Cuando nos encontramos en una
situación conflictiva, siempre acudimos como mediadores a utilizar técnicas que
les permitan la escucha activa, el empowerment, la legitimación, respetando
también su derecho a la asertividad. Pero también es cierto que cuando cruzamos
información que recibimos, para conocer la opinión del otro, se hace difícil
que reconozcan la parte de razón que tiene, porque no la compartimos.
Por eso decimos que las
personas pueden tener respuestas emocionales fuertes y sienten emociones que
manifiestan en sus intervenciones, que los demás o la otra parte, no
comprenden, de tal manera que piensan que lo que dicen o lo que sienten no es
válido. Se hablan, pero no se escuchan, se explican, pero no son
comprendidos. Por eso es necesario que consigamos esa frase tan famosa de… “entiendo
perfectamente tu postura… pero no la comparto”.
Me lo habéis visto muchas
veces decir, pero es que en mediación es absolutamente necesario, para que las
personas se sientan en un espacio distinto, de comprensión y reconocimiento,
que te permite explorar, situaciones nuevas ya que se produce lo que
denominamos como reconstrucción de las relaciones.
También dicen los expertos,
que es necesaria una validación emocional, para aprender, comprender y
expresar la aceptación de la experiencia emocional de cada uno persona. Se
trata de que ambas partes ante sus emociones en el conflicto, que afloran
muchas veces sin control, no sean rechazadas, ignoradas o juzgadas. Hay que
permitir que se expresen y se respeten
Ello no significa que se “esté
de acuerdo con la otra persona, o que piense que su respuesta emocional está
justificada”, sino como dije antes, que lo entiendes con independencia de como
lo estes viviendo tu.
Pero… ¿Cómo conseguir ese objetivo
tan importante en la mediación?
Cuando recibes el mensaje de
una de las partes, debes conseguir que la otra parte, cruzando la
información (preguntando por ejemplo… ¿Qué piensas de lo que está
comentando?) reconozca la parte de razón que pueda tener y lo que está
sintiendo por ello.
También pienso que es muy
importante identificar que es lo que desencadenó el problema, para
conocer porqué esta o aquella reacción, o en su caso lo que desencadenó la
postura que tomó ante el conflicto. Es muy difícil conseguir un reconocimiento
del otro, sin tener una idea clara de la situación
La idea es bien sencilla de
explicar y muy difícil de aplicar cuando se trata de nuestro trabajo, se trata
de “validar” la visión del otro. Validar su visión del problema y sus
emociones, reduce la tensión en el conflicto, si bien en ningún caso supone
que renuncies a tu posición o tus intereses, ni tan si quiera que desaparezca
el problema, pero si consigues que las partes se sientan comprendidas y
respetadas, habrás logrado encauzar el problema hacia las vías de solución.
No olvidemos que cuando
hablamos de buscar la razón del otro y respetarla, os encontraréis con
clientes, personas, que siempre quieren llevar la razón y que adoptan un
lenguaje impositivo, pero que en la mayoría de las ocasiones no supone otra
cosa, más que mostrar ante ti, cierta inseguridad o prepotencia, que debes
controlar. Piensan que la única solución al problema es la que ellos manifiestan,
estando cerrados a cualquier otra posición.
Por eso querido amigo o amiga
lectora, consigue que se reconozcan aunque no compartan
Es más importante tener paz
que tener la razón y eso, los mediadores lo sabemos bien.
1 comentario:
SIEMPRE HAGO LAS MEDIACIONES.SOBRETODO LAS FAMILIARES EN PRINCIPIO EN FORMA INDIVIDUAL.PARA IMPREGNARME DE SUS EMOCIONES Y CONFLITOS Y LOS JUNTO CUANDO YA LES TRATE DE DESPOJAR DE AGRESIVIDAD Y OBTENER ALGUN RECONOCIMIENTO DEL CONFLICTO.
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