lunes, 14 de septiembre de 2015

PALABRAS, SENSACIONES, SENTIMIENTOS

PALABRAS, SENSACIONES, SENTIMIENTOS

Cuando empezamos el viaje por este apasionante mundo que es la mediación, nos encontramos alrededor muchos otros viajes cuyo destino parece enturbiar nuestro camino cuando intentamos defender y apostillar que las personas con su actitud deben apostar por la mediación. Asi aparecen conceptos tales como el COACHING, LA PROGRAMACION NEUROLINGUISTICA,  LA RESILIENCIA, LA INTELIGENCIA EMOCIONAL o incluso más reciente el DERECHO COLABORATIVO. ¿Esto supone antagonismo o más bien distintas herramientas que podemos tener a nuestro alcance por un mismo fin?. En este breve artículo me gustaría tan solo mencionarlas para llegar a una conclusión que de una vez aumente nuestra red de conocimientos.
Debemos los profesionales ser conscientes de nuestra aptitud y nuestra actitud, la primera nos faculta, la segunda, nos envuelve. Conciencia, Responsabilidad y Acción son conceptos que se unen cuando queremos intervenir como profesionales, pero… ¿de qué forma intervenir cuando alguien nos necesita?.
         Si hablamos de COACHING, Supone acompañar, instruir y entrenar a una persona o grupo con el objetivo de conseguir alguna meta o desarrollar habilidades específicas, que le ayuden a continuar
       LA PROGRAMACION NEUROLINGUISTICA (PNL) Podemos decir que es una estrategia de comunicación , desarrollo personal y psicoterapia, dado que existe una conexión entre los procesos neuro lógicos ( neuro),  el lenguaje (lingüística) y los comportamientos aprendidos por la experiencia (programación)
         Cuando nos referimos a LA RESILIENCIA, la definimos como la capacidad para sobreponerse a periodos de dolor emocional y situaciones adversas. Podemos sobreponernos a contratiempos e incluso salir fortalecidos, pero necesitamos de un proceso dinámico que suponga la adaptación positiva en contextos de gran adversidad
         Si nos referimos a un término que es muy utilizado actualmente LA INTELIGENCIA EMOCIONAL, queremos mencionar la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones , de regular nuestros propios estados de ánimo y evitar que interfiera en nuestra capacidad
         Y por último aparece el llamado DERECHO COLABORATIVO, que consiste en un método de resolución de conflictos que prescinde de la tradicional litigación. Los abogados asumen el compromiso de no acudir a los tribunales y si alcanzar un acuerdo. Si este no llega, renuncia a defenderlos en juicio.


Cinco términos, cinco realidades, cinco herramientas que pueden ser complementarias y alternativas para un mismo fín, AYUDAR A LOS DEMAS, ¿o no es esta la idea que te hizo acercarte a la mediación?. Javier Alés

47 comentarios:

Clara Pérez Sutil, 4º Derecho, Sevilla dijo...

En primer lugar, es importante destacar, que estamos comunicándonos constantemente, ya sea a través de la oralidad, de gestos, movimientos o silencios.

En segundo lugar, todos hacemos una representación del mundo que nos rodea, es decir, un mapa que no coincide exactamente con la realidad, debido a las interpretaciones del mundo y de nuestro entorno, que hace que desechemos lo que para nosotros no es significativo. Es decir, creamos nuestra propia realidad.

Los conflictos de los seres humanos se dan porque su modelo de realidad es limitado y diferente al de los otros, actuando en nuestras conductas y en lo que vemos. (Dos testigos de una misma situación, ven lo ocurrido de forma diferente). Por todo esto, lo que procesamos y almacenamos, es a través de nuestros sentidos, creencias y cultura. Es por ello por lo que deberíamos de utilizar posiciones diferentes de cara a resolver algún conflicto o problema.

Primeramente, deberíamos de ver la situación desde nuestro punto de vista. En segundo lugar, analizar el hecho desde el punto de vista del otro. Y en tercer, y último lugar, observar la situación desde un tercer plano en el que no se esté involucrado en la situación.

Como conclusión, resaltar que en diversas ocasiones es indispensable ver una situación determinada desde distintas perspectivas, para poder realizar una negociación o llegar a un acuerdo entre las partes en conflicto.

Bianca Núñez Flores dijo...

Tras la breve lectura de este blog, me parece importante resaltar la relación posible entre los términos citados.
En mi opinión, ser coaching o ejercer de ello adecuadamente implica tener una alta inteligencia emocional, ya que esto supone el reconocimiento y conocimiento sobre las emociones propias así como las ajenas; por otro lado, la resiliencia también iría acompañando a estos términos de manera que, después de reconocer y conocer tales emociones agradables y no agradables, la persona podrá exponerse a ellas durante un periodo de tiempo.
El derecho colaborativo, tal y como viene explicado en el blog, puede entenderse como sinónimo de la mediación, en la cuál también podremos utilizar la PNL.
Es cierto que todo queda relacionado, es cierto que a veces no se trata de ser competentes entre términos sino de saber cuándo utilizar unos más que otros valorando siempre la eficacia de ellos.

Anónimo dijo...

Tras la lectura del blog me gustaría comentar la importancia de saber distinguir plenamente una u otra disciplina. Creo que resulta enriquecedor que existan características comunes entre una y otra para así poder retroalimentarse con la información que pueden proporcionarnos.

El concepto del derecho colaborativo me resulta bastante similar al concepto de la mediación compartiendo básicamente el mismo fin ambas. Es por ello que considero que nos serviría como una herramienta para completar nuestro proceso de mediación.

El coaching sin embargo no me parece una metodología tan similar en todos los aspectos a la mediación ya que, como bien dice el nombre, sirve para entrenar a una persona con el objetivo de conseguir una meta. Este fin que persiguen no tiene por que ser la resolución de un conflicto, lo cual si sería la meta principal de la mediación.

La resiliencia la considero una herramienta que podría resultarnos muy útil en el proceso de la mediación, esto es, si la persona aprende a afrontar el problema y a adquirir las estrategias necesarias para afrontarlo y a su vez proporcionar una mejor resolución de posibles nuevos conflictos en un futuro.

Muy ligada con la modalidad mencionada con anterioridad nos encontramos con la inteligencia emocional, la cual nos permite regular nuestro estado de ánimo para evitar que influya de manera negativa en nuestro día a día y en la resolución de los conflictos.

María del Carmen García Antón, 4º Psicología, Sevilla.

Ángela Fonseca Priego dijo...

Creo que cualquier profesional debe conocer las distintas herramientas que puede utilizar para ayudar a sus clientes/pacientes. En este caso, ya conocemos las herramientas y lo único que debemos hacer es ajustar las distintas herramientas a cada caso, ya que cada caso es distinto.
En primer lugar, nos encontramos con el Coaching, aquel acompañamiento que hacemos a nuestros clientes. Desde el punto de vista de la mediación, el mediador debe acompañar en todo momento a sus clientes, dejándoles que ellos tomen las decisiones y el mediador solo los va entrenando a lo que se van a encontrar en la vida real, siempre con el objetivo de conseguir la meta que los clientes quieran.
En segundo lugar, hablamos de la PNL es una herramienta que combina los procesos neurológicos, el lenguaje y la programación, es decir, es muy útil para ver como los clientes conectan todos los procesos neurológicos, con lo que expresa y con lo que va programando, al igual que el Coaching siempre tienen en mente la meta que quieren conseguir. Aunque puede ser muy útil, creo que el profesional para aplicar esta técnica debe tener conocimiento de todo ello, y no todos los profesionales son expertos en estos temas.
En tercer lugar, la Resiliencia aquella capacidad que tenemos para sobreponernos antes situaciones adversas. Esta herramienta es muy buena para que los clientes se conozcan a si mismo y tengan la capacidad de sobreponerse a la situación que esta pasado. Cuando un cliente o paciente acude a un profesional es porque ya se encuentra en una situación que no quiere, por tanto nosotros, como profesionales debemos hacerle ver que debe superar todo eso, pero el problema esta en que cada persona es diferente, y por tanto aunque el profesional le diga que debe superar todo lo que le venga y afrontarlo, cada persona tiene un tiempo de afrontamiento, por tanto, creo que esta técnica esta muy bien pero que es una herramienta lenta de aplicar.
En cuarto lugar, la Inteligencia Emocional es una herramienta que al igual que la anterior quiere motivar a los clientes para que afronten por lo que están pasando.
Por último, y en quinto lugar, el Derecho Colaborativo, cuando un cliente acude a un mediador lo que quiere es no ir a los tribunales, sino legar a un acuerdo con aquella persona, comunidad, que no piensan lo mismo y que les esta llevando a tener problemas. Esta herramienta la debemos complementar con todas las anteriores, ya que queremos ayudar al paciente a conseguir su meta sin tener que pasar por procesos más complicados.
Prestemos especial atención en que nuestro principal objetivo es el de AYUDAR A LOS DEMÁS, eso es lo único que nos importa y para ello debemos conocer las distintas herramientas para conseguir nuestro fin.

Jaime Pérez Ortiz dijo...

Jaime Pérez Ortiz, 4º de Psicología, Sevilla.

Este artículo me ha parecido de gran relevancia ya que nos aporta información útil sobre otras vías que como bien dice el texto tienen el mismo fin que la mediación, ayudar a los demás.Dos de los recursos mencionados en el artículo me han parecido muy interesantes a la hora de complementarlos con la mediación, la inteligencia emocional y la resiliencia, si se trabajan conjuntamente estas habilidades facilitaría en ciertos aspectos el proceso de mediación, por lo que sería muy positivo para la meta final.

Por otro lado me gustaría mencionar y compartir aquí la popularidad y visibilidad que esta ganando el Coaching en el último lustro, siendo este fundamental incluso para las competiciones profesionales de videojuegos que tienen como premio una gran cantidad económica, teniendo cada equipo y entidad un coaching contratado que dirige y acompaña a los jugadores en cada torneo, su papel en este ámbito sería motivar al equipo y transmitir cierta calma en los momentos más difíciles a la vez que dota a los jugadores de conocimientos para ello.

Para concluir cabe decir que cada recurso que se nos presenta en el texto puede tener ventajas específicas en cada caso particular de una persona, por lo que considero que cada uno tiene cabida dentro de este marco tan maravilloso de ayudar a otros.

Alicia Torres Huelva dijo...

Alicia Torres Huelva, 4º de Psicología en Córdoba

¿Qué objetivo tenemos como profesionales?
Entiendo que todas las profesiones implican una ayuda o soporte a los demás, desde un mecánico hasta un profesional de la mediación, todos tienen el objetivo de ayudar a los demás, y sea en calidad de vida, de manera tangible, a nivel emocional...

La finalidad es ser ÚTILES en aquello que nos dedicamos y ser útiles para y con los demás.

Hemos visto que la mediación es una profesión con ese mismo fin sea cual sea su ámbito: vecinal, fiscal, organizativa, familiar...
Pretende conciliar y que las personas de manera voluntaria lleguen a un acuerdo sin necesidad de llegar a pleitos.

Se nos exponen aquí una serie de herramientas que pueden incluirse en la mediación para hacerla, como bien dije al principio, útil, cumpliendo así con su principal función.

El coaching es una de ellas en la medida en que implica un acompañamiento del profesional. Pero... podría resultar difícil encontrar la mediación aquí. Sin embargo, su presencia resulta indiscutible cuando miramos desde la perspectiva de que supone una mediación de la persona que acude a nosotros con su propia realidad o situación. Necesita ayuda y recursos personales de los que no dispone y nosotros le vamos a ayudar. Incluso puede ser MEDIAR para hacer su vida muy funcional.

Desde este punto de vista también se puede entender la relación de la programación neutorlinguística con la mediación.

Sin embargo, desde mi punto de vista, la inteligencia emocional sí la considero indispensable en cualquier tipo de mediación, pues incluye "saber leer" los gestos, entender al otro y empatizar. Conocer la realidad y experiencia de la persona que recibimos es esencial para poder intervenir en su situación.

Por último el derecho colaborativo es una muestra de que la mediación obtiene sus frutos y debe ser en la mayoría de los frutos la primera alternativa de solución de problemas. Aunque pueda estar al límite de la mediación, no debemos olvidar de que es una disciplina cercana que también la beneficia y valora indirectamente como profesión.

En conclusión, como nuestro fin es ser buenos profesional cumpliendo así con nuestro objetivo y actuando desde la ética y la moralidad, disponer de herramientas o alternativas para ello no debe considerarse una barrera o desprestigio hacia nuestra profesión, sino una oportunidad de ejercer de manera más óptima.



Unknown dijo...

Me gustaría destacar ante todo que el blog de esta semana me ha gustado bastante. En primer lugar, destacaría la siguiente frase “Debemos los profesionales ser conscientes de nuestra aptitud y nuestra actitud, la primera nos faculta, la segunda, nos envuelve”. De vez en cuando es importante reflexionar cuáles son nuestras aptitudes y actitudes de cara a nuestro ejercicio profesional. La mayoría de las herramientas que han sido expuestas: coaching, inteligencia emocional o resiliencia me interesan para aprender de ellas de cara a mi futura profesión, que es el ejercicio de la Psicología. Sin embargo, no se me habría ocurrido que esto tuviera que ver también con la mediación. Ya que en el presente foro me ha quedado claro de que son herramientas útiles para la mediación, me replanteo el beneficio que puede tener utilizar estas técnicas de cara a la mediación. También, considero que estas técnicas han de estar adaptadas a el caso concreto de mediación, ya que no siempre va a ser útil para todo tipo de contextos. Creo que para mediar es necesario una cierta apertura al cambio y el hecho de que existan ciertas herramientas alternativas, podrían ser aprehendidas para el desarrollo óptimo del ejercicio de la mediación.
María del Carmen Pacheco Romero 4º Psicología (Campus Córdoba)

Carmen Jiménez. Psicología dijo...

Me centraré en la pregunta de inicio planteada por Javier Alés en esta publicación: “¿Esto supone antagonismo o más bien distintas herramientas que podemos tener a nuestro alcance por un mismo fin?”.
Considero que esto, más que una antagonismo tal y como se cuestiona, se trata de distintas herramientas que nos acercan a un fin.
Y es que como profesionales de la mediación, debemos considerar a ésta como tal, estudiarla en su plenitud y ejercerla con todos los métodos y condiciones que conlleva. Es decir, si nos dedicamos a ejercer la mediación que menos que nos sirvamos de sus propios recursos y herramientas que contiene.
Pero más allá de eso, como buenos profesionales y como en todas las profesiones, nunca está de más optar por tirar de los conocimientos, aportaciones, instrumentos, etc., que otras áreas nos pueden aportar. Por ejemplo, en qué puede repercutir que un psicólogo clínico, opte por tirar de saberes y recursos que la medicina le puede brindar con el fin último de ayudar a un paciente. O que por el contrario un médico de familia se sirva de los conocimientos de la psicología para hallar las causas psicológicas que pueden estar afectando sobre los síntomas fisiológicos de su paciente. O que por otro lado un propio mediador, se sirva de los conocimientos de la abogacía para conocer distintas alternativas de resolución de conflictos dentro de la legalidad.
Como podemos ver, hacer uso de los diferentes recursos de los que disponemos, siempre que se hagan dentro de unas medidas justas, de forma que siempre seamos conscientes de donde partimos y cuál es nuestra especialidad y limitaciones ante las técnicas que usamos de otras profesiones, no trae más que consecuencias positivas ante los fines que queremos alcanzar.

Entonces por qué no permitir a la mediación servirse de estos recursos tan valiosos de los que dispone a través de otras áreas de aplicación como son en este caso la inteligencia emocional, el coaching, la programación neurolingüística, la resiliencia y el derecho administrativo. Áreas en las cuales su actuación se encuentra muy estrechamente ligada a la de la mediación y cuyo fin común entre ellas es el de ayudar a las personas en los diferentes aspectos de su vida.

Lorenzo Aliaga Cruz dijo...

En la lectura se han hablado de una serie de herramientas muy importantes para utilizar en este nuevo método llamado Mediación, sin embargo, en mi comentario me centrare en un tema que es muy hablado en psicología como es la inteligencia emocional.

Desde mi punto de vista la inteligencia emocional es una característica que un mediador debe poseer por obligación. Si las personas sienten que sus partes no están siendo comprendidas no verán la necesidad de seguir un proceso que no velan por sus intereses personales.

Por otro lado, la inteligencia emocional es una habilidad que nos puede ayudar a dirigir a las personas y crear un ambiente de cercanía. Las personas tendemos a juntarnos con nuestros iguales, por lo que si intentamos adaptar las emociones y los comportamientos para que sean de igual a igual quizás se pueda optimizar la eficiencia de las sesiones.

Por último me gustaría comentar que este tipo de inteligencia también nos puede ayudar a no perder la calma en determinada situaciones en las que las partes entran en conflicto. Nos puede ayudar a controlar y dirigir la situación para que no llegue a nada más.

María Pulido Amador dijo...

Considero el proceso de la mediación de gran utilidad en nuestra sociedad actual y por ello todas las habilidades que aquí se presentan creo que son necesarias en cualquier solución de conflicto, ya que el papel del mediador es una figura de apoyo para ello. En mi opinión todas ellas se retroalimentan y ninguna la considero más importante que otra. También quería señalizar que la mediación va tomando fuerza pero aún así todavía no está introducida ni vista como real o posible en la solución de un conflicto, hecho que no me parece muy coherente ya que estas habilidades no son adquiridas fácilmente por cualquier persona de ahí a que considere el papel del mediador vocacional y profesional

Unknown dijo...

Como hemos ido viendo a lo largo del curso, la mediación abarca grandes campos de actuación siempre con la misma finalidad: ayudar a resolver un conflicto.

Para poder resolver un conflicto es fundamental que ambas partes pongan de su parte y quieran llegar a un acuerdo, aunque eso requiera que éstas tengan que ceder. Pero además de voluntad, se requieren muchas otras habilidades, por parte del profesional y de las partes implicadas en el conflicto.

Como bien se definen en el blog existen una serie de disciplinas que están muy relacionadas con la mediación, lo que nos hace pensar si esto supone un antagonismo o más bien distintas herramientas que podemos tener a nuestro alcance por un mismo fin.

Personalmente, considero que debemos de enriquecernos de todo aquello que nos haga más expertos en nuestro ejercicio profesional, en este caso en mediación.

De todas las disciplinas mencionadas, establezco una muy estrecha relación con la Inteligencia Emocional, la Resiliencia y el Derecho Colaborativo, aunque la PNL y el coaching también estén muy relacionados.

En primer lugar, la Inteligencia Emocional, entendida como la capacidad de entender tanto las propias emociones como las ajenas y poder regularlas. En una mediación, el profesional debe ser consciente de las emociones de las partes para entender cómo se están sintiendo y poder mediar de una manera fructífera.

Por otro lado, en el blog se habla del Derecho Colaborativo. La finalidad de la mediación es llegar a un acuerdo fuera del ámbito judicial, por lo tanto, mediación y derecho colaborativo siguen el mismo objetivo. Puede que los límites de ambas disciplinas queden un poco desdibujados, sin embargo, considero que ambas se complementan.

Por último, me gustaría hablar de la Resiliencia, entendida como la capacidad de superar situaciones o experiencias adversas. Cuando una persona pide una mediación, se entiende que ésta tiene un conflicto. Este conflicto seguramente suponga un malestar para ambas partes. Sin embargo, es fundamental dejar de cierta manera a un lado todo lo que el conflicto suponga en la persona y tratar de llegar a un acuerdo. En este sentido, ambas partes tienen que superar el conflicto, por lo que la resiliencia está muy presente en la mediación.

Fernando Pérez-Vera García dijo...

Interesante contenido. Es cierto que mi elección por la mediación fue ayudar a los demás, pero no solo ayudar, si no la calidad de la ayuda. En cursos anteriores de mi carrera hemos asistido a numerosos juicios y he de decir que el trato y la atmosfera de los mismos no es la mejor del mundo. Por eso pensé que tenía que cambiar o que existiese un método que hiciese de la resolución de un problema algo más cálido y cercano sin olvidar las personas que somos y dejar en otro lado un poco la frialdad de los procesos judiciales.
No solo existe la mediación, el derecho colaborativo surgió en los años 90 por un abogado estadounidense que estaba saturado de trabajar. Ante esta solución creo un proceso extrajudicial para la resolución de disputas que provocaban largos procesos judiciales. Aquí surgió el derecho colaborativo, ahora cuenta con miles y miles de profesionales por todo el mundo. Mercantil, familia, civil… La razón de esta es casi igual que la de mediación, con ciertos matices, pero como se ha dicho, con la finalidad de hacer de la justicia un método de calidad.

Fernando Pérez-Vera García

Ana Blanco Barriga dijo...

Pienso que la mediación es una medida muy útil para resolver conflictos. En la actualidad no es tan conocida como debería, está abriéndose hueco y deberíamos fomentar su uso ya que aporta ciertos valores que otros procesos no poseen.
Las habilidades de las que habla el blog son muy importantes para lograr resolver conflictos, no puede decirse que una sea mejor que otra.
La mediación sirve para ayudar a los demás y debemos poseer estas habilidades para poder realizar bien nuestra labor.
Ana Blanco Barriga

Natalia Antelo dijo...

Me ha parecido muy interesante esta lectura ya que se ha hablado de una serie de herramientas que podemos utilizar como mediadores, pero me gustaría centrarme en dos aspectos que dentro de la psicología hemos tratado bastante y que considero muy interesantes para desarrollar nuestro papel como psicólogos; resilencia e inteligencia emocional.Por un lado, considero que todo mediador debe poseer esta habilidad ya que debemos contribuir a una resolución pacífica del conflicto, y enfatizar los valores sociales positivos con la finalidad de transformar estos vínculos conflictivos en una relación positiva y pacífica. Por otro lado, la inteligencia emocional es muy importante ya que los mediadores no dejan de tener sus propias emociones. A pesar de estar preparadas profesionalmente, es difícil mantenerse al margen del clima afectivo de la sala, por lo que es preciso aprender a reconocer, conocer y gestionar estas emociones. Esta es una competencia que los mediadores deben dominar para lograr que los clientes consigan un acuerdo en las mejores situaciones posibles, ya que el hecho de no poseerla puede tener muchas desventajas como por ejemplo: las emociones se contagian, lo cual significa si creamos un clima emocionalmente tóxico podría imposibilitar llegar a un acuerdo, y como crear una atmósfera emocionalmente positiva podría facilitar dicho acuerdo.
En definitiva, estos aspectos deben ser centrales en la formación del mediador para un buen ejercicio de la profesión.

Natalia Antelo, 4 psicología, Sevilla.


Paula Tangarife Calero dijo...

Esta nueva entrada del blog me ha parecido interesante y al mismo tiempo confusa. Aunque aparentemente los conceptos de los que habla son ciertamente distintos, tienen muchas cosas en común, la principal, la superación personal.

Aunque cada una tenga un método o una estela de actuación, pueden ser complementarias perfectamente. Desde mi punto de vista, la mediación, cumple con muchas de las funciones que tiene por ejemplo, la resiliencia, la programación neurolingüística o la inteligencia emocional; en un proceso de mediación estamos fusionando de alguna manera todas ellas, ayudando a que las personas se conozcan a ellas mismas, sepan lo que quieren y lo que sienten, sean capaces de transformar esto en una opinión que compartir, en una postura que defender y, sobre todo, que puedan ver una salida o una oportunidad dentro de lo que, en un principio, era un problema.

Dicho esto, también hay que tener en cuenta la cantidad de diferencias que podemos encontrar entre estos conceptos que los separan tanto entre sí y por lo que no podríamos englobarlos como para tratarlos como uno, como un conjunto.

Aún así, creo que todos los profesionales que se dediquen a cada uno de estos métodos tienen la bondad y preocupación de querer ayudar a los demás, que, al fin y al cabo, es el lazo más bonito y humano que les une.

Paula Tangarife Calero, psicología y criminología, Campus Córdoba.

Unknown dijo...

Tras leer este artículo del Blog, saco como ventaja principal de todas estas herramientas es que conocer y saber es muy importante, por lo que opino que para ser un buen profesional tienes que saber de muchos temas porque no sabes en qué momento te va a ser útil utilizarlas.

Tras esta breve introducción, me dispongo a ver una a una cada herramienta sus ventajas y desventajas:

-En cuanto al Coaching creo que tiene como ventaja que está centrado mucho en la persona y en ayudarla lo que creo que para el cliente es muy importante, pero como desventaja veo que no permite que el cliente ponga de su parte, de su opinión y proponga de qué manera le gustaría a él/ella llegar a alcanzar esa meta u objetivo.

- Por otro lado, la PNL tiene una ventaja importante y es que abarca varios aspectos y los une en uno, que son la parte neurológica, lingüística y de experiencias del cliente, por lo que atendiendo a esos aspectos tan importantes puede ayudar de manera efectiva al cliente.

-La ventaja de la Resiliencia es que puede dotar al cliente de estrategias personales para que él/ella mismo sea capaz de manejar sus emociones y que de esta manera no le afecte negativamente. Pero, veo como una desventaja clara después de llevar 3 años en la carrera de Psicología que es importante que las personas tengan emociones negativas y no solo positivas por ello la resiliencia me parece que enfoca las herramientas desde una perspectiva demasiado positivista.

-No podría decir ninguna desventaja de la Inteligencia Emocional ya que veo crucial el papel tan importante que tienen las emociones en nuestro día a día pero que comparándola con la Mediación creo que es una parte importante pero no suficiente para abarcar cualquier problema.

-Como ventaja clara con respecto al Derecho Colaborativo es que no se acudiría a juicio, no sería costoso a nivel económico y no se emplearía tanto tiempo en el proceso que conlleva un juicio. Y como desventaja la inseguridad de que vaya a haber acuerdo o no.

Anónimo dijo...

Candela Borrego Alcalá, 4º de Psicología, Campus Córdoba Loyola Andalucía

Para empezar, creo que es importante resaltar el fin último de la mediación, entendiéndose este proceso como el objetivo o la ayuda que se ofrece por parte de un profesional para que dos partes, con predisposición a llegar a un acuerdo sin necesidad de llegar a pleitos, lleguen a objetivos o metas comunes o con las que ambas partes estén satisfechas.

Entendiéndose así el objetivo de la mediación, las técnicas nombradas en el fragmento del texto se podrían considerar herramientas o técnicas complementarias que pueden utilizarse en el ámbito de la mediación y que en especial alguna de ellas comparten una relación muy estrecha siendo sus fines bastante similares.

El proceso que se sigue en el coaching es distinto al que se sigue en la mediación pero no deja de ser un acompañamiento a una persona para guiarla en su objetivo o meta a conseguir, podría entenderse la mediación como un tipo de coaching desde este punto de vista, entendiendo este como la guía o ayuda que se ofrece a dos partes había un objetivo común, ayudando a desarrollar habilidades que reduzcan la situación de conflicto y en la que ambas partes se vean beneficiadas.

En mi opinión, la resiliencia y la inteligencia emocional son competencias indispensables dentro de ámbito de la mediación.
La inteligencia emocional, como la capacidad de reconocimiento y de regulación de las propias emociones y de las ajenas, es una habilidad muy importante en la mediación por ejemplo a la hora de formular ciertas preguntas, empatizar, reconocer ciertas emociones o reacciones durante la mediación, facilitar la comunicación o apertura, facilitar la introspección y reconocimiento de emociones en las partes implicadas en la mediación etc.

La resiliencia entendida como la capacidad de superación tras las adversidades que se hayan podido dar. Si el mediador es resiliente este fomentará la resiliencia en el proceso, sirviendo esta como lugar de aprendizaje para ambas partes, capacidad que ayudará a reducir el estancamiento o conflicto existente.
Por último en cuanto al derecho colaborativo, la mediación y este comparten objetivo en tanto a que ambos pretenden solucionar un conflicto sin tener que proceder por la vía jurídica.

Por lo tanto todas estas herramientas citadas más que pasar a considerarse como antagónicas se consideran técnicas complementarias que ayudan al mediador a enriquecerse en habilidades que favorecerán el proceso.

Candela Borrego Alcalá dijo...

Candela Borrego Alcalá, 4º de Psicología, Campus Cordoba Andalucía

Para empezar, creo que es importante resaltar el fin último de la mediación, entendiéndose este proceso como el objetivo o la ayuda que se ofrece por parte de un profesional para que dos partes, con predisposición a llegar a un acuerdo sin necesidad de llegar a pleitos, lleguen a objetivos o metas comunes o con las que ambas partes estén satisfechas.

Entendiéndose así el objetivo de la mediación, las técnicas nombradas en el fragmento del texto se podrían considerar herramientas o técnicas complementarias que pueden utilizarse en el ámbito de la mediación y que en especial alguna de ellas comparten una relación muy estrecha siendo sus fines bastante similares.

El proceso que se sigue en el coaching es distinto al que se sigue en la mediación pero no deja de ser un acompañamiento a una persona para guiarla en su objetivo o meta a conseguir, podría entenderse la mediación como un tipo de coaching desde este punto de vista, entendiendo este como la guía o ayuda que se ofrece a dos partes había un objetivo común, ayudando a desarrollar habilidades que reduzcan la situación de conflicto y en la que ambas partes se vean beneficiadas.

En mi opinión, la resiliencia y la inteligencia emocional son competencias indispensables dentro de ámbito de la mediación.
La inteligencia emocional, como la capacidad de reconocimiento y de regulación de las propias emociones y de las ajenas, es una habilidad muy importante en la mediación por ejemplo a la hora de formular ciertas preguntas, empatizar, reconocer ciertas emociones o reacciones durante la mediación, facilitar la comunicación o apertura, facilitar la introspección y reconocimiento de emociones en las partes implicadas en la mediación etc.

La resiliencia entendida como la capacidad de superación tras las adversidades que se hayan podido dar. Si el mediador es resiliente este fomentará la resiliencia en el proceso, sirviendo esta como lugar de aprendizaje para ambas partes, capacidad que ayudará a reducir el estancamiento o conflicto existente.
Por último en cuanto al derecho colaborativo, la mediación y este comparten objetivo en tanto a que ambos pretenden solucionar un conflicto sin tener que proceder por la vía jurídica.

Por lo tanto todas estas herramientas citadas más que pasar a considerarse como antagónicas se consideran técnicas complementarias que ayudan al mediador a enriquecerse en habilidades que favorecerán el proceso.

Elisabeth Villalba dijo...

Mediar en sí, es un concepto que ya dice mucho de sí. Cuando entre las personas hay conflictos debemos de poner a prueba diferentes mecanismos intrínsecos para enfrentarlos y salir adelante. Por ello, un mediador debe tener “aptitud”, para utilizar las diferentes herramientas y ayudar a buscar soluciones válidas y duraderas. Pero sobretodo ayudar a restablecer la confianza entre las personas afectadas.

Con respecto a los puntos señalados, hago hincapié en tres de ellos pues como estudiante de psicología considero que son importantes para solucionar un conflicto. Primeramente estaría la programación neurolingüística, donde considero que comunicarse permite entender la postura de cada parte y fortalecer al individuo. Seguidamente estaría la inteligencia emocional, pues necesitamos ser dueños de nuestras emociones, de nuestros estados de ánimo… siendo importante regular nuestras emociones cada vez que tengamos un conflicto. Por último comentar la resiliencia, donde el tiempo juega un papel importante ante los infortunios a los que se enfrentan las personas. Por lo que ser conscientes de que las cosas pasan antes o después, permite que las personas puedan enfrentarse a las cosas de una forma más positiva.

En cambio, estos mecanismos se pueden volver en contra del mediador si éste no sabe gestionarlos de manera adecuada. Por ejemplo el coaching, puede ser útil si todos los miembros implicados están a favor de resolver el conflicto. Mientras que si las personas no están a favor, esta técnica se puede volver en contra del mediador si no se utiliza de manera adecuada. O el derecho colaborativo, los mediadores optan por la vía extrajudicial para resolver los conflictos, por lo que tienen que hacer que las partes colaboren para ello, no sólo ayudándoles a que resuelvan el conflicto, sino que además se deben comprometer con ellos para que la comunicación sea eficiente.

Elisabeth Villalba, 4º Psicología-Criminología, Córdoba

Anónimo dijo...

Franciso Zamora Borrueco . Alumno 4 de Psicología, Córdoba.

El texto a comentar esta semana esta muy relacionado con temas éticos en la profesión ya que como bien dice los profesionales debemos ser conscientes de nuestras aptitud y actitud a la hora de realizar cualquier servicio. No siempre nos encontramos con profesionales que muestra una actitud correcta a pesar de su buena aptitud, es por este motivo que debemos ser conscientes en todo momento de nuestras aptitudes (talentos que poseemos) y de una buena actitud (temperamento/comportamiento) para mostrar correctamente aquello por lo que nos hemos formado.

Por otro lado comenta 5 aportaciones podemos realizar en nuestro trabajo diario como son el coaching (acompañamiento), programación neurolingüistica (comunicación), resilencia (sobreponerse a situaciones negativas), inteligencia emocional (autogestión) y derecho colaborativo (autoresolucion de conflictos), estas 5 aportaciones son muy importantes en el mundo de la mediación por lo que este texto nos servirá de ayuda para futuros trbajaos que podamos realizar en este ámbito.

Unknown dijo...

Todo profesional que se precie busca, de una manera u otra, contribuir activamente en pos de mejorar la sociedad. En este sentido, lo esperable es que sus "herramientas" supongan un puente entre los usuarios y el bienestar percibido.

La mediación, como hemos visto a lo largo de estos meses, no es una simple disciplina; de ser, no es ni siquiera un proceso. Se podría decir que es un medio en sí mismo, el cual, mediante diversos métodos en combinación con la pericia y creatividad del gestor de conflictos se configura como ese puente que acerca a las partes a una solución equitativa, justa y estable.

Tal y como explica el post de esta semana, la mediación no es un campo rígido que abarque técnicas exclusivas de su propio repertorio, sino que se abre a diversas herramientas, ¿por qué? Porque no se trata de algo secuencial, sino que se adapta a las idiosincrasias de cada caso, haciendo uso, por ello, de un amplio abanico de alternativas, las cuales cito a continuación:

- Coaching: Esta técnica es útil en la medida en que se produce un acompañamiento e incluso una educación, al proveer a las partes de técnicas de resolución de conflictos de cara al mantenimiento del acuerdo a largo de plazo y con el fin de que sean capaces de superar futuros conflictos.
*En este aspecto, habría que tener cuidado de no ser excesivamente paternalistas, dando soluciones en lugar de permitir que las personas descubran sus recursos por ellas mismas.

- Programación neurolingüística (PNL): Resulta una técnica curiosa en mediación, puesto que atiende a las representaciones y significados que atribuyen las personas al mundo que las rodea.
*El peligro de esta técnica es que requiere conocimientos por parte del mediador de las teorías constructivistas y de renegociación de significados. Además, la evidencia empírica muestra que la PNL es una "terapia pseudocientífica", por lo que su utilización debería ser combinada con otras técnicas y en la medida en que resulte realmente efectiva en los usuarios.
- Resiliencia: La capacidad de hacer frente a las adversidades. La mediación es una ejemplificación de resiliencia en sí misma, ya que muestra a las partes, que aunque ocurra algo "malo", en la mayoría de las veces es posible tomar soluciones alternativas y llegar a una solución gratificante (nuevamente se hace patente el poder educativo de la mediación).
- Inteligencia Emocional: Supone saber interpretar y gestionar las emociones propias y las de los demás. Considero que todo buen mediador debe poseer una buena inteligencia emocional y saber transmitirla a los demás, conformándose como un ejemplo de buenas prácticas (lo que en psicología llamamos modelado).
- Derecho colaborativo: Se muestra como un tipo de resolución de conflictos efectivo, en el que se exploran alternativas que beneficien a las partes.
*La única pega que le pondría es que las partes son representadas por sus abogados, por lo que se podría perder la neutralidad en el caso.

En conclusión, decir que no hay técnicas mejores ni peores; como decía anteriormente, todo depende de cómo el mediador las emplee y si esas técnicas muestran eficacia ante las necesidades expresadas por los usuarios.

Mª Cristina González Monroy; 4º Psicología, Córdoba.

Maria Isabel León Coca dijo...

En primer lugar, me gustaría contestar a tu pregunta acerca de si el hecho de emplear diferentes recursos o técnicas para abordar una misma situación o caso, es antagonismo o no.
Desde mi punto de vista, opino que quizás lo más conveniente a la hora de abordar un problema es, antes de nada, analizarlo y observar la situación desde diferentes puntos o perspectivas, con lo cual apoyo la idea de emplear diferentes herramientas a la hora de ponerle solución, ya que en función de cómo éste haya sido interpretado por el profesional será más adecuado el empleo de una técnica u otra, buscando siempre la eficacia y el bienestar del cliente que recurre a nosotros.

Por otro lado y en relación al papel del profesional con este cliente, considero que uno de los deberes fundamentales para lograr ser un buen profesional, es el estar motivado por AYUDAR A LOS DEMÁS, y con esto no solo me refiero a los que se dedican al ámbito profesional clínico, sino a cualquiera, ya sea el albañil que está construyendo una casa para que una familia viva en ella o el dependiente de un supermercado que te ayuda a encontrar algo o te aconseja acerca de cualquier producto que aún no has probado...

Por ello, me gustaría hacer mención de que no todo son los conocimientos o la formación que recibe una persona, sino la actitud que ésta tiene a la hora de realizarlo. Ya que, desde mi punto de vista opino que todo trabajador que de verdad ama su trabajo, no lo hace por conseguir un salario a final de mes, sino porque de verdad, ama a sus clientes y siente la necesidad de ayudarlos.

Maria Isabel León Coca
Campus Loyola Córdoba
4º Psicología

Unknown dijo...

Este foro se pueden ver una serie de nuevos conceptos, que desde mi punto de vista se deben tener en cuenta en el proceso de mediación. Debemos recordar que el este proceso buscamos la solución de un conflicto como resultado de un pacto entre las personas implicadas. Pero ¿qué es necesario en este proceso?, muchas de estos conceptos intervienen en el proceso. Por ejemplo, la inteligencia emocional, es un concepto que se resume en entender y comprender nuestras emociones y las de los demás que nos rodean, y es una habilidad que se debe poseer sobretodo cuando vamos a trabajar en métodos extrajudiciales para la resolución de conflictos, comprender e identificar las emociones que pueden traernos a consulta nos puede ayudar para saber por que camino de vemos coger para empezar el proceso, y saber como interactuar con esa persona. La residencia, otro concepto que hace referencia a la capacidad de afrontamiento, queramos o no, la mayoría de nuestros clientes vienen para afrontar algo, por lo que podemos decir que se encuentran en un periodo complicado.
Estas son las dos herramientas que me han llamado más la atención, sobretodo por que creo que son necesarias en absolutamente todos los conflictos.

Elena Ruiz dijo...


Las emociones y sentimientos están presentes en mediación. A lo largo del proceso, acuden a la mesa de trabajo las emociones de la persona mediadora, las de las personas que recurren al proceso, y las de las personas, que sin estar presentes en la sala, están involucradas en él.
A través de diversas técnicas, se puede establecer, una mejor comunicación, que permite disminuir la frecuencia de los desacuerdos y lograr un cambio de conducta en los individuos para que en conjunto puedan resolver los conflictos.
El mediador debe poseer habilidades y aptitudes que le permitan crear la confianza necesaria para que los participantes, planteen sus inquietudes de manera más adecuada, por ello la programación neurolingüística, permite que los individuos logren observar la situación de conflicto sin las limitaciones que puedan tener, debido a sus creencias y valores y observar el conflicto de una forma más objetiva.

Respecto a la inteligencia emocional, en este se menciona el como pensamos que no tenemos elección sobre cómo nos sentimos. Los sentimientos que atribuimos a cualquier situación son una elección que hacemos nosotros mismos y que también se refleja a la hora de resolver conflictos.
Es por ello por lo que podemos elegir entre adoptar una actitud positiva y abierta o una negativa y llena de odio. La inteligencia emocional nos ayuda a comprender por lo que pasa la otra parte y conectar con ellos. Sin embargo, en muchas ocasiones durante una sesión de mediación, los participantes experimentan un estado de rabia que les impide dialogar, escuchar y tomar decisiones.
Por tanto, aporta un marco valioso a la hora de formular preguntas a las partes durante las sesiones de mediación.

En cuanto al Derecho Colaborativo, presenta una forma práctica de resolver los conflictos que se adapta perfectamente a las necesidades e intereses de las partes, donde serán las verdaderas protagonistas en la búsqueda de posibles soluciones.
Además pondrán las normas con las que se va a realizar el proceso, trabajando a través del diálogo y del consenso, teniendo en cuenta que solamente se alcanzará el acuerdo si todas las partes están dispuestas y convencidas.
Algunas de las muchas ventajas que encontramos es que es un proceso más ágil con soluciones más adaptadas a los intereses y que por tanto mejora las relaciones ya que se ha desarrollado en un entorno más cordial.

Elena Ruiz Giménez
Derecho 4º curso
Campus Sevilla

Paula Maya Ortega dijo...

El presente artículo me ha resultado de una significativa relevancia, puesto que nos invita a conocer diferentes conceptos que parecen acercarse a la mediación. Desde mi humilde opinión, creo que la inteligencia emocional es una herramienta que puede ser muy eficaz para el proceso de mediación, ya que es importante que en un conflicto las partes afectadas detecten, controlen y gestionen sus propios sentimientos y emociones puesto que en numerosos casos éstos pueden afectar al desarrollo del proceso.
En los conflictos existen muchas variables inmersas, pero una de las más importantes es la emocional. Así, la resiliencia parece ser otro concepto clave del que puede obtener fruto la mediación, puesto que en teoría las personas que acuden para resolver un conflicto, están pasando por una situación adversa en la que hay implicados sentimientos y emociones y, utilizan este proceso para poder superar y adaptarse positivamente a la situación, resolviendo así el conflicto.
Con respecto a la programación neurolingüística (PNL), creo que también podría aportar numerosos conocimientos a la mediación, quizás para poder comprender en su totalidad los conflictos. Sin embargo, se trata de una terapia pseudocientífica, por lo que debería utilizarse en consonancia con otras técnicas.
Con lo que concierne al coaching y al derecho colaborativo, creo que también son dos herramientas que tienen como objetivo ayudar al otro. Sin embargo, creo que no pueden ser complementarias ni para el proceso de mediación, ni para un proceso terapéutico, puesto que son dos técnicas alternativas a éstas. Además, en el caso del coaching, fuertemente criticado por el mundo de los Psicólogos, no se necesita una formación anterior en psicología, simplemente obtener el título de coach.
Es por todo ello, por lo que es cierto que el objetivo de todas estas herramientas aquí expuestas, es el de ayudar a los demás. Sin embargo, no todo concierne a profesionales.


Paula Maya Ortega
4º Psicología (Campus Sevilla)

Marina Rodríguez Abreu dijo...


Tras leer la breve lectura de esta semana, me gustaría comentar ciertos aspectos de las herramientas mencionadas en el blog, ya que considero que pueden ser muy útiles para el proceso de Mediación.

En primer lugar, me gustaría empezar comentando los conceptos de resilencia e inteligencia emocional, ya que considero que son fundamentales tanto para los psicólogos como para los mediadores. Por un lado, pienso la resilencia es imprescindible ya que todo mediador debe colaborar para que ambas partes lleguen a resolver el problema de una manera pacífica. Por otro lado, considero que la inteligencia emocional juega un papel muy importante, ya que los mediadores ante todo son personas y en ciertas ocasiones es difícil estar al margen de lo que suceda en la sala (a nivel afectivo). Por tanto, es fundamental que los mediadores sepan reconocer y gestionar sus propias emociones. En cuanto al derecho colaborativo, considero que tiene el mismo objetivo que la mediación, por lo que pienso que será una herramienta útil para completar en algunos casos el proceso de mediación. Por último, respecto a la programación neurolingüística considero que es fundamental ya que ayuda a entender y comprender la postura de cada una de las partes.

Como conclusión, pienso que todas estas herramientas son muy útiles para el proceso de mediación ya que se retroalimentan mutuamente. Por lo que considero que son aspectos imprescindibles para la formación del mediador y para llevar a cabo un buen proceso de mediación.

Marina Rodríguez Abreu. 4º Psicología (Sevilla)

Unknown dijo...

Es ciertos que hay miles de herramientas para ayudar a los demás a parte de la mediación, como puede ser, y como se ha dicho en el artículo, el entrenamiento de las emociones. Muchas veces somos incapaces de reaccionar como deberíamos o de tomar las decisiones adecuadas porque nuestra manera de actuar está "contaminada" por nuestras emociones, por lo que se debería enseñar a las personas a manejar estas emociones para utilizarlas a su favor y para que trabajen con él y no contra él. De esta manera, educar en la resiliencia también sería educar en emociones, transformando aquellas vivencias negativas en, por ejemplo, aprendizaje, haciendo con la persona lo que se conocer por reestructuración cognitiva.
Por tanto, tal vez, para solucionar los problemas de una persona no solo se necesite de un profesional, sino de la ayuda de varios profesionales que colaboren juntos para resolver el tema en cuestión.

Anónimo dijo...

Tras la lectura de este blog y respondiendo a la pregunta planteada: “¿Esto supone antagonismo o más bien distintas herramientas que podemos tener a nuestro alcance por un mismo fin?” considero que son distintas herramientas que se pueden emplear siempre de forma complementaria para aumentar los conocimientos o mejorar las habilidades.
Con respecto a la programación neurolingüística me parece de gran relevancia ya que la comunicación entre el mediador y el cliente puede ser más efectiva si esta se tiene en cuenta.
Por otra parte, la resiliencia me parece que es una herramienta que todo mediador debe poseer y entrenar para poder manejar sus emociones adecuadamente cuando la situación lo requiera. Así mismo, la inteligencia emocional es esencial para saber gestionar la propia motivación la cual influirá notablemente a la hora de afrontar un caso de un cliente y, de este modo, conseguir que la capacidad como mediador no se vea afectada.
El derecho colaborativo considero que una buena alternativa o herramienta para poder llegar a una solución o conseguir otras alternativas que no sea mediante los tribunales.
Es cierto que estas herramientas pueden ser realmente útiles a la hora de mediar y ayudar a los demás, lo cual me ha llevado a pensar cómo, por ejemplo, la inteligencia emocional se puede entender y utilizar desde distintas perspectivas ya que en psicología se ha estudiado este término, pero, sin embargo, no me había planteado su utilización con respecto al ámbito de la mediación.
Por último, me gustaría destacar que es importante no solo conocer la teoría básica si no, tener la capacidad y espontaneidad de emplear, dependiendo de la situación, otras herramientas complementarias que ayuden a fomentar nuestras habilidades.
Paula Torres Fernández, Psicología (Sevilla)

Unknown dijo...

Seyla Vázquez Merino - Psicología y Criminología
Tras leer este blog considero que es importante conocer las diferentes herramientas que pueden ser utilizadas dentro del proceso de mediación. Estas pueden ser útiles para poder atender adecuadamente a la diversidad de clientes a los que nos enfrentamos cada día. Pueden abrirnos nuevas formas de trabajo, así como complementar nuestra actuación. Debemos tener presente que cada caso al que nos enfrentamos es diferente, es por ello por lo que debemos saber utilizar cada una de las herramientas que disponemos de una manera adecuada a la persona.
En primer lugar, en relación con el coaching podemos observar que esta herramienta tiene el objetivo de acompañar y entrenar a una persona con el objetivo de conseguir una meta o desarrollar diferentes habilidades. Considero que tiene una gran similitud con el trabajo que realiza el mediador, ya que somos una figura que acompaña a la persona, que la guía y que le ayuda a conseguir una meta que en este caso es la resolución de su problema, generando también un proceso de aprendizaje a través del cual adquiere una serie de habilidades. El coaching es útil dentro de este proceso puesto que nos puede ayudar a centrarnos en la meta que tiene el cliente cuando requiere de nuestra ayuda.
Por otro lado,el Derecho Colaborativo y la mediación comparten diversos puntos, ya que ambas siguen el mismo objetivo. Actúan como un mecanismo que ayuda a los clientes a solucionar sus problemas y a llegar acuerdos fuera del ámbito judicial, es por ello por lo que considero que debido a su similitud pueden complementarse.
También considero que la resiliencia puede ser una herramienta muy útil en el proceso de la mediación. Esta herramienta nos puede ayudar a hacer que los clientes se conozcan a sí mismos y tengan la capacidad de sobreponerse a diversas situaciones por la que están pasando. Por tanto, puede ayudarnos a proporcionarle al cliente una atención más adecuada centrándonos en su problema y en la perspectiva de cambio que este tiene.
Por último, considero de gran importancia el uso de la inteligencia emocional tanto por parte del mediador como del cliente, ya que ninguno de nosotros estamos ajenos a nuestras emociones. Por tanto, es importante saber gestionar nuestras propias emociones para dar al cliente herramientas que le ayuden a aprender a reconocer, conocer y gestionar estas emociones como un medio también de resolver su problemática y afrontar su situación.




Sara Aguilera Amo dijo...

Las herramientas mencionadas en este artículo son fundamentales para poder llevar a cabo una adecuada mediación, ya que todas ellas en su conjunto ayudan al mediador a intervenir como un buen profesional.

Cada una de estas herramientas es importante en cuanto a lo que en sí misma aporta. De este modo, el coaching aporta acompañamiento e instrucción; la programación neurolingüística, estrategias de comunicación; la resiliencia, la capacidad de sobreponerse a situaciones adversas; la inteligencia emocional, regular el propio estado de ánimo; y el derecho colaborativo; permite alcanzar un acuerdo sin recurrir a tribunales.

Tras esto, es cierto que estas técnicas no son propias de la mediación en sí misma, pero gracias a la aplicación de todas ellas, ésta se puede llevar a cabo ya que supone un gran beneficio para las personas que solicitan dicha mediación.

Sara Aguilera Amo, Campus Córdoba, 4º Psicología

Unknown dijo...

Tras la lectura de esta entrada en el blog, he decir que es de lectura obligada puesto que nos ayuda al discernimiento completo entre la mediación y otras disciplinas, que llegado el momento, puede resultarnos idénticas a la mediación.
Si tuviera que resaltar una principal diferencia entre la mediación y el coaching, resiliencia, PNL e Inteligencia Emocional, es que estas últimas, se centran más en la parte humana y personal de las partes. SIn embargo, esto no quiere decir, que sean ambas disciplinas antagonistas, sino que son perfectamente complementarias.
Por otro lado, el derecho colaborativo, muy implantado en Estados Unidos, y que en España se está abriendo paso poco a poco, si que tiene más en común con la mediación pues no se acude a los tribunales; a pesar de que en el derecho colaborativo no existe la figura del mediador y lo que eso aporta al procedimiento como por ejemplo la neutralidad, sino que son los dos abogados de las partes los que ejercen la resolución consensuada sin acudir a los tribunales.

Carlos Pizarro Gavilán. 4º Derecho. Córdoba.

Victoria Eugenia Mir Garcia, 4º de Dº, Sevilla. dijo...

Todo profesional debe conocer las herramientas de las que dispone ante un cliente, paciente, usuario…En nuestro caso, estas serán las herramientas de las que disponemos y debemos averiguar y ajustar a cada caso en concreto. Cada caso que se nos presente, será distinto del anterior, debido a que nos encontraremos ante personas distintas, conflictos distintos, ambientes distintos…Por lo que habrá que hacer un pequeño reseteo al final de un caso, e inicio del siguiente. Comenzar de 0. Para así, prestarle la mayor de las atenciones.
Como hemos visto en este blog, debemos hacernos la siguiente pregunta ¿de qué forma intervenir cuando alguien nos necesita? Pues bien, si hablamos del coaching, el mediador acompañará y guiará a las personas, a conseguir su objetivo o meta. En cuanto a la Programación Neurolingüística (PNL) es una buena estrategia de comunicación, base y pilar de un mediador. La resiliencia como sabemos, es el potencial adaptativo de una persona ante factores de riesgo, pues bien, todos nacemos con un grado de resiliencia innata, pero también esta debería ser enseñada, educada, potenciada…pues es algo tan simple en la vida como superar las adversidades. Esta resiliencia la veo muy ligada al concepto de inteligencia emocional, pues una vez más, es la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de sacar algo bueno de lo malo. Y por último, el nuevo Dº Colaborativo, herramienta que puede ser muy útil para aquel que quiera la resolución de un conflicto de manera “sana” sin entrar en via judicial.
Todas estas, estarán muy relacionadas, pero tendrán a su vez pequeñas distinciones. Un buen profesional sabrá escoger la herramienta adecuada con su fin o meta de ayudar a los demás.

Carmen garcía de veas dijo...

Primeramente, me gustaría destacar como algunos términos que encontramos en el artículo son compartidos por varias carreras. Gracias a esta característica podemos debatir diferentes puntos de vista o tomar ayuda de otros compañeros especializado en diferentes aspectos.

Con respecto al coach, me parece interesante la finalidad que tiene esta rama en la mediación, ya que ayuda a alcanzar las metas y a su entrenamiento personal, por lo que creo que es un aspecto muy importante.En cuanto a la programación neurolingüística debemos saber que utiliza estrategias de comunicación que nos puede ayudar para la resolución de conflictos. Por otro lado, con la resiliencia, nos ayudará a sobreponernos a la situación que tenemos que enfrentarnos. También destacamos la inteligencia emocional, que nos sirve para motivarnos, regular nuestro estado de ánimo… Y, por último, el derecho corporativo, que nos ayudará sin llegar a los tribunales a intentar resolver los conflictos.

Todas estas características pueden ayudarnos a resolver de una manera más efectiva y rápida el conflicto, y realizar una mejor mediación. Como punto en común de todos los vocablos presentado es ofrecer ayuda a los demás. Aunque en muchas ocasiones no se puede resolver ni tan fácil y rápido ni puede complacer al gusto de todos.

Carmen García de Veas de Isla. 4º Psicología. Campus Sevilla.

Ángela Larrea Arévalo dijo...

Los conceptos explicados en el blog pueden ser interesantes para formarse y mejorar como persona puesto que siempre será positivo tener conocimiento de coaching, de programación neurolingüística, de inteligencia emocional o ser capaz de sobreponerse a diversas situaciones pero aunque estos conceptos mejoren a la persona, desde mi punto de vista, no tienen mucha relación con la mediación. Es posible que con algunas de estas técnicas sí que se pueda mejorar una mediación puesto que pueden ayudar a encontrar una solución a un conflicto, puede abrir más la mente tanto al mediador como a las personas que acuden y a ponernos en el lugar del otro.

El derecho colaborativo sí que podría tener más relación con la mediación puesto que tienen el mismo objetivo pero creo que la mediación puede tener más ventajas que el derecho colaborativo puesto que son expertos mediadores y no abogados que pueden incluir ya sesgos.

Como conclusión, creo que estos conceptos de los que hemos hablado pueden influir a cada persona pero ninguno va a ser capaz de sustituir a la mediación.

Alba Galán Casado dijo...

Las distintas técnicas de trabajo mencionadas en este artículo suponen una oportunidad para aumentar nuestro “maletín de herramientas profesionales”, y sobre todo de ponerlas en práctica, siempre con el objetivo y finalidad, como comentas, de ayudar a los demás.
Así, todas estas herramientas, entre otras muchas no mencionadas, son necesarias y constituyen el camino a seguir si lo que queremos es conseguir el éxito como mediadores profesionales.
En primer lugar, el coaching me parece la técnica que más se corresponde con la responsabilidad que tenemos en mediación de acompañar en todo momento, apoyar y guiar a las partes en conflicto durante el proceso, por tanto, de las más esenciales.
Por otra parte, en consonancia con mi carrera profesional (psicología), me parece de relevancia aplicar la inteligencia emocional en mediación, ya no solo los profesionales durante las sesiones para potenciar los beneficios de las partes, sino también sería ideal implicar a las partes en el conocimiento y entrenamiento para que ellos mismos la puedan adquirir en su vida, fuera de las sesiones. Y también de acuerdo a mi formación como psicóloga, me parece importante la programación neurolingüística como estrategia de comunicación. Ya que como hemos comentado a lo largo de esta asignatura, la comunicación es una parte muy fundamental en este proceso y sería una buena técnica para potenciar esta habilidad.

Alba Galán Casado, 4º Psicología, CÓRDOBA

Maria Dolores Requena Guerrero dijo...

Una vez prácticamente finalizado el cuatrimestre y, con éste, la asignatura de mediación, me gustaría destacar el interés que ha despertado en mi este campo de trabajo no muy lejano en ciertas características, bajo mi punto de vista, a ciertas habilidades y mecanismos de una terapia en psicología. He de destacar dos de los conceptos que se observan en este blog: la resiliencia y la inteligencia emocional. Difiero con el blog en que son diferentes mecanismos o herramientas a la mediación, ya que, más bien, creo que son capacidades necesarias tanto en nosotros como mediadores como para los clientes que acuden a nuestro despacho. Considero que como mediador debes tener una buena inteligencia emocional con la que saber detectar tus emociones, ejercer un control sobre ellas y saber identificar la de los demás que en este caso serían nuestros clientes, a su vez, debemos de reforzar esto de alguna manera en las personas que acuden buscando nuestra ayuda para que aparte de su conflicto presente, sepan en los posteriores saber sentir con coherencia. Con referencia a la resiliencia opino en una línea muy parecida al anterior concepto, es decir, creo que en este caso es más importante impartirlo entre nuestros clientes, pero también pienso que todo mediador debe ser resiliente para hablar de ello y "predicar con el ejemplo".




María Dolores Requena Guerrero. 4º Psicología, Córdoba

Anónimo dijo...

Pedro Velamazán Guerrero, alumno 4º del grado de Derecho:
El artículo me ha impresionado, porque es como bien dice una introducción de los antagonistas de la mediación, y siendo tu mediador me resulta raro, puesto que en España encima sigue existiendo cierta reticencia hacia este tipo de medio de resolución de conflictos. Pero desde mi punto de vista creo que al igual que no todos somos iguales, creo firmemente en que necesitamos distintas formas de solucionar nuestros problemas y las aquí expuestas me correctas y buenas siempre que se realicen con profesionalidad y responsabilidad.
Además y desde el prisma de los diferentes tipos de problemas estas 5 formas de métodos de resolución de conflictos se pueden adecuar más a un tipo concreto de problema que pero método, por ejemplo: la inteligencia personal/resiliencia la podríamos utilizar para tratar de solucionar problemas personales de índole más íntimos, el derecho colaborativo para problemas de ámbito laboral, la mediación para problemas familiares...
Me voy a detener a hacer una especie de inciso acerca del coaching, en los últimos tiempos estoy encontrándome con la palabra coaching por todos lados, y será que este tipo concreto de método o terapia está de moda actualmente. A mí personalmente me parece bastante interesante y voy a estar atento a este fenómeno porque lo poco que he investigado me llama la atención. Eso sí, solo lo recomendaría como método para motivar o terapia personal, pero no como método de resolución de problemas de otro tipo.
Y bueno comentar a modo de conclusión un poco lo que he comentado al principio, que todos estos métodos me parecen buenos y correctos teniendo en cuenta el tipo concreto de problema al que nos tengamos que enfrentar, y teniendo en cuenta que se realice de una manera profesional y responsable.

Marina Moreno Hernández dijo...

La mediación, nuevamente nos muestra la amplitud de su ámbito. En esta ocasión podemos observar numerosas herramientas que nos pueden ser de gran utilidad en el proceso de resolución de un conflicto, como son el coaching, la programación neurolingüística, la resiliencia, la inteligencia emocional o el derecho colaborativo.

Creo que todas estas herramientas poseen numerosas ventajas, como podría ser que nos permiten intervenir con las partes de un modo práctico, trabajando con ellas las capacidades que dichas partes poseen, como sería la comunicación, el manejo de sus propias emociones o sus aptitudes.

Como estudiante de psicología, me gustaría resaltar la importancia que posee el entrenamiento y el conocimiento sobre la inteligencia emocional. Esta herramienta puede permitir que cualquier individuo sea capaz de manejar, regular y comprender sus propias emociones. Con ello, ante un conflicto seremos capaces de autogestionar nuestros sentimientos, consiguiendo de este modo evitar tomar malas decisiones o actos ante la otra parte.

Aunque estas herramientas deben ser utilizadas con cautela, no debemos olvidar cuál es el fin que deseamos conseguir a través de su utilización: ayudar a las partes a que resuelvan su situación conflictiva. Por ello, como futuros mediadores debemos conocer las distintas herramientas existentes que pueden ser utilizadas en un proceso de mediación, así como la utilización de las mismas.

Marina Moreno Hernández, 4º Psicología, Sevilla

Unknown dijo...

Blanca Compagni Rodríguez-Sacristán, 4º Derecho, Campus Sevilla.

Tras la lectura de esta entrada en el blog, me ha hecho reflexionar nuevamente sobre la cantidad de cualidades que tiene la mediación pero sobre todo la calidad. Las herramientas que utilizan en principio pueden pasar desapercibidas, pero son fundamentales para poder llevar a cabo la resolución de un conflicto. Podría destacar la resiliencia y la inteligencia emocional. Son dos aspectos que los mediadores deben de saber gestionar, pues se podrá llegar a la mejor o mejores soluciones posibles. En mi opinión, es un entrenamiento a lo largo de la carrera profesional en el que nunca se deja de aprender tanto de las situaciones a gestionar como de los clientes que llegan.

Salud Cruzado dijo...

En primer lugar, me parece imprescindible el correcto conocimiento de las diferentes estrategias existentes para dar el mejor servicio al cliente y con ello poder realizar la mediación de una forma multidisciplinar que se adapte a lo que más necesite el cliente en cada parte del proceso de mediación. Por ello pienso que los conceptos destacados por Javier, son en definitiva diferentes formas de enfocar una misma meta, pero centrándose en lo que mejor convenga al cliente según el momento emocional en el que se encuentre, la gravedad del conflicto y el contra quien se encuentre el problema.
A veces es mejor acompañar, ofrecer las diversas herramientas existentes para saber por dónde encaminarse, lo que llamaríamos Coaching. Sin embargo, si lo que buscamos es un estilo más introspectivo para el cliente, que se conozca mejor no solo a él mismo si no a su oponente, encontramos la Neurolingüística. Por otro lado, la Resilencia e Inteligencia Emocional son puntos desde donde nos centramos más en la superación de malas experiencias pasadas como manera de afrontamiento positivo y reforzando ciertas capacidades. Por último, el ultimo concepto de carácter más jurídico en el que aportamos el apoyo y compromiso para encontrar la solución al conflicto sin la necesidad de acudir a juicio.
En definitiva todos estos conceptos, en mi opinión no deberían ser encasillados como diferentes si no ser parte de un todo, ya que la mediación abarca todos ellos. La mejor mediación bajo mi punto de vista se dará sabiendo en qué momento se debe enfatizar uno u otro y la manera que será más adecuada para dicho momento.

Salud Cruzado,
Alumna 4º psicología LOYOLA, Campus de Sevilla.

Unknown dijo...

Desde mi punto de vista, todas las opciones están llenas de ventajas (aunque también tengan desventajas), pero la gran perjudicial es el "Derecho colaborativo" puesto que no creo que sea un proceso de mediación como tal, puesto que son los abogados de las partes quienes acuden a la mediación y no los propios perjudicados. Esto creo que es un gran error, puesto que aunque se puede llegar al acuerdo el nivel de involucración de las partes en el proceso no es el mismo y la mediación está para que las partes lleguen a un consenso entre ellas y si no se hablan ¿Cómo llegan a dicho entendimiento? en un problema familiar, por ejemplo, no creo que sea el más adecuado puesto que creo que el mediador debería ir un poco más allá y que los familiares puedan recuperar algo de contacto puesto que la familia es uno de los pilares más importantes para una persona, y esto, a través de abogados no creo que pueda ser posible.

Belén Teba dijo...

Me resultan correctas las diferentes estrategias que se comentan, ya que son herramientas útiles y que nos sirven para mejorar el servicio del cliente, adaptándonos a las necesidades de cada uno durante todo el proceso de mediación.
Todas ellas poseen grandes ventajas, puesto que forma práctica, nos permiten trabajar las capacidades que cada una de las herramientas posee.
Como psicóloga, veo importante el entrenamiento en inteligencia emocional, es una herramienta indispensable para regularse emocionalmente, saber identificar tus sentimientos y manejaros de forma eficaz, y eso de cara a los conflictos podría ser de gran utilidad.
Sin embargo, me parece que cada una de las técnicas se deberían tratar por igual en conjunto, sabiendo gestionarlas, ya que la mediación lo puede abarcar todo.

Javier Hernanz de Lara dijo...

B8. PALABRAS, SENSACIONES, SENTIMIENTOS.

El mediador debe, ante todo, trabajar con profesionalidad y adoptar una actitud adecuada a la situación ante la que nos encontramos y, mucho mas importante, a la personalidad de los sujetos que buscan nuestra asistencia. Pero esa actitud debe ser consecuente con nuestra aptitud para intervenir en el mismo, pues si carecemos del interés o de la preparación adecuada no llegaremos al destino deseado por las partes en conflicto.
Existen una serie de términos que debemos conocer, y utilizar, adecuadamente.
COACHING, enseñar a las personas para que puedan adoptar las habilidades que aparentemente carecen y les ayude a continuar.
PROGRAMACION NEUROLINGUISTICA, es una estrategia personal que tiene mucho de psicología e intentar unir la experiencia con el elemento racional y el lenguaje
RESILIENCIA, ser capaz de superar los episodios adversos de la vida.
INTELIGENCIA EMOCIONAL, dominar las frustraciones y ser capaz de motivarnos a nosotros mismos.
DERECHO COLABORATIVO, los abogados deben empeñarse en llegar a un punto de acuerdo y, si no se logra, renunciar a representar a las partes en un proceso judicial.
En resumen, el mediador debe ser un profesional, dotado de una capacitación profesional, que intervenga con una actitud positiva y que, ante todo, tenga como meta el deseo de ayudar a las personas que se encuentran ante un problema que deriva en un posible conflicto y todo en aras de evitación del mismo.

Javier Hernanz de Lara, 4º Derecho, Sevilla

Unknown dijo...

Todo buen profesional ha de tener las herramientas necesarias para resolver el caso, situación que tiene entre manos. Por ello un buen mediador también ha de tener sus herramientas, trucos para poder llegar al acuerdo que se espera.
Estas técnicas como todas, han de ser estudiadas y llevarlas a la práctica. Con respecto al coach, el mediador ha de ayudar a alcanzar los objetivos y guiar a los enfrentados a su entrenamiento personal para que estos trabajando lleguen al acuerdo final.
La neurolingüística nos ayudará a a utilizar estrategias de comunicativas para guiar a los asistentes a la resolución del conflicto.
Desde mi punto de vista la inteligencia emocional es lo más importante tanto de un mediador como de cualquier persona. La inteligencia emocional puede hacer que veas determinadas oportunidades u visiones que otros no pueden ver. Esta es una gran ventaja para actuar por delante de otros.
Esther García Romero, Derecho 4º

Unknown dijo...

La mediación es una práctica que se ve influenciada de una gran variedad de aspectos que le dotan la importancia que indudablemente tiene.
Como se ve en este post, el mediador debe ser consciente de su aptitud y su actitud. Siendo esta última de vital importancia (al igual que la primera). Esa actitud indica la recepción que se tiene de si mismo como mediador.
Un aspecto importante es la resiliencia, que viene bien explicada en la publicación y que es un aspecto fundamental que los mediadores deberían conocer y controlar, al igual que la inteligencia emocional.
Me gustaría recalcar el aspecto del derecho colaborativo, que guarda alguna relación con la mediación en tanto que busca una resolución al conflicto que no sea mediante los tribunales, pero cae en a diferencia fundamental existente en las dos prácticas, el mediador es un simple canal para que las partes lleguen a una solución, sin intervenir de forma activa en alguna de las opciones o posibilidades, dejando que sean las partes las que decidan con la mejor de las posiciones y sin abusos de poder entre ellos, cosa que no ocurre en el derecho colaborativo.

Diego Andrés Barascout Rodas. 4º Psi-Crim. Córdoba.

Paula Lacárcel León dijo...

Estos conceptos son relevantes a la hora de tener una efectiva sesión.
El coaching, dota de herramientas al cliente para la solución de conflictos. También la Neurolingüística, ayuda al paciente a conocerse mejor a si mismo. Podemos ver, la Resiliencia, que aprovecha las malas experiencias pasadas para afrontar de una manera efectiva las nuevas situaciones similares. Para terminar, el Derecho colaborativo, que se trabaja desde una perspectiva más jurídica.
Estos conceptos son fundamentales dependiendo del cliente y situación, seria conveniente saber usarlo conjuntamente y cuando destacar alguno en concreto.

África López Gil dijo...

La pregunta que me hago últimamente cuando veo que lo que alguien dice no concuerda del todo con lo que hace o siente es: ¿desde dónde viene esta actuación? ¿Viene del miedo, del ego, de la venganza, del amor, de sus creencias? Es importante averiguar de dónde viene, porque sino las palabras están vacías. Es importante saber cómo está programada la cabeza de cada uno, con sus correspondientes creencias, que le permitirán tener más o menos resiliencia antes las cosas que le pasen en la vida.

El mediador, al final, es una figura más humana de lo que muchos pudieran pensar, y para ello, debe tener unos conocimientos, capacidades y aptitudes que le permitan tener estas cinco realidades y herramientas para desempeñar su trabajo de la mejor manera posible.

África López Gil
4º Psicología y Criminología
Universidad Loyola Andalucía
Campus Sevilla
lopez.gil.africa@gmail.com