hacia lo que consideramos correcto y ético. Aunque los valores pueden variar entre culturas, en el fondo son universales y responden a una necesidad común de vivir en armonía, respeto y comprensión mutua. En un mundo que parece estar cada vez más polarizado y en el que se percibe una erosión de estos valores fundamentales, la mediación tiene el potencial de recuperar y fortalecer estas cualidades en nuestras relaciones personales y profesionales.
Al aplicar esto a la mediación, surgen valores fundamentales que considero esenciales de recuperar cuando trabajamos con nuestros clientes, algunos serían: respeto, empatía, colaboración, paciencia, responsabilidad, justicia, generosidad y honestidad.
El respeto es crucial porque establece la base de la comunicación sin juicio, sin imposiciones, y permite que cada parte se sienta escuchada y valorada. La empatía, por otro lado, permite a cada parte ponerse en el lugar del otro, lo cual es vital para comprender las perspectivas y necesidades ajenas y para lograr un acuerdo equitativo.
A través de la colaboración, cada persona está dispuesta a contribuir y participar activamente en la construcción de soluciones. Cuando ambas partes se comprometen a colaborar, podrían llegar a sentir que, en lugar de solo defender intereses individuales, están trabajando hacia un objetivo común. Ya no es una batalla por ganar, sino un desafío que se puede superar conjuntamente.
Otro valor fundamental es la responsabilidad. Este implica que cada persona asuma su papel en el conflicto y esté dispuesta a trabajar en su parte para la resolución.
La justicia asegura que las personas se sientan tratadas de manera equitativa y facilita una solución equilibrada. La generosidad, aunque menos evidente en un conflicto, puede marcar la diferencia al abrir el camino a concesiones sinceras, donde las partes estén dispuestas a ceder y colaborar sin esperar algo inmediato a cambio. Estos gestos de generosidad fortalecen la confianza y pueden ser la base de acuerdos mucho más duraderos y satisfactorios. Por último, la honestidad, implica una comunicación transparente, donde ambas partes pueden expresar sus preocupaciones y aspiraciones sin temor al que puedan decir.
Por otro lado, el texto menciona como hay valores que pueden cambiar según los factores del conflicto. Aunque lo primero que pensé y sigo pensando es que hay ciertos valores que son fundamentales en cualquier mediación y en cualquier ámbito de nuestra vida, como el respeto, es cierto que, dependiendo del tipo de conflicto que se esté trabajando, habrá que darle mayor importancia a unos valores sobre otros.
Por ejemplo, en un conflicto familiar, la empatía y la paciencia pueden ser especialmente importantes para ayudar a las partes a comprender los sentimientos profundos y las dinámicas emocionales involucradas. En contraste, en un conflicto laboral o comercial, la honestidad y la colaboración pueden ser más destacadas, ya que las partes necesitan generar confianza para poder trabajar hacia una solución que beneficie a ambas.
En última instancia, los valores humanos son algo que nos une a todos y que va más allá de las diferencias culturales o personales. Nos permiten construir relaciones auténticas, basadas en la confianza y el respeto, y nos impulsan a buscar soluciones pacíficas a los problemas. Como mediadores, nuestra labor no es solo resolver el conflicto inmediato, sino también ayudar a las personas a redescubrir estos valores y entender que, en muchos casos, son la clave para una vida más plena y armoniosa.
Los valores que debemos de recuperar en nuestros clientes cuando mediamos son:
-El respeto: este es necesario ya que en muchas ocasiones en la mediación no se cumplen los turnos de palabra y las partes se enfrentan entre ellas impidiendo esto la buena comunicación y el desarrollo de la mediación.
-La honestidad: algunas veces las partes no cuentan ciertos datos porque pueden pensar que les puede perjudicar o les da vergüenza contarlo, dificultando esto la mediación ya que no se conoce el problema en su totalidad.
-La responsabilidad: es necesaria para que ellos lleven a cabo tanto las actividades que les manden durante la mediación como para el cumplimiento del acuerdo.
-La cooperación: esta es fundamental para que ambas partes puedan llegar a un acuerdo ya que sin estas nunca se podrá alcanzar el mismo, puesto que las partes del conflicto son las únicas que lo pueden lograr.
En la mediación, hay una serie de valores que considero imprescindibles, algunos de ellos serían: la empatía, la honestidad, la resiliencia y el respeto.
La empatía permite al mediador ponerse en el lugar de cada una de las partes, comprendiéndolos durante todo el proceso, tanto sus emociones y como sus perspectivas. Este valor facilitará la apertura de ambas partes, consiguiendo una mayor colaboración y avance en la mediación.
La honestidad permite construir una base sólida de confianza, ya que garantiza una comunicación clara, real y sin falsas expectativas.
La resiliencia por parte del mediador, permite a este actuar con calma a pesar de los desafíos y tensiones que se pueden presentar, manteniendo el compromiso hasta el final.
Finalmente, el respeto permite a todas las personas involucradas sentirse valoradas en el proceso, independientemente de sus posiciones y perspectivas. Esto fomentará un ambiente neutral y sin juicios.
Actualmente, Valencia vive una situación de caos y recuperación por las fuertes tormentas que arreciaron hace unos días. En el artículo sobre los valores necesarios en la mediación, se menciona la aceptación, y me gustaría resaltarla como un valor necesario para asumir una situación y afrontarla. En el caso de la población valenciana, no les ha quedado más remedio que aceptar su nueva realidad con el fin de reunir toda la energía y recomponer su vida. La mediación requiere este valor para poder construir, a partir de la aceptación de la realidad, acciones y relaciones que permitan llegar a acuerdos y cooperar en la reconstrucción.
Otros valores también son necesarios en la sociedad y en particular en la mediación, como la disciplina, la honestidad y el respeto. En mi opinión, estos valores están íntimamente relacionados con el deporte, puesto que se promueve el respeto al oponente, la constancia y la resiliencia para conseguir los objetivos marcados. Acostumbrados a tenerlo todo de inmediato, sin importar cómo, estos valores arraigados en el ejercicio físico nos recuerdan que una mediación es una carrera de fondo, donde hay que tener claros los objetivos, e ir a por ellos con fuerza y determinación, y respetando a los que corren. Además, propongo que los contrincantes sean vistos, no como oponentes, sino como personas que corren contigo, y plantearse que pueden tener los mismos objetivos que uno mismo.
Por otro lado, la mediación implica una escucha y una empatía que no se ven favorecidas hoy en día a causa el actual estilo de vida centrado en lo rápido y práctico. El entendimiento se alcanza a través de la escucha atenta de las posiciones, intereses y emociones propias y de los demás, y logrando ponerse en los zapatos del otro. Así pues, aunque la mediación es un proceso más rápido que el judicial, se necesita tiempo y paciencia para escuchar y empatizar.
En la mediación, los valores son una parte muy importante debido a que constituyen la base del respeto y entendimiento. La causa de diversos conflictos no solo se debe a las diferencias entre las partes sino también al abandono de valores fundamentales para el diálogo y la convivencia. Por ello, debemos transmitirlos para resolver el conflicto y brindar herramientas para facilitar la comunicación de las partes en el futuro. Algunos de los valores que se deben promover en la mediación son los siguientes.
En primer lugar, la empatía puesto que ayuda a las partes a valorar la perspectiva del otro, crucial para fomentar el diálogo. Al comprender mejor las experiencias y emociones de la otra parte, se reduce la intención de causar daño y se promueve el respeto. Este último resulta de otro valor que se debe tener presente en todo momento para lograr una comunicación adecuada, un acuerdo constructivo y facilitar su resolución.
El compromiso es esencial tanto por las partes como por el mediador. Esto es debido a que no se puede llegar a un acuerdo sin que ambas partes colaboren juntos para construirlo. Debemos hacer este proceso menos difícil y más efectivo, transmitiendo este valor. Por otro lado, como mediadores, el compromiso puede ser considerado como dedicación y responsabilidad. De los mediadores depende considerar las necesidades de cada una de las partes y facilitar una solución justa y sostenible en el tiempo, mostrando que se trata de una herramienta profesional y, en su mayoría, exitosa.
Por otra parte, la resolución de conflictos conlleva tiempo por lo que debemos de tener paciencia. De esta manera, podemos mantener la calma y estar dispuestos a escuchar a ambas partes de forma detallada y sin tanta presión por el tiempo empleado. Asimismo, de forma indirecta, mediante la comunicación no verbal, estaremos transmitiendo calma a las partes involucradas en el conflicto. También nos ayuda a tomar mejores decisiones ya que nos tomamos el tiempo suficiente para decidir qué hacer o cómo actuar en los diferentes casos.
Junto a la comunicación, debemos mostrar honestidad. Transmitir transparencia y sinceridad a la hora de comunicar puede aliviar las preocupaciones de las partes y aumentar su confianza en el proceso. Además, los anima a comentar su situación desde la verdad y querer conocer la de los otros. Sin la honestidad no sería posible llegar a un acuerdo que fuera auténtico y perdurable puesto que cualquier solución carecería de su aceptación y cumplimiento a largo plazo. No estaría siendo específico ni realista por lo que difícilmente serviría de ayuda al conflicto.
Finalmente, la gratitud es el valor que probablemente sea menos mencionado en la mediación pero no por ello tiene una menor importancia. Fomentar la gratitud en ambas partes es una manera de mostrar empatía así como el reconocimiento y esfuerzo de las partes involucradas. Debemos demostrar que valoramos su sinceridad, su colaboración y, por supuesto, su confianza depositada en nosotros. Su consulta hace que poco a poco la mediación sea un disciplina más conocida y permite el aprendizaje futuro.
Los valores mencionados son fundamentales en el proceso ya que la mediación no se trata únicamente de llegar a un acuerdo sino de crear una base de comprensión y diálogo, evitando todo tipo de daños o perjuicios. El conflicto es transformado en aprendizaje y en la formación de relaciones humanas más estables, estableciendo un equilibrio entre valores y objetivos. Toda su integración proporciona soluciones más adecuadas y sobre todo, más humanas.
Cuando mediamos, desde mi punto de vista, algunos de los valores más importantes que debemos ayudar a nuestros clientes a recuperar son la empatía, el respeto y la responsabilidad. La empatía, es fundamental porque permite a las partes comprender el punto de vista y las emociones de la otra persona, ayudando a reducir las barreras de comunicación y a generar un ambiente de colaboración. No solo tenemos que ir dispuesto a hablar en la mediación, también tenemos que ir dispuestos a escuchar. El respeto, también es esencial para que las personas reconozcan el valor y la dignidad del otro, independientemente de sus diferencias o desacuerdos, y para que se mantenga una actitud de consideración mutua durante todo el proceso de mediación. Por último, la responsabilidad es clave porque ayuda a cada parte a reflexionar sobre su propio papel en el conflicto y a comprometerse con las posibles soluciones, lo cual es indispensable para que el acuerdo sea duradero. Creo que estos valores son esenciales porque, sin ellos, es difícil avanzar en una mediación de manera honesta y comprometida, y además permiten que las soluciones sean más satisfactorias para todos. También ayudan a que la solución sea duradera que tal y como hemos visto en clase es fundamental.
En un proceso de mediación es fundamental recoger valores como la empatía, el respeto, la responsabilidad y una buena apertura. La empatía, nos ayudará a ponernos en el lugar del otro, además ayudará al cliente a ponerse en el lugar del otro en el conflicto. El respeto nos permite un diálogo constructivo donde cada parte se siente escuchada y valorada. La responsabilidad es esencial para que ambas partes asuman sus roles en el conflicto, y se involucren para resolverlo. Por último la apertura, nos permitirá flexibilidad y disposición a considerar acuerdos alternativos. He elegido estos valores ya que nos permiten avanzar en dicho proceso, mediante un un enfoque colaborativo, y donde los clientes sean lo que construyan sus soluciones (agentes de cambio). Además la empatía y el respeto me parecen fundamentales para que el conflicto no se agrave más en lugar de resolverse. Con respecto a la apertura, considero que una solución bien trabajada, donde se hayan explorado varias posibilidades, será util para que se mantenga en el tiempo.
Desde mi punto de vista, valores como la empatía, permite al mediador comprender profundamente las emociones y perspectivas de cada parte involucrada. Este valor es crucial para que las personas se sientan escuchadas y comprendida. Esto te permite conectarse y comprender con los sentimientos de los demás y entender la raíz de sus necesidades e inquietudes.
El respeto y la honestidad también son pilares fundamentales en cualquier proceso de mediación. El respeto facilita un ambiente seguro y libre de juicios, donde cada parte puede expresar sus opiniones y emociones sin miedo a ser criticada o menospreciada. A su vez, la honestidad es indispensable para que el proceso sea lo más transparente posible. Cuando los participantes son honestos sobre sus expectativas y necesidades, y cuando el mediador también actúa con sinceridad, se evitan malentendidos y se promueve una comunicación afectiva y efectiva.
Por último, la tolerancia y la responsabilidad son valores que, al ser promovidos en la mediación, ayudan a que cada parte involucrada reflexione sobre sus propios prejuicios y sobre el impacto de sus acciones en el conflicto. Cuando todos estos valores comentados anteriormente se ponen en práctica, no solo se puede lograr un acuerdo, sino que también se construye una base de respeto mutuo y convivencia que puede perdurar.
Desde mi punto de vista, todos las personas conocemos de sobra los valores que debemos tener para tener interacciones y relaciones sociales saludables, pero es cierto que en muchas ocasiones dejamos a parte estos valores y nos guiamos por impulsos o emociones que nos alejan de estos valores, por ello durante el proceso de mediación es muy importante que el profesional recuerde la importancia de tener presente los valores para que la mediación sea eficaz.
Para empezar a hablar de valores, en mi opinión el valor humano primordial en la mediación es la justicia o equidad, ya que el proceso de mediación busca principalmente llegar a un acuerdo en el que ambas partes salgan beneficiadas, que estén de acuerdo y no salga una parte más beneficiada a otra.
Para ello, también es muy importante la empatía y el respeto, tanto las partes como el profesional deben tener estos valores en cuenta ya que un acuerdo equitativo y justo no se obtiene sin que cada una de las partes se ponga en lugar del otro, teniendo en cuenta sus necesidades, y además que se respeten mutuamente y busquen lo mejor para todas las partes respetando y empatizando entre ellos. Para conseguir este aspecto, es necesaria la tolerancia entre las partes, aunque haya diferencias entre ellos, deben anteponer la actitud de tolerancia para poder conseguir el acuerdo perseguido.
Y una vez que se propone y se llega a un pacto, es indispensable la responsabilidad, aunque durante el proceso de mediación la responsabilidad de las partes es muy importante, ya en el momento que se establece el acuerdo, esta responsabilidad se convierte en indispensable. Ya que las partes deben de cumplir su parte del acuerdo para que todo salga de manera satisfactoria y el proceso de mediación haya sido efectivo, eso requiere responsabilidad y cooperación por su parte.
No hay duda de que los valores forman una parte esencial dentro de la mediación, y en general, de la vida diaria, siendo estos indicadores de la existencia de una buena colaboración entre las personas y de compromiso con lo que se pretende conseguir.
En mi opinión, destacaría los siguientes:
- La honestidad y la sinceridad: Me parece de vital importancia dentro de la mediación. Hay que dejar ver que buscamos colaborar los unos con los otros para encontrar una solución al conflicto. Siendo honestos, además, conseguimos que el proceso fluya con mayor eficacia, ya que los clientes confían en que el trabajo realizado puede ayudar para la resolución del problema. Sin duda, son unos de los valores principales que aportan cierto ápice de "fiabilidad" a la mediación, no engañar en ninguna circunstancia, por lo que debemos tratar de ser lo más sinceros y honestos posibles.
- La responsabilidad: Esto nos sirve para garantizar esa imparcialidad y equidad, por ejemplo, de la que tanto hemos hablado. Desde mi punto de vista, es importante para que el proceso se gestione de manera ética y, para que el rol de mediador y su función se encuentre bien definida y pueda ayudar lo máximo posible a las partes en el conflicto que exista.
- El respeto: Es esencial para evitar cualquier tipo de prejuicio que pueda darse a lo largo del proceso, fomentando la escucha activa, y manteniendo, de nuevo, la imparcialidad y neutralidad. Se debe tener un trato equitativo entre las partes, respetando el tiempo, los pensamientos y las emociones de cada uno.
Valores y principios. Un gran tema, que a más de uno le vendría (nos vendría, vamos a ser humildes) repasar. Los valores que describes, Javier, deberían ser la piedra angular de la sociedad y toda interacción social. Con ellos presentes podremos llegar a una verdadera colaboración y construcción que se base en el apoyo y beneficio mutuo. Me atrevería a decir que únicamente con éstos podemos construir una interacción no basada en jugar a sumar cero. Y es aquí donde veo un gran potencial para la mediación, ya que ésta, por naturaleza, se basa en el respeto, en la buena voluntad y en el sacrificio, que son parte de estos valores. Es por esto que presentarlos concienzudamente y abiertamente debe ser el primer paso en el proceso de mediación.
Sin embargo, y como dijo Groucho Marx, «Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros» (Quizá sea más irónica aún cuando se ilustra junto a su otra frase «El dinero por delante o a la calle» de Un Día en las Carreras) Todo un sabio nuestro amigo Groucho, ilustrando, que no todo el mundo está dispuesto a jugar al mismo juego, ni con las mismas reglas. Groucho conocía de primera mano que estos valores no son universales. Hay gente que no los ha conocido nunca, prescinde de ellos, o quizá provenga de una cultura que los interprete de manera diferente. En cualquier caso, creo, es la ausencia de valores como el respeto o la buena voluntad lo que enraiza todo conflicto, y lo que hace que se desee la destrucción o la supresión de la parte contraria. Como podemos observar, la ausencia de estos valores no tienen cabida en un proceso como el mediático, razón de peso para ser fundamental aclararlos desde bien temprano y no olvidarlos en ningún momento.
Laura Jurado Blanca
Algunos de los valores que me parecen fundamentales a la hora de llevar a cabo una mediación son:
-Imparcialidad: garantiza que todas las partes sean tratadas de manera justa y equitativa, generando confianza en el proceso y el mediador.
-Respeto: se crea un ambiente seguro donde todas las partes se sienten valoradas, fomentando de esta manera la apertura y la disposición a colaborar.
-Empatía: con ella se permite comprender las emociones y perspectivas de cada parte, lo que facilita la conexión y la comunicación efectiva.
-Honestidad: establece credibilidad y transparencia en el proceso, con lo que se construye confianza y promueve soluciones genuinas.
-Paciencia: permite que el proceso se desarrolle a su propio ritmo, por lo que se evitan presiones indebidas y facilita las reflexiones más profundas.
A la hora de llevar a cabo una mediación creo que los valores esenciales que deberían estar presentes son la honestidad ya que si esto no vamos a conseguir los resultados esperados, sin transparencia no confiaran en nosotros. Por otro lado, el respeto puesto que sin este diría que es imposible llevar a cabo una mediación, las partes necesitan sentirse respetadas para poder avanzar. Y por último, la profesionalidad creo que es muy importante el mantenernos imparciales y siempre tener en mente nuestro rol en la mediación.
Durante el desarrollo de la mediación, es esencial que estén presentes una serie de valores fundamentales, sin los cuales el proceso podría verse comprometido.
Respeto: El respeto es, en mi opinión, la base de toda mediación. Sin respeto, es imposible llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes. Este valor permite que cada parte se sienta libre de expresar su punto de vista y fomenta la escucha activa en la mesa de negociación.
Empatía: La empatía es esencial para que las partes comprendan el punto de vista y los sentimientos de los demás. Fomentar la empatía en la mesa de negociación facilita que cada parte esté dispuesta a ceder en ciertos aspectos, promoviendo así un ambiente más colaborativo.
Sinceridad: Desde mi punto de vista, la sinceridad es vital en un proceso de mediación. Si las partes no son sinceras, el caso podría tergiversarse y acabar tratando una situación distinta de la real. La falta de sinceridad también genera tensión entre las partes, lo que dificulta el objetivo de alcanzar un acuerdo.
Colaboración: Las partes deben estar dispuestas a alcanzar una solución conjunta. Sin una actitud colaborativa, el proceso se complica y la mediación pierde efectividad.
Estos valores son pilares esenciales que guían el desarrollo de la mediación y garantizan un proceso más fluido y eficaz.
Desde mi punto de vista, los valores más importantes para que una mediación funcione son la confianza , el deseo de conciliación , la esperanza , la compasión , la empatía , el compromiso , la responsabilidad y otros más. A continuación, voy a explicar cada uno y por qué son esenciales en este proceso.
La confianza es la base de todo. Si las personas no confían en el mediador o en la posibilidad de hablar sin ataques, es difícil que se abran al diálogo. Además, es clave que vuelvan a confiar, aunque sea un poco, en la otra parte, para que puedan trabajar juntos hacia una solución.
El deseo de conciliación también es importante. Muchas veces, este deseo queda escondido detrás del enojo o el orgullo, pero cuando las personas logran conectarse con esas ganas de arreglar las cosas o, al menos, de encontrar paz, todo el proceso avanza con más fluidez.
La esperanza juega un papel muy importante porque el conflicto puede hacer que las personas sientan que no hay salida. Recuperar la esperanza les ayuda a ver que sí es posible cambiar la situación y llegar a acuerdos que mejoren la relación o resuelvan el problema.
La compasión , tanto hacia uno mismo como hacia el otro, permite ver más allá de los errores y las heridas. Es un valor que suaviza las emociones fuertes y abre la posibilidad de comprender que todos somos humanos y podemos que equivocarnos.
La empatía es esencial para entender lo que la otra persona siente y necesita. Cuando ambas partes logran ponerse en los zapatos del otro, la comunicación mejora mucho y el conflicto empieza a parecer más manejable.
El compromiso asegura que las personas no solo participarán en el proceso, sino que también cumplirán con los acuerdos que se logren. Sin compromiso, no importa cuánto se pueda, los resultados no serán efectivos.
La responsabilidad es clave porque cada persona tiene que asumir su parte en el conflicto. Esto permite dejar de culpar al otro y enfocarse en lo que cada uno puede hacer para solucionar el problema y mejorar la situación.
Otros valores importantes son el respeto , que asegura un trato digno entre las partes; la humildad , que ayuda a reconocer que nadie tiene toda la razón; y la valentía emocional , que permite afrontar el conflicto desde un lugar de sinceridad y apertura, incluso mostrando vulnerabilidades o cediendo en algunos puntos.
Existen numerosos valores humanos que es fundamental fomentar en un proceso de mediación, pero considero que los siguientes son los más relevantes:
Equidad. Es crucial que las partes involucradas alcancen un acuerdo que sea equitativo y equilibrado para todos, aprovechando la orientación que el mediador puede brindar desde su posición neutral.
Sinceridad. Ser franco al narrar los hechos facilita el logro de un entendimiento, además de impulsar otros valores esenciales en las relaciones humanas.
Fidelidad. Tras alcanzar un consenso, es crucial respetar lo pactado en el acuerdo que pone fin a la mediación. Aquellos que carecen de este valor tendrán dificultades para cumplir los compromisos adquiridos, incluso con quienes alguna vez consideraron "oponentes".
Compromiso. Muy vinculado al valor anterior, es necesario que los implicados comprendan que son responsables de las consecuencias derivadas del incumplimiento de los acuerdos a los que se han comprometido.
En mi opinión veo ciertos valores claros y fundamentales que un mediador debe recuperar en sus clientes.
En primer lugar, el respeto es el valor principal que debe reinar, para mi parecer, en cualquier sesión de mediación, aunque irónicamente suele ser la mayor ausente en un primer momento.
Es por ello por lo que, los mediadores debemos ser quienes devolvamos a nuestros clientes ese valor, para que pueda la mediación surtir sus efectos. El respeto ayudará completamente a que los clientes puedan entenderse, comunicarse, explicarse como se sienten, llegar a un acuerdo entre las partes…
Por otra parte, la honestidad y la buena fe me parecen que también se tienen que valorar y devolver a las partes, ya que sin la verdad no funcionará, ni las otras partes, ni el mediador podrán llegar a conocer lo que realmente se necesita. Además, la sinceridad hace de la persona una persona transparente y puede llegar a conseguir que los demás depositen su confianza en ellos.
Por último, de la mano de la honestidad, encuentro interesantes la tolerancia y empatía. Pienso que es tan importante ser sincero, como respetar las opiniones, pensamientos o sentimientos de la otra parte. Ser capaz de ponerse en la piel del otro, hará que la parte deje de centrarse tan solo en su propio problema y comenzar a entender porque la otra persona puede llegar a sentirse como se siente, facilitará completamente llegar a soluciones mucho más fáciles, accesibles y por supuesto, más humanas.
El conjunto de estos valores son la vía para que la mediación pueda llegar a facilitar la construcción de soluciones por medio de las partes. Creo que fomentan realmente que se deje de ver a la otra parte como un enemigo y se convierta en un compañero para la búsqueda de esa solución, por la que ambos han acudido a la mediación, es un objetivo mutuo, y no una venganza. Además, que se devuelvan estos valores mejorará por completo la relación y para futuros posibles conflictos.
En el proceso de mediación es necesario emplear y promover valores esenciales, los cuáles no solo facilitan acuerdos justos, sino que también fortalecen las relaciones y fomentan una comunicación más constructiva entre las partes.
En primer lugar, uno de los valores a recuperar sería la empatía, la cual permite comprender y valorar los sentimientos y necesidades del otro, es decir, ponerse en su lugar. Esto es fundamental para llegar a soluciones en las que ambos salgan beneficiados.
La responsabilidad es esencial para que cada persona asuma su parte en el conflicto y así, exista una mayor predisposición a colaborar y comprometerse, creando una sensación de poder sobre las consecuencias y desarrollo del problema al desarrollar su propia autonomía, empoderando a los clientes para que encuentren y diseñen sus propias soluciones. Esto nos lleva de manera inmediata a generar compromiso, asegurando que cada persona esté dispuesta a cumplir lo pactado, lo cual es vital para que las soluciones se mantengan a lo largo del tiempo.
Seguidamente, el respeto serviría para crear un ambiente seguro y positivo, para que así las personas estén más dispuestas a compartir sus verdaderas preocupaciones y a escuchar los puntos de vista opuestos sin juzgar, lo que facilita la colaboración.
Fomentar la honestidad ayuda a que ambas partes expresen sus necesidades y expectativas de manera clara. La transparencia y la sinceridad facilitan la creación de acuerdos realistas, evitando resentimientos o malentendidos que puedan generar conflictos futuros.
La integridad implica actuar con coherencia, ética y honestidad, esencial para fomentar la confianza y el respeto de los clientes hacia el proceso, asegurando que las partes lo perciban como justo. Para los clientes, la integridad significa ser sinceros consigo mismos y con la otra parte, expresar de manera genuina sus intereses y preocupaciones así como respetar los acuerdos.
Por último, la flexibilidad y la paciencia serían de suma importancia puesto que permitiría adaptarse, expresar emociones y pensamientos, y considerar opciones alternativas, lo cual requiere tiempo así como una escucha activa y sin prisa.
En mi opinión, es fundamental respetar una serie de valores para que la relación del mediador con los clientes sea la más beneficiosa posible para ambos. Concretamente, destacaría
La empatía, es fundamental ponerse en el lugar del otro para entender sus sentimientos, necesidades y perspectivas. Al fomentar la empatía, se crea un espacio seguro para que las partes expresen sus emociones y se sientan escuchadas.
El respeto mutuo es la base de cualquier relación sana. Al respetar las opiniones y creencias de los demás, se facilita el diálogo.
La sinceridad en la comunicación es esencial para construir confianza y credibilidad. Al ser honestos, las partes pueden abordar los problemas de raíz y encontrar soluciones más duraderas.
La rigidez en las posiciones puede obstaculizar la búsqueda de soluciones. Al mostrar flexibilidad y disposición al cambio, las partes pueden encontrar puntos en común y llegar a acuerdos mutuamente beneficiosos.
Existen múltiples valores que tienen cabida en el proceso de mediación, a continuación expondré algunos de los que considero esenciales.
En primer lugar, un valor indispensable, que incluso viene recogido en las normas de la mediación, es el respeto, no sólo entre las partes sino también por parte del mediador. El respeto debe estar presente tanto para validar las diferentes opiniones, como para expresarlas y en la comunicación. Si se fomenta el respeto el ambiente será más cómodo y favorecerá que puedan expresarse libremente y sentirse escuchados.
Otro valor es la empatía, para entender a las dos partes y mejorar la imparcialidad. El hecho de que las partes tengan empatía entre ellas también hará que comprendan mejor la perspectiva de la otra, favorezca el diálogo y facilite el proceso.
La honestidad creo que debe ser tenida en cuenta, ya que evita malentendidos y manipulaciones y permite que el acuerdo pueda ser realista, duradero y satisfactorio para las partes.
Por otro lado, la paciencia considero que es muy relevante en la mediación, ya que puede ser un proceso complejo, tenso y relativamente largo. Además, requiere que haya un tiempo necesario para la reflexión y el diálogo.
Unido al anterior está el autocontrol, se debe mantener la calma en todo el proceso y evitar la impulsividad.
La responsabilidad y el compromiso son importantes tanto para cumplir las normas, como para tomar consciencia de lo que implican sus palabras y acciones y para favorecer la resolución del conflicto y llegar a un acuerdo.
También cabe destacar la integridad, va relacionada con los principios éticos. Respecto al mediador garantiza que haya transparencia, equidad y evita favoritismos. En cuanto a las partes hace que no haya manipulación y que haya respeto.
Otro valor es la flexibilidad, permite adaptarse, ceder en la parte que le corresponda, buscar otras soluciones, y explorar diversas alternativas, así como contemplar diferentes puntos de vista y no sólo el propio. En ocasiones puede ir de la mano con la creatividad.
La tolerancia puede ser útil, puede evitar juicios rápidos, va relacionado con el respeto y propicia un diálogo más fluido.
Por último, la prudencia, es indispensable para saber cuándo y cómo se debe intervenir, lo vimos en clase con el semáforo. De este modo se podrá manejar el diálogo de forma equilibrada, apropiada y sin forzar o presionar demasiado cuando no es oportuno.
Para que el diálogo sea más fluido y beneficioso en la resolución de conflicto, estos valores son fundamentales:
- Respeto: es la base de cualquier diálogo, permite que todas las partes sean escuchadas y valoradas, creando un ambiente de aceptación mutua.
- Empatía: facilita la compresión de las emociones y necesidades ajenas.
- Honestidad: las partes deben ser sinceras para llegar a acuerdos reales y afectivos
- Tolerancia: la capacidad de aceptar las diferencias, facilitando el entendimiento mutuo
- Justicia: ambas partes tengan un trato equitativo e imparcial.
Considero los valores humanos como pilar fundamental para construir una convivencia pacífica y justa, el volver a la casilla de salida y retomar esos valores olvidados esenciales es indispensable, donde actualmente el respeto, la empatía y la honestidad parecen ocultarse en la bulla de la inmediatez y la confrontación.
Es impactante pensar que, en el fondo, los valores son una guía interna que nos permite convivir de manera armónica, respetando las diferencias y construyendo lazos más humanos y el resaltar estos valores desde el primer encuentro con las personas hace ver que la mediación va más allá de resolver conflictos
En mi opinión, los siguientes valores son fundamentales:
Humildad: la humildad implica reconocer que uno no lo sabe todo y que pueden existir otras perspectivas válidas. En mediación, este valor puede ser crucial tanto para las partes en conflicto como para el mediador, ya que ayuda a las partes a bajar la guardia y estar dispuestas a admitir errores o a reconsiderar posiciones, fomentando una apertura genuina al aprendizaje y al cambio. También facilita la creación de un ambiente donde se valore el crecimiento personal y la comprensión mutua.
Paciencia: La paciencia permite que las partes reflexionen sobre sus sentimientos y pensamientos antes de tomar decisiones impulsivas. También es fundamental para que el mediador pueda manejar situaciones difíciles sin apresurar el proceso ni perder la calma.
Respeto: el respeto es primordial para que cualquier diálogo se desarrolle de manera constructiva. Sin respeto, las conversaciones corren el riesgo de convertirse en intercambios hostiles y poco productivos. Mantener el respeto puede ayudar a proteger la integridad emocional de cada participante, y permite establecer una base de confianza. Cuando ambas partes sienten que se las trata con dignidad y que se valoran sus puntos de vista, es más probable que se sientan abiertas al diálogo y la colaboración. Este valor también ayuda a reducir tensiones y a generar un ambiente en que las partes se sientan escuchadas.
Perseverancia: La perseverancia ayuda a las partes mantenerse enfocadas en la búsqueda de una solución duradera y satisfactoria para todos, incluso cuando las negociaciones se estancan por la dificultad de resolución de los problemas.
Responsabilidad: La responsabilidad implica que cada parte debe asumir la obligación de sus palabras, acciones y compromisos durante el proceso de mediación. Esto incluye estar dispuesto a cumplir con los acuerdos alcanzados. Fomenta la confianza y asegura que las resoluciones acordadas se implementen de manera efectiva. También anima a las partes a reflexionar sobre cómo sus comportamientos contribuyen al conflicto y a su posible resolución
Empatía: la empatía permite a los mediadores y a las partes en conflicto comprender las emociones y necesidades del otro, y humaniza a quienes participan en el conflicto. Es una herramienta que puede romper barreras y contemplar la situación desde la perspectiva de la otra persona, facilitando la conexión emocional y abriendo el camino para soluciones aceptables para todos.
Optimismo: Este valor puede impulsar a las partes a buscar resoluciones constructivas y a mantener la esperanza incluso en situaciones difíciles. Puede infundir motivación en las partes, ayudándolas a superar el escepticismo y a trabajar de manera proactiva hacia la reconciliación y el entendimiento.
Para mí, los valores que presenta el texto me parecen pilares fundamentales en la mediación, ya que aportan un contexto de confianza mutua, comprensión y dónd ela persona se sienta escuchada y valorada.
A mí parecer los más importantes son el respeto y la empatía, aunque por supuesto no son los únicos.
El respeto, es importante en cualquier tipo de comunicación o diálogo, y adquiere un valor que considero esencial, ya que sin respeto, es díficil que las partes en conflicto se abran a la posibilidad de resolver sus diferencias. Además nos va a ayudar a que las personas se sientan completamente seguras para expresar sus pensamientos sin miedo a ser juzgadas, lo que facilita la comunicación sincera y la disposición para escuchar al otro.
Por otro lado, la empatía a su vez, promueve una comprensión más profunda del conflicto. Es importante desde el mediador hacia los clientes, pero también me parece muy relevante el trabajo de la empatía que se puede llevar a cabo entr elos clientes, para que puedan aceptar los diferenets puntos de vista y conseguir entenderse para poder trabajar una solución.
Otros valores como la tolerancia , la paciencia y la responsabilidad también son fundamentales. La tolerancia ayuda a aceptar y valorar la diversidad de opiniones, mientras que la paciencia se considera esencial para permitir que las soluciones maduren de forma natural.
Es muy importante tener en cuenta una serie de valores para llevar a cabo el proceso de la mediación, pues gracias a ellos se garantiza un proceso justo, respetuoso y solidario. Los valores que destaco en el proceso de la mediación son los siguientes:
En primer lugar, considero que la empatía es el valor más importante a destacar en cualquier proceso de mediación, pues lo primero que hay que tener en cuenta es que cualquier persona que vaya a un proceso de mediación tiene un problema que no puede resolver por ella misma, por lo que comprender las emociones de los demás y ser capaces de ponernos en el lugar del otro es fundamental para llevar a cabo una mediación.
Relacionado con la empatía, considero que es muy importante el respeto, tanto entre las partes, como del mediador hacia las mismas. En este valor están implicadas la escucha activa, la validación de los sentimientos, el reconocimiento de los intereses de las partes…
Por otro lado, la imparcialidad y la neutralidad son también dos valores de gran relevancia, pues en el proceso de la mediación es fundamental que el mediador se mantenga en una posición neutral, recordando que su papel es facilitador y no es el encargado de tomar una decisión. Todo ello, conlleva que las partes sientan que se encuentran en un proceso justo y que son tratados igualitariamente, lo que implica además a que la partes sientan más confianza en la figura del mediador.
Asimismo, la responsabilidad es esencial tanto para las partes como para el mediador. Por un lado, es importante que las partes reconozcan su responsabilidad en el conflicto, así como la responsabilidad que tienen para comprometerse en llegar a un acuerdo que beneficie a ambos, y en cumplir con lo que se acuerde. Por otro lado, es importante que el mediador sea responsable en la guía del proceso, cumpliendo los principios que orientan la mediación.
La paciencia es otro de los valores relevantes en procesos de mediación, pues si bien es cierto que suelen ser procesos más cortos que los jurídicos, requieren también su tiempo, por lo que tomar el tiempo necesario para que se llegue al mejor acuerdo posible es de especial relevancia.
Por último, la sinceridad es muy importante en la mediación, pues gracias a ella las partes pueden exponer sus versiones y expresar sus necesidades de forma clara y transparente, facilitando por tanto un ambiente de confianza y apertura, en el que es más fácil llegar a una solución efectiva para las partes involucradas.
En mi opinión, los valores clave en un proceso de mediación son los siguientes:
El respeto mutuo es esencial, ya que permite que tanto las partes involucradas como el mediador se sientan escuchados, lo que evita la comunicación hostil y favorece una mediación efectiva.
Un valor relacionado con el respeto es la empatía, que resulta fundamental para entender a las personas y conectar con sus emociones.
Otro valor importante es la transparencia. Considero que la sinceridad y la claridad en la mediación son cruciales, ya que fortalecen la confianza y ayudan a que los clientes se sientan más conectados tanto con el mediador como con el proceso. Además, la transparencia facilita que los clientes se abran de manera más efectiva.
Por último, la responsabilidad y el compromiso son aspectos indispensables. Para que el servicio sea realmente efectivo y el acuerdo alcanzado se cumpla, es necesario que los clientes se comprometan. Asimismo, tanto los clientes como el mediador deben ser responsables, asistiendo puntualmente a las sesiones y cumpliendo con las recomendaciones o tareas propuestas.
Reflexionar sobre nuestros valores personales es clave para gestionar adecuadamente nuestras emociones y relaciones. Estos principios actúan como una brújula que nos orienta en tiempos de conflicto, ayudándonos a tomar decisiones alineadas con nuestros ideales. Sin embargo, cuando dejamos de lado estos valores, inevitablemente nos enfrentamos a los mismos problemas y acabamos volviendo a la "casilla de salida".
Por ejemplo, la honestidad es fundamental para construir confianza en cualquier relación. Si no somos sinceros, no solo traicionamos a los demás, sino también a nosotros mismos, y acabamos atrapados en una red de malentendidos. El respeto, por su parte, es la base de toda convivencia pacífica. Al faltar el respeto a alguien, abrimos la puerta al conflicto y a la desconfianza, lo que hace mucho más difícil avanzar.
No menos importante es la empatía, que nos permite comprender las emociones y perspectivas del otro. Cuando carecemos de empatía, juzgamos rápidamente y contribuimos al distanciamiento. Recuperar la empatía en nuestras interacciones diarias puede evitar muchos de los conflictos que enfrentamos, ya que facilita el entendimiento mutuo.
Otro valor esencial es la responsabilidad. Reconocer nuestras acciones y sus consecuencias es un acto de madurez. Evitar asumir nuestra parte de culpa solo perpetúa el ciclo de conflicto, llevándonos una y otra vez al punto de inicio. La paciencia y el perdón también juegan un papel vital; nos permiten gestionar nuestras emociones con calma y liberar rencores que, si no se superan, nos mantienen estancados.
Finalmente, la solidaridad nos recuerda que no estamos solos y que actuar con generosidad y apoyo mutuo fortalece la cohesión social. Sin este valor, caemos en el individualismo, creando divisiones que nos llevan de vuelta a una sociedad fragmentada.
En resumen, cuando caemos en la tentación de no respetar nuestros valores, nos encontramos repitiendo los mismos errores. Mantenernos fieles a ellos no solo mejora nuestras relaciones, sino que también nos ayuda a crecer personalmente y a construir una convivencia más armoniosa. Al final, los valores son la guía que nos permite avanzar sin retroceder constantemente a la "casilla de salida".
Al mediar en conflictos, algunos de los valores más importantes a recuperar en nuestros clientes son:
Empatía: Permite que cada persona se sienta escuchada y comprendida, y es la base para crear soluciones colaborativas y constructivas. Sin empatía, la comunicación se vuelve rígida y defensiva, obstaculizando el proceso de mediación.
Respeto: Este valor ayuda a crear un ambiente de diálogo seguro y abierto, incluso cuando existen desacuerdos profundos.
Honestidad: Es importante que ambas partes se comuniquen de forma transparente y sincera. La honestidad facilita la identificación de los verdaderos intereses y necesidades detrás de las posiciones aparentes, lo que es crucial para llegar a soluciones que realmente satisfagan a ambas partes. Sin honestidad, las soluciones pueden quedar incompletas o insatisfactorias.
Responsabilidad: Ayuda a que los clientes reconozcan sus propias acciones y palabras, lo cual permite un proceso de cambio y crecimiento, necesario para una mediación efectiva.
En conclusión, sin estos valores, es mucho más difícil que la mediación logre un cambio significativo o duradero.
PARTE 1/3
La mediación promueve multitud de valores tanto en las partes participantes en el proceso como en las organizaciones y comunidades que median para que haya una cultura del encuentro y de paz.
Me centraré en analizar los valores de las partes y su sentido a lo largo del proceso de mediación como motor del cambio que toda resolución de conflictos conlleva.
En todo proceso de mediación, ampliar y ayudar a mejorar los valores de las partes resulta esencial para que los mediadores puedan llevar al éxito la negociación.
Para ello, es primordial que identifiquemos qué es lo más importante para cada parte del conflicto, que exploremos las motivaciones de éstas para la búsqueda de una solución al conflicto y, en esta búsqueda, analizar cuáles son las soluciones más compatibles en cada caso.
Es cierto, que estos valores humanos varían según la cultura o sociedad, pero más allá de ciertas diferencias o matices, la mayoría son universales y tienen en común la búsqueda de soluciones pacíficas y armónicas de conflictos. En la era actual, en la que el mundo tiende a estar cada vez más dividido y sesgado, el trabajo de los mediadores deberá poner el foco en redescubrir los valores que siempre nos han ayudado a avanzar como sociedad, tratando de fortalecer las relaciones y vínculos humanos.
Por tanto, en las sesiones de mediación pienso que es esencial realizar un diálogo específico para la exploración de valores, con estrategias estructurales o más abiertas para llegar al objetivo final de la mediación: Restituir la dignidad humana y el crecimiento humano, a través del diálogo y la escucha de las partes para pasar de unas posturas iniciales enfrentadas a unos intereses comunes o compartidos que sean satisfactorios para ambas partes, que llevan a la fórmula “ganar - ganar” (pág. 72).
Por otro lado, cualquier persona con interés que lo desee puede educar en valores humanos o educarse en ellos, por tanto, siempre estaremos a tiempo de adquirirlos o potenciarlos.
Éstos son diversos, pero su importancia varía según el conflicto en el que estemos inmersos. Sabemos que son esenciales para construir sociedades más equitativas y justas y son los que nos orientan en nuestras decisiones y nos llenan de satisfacción, ayudando a construir un mundo más solidario y justo.
Según la revista ADR Magazine, algunos de los valores importantes son:
1. El respeto mutuo hacia las opiniones, emociones, acciones e ideas de la otra parte, aunque no coincidan con las propias o sean totalmente opuestas, sin hacer ningún tipo de juicio. Ésto permitirá generar un ambiente de paz y comunicación, ayudando a construir relaciones saludables y armoniosas. Este valor está ligado a la responsabilidad individual de las partes que nos hace darnos cuenta de las consecuencias que tienen nuestras decisiones y acciones, y nos ayuda a admitir errores y aprender de ellos.
Aparte, el mediador deberá hacer que se garantice para poder construir el “traje a medida” o solución específica para cada asunto, pues siempre habrá clientes que hagan de la mediación un reto por su forma de actuar hostil o desconsiderada con cualquiera de las partes, y la tarea del mediador aun así será intentar proporcionar la ayuda requerida.
En cualquier caso, la empatía o el hecho de ponerse en lugar del otro, será fundamental para el triunfo de la mediación.
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2. La lealtad está muy unida al anterior. Gracias a este valor se fortalecen las relaciones, ayudando a gestionar los conflictos teniendo en cuenta el punto de vista y las necesidades de los demás (pág. 52).
3. La honestidad es un valor fundamental para entablar relaciones basadas en la confianza y la sinceridad. Una persona honesta es aquella que siempre busca preceder la verdad en sus pensamientos, expresiones y acciones (pág. 39), lo cual ayudará a tender puentes entre las partes.
El mediador deberá propiciar que las partes se sientan en un ambiente cómodo y de confianza para que expresen sus emociones y sentimientos reales y, así, poder avanzar en el proceso.
En caso de que alguna de éstas oculte cierta información o no la dé a conocer de la manera más fiel a la realidad posible, el mediador deberá aclararlo antes de continuar para llegar a un acuerdo.
Por otro lado, si finalmente se llega a un acuerdo, pero las partes no lo cumplen (al menos en el período de garantía tras las sesiones), el mediador deberá descubrir cómo o en qué aspectos le han engañado durante las sesiones, con el fin de detectarlo en conflictos futuros. Realmente se pretende que la generosidad y transparencia que las partes muestran durante el proceso, se traduzca en un acuerdo satisfactorio y, por tanto, duradero a largo plazo.
Aparte, la honradez u honestidad generada al hacer lo correcto, ayudará a mantener la integridad, ya que se creará una imagen de persona en quien poder confiar.
4. La solidaridad, por su parte, requiere empatía y ésto implica una sensibilidad al darnos cuenta que “somos como unos hilos que se entretejen en una trama colectiva” (pág. 63). Nos impulsa a trabajar juntos y a buscar soluciones conjuntas para las partes.
5. La bondad guía a las personas para dar lo mejor de sí mismas de manera desinteresada y nos ayuda a centrarnos en el bienestar de las personas. De esta forma, siendo comprensivos ante la diversidad y las diferencias de las personas, se favorecerá la convivencia.
6. El perdón es fundamental en todo conflicto, pues nos fortalece y libera de los sentimientos negativos. Esto no implica que olvidemos, pero brinda la oportunidad de escuchar a la otra persona que creemos que está equivocada. Cuando hablamos de perdón, hablamos de emociones, de sentimientos y de pensamientos. Este valor nos ayuda a fomentar la paz y la reconciliación.
7. La aceptación es un valor que consiste en la capacidad de comprender nuestra realidad, lo que nos rodea y a nosotros mismos, es decir, nos ayuda a reconocer la realidad sin resistencias. Aceptar una situación se traduce en ser valientes para actuar ante ella y ser tolerantes para aceptar la verdad ante el problema o la disputa que se presente. Este valor nos sitúa en una plataforma desde la que podemos analizar las posibilidades que tenemos y, así, diseñar nuestro futuro y transformar nuestra vida para un mejor bienestar emocional (pág. 27).
8. La valentía permite asumir los errores en la mediación y afrontar sus consecuencias sin miedo alguno. Tenemos que tomar conciencia de no mentirnos a nosotros mismos ni mentir a terceros, a fin de eludir la responsabilidad de un acto con consecuencias negativas (pág. 49).
9. La reflexión permite entender e interiorizar si los actos realizados son correctos o no; tener un pensamiento propio, pero respetar el del otro; o compartir los propios conocimientos, pero aprendiendo de los del otro.
10. La humildad, por otro lado, nos ayuda a aprender de los errores y a reconocer que nos hemos equivocado y que somos humanos. Como dice el dicho popular: “El que tiene boca, se equivoca”. Este valor nos ayuda a sacar una lección tras cada experiencia y a acoger el cambio como algo natural en nuestras vidas.
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11. También, cabe destacar la congruencia. En cualquier asignatura del Grado en que se trate Derecho Procesal nos hablan siempre de este valor, el cual deberá verse reflejado en el momento que decaiga la sentencia. Los fallos que dicte un juez sobre cualquier caso deben estar motivados teniendo en cuenta las llamadas reglas de la sana crítica, y éstas imponen que debe existir correlación y lógica entre el objeto de la controversia y la resolución que se imponga. En mediación ocurre algo parecido, pues el acuerdo deberá ser justo para ambas partes teniendo en cuenta sus circunstancias personales, y el trabajo del mediador consiste en garantizarlo.
Finalmente, cabe destacar que todos estos valores requieren algo de esfuerzo y sacrificio por parte del mediador y los mediados, pues Rafael Lobo se refiere a éste como un esfuerzo, pena, acción o trabajo que una persona se impone a sí misma para conseguir o merecer algo, o para beneficiar a alguien. En concreto, el mediador deberá sacrificar o renunciar a sí mismo en cierta manera para poder mantenerse neutral, pues deberá dejar por un tiempo a un lado sus ideas, conceptos y valores para dejar de ser él y convertirse en alguien más. Ese alguien más es el “traje del mediador”, que requiere que se mantengan exentos de influir o dirigir a los mediados con sus preferencias o conceptos de la vida, aunque fuera con la mejor de las intenciones (pág. 20).
En conclusión, en los procesos de mediación bien podemos utilizar estos valores o bien desarrollar otros que se tienen olvidados o perfeccionarlos, siempre con la finalidad de lograr un equilibrio entre las partes que les permita tomar una decisión en relación a su conflicto, libre y voluntariamente.
Como decía el gran activista indio Mahatma Gandhi: “Mantén positivos tus valores, porque tus valores se convierten en tu destino”.
Bajo mi punto de vista, al llevar a cabo un proceso de mediación cabe destacar la necesidad de la utilización de valores, puesto que ayuda a ambas partes a lograr el objetivo común, es decir, una solución satisfactoria del conflicto.
En un proceso de mediación, principalmente, debemos fomentar empatía con el fin de que ambas partes logren una comprensión mutua de sus sentimientos, opiniones o pensamientos, por lo que la empatía ayuda a establecer una conexión emocional entre ambas partes, logrando una comunicación abierta y efectiva.
Otro valor significativo a recuperar en nuestros clientes durante el proceso de mediación es el respeto. En mi opinión, este valor ayuda a promover un ambiente seguro, en el que ambas partes se sientan escuchadas, ya que el respeto conlleva a que la persona se sienta justa y digna. A pesar de que ambas partes tengan opiniones diferentes, siempre se deben de respetar, promoviendo una escucha activa y permitiendo la la libertad de expresión de las personas.
Otro valor relevante a recuperar en nuestros clientes durante el proceso de mediación, podría ser la gratitud, debido a que ambas partes deben de reconocer el esfuerzo mutuo que realizan para llegar a una solución conjunta, a pesar de no ser fácil para ninguna persona implicada, por lo que se debe de estar agradecido de ello.
Por otro lado, pienso que la honestidad es un valor relevante debido a que ambas deben de ser sinceras al dar sus puntos de vista u opiniones aunque la verdad sea difícil de aceptar. Las partes involucradas no deben ocultar la verdad, deben de actuar con trasparencia y sinceridad para conseguir una solución del conflicto, así pues la honestidad es esencial a tener en cuenta durante el proceso de mediación ya que fomenta un ambiente de confianza y respeto, en el que ambas partes logran comunicar sus opiniones facilitando una resolución del conflicto.
Desde mi punto de vista, considero indispensable mantener unos valores a la hora de realizar una mediación. En la entrada, se menciona la importancia de los valores humanos, los cuales son universales y facilitan la paz y la armonía en las relaciones interpersonales. En numerosas ocasiones, los conflictos pueden surgir debido a que estos valores han sido violados o olvidados y la recuperación de estos puede ser clave en la interacción y el correcto desarrollo del proceso. En mi opinión, considero fundamental valores como el respeto, la empatía y la honestidad, ya que estos ayudan a construir un diálogo auténtico y positivo. El respeto permite que las personas puedan escucharse mutuamente sin ningún tipo de prejuicios, ayudando así a poder expresarse de manera correcta. La empatía ayuda a que cada parte valore la perspectiva del otro, intentando comprenderla. Por último, la honestidad ayuda a que los mediados actúen de manera trasparente y sincera, siendo esto crucial para la resolución del conflicto desde la verdad y la claridad.
Al mediar, es fundamental rescatar valores como el respeto, la empatía, la integridad y la tolerancia. Estos valores son la base para crear un ambiente de confianza y una comunicación abierta, elementos clave para que los clientes puedan expresarse y escuchar al otro de manera adecuada. La falta de estos valores humanos suele ser una de las causas por las que los conflictos evolucionan, y cuando conseguimos que los clientes los pongan en práctica, no solo ayudamos a resolver un problema específico, sino que también fomentamos una mejor convivencia. Al promover estos valores, no solo guiamos el comportamiento de las personas en conflicto, sino que establecemos un entorno más armonioso, donde cada persona siente que se respeta su dignidad y se siente validado.
Los valores humanos dentro del proceso de la mediación permiten que ambas partes se sientan escuchadas y valoradas, pero lo más importante es que ayuda a evitar que el proceso se desvirtúe en una lucha entre de ganar o perder. Dichos valores ayudan al mediador tanto a permanecer neutral, como a garantizar que sus intervenciones promuevan un ambiente de colaboración.
Dicho esto, los valores que considero esenciales, y por tanto deben estar presentes activamente en la mente del profesional que ejerza la mediación son:
.- La empatía: La capacidad de ponerse en el lugar del otro para entender sus emociones y sentimientos. Don Manuel Nicolás Pazos hace mención a ella en el valor de la bondad, y ciertamente las encuentro íntimamente relacionas, puesto que ambas se basan en la compresión, respeto y valoración de los significados afectivos de las personas.
.- La honestidad: Es importante tanto en el mediador como las partes involucradas, que ambos sean sinceros y transparentes acerca de sus intenciones, necesidades y limitaciones. Esto garantizará una buena base para la construcción de la confianza y alianza entre ellos. Recordar un aspecto fundamental que indica Doña Ana Luiza Pérez en la revista de mediación, donde menciona el honor de las personas, sin este valor humano, será muy complicado alcanzar la honestidad.
.- La tolerancia: Aceptar las diferencias de cada uno y permitir que cada persona exprese su punto de vista sin ser juzgado. Este valor se complementa con otro, la equidad. Doña Gladys Dalsaso nos cuenta que debe ser una de las características por las que se define al mediador.
.- La prudencia: Actuar con moderación y cautela en cada momento de la intervención. Esta ayudará al mediador a tomar decisiones acertadas y pausadas, evitando caer en el prejuicio o a intervenir en exceso, ayudándose de los silencios.
.- La flexibilidad: Estar abierto a moldearse según lo que necesiten las partes y el contexto del conflicto. La rigidez puede llegar a ser un obstáculo dentro del proceso de mediación, mientras que la flexibilidad nos permitirá explorar soluciones creativas. Recordando lo que comentamos en la clase acerca de la creatividad, señalar que gracias a ella podremos ver más allá y por tanto encontraremos más y mejores soluciones al conflicto que nos presentan las partes, de ahí la importancia de ser maleable ante los problemas que se nos presenten.
.- La paciencia: Entender que las personas pueden necesitar tiempo para procesar sus emociones, aclarar las ideas o expresar sus preocupaciones. Esto es clave para que las persones no se sientan presionadas a tomar una decisión rápida de la cual no están del todo convencidas.
.- La imparcialidad: Mantenerse neutral y no inclinarse hacia ninguna de las partes, evitando tener influencias personales y teniendo presente que todas las voces tienen el mismo valor. Nosotros solo estamos de parte de la mediación.
.- La humildad: Reconocer los límites personales que tenemos cada uno, aceptar los errores y estar dispuestos a aprender. Somo humanos y nos equivocamos, la clave está en aprender de los fallos y tenerlos presentes de cara a futuras intervenciones.
Para concluir, comentar que, podemos decir que los valores humanos son el corazón de la mediación, pues estos crean el marco ético y emocional en el que se desarrollan todas las conversaciones, y nos permiten transformar un simple proceso de resolución de conflictos en un valioso espacio de entendimiento genuino. Cada valor personal aporta una pieza única, esencial e irremplazable a la construcción conjunta de un ambiente donde las personas se puedan sentir seguras, respetadas y escuchadas.
Mª Jesús Zabala y Tobar
Concuerdo con la importancia de los valores humanos en la mediación y en la vida social, un rol esencial y fundamental en el trabajo como mediador, donde como expone, la promoción de valores es un "añadido" a la propia intervención, a diferencia de otras profesiones.
Valores que deben ser cultivados, no atajados como normas estrictas, a través del crecimiento y la experiencia personal.
Bajo mi paragua de valores construido ya por herencia, aprendizaje y experiencias, se encuentran además de los ya mencionados muchos otros. Entre ellos, la humildad. Es algo que he aprendido durante el proceso académico, es esencial e importante conocer los límites y limitaciones propias. Tener presente las competencias que somos capaces de desarrollar y las que no, para evitar así un mal mayor.
Validación. La validación es uno de mis valores humanos más fuertes. Validar al otro viene ligado al respeto. A no dar por entendido. A comprender las diferencias del otro y que no valga menos. A comprender que el otro es diferente y que va a actuar diferente con total libertad. Introduzco aquí el término canonicidad, cada uno tiene su canonicidad individual, diversa, sus creencias únicas.
Quizá de aquí nace el partir de un mismo punto, considerar al otro como un igual.
Actuar de forma honrada. Esto no implica que la consecuencia deba ser rígidamente positiva. Actuar de forma honrada vendría de la mano de actuar con buenas intenciones, buscar el bien.
La tolerancia, la bondad, la justicia...
Bajo mi punto de vista, en un proceso de mediación, son importante los siguientes valores:
En primer lugar la empatía, que nos permite comprender el punto de vista y las emociones de la otra persona, lo cual facilita el diálogo y la resolución de conflictos desde una perspectiva humana y comprensiva.
En segundo lugar y no menos importante, fundamental el respeto, como la base para cualquier interacción efectiva; implica escuchar y valorar las opiniones del otro, lo que genera un ambiente de confianza y evita escaladas de tensión.
La honestidad es fundamental para establecer una comunicación clara y transparente. Permite que las partes se expresen con sinceridad y sin ocultar información, construyendo una solución más genuina y sólida.
Un valor clave para poder hacer una adecuada mediación es la responsabilidad ya que fomenta el compromiso de las partes con el proceso y con los acuerdos alcanzados. Al asumir las consecuencias de sus actos, se fortalece la confianza y se facilita la implementación de soluciones.
Tras revisar algunos artículos y reflexionar, puedo decir que los valores humanos que considero más importantes a la hora de mediar son:
La humildad, porque no debemos perder de vista que no somos nosotros (los mediadores) quienes resolvemos el problema de nuestros clientes; somos simplemente un apoyo que, mediante recursos, les ayuda a alcanzar su meta.
La perseverancia y la determinación también son fundamentales. La primera permite superar obstáculos y la segunda ayuda a mantener el enfoque en el objetivo, que en el caso de los mediadores es asistir a sus clientes en resolver el problema que comparten. Esto implica no rendirse cuando las partes no actúan de forma adecuada o no se está logrando un acuerdo.
La gratitud es otro aspecto importante que debemos fomentar en los mediados, ya que les permite reconocer lo positivo que la otra persona ha aportado a sus vidas o que está tratando de aportar en la mediación, especialmente hacia el final del proceso.
La sensibilidad también es esencial, ya que muchas veces nos centramos solo en nuestras necesidades y dejamos de lado lo que puede estar experimentando la otra persona. Este enfoque egoísta o egocéntrico nos hace perder el tacto al tratar con quienes nos rodean.
Quiero destacar también la creatividad, sin la cual, como mediadores, seríamos poco efectivos. La creatividad es fundamental para idear nuevas formas de resolver los problemas que se presentan, especialmente considerando las diferencias individuales.
Por último, considero indispensables la sinceridad, tanto en el mediador, al evaluar si puede o no asumir el caso, como en los mediados, durante todo el proceso. Esto se traduce en buena fe; sin ella, no se puede avanzar. Además, el respeto debe prevalecer entre todas las partes involucradas en la mediación.
Antonio Contreras Fernández
Con respecto al texto anterior, es cierto que ya se han mencionado algunos de los valores humanos que todo profesional debe de representar, así que me gustaría complementar alguno de ellos, en concreto creo que al concepto de honestidad habría que complementarle el significado de autenticidad. Si el mediador no es una persona “auténtica”, los clientes lo notarán tarde o temprano durante el proceso y perjudicará gravemente al espacio seguro de la mediación, perdiendo la confianza, la conexión entre los clientes y el profesional y mostrará que no presenta realmente ni respeto ni autoridad. Por otro lado, me gustaría hablar del compromiso del profesional, valor crucial para fomentar un entorno de confianza, sin embargo, estar comprometido al máximo con el proceso no es fácil, incluso los mejores profesionales tienen sesgos y opiniones personales, por tanto, lo ideal es estar tan comprometidos con su trabajo como sea posible, garantizando imparcialidad y neutralidad cada día y con cada cliente. La paciencia es otro de los valores o virtudes más difícil de dominar, al igual que un proceso terapéutico o judicial, la mediación requiere cierto tiempo (aunque realmente no tanto si se compara con los dos ejemplos anteriores) en el que cada uno de los participantes deben de ser lo más receptivo posible. El mediador debe de estar preparado para poder tolerar diferentes emociones o comentarios de los clientes y saber cuándo las partes están tratando de solucionar un problema apresuradamente, esperar a recoger la mayor cantidad de información posible y discutir entre diferentes alternativas es una obligación del profesional. Si hubiese que escribir una lista con los valores esenciales de un profesional que se dedique a la mediación, obtendríamos una lista interminable, pero destacaría, además de los tres comentados, el respeto, la responsabilidad, la flexibilidad y la objetividad, siempre tratando de buscar la mejor solución para los demandantes.
Ana García Breva
De los 28 valores humanos que he podido observar en la revista que nos has facilitado, estoy de acuerdo en que todos son valores muy útiles y beneficiosos para el día a día y para la mediación. Sin embargo, considero que algunos serán más efectivos. Para mi, los que son imprescindibles son:
Humildad. Es fundamental en mediación porque permite al mediador poner a las personas involucradas en el conflicto en el centro del proceso, en lugar de buscar protagonismo o imponer su propia perspectiva.
Determinación. La determinación es la fuerza interna que impulsa a una persona a perseguir sus sueños y alcanzar sus metas, a pesar de las dificultades y obstáculos, por lo que requiere acción continua y firmeza. La determinación es un valor que los mediadores han de tener ya que es una herramienta clave para ayudar a los demás a superar sus propios conflictos y frustraciones.
Integridad. Para los mediadores, la integridad es esencial, ya que implica reconocer la humanidad de cada parte en conflicto y trabajar con honestidad y respeto para encontrar soluciones que sean justas y equitativas.
Intuición. El mediador, utilizando la intuición, puede “ver más allá” de lo que está en juego, identificar los sentimientos no expresados y ofrecer soluciones más comprensivas.
Honestidad. Creo que la honestidad es un valor indispensable para todo el mundo, y para los mediadores aún más, ya que, es un requisito para generar confianza, facilitar la comunicación y asegurar que el acuerdo alcanzado sea justo.
Prudencia. Considero que es un valor muy importante y que se ha de tener bastante en cuenta, ya que sobre todo en el papel de mediador, sería conveniente no ser impulsivo ni actuar a destiempo con los clientes, a su vez, se ha de ser prudente con los comentarios y lo que se le dice a los clientes. No sabemos qué han vivido y hemos de ser cuidadosos con los temas de los que nos hablan.
Responsabilidad. En mediación, la responsabilidad juega un papel fundamental, ya que la mediación no solo se trata de intervenir en un conflicto, sino de hacerlo con compromiso y diligencia para lograr soluciones justas y efectivas.
Respeto. Considero a este el valor más importante de todos. Todas las relaciones y acciones o palabras que dedicamos deben de partir de la base del respeto. En el ámbito de la mediación, es muy importante respetar tanto los intereses, como los sentimientos, pensamientos… respetar completamente a la persona. De esta forma, la relación existente será mucho más confiable y la comunicación será más amena.
En mi opinión, estos son los valores destacables cuando mediamos:
1. Aceptación: En mediación, es clave que las partes acepten tanto sus diferencias como sus puntos en común. La aceptación permite que los participantes puedan ver más allá de sus posturas iniciales y reconocer la legitimidad de las necesidades y emociones de la otra parte. Esto abre la puerta a una conversación más honesta y reduce la resistencia que podría bloquear el diálogo.
2. Confianza: La confianza es el fundamento sobre el cual se sostiene todo el proceso de mediación. Sin confianza en el mediador y en el proceso, las partes difícilmente estarán dispuestas a compartir abiertamente sus preocupaciones o a considerar propuestas de solución. Fomentar la confianza ayuda a construir un ambiente seguro en el que las personas se sientan protegidas y respetadas.
3. Innovación: En un proceso de mediación, la innovación es esencial para encontrar soluciones creativas y efectivas. Cuando los clientes son abiertos a la innovación, pueden descubrir caminos alternativos que no habían considerado para resolver el conflicto. Este valor también motiva a las partes a pensar en soluciones beneficiosas para ambos, superando posturas rígidas.
4. Paciencia: La mediación requiere tiempo, y para que el proceso funcione, las partes deben mostrar paciencia. Es un valor crucial porque muchas veces los conflictos tienen profundas raíces emocionales y no se resuelven de inmediato. La paciencia permite que cada paso sea genuino y que las soluciones surjan de manera natural y bien pensada.
5. Seguridad: Sentirse seguro es esencial para que las personas se abran durante la mediación. Este valor da a las partes la tranquilidad de que sus intereses están protegidos y de que el mediador actuará de manera imparcial. La seguridad en el proceso y en el entorno permite una expresión libre de temores y promueve el respeto mutuo.
6. Perseverancia: Resolver conflictos puede ser un camino complejo y lleno de desafíos. La perseverancia ayuda a que las partes no se rindan ante los obstáculos y mantengan el compromiso de llegar a un acuerdo. Este valor fomenta la continuidad del proceso, motivando a las personas a seguir adelante, incluso cuando surgen dificultades o diferencias significativas.
Al enfocar el proceso de mediación en estos valores, ayudamos a crear un espacio donde las personas puedan no solo resolver sus conflictos, sino también desarrollar habilidades y fortalezas que les serán útiles en futuras interacciones.
Los Valores Fundamentales de la Mediación:
En mi opinión, la mediación, como herramienta de resolución de conflictos, no solo busca poner fin a una disputa, sino también fomentar un clima de entendimiento y colaboración entre las partes involucradas. Para lograr este objetivo, es fundamental recuperar y ensalzar ciertos valores humanos que actúan como brújula en este complejo proceso.
El respeto es el pilar sobre el que se construye cualquier interacción humana. En el ámbito de la mediación, este valor es esencial para crear un espacio seguro donde las partes se sientan escuchadas y valoradas. Sin respeto, el diálogo se torna imposible y la posibilidad de alcanzar acuerdos se desvanece.
La empatía, por su parte, nos permite ponernos en los zapatos del otro y comprender sus sentimientos y perspectivas. Esta capacidad es fundamental para construir puentes entre las partes y encontrar soluciones que satisfagan las necesidades de todos. Cuando somos capaces de conectar emocionalmente con el otro, abrimos la puerta a la comprensión y a la colaboración.
La honestidad es otro valor indispensable en la mediación. La transparencia y la sinceridad son la base de la confianza, tanto entre las partes como entre estas y el mediador. Sin honestidad, cualquier acuerdo alcanzado será frágil y de corta duración.
Actuar con buena fe significa abordar el conflicto con la intención genuina de encontrar una solución justa y equitativa. Esta actitud demuestra un compromiso real con el proceso de mediación y facilita la construcción de acuerdos duraderos.
La colaboración es un valor que nos invita a trabajar juntos en busca de soluciones mutuamente beneficiosas. Al fomentar un espíritu de cooperación, las partes pueden superar sus diferencias y encontrar caminos creativos para resolver el conflicto.
La tolerancia es esencial para aceptar y respetar las diferencias. En un mundo diverso, los conflictos son inevitables. Sin embargo, la tolerancia nos permite ver estas diferencias como una oportunidad de enriquecimiento y crecimiento.
La solidaridad nos impulsa a apoyarnos mutuamente y a trabajar en conjunto para alcanzar objetivos comunes. En el contexto de la mediación, la solidaridad puede fortalecer los vínculos entre las partes y facilitar la resolución del conflicto.
La bondad y la amabilidad son valores que humanizan el proceso de mediación y contribuyen a crear un ambiente más positivo y abierto al diálogo. Al tratar a los demás con respeto y consideración, podemos desescalar las tensiones y facilitar la comunicación.
La educación es fundamental para que las partes comprendan la importancia de estos valores y cómo aplicarlos en su vida diaria. Al educar a las partes sobre los beneficios de la mediación y los valores que la sustentan, podemos empoderarlas para tomar decisiones informadas y construir relaciones más saludables.
Finalmente, la responsabilidad es esencial para garantizar el éxito de la mediación. Cada persona debe asumir la responsabilidad de sus acciones y decisiones, y estar dispuesta a trabajar para encontrar soluciones que sean justas y equitativas para todos.
En conclusión, los valores mencionados anteriormente son la brújula que guía al mediador en su labor y que este debe transmitir a sus clientes, ya que al promover y defender estos valores, podemos construir una sociedad más justa y equitativa, donde el diálogo y la paz sean posibles, es decir, la mediación, al fomentar estos valores, no solo resuelve conflictos, sino que también transforma a las personas y a las comunidades.
Considero que la mediación tiene que tener los siguientes valores para poder realizarse correctamente:
Confidencialidad: todo lo discutido debe permanecer en privado, bajo secreto profesional, a menos que las partes acuerden lo contrario. Esto fomenta la confianza y la comodidad de las personas que acuden a mediación.
Imparcialidad: la neutralidad es muy importante. Para que la mediación funcione, el mediador debe quedarse en un punto intermedio, no favoreciendo a ninguna de las partes.
Respeto: es esencial el respeto entre las partes y hacia el mediador, y del mediador hacia las partes. Para una buena comunicación es necesario escuchar y respetar el turno de palabra, incluso si no se comparte la misma opinión.
Empatía: si somos incapaces de ponernos en el lugar de los demás fracasaremos como mediadores. A su vez, será más difícil llegar a una solución si las partes no se ponen en el lugar de la otra y ven las cosas desde su perspectiva. Para ello, esencial dejar de lado el egoísmo y ver más allá de lo que nos conviene.
Transparencia: ser transparentes y honestos hará que aumente la confianza y seguridad de las partes en nosotros y en el proceso. De lo contrario, se creará un ambiente de inseguridad y malestar y se perderá la fe en el proceso.
Creatividad: un mediador debe ser creativo. En posible que la solución a la que se llegue perjudique en mayor medida a una parte sobre la otra, por lo que el mediador deberá ser imaginativo e intentar buscar otra solución que equilibre la balanza, para que así las partes queden más satisfechas.
Personalmente, soy una persona que le da muchísima importancia a los valores y que son precisamente lo que definen a las personas. Tienes que saber donde estas y como comportarte. Por eso, mientras mediamos, tienen que existir una serie de valores que a mi juicio no pueden faltar para que exista un entendimiento mutuo y que en muchas ocasiones se pierden durante un conflicto.
En primer lugar, la asertividad, ya que en el contexto de la mediación, es la habilidad de expresar nuestras necesidades, deseos y puntos de vista de manera honesta, pero siempre respetuosa. Poder expresar tu opinión sin miedo a ser ignorado. Si no se sienten escuchados no van a avanzar, es por ello que es esencial la asertividad para que el dialogo sea claro y directo.
Por otro lado, el compromiso, no solo de los participantes sino también por parte del mediador para estar presente y comprometido en el proceso. Por parte de los participantes, recordarles que el compromiso implica estar dispuestos a hacer sacrificios o esfuerzos para buscar soluciones creativas.
También, es muy importante la autenticidad por parte del mediador ya que la autenticidad genera confianza, y sin ella, el mediador se convierte en un espectador sin poder real. No solo es hablar claro sino actuar de una forma natural para que los participantes se sientan más cómodos y no tan irritables.
Y por último, la resiliencia, que se refiere a la capacidad de persistir ante los desafíos, de mantener una actitud positiva frente a los obstáculos y de entender que cada retroceso durante el proceso es una oportunidad de aprender. Esto también, da ánimos a los participantes de no tirar la toalla.
En la mediación es muy importante desarrollar valores que promuevan la comunicación y el respeto mutuo. El respeto y la honestidad son la base que permite a todas las partes protegerse y expresarse con sinceridad. El compromiso y la escucha activa fomentan la participación voluntaria y paciente de ambas partes en el proceso. La empatía que te permite comprender los sentimientos y necesidades de los demás, mientras que la responsabilidad ayuda a que todos asuman la responsabilidad de sus acciones. Hacer acuerdos creativos y justos, fomentando la cooperación y la flexibilidad, asegurando que ambas partes sientan que la solución es justa. Como corredores, guiamos a los clientes hacia estos valores para crear soluciones duraderas.
Cuando medimos en conflictos, creo que es esencial recuperar valores humanos porque son el pilar que sostiene una convivencia pacífica y el respeto mutuo en las relaciones. En cada encuentro con nuestros clientes, esos valores no solo guían nuestro trabajo, sino que también nos permiten educarlos en la importancia del diálogo y la empatía.
A menudo escuchamos frases como “se han perdido los valores, el respeto, la educación,” y creo que eso refleja una necesidad de volver a conectar con lo fundamental para entender y resolver conflictos. Al mediar, tenemos el poder y la responsabilidad de mostrar que estos valores pueden transformar relaciones, y no solo en los conflictos de nuestros clientes, sino en el entorno social en general, como en la política y otras áreas de influencia.
Los valores humanos como la colaboración, la tolerancia, la honestidad y la empatía no solo son principios abstractos; realmente marcan la diferencia al momento de dialogar y construir soluciones en armonía. Además, cada conflicto tiene particularidades que exigen resaltar unos valores sobre otros, pero siempre manteniendo una base ética que garantice justicia y equidad.
Al aplicar estos valores, creamos un espacio donde la verdad y la solidaridad pueden abrir el camino a la paz interior y colectiva, reduciendo tensiones y creando una atmósfera de respeto. Difundir estos valores no solo contribuye a resolver el conflicto inmediato; promueve una sociedad más justa y equitativa a largo plazo.
Finalmente, creo que los valores no se heredan al nacer; se adquieren y consolidan con el tiempo y la práctica. Nos acompañan en nuestro desarrollo personal y nos ayudan a gestionar nuestras emociones y relaciones de manera que no volvamos a “la casilla de salida.”
En el proceso de mediación, tener en cuenta una serie de valores es muy importante, pues no solo mejoran y facilitan la mediación, sino que ayuda a fortalecer la relación entre las partes y con el mediador, lo que facilita la llegada a un acuerdo. Los valores que destaco son los siguientes:
Empatía: es muy importante para comprender las necesidades del cliente, ayuda a comprender sus hechos y conectar con ellos, potenciando un ambiente en el que los clientes se sienten escuchados, mejorando por tanto la mediación.
Imparcialidad: este valor es también relevante puesto que gracias al mismo, las partes sienten que el proceso por el que están pasando es justo y equitativo, lo que lleva a que las partes sientan mayor confianza tanto en el mediador como en el proceso de mediación, ya que se aseguran de que se va a favorecer por igual a las dos partes.
Responsabilidad: tanto que el mediador sea responsable en el desarrollo del proceso, como que las partes asuman la responsabilidad en la búsqueda del acuerdo, siendo conscientes de que son los que deciden activamente el acuerdo final, es muy importante para la mediación. Además, es importante que las partes se comprometan con la solución.
Confidencialidad: la mediación debe realizarse en un entorno seguro y de confianza para las partes, pues gracias a la confidencialidad las partes podrán expresarse sus hechos, sentimientos o necesidades sin tener miedo a que estos se puedan revelar.
Flexibilidad: es muy importante que el proceso pueda ir adaptándose a las necesidades que van surgiendo a lo largo del proceso, pues de esta manera se podrá llegar al mejor acuerdo posible para el caso.
Colaboración: es importante también que las partes implicadas estén dispuestas a colaborar y trabajar juntas para poder llegar a un acuerdo que facilite en la medida de lo posible a ambas. Además, si la mediación es vista desde la colaboración y no desde el enfrentamiento, será más fácil que el acuerdo sea satisfactorio para ambas partes.
En conclusión, tener en cuenta esta serie de valores es muy importante para que la mediación sea lo más efectiva posible, llegando a un acuerdo de manera más sencilla.
Partiendo de la base de que los valores humanos son esenciales en cualquier proceso de mediación o que requiera confianza, respeto mutuo y búsqueda de un bien común justo.
El primer valor que me parece imprescindible es la empatía, que el cliente sienta que eres capaz de ponerte en su lugar y empatizar con sus emociones constituye un aumento muy notable de la alianza que vas a construir con él. Otro valor que puede parecer hasta obvio es la honestidad y la transparencia en todo el proceso, este valor además de ayudar en la alianza terapéutica también, hará más fácil la solución de la demanda. Otros valores importantes son la tolerancia y el respeto, sea cual sea tu postura debes respetar la de tus clientes.
Creo que además estos valores deben recalcarse al principio del proceso, para que no solo se cumplan por parte del mediador, algo imprescindible, sino que las distintas partes de la mediación también los tengan presente.
En la mediación es necesario la presencia de ciertos valores que pueden facilitar el llegar a un acuerdo o solucionar el conflicto por ambas partes.
Entre los valores necesarios podemos mencionar los siguientes:
-Empatía: con ella los implicados en el conflicto se pondrán en el lugar del otro, evitando así una visión egocéntrica de la situación con la que solo se buscaría el bien propio.
-Responsabilidad e Integridad: estos valores son importantes sobre todo una vez se llegue a un acuerdo, ya que este se debe de cumplir, para ello necesitamos que ambas partes sean responsables y cumplan con aquello pactado.
-Tolerancia: es necesaria ya que en la mediación pueden surgir momentos de tensión y conflicto.
-Respeto: es uno de los valores primordiales, ya que sin respeto es más complicado que los implicados lleguen a escucharse y a conseguir un acuerdo y solución conjunta.
Los valores humanos en la mediación no son sólo una herramienta ética sino también la base para sustentar un proceso justo y eficiente. Creo que en la mediación debemos centrarnos en promover los valores de empatía, honestidad, tolerancia, respeto y responsabilidad ya que son la base para llegar a acuerdos duraderos y lograr cambios positivos en la relación.
La empatía es uno de los valores más importantes. La capacidad de ponerse en el lugar de otra persona puede ayudar a los participantes a sentir que sus emociones y perspectivas son comprendidas y valoradas. Esto es especialmente cierto en la mediación, porque sin empatía, es fácil que las personas sientan que sus opiniones no están siendo validadas. Al mostrar empatía, los mediadores no sólo generan confianza sino que también alientan a las partes en conflicto a practicar prácticas mutuas, reduciendo así el conflicto y abriendo el camino al diálogo.
La honestidad es otro valor fundamental.La transparencia en la forma de comunicarse y resolver conflictos ayuda a crear un entorno que fomenta la confianza mutua. En mi opinión, cuando un mediador actúa con integridad y promueve la honestidad entre las partes, crea un espacio seguro donde todos pueden sentirse cómodos expresando sus verdaderas preocupaciones y objetivos sin temor a ser manipulados o engañados. Sin integridad, cualquier acuerdo alcanzado durante la mediación puede basarse en malentendidos o incluso falsas expectativas, lo que lleva a mayores conflictos.
La tolerancia es muy importante en la mediación porque a menudo involucra a personas con diferentes perspectivas y diferentes orígenes. La causa del conflicto a menudo puede ser diferencias culturales, generacionales o de valores personales. La tolerancia permite a las partes aceptar estas diferencias en lugar de verlas como obstáculos insuperables. Además, promueve un ambiente de respeto donde cada participante puede expresar libremente sus creencias e inquietudes sin temor a ser juzgado. Creo que el mediador que modela la tolerancia puede ayudar a ambas partes a relajarse y abrirse.Esta es la clave para una verdadera comunicación.
Finalmente, el respeto es el valor fundamental de todas las interacciones en la mediación. Cuando existe respeto mutuo entre las partes, es más probable que los desacuerdos se resuelvan de manera constructiva y no agresiva. A través del respeto, los participantes aprenden a escuchar activamente a los demás sin interrumpir ni disminuir sus sentimientos. Este valor también garantiza que incluso si las dos partes no llegan a un acuerdo absoluto, al menos mantendrán una coexistencia armoniosa basada en el reconocimiento mutuo de la dignidad.
Por último, la responsabilidad es clave para garantizar que cualquier acuerdo alcanzado sea eficiente y eficaz. . perdurable. Cada participante debe comprender su papel en el conflicto y comprometerse con una resolución acordada. Al asumir la responsabilidad de sus acciones y decisiones, cada participante en el conflicto contribuye al éxito del proceso de mediación y, más importante aún, a la construcción de una cultura de paz y respeto mutuo. Sin responsabilidadY los mejores acuerdos siguen siendo palabras, no acciones.
Promover estos valores a través de la mediación también significa introducir principios morales en la sociedad, un modelo de convivencia pacífica y cooperativa. Creo firmemente que estos valores humanos no sólo deberían practicarse durante la mediación, sino que deberían estar en el centro de nuestras relaciones diarias. Cuando aprendamos a aplicar estos principios en nuestra vida diaria, daremos pasos prácticos hacia una sociedad más justa y armoniosa, que es el objetivo final de la mediación y de cualquier proceso de resolución de conflictos.
Maria Muñoz Fernández
Hoy en día los valores han pasado a estar en un segundo plano por los cambios sociales que han ocurrido a lo largo de los años, sin embargo es importante recuperarlos en el proceso de la mediación. Principalmente creo que se debe recuperar la empatía, para no minimizar aquello que cuentan las partes y poder entender desde dónde parten cada uno. Esto facilita la comprensión de ambos y en una última instancia, alcanzar acuerdos.
Se debe recuperar el respeto para crear un ambiente seguro en el que las partes pueden expresarse de la manera más auténtica. Se debe respetar las opiniones expresadas a lo largo de las sesiones, generando un bienestar en las personas al sentirse escuchadas, valoradas y sin juzgar.
La responsabilidad y honestidad son dos valores que deben recuperarse para facilitar el proceso. La responsabilidad permite a cada persona reconocer sus hechos y fallos, tornándose en una persona activa y no únicamente como una víctima de la situación. La honestidad es primordial para que los acuerdos y el proceso sea exitoso, de esta forma se obtiene todos los datos y aquellos aspectos relevantes, para adecuarnos a la información y necesidades de cada uno.
Todos estos valores son importantes para favorecer el clima, ambiente y desarrollo de la sesión pero no sólo debemos recuperarlos dentro de la profesión de la mediación, sino que debemos resaltarlos nuevamente a la sociedad en general.
Los valores que deberíamos tener en cuenta cuando mediamos deberían estar relacionados con el respeto a los demás. Para que estas personas crean en nuestra labor tenemos que crear un espacio en el que exista la confianza, y eso se podría conseguir siendo honestos. El uso de este valor nos facilitará la comunicación, haciendo esta más comprensible y accesible. También debemos ser empáticos, ya que debemos reflejar que entendemos cómo se siente la persona en esa situación. Por último, el respeto lo es todo. Con este podemos llegar a conocer qué necesidades tienen las personas y por donde no están dispuestos a pasar.
GLORIA CRUZ MENDOZA
Desde mi punto de vista, cuando mediamos con clientes, es necesario preservar la conservación de un conjunto de valores, entre los que se encuentran los siguientes:
- Respeto: Valorar tanto al otro, como a sus opiniones, aunque éstas no se compartan.
- Empatía: Ponerse en el lugar del otro para comprender su punto de vista.
- Honestidad: Ser sincero y transparente en la comunicación.
- Cooperación: Trabajar juntos para encontrar soluciones que beneficien a todos.
- Compromiso: Estar dispuesto a ceder y buscar acuerdos.
- Diálogo: Comunicarse de manera abierta y respetuosa.
Todos estos valores contribuyen a resolver conflictos de manera pacífica, a mejorar las relaciones, a reducir el estrés y la ansiedad y a desarrollar habilidades valiosas para la vida.
Sara Martín Huguet
El texto que acabamos de leer destaca la importancia de tener en cuenta los valores humanos en la mediación aparte de en la vida en general.
Se habla de la paz, el respeto, honestidad, solidaridad, empatía y tolerancia. Estos son unos valores que considero que siempre hay que tener en cuenta y que son muy útiles en la mediación y se deberían de trabajar en todos los ámbitos de nuestra vida.
Yo querría añadir otros valores que considero importantes en una mediación que son los siguientes:
Confianza, la confianza en el proceso de mediación creo que es un valor muy necesario, ya que sin esa confianza en el proceso no se llegaría a ningún lado. Asimismo, siguiendo por la misma linea el optimismo, tener una actitud positiva y enfocada a que es posible llegar a una solución y solucionar el conflicto.
La paciencia es otro valor importante en la que el mediador y las partes deberían de poseer para poder llevar un proceso tranquilo en donde las partes se escuchen se dejen reflexionar.
Por último, destacaría la capacidad de perdonar. Lo considero muy fundamental en el proceso de mediación, en concreto para las partes que tienen el conflicto ya que esta capacidad de perdonar facilita la liberación de resentimiento y hace que las partes se puedan enfocar en el futuro sin que el pasado les siga afectando.
Para lograr una mediación efectiva, es fundamental dar prioridad a los valores humanos que ayudan a restaurar el respeto mutuo y la comprensión. En mi opinión, los valores como el respeto, la empatía y la honestidad son los más importantes. Porque? - Porque el respeto asegura que todas las partes sean escuchadas y que sus opiniones sean tomadas en cuenta, permitiéndo un diálogo constructivo. La empatía nos ayuda a ponernos en el lugar del otro, lo que facilita encontrar puntos en común. Y la honestidad genera confianza, que es bastante importante cuando alguien pone en tus manos su situación y tiene que partir de ahi. Creo que si no trabajamos en estos valores, difícilmente podremos avanzar hacia una mediación y solución pacífica, y nos podríamos encontrar más veces en situaciones desagradables, conflictivas y escandalosas. Además, he leído en el blog que estos valores no son innatos, sino que deben ser cultivados y practicados a diario, especialmente en situaciones de tensión.
Al mediar, hay valores clave que debemos recuperar para promover una paz genuina y duradera entre las partes. La empatía es fundamental, pues al entender las emociones y perspectivas de los demás, facilitamos un espacio de respeto y disminuimos tensiones. A su vez, la paciencia permite un proceso de escucha profunda, evitando decisiones apresuradas y fomentando soluciones que realmente perduren. Finalmente, la honestidad es indispensable, ya que crea un ambiente seguro para un diálogo abierto y sincero, fortaleciendo la confianza entre las partes. Estos valores —empatía, paciencia y honestidad— son esenciales para lograr acuerdos sólidos y contribuir a la paz auténtica en cualquier proceso de mediación.
Desde mi punto de vista uno de los aspectos mas importantes que se debe recuperar es la empatía y el respeto ya que ambas facilita el entendimiento mutuo y permite centrarse en el problema en lugar de estar atacándose y defendiéndose, es fundamental que un mediador sea capaz de recuperar estos valores en una mediación permitiendo así la oportunidad de expresarse sin miedo y comprender las perspectivas de ambas parte para así llegar al éxito de la mediación, es decir, encontrar la solución más factible para ambos.
La paciencia en la mediación permite que ambas partes no se frustren si no consiguen una solución rápida, ayuda a mantener la calma y junto al respeto permite que se expresen de manera constructiva y sin miedo a ser juzgado.
Por último, la honestidad es esencial para encontrar la solución mas eficaz. Las partes se comprometen a ser sinceras sobre sus necesidades, intereses y deseos, por lo que la transparencia de estos aspectos ayuda a la creación de soluciones realistas y justas para ambas personas.
En conclusión recuperar algunas de estos valores ayuda a cambiar o transformar el conflicto en una manera de comprensión mutua y busca de la solución mas fácil y sin tantos medios.
Hay valores que sin no se respetan en una mediación, está nunca llegará a ser realmente efectiva.
En primer lugar el respeto, es básico, si no se da un clima de respeto mutuo es una perdida de tiempo, y nunca podremos llegar a un acuerdo, ya que a medida que avancemos, se irán abriendo nuevos conflictos.
La honestidad es otro valor fundamental, si las partes y el mediador no son honestos, no se va a conseguir una solución
El perdón es un valor básico, sino se perdona, el acuerdo no se va a poder dar.
Por ultimo, destacaría la empatía, para poder ser capaz de entender lo que pide la otra parte y el por qué
Desde mi punto de vista hay una serie de valores que deben de estar presentes en el momento de la mediación, tanto por parte del mediador como por las partes implicadas en el conflicto.
Por un lugar creo que es muy importante el respeto, escuchar a cada parte con respeto y fomentar un ambiente en el que se valoren las opiniones y sentimientos de todos es clave para lograr una comunicación efectiva para así poder llegar a una solución.
Por otro lado, en mi opinión, una de las mas importantes es el valor de la empatía. Ser empático en la mediación ayuda a comprender mejor las motivaciones y preocupaciones de ambas partes, lo que facilita la identificación de soluciones que satisfagan a todos.
Por ultimo, de los que en mi opinión son los mas importantes ya que hay muchos mas valores importantes también, hay que recalcar el valor de la paciencia ya que la mediación puede llevar tiempo, y ser paciente permite abordar el conflicto sin presiones, ayudando a que las partes encuentren una solución mutuamente aceptable.
Para poder llevar a cabo una mediación es importante tener diversos valores que faciliten el trabajo una vez inmersos en la disciplina. Bajo mi puto de vista lo más importante es el respeto mutuo que tienen que tener ambas partes para poder llevar a cabo la mediación de la forma más óptima posible. Así como la empatía entre las partes para poder ponerse en el lugar del otro y así saber que puede llegar a sentir la otra persona. Y por último, seguridad con respecto a la metodología elegida para solucionar el conflicto, es decir, confianza.
A la hora de llevar a cabo cualquier interacción con el mundo que nos rodea, es esencial tener presente los valores que nos hacen humanos. Por tanto, aún más importante resulta ser cuando se trata de mediar en un conflicto.
En primer lugar, ser fiel a lo que se le promete a los mediados cuando comienza el proceso. La confidencialidad y el compromiso de buscar un bien común y no el beneficio propio. Lo que podría resumirse en sinceridad u honestidad.
También es importante no fomentar la creación de bandos polarizados manteniendo una postura imparcial. De esta manera mostraremos que somos capaces de respetar y empatizar con ambas partes por igual, consiguiendo un clima de cercanía que probablemente ayude a que encuentren un punto medio.
Por último, la tolerancia quizás sea el valor más importante de todos. Si no aprendemos a aceptar que vivimos rodeados de diferencias y opiniones que no compartimos, nunca seremos capaces de realmente ver a la persona que tenemos delante.
Desde mi punto de vista, creo que dos valores super importantes que deberíamos recuperar al mediar son la empatía y el respeto mutuo. Y te explico por qué:
La empatía es clave porque nos permite ponernos en el lugar del otro y entender de verdad su punto de vista, más allá de nuestros propios prejuicios. Cuando logramos empatizar, se abre la puerta a un diálogo real y productivo. Es como si de repente vieras el conflicto con otros ojos, y no desde una sola perspectiva sesgada por nuestros propios intereses.
Y por otro lado, el respeto mutuo, bueno, es la base para que la gente pueda comunicarse de forma constructiva. Se trata de reconocer que cada persona tiene su valor, aunque no estemos de acuerdo con ella. Sin ese respeto, es muy difícil llegar a acuerdos que duren.
Pienso esto porque, por lo que he visto, cuando las personas logran empatizar y respetarse mutuamente, el ambiente cambia totalmente. Se pasa de estar a la defensiva a querer colaborar. La gente baja la guardia y se abre a escuchar y entender al otro.
Además, como mediadores, tenemos que predicar con el ejemplo, ¿no? Si nosotros mostramos empatía y respeto genuinos, inspiramos a los demás a hacer lo mismo. Es como un efecto dominó positivo.
Me gustó mucho lo que dijiste sobre que los valores no son innatos, sino que se cultivan con la práctica. Me hizo reflexionar sobre cómo puedo incorporar más estos valores en mi día a día, no solo cuando estoy mediando formalmente.
Como en el texto se menciona, los valores humanos a mi parecer son de gran relevancia para poder llegar a un acuerdo en el proceso de la mediación. Estos valores no solo permiten que se evite un conflicto, sino que se pueda llegar a lograr una paz completa.
Creo que hay diversos valores humanos que hacen que la mediación y el llegar a la paz sea algo más sencillo, entre los que yo destacaría:
La empatía. Esta capacidad de poder ponerse en el lugar del prójimo, así como intentar comprender por completo las necesidades o perspectivas de este, ayudaría a que se llegara a un mejor acuerdo que beneficie a ambas partes.
El respeto. Tanto respetar los turnos de palabra como las opiniones y los comentarios de la otra parte del conflicto hace que el diálogo sea algo más fácil y las tensiones se vuelvan algo más reducidas por el respeto mostrado. En parte, aquí entraría para mí la honestidad, ya que creo que ser honesto en el proceso de la mediación es una manera de respetar a la otra parte en conflicto y al mediador.
La paciencia. Esto permite no precipitarse ni reaccionar impulsivamente ante la situación y fomenta que el diálogo sea algo más sereno y calmado.
El post subraya la importancia de recuperar valores humanos esenciales en la mediación, como la empatía, la honestidad, el respeto y la colaboración, para promover un ambiente de diálogo y paz. Estos valores no solo ayudan a resolver conflictos de manera justa, sino que también fortalecen el tejido social y la convivencia.
La empatía permite comprender y valorar la perspectiva del otro, lo que facilita la apertura al diálogo. La honestidad genera confianza entre las partes y en el proceso mediador, promoviendo acuerdos genuinos. El respeto es fundamental para que todos sientan que sus experiencias y puntos de vista son valorados, lo que reduce tensiones. La colaboración, en tanto, cambia la visión del conflicto: en vez de una competencia, se convierte en un esfuerzo conjunto por encontrar soluciones.
Estos valores no son innatos; se adquieren y desarrollan con la práctica. En este sentido, la mediación tiene también una función educativa, recordando a las personas la importancia de vivir y actuar bajo estos principios. En resumen, los valores humanos no solo facilitan la resolución de conflictos, sino que construyen bases sólidas para una sociedad más justa, ética y en armonía.
Entre otros muchos, son valores importantes de introducir en la mediación:
La empatía: necesitamos que cada unos de los implicados se ponga en el lugar del otro y logre comprender que cada uno tiene su propia visión de las cosas ya que de lo contrario llegar a un acuerdo que sea equitativo sería muy complicado.
El respeto: saber respetar a la persona que tienes enfrente es fundamental ya que hace que entre los implicados se fomente la igualdad que deber primar en situaciones de conflicto.
La paciencia: también importante porque llegar a un acuerdo no es siempre fácil, y por ello hay que saber respetar los tiempos que un proceso como la mediación conlleva.
Nicolás Durán López.
Al ser la mediación una profesión que trata directamente con personas, los valores humanos tienen una importancia mayor, ya sea a la hora de tratar a los clientes o al actuar profesionalmente en las diferentes partes del proceso. Como bien se ha comentado en el blog, la educación siempre tiene que prevalecer en esta profesión, hay que respetar a las personas con las que trabajemos, al igual que sus opiniones, aunque en ocasiones el profesional no este de acuerdo con estas.
Al estar un conflicto presente en los proceso de mediación, es normal que los clientes puedan llegar a alterarse, ya que están tratando temas de gran relevancia para ellos. El mediador tendrá que lidiar con situaciones complicadas, causadas por el carácter de algunas personas, para eso, el profesional deberá tener mayor paciencia, al igual que empatía por las dos partes de la negociación. La paciencia es un valor humano fundamental para esta profesión, en ocasiones este valor es el que ayuda al profesional a dirigir una buena mediación y a controlarla óptimamente. La empatía, anteriormente mencionada, debe ser equitativa para las diferentes partes que participen en el proceso, para que así se cumpla en principio de neutralidad. Siendo empáticos, lo que se consigue es que el cliente deposite mayor confianza en el mediador, confianza que el profesional necesita para que la mediación vaya por buen camino.
A parte de la honestidad, sinceridad, compromiso... que son valores que en todos los trabajos tienen que estar presente, el interés toma mayor importancia en la mediación. Es fundamental que el profesional tenga interés por su trabajo y por los casos de los clientes que atiende. Un mediador con interés, es un mediador que se involucra, que trabaja y se esfuerza para que la negociación llegue a un correcto acuerdo. Al igual que el trabajo del profesional será óptimo si llega a interesarse por los casos presentados, la experiencia de los clientes lo será igual, ya que captarán que la persona que les tiene que ayudar está por la labor, la alianza entre mediador y mediados será superior.
Los valores son los que definen a las personas, lo que rigen él como somos cada uno de nosotros, para la mediación, al igual que para muchas otras prácticas profesionales que implican establecer una relación de confianza o sinergia con el cliente o usuario, los valores son esenciales para poder crear esa relación. Dentro de esos valores me gustaría destacar 4 de ellos que considero esenciales para la mediación.
Empezando por la empatía, que nos permite comprender y reconocer las emociones del otro, y la cual es importante diferenciar de la simpatía, que implica en involucrarse emocionalmente con el otro, lo cual sería una práctica totalmente inadecuada para la mediación puesto que hay que mantener siempre la neutralidad cuando tratamos con los clientes.
En segundo lugar, el respeto también es necesario puesto que respetar al otro significa valorar sus derechos y su dignidad, y en la mediación el respeto empieza por escuchar a las partes y considerar sus puntos de vista de forma imparcial.
En tercer lugar encontramos honestidad, en la mediación la honestidad significa ser transparente y veraz, el mediador debe comunicar sus ideas de forma clara e invitar a las partes a ser sinceras en sus intenciones.
Por último, me gustaría también hablar de la valentía, puesto que muchas vivencias que puedan surgir a lo largo de nuestra experiencia como profesionales de la mediación pueden ser vistos como momentos difíciles o como desafíos a los que uno debe hacer frente con la fortaleza necesaria. Valentía en la mediación también implica proponer soluciones justas y señalar congruencias cuando las haya.
Nuestro deber a la hora de realizar una mediación es crear un ambiente propicio para el diálogo constructivo, donde los clientes puedan expresarse de manera abierta, y respetuosa. Por lo que, hay una serie de valores que son esenciales para este fin.
La tolerancia es un valor fundamental, pues debemos aceptar a nuestros clientes, evitando emitir juicios de valor, logrando con ello que estos se sientan validados y aceptados. Por supuesto, sin permitir que uno de estos se sobreponga al otro o se les permita denigrar al otro o a nosotros mismo.
La humildad es otro punto de mucho valor, pues el reconocimiento de errores es un paso esencial para el entendimiento. Además, si consideremos que el caso nos supera y valoramos que no somos los adecuados para realizar esa medicación, debemos ser humildes con nosotros mismos y derivarlos a otro compañero.
Partiendo del punto anterior, la persistencia es también una parte esencial y no tiene por qué entrar en contradicción con el anterior punto. La mediación requiere tiempo y esfuerzo, y habrá casos más o menos complejos que necesitarán más o menos tiempo para realizarlo.
Por último, la confidencialidad es otro valor esencial para ejercer como un buen mediador, pues si rompemos esta, se romperá inmediatamente la relación que hemos establecido con nuestros clientes.
Estos valores que he indicado y, otros muchos, como la empatía, el respeto, la profesionalidad, … van a lograr fomentar y establecer el compromiso por parte de todos los actores que vamos a participar en la mediación.
En primer ligar creo que un buen mediador debe de saber escuchar la situación y ser totalmente imparcial para no posicionarse a favor de ninguna de las partes, por otro lado creo que debe de buscar la mejor solución posible ya que todas las partes deben de quedar satisfechas, además debe de respetar la opinión de las partes ya que muchas veces puede creer que una solución es la mas adecuada mientras que las partes consideran lo contrario, por ultimo debe de conseguir reconducir la relación entre las partes de manera que además de solucionar el problema ambas se respeten.
Como bien dices los valores humanos son importantísimos, en una mediación es muy importante velar por la existencia de estos. Creo que uno de los valores más importantes es la honestidad, la verdad, la capacidad para decir de forma sincera lo ocurrido admitiendo también tus fallos. Necesitamos que las personas digan la verdad ya que la mentira solo enreda más las cosas y acaba siendo perjudicial para todos. Otro valor que considero importantísimo inculcar a nuestros clientes es el respeto. El respeto es primordial porque hace que aunque las personas no compartan sus puntos de vista, se escuchen y sean capaces de reflexionar sobre lo que está pasando. Sin el respeto presente todo puede desmadrarse y dificulta mucho el acuerdo. Por último la empatía, la empatía es fundamental para actuar en consecuencia. Tienen que ser capaces de hacerse a la idea de lo que el conflicto esta suponiendo para la otra parte implicada a todos los niveles. Esto solo lo logra la empatía. Aunque hay muchísimos más estos me parecen muy importantes de inculcar.
La honestidad, empatía, respeto, tolerancia y solidaridad son valores clave para una mediación exitosa. La honestidad fomenta la confianza y claridad entre las partes, mientras que la empatía permite comprender las preocupaciones de los demás y encontrar soluciones comunes. El respeto crea un ambiente de diálogo y cooperación, mientras que la tolerancia facilita la aceptación de diferencias. Finalmente, la solidaridad promueve el bienestar mutuo y el compromiso hacia soluciones que beneficien a todos.
Cuando estos valores se recuperan, los clientes muestran una mayor disposición a llegar a acuerdos satisfactorios, porque les permite actuar con mayor responsabilidad y con una mentalidad orientada a la cooperación y la paz. Sin estos valores, la mediación corre el riesgo de convertirse en un proceso de confrontación en lugar de resolución.
Lucrecia Phillipps
Considero que en el proceso de mediación surgen muchos conflictos y a los mediados, envueltos en tanta incomodidad se les puede olvidar el objetivo en común que buscan conseguir, por lo que me parece importante rescatar en ellos el respeto como principal, ya que les permite volver a verse entre ello como personas y no como el problema, al igual que la tolerancia, que les permitirá escuchar ideas o expresiones con las que no estén necesariamente de acuerdo sin perder los cabales, siguiendo el mismo hilo de pensamiento, la empata podrá ser muy útil para escuchar esos puntos de vista que ellos no consideren correctos, pero que por lo menos este valor les ayude a entender de donde vienen y porque son relevantes para la otra persona.
Resalta una reflexión poderosa, la recuperación de los valores humanos como base para alcanzar la paz y la convivencia. Me parece interesante cómo se conecta la mediación con la educación en valores, algo que trasciende la resolución de conflictos individuales para impactar en el tejido social y político. La afirmación de que "no nacemos con valores, sino que los adquirimos" pone la mira en la responsabilidad personal y colectiva de cultivarlos a través de la práctica diaria.
Otro punto que me llama la atención es la idea de la "casilla de salida". Volver a ella no implica retroceder, sino reencontrarnos con los fundamentos éticos que guían nuestras acciones. Este concepto me parece aplicable no solo en el ámbito personal o profesional, sino también en cómo las sociedades abordan conflictos a gran escala.
Por último, el llamado a reflexionar sobre nuestra "lista de valores" me resulta un ejercicio valioso para cualquier mediador, líder o individuo comprometido con la paz. Invita a una introspección práctica que conecta nuestras emociones y relaciones con principios como el respeto, la honestidad y la empatía.
considero que son fundamentales:
En primer lugar la empatía, puesto que permite comprender el punto de vista y las emociones de la otra parte. Esto es clave para que se consiga un diálogo constructivo y así romper las barreras emocionales que dificultan la resolución del conflicto. Sin la empatía el proceso de mediación se quedaría estancado en la denfesa individual.
Por otro lado la honestidad, puesto que si no se comparten de manera sincera la información y los sentimientos, los acuerdos en mediación pueden ser superficiales y no se se construyan sobre una base. La honestidad garantiza la transparencia para construir confianza entre las partes y sobre todo hacia el mediador.
El respeto es la base de cualquier interacción humana sana. El respeto entre las partes evita conductas hostiles y promueve la escucha activa, fomentando la aceptación de las diferencias, fundamental para llegar a acuerdos justos y duraderos.
POr último, la tolerancia, ya que en cualquier conflicto, las diferencias son invetibales. La tolerancia ayuda a las partes a aceptar esas diferencias y buscar puntos de encuentro, en lugar de centrar la discusión en intentar cambiar al otro o imponer un punto de vista.
Siento que los valores hoy en día hacen mucha falta, sobre todo en una profesión tan humana como la mediación.
El valor en el que más me centraría sería la fé.
Considero que sin la fé no puedes confiar en ese proceso de salir de un problema y tampoco te hará confiar en la otra persona.
La fé crea confianza en el proceso y el la solución. Crea escucha, porque entiende que una solución es posible, crea amor porque confía en que la relación puede volver a funcionar...
Para mi hay muy pocas personas que aún tengan una fé inquebrantable. Y es muy necesaria.
Para tener fé sobre todo has de confiar sin tener una seguridad de que te puedas agarrar a nada. Y ahí reside su dificultad. Pero si confías y sueltas, las ventajas son innumerables.
Tal y como se comenta en esta entrada el objetivo de unos buenos valores es facilitar la armonía y mejorar la convivencia con los otros, premisas fundamentales para la paz. A la hora de resolver un conflicto esto debe estar muy presente, es algo que el mediador o mediadora debe tener en cuenta durante todo momento. Valores como la sensibilidad, la sinceridad, la colaboración, la buena fe, el respeto, la solidaridad, la bondad, la tolerancia, la honestidad, la justicia y la empatía deberían estar presentes en nuestro día a día, pero más aún cuando se trata con clientes. Cada uno de ellos hace que se pueda dialogar de la mejor manera posible y tratar al cliente como es debido, van a permitir que el mediador pueda ejercer su trabajo orientando el proceso hacia soluciones justas y equitativas, además de promover un ambiente de respeto y empatía que facilitará la comunicación y el entendimiento mutuo entre las partes.
Como ya sabemos, la mediación es un proceso que depende de los valores en gran medida, puesto que sin los valores como la confianza en una resolución es imposible alcanzar un acuerdo.
Para ello, me gustaría resaltar que, es esencial la promoción de la bondad, puesto que si no consideramos que las otras personas actuarán en buena fé, no podremos aportar la confianza al proceso de mediación.
Por otro lado, el perdón y el sacrificio van de la mano durante una mediación. Es así, puesto que es necesario prescindir o sacrificar parte de tu orgullo para un bien mejor, dicho bien depende del conflicto que se medie. Sin embargo, es imposible llevar a cabo una mediación sin ambos, puesto que hay que prescindir de algunos aspectos para llegar a un acuerdo justo.
Continuando con lo anterior, es necesario promover la empatía como paso intermedio para aportar tanto perdón como confianza. Es imprescindible ponerse en el lugar del otro para entender cualquier casuística; y, gracias a este entendimiento, se puede actuar de manera más proactiva a la mediación. Es tanto, que la aceptación es un punto fundamental, puesto que hay que aceptar que cada persona actúa según su juicio, es decir, lo que cree que es mejor en dicho momento. Aceptar que las personas actúan distinto a nosotros nos ayudará a mediación y a empatizar.
Es clave, transmitir honestidad en el ejercicio de la profesión, ya sea desde el mediador hacia los implicados, como entre los implicados, y entre los implicados hacia el profesional. La honestidad permitirá comprensión y aceptación. Esto, conlleva tener gratitud, ser consciente de que los demás también hacen cosas beneficiosas y de buena fé para nosotros, permitiéndonos avanzar en la mediación y como personas.
Todos estos valores, y muchos otros son necesarios para el ejercicio de la mediación, aunque no solo para la mediación, sino también para la convivencia entre seres humanos. Somos nosotros quienes debemos aportar luz y humildad a la vida, permitiéndonos ser con otros.
Creo que uno de los principales valores que deberíamos hacer que no perdieran de vista nuestros clientes sería el respeto, el respeto hacia la otra persona con la cuál tienen el conflicto, es algo que no debe perderse nunca y sin el creo que sería imposible llevar a buen puerto la mediación.
El segundo seria la sinceridad, es algo sobre lo que también hemos hablado mucho en clase, si no son honestos con la otra persona, con nosotros cómo mediadores e incluso con ellos mismos difícilmente se podrá buscar una solución que realmente les satisfaga.
El valor de tener que empatizar con la otra persona es esencial en todo conflicto, ponernos en su lugar y mirar desde su perspectiva les puede y nos puede ayudar a todo lo anterior sin duda.
En mediación, es crucial tener en cuenta valores como el respeto y la tolerancia para fomentar un diálogo constructivo y empático, la honestidad para establecer buena confianza con los clientes, y la empatía para comprender las necesidades de todas las partes. Asimismo, la solidaridad lleva a la búsqueda de soluciones colectivas y no individuales, mientras que la responsabilidad asegura el compromiso con los acuerdos alcanzados.
MARIA PINO:
En mediación, valores como la empatía, el respeto, la honestidad, y la colaboración son fundamentales. La empatía permite a las partes comprender las emociones y perspectivas del otro, lo que fomenta la conexión. El respeto asegura que el diálogo sea constructivo y sin ataques personales. La honestidad es clave para crear confianza y abrir caminos hacia soluciones reales, mientras que la colaboración promueve un enfoque conjunto para resolver problemas. Estos valores son esenciales porque crean un ambiente de armonía, clave para llegar a acuerdos duraderos.
En la mediación, varios valores son esenciales para ayudar a los clientes a alcanzar acuerdos significativos y duraderos. Para mí, los valores más importantes son:
La Humildad: Este valor permite a las partes ser conscientes de sus limitaciones y abrirse al diálogo. En la mediación, la humildad ayuda a disminuir el ego, lo que facilita la construcción de acuerdos sin imposiciones, promoviendo relaciones basadas en el respeto y la colaboración.
La Confianza: Es fundamental para establecer un ambiente seguro en el cual las partes puedan expresar sus preocupaciones y sentimientos. La confianza en el mediador y entre las partes ayuda a superar la incertidumbre y fomenta la apertura hacia soluciones mutuas.
El Perdón: Es clave para resolver conflictos emocionales profundos. Promover el perdón ayuda a las partes a liberarse del resentimiento y a reconstruir relaciones, permitiendo un enfoque más positivo hacia el futuro.
La Empatía: Este valor permite a las partes entender y valorar las perspectivas de los demás, construyendo puentes de comunicación más efectivos y humanos.
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