martes, 9 de mayo de 2017

El mediador de Loyola o... Cómo ser creativo

En la búsqueda de la excelencia, no olvidamos la importancia de la creatividad. Junto a una buena base científica, el mediador de Loyola se acredita defendiendo un “proyecto real de implantación de servicios de mediación” y para ello el profesorado potencia su creatividad. ¿Cómo definiriamos en unas líneas, el Modelo Creativo de Loyola?.

Pensemos en 4 fases para interiorizar ese proceso:

1. La primera Fase sería de preparación, en la que se recoge la información relacionada con el problema, son las partes quienes aportan al mediador las claves del conflicto que están viviendo y el mediador. En esta fase solo vemos la manera obvia de solucionar un problema, y a ello les acerca el mediador para que vean luz a un callejón sin salida. Tenemos que prepararnos a buscar los justo antes que “lo legal”

2. En una segunda Fase hablamos de incubación. Una vez que el mediador reflexiona  acerca de todas las circunstancias relevantes  del conflicto, podemos dejar que el problema se digiera lentamente. Mientras que la preparación exige un trabajo activo, la incubación es más pasiva, subestimamos el poder del inconsciente, pero éste es mucho más fértil para las iluminaciones creativas que el consciente; aquí es donde más de una vez hemos hablado de la intuición como elemento para buscar ese sexto sentido que debemos tener para ver más allá.

3. En un tercer momento está Fase de inmersión. Durante todas las sesiones que llevemos de mediación,  el diálogo  está dirigido, controlado: ser atrevidos es realmente importante. Cualquier momento en que podamos soñar despiertos y relajados es útil para el proceso creativo y asi permitir, simplemente, que la mente sueñe despierta y podamos mediante la “lluvia de ideas” ser creativos; no se trata de pensamientos aleatorios, sino dirigidos hacia un fin: la búsqueda del “win to win”

4. Por último tendremos la Fase de inspiración o iluminación. Después de la inmersión y el soñar despierto puede llegarse  a la iluminación, cuando de repente se te ocurre la respuesta como salida de la nada en el conflicto que trabajamos (lo que hemos llamado magia de la mediación) esta en ellos con nuestra agenda encontrar esa «iluminación».  Es el momento que la gente anhela y ansía, aquél en que exclamamos: “por fin han encontrado algo de razón en la postura del otro” La etapa final es la traducción de la idea, en acción… la idea se vuelve útil y por tanto se reflejará en el acta final del acuerdo alcanzado.

Por último no te olvides que todos tenemos y nacemos con la posibilidad de ser creativos, lo que ocurre es que muchos crecen sin saberlo.

113 comentarios:

Nadia Aceituno Chirifi dijo...

La parte de preparación sería por ejemplo el llegar por primera vez a la consulta del médico de cabecera y exponerle tu dolencia. Este posiblemente te derive a un especialista o te trate allí mismo si no es grave, pero es necesario comenzar por el principio para llegar a una solución a la enfermedad.
La segunda parte, la incubación, es cuando, por ejemplo, tienes una discusión muy fuerte con tu pareja y después de haber sido hirientes uno con otro decidís estar un tiempo sin vernos. En estos momentos es cuando ambos aprovechais para reflexionar sobre si realmente es tan grave el motivo de la pelea y sobre las cosas que has dicho y te han dicho, permitiendo ver el conflicto con una mente más fría y analítica.
La tercera parte es la inmersión y podría ser este momento en el que intentas explicarle a un niño, a través de metáforas y juegos, la importancia de lavarse los dientes todos los días para que no le salgan caries y tenga la boca sana.
Por último, la inspiración sería ese momento en el que llevas mucho tiempo dándole vueltas a que cocinar el fin de semana, cuando venga toda tu familia a casa, y de repente justo el día de antes, veas un anuncio de salsa de tomate en la televisión y te da la idea de que podrías cocinar pasta con tomate gratinada.

Maite Arzalluz Luque dijo...

En primer lugar, la parte de preparación sería similar a la primera búsqueda de información que se realiza cuando vas a hacer un trabajo de la universidad y necesitas leer e investigar sobre el tema para poder tener toda la información necesaria antes de redactarlo o incluso de saber sobre qué quieres hacer dicho trabajo. Por otro lado, la incubación podría ser parecido a cuando has recibido mucha información acerca de un tema (en una clase, una gestión, etcétera) y estás un poco saturado, dejas un tiempo para que todos esos pensamientos reposen y poder encontrar la solución más adecuada una vez que puedes ver la situación desde una perspectiva más fría o lejana. La tercera parte, la inmersión, puede corresponderse a aquellas circunstancias en las que hay que decidir sobre qué tema se realiza un trabajo grupal en la universidad y, para ello, se hace una lluvia de ideas con todas las propuestas de los miembros del grupo para posteriormente votar la más adecuada o la que más guste a la mayoría. Finalmente, la inspiración, me recuerda a cuando no nos acordamos de algo o no somos capaces de resolver un problema y de repente justo cuando dejas de pensar en ello o le das menos vueltas ocurre ese insight que hace que de repente venga la solución a tu cabeza.

Juliane Henrich dijo...

Ser creativo es una habilidad muy importante para ser un buen mediador y poder reaccionar espontáneamente a situaciones sorprendentes. En este artículo habla mucho de la creatividad que tenemos que tener nosotros como mediadores, pero creo que es igualmente importante intentar a reforzar la creatividad de nuestros clientes. Si los podemos ayudar a encontrar ellos mismos soluciones creativas y fuera del box, participarán más activamente en el proceso, estarán más satisfechas con la mediación y subirá su autoeficacidad.

Marta Chofles Muñoz dijo...

Tras la lectura de este blog semanal, en primer lugar, la parte de preparación podría asemejarse a la búsqueda que hacemos cuando realizamos la selectividad y comenzamos a indagar en las diferentes carreras universitarias o ciclos superiores. Recopilamos todo ese abanico de posibilidades sobre el que vamos a navegar para la posterior fase. En otra instancia, la segunda fase de incubación, podría relacionarse a cuando hemos obtenido una gran cantidad de información acerca de las universidades y los planes de estudios que ofertan, los grados disponibles a los que puedes acceder, y es por ello que, colapsas y te das un respiro para el asentamiento de todas las ideas que revolotean en tu cabeza y así, poder encontrar la carrera o el ciclo idóneo a lo que estas buscando, una vez que toda la información referente a ello es reposada en frío. Una tercera parte, la inmersión, es en la cual ya hay que decidir qué vas a elegir, hacia dónde vas a orientar tu futuro académico, y para ello, puedes pedir consejos, puedes hacer una lista con pros y contras de cada una de la opciones, etc. Por último, la inspiración, a veces pasa que cuanto más te empeñas en algo y más centrado estas en encontrar una respuesta a la pregunta o problema que te aborda en tu interior, menos soluciones vas a encontrar. Es entonces cuando consigues darte un respiro, y tan solo dejar que fluya en ti, consigues esa respuesta esperada.

Miguel Álvarez Rodríguez dijo...

Este artículo nos habla, nuevamente, sobre las fases de la mediación, aunque esta vez desde una perspectiva más creativa. La primera de estas fases, la preparación, se parece mucho a cuando un estudiante ha de recopilar información para un trabajo, y donde el estudiante sólo escogerá los artículos que tengan un contenido relevante para la investigación o para el proyecto. La segunda fase, la de incubación, consiste en, habiendo ya recopilado numerosos artículos con los cuales hacer el proyecto, llevamos a cabo una filtración de toda esa información para quedarnos con la más relevante. La tercera fase, la de inmersión, es bastante similar a como cuando realizamos un trabajo en grupo, pues es necesario que todos los miembros aporten ideas que consideran relevantes para el proyecto. Y, por último, la fase de inspiración o de iluminación, fase de la que podríamos hacer analogía con los acertijos, ya que después de haber estado varios minutos o incluso horas razonando sobre cómo resolver ese acertijo, de repente se te ilumina la bombilla y procedes a resolverlo. Esto último se suele dar cuando vislumbramos el mismo problema desde distintas perspectivas, cuando vamos más allá de nuestro razonamiento.

Álvaro Ortiz Canalejas (4° Psicología Sevilla). dijo...

En este artículo se habla de la creatividad y su importancia, en este caso, en la mediación. Realmente la creatividad es algo que todas las personas pueden explotar. Es cierto que algunas tendrán más facilidades que otras para desarrollar ese potencial de creatividad, pero en cualquier caso, todas las personas son capaces de ser creativas dentro de sus posibilidades. Además, las cuatro fases propuestas son un guión perfecto para operativizarla, ya que primeramente hemos de preparar el problema para, posteriormente, ser capaces de escuchar. A continuación, después de tener una idea del conflicto podremos sumergirnos en él para buscar soluciones con los mediados y, finalmente, encontrar ideas útiles para alcanzar los acuerdos deseados. Todo ello constituye una forma de creatividad que puede ser la llave de la posible solución del conflicto.

Victoria Blanco Carrasco dijo...

En la entrada de esta semana del blog, se inicia con el concepto de preparación, el cual en el ámbito universitario podría considerarse cuando un docente nos expone que realicemos un trabajo. Para ello llevamos a cabo una búsqueda bibliográfica nada más comenzar, con el fin de recopilar toda la información que nos pueda ser de utilidad para la redacción del trabajo. A continuación, se plantea el término incubación que, siguiendo el ejemplo del trabajo de clase, simbolizaría a una vez completada la búsqueda de información, se pasa a la lectura para seleccionar los artículos de los cuales se extraerá la información necesaria. El siguiente concepto a relacionar es el de inmersión, este podría verse en el momento en el que se está trabajando en la redacción de las partes del trabajo y hay que ir determinando la información, forma, longitud y estilo que se va a asignar a cada una de las mismas; así como a la toma de decisiones y problemas que puedan surgir en ese momento. Para concluir, el término de inspiración, podría vincularse a las ideas que surgen que le aportan un nuevo giro al trabajo, que lo hacen distintivo y característico; es decir, esas ideas que surgen en última instancia pero que marcan la diferencia y consiguen elevar la calidad del trabajo realizado.

Carlos Torres Marín dijo...

La creatividad es aquella capacidad que nos distingue del resto del reino animal, y sería desolador no utilizarla o infravalorarla; pues es esta habilidad la que permite que avancemos como especie.
Por desgracia, la creatividad está muy en desuso, pues con el auge del positivismo y la imperiosa necesidad de burocratizar y sistematizar todo, aquello que se salga de lo establecido (al no estar dentro del sistema) se tacha de inútil.
Pasando ahora a las fases, la 1 es necesaria para plantear lo esencial del problema. Haré una analogía con las fases y la sociedad, estando a día de hoy necesitados de una preparación ante las problemáticas sociales que existen, no llevándose acabo precisamente por la extensa red orquestada de instituciones que merman la capacidad creativa de los individuos, con un Estado cada vez más extenso en la mayoría del globo.
Como sociedad, se podría decir que estamos en la fase 2. Estamos inmersos en una masa de información (la mayoría irrelevante) que nos ciega y nos hace que otras ideas queden en un estado latente.
Debemos dar el paso a la inmersión, y que sean personas valientes las que planteen los problemas que existen (que pueden ser los problemas psicológicos, la soledad, la vejez, etcétera) y que se atrevan a crear soluciones fuera de lo establecido.
Aquí es donde llegaría la iluminación, donde estados e individuos convergen en soluciones novedosas y efectivas que ayuden a las personas a alcanzar una mejor y feliz vida. Necesario por la creatividad de ciertos genios que son capaces de sublevarse y alzarse ante el pensamiento común, y por la capacidad del Estado de disponer de los medios y tecnología de aplicarlo a nivel social.

Maria Dolores Palacios Páez dijo...

En primer lugar, encontramos la fase de preparación la cual podría equivalerse a la búsqueda de información y a la exposición del tema sobre el que queremos realizar nuestro TFG a nuestro tutor del mismo.
En segundo lugar, se hace referencia a la fase de incubación, en la que el profesor nos dará su opinión acerca del tema que le fue expuesto anteriormente, por lo tanto, una vez que hemos buscado mucha información acerca del tema y el profesor también nos ha expuesto su opinión, nos tomamos un tiempo para asentar tanto información y pensar si realmente vamos realizar el trabajo sobre ese tema.
En tercer lugar, se hace referencia a la fase de inmersión, en la que se debe hacer una lluvia de ideas en una de las tutorías con el profesor sobre el tema escogido previamente.
Por último, se habla sobre la fase de inspiración, la que equivaldría a cuando no sabes como continuar con tu trabajo, ni sabes como enfocarlo y después de varios días se te enciende la luz, es decir, de repente después de darle tantas vueltas se te ocurre por donde llevarlo y como enfocarlo.

Anónimo dijo...

Fase 1: Esta fase se asemeja a cuando dos hermanos pequeños se pelean por un juguete y se tiran de los pelos etc, y cuando se acercan llorando al adulto se les pregunta: ¿Qué ha pasado? Esto es para recopilar información.
Fase 2: En esta fase se les sentaría a los dos en “la silla de pensar” para que piensen ellos por sí mismos una solución al problema que tienen.
Fase 3: Aquí se les pedirá que nos cuenten qué han pensado sobre cómo lo podríamos solucionar durante el tiempo que han estado sentados y nos dirán muchas opciones, sean lógicas para terminar el conflicto o no lo sean.
Fase 4: Esta última fase es en la que los niños digan: “podríamos jugar juntos” o “podría jugar con el juguete un rato cada uno”, y será cuando habrán llegado a una solución.

Manuel Jesus Romero Lopez dijo...

Todas estas fases son vitales dentro del proceso de mediación y que más de una vez hemos hablado en clase para poder llegar al objetivo final, el cual se encuentran dos (o más personas) sin que vean una solución posible a las circunstancias y al problema que les ocurre.
En la primera fase de preparación, es donde tenemos que ser bastante creativos y ver la solución a algo que quizás ellos no han visto, como cuando dos personas quieren el mismo objeto y ninguna de las dos quieren otro diferente, por lo que quizás cada una busque de ese objeto una finalidad distinta y puedan compaginarse para utilizar el mismo objeto con fines distintos y que antes no veían dicha posibilidad.
En la segunda fase que es la de incubación, aquí es donde tenemos que analizar lentamente el problema y que pase lentamente y con tacto, aquí es donde analizadas las posibilidades como el caso anterior, procedemos a elegir una de las opciones.
En la tercera fase que es la inmersión, procedemos a ser creativos y a analizar las posibilidades que tienen ellos y que creen que pueden solucionar el problema, por lo que empezamos a hablar y dialogar y que se den cuenta que la finalidad de cada uno con respecto al objeto era diferente y por tanto, ellos buscaron la solución y le damos empoderamiento a ellos mismos.
En la última fase que es la de inspiración o iluminación, aquí es donde nos damos cuenta a una posible solución del problema y que ellos dialogan y acercan posturas sabiendo lo que quería la otra persona y que quizás ante sólo se centraban en el problema y no en la solución. Aquí es donde les damos a pensar que ellos eran la respuesta y que como han podido observar, han sido ellos los que han visto la solución al conflicto y que por tanto, un objeto que querían podían compartirlo con fines distintos o utilizarlo de una manera diferente a lo que quería la otra persona y que antes sólo lo querían cada uno para sí mismos, pensando que querían lo mismo que la otra persona y por la que surge dicho conflicto.

Alejandra Pérez Guerra dijo...

Fase 1: Esta fase se asemeja a cuando dos hermanos pequeños se pelean por un juguete y se tiran de los pelos etc, y cuando se acercan llorando al adulto se les pregunta: ¿Qué ha pasado? Esto es para recopilar información.
Fase 2: En esta fase se les sentaría a los dos en “la silla de pensar” para que piensen ellos por sí mismos una solución al problema que tienen.
Fase 3: Aquí se les pedirá que nos cuenten qué han pensado sobre cómo lo podríamos solucionar durante el tiempo que han estado sentados y nos dirán muchas opciones, sean lógicas para terminar el conflicto o no lo sean.
Fase 4: Esta última fase es en la que los niños digan: “podríamos jugar juntos” o “podría jugar con el juguete un rato cada uno”, y será cuando habrán llegado a una solución.

*Se me olvidó poner el nombre en el otro comentario.

María Anguís Ceacero dijo...

Este artículo consta de 4 fases de las cuales, en mi opinión, cada una de ellas tiene algo significativo a destacar y desarrollar desde una perspectiva individual.
Es por eso por lo que, respecto a la preparación, el hecho de que las partes sean quienes ofrecen la información nos indica el comienzo y el esbozo de la “guía” por la cual se irá indagando en el problema.
Siguiendo con la fase de incubación, la esencia de la misma es (como bien dice el texto) poder ver más allá de lo que realmente prevalece como información y es esto lo que da un impulso mayor en cuanto a la resolución del conflicto.
La fase de inmersión, en mi opinión, es una fase más consolidada ya que el objetivo final consta de forma mucho más clara y estable.
Finalmente, la fase de iluminación es la que realmente “redacta” el proceso y meta al que se quiere llegar como fin común.

Considero fundamentales todas las fases citadas pero de forma global ya que, aunque todas tienen un gran potencial de forma individual, lo que hace que realmente tenga sentido es entender en su conjunto el verdadero significado y proceso de ser creativo.

María Ramírez de Arcos dijo...

Fase de preparación: en esta fase, sería, por ejemplo, en el momento que dos niños se han peleado en el recreo debido a que uno de ellos está todo el rato con la pelota y no la pasa. En ese momento, la profesora los ve y le pregunta que les ha pasado para que cada uno de su versión.
Fase 2: en la fase de incubación, puede ser cuando la profesora castiga a los dos niños por haberse peleado y que reflexionen de lo que han hecho. En este momento, los niños piensan de una manera mas fría si ha sido correcto como han actuado.
Fase 3: en la fase de inmersión, cabría el ejemplo de que, cuando la profesora le haya levantado el castigo y tras haber reflexionado previamente, deben decirle las razones de porque se han peleado y porque no lo han hecho bien, pensando de una manera mas fría.
Fase 4: en la fase de inspiración se pueda dar en el momento que los dos niños, tras haberse peleado, se les ocurre que podrían jugar los dos y pasarse la pelota una vez cada uno, para que así puedan jugar todos.

Pilar Palomares Rojas dijo...

La fase de preparación puede relacionarse con los exámenes de exploración inicial que se realizan en el colegio. Los profesores recopilan información sobre los conocimientos previos de los alumnos en la materia para saber cómo solucionar los puntos débiles que presentan.
La fase de incubación es más reflexiva y pasiva, por tanto el profesor medita individualmente sobre qué ha podido fallar años anteriores en la adquisición del temario y cómo mejorarlo.
Durante la fase de inmersión, se plantean diferentes ideas tras las reflexiones anteriores. El profesor plasma las diferentes formas de aprendizaje que se le han ocurrido y observa la viabilidad de implementarlas.
Por último, en la fase de iluminación es capaz de ver la forma más conveniente para mejorar el aprendizaje.

Juan Pablo Fassanello dijo...

La creatividad, según la define la RAE, es "la capacidad de creación" o "facultad de crear" es, como la mediación, un proceso, el cual el ser humano va desarrollando durante toda su vida. Por más que no nos sintamos personas creativas, a veces, a nuestra manera somos buenos en algo, aunque no lo sepamos; pues tenemos nuestras maneras de hacer las cosas dándole nuestra "marca registrada". Cuando nos preguntan si somos creativos, pocos levantamos la mano para decir "yo" para no quedar como "creídos", pero creo que todos somos creativos a nuestra manera, es algo que no se explica con palabras mas se demuestra con acciones.

Mauricio Martinez dijo...

La creatividad es algo que todos poseemos en nuestro ser, pero que no todos somos capaces de aplicar. Quienes tienen esa capacidad, seguramente enfrenten de una manera distinta ciertas situaciones, en las que el no creativo, puede llegar a dudar más, o a tardar más en solucionar. La creatividad te hace salir de las situaciones quizá en un segundo, con una simple acción o con una palabra. A la hora de mediar, creo que el mediador mientras escucha lo que el cliente le cuenta, debe estar preparado para accionar de manera creativa, y así, salir lo más rápido posible del problema. Por ejemplo, en el fútbol, el jugador creativo es el que siempre tiene una jugada para inventarse y salir de marcas imposibles. Bueno, en la mediación, tener esa capacidad facilitará el proceso.

Rocío Sierra Franco dijo...

En estas 4 fases de la mediación, me gustaría destacar dos de ellas ya que pienso que son las mas relevantes y que son las que marcan la diferencia entre las diferentes personas y su creatividad. La incubación, es algo innato que se debe desarrollar, ya que se despliega mientras trabajas en otros contenidos, es decir, debe ir produciéndose internamente mientras se trabaja en la intervención y sale a la luz cuando es necesario. Por esa razón, la inmersión es otra de las fases más importantes, en la que debemos analizar cómo es nuestra idea para conocer si es realista o compatible con el problema, analizándola en la lluvia de idea y buscando el mayor beneficio para las partes implicadas en el conflicto.

Fernando Martínez-Mejías dijo...

El blog de esta semana trata sobre la creatividad, más concretamente sobre la creatividad en la mediación, en sus distintas fases.
En la primera fase (preparación), podríamos decir que sería aquella en la que dos personas por ejemplo tienen un conflicto (herencia) y acuden al mediador y este les pregunta que les ocurre con esta herencia con la intención de obtener información.
En la segunda fase (incubación), se les haría pensar sobre como pueden repartir la herencia para que ambos salgan contentos.
En la tercera fase (inmersión), estos expondrán al mediador las posibles soluciones que han pensado de como repartirse la herencia.
Por último la cuarta fase (inspiración), es aquella en la que estos hermanos deciden como repartirse la herencia de manera que ambos salgan beneficiados y contentos de este proceso de mediación.

Mª Teresa Fernández-Vivancos Collado dijo...

Podemos trabajar la creatividad a través de cuatro fases:
- Preparación: no debemos olvidar que son los propios clientes los que deben trabajar para lograr la solución a su problema, nosotros somos un instrumento más del que valerse para lograr dicho objetivo. Por tanto parte de nuestro trabajo creativo es darle forma a las ideas confusas y liadas que traen los clientes para poder ir abriendo un camino más despejado.
- Incubación: Tras haber entendido el problema y las ideas de cada parte, es necesario un tiempo de reflexión para valorar de forma correcta todos los detalles y seguir fomentando la creatividad para a través de ella trabajar de la mejor forma en ese caso concreto. Debemos moldearnos dependiendo de la situación que tengamos delante para obtener el mejor resultado.
- Inmersión: Debemos trabajar el dialogo controlado para que dentro de ese control podamos ser creativos y así logremos el mejor resultado.
- Inspiración o Iluminación: la llegada de la idea anhelada y esperada para que con su ayuda y una buena puesta en marcha se logre la solución que se venía buscando.
Es muy necesario trabajar la creatividad a diario para ser unos verdaderos expertos mediadores.

Raquel Pastor Ramos dijo...

Durante la primera fase (preparación), podríamos realizar una búsqueda de información más detallada sobre los datos que ambas partes nos han aportado, como por ejemplo una búsqueda de artículos científicos contrastados con datos reales relacionados con la información que nos han aportado (por ejemplo buscar artículos sobre divorcios y violencia de género si este fuera el caso).
La segunda fase (incubación) sería la parte más reflexiva y también necesaria en el proceso de mediación, donde tras la búsqueda anterior, nos quedamos con los datos más importantes y destacados que nos interesen para nuestro caso.
La tercera fase (inmersión) podríamos utilizar un "Brainstorming" con ambas partes y pedirles que propongan todas las ideas que se les ocurran sobre una solución posible o cualquier idea para llegar al punto intermedio que queremos conseguir. Además también podemos utilizar una lista de pros y contras sobre la solución en la que ambas partes están de acuerdo.
Por último, la cuarta fase (inspiración o iluminación) es cuando ya hemos llegado a la solución intermedia de ambas posturas y aquí le explicamos todos los beneficios que tiene para ambos la solución propuesta, acercando posturas y terminando agradeciéndoles a ambas partes su colaboración.

Laura Ortega Fernández dijo...

Las cuatro fases en el proceso de la mediación para poder ser creativo me han resultado muy interesante, poniendo algunos ejemplos en cada una de las fases, empezando por la preparación, podría ser cuando te quieres ir de viaje con unos amigos, tienes que recopilar información de cada uno de los destinos que se proponen con sus pros y sus contras para ver la mejor opción de todas. La segunda fase, la de incubación, en este mismo caso sería cuando ya se tiene toda la información de cada destino se lleva acabo una filtración para elegir el destino más interesante para todos. En la tercera fase, la de inmersión, sería necesario que para que todo salga bien, todos lo que quieren participar en el viaje aporten ideas que consideren que son importantes o interesantes para realizar. Y por ultimo, la fase de inspiración, sería cuando a alguien del grupo o a todos consiguen obtener la mejor combinación de destinos y actividades para hacer en donde todos están conformes y contentos, ya que se ha observado la problemática desde diferentes puntos de vista distintos y se ha conseguido la mejor combinación posible para todas las partes.

Rosario Cosano Cañadas dijo...

La creatividad es una cualidad que sin duda se está perdiendo actualmente y en consecuencia es necesario trabajarla para poder potenciarla. En el mundo de la mediación la creatividad es un elemento obvio a desarrollar para pensar fuera de los límites establecidos, aplicado a la mediación, buscar soluciones alternativas al conflicto existente.
Muchas veces las partes implicadas en la mediación pueden estar muy encasilladas en una idea o en el hecho de que no va a haber una solución posible a su conflicto, en este momento la habilidad de la creatividad en el mediador es clave para a través de su intuición y su imaginación como dice en el texto poder ver la luz al final del túnel, es decir, ver soluciones posibles al conflicto.

Silvia Dios dijo...

La primera fase, la preparación, me recuerda a cuando los estudiantes en su último año de carrera están realizando el TFG, en este caso el estudiante solo cogerá los artículos que se asemejen a su tema escogido y que le parezcan relevantes para la realización de dicho trabajo.
La segunda fase, la incubación, sería cuando tras la búsqueda de información para tu TFG te agobias porque ves que tienes muchos artículos y debes seleccionar los que más se asemejen a tu tema y decides descansar y dejar un tiempo para poder seleccionar con la mente más despejada los más adecuados.
En tercer lugar, la fase de inmersión, la asocio a cuando pides una reunión con tu tutor, para intercambiar ideas siendo creativos e intentando sacar lo mejor del trabajo.
Y por último lugar en la fase de iluminación, sería cuando te quedas bloqueado y sales de ese bloqueo, cuando la idea que tienes en mente se vuelve útil y es lo que llevabas buscando tanto tiempo.

Pablo M de la Serna Gastón dijo...


Como nos comentó en el correo adjunto los ejemplos de cada fase;

En la primera fase, la fase de preparación, estaríamos en una fase de recogida de información y ver cual es el problema, como ejemplo; En mediación cuando nos llegan dos clientes que quieren divorciarse y tienen hijos. Escuchar cual es la situación de cada una de las partes, ver cual es el problema real, informarse de la situación problemática, entre otros. Desde aquí se podría plantear una solución clara para enseñar a los clientes que no es una calle sin salida, que soluciones existen.

La fase de incubación tendría un componente más cognitivo, en el que dejamos que esta información se asiente en nuestra cabeza. Siguiendo con el ejemplo mencionado; sería dejar reposar esta información, es como cuando acabas de estudiar información muy densa de un examen y en ese momento nada fluye y es todo un bloqueo, sin embargo, si dejas un poco de tiempo y dejas los conocimientos cimentarse, empiezas a ver con mayor claridad y a tener más lucidez en cuanto a estos.

La fase de inmersión conllevaría el uso de esta etapa más lúcida, en esta etapa se utilizarían los conocimientos ya cimentados para elaborar ideas y posibles soluciones al problema en cuestión. Sería la fase en la que se propusiesen ideas cómo; en vez del divorcio quizás mejor una separación, custodia a medias, o tener un plan "b" por si las cosas no funcionan (todas las opciones nos serían dadas por los clientes), dándose una variedad amplia de idea por las que poder optar.

Por último tenemos la fase de iluminación en la que los clientes se "iluminan" al encontrar razón en la otra postura y hallar una salida factible al problema, en esta fase se elegiría la idea de la fase anterior que más gustase a los clientes. Por ejemplo; que ambos clientes lleguen a la conclusión que más favorece a los dos pudiendo ser: la custodia compartida como plan "b" y por ahora dejar más espacio entre la pareja para tiempo personal.

Pablo M de la Serna

Manuel Muñoz dijo...

En la primera fase (preparación), es en el momento en el que podemos usar la famosa frase de nuestro profesor, ¿Cómo te/os puedo ayudar?, y a partir de aquí, poder construir un esquema o una tela de araña, con las ideas principales y los problemas principales.
En segundo lugar, en la fase de incubación, es aquí donde entra en juego nuestro pensamiento y nuestra creatividad, para poder llegar a la solución mas fácil y que mas enriquezca a ambas partes, por lo cual es importante saber de que forma quieren los clientes que se les ayude.
En tercer lugar, en la fase de inmersión es cuando ya nos metemos de lleno en el punto fuerte del problema, es aquí cuando necesitamos estar despiertos y atentos, ya que al proponer soluciones, debemos siempre tener en cuenta que alguno no puede estar conforme con ella, por lo cual, es aquí donde hay que andar con pies de plomo, para que podamos seguir escuchando a ambas partes y tener siempre presente los intereses de ambos.
En cuarto y ultimo lugar, tenemos la fase de iluminación, aquí ya hemos llegado al punto final, es cuando nosotros los mediadores hemos terminado de tallar el Miguel Ángel del interior del bloque de piedra y ya hemos llegado a la solución que mantenga los intereses de nuestros clientes, para que salgan igual de satisfechos que nosotros y con una sonrisa en la cara (o al menos una muesca).

Lucia Tinajero Martín dijo...

Fase 1: es la primera consulta donde, por ejemplo dos colegas tienen un negocio y en esta primera cita han de aportar al mediador toda la información sobre el problema (qué pasa, qué quiere cada uno, cual es el problema, cómo podemos ayudarle como mediador…)
Fase 2: aquí conoceremos más a fondo a las partes. Han de reflexionar sobre el problema, en cuya indagación llegarán a intuiciones personales.
Fase 3: A cada sesión sabemos con el objetivos que vamos, qué queremos sacar de esa sesión que sea útil para la solución del conflicto. Es importante además, que el mediador es el que “lleva las riendas”, y que no se deje llevar por las partes. Por ejemplo que discutan en todas las sesiones.
Fase 4: Podríamos decir que es la parte donde vemos la luz al final del túnel. Los dos colegas encuentra un punto intermedio donde estén conformes y una solución al problema.

ana pardo dijo...

En el post se trata la creatividad, ya en clase hemos hablado de la importancia que tiene tanto para la buena adhesión a la mediación como para la manera de desarrollarla, debido a que nos vamos a exponer a cosas que quizás no hayamos precontemplado.
En primer lugar, la preparación :estamos ante la situación de que un estudiante no puede hacer un examen porque le coincide un viaje laboral con la fecha de un examen. En este caso miraríamos los horarios de los vuelos del viaje, intentando cuadrar ambas actividades. También deberíamos de mirar cual ha sido nuestra trayectoria en la asignatura.
Incubación : En este momento pensaríamos sobre el problema viendo que tiene mas importancia y mas peso. Podríamos barajar pros y contras sobre llevar a cabo cada una de las opciones por separado. Podríamos reflexionar en como se lo plantearemos al profesor para buscar la mejor alternativa.
Inmersión : Esta fase la podríamos hacer en dos partes, 1 individualmente plantear y escribir opciones de cómo hacer el examen a distancia, a manera de proyecto u alguna otra opción relacionada con el trabajo como posponerlo o que nos cubran en el trabajo. Y por otra parte hacer esta “lluvia de ideas de la mano del profesional ya sea nuestro profesor o nuestro jefe en el trabajo.
Fase de inspiración o iluminación :Aquí es donde después de debatir y ver las opciones posibles decidimos conjuntamente aquello que nos sea mejor tanto para el profesional como para nosotros. De esta manera habremos desarrollado competencias para que cuando nos pase otra vez sea más fácil de resolver.

María Varela Pavón dijo...

Esta semana hemos abordado la creatividad como elemento esencial de la mediación, pues gracias a esta herramienta provocaremos que los implicados se adhieran en mayor o menor medida a nuestro trabajo.
Vemos que este proceso está conformado por 4 fases, que ayudan a interiorizar el concepto del que hablamos, la creatividad.
En primer lugar nos encontramos con la fase de preparación. Un ejemplo sería una pareja que acude a mediación para solucionar un conflicto relacionado con su divorcio. En la primera fase preguntaríamos ¿cómo puedo ayudar? Y a raíz de su respuesta empezaríamos a realizar una radiografía del problema de los implicados.
A continuación, en la fase de incubación, haríamos un reflexión sobre el problema, de manera que podamos encontrar una solución viable y justa para el matrimonio. Esta fase es más pasiva, puesto que debemos tener un momento de inspiración o intuición para encontrar una solución creativa que implique a ambos en el proceso, y que suponga el inicio del camino hacia la meta.
En tercer lugar, la fase de inmersión, donde podríamos hacer una dinámica en la que cada parte del matrimonio expusiera qué opción sería la ideal para cada uno respecto a los intereses y reparto de custodia de los niños. Cada parte deberá escuchar al otro y apuntaremos en una pizarra, por ejemplo, los elementos comunes, para así remarcar en qué SÍ están de acuerdos y puntualizar lo positivo. De esta manera favorecemos la escucha activa y la exposición de sus necesidades de una manera más creativa.
Por último, la fase de inspiración o iluminación, donde encontraremos la respuesta ante ese conflicto. En este caso, dejar los puntos en común y llegar a un acuerdo en cuanto a los puntos en contra, de manera que las dos partes perciban equidad y justicia.

Marta Aparicio Moreno dijo...

Estas últimas sesiones acompañadas de este blog han sido claves para tratar de lleno la creatividad.
La creatividad es una habilidad que en la actualidad es muy necesaria a la vez que compleja la cual deberíamos de intentar trabajar todos con el fin de explotarla en cualquier ámbito.
Centrándonos más en la mediación y con ello en las cuatro fases que se nos plantean saco en clave lo siguiente.
De un lado, comenzamos con la fase de preparación necesaria en todo proceso de mediación. En este momento existen las primeras tomas de contacto entre el mediador, las partes y el propio conflicto. La figura del mediador debe recabar y analizar toda la información que le sea necesaria y para ello debe de ser creativo puesto que en estos primeros instantes suele existir gran tensión. Como ejemplo podríamos comentar cualquier tipo de conflicto que hace uso de la mediación en sus primeras sesiones.
De otro lado llegamos a la fase de incubación que junto con la de inmersión son las más complejas. Un mediador debe saber controlar los tiempos y aprovecharlos para que las partes reflexionen y saquen cosas en clave al igual que él, hay que saber y entender que no debe de precipitarse. Además de eso debe de intercalarlo con la búsqueda del acuerdo a través de los encuentros. Todas estas tareas deben de sustentarse en la creatividad. Un ejemplo de incubación podría ser el saber acabar una sesión a tiempo para así ser capaz de jugar con la reflexión. En cuanto a la inmersión un ejemplo sería el uso de técnicas y creatividad para llegar al ansiado acuerdo.
Finalmente, la fase de iluminación es en la que recogemos todo el trabajo realizado a lo largo del proceso. Después de haber explotado la situación todo lo que hemos podido por fin conseguimos el acercamiento. Un ejemplo de la misma sería cuando una parte comienza a entender al otro y verse reflejado en su versión.

Natalia Ortiz Cantos dijo...

Según se ha podido leer en el blog, la mediación se divide en cuatro fases, en las cuales se puede apreciar la importancia de la creatividad. En primer lugar se encuentra la fase de preparación, en la cual se recoge la información relevante en el caso, por ejemplo, en un caso en el cual una madre y un hijo mantienen una mala relación y este último piensa en irse de casa, la primera sesión sirve para que ambas partes expresen sus puntos de vista respecto al problema. En esa fase el mediador debe recibir toda la información para poder guiarles en la resolución de dicho conflicto.
En la segunda fase, la incubación, se abre un espacio temporal en el que ambas partes reflexionan sobre el problema, por ejemplo, continuando con el caso expuesto, una vez quede toda la información claramente revelada, ambas partes dedicarán un tiempo donde de forma pasiva irán digiriendo lo hablado.
Continuando con la tercera fase, la inmersión, tanto el mediador como los mediaros dialogarán y realizarán una "lluvia de ideas", donde el factor principal será la creatividad. De esta forma arrojarán luz al conflicto facilitando posibles soluciones al dilema que se presenta.
Finalmente, en la última fase, la iluminación, en la cual los mediados se pondrán en el lugar del otro para comprender sinceramente su punto de vista, y finalmente encontrarán una solución justa, duradera, equitativa y fiable.

Natalia Ortiz Cantos (4º Psicología)

Julia Chamorro Salas dijo...

En la primera fase, la de preparación, se menciona la importancia de recoger toda la información necesaria para llevar a cabo el proceso de mediación, así como los puntos clave que utilizará el mediador para guiar a los mediados hacia una solución equitativa. Por ejemplo, el caso de un par de compañeras de piso, donde acuden al mediador demandando una de ellas que la otra no realiza las tareas del hogar que le corresponde. En este paso, el mediador debe recabar toda la información necesaria sobre su relación y el problema que les acontece para poder así llegar a un acuerdo de manera más eficaz.
En la segunda fase, la de incubación, se le da mucha importancia al inconsciente y a la capacidad reflexiva de cada individuo, ya que al tener un tiempo para meditar el problema y las opciones posibles, se es más fácil llegar a una solución de manera conjunta y justa, en la que ambas partes hayan podido considerar ambas versiones. Siguiendo con el ejemplo, en este caso sería dar unos días a las dos compañeras para poder reflexionar sobre el punto de vista de cada una, con el objetivo de conseguir un acercamiento entre ambas partes y lo que cada una considera importante.
En la tercera fase, la de inmersión, se habla de la importancia de la creatividad, iniciativa y aportación de planes para solucionar el enfrentamiento entre las dos partes, buscando así un remedio que satisfaga a los mediados de manera imparcual y ecuánime. En esta etapa, las dos compañeras deberían de aportar soluciones al problema que les acontece, ver los límites de orden que cada una tiene y lo que cada una estaría dispuesta a dar.
En la cuarta y última fase, la de inspiración/iluminación, es donde finalmente se encuentra dicha solución tan esperada. Concluyendo con el mismo ejemplo, en este ciclo es donde ambas partes han encontrado un equilibrio entre el orden de cada una, poniendo normas de limpieza y un tablón de las tareas del hogar repartidas entre ambas compañeras, llegando a un acuerdo imparcial y satisfactorio para las involucradas.
JULIA CHAMORRO SALAS.

Miriam García dijo...

En la primera fase, serviría de ejemplo un caso en el que dos hermanos exponen los motivos por los que acuden a mediación explicando sus puntos de vista acerca de cómo debería repartirse la herencia de sus padres y el mediador capta toda aquella información relevante para obtener la clave de dicho conflicto.

Siguiendo con el ejemplo, en la segunda fase de incubación, tanto el mediador como estos dos hermanos tratan el tema de una forma más pasiva, tras haber expuesto toda la información y haber reflexionado sobre ella.

En la tercera fase, se les podría proponer a estos dos hermanos que pensaran las formas en las que se podría solucionar su problema y el mediador, simultáneamente, ir plasmándolas visualmente para que entre todos se ajusten todas las opciones en base a la justicia y equilibrio de los intereses de los usuarios. Otra opción puede ser, que el mediador recoja y sintetice toda la información de las dos primeras etapas y de lugar a que su creatividad exponga diferentes opciones para solucionar el conflicto de la herencia.

Finalmente, en esta cuarta fase el mediador puede atreverse a exponerle a estos dos hermanos la opción que crea más creativa y justa para ayudarles a encontrar la mejor forma de solucionar el problema existente.

Blanca Jiménez de la Piedra dijo...

Cómo dice el final del artículo: “todos tenemos y nacemos con la posibilidad de ser creativos, lo que ocurre que muchos crecen sin saberlo”. Por ello, cobran sentido las cuatro siguientes fases para interiorizar el proceso del Modelo Creativo de Loyola:

1º Fase de preparación: Esta fase se encarga de la recogida de información que rodea al problema, la solución debe ser justa antes que “legal”. Como ejemplo, podemos poner a un matrimonio divorciado en el que ambos desean la custodia de su hijo. En esta fase cada uno de los progenitores aportan al mediador sus vivencias sobre el conflicto que están viviendo. El mediador se debe preparar para buscar una solución justa para ambos, pues quizás la legal en casos con menores no sería positiva para uno de ellos.
2º Fase de incubación: En la segunda parte del proceso, hay que reflexionar sobre todas las circunstancias que componen el conflicto y dejar que nuestro inconsciente alimente la intuición y creatividad, es decir, dejar que el problema se digiera de forma más pasiva. Siguiendo con el ejemplo del matrimonio, la intuición del mediador respecto a la situación es esencial para encontrar un sexto sentido que le ayude. Por ejemplo, el profesional debe saber captar si además de lo que las partes involucradas cuentan, existe algún otro factor que pueda estar influyendo en el proceso; un embarazo de la madre que el padre no sabe.
3º Fase de inmersión: En la tercera fase el objetivo es llevar a cabo un diálogo creativo, controlado y con ideas atrevidas dirigidas hacia un fin. En el caso del matrimonio, lo ideal es aportar una lluvia de ideas que lleven a una solución más allá de simples acuerdos dónde ambos se sientan cómodos, pues a su vez deben estar contentos con la decisión tomada. Por ejemplo, poder pasar tiempos largos de ocio con su hijo, salidas a almorzar con un círculo de familiares más amplio, e incluso encuentros puntuales entre los padres en ocasiones importantes que doten a la situación de mayor normalidad para el niño.
4º Fase de inspiración o iluminación: La última fase se consigue tras completar las anteriores, es la llamada “magia de la mediación”. En esta, se nos ocurre una respuesta de manera “iluminada” al conflicto en el que trabajamos, pues traducimos las ideas anteriores en acción. El matrimonio debería llegar a un acuerdo en el que ambos encuentren razón en la postura del otro, y el cual reflejen en el acta final. Cualquiera de las ideas anteriores que ambas partes consideren útil para formar parte de la solución podría ser un buen ejemplo.

María Espejo Doblas dijo...

Un ejemplo para la primera fase “preparación” sería cuando vas al hospital y pasas por triaje a manifestar qué te duele, posteriormente ellos te conducen al especialista dependiendo del tipo de dolencia que tengas.
En la segunda fase “incubación” en la que el especialista comienza a ver mas allá de los síntomas que le estamos indicando.
En la tercera fase “de inmersión” el especialista refiere todo aquello que podemos tener y nos refiere opciones para solucionarlo de la mejor manera posible.
En la ultima fase “de inspiración” encontramos finalmente que nos pasa y intentamos solucionarlo con medicamentos.

Paula González Muñoz dijo...

Tras la lectura del texto, asemejaré estas fases de la mediación con la labor del profesional de la psicología en el ámbito de la psicoterapia.
La primera fase de búsqueda de información podría asemejarse a esa primera entrevista realizada por un psicólogo/a a la hora de conocer a un nuevo paciente, pues necesita recolectar toda la información posible para analizar el problema y buscar sus causas, que cosas mantienen el problema y sus consecuencias.
En segundo lugar, la fase de incubación consistiría en asimilar la información, no solo por parte del psicólogo/a, sino por parte del paciente, el cual, una vez hablado el problema, es prácticamente imposible que no reflexione y piense acerca de él y lo que ha comunicado.
Como siguiente paso, se encuentra la fase de inmersión. En este momento, como dice la entrada del blog, hay que ser creativos. Al fin y al cabo, como en la mediación, en la psicología, cuando una persona tiene un problema que no es capaz de resolver, es fundamental e imprescindible hacer algo diferente, aunque suene obvio. Aquí juega un papel fundamental la creatividad: hay que buscar soluciones originales.
Finalmente, la fase de inspiración o iluminación es aquella en la que por fin después de darle vueltas, se llega a la solución final, a la medida que logrará el bienestar de la persona, la cual necesita, en muchas ocasiones, todo el trabajo previo que antes se expone.

Cristina Alías Laguna dijo...

Para aclarar estas cuatro pautas pondré de ejemplo un trabajo grupal. En la primera fase, la fase de preparación, se basa en la recogida de información relacionada con el problema a tratar. En este caso, los miembros del grupo deberán recabar, de forma individual, mucha información a través de artículos científicos, páginas webs, etc. En la fase de incubación, el equipo se reunirá y compartirá la información encontrada, seleccionando lo más interesante para su trabajo. Asimismo, para la fase de inmersión deberán intercambiar ideas para intentar mostrar de la manera más creativa su trabajo. Finalmente, la fase de inspiración o iluminación se refiere a aquellos momentos en los que el grupo se encuentra estancado y encuentran una buena solución para su proyecto.

Andrea Carreras dijo...


En la fase de preparación pondría como ejemplo cuando por un malestar con algún problema de tu vida, el cual afecta a tu vida diaria decides acudir a un psicólogo. La fase de incubación sería cuando tras la visita con el psicólogo analizas lo que te ha estado afectando para llegar al punto de malestar. En cuanto a la fase de inmersión estaría todas la terapias en las que vas indagando sobre el problema y trabajas sobre ello junto a tu terapeuta. Por último en la fase de inspiración estaría el momento en el que aceptas el problema y has aprendido estrategias para poder solventarlo.
Para cerrar mi comentario quería aclarar que es muy importante que cada uno de nosotros interioricemos que somos capaces de ser creativos pero hay que darse la oportunidad de reflexionar y encontrar el momento para poder sacar esa creatividad.

Juan Manuel Martín Velasco dijo...

Las fases expuestas en el blog, podrían ser clarificadas mediante ejemplos que pueden verse en una sesión de psicoterapia. Por ejemplo, la fase de preparación bien podría ser cuando el paciente expone su motivo de consulta y el terapeuta realiza una escucha activa. En segundo lugar, consistiría en proponer los objetivos terapéuticos tras una reflexión y explicación de conocimientos. A continuación, la fase de inmersión sería mediante la creatividad generar soluciones, técnicas, etc..
Por último, la fase de inspiración consistiría en "dar en la tecla" con la técnica para así poder realizar de manera óptima la psicoterapia.

Ángela Mulet Oses dijo...

Bajo mi punto de vista la creatividad es un elemento clave para llevar a cabo una mediación y llegar a un acuerdo. Ya que nos da pie a buscar distintos puntos de vista o alternativas para solucionar el problema y una vez establecidos elegir la solución que se ajuste más al problema y a las necesidades de los clientes. Un ejemplo que voy a utilizar que refleja las cuatro fases podría ser la decisión de realizar un examen de Cambridge por ejemplo.

En la fase de preparación estaríamos inmersos en clases para adquirir el conocimiento exigido por la prueba.

En la segunda fase, la incubación, sería todo ese conocimiento que vamos adquiriendo y que en algún momento puede parecer un poco desordenado pero con el tiempo se van ordenando y los conceptos más relevantes subyacen de los que no lo son tanto.

En tercer lugar, sería enfrentarse a diferentes pruebas durante el proceso y terminar de definir los puntos más importantes que se deben tener en cuenta.

Por último en la fase de inspiración o iluminación hablaríamos del momento en el que nos enfrentamos a la prueba y salimos entusiasmados porque todo el esfuerzo que hemos implicado para la realización de la prueba ha merecido la pena.

Andrea García Jiménez dijo...

Inconscientemente a la hora de hablar sobre la creatividad se me viene a la cabeza la cocina y gastronomía, ya que al igual que buscas la mejor manera para gestionar un conflicto, buscas la mejor manera de realizar un plato.
Siguiendo con este ejemplo, la fase de preparación sería aquella búsqueda de recetas para realizar algún plato deseado. En la fase de incubación, la persona seleccionaría aquella receta que mejor se les asemeje a sus posibilidades. Por ejemplo, aquella receta que use alimentos que no sean difíciles de encontrar en el supermercado y que su conste no sea bastante elevado. En la fase de inmersión, la persona intenta recrear el plato aportando su personalidad a este; jugando con los diferentes sabores y texturas que le ofrecen los alimentos utilizados. Por último, en la fase de inspiración o iluminación, sería el conjunto de alimentos que conforman aquel plato que nos vemos en la mesa del restaurante.

Nuria Angulo Luque dijo...

Este articulo recoge detalladamente mediante las 4 fases mencionadas la manera en la que los mediadores debemos tener creatividad e imaginación a la hora de ejercer nuestro trabajo, como ya se ha mencionado en clase esto es de vital importancia en esta profesión puesto que es un apoyo para solucionar conflictos a la hora de poder tener en mente diversas maneras de conducir una discusión.

Paola de Blas dijo...

Tras haber visto lo importante que es para un mediador ser creativo, pienso que este comentario es muy interesante porque nos hace reflexionar sobre la relevancia que tiene esta habilidad dentro de la mediación.
En cuanto a las cuatro fases, un ejemplo de la preparación podría ser cuando una persona tiene que elegir qué carrera quiere iniciar y no sabe cuál elegir; por lo que, se dedica a buscar información sobre todo aquello que le llama la atención y finalmente, acude a un orientador para que le ayude. Después, la incubación podría ser el momento en el que ya ha acudido al profesional mencionado y se dedica a reflexionar sobre la decisión que va a tomar respecto a lo que le gustaría estudiar en el futuro, pero termina tan agobiado que decide que pase un poco el tiempo antes de llegar a alguna conclusión. Respecto a la fase de inmersión, una vez que ya se ha hecho la “lluvia de ideas” y tiene una pequeña noción sobre lo que le gusta, podría contactar con personas que se dediquen a los posibles trabajos para ver si realmente le interesan tras los testimonios de estas personas y, por último, la fase de inspiración o iluminación se correspondería al momento en el que tras haber visto e involucrado en todas las posibilidades que tenía en mente, se da cuenta de que hay un tipo de trabajo que le llama mucho la atención y, entonces, descubre a lo que se quiere dedicar y como consecuencia, la carrera que tiene que estudiar para llegar a esa meta.

Anónimo dijo...

Diferentes ejemplos para las fases en un contexto de mediación donde una pareja se quiere separar, pero comparte muchos bienes, como por ejemplo unos muebles regalados por sus amigos, y un coche que compraron hace años.
Fase de preparación; “Bueno, me gustaría que me contarais por que habéis llegado hasta aquí, ¿porque consideráis que necesitáis mi ayuda?”. “¿Teniendo en cuanta que buscaremos la solución más justa, como os situaríais en la posición equitativa para ambos?”.
Fase de incubación; Dejaríamos hablar a los clientes, para ir reforzando aquello que les sucede. En este caso, dejaríamos a la pareja poner “sobre la mesa” todo lo que sucede. También les podríamos pedir que, durante la semana entre las sesiones, hagan apuntes sobre lo que va sucediendo en esta y sobre lo que van pensando.
Fase de inmersión; un ejemplo para esta fase sería dejarse llevar por todo aquello que sucede durante la mediación, y se les pedirían las posibles soluciones que estas personas consideran. Deberíamos destacar que ellos han de hablar entre ellos y buscar respuestas a sus preguntas.
Fase de inspiración o iluminación; donde dejaremos a la pareja hablar de cada una de las soluciones que han propuesto y llegar a una en común, guiados por todo este proceso y las conclusiones que hemos sacado previamente.

Jimena de Madariaga Brujó dijo...

Diferentes ejemplos para las fases en un contexto de mediación donde una pareja se quiere separar, pero comparte muchos bienes, como por ejemplo unos muebles regalados por sus amigos, y un coche que compraron hace años.
Fase de preparación; “Bueno, me gustaría que me contarais por que habéis llegado hasta aquí, ¿porque consideráis que necesitáis mi ayuda?”. “¿Teniendo en cuanta que buscaremos la solución más justa, como os situaríais en la posición equitativa para ambos?”.
Fase de incubación; Dejaríamos hablar a los clientes, para ir reforzando aquello que les sucede. En este caso, dejaríamos a la pareja poner “sobre la mesa” todo lo que sucede. También les podríamos pedir que, durante la semana entre las sesiones, hagan apuntes sobre lo que va sucediendo en esta y sobre lo que van pensando.
Fase de inmersión; un ejemplo para esta fase sería dejarse llevar por todo aquello que sucede durante la mediación, y se les pedirían las posibles soluciones que estas personas consideran. Deberíamos destacar que ellos han de hablar entre ellos y buscar respuestas a sus preguntas.
Fase de inspiración o iluminación; donde dejaremos a la pareja hablar de cada una de las soluciones que han propuesto y llegar a una en común, guiados por todo este proceso y las conclusiones que hemos sacado previamente.

Jimena de Madariaga Brujó

Silvia María Rodríguez Carmona dijo...

La fase de preparación podría ejemplificarse con una pelea entre dos amigas. En esa situación la persona que se relaciona con las dos partes (una tercera persona) debe intentar aclarar la situación, a la vez que mantiene la relación a “flote”. Es decir, analiza la situación de la manera más neutral posible y piensa en posibles actuaciones/ soluciones.
La fase de incubación se puede comparar con el proceso de asimilación de la conflictiva. El periodo de espera, antes de la posible puesta en común de las dos partes. Es decir, una forma de calmar los ánimos, y a su vez, dejarse llevar por lo que pensamos que puede ayudar mejor a esas amigas.
La fase de inmersión, sería la fase más creativa. Proponer posibles alternativas de solución a la problemática. Hablar entre ellas, salir a pasear, hablar con sus padres… todo para intentar solucionar el conflicto de la manera más beneficiaria para ambas partes.
Por último, la fase de inspiración sería encontrar la solución ideal, en este caso, a lo mejor podría ser que ellas hablasen cuando se calmara la situación, para lograr un mejor entendimiento. Además, aportar opiniones externas (de otras amigas del grupo) que siempre aporten, y no agranden el problema.

Ana Pilar Benítez Melgar dijo...

Las fases del proceso creativo que se explica en el post se dividen en cuatro y en cada una se desarrolla una acción diferente para llegar al final del proceso y una solución satisfactoria:
En primer lugar, en la fase de preparación se investigan todos los elementos relacionados con el problema, se reúne la información necesaria. Por ejemplo: en una situación en la que el contexto es la custodia de un hijo, sería comenzar a investigar la fuente de ingresos de cada padre, los horarios de trabajo de los mismos, la opinión del menor, etc,
La fase de incubación se trata de algo más profundo, siendo más inconsciente. Siguiendo el ejemplo, la información que se ha recopilado se está procesando, se meditan las alternativas pero sin parar la vida de ningún integrante de la mediación, en relación con la vida cotidiana.
En la fase de iluminación, mientras está cocinando el mediador surge una idea que parece ser la opción mas acertada para el caso. La idea de plantear una custodia compartida donde las partes expresen y se pongan de acuerdo, como por ejemplo ahora que llegan las navidades, si nochebuena lo pasa con el padre, el 31 lo pasará con su madre.
En la fase de verificación, se pone a prueba la idea surgida y se observan las consecuencias, los resultados y la viabilidad. Si vuelven después de las navidades y no son satisfactorios se procede a otra búsqueda de alternativas. En el caso de que fuera satisfactorio se da por finalizado el proceso.

Ana Rivas dijo...

En cuanto a la primera fase, podría ejemplificarse con los estudiantes de una asignatura el primer día de clase, que recaban toda la información posible acerca de la materia que se va a impartir para poder realizar los trabajos y participar de la manera correcta para superar dicha asignatura.
En segundo lugar, la fase de incubación sería, por ejemplo, cuando un niño pequeño realiza un comportamiento incorrecto, y lo mandan al “rincón de pensar” para que recapacite sobre lo que ha hecho.
La tercera de las fases, la de inmersión, se puede observar en la creación de un proyecto arquitectónico, en el que se realizan muchos bocetos distintos para lograr el que mejor se adecúe a lo que se quiere llegar.
Por último, la fase de iluminación podría observarse en el momento en el que das con el regalo perfecto para tu amigo, después de llevar meses pensándolo sin tener una idea clara.

Ana Rivas dijo...

En cuanto a la primera fase, podría ejemplificarse con los estudiantes de una asignatura el primer día de clase, que recaban toda la información posible acerca de la materia que se va a impartir para poder realizar los trabajos y participar de la manera correcta para superar dicha asignatura.
En segundo lugar, la fase de incubación sería, por ejemplo, cuando un niño pequeño realiza un comportamiento incorrecto, y lo mandan al “rincón de pensar” para que recapacite sobre lo que ha hecho.
La tercera de las fases, la de inmersión, se puede observar en la creación de un proyecto arquitectónico, en el que se realizan muchos bocetos distintos para lograr el que mejor se adecúe a lo que se quiere llegar.
Por último, la fase de iluminación podría observarse en el momento en el que das con el regalo perfecto para tu amigo, después de llevar meses pensándolo sin tener una idea clara.

Paula García-Courtoy Carmona dijo...

Con respecto a las cuatro fases de interiorización del proceso de medicación, en la primera fase o preparación, podemos encontrarnos el claro y diario ejemplo de nuestro día a día como estudiantes, buscando información relacionada con lo que se esta estudiando y seleccionando aquello que que nos va a servir más y va a ser más útil. En la segunda fase o incubación, sería por ejemplo la selección de un perro a la hora de comprarlo. Al llegar a la tienda te puedes encontrar con seis preciosos cachorros, los cuales te llevarías a todos, pero suele haber uno que te da esa sensación de que es el y ninguno más. En tercer lugar, la inmersión. Aquí pondríamos el ejemplo de nuestra vida diaria en la cual tenemos que decidir que plan hacer un viernes por la tarde; se realiza una lluvia de ideas de diferentes propuestas y se valora cual tiene más pros que contras y cual apetece y es más rentable en ese momento. Y por último en la fase de inspiración o iluminación, sería ese momento en el que tienes que pensar una idea novedosa acerca de un trabajo y te inspira una idea la cual te da ese toque de originalidad y novedad, dándole una nueva vida. Otro ejemplo sería el ver un mueble antiguo y iluminarte la idea de pintarlo y darle un toque nuevo el cual hace que parezca otra cosa totalmente diferente.

Alejandro Fuentes dijo...

En primer lugar, un ejemplo de la fase de preparación seria cuando vas a realizar una carrera universitaria , la elección de la carrera dentro de la multitud de posibilidades existentes, informándote sobre el contenido de la misma y seleccionando la que mas se aproxime a tu búsqueda. En segundo lugar, sobre la fase de incubación, podría ser la selección de una asignatura que creo que puede gustarme mas que otra. Sobre la fase de inmersión, un claro ejemplo seria aportar la idea de hacer un viaje para posteriormente ver los pros y contras de las distintas alternativas.
Por ultimo, la fase de inspiración o iluminación seria ver un objeto y darle la utilidad que a priori no tiene.

Paula García-Courtoy Carmona dijo...

Con respecto a las cuatro fases de interiorización del proceso de medicación, en la primera fase o preparación, podemos encontrarnos el claro y diario ejemplo de nuestro día a día como estudiantes, buscando información relacionada con lo que se esta estudiando y seleccionando aquello que que nos va a servir más y va a ser más útil. En la segunda fase o incubación, sería por ejemplo la selección de un perro a la hora de comprarlo. Al llegar a la tienda te puedes encontrar con seis preciosos cachorros, los cuales te llevarías a todos, pero suele haber uno que te da esa sensación de que es el y ninguno más. En tercer lugar, la inmersión. Aquí pondríamos el ejemplo de nuestra vida diaria en la cual tenemos que decidir que plan hacer un viernes por la tarde; se realiza una lluvia de ideas de diferentes propuestas y se valora cual tiene más pros que contras y cual apetece y es más rentable en ese momento. Y por último en la fase de inspiración o iluminación, sería ese momento en el que tienes que pensar una idea novedosa acerca de un trabajo y te inspira una idea la cual te da ese toque de originalidad y novedad, dándole una nueva vida. Otro ejemplo sería el ver un mueble antiguo y iluminarte la idea de pintarlo y darle un toque nuevo el cual hace que parezca otra cosa totalmente diferente.

Diego Romero Otaño dijo...

Tras la lectura de este artículo, he de decir que me parece bastante útil, y no solo en la mediación, sino en la resolución de cualquier problema que tengamos. El primer paso es analizar el problema, o como hemos dicho comúnmente en clase, radiografiar el problema. La siguiente fase es más común a cualquier adquisición de la información, hay que asentarla para poder trabajar apropiadamente con ella. La fase de inmersión sería la fase de buscar opciones de respuesta, como actuar ante la situación. Por último, la fase de inspiración es aquella en la que nos hacemos conscientes de la "solución", que no es más que la opción que vemos como óptima. El trabajo y reto de un mediador a mi entender, es guiar a las personas que acuden a su consulta para encontrar una "solución" sin ser él quien realice dichos pasos.

Francisco Porras Benítez dijo...

En primer lugar, gracias por el comentario.

El resumen que se nos ofrece nos habla del “Modelo Creativo de Loyola”, dividiendo este en 4 fases ordenadas desde el comienzo, con la preparación, hasta la fase final o de iluminación. La evolución del modelo, en mi opinión, consiste en impregnarse del problema a partir de las pinceladas dadas por las partes, descartar lo evidente, dejar madurar el conflicto a medida que las sesiones avancen y finalmente, con todo lo anterior como sustento, dar con una idea especialmente idónea para la situación concreta.

Creo que es un modelo orgánico, que permite empezar desde lo más externo e inmediato (las opiniones de las partes), descartando lo evidente, y con el paso del tiempo y las sesiones encontrar una posible solución que satisfaga a ambas partes. La creatividad no se fuerza, pero existe un esfuerzo por ser creativo, por encontrar una solución tras otra al problema hasta dar con la más propicia.

Pienso que la creatividad es una habilidad esencial en la mayor parte de profesiones, no solo la mediación; y cultivarla puede ser muy beneficioso tanto para nosotros mismos como para las personas con las que trabajemos.

Anónimo dijo...

Ser creativo es una de las características más importantes para un mediador, a la misma vez que este tiene que transmitir esa creatividad a sus clientes y que ellos mismos ¨abran los ojos¨ y vean la resolución del problema de la manera más justa, duradera y equitativa posible.
A continuación, pondré un ejemplo por cada fase del proceso basándome en una pelea ¨cotidiana¨ con algún ser querido:
- Fase de preparación: Tras la pelea/el conflicto, se le pide explicaciones e información del motivo de la pelea a la otra persona.
- Fase de incubación: Reflexionar/pensar si los argumentos que la otra parte te está dando, son válidos o no para las propias creencias. Percepción de una superación del problema.
- Fase de inmersión: Cuando se piensa en lo que desembocó el problema en sí, en los errores que ambas partes han podido llegar a cometer, el cómo y cuándo superar ese problema junto con la persona y plantear varias alternativas de conversación para poder llevarla a cabo.
- Fase de inspiración o iluminación: La persona da el paso para ponerse en contacto con la otra persona en disparidad y llegar a construir la solución del problema contestando a todas las preguntas que previamente se han planteado en la fase de inmersión. Es el momento en el que, una vez escuchadas las diferencias entre los participantes, se creo la mejor manera para solucionar la cuestión problemática.
Carla Domingo

María Belén Pérez Pedrajas dijo...

Es importante saber que la creatividad es una de las competencias más valiosas e interesantes en el proceso de mediación. Puesto que sin esta, la mediación fracasará, ya que se necesitan opciones y diferentes alternativas para resolver un conflicto, y todas estas opciones surgen de la creatividad. Esta misma, está recogida como técnica en este proceso, entendiendo que así mismo, puede dividirse en dos partes. Una de ellas, se basa en el mediador con las partes, facilitando que el profesional colabore con estas, en la búsqueda y generación de alternativas, y otra que se basa en la innovación del mediador durante la aplicación del proceso de mediación.
No es hasta la tercera fase, la de inmersión, que comienzan a llegar y aparecer las ideas que nos aproximan a la solución, a las que podemos llamar, lluvia de ideas, hasta que finalmente, en la última fase, es cuando realmente vemos las cosas claras y podemos llegar a una solución, saltando esta a la conciencia.

Carla Domingo dijo...

Ser creativo es una de las características más importantes para un mediador, a la misma vez que este tiene que transmitir esa creatividad a sus clientes y que ellos mismos ¨abran los ojos¨ y vean la resolución del problema de la manera más justa, duradera y equitativa posible.
A continuación, pondré un ejemplo por cada fase del proceso basándome en una pelea ¨cotidiana¨ con algún ser querido:
- Fase de preparación: Tras la pelea/el conflicto, se le pide explicaciones e información del motivo de la pelea a la otra persona.
- Fase de incubación: Reflexionar/pensar si los argumentos que la otra parte te está dando, son válidos o no para las propias creencias. Percepción de una superación del problema.
- Fase de inmersión: Cuando se piensa en lo que desembocó el problema en sí, en los errores que ambas partes han podido llegar a cometer, el cómo y cuándo superar ese problema junto con la persona y plantear varias alternativas de conversación para poder llevarla a cabo.
- Fase de inspiración o iluminación: La persona da el paso para ponerse en contacto con la otra persona en disparidad y llegar a construir la solución del problema contestando a todas las preguntas que previamente se han planteado en la fase de inmersión. Es el momento en el que, una vez escuchadas las diferencias entre los participantes, se creo la mejor manera para solucionar la cuestión problemática.
Carla Domingo

Carla Domingo dijo...

Ser creativo es una de las características más importantes para un mediador, a la misma vez que este tiene que transmitir esa creatividad a sus clientes y que ellos mismos ¨abran los ojos¨ y vean la resolución del problema de la manera más justa, duradera y equitativa posible.
A continuación, pondré un ejemplo por cada fase del proceso basándome en una pelea ¨cotidiana¨ con algún ser querido:
- Fase de preparación: Tras la pelea/el conflicto, se le pide explicaciones e información del motivo de la pelea a la otra persona.
- Fase de incubación: Reflexionar/pensar si los argumentos que la otra parte te está dando, son válidos o no para las propias creencias. Percepción de una superación del problema.
- Fase de inmersión: Cuando se piensa en lo que desembocó el problema en sí, en los errores que ambas partes han podido llegar a cometer, el cómo y cuándo superar ese problema junto con la persona y plantear varias alternativas de conversación para poder llevarla a cabo.
- Fase de inspiración o iluminación: La persona da el paso para ponerse en contacto con la otra persona en disparidad y llegar a construir la solución del problema contestando a todas las preguntas que previamente se han planteado en la fase de inmersión. Es el momento en el que, una vez escuchadas las diferencias entre los participantes, se creo la mejor manera para solucionar la cuestión problemática.
Carla Domingo

Violeta de Dios Torres dijo...

Los ejemplos de las cuatro fases de este semana serían:
1. En la primera fase de preparación hablaríamos de cuando llegamos a la consulta del psicólogo con un problema de una fobia por ejemplo y nuestro psicólogo comienza a ir recogiendo información sobre los antecedentes y situaciones/experiencias que han podido desencadenar esta fobia, además de ir conociéndonos. Es una fase de acercamiento y alianza.
2. En la segunda fase de incubación, la psicóloga comienza a mandar tareas para casa como autorregistros y te saturas un poco por tanta tarea y necesitas darte un respiro y tomarte tiempo para asimilar el tratamiento.
3. En la tercera fase de inmersión, la psicóloga decide poner en marcha contigo una terapia innovadora de exposición como la realidad virtual y si tienes una fobia a la oscuridad, te pone escenarios en 3D oscuros donde puedas exponerte de forma original.
4. En la cuarta fase de inspiración o iluminación, es cuando después de muchas sesiones y mucho trabajo, la psicóloga ve que ya eres capaz de tener un buen sueño porque ya no hay una fobia a la oscuridad gracias al trabajo y esfuerzo que se ha ido consiguiendo poco a poco. Encontramos esa "luz al final del túnel", porque hemos podido poner remedio a nuestro problema.

Darla Coronel dijo...

Considero que la creatividad es una capacidad que conforme vas creciendo va disminuyendo, por ello, es algo que requiere de un constante refuerzo y nada mejor que la profesión de la mediación para recuperar esa creativida perdida.
La fase de la prepación, por ejemplo puede ser en un caso de una pareja divorciandose y quieren repartir los bienes, el mediador debe buscar la información acerca de los bienes que les causan conflictos.
La fase de la incubación, pienso que es como el proceso de metabolización del mediador, ya que aquí digiere todo el problema y empieza a buscar formas creativas para gestionar el problema, en este caso sería como distrubuir los bienes de forma equitativa para ambos.
La fase inmersión, el mediador se deja llevar por su creativada y sus ideas para ayudar a las personas a encontrar una solución.
Para la última fase de la iluminación, el mediador por fin encuentra una salida y guía a las personas a encontrar una solución y llegar a un acuerdo entre ambas partes.

Rafael Civico Ibañez dijo...

Considero la creatividad como una de la cualidades más importantes que debe poseer y estimular un buen mediador, es necesario destacar esta capacidad ya que normalmente pasa algo más desapercibida en detrimento de otras cualidades más "científicas" o derivadas de la racionalidad, cuando en mi opinión deberían ir de la mano. La creatividad es una arma muy potente a través de la cual el mediador puede conseguir que los implicados en el conflicto realicen una serie de procesos que les hagan ver soluciones que hasta el momento habían pasado desapercibidas, las cuales pueden llegar a ser beneficiosas para ambas partes, generando ese "win to win" del que habla el texto.
Cabe destacar que aunque la mayor visibilidad de esta cualidad se puede apreciar especialmente en la fase de inmersión, es igualmente importante en cada una de las cuatro fases que se describen en el blog, ya sea para hallar fórmulas que permitan encontrar soluciones alternativas al problema o para conseguir restablecer las relaciones de los implicados a lo largo del proceso.

Jaime Peña Hernández 4to psicología dijo...

Poniendo un ejemplo de la vida cotidiana, por ejemplo, una discusión con un hermano mayor. En la primera fase de preparación, ambos explicarían sus partes para que el mediador pueda trabajar, siendo el motivo de pelea la herencia del padre. En la fase de incubación, el mediador debe verse en el conflicto, desde la tranquilidad, para poder buscar una solución y pensar como podrían dividir la herencia pese a que no se pueden dividir los bienes a la mitad y no quieren venderlos. En la tercera fase, el mediador decide que cada uno deber elegir que bienes quieren antes que otros, que los ordenen, por el valor sentimental y monetario que tengan. Por último en la fase de iluminación y junto con la tarea que han realizado los clientes en la fase anterior, el mediador llega a unas conclusiones y le propone la decisión final.

María Padilla dijo...

La creatividad me parece un aspecto muy importante en la mediación y negociación porque nos da una gran ventaja a la hora de resolver cualquier tipo de conflicto. La considero una herramienta muy útil para encontrar diferentes opciones de soluciones ante un mismo conflicto, y hacer de forma inconsciente que los propios involucrados lleguen a la solución por ellos mismos.

Repasando los 4 puntos que son importantes como mediador encontramos la primera fase de preparación lo asemejo a cuando comienzo a recabar información y buscar documentos científicos para saber de qué trata el trabajo antes de abordarlo. En la segunda fase de incubación es una etapa mucho mas tranquila y pasiva en la que procesamos toda la información y la limpiamos sabiendo exactamente lo que necesitamos de ella (como la lechuga), es decir, de todos los artículos que he encontrado en la primera fase voy seleccionando aquellos que finalmente me servirán. Por tercero, en la fase de inmersión es el momento de ser creativos de verdad para encontrar un objetivo final (win to win). Por último, la fase de inspiración o iluminación como bien dice el texto es cuando ocurre la magia de la mediación y es que después de haber sido creativos, ya sabes como vas a realizar el trabajo para que sea útil.

Álvaro Rodríguez dijo...

Las fases de la creatrividad que intenta potenciar Loyola, se puede explicar fácilmente con la misma organización de las carreras universitarias. Cogiendo como referencia esta comparación, encontramos claramente definidos loas años académicos con las fases nombradas. En primer lugar, la fase de preparación, adquiere semejenzas con el primer año de carrera en el cúal adquieres los conocimientos básicos para poder entender tu futura profesión (como el mediador que recopila la información necesaria para poder mediar. En segundo lugar se presenta la etapa de incubación, que encuentra similitud con el segundo año de carrera, en el cúal, se asientan las bases antes aprendidas.
Posteriormente, aparece la etapa de inmersión que casualmente coincide con las prácticas externas y en el trabajo de campo.
Por último, la fase de iluminación, guarda similitudes con el último año de carrera pues es cuando se elige el campo donde se desea trabajar y se consigue el objetivo.

Miriam Gómez Martín dijo...

Considero que se han abordado todos los puntos o fases requeridas para llegar a esa iluminación o explosión de creatividad a la que todos queremos llegar.
No obstante, y como se cita en el texto, para ello es necesario recorrer previamente una serie de pasos. Desde aquel más objetivo como es la preparación, hasta la fase previa a esa iluminación que sería la inmersión.
Es fundamental, por una parte, la recogida de todos los datos objetivos ofrecidos por las partes del conflicto para tener la información necesaria para trabajar. Por otro lado, es necesario ese dejarnos llevar por el poder del inconsciente o intuición y el dejar abrir nuestra mente fuera de todo control o patrón para poder alcanzar la iluminación deseada y así poder ofrecer la respuesta más creativa posible.

Sara Ponce González dijo...

Un aspecto muy importante que tenemos en cuenta para llevar a cabo desde aquí una mediación es la creatividad, pudiendo así reaccionar ante diversas situaciones de la forma adecuada.

Llegamos a un punto común con un proceso de cuatro fases. En todas ellas en imprescindible una mente creativa como antes menciono, teniéndola presente el mediador y transfiriéndosela al cliente, que abra la mente y no se encierre en su primera idea, que sea capaz de explorar diferentes opciones.

Para esto contamos en prime lugar con la recogida de información de ambas partes del conflicto con la fase preparatoria. En segundo lugar, llevamos a cabo un trabajo activo en la búsqueda de ideas creativas a través de la incubación. En la tercera fase volvemos a utilizar la creatividad para la lluvia de ideas de las diferentes opciones que van saliendo. Finalmente, en la fase de inspiración donde aparece la iluminación de la solución al conflicto.

Paula Cabello Saludes dijo...

Tras la lectura del blog, podemos relacionar las partes con la realización de un trabajo para la universidad: en primer lugar, para la parte de preparación podría tener semejanzas con la búsqueda y recopilación de información para el trabajo en cuestión; en la segunda parte, la incubación, podemos poner como ejemplo la siguiente fase de la realización de un trabajo, en la que seleccionamos la información y las partes que son necesarias y adecuadas para nuestro trabajo; para la inmersión, que es la tercera parte, se relaciona con la fase de llevar a cabo el trabajo (la redacción); por último, para la parte de inspiración, podemos relacionarla con el momento en el que durante la realización del trabajo, a algún miembro del grupo o a la persona que lo realiza en el caso de que sea individual, le surge una nueva idea u otro punto de vista para el trabajo.

Helena Doncel dijo...

En primer lugar, me gustaría destacar que la creatividad es importante para encontrar soluciones a los retos que se nos presentan en nuestro día a día, mejorando nuestra vida y entorno, ya que es una herramienta con la que tenemos la capacidad de cambiar las cosas y las personas a través de la creación.
La primera fase, llamada de preparación, se recopila toda la información importante, al igual cuando haces una búsqueda bibliográfica para un trabajo de la universidad donde debes seleccionar los artículos y partes más relevantes para el trabajo. En la segunda fase, llamada de incubación, es el proceso de asimilación de toda la información que hemos recibido en un tiempo determinado donde se necesita que las ideas y la información recibida se asienten, es parecido a cuando vienen personas externas a darnos una sesión informativo es un periodo de tiempo corto y recibimos mucha información acerca del tema. En la fase de inmersión (tercera fase del proceso), lo importante es el diálogo y como cita el texto crear una “lluvia de ideas”, se asimila cuando en grupo hay que realizar una exposición que sea visual y entretenida donde todos los participantes dan su opinión y se crea una lluvia de ideas. Finalmente, la última fase de inspiración o iluminación, hace alusión cuando estás en el trabajo en el grupo pero no sabes como avanzar y se te enciende de repente la bombilla a ti o a cualquier compañero, resolviendo el problema inicial y pudiendo continuar con el trabajo y estar todos satisfechos.

Irene Ruiz dijo...

Un artículo fascinante. En primer lugar, un ejemplo de la fase de preparación considero podría ser el momento en el que debes elegir, en el último año de carrera, las asignaturas a las que debes matricularte para especificarte en un determinado contenido u otro. En segundo lugar, la incubación podría ser ese reposo y esa reflexión sobre las asignaturas que debes escoger para el futuro que deseas elegir y tener. Por otro lado, la tercera fase, la fase de inmersión podríamos considerarla como el momento de decisión de las asignaturas, de qué te pueden aportar, qué no etc. Y la última fase es esa inspiración sobre la elección final de aquellas asignaturas que vas a cursar para conseguir el trabajo que deseas.

Magda Pericás dijo...

Se piensa que la creatividad es una capacidad que solo tienen algunos. Sin embargo por lo que acabamos de leer, es una capacidad que tenemos cada uno de nosotros. Podemos practicar y profundizar más en las funciones creativas que tenemos cada uno, independientemente del talento creativo que tengamos. Hay cuatro fases en la creatividad, las cuales las llevamos acabo más veces de lo que tenemos en cuenta. Las fases son la primera de preparación, la segunda de incubación, la tercera de inmersión y por último, la fase de inspiración o iluminación.

Laura Rodríguez Gómez dijo...


Tras leer el blog semanal, me ha aparecido muy interesante esta lectura ya que estas fases comentadas son indispensables para una buena mediación y la creatividad es la base de ello.
En primer lugar, hablar de la fase de preparación, en la cual el mediador debe recoger la información de los clientes que solicitan la mediación. Es decir, ¿Qué ha pasado? Tratando sobre un ejemplo sería cuando una familia acude al gabinete por el hecho de la herencia de su padre. El profesional en este momento debe preguntar que ha ocurrido y que ambas partes den su versión del problema.
En la fase 2, trata la incubación que volviendo al ejemplo anterior sería que ambas partes piensen sobre el problema que le ha traído a la mediación, dejando un tiempo de reflexión.
La fase 3 trata sobre la inmersión, donde se plantean varias ideas creativas sobre la posible solución del conflicto.
Por último, la fase 4 habla sobre la inspiración o la iluminación, es el momento en el cual ambas partes llegan a un acuerdo que ambos ansiaban y que encuentran respuesta a su demanda.

Paula De Santa Ana Laureano dijo...

La creatividad es una cualidad muy importante en el proceso de la mediación, tal y como hemos visto en clase. Por desgracia, no es una característica que se fomente en la sociedad de hoy en día. Quizás en la infancia se le presta más atención, pero, conforme pasan los años y subimos de ciclo educativo, esas pocas asignaturas que dejaban lugar a ser creativas se ven sustituidas, hasta desaparecer casi por completo. De esta manera, hemos de tomarnos esto por nuestra propia mano, trabajando esa flexibilidad cognitiva que nos permita ser creativos, que nos ayude a, en este caso, ver aquellas alternativas de solución que se les escapan a las partes.
Para poder entender las fases detalladas en este post, pongamos un ejemplo de una situación en mediación: dos compañeros de piso tienen un problema de convivencia, Javi lleva 4 meses sin pagar la electricidad, alegando que Mario consume mucho más que él, porque pasa más tiempo en el piso. Mario, por su parte, admite que pasa más tiempo en el piso, pero Javi también gasta su parte y debería de pagar.
Si nos situásemos en la primera fase, pensaríamos en, por ejemplo, que alguno de los dos abandone el piso, que es la solución más obvia.
En la segunda fase, ya comenzaríamos a darle otra perspectiva, por ejemplo, pensando que podrían repartir proporcionalmente el pago.
En la siguiente fase, la de inmersión, se desataría la lluvia de ideas, dando todas las soluciones que se nos ocurran, pero orientadas a que ambos queden satisfechos, como ahorrar energía, repartir el pago, turnarse los pagos, etc.
Por último, en la fase de inspiración, Javi entendería que Mario siente que está pagando más de lo que está consumiendo, que no sería del todo justo, y Mario entiende que Javi consume menos que él, así que podría estar dispuesto a hacer el pago proporcional o comprometerse también a establecer unas pautas para ahorrar energéticamente, para reducir el pago para ambos.

Carmen Pérez Bueno dijo...

Tras la lectura del blog semanal, en la que se habla acerca de las fases del modelo creativo de Loyola, se pueden entender mejor dichas fases con ejemplos del ámbito escolar. En primer lugar, la fase de preparación se asemejaría a cuando el profesor de un centro educativo detecta en un niño conductas disruptivas en su asignatura y, se reúne con otros profesores y con sus padres, para ver si esto se presenta en otros ámbitos. La segunda fase, de incubación, sería cuando el profesor se toma un tiempo de observación al niño una vez obtenida la información de la fase anterior. En la fase de inmersión, se llevaría a cabo una “lluvia de ideas”, proponiendo diferentes alternativas para trabajar dicha dificultad. Por último, en la fase de inspiración o iluminación, se elige la alternativa más adecuada de las planteadas en la fase anterior para trabajar con este niño.

Eva Lozano Pizá dijo...

La creatividad es un aspecto sumamente importante durante el proceso de mediación, debemos ser capaces de buscar en donde el cliente no halla, pero que sean siempre ellos los que decidan la solución.
A continuación, procederé a poner un ejemplo de cada fase del proceso, con relación a entrar a una carrera universitaria que no es de nuestro agrado:
1. Fase de preparación: nuestro objetivo es encontrar una carrera que sea afín a nuestros gustos e intereses y que creamos que nos puede agradar. Normalmente, vamos un poco “a ciegas” en esta fase, puesto que es una decisión muy importante y que la tomamos en muy poco tiempo; con lo cual, solemos tirar a lo conocido, con las ideas previas que tenemos sobre esa carrera.
2. Fase de incubación: durante esta fase, nos “dejamos llevar” un poco. Aquí ya hemos entrado en la carrera escogida, y vamos tanteando el terreno sobre si es verdaderamente de nuestro agradado o no.
3. Fase de inmersión: en esta fase, nos damos cuenta de que donde hemos entrado no es para nosotros, y se inicia un proceso en el que vamos pensando alternativas sobre otras carreras que podrían ser de nuestro agrado.
4. Fase de inspiración o iluminación: aquí es cuando, por fin, hemos encontrado nuestra vocación y carrera soñada. Nos sumergimos en un nuevo mundo en el cual nos desarrollaremos tanto como persona, como de manera profesional. Ha finalizado nuestro duelo.

sara arroyo garcia dijo...

Un ejemplo que puede representar bien estas 4 fases está relacionado con la organización del viaje de fin de carrera al que los alumnos de cuarto nos enfrentamos. En primer lugar, en la fase de preparación cada miembro del grupo de amigos suele tener una idea sobre donde quieren ir y que no suele coincidir con la del resto. Por esta razón, en la segunda fase de incubación, se comienza a discutir los puntos a favor y en contra de cada sitio (cuánto cuesta, que actividades se pueden hacer…). En la siguiente fase de inmersión, se proponen más ideas relacionadas con los puntos en común de las opciones barajadas por todos los miembros del grupo. Y ya por último, tiene lugar la fase de inspiración o iluminación, en la cual se escoge la propuesta que más encaje con todos sin perjudicar a ninguno.

Alejandra Beltrán Simón dijo...

Estoy de acuerdo con el sistema de mediación y con las faces expuestas. La primera de ellas que hace alusión a la preparación, que evidentemente depende íntegramente de las partas. Aunque, si bien es cierto que de entrada uno intentará buscar la solución que más se ajuste a los parámetros de justicia, no estoy de acuerdo en la expresión: “buscar lo justo antes que lo legal”. Precisamente por tratarse un conflicto entre voluntades e intereses, debemos acogernos al marco impuesto por la legalidad vigente, ya que ella misma es manifestación del sentido de justicia de la sociedad. Dentro de este marco es donde debe terne lugar la creatividad.
Por otro lado, es innegable el papel que juega el inconsciente en lo que el autor denomina fase de incubación. Esta, precisamente es lo que luego en la fase de inmersión arroja como el autor bien expresa: “una lluvia de ideas”.
Sin embargo todo proceso creativo culmina evidentemente con la denominada inspiración, que a mi parecer, es un su proceso inconsciente de selección y descarte de la lluvia de ideas. Este proceso es traducible a la mediación, ya que como todo proceso, termina con la realización de la idea que surge en base a los datos del conflicto y que alcanza su máxima expresión en el acuerdo alcanzado.

Alejandra Beltrán Simón

Lydia M Sabariego dijo...

En primer lugar, la fase de preparación sería, por ejemplo, la iniciación de un proceso de mediación, donde los demandantes entran a consulta y el mediador va adentrándose en el problema. Ellos van comentando sus partes y el mediador va apuntando y redirigiendo la conversación. En segundo lugar, encontramos la fase de incubación, donde un ejemplo sería el hecho de que tengas una pelea fuerte con alguien y dejéis de tener contacto por un tiempo, y ese tiempo sirve para reflexionar y pensar las cosas bien. Después encontramos la fase de inmersión, que es aquella donde se hace una lluvia de ideas de posibles soluciones que puede tener el problema. Por último, hallamos la fase de inspiración o iluminación donde de repente sale una idea que llega a ser acordada por ambas partes dentro de una mediación, y, es como “la luz al final del túnel” del que parecía que nunca iban a salir.

Francisca María Marchal Gallardo dijo...

Tratar sobre este post me parece entre tanto muy curioso, ya que para mí la creatividad es un valor a trabajar ya que me resulta un valor muy interesante en las personas que ya poseen este innatamente.
La creatividad como ya tratamos en clase, es un valor que aunque se encuentre en todos, muy pocos saben trabajar con él y saben desarrollarlo de una manera correcta y, por lo tanto, es un valor complejo de mostrar.
En el caso de este post, podemos ver los distintos periodos que una persona que esta desarrollando su creatividad, concretamente que la esta desarrollando en cuanto a la mediación, debe de tener en cuenta, que tener creatividad es muy interesante para llegar a soluciones que lleven a los mediados a una solución que ni siquiera ellos mismos habían llegado a plantearse, siendo esta, en ocasiones, la solución que más les llama la atención y, por lo tanto, la mejor en ese momento de desesperación o desesperanza por el que pasan las personas que se encuentran en conflicto.
Me parecen pasos interesantes dentro de la mediación y pasos a tener en cuenta para desarrollar, aun dejando de lado a la creatividad, una solución que se ajuste a los objetivos de los demandantes y por lo tanto, conseguir el llamado "win to win" que fomenta la buena resolución de una mediación.

Bárbara Jimena Grosso dijo...

En el ejemplo de dos vecinos que están en conflicto debido a que uno de ellos trabaja de noche y durante el día es cuando puede descansar. Sin embargo, el otro tiene dos hijos pequeños y a la tarde juegan en casa y hacen ruido. No son capaces de solventar la situación por sí mismos.
Según las 4 fases de las que habla el blog, la mediación requiere mucho de la creatividad. Para la primera fase, la fase de preparación, sería similar a recoger toda la información que ambas partes proporcionan, así como los intereses y necesidades de cada uno además de incitar a que la solución forma parte de ellos y nosotros simplemente somos una herramienta de ayuda. En la segunda fase, la de incubación, se conoce más a fondo cada parte del conflicto y se les hará reflexionar sobre las posibles soluciones ante el problema. Por otra parte, se dejará tiempo para que el conflicto sea interiorizado y se vea desde una perspectiva más calmada y objetiva. En la tercera fase, la fase de inmersión, se elaborarán posibles ideas y soluciones utilizando los conocimientos y habilidades adquiridos para el problema en cuestión. Se pueden plantear diversas alternativas posibles como un horario conjunto en el que ambas partes puedan organizarse para poder descansar y que los niños puedan jugar, o que a una hora concreta de descanso necesario, los niños puedan ir a jugar al parque. En la útima fase, la fase de iluminación, sería la fase en la que ambas partes están de acuerdo en la solución pactada y por fin ven la luz al final del camino.

Paloma Castilla dijo...

Antes de nada, considero que la creatividad es esencial en cualquier profesión ya que permite ver más allá y buscar una solución alternativa a la normativa. Con respecto a las 4 fases mencionadas anteriormente, la mediación requiere un alto nivel de creatividad tanto activo como pasivo por el mediador, es decir, una creatividad en la que el mediador deje que las partes de la mediación desarrollen y busquen alternativas; y la creatividad activa, que consistiría en guiar las alternativas y unificarlas. Para ello, podemos verlo mediante un ejemplo:
1- Fase de preparación. Esta fase consistiría en la exposición de los puntos de vista y con ello del problema
que trae a 2 hermanos a acudir a una mediación. (El conflicto se debe a la herencia de su madre).
2- Fase de incubación. En esta fase tanto los mediados como el mediador reflexionan sobre lo expuesto anteriormente, y lo interiorizan ya que puede que se haya comentado partes del problema que no se conocían anteriormente.
3- Fase de inmersión. A lo largo de esta tercera fase, se realiza una lluvia de ideas con las que abordar el problema, es decir, posibles soluciones al conflicto planteado como podrían ser que un hermano se lleve el piso en Cádiz y el otro el chalet de Córdoba; que un hermano se lleve ambas cosas y el otro se lleva la colección de jarrones chinos que tiene el primer hermano y la tercera opción: que ninguno se lleven nada y lo vendan o alquilen.
4- Fase de inspiración. En esta última fase ambos hermanos llegan a un acuerdo sobre la herencia de la madre, de tal modo que los dos terminan ganando lo que querían de manera que ninguno pierde nada. Los hermanos llegan al acuerdo de que el primer hermano recibe el chalet en Córdoba en la época de verano y el piso en Cádiz el resto del año ya que trabaja allí y el segundo, que trabaja en Córdoba recibe el chalet de septiembre a junio y el piso en Cádiz en verano para veranear con sus amigos.

Clara Morales León dijo...

Las distintas fases del conflicto necesitan creatividad para poder adaptarnos a cada problema con flexibilidad y de esta manera facilitar la toma de decisiones.

En la primera fase, las partes que se involucran en el conflicto presentan sus puntos de vista con respecto al problema. En esta fase se ¨radiografía el problema¨, se tienen que hacer preguntas a cada uno de una manera abierta, para que se sientan con la libertad de exponer lo que necesiten, cómo se sienten con respecto al conflicto y lo que necesitan de la mediación.

La fase de incubación, como dice el texto, se basa en reflexionar según la información que se nos ha proporcionado en la fase anterior. Por esta razón, en esta fase se piensa más en profundidad sobre las posibilidades de solucionar el problema que los ha llevado allí. Una de las técnicas que se puede hacer en esta fase es hacerse ¨el sordo¨, fingir atender a una llamada para observar la forma en la que se comportan las distintas partes sin tener a nadie ajeno delante.

En esta tercera fase, la de inmersión, ya tenemos claras las opciones, por lo que nos centramos en las oportunidades que se nos podrían dar en cada una de las distintas posibilidades: por ejemplo, si para solucionar el conflicto necesitan contratar a una persona que haga las tareas de la casa, se debe buscar maneras para encontrar a esta persona (mediante una agencia, mediante personas que ya se conocen… según lo que ambas personas estén de acuerdo)

En esta fase de iluminación se materializan las ideas de alguna manera. Si durante el proceso de mediación se ha llegado a distintos acuerdos (por ejemplo contratar a la persona que limpia la casa de mi vecina) se dejan por escrito y se operalizan mediante un cronograma o una agenda para que las partes del conflicto observen que esto tiene una solución real y con una fecha clara.

Alba Fernández Pino dijo...

Tomemos como ejemplo un conflicto con un compañero de trabajo, que no para de insultarte.
- La fase de preparación sería cuando vas al departamento de recursos humanos y hablas con el encargado de solucionar los conflictos y le pones al tanto de la situación, comentándole todos los detalles.
- La fase de incubación, ocurre cuando, tras exponer estos detalles, empiezas a reflexionar sobre la gravedad del asunto, sobre cómo te afecta emocionalmente y en cuanto a tu rendimiento laboral.
- Fase de inmersión, cuando, tras una charla con ese compañero problemático, dirigida por la persona del departamento de recursos humano, comienzas a tantear posibles soluciones, poniéndoselas como ejemplo a tu compañero y escuchando su opinión.
- Por último, la fase de inspiración hace referencia a cuando se alcanza esa solución tan deseada tras un proceso de selección de la misma.

Guadalupe del Junco Ollero dijo...

Estas cuatro fases para potenciar la creatividad podría equipararse por ejemplo al proceso de idear un invento útil. La primera fase se correspondería a la información que se extrae del medio, para analizar posibles necesidades que existan en la población que no estén cubiertas. La segunda fase se correspondería con el momento de reflexión que conlleva el idear algo que no se ha patentado aún, pero que de ser así, resultaría atractivo a una parte de la población. La tercera fase conlleva una mayor actividad en el sentido de dejar aflorar diferentes opciones que surjan en nuestra mente. Finalmente, la cuarta fase, en la que una vez se ha tomado una decisión se apuesta por la idea y se lleva a la acción.

Carmen Gutiérrez dijo...

Tras la lectura sobre las 4 fases para interioriza el proceso del Modelo Creativo, un ejemplo sería:
Fase 1, Preparación: Cuando dos primos acuden a mediación por el reparto de una herencia, donde aportan al mediador toda la información sobre la problemática y cuales son las demandas de cada uno de ellos.
Fase 2, Incubación: Una vez expuesta toda la información y demandas, es necesario un periodo reflexivo donde valorar usando la creatividad todos los detalles, para realizar un moldeamiento efectivo, justo e igualitario el cual sea aceptado por ambas partes.
Fase 3, Inmersión: Continuando con el proceso creativo es muy importante la forma en la que en este caso será usado el diálogo, empleando técnicas las cuales guíen de la forma más eficiente y eficaz posible, al fin y búsqueda del reparto equitativo de dicha herencia.
Fase 4, Inspiración o iluminación: suele ocurrir cuando entras en fase de bloqueo y no sabes como encauzar el caso de forma que ambos estén de acuerdo, pero de repente, cuando menos te lo esperas te llega esa “magia” y se te ocurre una gran idea la cual es aceptada por los dos primos.

Marta Balonga dijo...

La creatividad es un elemento de gran importancia en la mediación, creo que todos tenemos un mínimo de creatividad, aunque no todos le sacan el provecho que podría sacarle. La cuatro etapas de interiorización de la creatividad que nombra el articulo son; la preparación, la incubación, la inmersión y la iluminación. La realización de este proceso permitirá que se realice de forma correcta para ejercer de mediador.

Bárbara Alarcón Medina dijo...

Una pareja va a una mediación porque se quieren divorciar debido a que el marido ha sido infiel.
- Fase de preparación: Consiste en recoger la información de cada caso. Intereses e inclinaciones de cada una de las partes.
- Fase de incubación: se interioriza más el conflicto
- Fase de inmersión: Generamos una lista con las posibles soluciones utilizando la información del caso
- Fase de iluminación: En este punto ambas partes del conflicto acuerdan llevar a cabo la solución pactada.

Yvonne Barrero dijo...

La creatividad, es una habilidad que todos podemos entrenar y desarrollar en mayor o menor medida (dependiendo de cada persona) durante nuestra experiencia. Lo cierto es que, a pesar de la importancia y beneficios resultantes de la aplicación de la creatividad, hoy en día está muy desaprovechada, ya que son pocos los que prestan atención a desarrollar dicha capacidad.
Más allá de lo anterior, al reflexionar sobre las 4 fases, me viene un claro ejemplo a la cabeza. Imaginemos un caso en el que dos socios de una empresa acuden a mediación porque quieren separarse, pero tienen propiedades y acciones en común. En primer lugar, deberíamos escuchar cual es la situación de cada una de las partes y detectar el problema real para posteriormente plantear una manera de solucionar el problema. Tras esto, pasaríamos a la fase de “incubación”, en la que el mediador analiza el conflicto desde una perspectiva más cognitiva, es decir, dejar que se asiente toda la información de la fase anterior en nuestra cabeza. Esto nos permitirá ver con mayor claridad y lucidez el conflicto. Durante la fase de inmersión, se procederá a utilizar los conocimientos que fueron asentados en la etapa anterior para generar una lluvia de ideas para resolver el problema de amos socios de la empresa mediante un acuerdo que beneficie a ambos (ejemplo: repartir las acciones y propiedades equitativamente o buscar otras alternativas). Finalmente entraríamos en la fase de iluminación, es decir, aquel momento en el que se nos ocurre la respuesta al problema que tienen los socios de la empresa.

Pablo Flores López dijo...

De estas 4 fases, me gustaría destacar la importancia que tiene la fase de preparación, ya que considero crucial una buena recopilación de información a cerca del problema, a partir de ahí las fases restantes será mucho más fáciles. De modo que una fase de incubación, la reflexión y acomodación de la información será más favorable, a lo que siguen las fases de inmersión e inspiración las cuales vendrán solas tras un buen análisis de los datos recabados.

Anónimo dijo...

Un ejemplo podría ser el estar pensando cambiar de carrera y necesitar decidirlo.
En cuanto a la etapa de preparación, surge la problemática de no saber qué hacer y qué pasos dar, pero me mantengo activa y dirigida a querer encontrar una solución a mi situación
En la etapa de incubación, me encuentro menos activa y decido dejarme influir por mi intuición, y confió en que voy a encontrar y obtener aquello que me ayude a tomar cualquier decisión. Sé que quiero cambiarme de carrera, he meditado sobre el asunto y confío en mis intuiciones para saber ver más allá.
Con respecto a la etapa de inmersión, me encuentro creativa y aprendo a poner todos mis pensamientos e ideas en orden, para que no todo sea un caos en mi futura decisión.
Por último, tras todo el proceso, encuentro por fin aquello que he andado buscando. Decido que realmente necesito cambiar de carrera porque está no me hace feliz y además, sé lo que puedo dedicarme en un futuro y los pasos que tengo que hacer para conseguirlo.
LOLA DÍEZ DÁVILA

Anónimo dijo...

Dos hermanos acuden a una mediación porque tienen conflicto en cuanto a la herencia de sus padres.
Fase de preparación: Cada parte le explica al mediador el problema desde su punto de vista, explicando sus intereses y necesidades.
Fase de incubación: Se debe ver "más allá" del problema. Hay que interiorizarlo y buscar una solución más allá de lo aparentemente obvio.
Fase de inmersión: Se empiezan a plantear posibles soluciones en forma de lista a través de una lluvia de ideas.
Fase de inspiración/iluminación: Es la parte final de la mediación, en la cual se llega a un acuerdo con el cual ambas partes están satisfechas.

MARTA BARCO GRÁVALOS

Gloria Díaz Morillo dijo...

Poniendo el ejemplo de un matrimonio que se quiere divorciar porque últimamente no se entienden y discuten bastante, pero llevan una empresa juntos y no saben que hacer con ella, según las cuatro fases del Modelo Creativo:
- En la fase de preparación es donde el mediador escucha las versiones de ambas partes que le aportan información relevante sobre el conflicto y aclara que están ahí porque quieren y que sin su colaboración no será posible la solución del problema.
- En la fase de incubación es donde se reflexiona sobre los argumentos del otro intentando entenderlos para llegar a un acuerdo. Es la fase donde se produce un acercamiento entre ambas partes.
- En la tercera fase, la de inmersión, se establecen ciertas alternativas como soluciones, por ejemplo, arrendar la empresa y dividir las ganancias en partes iguales, pactar ciertos intereses y seguir llevando la empresa juntos o uno se la vende al otro a un precio negociable para salir beneficiados ambas partes.
- Y la última fase, la fase de inspiración, es en la cual el matrimonio llega a un acuerdo estableciendo unos intereses con los que los dos están de acuerdo y con los cuales se soluciona el problema.

Ana Ramos Bautista dijo...

La reflexión a la que me lleva el artículo de esta semana es que, para muchas personas, la creatividad es algo que se tiene o no. Una agilidad que el ser humano puede presentar y que, sin preparación ni consciencia ninguna, se puede llegar a grandes cosas solo por "ser creativo". No obstante, al fin y al cabo, no deja de ser una de tantas visiones en las que solo se observa el resultado final de un trabajo y no las horas de esfuerzo y dedicación que hay detrás, puesto que, para llegar a ser una persona creativa se necesitan muchas horas de esfuerzo. Concretamente, estos cuatro pasos, preparación, incubación, inmersión e inspiración o iluminación son el conjunto de la dedicación nombrada anteriormente.
La creatividad requiere de conocer el mayor número de datos posible, observarlos todo y cada uno de ellos, analizarlos punto por punto y en su conjunto, desde las distintas perspectivas, al fin y al cabo, empaparte tanto y pararte a pensar para que finalmente se acabe llegando a la idea creativa que buscábamos. Al principio puede costar, sin embargo, con esfuerzo el proceso se agiliza, pero sin olvidarnos de estos cuatro pasos. Finalmente, asimilo al mediador con un cantante del cual escuchamos su último éxito, pero no observamos todo el trabajo y tiempo que se requiere para escribir una buena letra y darle la melodía precisa para que quede todo en armonía.
Ana Ramos Bautista

Anónimo dijo...

El comentario de esta semana me ha llamado mucho la atención ya que aborda partes del proceso de la mediación desde una perspectiva poco común. Normalmente, cuando pensamos en la mediación solemos pensar en el momento de sentar a las partes en la mesa, escucharlas y dialogar con ellas. Una parte que suele pasar desapercibida suele ser la preparación de cada una de estas sesiones y una gran parte de esta preparación supone la creatividad de cada mediador. Esta creatividad, a pesar de que muchos estamos seguros de no tenerla, siempre acaba apareciendo, en mayor o menor medida. El comentario nos hace un breve resumen de este proceso de la creatividad donde, una vez haber preparado y escuchado a las partes, incubamos o "reposamos" la información recibida para poder comprenderla bien. La fase de la inmersión la entiendo como una lluvia de ideas, tanto mediador como partes van navegando las diferentes salidas o soluciones, hasta llegar a la fase de inspiración, donde las partes, gracias a nuestra orientación como mediadores, alcanzan esa solución creativa, fructífera y personal.

Maialen Malmierca dijo...

La creatividad es importante para la mediación, así como para otros métodos de resolución de conflictos, con ella se pueden encontrar diferentes formas de desarrollar posibles soluciones para mediar conflictos. Reflexionando sobre las cuatro fases del modelo creativo, podemos exponer un claro ejemplo: Un complicado divorcio con niños menores de por medio.

En la fase de preparación, el medidor debe escuchar pacientemente la información que les proporcionen ambas partes para que este primero ayude de forma objetiva a que las partes confrontadas vean el final del camino. Seguidamente, en la fase de la incubación, tras toda la saturación de información que puede recibir el mediador, deberá coger distancia y escoger la mejor opción, en este caso concreto, deberá tener muy presente a los hijos para que no les repercuta negativamente en la calidad de vida.
A continuación, en la fase de inmersión los mediadores deben tener muy presente que la solución a de ser pacífica, equitativa y legítima , ya que las relaciones personales estarán lejos de ser ideales, para ello podremos distorsionar el contacto con la realidad (reemplazar el enfado que puede conllevar el enfrentamiento de dos personas que se están divorciando) sustituyéndola por pensamientos esperanzadores o placenteros. Finalmente, en la fase de inspiración o iluminación, después de darle muchas vueltas a una situación tan complicada encontramos luz al final del túnel, tras muchos tira y afloja, encontramos un punto medio donde ambas partes están de acuerdo y se pone concluirá conflicto, en el ejemplo expuesto alcanzar una buena relación entre los progenitores supondrá una inyección de ánimo para los hijos en común y el régimen de visitas será más fácil de establecer.

Marta Sánchez Arnaiz dijo...

La fase de preparación podría ser cuando se quiere comprar una casa, las casas que están disponibles, las localizaciones de las casas, los tipos de hipotecas que hay. En definitiva, se busca información sobre el objetivo que se quiere llegar a conseguir. En segundo lugar, la fase de incubación hace referencia a reposar toda la información recibida de las casas disponibles, es tiempo para reflexionar y dejar que las ideas tomen forma. En la fase de inmersión se hace una lluvia de idea donde todos los miembros de la familia aportan sus diferentes opiniones. Finalmente, en la fase de inspiración o iluminación ocurre cuando se ve clara cuál es la casa perfecta, todo cobra sentido y se valora el esfuerzo realizado.

Anónimo dijo...

Ser creativo es una habilidad muy importante para ser un buen mediador y lo hemos podido ver en clase. Poder reaccionar de forma instantánea a situaciones complicadas es algo que se va trabajando con el tiempo y que cuanto mas lo estimulemos más fácil será para nosotros. Pienso tambien que no todo es creatividad en nosotros sino tambien en los clientes debido a que al fin y al cabo son ellos los que van a tener que llegar a un acuerdo.
Todas las fases las considero importantes pero realmente la cuarta es para mi la más bonita y significante, cuando ya por fin llega la iluminación, aquella idea que tanto esperabamos.

Blanca Linares dijo...

Tras la lectura de este artículo y los conceptos que hemos visto en clase, la creatividad es un concepto imprescindible a la hora de mediar. Este concepto no es innato, es decir, se puede ir desarrollando a lo largo de los años y para ello es imprescindible trabajarlo. La primera fase podría ser equivalente a una lluvia de ideas, la cual es muy importante para conocer las posibles perspectivas en la que se puede orientar la mediación. En la segunda fase, al ser más pasiva, el inconsciente debe tirar de la intuición para ver más allá del problema. En la tercera fase es muy importante ser atrevidos, soñar despiertos para dirigirnos a la búsqueda del win to win. Y por último, la parte en la que se plasma todo los procesos que se han realizado anteriormente, es decir, integrarlo todo en un acta final.

María Dolores Rodríguez Serrano dijo...

Pondría los siguientes 4 ejemplos para cada una de las fases:
En la fase de preparación, podríamos encontrarnos ante una entrevista de trabajo, donde el responsable de recursos humanos nos pregunta sobre aspectos personales, habilidades, gustos, etc.
La fase de incubación, por ejemplo, podría darse en el momento en el que, después de recoger la información importante, se selecciona aquella más importante según el puesto de trabajo al que se quiere aspirar. Se reflexiona qué es más relevante y qué se puede pasar por alto.
En la fase de inmersión, se va a buscar una solución o alternativas a la problemática o el caso. En este caso, ¿qué podríamos hacer con la persona que aspira a este puesto? ¿Realmente es idóneo para ocuparlo? ¿Podría ir mejor en otro puesto según sus características?
Para la fase de iluminación se encuentra el fin, la solución. Se llegará un acuerdo entre la persona que ha aspirado al puesto teniendo en cuenta sus necesidades además de las necesidades de la empresa. Quizás no es la más adecuada para adquirir ese puesto de trabajo, pero puede ser muy útil para otro puesto con características similares.

Ana María Pasión dijo...

Tras la lectura de esta entrada, me ha resultado interesante aplicar estas fases en un ejemplo sencillo y cotidiano, puesto que es necesario cultivar la creatividad en nuestro día a día. En primer lugar, un ejemplo en la fase de incubación sería cuando dos hermanos acuden a los padres porque han tenido un conflicto y entre gritos y lloros acuden a sus padres, los cuales cesan el vocerío para poder escuchar qué ha pasado. Mientras los hermanos relatan lo ocurrido, los padres reflexionan acerca de lo que ha ocurrido y escuchan atentamente los detalles del conflicto, lo que representaría la fase de incubación. Una vez realizado esto, se pasaría a la fase de inmersión, en la que se trabaja en conjunto para conocer qué es lo que quiere cada uno y cómo podrían salir ambos hermanos ganando en esta situación, hasta que se les ocurre cooperar y ceder, de manera que puedan turnarse para jugar, lo que concluiría con la fase de inspiración.

Anónimo dijo...

La creatividad es un concepto que debemos tener muy presente en nuestro día a día, ya que gracias a esta característica propia de cada persona, nos ayuda a diferenciarnos del resto, quien emplea esta cualidad innata que posee cada ser humano, conseguirá vivir una vida plena, obtener un mejor puesto de trabajo, ya que estaría dando soluciones a conflictos que otra persona no sería capaz de dar y a sentirse orgulloso de él mismo.
En la mediación, la cualidad de la creatividad es fundamental para diseñar estrategias y modelos de actuación que hagan lograr el propósito de este método, poner de acuerdo a las partes para solucionar el conflicto existente.
En la fase de preparación, podemos poner el ejemplo de un conflicto entre un arrendador y un arrendatario por incumplimiento de un contrato por falta de pago, en lugar de interponer una demanda, solicitan el trabajo de un mediador y este les pregunta las necesidades que tienen cada uno, con el objetivo de tener información sobre el asunto para poder establecer un punto común de encuentro entre ambas posturas.
En la fase de incubación, el mediador debe plantear la posibilidad de como solucionar el problema y llegar un acuerdo que beneficie a ambas partes, como puede ser, el desalojo de la vivienda por parte del arrendatario y no cobrar las dos últimas cuotas al arrendatario, así se beneficiarían ambas partes del acuerdo.
En la fase de inmersión, el mediador expondrá a ambas partes las pretensiones que solicitan para solucionar este conflicto.
La fase de inspiración, en esta fase las partes del conflicto llegan a un acuerdo amistoso, en el que ambas partes salen beneficiadas de dicho acuerdo, sin necesidad de llevar este conflicto una resolución judicial, en el que alguna de las partes no saldrá beneficiada del conflicto.

Anónimo dijo...

la primera parte, la parte de preparacion podria referirse al momento inicial en el cual le tenemos que explicar al mediador cual es el conflicto y los datos de este para que asi, viendo de que tipo de conflicto se trata se empiece a descartar tecnicas y otro tipo de cosas que gracias a la informacion recibida tenemos claro que no nos van a servir de nada
la segunda parte, la parte de incubacion seria como cuando acabas de tener una discusion y te paras a pensar en esta una vez estas relajada, en frio y empiezas a ver las cosas de otra manera
la tercera parte, la parte de inmersion podria referirse a, una vez visto el conflicto en frio y desde otra perspectiva, como se podria llegar a solucionar
la cuarta parte, la fase de iluminacion, es cuando das con la tecla de como podrias solucionar dicho conflicto

macarena llopis dijo...

Javier, el comentario anterior se me ha olvidado poner el nombre y lo he puesto en anonimo, soy Macarena Llopis

Anónimo dijo...

Este artículo nos habla sobre la creatividad en la mediación. La creatividad es un recurso que todos podemos llegar a alcanzar mediante entreno, independientemente de que para algunas personas pueda llegar a ser más fácil que para otras.
En estas cuatro fases, podríamos ver un modelo que nos ayuda a explotar la creatividad en un caso de mediación. Empezando por la preparación, donde nos hacemos conscientes del conflicto y nuestra cabeza comienza a encontrar las soluciones más obvias, seguida de la incubación, en la cual vemos más allá, en tercer lugar, la inmersión, en la cual hacemos una “lluvia de ideas” de soluciones dirigidas a un fin, y para terminar, la fase de inspiración o iluminación, el momento más esperado para la gente a la cual estamos ayudando y que aporta la mejor de las soluciones pensadas durante todo el proceso.
Carlota Rojo Alonso
4º Psicología A

Manuel Ciccotti dijo...

En mi opinión, ser creativos es algo fundamental en el trabajo del mediador porque tiene que trabajar en todas las maneras y fijarse de todo para que la mediación acabe en la resolución del conflicto. Si tuviese que poner un ejemplo que pueda pasar dividiendo en cuatro fasis sería más o menos asi. Me saldría el pensamiento de cuando tenemos que hacer el trabajo de fin de grado al termino del nuestro percorso universitario.
La fase numero 1, La de preparación, es aquella más similar a cuando nos ponemos ahí a buscar todas las información que necesitamos para investigar mejor el tema elegido y para que la exposición de nuestro TFG sobre ese tema sea el más completo posible.
La fase numero 2, la fase de incubación, es en la que nosotros enseñaríamos nuestro trabajo al profesor que intentará comunicarnos su opinión acerca del tema. Una vez que hayamos buscado todas las informaciones que podemos encontrar sobre ese tema y el profesor también nos haya dicho su opinión, vamos a analizar lo que hemos encontrado y vamos a pensar como vamos a seguir con el TFG.
La fase numero 3, la fase de inmersión, sería la que se unen todas las ideas que se hayan discutido con el profesor sobre el tema.
Y finalmente, la cuarta y ultima fase, la de inspiración, me parece aquella que se asemeje más sobre el momento en el que, de repente, te das cuenta de que pueda ser que no haya demasiadas maneras de seguir con ese trabajo, sino improvisadamente realizar que puedas aún mejorarlo y analizar aún más cosas.

Manuel Ciccotti

Marina Moyano Muñoz dijo...

La primera fase se asemeja a cuando hay que realizar un trabajo grupal, se requiere un enfoque principal y dos miembros del mismo grupo le dan un enfoque diferente sobre el tema elegido. Habría que poner en conocimiento del mediador de que va el tema y cuales son los argumentos de cada uno para que pueda intervenir de cara a conflicto.
Una vez que el mediador es informado de todo este conflicto, las partes del conflicto dejan el problema a un lado, para dar oportunidad al inconsciente para que pueda encontrar elementos o razonamientos nuevos que clarifiquen ese problema, ya que a veces dejándolo reposar nosotros mismo somos capaces de buscar soluciones. O de ver, si estábamos equivocados en el planteamiento creativo.
Nos enfocaríamos en qué queremos crear, de que elementos partimos y haríamos una lluvia de ideas entre las que luego podríamos elegir las mas orientadas o acertadas para conseguir lo que buscamos.
Cuando alguna de las partes, después de exponer su planteamiento y escuchar el planteamiento de los demás, además del mediador, se le ocurre espontáneamente una manera de enfocar el trabajo creativo que satisfaga todas las partes y que elimine la fuente del conflicto. Finalmente en la misma fase, con el acuerdo de todas las partes se adoptara esa idea como conclusión final y se pondrá en práctica. (Perdona Javier, lo escribí la semana pasada en un word con el fin de pasarlo a limpio y se me olvidó subirlo aquí)

Patricia Beltrán Martínez dijo...

Personalmente me ha parecido bastante acertado el hecho de que el proceso de mediación pueda dividirse en fases, pues queda claro los procedimientos y acontecimientos que se dan conforme avanza el proceso de mediación.
La primera fase (preparación) consiste en hacer un escáner de la situación, las personas que conforman el conflicto y la realidad y visión de cada una de ellas. Podría decirse que esta fase el profesional organiza una especie de esquema hilando personajes, acontecimientos e incluso, sentimientos. En este primer momento ya estamos haciendo que los implicados se escuchen, aunque aún no entiendan las razones del otro.
La segunda fase (incubación), trata de que las partes se comprendan sacando a la luz, no solo intereses, si no emociones y situaciones personales. Es ahí cuando ambos podrían llegar a entenderse y cuándo el mediado comienza a recabar toda la información necesaria que le permitirá acercarse cada vez más a soluciones adaptadas y creativas.
En la tercera fase (inmersión) las ideas que empiezan a incubarse cobran la estructura y realismo suficiente para ser propuestas a las partes enfrentadas en el conflicto. Así mismo, ambas partes también comenzarán a hacer el esfuerzo de buscar sus propias soluciones a partir de las propuestas por el mediador. Es el proceso de comunicación lo que lleva a la búsqueda y surgimiento de soluciones justas y creativas.
Por último, la fase de iluminación en la que puede afirmarse que todo el esfuerzo ha valido la pena. Desde mi punto de vista, no solo se encuentra una solución que les permita a ambos beneficiarse; si no que, además, ambas partes han aprendido a comunicarse y a solucionar futuros conflictos con empatía y de las maneras más creativas posibles. Por lo que las personas que acuden a mediación, no sólo resuelven su conflicto, si no que salen con la enseñanza de la escucha activa.

Laura Hames Plata dijo...

1. Fase de preaparación: Ante la falta de ingresos, el compromiso económico desborda la tranquilidad de una familia. Por ello, investigan las posibles alternativas que hay, buscando otra fuente de ingresos, negociando deudas, solicitando una hipoteca, etc.
2. Fase de incubación: Se procesa la información recogida y se consideran las alternativas encontradas, seleccionando aquella que mejor se les adapte a sus posibilidades. Al mismo tiempo, la vida diaria continúa, y no se pueden descuidar las tareas del hogar, el trabajo, etc.
3. Fase de inmersión: De repente, a un miembro de la familia le surge una idea que parece la más acertada. La posibilidad de nuevas fuentes de ingresos adicionales.
4. Fase de iluminación: Este le comunica a la familia la opción de vender productos hechos a mano, considerando los elementos necesarios y poniéndose manos a la obra.

Jose Luis Macias HInestrosa dijo...

Una vez indagado en profundidad en la base del problema y conocidas las diferentes fuentes o perspectivas, es de vital importancia recurrir a la creatividad para la resolución del conflicto. Creatividad, para poder encajar o crear un puente común de intereses ante posturas previamente contrariadas.

Además de la creatividad para poder ser capaz de alcanzar un acuerdo o solución común también es de vital importancia tener una gran capacidad de comprensión y de empatía. Ser capaz de ver las cosas desde el punto de vista de cada uno de los mediados.

Alessia Pettine dijo...

Las 4 fases de este proceso son basilares, pero – para mi – son fundamentales para un buen trabajo.
Las fases son cuatros y la primera frase de preparación es la recogida de informaciones que sirven para entender el problema que tiene que solucionar. Esta fase se parece mucho a la fase de la fase de preparación de cualquier estudiante cuando tiene que hacer un trabajo o estudiar.
La segunda fase de incubación es una acción pasiva y es cuando has tomado tan artículos e informaciones que tiene que aprender y hacer una filtración de todas para ver cuál es la más relevante.
La tercera fase di inmersión se basa sobre el dialogo, y parece a cuando se realiza un trabajo grupal en la universidad. En el grupo cada persona dice su propria idea y propuestas para el trabajo, y solo después se hace una segunda decisión de las más adecuadas para satisfacer el objetivo del trabajo.
La cuarta fase de inspiración o iluminación es cuando después todo el trabajo, antes la exposición el profesor o alguien de tus compañeros te dice que tiene que añadir algo o te has equivocado con algo y tiene que solucionar todo en minutos y tiene la iluminación de conjugar todo de la mejor manera.
Ser creativo en la mediación es muy importante porque algunas veces la solución no es tan simple y puede siempre pasar algo que te arruina los planes.
Alessia Pettine

Ludovica Grella dijo...

Conectando con la última frase del artículo, el concepto de creatividad se ha ido modificando con el tiempo, de hecho, si bien en un principio esta se consideraba una característica innata del don exclusiva de unos pocos elegidos, inmediatamente se planteó una posible adquisición transformándola en algo presente en todos. los seres humanos, aunque en diversos grados. La creatividad no es cuestión de segundos y requiere compromiso. Y la constancia por seguir experimentando viene de la motivación hacia la meta y la pasión por lo que haces. Si bien es cierto que todos tenemos la oportunidad de desarrollar nuestra creatividad, también es cierto que las personas tienden a encontrar soluciones creativas en un contexto específico. No se puede ser excelente en todas partes. Ciertas cosas, incluso, es mejor dejarlas en paz o mirarlas con sano realismo.

Paula Torrejón García dijo...

Otro artículo fantástico.
En la primera fase, la preparación, incluiría el preguntar a las partes qué es la mediación, por qué estáis aquí, y cómo os puedo ayudar. Así podríamos implantar las bases de la mediación y tendríamos un ligero conocimiento de cómo es el caso.
En la siguiente fase, entraría en juego nuestra creatividad, el saber cómo preguntar y el escuchar.
La fase de inmersión, el saber qué preguntar/decir y el saber escuchar entra en juego. Estas técnicas harán que el conflicto no vaya a más y llevará al camino de búsqueda de una solución.
La última fase, será el que las partes llegue a una solución justa, equitativa, estable y duradera.

Paula Torrejón García

Rocío Arce Bolaño dijo...

La creatividad, esa cualidad de la cual algunos nos creemos totalmente desabastecidos en momentos necesarios. Leyendo este articulo he reflexionado la cantidad de veces en la vida en las que he pasado por estas fases casi desde el inconsciente, pero muy clara en la desesperación del momento. La preparación, es la parte más automática de la creatividad. Aquí nos planteamos una especie de "acción reacción" emocional, parte que hemos aprendido a gestionar de una manera concreta a un problema concreto. La segunda fase, ahora sí, vamos a jugar, es la parte que se queda flotando en ideas, buscando caminos para llegar hacia dónde nos hemos propuesto. Y aquí se abre el gran abanico de posibilidades que tenemos pero que hasta ahora no habíamos visto o no habíamos contemplado. La tercera fase, cuando empezamos a moldear la idea, a darle color, a reafirmarnos en ella y lo mejor de todo, a sentirnos cómodos, porque ahora sí, tenemos control sobre lo que está pasando. La última fase, apartarnos y observar lo que hemos creado, y tomamos consciencia de dónde hemos llegado. Entonces te paras y piensas, pues igual es cierto, todos somos creativos en un momento dado, pero igual nunca llegamos a ser consciente de ello.

Álvaro Tamayo Martín dijo...

Analizando los 4 puntos que son importantes como mediador, descubrimos que la primera etapa de preparación es similar al método que usamos en Loyola con cualquier ciencia empírica, comenzando a recopilar información y buscando artículos científicos para averiguar de qué se trata el trabajo antes de abordarlo. En la segunda etapa, un tanto más pasiva, se procede a procesar toda la información y la limpiamos de aquello que realmente no es imprescindible para el proceso. En tercer lugar, durante la fase de inmersión, es hora de ser creativo para encontrar y alcanzar el objetivo final de la mediación. Sería en la fase de inspiración donde el mediador usa su magia para darle sentido al trabajo, de ahí su utilidad.
En definitiva, para estos 4 momentos se requiere de una capacidad de comprensión y empatía para cumplir el cometido de tener éxito en la intervención