AUNQUE DUELA…
Cuando te apartas de las religiones monoteístas,
clásicas, que han marcado nuestra vida, podemos hablar de esas “nuevas
religiones”, aquellas que cambian el sentido pero que no hacen más que
inculcar, el concepto contrario a lo preestablecido.
Hoy en día hablamos que no puedes ser feliz sin amarte a ti mismo. Lo dicen así de
claro y contundente porque esa es la realidad. Si tú no te quieres, no te
tratas bien, no te respetas a ti mismo ¿cómo vas a pretender que lo hagan los
demás? Y aún más ¿cómo vas a aceptar el amor que los demás te den, si tú mismo
no te amas? Por eso dicen y aseguran que amarte a ti mismo es el camino a la felicidad
Para otros, el objetivo es lograr usar varias técnicas
concretas para conseguir que nuestra conciencia se relaje y no elabore juicios
de nuestras sensaciones, sentimientos o pensamientos. Saber qué acontece en
nuestro fuero interno en cada instante a través de la gestión de los procesos
atencionales. Puedes conseguir separar la persona de sus pensamientos para
poder reconocerlos y poner en duda los patrones mentales, otorgando un gran peso
al aquí y el ahora mediante una atención total al momento presente.
En otro orden existen modelos de comunicación
que se centra en identificar y usar modelos de pensamiento que influyan sobre
el comportamiento de una persona como una manera de mejorar la calidad y la
efectividad de la vida.
Stephen Briers (2012), dice que estos modelos
no son realmente un tratamiento coherente, sino "una mezcolanza de
diferentes técnicas sin base teórica muy clara". Este autor sostiene que
la máxima puede ser narcisista, egocéntrica y
disociada de las nociones de responsabilidad.
Por eso me atrevo a decir y calificar a estos
movimientos como nuevas “religiones”. Cuando el ser humano abandona la religión
se centra en estas nuevas técnicas que plantean el “yo” como el centro de tu
atención y puedo decir que el “egoísmo” y “el narcisismo” es el cáncer del
siglo XXI. En realidad cuando ayudas a los demás, como promueven las religiones
clásicas, te estás ayudando a ti mismo.
Sabes que cuesta lo mismo servir, ayudar y apoyar a la
persona que lo necesita que el no hacerlo. La diferencia solo radica en la
intención y la disposición que uno tenga ante la vida. Como siempre mencionamos
todo está en “la actitud” ante la vida.
Ayudar a alguien sin recibir nada a cambio o no
hacerlo son oportunidades personales que fortalecen el carácter y mejoran el
autoestima en lo que solo se pierde una buena ocasión para sentirse mejor.
Ayudar a las personas, ser voluntario, brindar apoyo,
cooperar con las organizaciones como hicieron los Bomberos sevillanos que ahora
anuncia para dar premios diversas instituciones, etc., son actos buenos que
mejoran la calidad de vida en general. Pero mas allá de ser una buena
acción, estas gestiones benefician directa e inmediatamente a la persona que
los realiza.
Una palabra de consuelo a alguien que está sola o
triste, una invitación a comer en tu mesa, una sonrisa oportuna sin recibir
nada a cambio o incluso poder apoyar económicamente a alguien o algún proyecto social,
puede cambiar la perspectiva de la vida de cualquier persona; y sin buscarlo,
esta acción termina ayudando mayormente a la propia persona que realiza
el acto. ¡¡Que gran poder tiene la sonrisa!!.
Cuando uno se hace voluntario con el fin genuino
y sincero de ayudar a los demás y con la pura intensión de dar sin
esperar nada a cambio, surge un sentimiento de satisfacción y que hace que te
sien tas bien contigo mismo y con los que te rodean.. Las capacidades
personales se mejoran y la sensibilidad se afina logrando que finalmente
todos salgan beneficiados.
Siempre que uno da nunca pierdes, al contrario
se te multiplica lo que das como un efecto boomerang, una regla
matemática difícil de explicar.
En la web www.recetasparalavida.com se habla de una receta mágica que me
gusta reproducir y que deberíamos aplicar en nuestra vida:
“Ayuda a los demás y ayúdate a ti mismo
Ingredientes:
·
1 taza de iniciativa; entender y actuar antes de
que te lo pidan
·
2 racimos de sensibilidad; ver con los ojos de la
persona que requiere ayuda
·
1 pieza de creatividad; ingenio para dar con gusto y
dignidad
·
2 cucharadas de bondad; condición básica para dar,
humildad, gusto y compasión
·
1 manojo de alegría; actitud positiva, con energía que
se contagia, satisfacción y agrado
·
1 pizca de amor; cariño y entrega por la vida y
por los demas
Recomendación del chef: Tu puedes hacer la diferencia.
No esperes a que te pidan ayuda para extender la mano, o dar palabras de ánimo
hasta que veas que es lo único que puedes decir, recuerda que tú tienes el
poder y la responsabilidad de hacer la diferencia y de ayudar.
Modo de preparación:
1.
Ayudar a los demás es ayudarse a
sí mismo. Al auxiliar a otros, uno aprende a superar los desafíos
propios, inspirando y proporcionando herramientas para que puedan solucionar
sus complicaciones. Además, cuando uno vive para servir desarrolla
sensibilidad, bondad y sus atenciones son más acertadas.
2.
Dar y ayudar es la mejor
manera de sentir gratitud. Uno es más
generoso cuando siente que tiene la posibilidad o la capacidad de
hacerlo, por lo que tiende a buscar oportunidades para expresar su gratitud,
al hacerlo le afloran simultáneamente mayores sentimientos de
agradecimiento y satisfacción.
3.
Entre más ayudas a los demás, más
rico emocionalmente te conviertes; Las
posibilidades de dar son ilimitadas cuando se da de corazón y sin esperar nada
a cambio. El universo se achica y las oportunidades se multiplican
“Una persona generosa de corazón es una persona
rica, alegre y feliz”
Con esta receta me gustaría concluir
que las personas necesitamos de los demás, pero que nunca debemos centrarnos
expresamente en estas técnicas que nos conducen al narcisismo y a ser ególatra,
dado que “la ignorancia no conoce límites”. El ser humano es capaz para calmar
su “falta de espiritualidad” con nuevos sistemas de creencias, producto de
épocas de crisis que tiran de unos y otros hacia él.
3 comentarios:
hola javier, muy lindo lo que publicaste, te hace hacer un replanteo, al menos a mí, del enorme potencial humano que tenemos y que no lo utilizamos, sin costo alguno, como una sonrisa, un gesto, una palabra, un acercarte y ver en que puedo ayudar al prójimo, que lo veo desvalido,sin esperar la recompensa, que luego vendrá, porque todo este accionar enriquece al individuo que realiza buenas acciones y nosotros como operadores de conflictos, sabemos que con el empleo de este lenguaje cordial, logramos llegar a los mediados y ayudar en el encuentro de una solución. Comparto totalmente tu pensamiento,plasmado en este tema, muchas gracias.-
Prezado Prof. Javier,
Gostei dos temas divulgados no seu "blog". Coordeno o Núcleo de Estudos de Mediação da Escola Superior da Magistratura- AJURIS, em Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil e estou compartilhando com os integrantes o link de acesso a seu blog. Ser grato pela vida nos coloco a serviço, com alegria. Na mediação, mais do que apenas ter uma escuta ativa é necessário nos colocar a serviço para facilitar a construção do entendimento e restauração de diálogo. Fraterno abraço. Genacéia da Silva Alberton.
Muchisimas gracias Pepita y Genaceia... me encanta que podais difundir este y otros artículos de este blog para que vuestros alumnos comenten y aporten... gracias gracias. Javier
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