viernes, 12 de marzo de 2010

RADIOGRAFIAR UN CONFLICTO

LA RADIOGRAFÍA DEL CONFLICTO.- 
Es absolutamente fundamental, aprender de todas las ciencias. 

Para poder trabajar como abogados o como mediadores necesitamos saber que "no podemos operar" el problema que viene a nuestras mesas de trabajo sin previamente hacer una radiografía del conflicto de que se trate 

 Una radiografía consiste en la administración de rayos X sobre una zona del organismo para el estudio de los órganos que se encuentran en su interior. Se basa en las propiedades de los rayos X y en su capacidad para atravesar ciertas sustancias del organismo y la imposibilidad de atravesar otras, hecho que queda reflejado en lo que los técnicos denominan “una placa fotográfica”. 

 Supone una de las pruebas diagnósticas más útiles y por lo tanto más usadas, considerada como de bajo riesgo y con un indudable beneficio que se desprende de la gran información que aporta. Podríamos decir que es básico para poder operar la enfermedad o tumor del que se trate. Bajo estas perspectivas, cabe preguntarnos, ¿no nos sería útil aprender a radiografiar un conflicto antes de intervenir como abogados o como negociadores?. 

 El conflicto es inherente a la condición de ser humano, de tal manera que si nuestra principal vía de desarrollo es la “comunicación”, mediante ella y a través de ella surgen equívocos y malos entendidos que dan lugar a interpretaciones que conducen al conflicto. No obstante como bien dice Florencia Brandoni, “el conflicto es una construcción”, “una situación es vivida como conflictiva si es significada como tal”. Lo importante en nuestra aportación a la teoría del conflicto debe ser determinar sobre que aspectos del conflicto opera nuestro trabajo, como técnica para gestionar el mismo. 

Para explicar como atender un conflicto, trataríamos de dar una la imagen gráfica de un iceberg y asi diferenciamos entre lo que es una disputa y un conflicto. En la punta del iceberg, la parte que emerge a la superficie, se encontraría la disputa, la pelea, aquello que nos es visible, pero entendemos que esta punta del iceberg no es lo que realmente a lo mejor está ocurriendo. 
Hacia abajo se encuentra toda la base de este iceberg que supone la totalidad del conflicto, con una base fuerte, oculta a nuestra vista , y que correspondería a lo que el esquema de negociación colaborativa de Harvard denomina intereses de las partes. Los abogados, los negociadores, los mediadores y porque no, cualquier profesión debe ver más allá para poder fundamentar, argumentar, conocer...

 Pero ¿Qué procedimiento habríamos de seguir para la radiografía de un conflicto?. Las radiografías se obtienen provocando que un haz de rayos X atraviese la zona del organismo deseada, e incida después sobre una placa fotográfica. 

 Los rayos X son una radiación electromagnética con una longitud de onda mucho menor que la de la luz que tienen la propiedad de atravesar la materia y de impresionar una emulsión fotográfica. Según la densidad del objeto con el que interaccionen los rayos X podrán atravesar el material del objeto e incidir sobre la placa fotográfica marcándose en negro, o bien ser rechazados, en cuyo caso quedará una sombra que adquiere una imagen en blanco en la placa fotográfica. 
Así pues se obtiene una imagen en blanco y negro y todo el espectro de grises, dependiendo de la densidad del tejido atravesado. La imagen obtenida en la placa fotográfica equivale al espectro de densidades con los que ha interaccionado los rayos X. 
Las indicaciones de la radiografía son múltiples. No hay ningún síntoma torácico que no pueda ser examinado con una radiografía. De igual forma ocurre con los conflictos, nuestra materia de trabajo. 

 En un proceso, antes de encargarnos que les ayudemos en su problema y contratarnos, debemos analizar cada una de las “zonas del conflicto”; saber que las distintas escalas de grises corresponden a las percepciones que tienen las partes enfrentadas, atravesando los distintos “tejidos” de los sentimientos que polarizan la lucha por conseguir fines que la mayoría de la veces no son contrapuestos. 
No debemos “operar”, sin previamente hacer un “análisis” mediante una radiografía… y porqué no, incluso mediante análisis concretos 

 Vayamos a un análisis de sangre. Esta prueba diagnóstica consiste en extraer sangre de una vena (lo más frecuente) o arteria, y es una herramienta de gran utilidad en la práctica clínica. Son los análisis más frecuentemente solicitados y también conocidos con los nombres de analítica de sangre, rutina de sangre, etc. Con esta prueba es posible saber los valores de diversas sustancias que circulan por la sangre. Permite realizar un estudio hematológico básico, y sobre todo lo que nos interesa, en este ámbito comparativo, lo que nosotros denominamos, la exploración del individuo, nuestros clientes, con sus llantos, sus emociones y su compasión 

 No es muy lejano de nuestro trabajo tampoco lo que denominamos “medicina preventiva”, mediante la prevención y tratamiento de los conflictos. Resulta fundamental para prevenir recaídas, realizar un “diagnóstico” precoz y educar en la forma de afrontar los conflictos, para que sea una herramienta que las personas hagan suyas. Las personas hacen suyo e interiorizan, todo lo negativo de un conflicto, para lo que deberíamos aplicar, lo que en medicina se llama un “electrocardiograma” Se trata de una prueba no invasiva que se lleva a cabo para obtener un registro de la actividad eléctrica cardiaca. 
Para ello se emplean unas pegatinas que actúan a modo de electrodos en la piel, y que detectan los distintos impulsos eléctricos del corazón en sus diferentes partes. Es una prueba absolutamente inocua, “no duele”, luego tendriamos que determinar los riesgo que son mínimos. ¿ocurre lo mismo la negociación ante la salida que debemos dar a un conflicto?. Realizar nuestro particular electro, supone ver como han interiorizado los sentimientos y sobre todo si les altera el ritmo de su vida común, el conflicto que están viviendo. Esa alteración puede ser la causa de que vean el conflicto como algo negativo y no como una oportunidad para crecer y seguir adelante.

Por eso, te animo a que tras la lectura de este post, puedas indicarme algun caso de conflicto concreto que conozcas o pienses, y que supondría hacer alguna de estas pruebas "medicas"... ¿serias capaz de argumentarlo?

46 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buen símil Javier, entre el diagnóstico médico y la mediación como método de resolución de conflictos. Un saludo

Javier Alés dijo...

Gracias Juan Carlos; la verdad es que tenemos que aprender de todas las disciplinas, porque siempre hacemos de la nuestra algo único, como cuando hablamos de nuestro pueblo o nuestra ciudad, siempre decimos que es la mejor del mundo y luego nos damos cuenta que todas sob maravillosas. Un abrazo. Javier Alés

Sofia Ruiz B dijo...

Excelente forma de describir y de explicar la temática.

Saludos Cordiales

Javier Alés dijo...

Gracias Sofia, no hacemos mas que seguir difudiendo este apasionante mundo, y desmitificar que no es "propiedad de ninguna otra profesión" Un fuerte abrazo. Javier Alés

Blanca Morente Muñoz dijo...

de estas pruebas "medicas"... ¿serias capaz de argumentarlo?
En este caso, la lectura nos hace un símil de las diferentes pruebas diagnosticas que se realizan en el ámbito de la medicina y que deberíamos aplicar en el derecho.
Cuando llega un caso lo mejor es analizar, mediante un diagnóstico general que nos ayudará a tomar decisiones con posterioridad.
Nuevo caso, nuevo cliente, en base a la información que este nos aporte podremos tomar un rumbo u otro, no es lo mismo un caso de un accidente de trafico que un caso de violencia, por ende, esta primera información es crucial. Debemos de seguir recabando información para llegar al núcleo central del problema, en medicina, primeramente se realizan pruebas para poder conocer cual es el problema, en este caso con el derecho debemos hacer lo mismo.
Esta comparativa nos muestra otra manera de conocer y analizar el derecho, llegar al centro del problema, recabar información con mayor facilidad y mostrar una solución.

Asunción Díaz dijo...

Un divorcio es un ejemplo de conflicto que supondría hacer algunas de las pruebas citadas en este post. Si comparamos un divorcio con un iceberg, la parte superior y visible la podríamos identificar como la parte que nos han contado, es decir, la discusión que ha determinado que se lleve a cabo el divorcio. Por otra parte, la parte no visible del iceberg y por lo tanto mucho más grande serían todas las cosas, que nuestros clientes no nos ha contado, situaciones que han ido ocurriendo a lo largo de la vida de la pareja que han hecho que cada vez el problema sea cada vez más grande.

En una situación de dos personas que se quieren divorciar, sería lo correcto hacer una radiografía del caso para conocer mejor a nuestros clientes, sus intenciones y preferencias, para decidir a partir de ahí como enfocaremos nuestro trabajo. Por otra parte, el electro sería útil también, sobre todo para el trabajo de un mediador. Ver como cada parte ha interiorizado los sentimientos y como afectan a su vida personal es importante para saber qué necesita cada parte, y sobre todo para llegar a un posible acuerdo.

Marcela Martín dijo...

Una situación de conflicto que podría ser radiografiada a través del derecho sería la de los desencuentros familiares generados por el fallecimiento de un familiar y el consecuente reparto de la herencia. En muchas ocasiones este triste suceso desemboca en disputas entre hermanos que pueden llevar incluso a la ruptura definitiva de relaciones. Dichas peleas y enfrentamientos serían la punta del iceberg, pero puede haber muchas más cosas, sobre todo si es una familia numerosa: envidias entre los hermanos, peleas previas sin resolver, celos por el trato recibido de los padres, cariño que se tenga hacia un lugar (casa, residencia de veraneo)...

En este tipo de casos es fundamental analizar bien las circunstancias: sentimientos de las personas involucradas, relaciones (buenas o malas) entre los hermanos y entre éstos y los padres, posibles puntos de encuentro (siempre hay personas más dispuestas a ceder que otras)... Todo ello permite entender la raíz del conflicto y, de esa manera, dar una solución apropiada a las circunstancias.

También cabe destacar que, en este tipo de situaciones en las que se sabe que va a haber enfrentamientos, se puede poner en marcha una "medicina preventiva", acordando los términos del reparto de la herencia en vida de los padres, de manera que se eviten futuras situaciones desagradables.

Lola Pavón Romero dijo...

Tras haber leído este maravilloso post que compara el diagnóstico medico con la mediación como método de solución de conflictos me gustaría indicar un caso de conflicto que conozco, el caso trata sobre un divorcio que se ha dado entre familiares míos, más concretamente mis tíos.

Un divorcio no es plato de buen gusto para nadie y ello supone un conflicto, en este caso tendríamos que llevar a cabo un plan de mediación familiar ya que, aunque el divorcio sea entre mi tío y mi tía afecta a sus hijos también. Mediante la mediación familiar tendremos que alcanzar un acuerdo ante esta disputa familiar, evitando el proceso judicial.

Antes de comenzar a “operar”, resolver el conflicto debemos hacer una radiografía para poder determinar en que aspectos del conflicto debemos de trabajar y para saber como lo podemos gestionar.

Aunque mediante la mediación no consigamos resolver todas las dificultades de un divorcio, si que podemos ayudar a los cónyuges a comunicarse y conseguir un buen acuerdo para toda la familia. El mediador debe escuchar a las partes, analizar la información haciendo uso de la radiografía y ofrecer su ayuda a la pareja para alcanzar acuerdos. El mediador es quien debe orientar.

Juan Luis de Dios Gómez dijo...

Me parece muy buena técnica de trabajo para el mediador la antes de "operar" hacer una radiografía del conflicto, ya que gracias a este previo paso tendremos el camino más fácil para afrontar lo que nos podemos encontrar.

Un caso bastante complejo en el que facilitaría realizar la radiografía es en el de custodia de los hijos tras un divorcio o separación, en estos casos ambas partes normalmente quieren la custodia y puede ser porque realmente quiera o para molestar al otro.
Lo más sensato suele ser acordar la custodia compartida, aunque hay que tener en cuenta que el daño colateral de esto lo recibe el hijo y por lo tanto, si es posible, es una parte importante a analizar.

Gracias a este análisis del conflicto y teniendo en cuenta lo que revelan las expresiones y microgestos al narrar cada parte el conflicto, el mediador obtiene una información muy valiosa sobre cada una de las partes, como puede ser la sinceridad en la exposición de los hechos.

Con estas pequeñas dosis de formación que vamos recibiendo sobre la mediación, cada vez tengo más claro que es un trabajo muy útil en el que se pueda evitar iniciar el procedimiento judicial, ya que con la mediación se agiliza el proceso y se comunican directamente las partes sin necesidad de una representación, lo que resulta que sea menos agresivo cuando se trata por ejemplo de conflictos familiares.

Ángela Menjíbar dijo...

Cuando las personas tienen un conflicto, normalmente no es causado por una situación en concreto, normalmente los problemas se componen de pequeños antecedentes que a veces no se tienen en cuenta. Por eso es de suma importancia analizar estos pequeños antecedentes, nos ayuda a entender mejor la situación y a comprender mejor los motivos de este conflicto.

Conocer todo esto nos puede ayudar a hacer mejor nuestro trabajo, ya que podemos conocer las preferencias de nuestro cliente o qué es lo que quiere realmente, así podemos lograr una mayor satisfacción para nuestro cliente y sentirnos más orgullosos de nuestro trabajo.

José Domingo de los Santos García dijo...

Un conflicto actual es la subida del precio de la electricidad en nuestro país.

En primer lugar, deberíamos realizar un diagnóstico del conflicto, identificando el núcleo del problema y los actores que intervienen, en este caso el Gobierno, las compañías eléctricas, los consumidores...

Una vez obtenido el diagnóstico, se puede comenzar la intervención u operación. En este caso, a través de una mediación entre las partes, podría optarse por una vía en la que todas las partes cedieran un poco: el Gobierno podría bajar impuestos, y las eléctricas podrían reducir un poco sus beneficios. Ambos podrían acordar dejar de utilizar las eléctricas como puertas giratorias...

En la realidad, este conflicto posee gran complejidad, e intervienen múltiples factores que no se han tenido en cuenta, como la dependencia energética a nivel internacional, la economía global, o las múltiples fuentes de energía.
Pero sin lugar a dudas, el primer paso para encontrar una solución que beneficiara a la ciudadanía y acabara con esta situación que nos perjudica a todos, sería "radiografiar" para obtener un adecuado diagnóstico del problema.

José Domingo de Los Santos García

Unknown dijo...

Los abogados, los mediadores y probablemente cualquier otro profesional en campo jurídico trabajan en situaciones cuyo objeto central es el conflicto. El conflicto es un enfrentamiento entre posturas, valores, intereses de dos o más personas que evidentemente analizan subjetivamente los hechos, utilizando como punto de mirada únicamente su perspectiva. Es inevitable la presencia de rasgos subjetivos a la hora de analizar un conflicto, puesto que entran en juego vertientes personales, creencias y acontecimientos pasados propios del sujeto que trata de entenderlo. En el ámbito jurídico no podemos permitirnos que nuestro punto de vista esté condicionado por nuestros valores y por esto resulta necesario tomar en préstamo herramientas propias de otras ciencias, como la medicina, aprendiendo de estas. Pensemos por ejemplo a las radiografías, herramientas comunes y típicas de la rama médica que permiten ver más allá de lo que se podría analizar a primera vista sobre un sujeto. Los abogados hacen a diario radiografías, es decir analizan los problemas de sus clientes globalmente, tratando de analizar el conflicto sin sesgos, considerando todas las perspectivas, y lo hacen de manera objetiva.
Nuestro día a día está lleno de conflictos más o menos generalizados. Pensemos por ejemplo a uno de los conflictos más importante de los últimos años a nivel mundial: la pandemia de COVID-19. Las restricciones actuadas por casi todos los países del mundo han sido fuente de numerosos enfrentamientos entre valores, derechos y deberes. El análisis jurídico sobre lo ocurrido resulta muy complicado, puesto que entran en juego distintos derechos fundamentales, pero podríamos utilizar la radiografía, una solución que permitiría mejorar la capacidad de análisis y de operación jurídica.

José Manuel Pérez Cano dijo...

Tras la lectura de este post es de remarcar el trabajo del mediador a la hora de realizar un análisis del conflicto y ser capaz de presentar diversas soluciones que faciliten la resolución del problema evitando de esta manera el colapso de los órganos jurídicos.

Como es frecuente, en mi caso el conflicto mas cercano en el que me he visto envuelto fue en el ámbito de la herencia. Tras es fallecimiento de mi abuelo y proceder a la lectura del testamento, uno de mis tíos se encontraba en desacuerdo con el reparto de la herencia, con ello se inició una serie de litigios entre la familia. Cuyos problemas hubieran sido resuelto con mayor facilidad si mi familia hubiera contado con la ayuda de un mediador para la resolución del conflicto, ya que en este caso al igual que en muchos otros, las tensiones familiares así como los diferentes puntos de vista de la familia, hace que los litigantes no terminen poniéndose de acuerdo en la mayoría de ocasiones, así como que estas personas mantengan sus posiciones por el mero hecho de de litigar y no dar la razón a la otra parte. Son en estos casos en los que el mediador podría favorecer a la llegada de un acuerdo de manera más sencilla, ya que este actúa como una parte externa al conflicto y neutra en la toma de decisiones no buscando de esta manera favorecer a ninguna de las partes y busca una resolución igualitaria y beneficiosa para ambas partes.

Por todo ello, puedo afirmar que en este caso concreto de haber tenido la ayuda de un mediador se habría alcanzado la resolución del conflicto con mayor facilidad. Ya que invirtiendo un poco de tiempo y escuchando a ambas partes es capaz de elaborar una solución parcial que pueda ser aprobada por las partes ahorrando de esta manera mucho tiempo a los diferentes órganos jurídicos.

Lourdes Contreras Barberá dijo...

Antes de nada, he de decir que considero muy acertada la similitud entre esta labor con la medicina tal y como se establece en el artículo.
En cuanto a algún ejemplo de caso, lo veo bastante claro en la puesta en venta de un negocio familiar, donde las emociones más que nunca estarán a flor de piel.
Esta venta en la mayoría de los casos suele provocar discusiones entre hermanos u otros miembros familiares generalmente por asunto económicos. Podríamos suponer que dichas disputas sean la punta del iceberg a la que hace referencia el artículo. Ya que estas peleas serían lo que se sacaría a la luz pero al ser un asunto de familia, conllevaría muchos más aspectos desconocidos aún.
Lo más importante en estas situaciones, además de hacer el necesario análisis económico del negocio; se debe analizar también las emociones y distintas situaciones que cada una de las partes pueda tener, de mismo modo que debemos de tener presente qué tipo de relación tienen entre ellos, ya que hay veces que se trata con familias muy unidas o también puede ser una familia con muchos conflictos durante años que puedan considerar irreconciliables. Una vez conocidos estos aspectos, conocido el verdadero porqué de la cuestión, podremos dar respuesta a este supuesto, sabiendo qué buscan y necesitan las partes y llegando a un acuerdo que no suponga un mal ambiente en la familia.
Por ultimo y haciendo referencia a la “medicina preventiva” citada en el post. Podría tratarse como tal el hecho de desarrollar con anterioridad un plan de actuación en caso de necesidad de vender el negocio, para así haber evitado posibles conflictos.

Nerea Carvajal dijo...

Nunca había oído hablar sobre este tipo de “estudio”previo a resolver un conflicto, me ha resultado, cuanto menos, bastante curioso. Ahora bien si nos ponemos a pensar en que casos sería realmente útil este mecanismo sería por ejemplo en determinar la custodia de unos hijos.

Es necesario un estudio previo de la situación, una “radiografía” del caso, mas aun en este, ya que en ocasiones resulta bastante delicado y complejo. Pueden haber diversos factores determinantes a la hora de llegar a la decisión final, ¿porque no cabe la custodia compartida?, ¿porqué la madre cree que viviendo el menor en su domicilio es la mejor opción?. Esto me hace recordar un caso de hace escaso tiempo en el que una juez le retiraba la custodia a su hijo por vivir en un pueblo de Galicia alejado, sin embargo, estudiándolo en profundidad se supo que no fue ese el motivo, sino que la madre anteriormente se había llevado al niño sin consentimiento. Lo que me lleva a preguntarme si se hubiese llevado a cabo un estudio previo, una “radiografía” del conflicto a lo mejor no se hubiese tenido que llegar a ese extremo, como es perder la custodia de un hijo.

Fátima Molina Domecq dijo...

Tras la lectura de este post queda claro la importancia que tiene que un mediador o abogado analice la situación a la que se va a enfrentar para así tener mayor facilidad en la resolución del conflicto. Es importante tener todos los datos y detalles posibles, incluso llegar al fondo de la cuestión cómo veíamos en el paralelismo con el iceberg para poder realmente entender lo que ocurre y poder idear la mejor solución al problema.

Por ejemplo, si nos centramos en una herencia o un divorcio. En los conflictos que surgen ante este tipo de situaciones es muy importante "radiografiar" el problema y detenerse para analizarlo con detenimiento ya muchas veces el trasfondo del asunto es mayor de lo que parece y puede ser muy relevante. Una de las cosas a tener en cuenta, es que surgen muchos sentimientos por ambas partes implicadas que también un abogado o mediador debe intentar conocer y entender, ya que tendrán gran relevancia en el conflicto y en la postura que adopten las partes. Además, el profesional siempre debe tratar de ponerse en el papel del cliente, para primero entender su postura y después poderle aconsejar legalmente.

Fátima Molina Domecq dijo...

Tras la lectura de este post queda claro la importancia que tiene que un mediador o abogado analice la situación a la que se va a enfrentar para así tener mayor facilidad en la resolución del conflicto. Es importante tener todos los datos y detalles posibles, incluso llegar al fondo de la cuestión cómo veíamos en el paralelismo con el iceberg para poder realmente entender lo que ocurre y poder idear la mejor solución al problema.

Por ejemplo, si nos centramos en una herencia o un divorcio. En los conflictos que surgen ante este tipo de situaciones es muy importante "radiografiar" el problema y detenerse para analizarlo con detenimiento ya muchas veces el trasfondo del asunto es mayor de lo que parece y puede ser muy relevante. Una de las cosas a tener en cuenta, es que surgen muchos sentimientos por ambas partes implicadas que también un abogado o mediador debe intentar conocer y entender, ya que tendrán gran relevancia en el conflicto y en la postura que adopten las partes. Además, el profesional siempre debe tratar de ponerse en el papel del cliente, para primero entender su postura y después poderle aconsejar legalmente.

Mercedes González Osuna dijo...

La herencia podría ser un ejemplo de conflicto en donde podrían intervenir alguna de estas medidas. Cuando muere un familiar, un padre por ejemplo, la herencia entre hermanos puede ser motivo de disputa entre ellos. Para este tipo de casos, se debería de aplicar la "medicina preventiva". La punta del iceberg serie el conflicto en sí entre dos hermanos, por ejemplo, y la parte que se esconde en el mar serían los conflictos personales entre ellos. Por eso, analizar antes el caso y llegar a el por qué de esa disputa es esencial.
Pienso que la tarea del mediador es esa, llegar a entender la situación previa a ese conflicto y llegar a un acuerdo antes de tener que ir a juicio. Por este motivo, pienso que el mediador debe de ser una persona que muestre empatía y entienda a su cliente, así la similitud con un medico. Este debe de ser una persona que transmita confianza en el paciente y que se sienta seguro.

Mercedes González Osuna dijo...

La herencia podría ser un ejemplo de conflicto en donde podrían intervenir alguna de estas medidas. Cuando muere un familiar, un padre por ejemplo, la herencia entre hermanos puede ser motivo de disputa entre ellos. Para este tipo de casos, se debería de aplicar la "medicina preventiva". La punta del iceberg serie el conflicto en sí entre dos hermanos, por ejemplo, y la parte que se esconde en el mar serían los conflictos personales entre ellos. Por eso, analizar antes el caso y llegar a el por qué de esa disputa es esencial.
Pienso que la tarea del mediador es esa, llegar a entender la situación previa a ese conflicto y llegar a un acuerdo antes de tener que ir a juicio. Por este motivo, pienso que el mediador debe de ser una persona que muestre empatía y entienda a su cliente, así la similitud con un medico. Este debe de ser una persona que transmita confianza en el paciente y que se sienta seguro.

Mercedes González Osuna

Mercedes González Osuna dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mercedes González Osuna dijo...
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Anónimo dijo...

La herencia podría ser un ejemplo de conflicto en donde podrían intervenir alguna de estas medidas. Cuando muere un familiar, un padre por ejemplo, la herencia entre hermanos puede ser motivo de disputa entre ellos. Para este tipo de casos, se debería de aplicar la "medicina preventiva". La punta del iceberg serie el conflicto en sí entre dos hermanos, por ejemplo, y la parte que se esconde en el mar serían los conflictos personales entre ellos. Por eso, analizar antes el caso y llegar a el por qué de esa disputa es esencial.
Pienso que la tarea del mediador es esa, llegar a entender la situación previa a ese conflicto y llegar a un acuerdo antes de tener que ir a juicio. Por este motivo, pienso que el mediador debe de ser una persona que muestre empatía y entienda a su cliente, así la similitud con un medico. Este debe de ser una persona que transmita confianza en el paciente y que se sienta seguro.

Mercedes González Osuna

Beatriz Vega Corrales dijo...

En primer lugar, veo muy acertada la comparación del análisis de un conflicto con una radiografía y la actuación para la resolución con una operación.

Este tipo de casos son más comunes de lo que muchas veces pensamos los que no nos dedicamos a esta labor. Por ejemplo, me sentí identificada con uno de los conflictos con los que lidiar que usted comentó: el problema que surge en una familia a la hora de decidir qué hacer con alguno de sus padres ya ancianos. Como es algo que hemos vivido en mi familia en este último año, creo que esa “radiografía” a la hora de empezar a ver cómo encarar el conflicto es muy importante. Hay que tener en cuenta multitud de factores: las diferentes partes con sus correspondientes intereses en juego (¿Ningún hijo se quiere hacer cargo de su madre?, ¿la madre sólo acepta quedarse con uno de ellos?…), las relaciones entre hermanos o entre padres e hijos, la vida que lleva cada uno, y los puntos de total desentendimiento o, al contrario, de posible encuentro y acuerdo.

En estos casos, podría ser más difícil aplicar la “medicina preventiva”, porque ¿quién sabe cuántos años vivirá, con cuántos años se quedará viuda, qué tipo de atención necesitará, o qué tipo de vida llevarán sus hijos en sus respectivos núcleos familiares? Por ello pienso que es un caso especialmente peliagudo a la hora de la mediación y resolución y es necesario ese diagnóstico para la consiguiente mediación.

Unknown dijo...

Buenas tardes Javier, a la hora de comentar en tu blog acerca de la comparación entre la medicina vigente y los procesos a la hora de mediar un conflicto, he considerado bastante interesante el hecho de centrarme en un problema al que yo mismo he bautizado como "Mediación preventiva" en el cual hago una simbiosis entre un caso de herencia familiar y las aplicaciones de mediación ante el mismo.

En el susodicho lo que sucede es que 4 hermanos trabajan en un negocio familiar perteneciente a su padre (una fabrica de textiles). En primer lugar me gustaría hacer apología del fenómeno del iceberg en cuanto a que , la punta hace mención a la repartición de los hermanos, y los conflictos están determinados por; la ausencia del padre por enfermedad, la falta de no haber designado todavía a un presidente sustituto (planteándose el hecho de contratar alguien ajeno a su entorno familiar para llevar las riendas) y también que no estén determinados los roles de cada uno de sus hijos.

A lo respecta este caso en comparación con la medicina preventiva, esta se divide en 4 partes; 1ºla prevención primaria para avisar y conocer nuestro conflicto antes de que este ocurra,2ªla prevención secundaria (que sirve para detectar enfermedades precoces)consistiría en determinar que ante la enfermedad del padre, los hermanos sepan que puede existir una discusión a la hora de dirigir su empresa,3ªla prevención terciaria (prevenir secuelas una vez la enfermedad no tenga retroceso), es decir, que todos los hermanos y el padre iniciaran un proceso de mediación realizado por profesionales por el cual determinaran la posición de cada uno, así como la economía y los salarios de los mismos (entre otras cosas). Y la ultima seria la cuaternaria (4ª), por la cual se llegaría a replantear el testamento para realizar un reparto justo entre las partes constituyentes.

Unknown dijo...

Buenas tardes Javier, a la hora de comentar en tu blog acerca de la comparación entre la medicina vigente y los procesos a la hora de mediar un conflicto, he considerado bastante interesante el hecho de centrarme en un problema al que yo mismo he bautizado como "Mediación preventiva" en el cual hago una simbiosis entre un caso de herencia familiar y las aplicaciones de mediación ante el mismo.

En el susodicho lo que sucede es que 4 hermanos trabajan en un negocio familiar perteneciente a su padre (una fabrica de textiles). En primer lugar me gustaría hacer apología del fenómeno del iceberg en cuanto a que , la punta hace mención a la repartición de los hermanos, y los conflictos están determinados por; la ausencia del padre por enfermedad, la falta de no haber designado todavía a un presidente sustituto (planteándose el hecho de contratar alguien ajeno a su entorno familiar para llevar las riendas) y también que no estén determinados los roles de cada uno de sus hijos.

A lo respecta este caso en comparación con la medicina preventiva, esta se divide en 4 partes; 1ºla prevención primaria para avisar y conocer nuestro conflicto antes de que este ocurra,2ªla prevención secundaria (que sirve para detectar enfermedades precoces)consistiría en determinar que ante la enfermedad del padre, los hermanos sepan que puede existir una discusión a la hora de dirigir su empresa,3ªla prevención terciaria (prevenir secuelas una vez la enfermedad no tenga retroceso), es decir, que todos los hermanos y el padre iniciaran un proceso de mediación realizado por profesionales por el cual determinaran la posición de cada uno, así como la economía y los salarios de los mismos (entre otras cosas). Y la ultima seria la cuaternaria (4ª), por la cual se llegaría a replantear el testamento para realizar un reparto justo entre las partes constituyentes.

Unknown dijo...

Buenas tardes Javier, a la hora de comentar en tu blog acerca de la comparación entre la medicina vigente y los procesos a la hora de mediar un conflicto, he considerado bastante interesante el hecho de centrarme en un problema al que yo mismo he bautizado como "Mediación preventiva" en el cual hago una simbiosis entre un caso de herencia familiar y las aplicaciones de mediación ante el mismo.

En el susodicho lo que sucede es que 4 hermanos trabajan en un negocio familiar perteneciente a su padre (una fabrica de textiles). En primer lugar me gustaría hacer apología del fenómeno del iceberg en cuanto a que , la punta hace mención a la repartición de los hermanos, y los conflictos están determinados por; la ausencia del padre por enfermedad, la falta de no haber designado todavía a un presidente sustituto (planteándose el hecho de contratar alguien ajeno a su entorno familiar para llevar las riendas) y también que no estén determinados los roles de cada uno de sus hijos.

A lo respecta este caso en comparación con la medicina preventiva, esta se divide en 4 partes;

1ºla prevención primaria para avisar y conocer nuestro conflicto antes de que este ocurra,2ªla prevención secundaria (que sirve para detectar enfermedades precoces)consistiría en determinar que ante la enfermedad del padre, los hermanos sepan que puede existir una discusión a la hora de dirigir su empresa,3ªla prevención terciaria (prevenir secuelas una vez la enfermedad no tenga retroceso), es decir, que todos los hermanos y el padre iniciaran un proceso de mediación realizado por profesionales por el cual determinaran la posición de cada uno, así como la economía y los salarios de los mismos (entre otras cosas). Y la ultima seria la cuaternaria (4ª), por la cual se llegaría a replantear el testamento para realizar un reparto justo entre las partes constituyentes.

Lola Sánchez Zamora dijo...

Tras la lectura del post se puede apreciar la importancia que tiene realizar una “radiografía” al comenzar a tratar un conflicto. A día de hoy veo inviable empezar a trabajar en un caso y no hacer un estudio previo de la situación, por el hecho de que no se llega a profundizar del todo en las partes, en el suceso…
Como se compara en el texto, es completamente igual la previa de un médico a la de un abogado/ mediador claramente cada uno desde su ámbito.
Un ejemplo en el que sería vital una radiografía es a la hora de quién realiza el cuidado a un familiar mayor que ni él ni la familia quiere internarlo y ambas partes a su vez quieren que sea cuidado por alguno de los hermanos, como comentamos una vez en clase, lo primero es preguntar a todos su situación, adentrarse en sus sentimientos y ya a partir de ahí el caso se tratará siempre con el mayor beneficio para todos.
Por eso veo el análisis como algo fundamental y obligatorio.

Anónimo dijo...

Un ejemplo de conflicto que podría surgir podría ser el caso del reparto de una herencia familiar en una familia numerosa y desestructurada.
Puesto que en este caso al ser varios los miembros de la familia, y si a su vez estos la relación que tienen entre ellos no es buena, esto podría producir problemas a la hora de realizar el reparto de los bienes, pues podrían estar en desacuerdo a la hora de realizar dicho reparto.
Creo que a través de la mediación se podría ayudar a realizar a que este reparto se hiciera de forma más equitativa y se evitaran problemas internos en la familia. Pues sería una opinión externa que lo ve todo de manera más objetiva y podría analizar la información de manera que los ayudaría a llegar a un acuerdo, de forma que ese reparto se diera y terminara en las mejores condiciones posibles.
En este caso la punta del iceberg que quedaría a la vista sería el reparto de la herencia mientras que la parte baja del iceberg, la parte oculta, serían todos los conflictos internos y no resueltos de los miembros de la familia. Y creo que es ahí, en la parte baja, donde desempeñando un buen análisis y con la ayuda de un experto se podrían evitar esos conflictos y realizar el reparto equitativo sin que se presente la disputa de los familiares.

Irene Vázquez Rivadeneyra

Eduardo Gómez Portas dijo...

Resulta muy útil visualizar el caso jurídico con la alegoría de una radiografía, ya que esta reúne todas las características que se deben considerar a la hora de juzgar un conflicto.
Un caso en concreto en donde se ve reflejada la importancia de realizar esta radiografía se puede observar en la STS 3627/2021 sobre un recurso de casación interpuesto por un padre que reclamaba la custodia de su hijo, debido a que ésta la tenía la madre. Finalmente, el Tribunal Supremo falló que el padre mantendría la custodia compartida con la madre, tras analizar el caso.
Es por esto que la radiografía es esencial al juzgar un caso, pues su análisis definirá los diversos matices que a simple vista podrían manifestarse como obvios, que sin embargo, no lo son.

Maria Merello Argudo dijo...

Después de leer el post, estoy segura de que cualquiera que lo lea, puede llegar entender que el análisis previo de una situación es fundamental como paso previo a intentar solucionar un conflicto, es casi imposible solucionar un conflicto con éxito sin profundizar en las circunstancias del caso y en los datos del mismo. De hecho, me parece que un buen abogado / mediador, antes de ejercer este papel, es un poco psicólogo y detective pues intenta analizar la situacion como tal y a cada parte del conflicto individual, ente.
Como puede ser en un caso de divorcio y custodia, el abogado debería considerar como obligatoria la tarea de analizar la situación familiar y los factores que interviene en la mismas, así como a cada miembro de la familia que intervenga en el conflicto internamente y en su circunstancia individual.

Jose Francisco Molleja Molina dijo...

Me ha parecido de mucha utilidad, hoy día vamos en general con mucha prisa a la hora de afrontar lo que nos sobreviene en nuestro día a día, y esto hace pensar el mucho bien que puede hacer pararse a analizar las situaciones antes de abordarlas; es muy bueno diferenciar el conflicto de lo demás y ver de dónde viene la situación; a veces poniendo nombre a las cosas y hablándolas, estas se vienen a menos y se les resta importancia. Veo este análisis algo necesario, no solo en el ámbito de las cuestiones jurídicas sino a la hora de abordar cualquier asunto.

Mercedes Pérez Infante dijo...

Creo que resulta muy útil y muy buena técnica para el abogado visualizar el caso jurídico como una radiografía es decir analizar el conflicto de una forma mas “desde dentro”. Creo que gracias a este paso nos será más fácil enfrentarnos al problema y poder llegar a encontrar la solución más adecuada .

Por ejemplo un caso mas especifico podrían ser los distintos problemas que puede conllevar una herencia, peleas entre familiares, malentendidos, desacuerdo entre la repartición… Si cogemos este caso e invirtiéramos el tiempo suficiente escuchando a ambas partes y parándonos a interpretar lo que nos quieren decir podríamos llegar a elaborar una solución que pueda ser aceptada por todas las partes.

Es por esto por lo que la intervención del mediador siempre nos va a favorecer ya que este busca encontrar una solución igualitaria y beneficiosa sin favorecer a ninguna de las partes. Gracias a este análisis del conflicto el mediador puede llegar a obtener una información muy valiosa sobre cada una de las partes.

Finalmente creo es la radiografía es fundamental para entender e intentar solucionar un conflicto, pues este definirá los diversos matices que a simple vista podrían pasar desapercibido y que realmente son de gran importancia.

jose malaver dijo...

Este post realiza un gran símil entre disciplinas a priori incompatibles o con escasez de relación, mientras que sí que existe puntos de conexión entre la medicina y el Derecho, empezando por la salud: ya que los conflictos del derecho tienen repercusión en la salud (acudir al psicólogo por sentir estrés en un divorcio); por la regulación: porque los médicos se relacionan con personas, y estas relaciones están reguladas por el Derecho (como cualquier otro sujeto de la sociedad); e incluso en el modus operandi: en los procedimiento o técnicas a tomar cuando se nos presenta un conflicto.

Me gustaría proponer como modelo un ejemplo que, aunque fuera obvio y más de una vez haya sucedido en nuestras clases académicas, impacta la facilidad de resolver un aparente abrumador conflicto.
La situación es la siguiente: una alumna se encuentra disgustadísima porque en el examen parcial que suspendió, le entró una serie de apartado que, según ella, el profesor dijo que no entraba, y a todo esto se le sumaba que, a su parecer, el profesor no explicaba nada bien y no dejaba nunca las cosas claras, siendo esta alumna una repetidora en esta asignatura.
Por el otro lado, el profesor aportaba que él únicamente dijo que el “polémico” apartado se mirara de forma individual en el manual de la asignatura, y que la alumna era una persona maligna, siempre quejándose de todo e impidiendo la naturalidad de la impartición de la clase.

A fin de cuentas, a pesar de el gran cúmulo de sentimientos como enfado, rabia, impotencia, desesperación etc. (lo que sería el iceberg del problema), en ambos se encontraba un mismo fin para solucionar el conflicto. Cuando ambos se preguntaron qué es lo que realmente querían tras todas esas sensaciones y manifestaciones de sentimientos negativos, era deshacerse el uno del otro y no tener que soportar ninguno de ellos esa situación. La alumna, aprobar; y el profesor, no tener que darle clases. Por lo que, se pactó que con trabajos e investigaciones extras acerca del apartado polémico se convalidara la superación de esa parte de la asignatura, lo que conllevaría a aprobar la asignatura.

En conclusión, una de las frases citadas era que en la mayoría de las situaciones y casos, los “fines […]no son contrapuestos”, a pesar de lo que se muestra en la cima del iceberg, hay que tratar el problema desde la base y profundizar para formar parte objetivamente y entender de la disputa, tratando de llegar a la satisfacción de ambos.


Jose Malaver Benjumea.

Carlota Jurado dijo...

Creo que es una gran idea comparar los métodos de diagnostico clínico como la radiografía para explicar la importancia que tiene el análisis extenso de los casos en la materia del derecho, o mas bien del abogado.
Un ejemplo de esto lo podemos ver en los casos de divorcio, donde a simple vista se ve una discusión en la pareja o incluso una conclusión común de que lo mejor para ellos seria romper con el matrimonio, pero debemos tener en cuenta que debajo de esto hay muchos motivos, problemas, peleas, … que han llevado a la pareja hasta este punto de la relación. La labor del abogado es mediante un análisis extenso del conflicto establecido encontrar cual será la mejor opción para afrontarlo buscando un beneficio común para sus clientes.

Fernando Mas Deudero dijo...

Mi nombre es Fernando Mas Deudero y me parece curiosa la adaptación que se hace de una técnica médica como es la radiografía al derecho para explicar lo que debe hacer el abogado a la hora de analizar las cuestiones o casos que se le presentan para poder resolverlos de la mejor forma posible, lo que viene a decir mayormente es que hay que analizar todos los aspectos para poder alcanzar sus fines. La labor del abogado incluye el análisis, razonamiento... para resolver los casos.

Fernando Mas Deudero dijo...

Me parece muy interesante la adaptación de la radiografiaros a la labor del abogado dado que el abogado para llevar a cabo su trabajo debe realizar una serie de analisis de todos los factores del caso que se le pone por delante. Algunas de las capacidades que debe tener el buen abogado son la capacidad de análisis, capacidad de razonamiento, creatividad a la hora de actuar si hay algún factor inesperado en el juicio... todas estas capacidades le permitirán el correcto desempeño de su labor

Maria Merello Argudo dijo...

: Después de leer el post, estoy segura de que cualquiera que lo lea, puede llegar entender que el análisis previo de una situación es fundamental como paso previo a intentar solucionar un conflicto, es casi imposible solucionar un conflicto con éxito sin profundizar en las circunstancias del caso y en los datos del mismo. De hecho, me parece que un buen abogado / mediador, antes de ejercer este papel, es un poco psicólogo y detective pues intenta analizar la situacion como tal y a cada parte del conflicto individual, ente.
Como puede ser en un caso de divorcio y custodia, el abogado debería considerar como obligatoria la tarea de analizar la situación familiar y los factores que interviene en la mismas, así como a cada miembro de la familia que intervenga en el conflicto internamente y en su circunstancia individual.

Reyes Terriza Ruiz dijo...

en mi humilde opinión, un buen ejemplo sería el caso de una familia con un integrante dependiente de esta. Para determinar perfectamente quién es la persona ideal para que se haga cargo de la persona dependiente habría que analizar en profundidad las necesidades y preferencias de este individuo en cuestión.
Es decir, no sería únicamente ver las posibilidades de cada uno de los que se pueden hacer cargo, sino que habría que ir más allá y hacer la radriografía del conflicto como bien nos ha explicado Javier.

Alba Jiménez Herrero dijo...

El ejemplo más claro y habitual que podemos argumentar y que todo el mundo tiene a su entorto creo que sería el divorcio. Un divorcio es un ejemplo de conflicto que supondría hacer algunas de las pruebas citadas en este post. Si comparamos un divorcio con un iceberg, la parte superior y visible la podríamos identificar como la parte que nos han contado, es decir, la discusión que ha determinado que se lleve a cabo el divorcio. Por otra parte, la parte no visible del iceberg y por lo tanto mucho más grande serían todas las cosas, que nuestros clientes no nos ha contado, situaciones que han ido ocurriendo a lo largo de la vida de la pareja que han hecho que cada vez el problema sea cada vez más grande.

En una situación de dos personas que se quieren divorciar, sería lo correcto hacer una radiografía del caso para conocer mejor a nuestros clientes, sus intenciones y preferencias, para decidir a partir de ahí como enfocaremos nuestro trabajo. Por otra parte, el electro sería útil también, sobre todo para el trabajo de un mediador. Ver como cada parte ha interiorizado los sentimientos y como afectan a su vida personal es importante para saber qué necesita cada parte, y sobre todo para llegar a un posible acuerdo.


Alba Jiménez Herrero

Míriam Fernández Ramírez dijo...

Es cierto que un ejemplo habitual que tenemos a consecuencia del Covid-19 es el cierre de negocios. El conflicto surgiría cuando la empresa tiene dos o más socios con ideas contradictorias entre seguir o no adelante.
Habría que hacer una radiografía extensa sobre qué está sucediendo, las distintas opiniones y como marca el artículo, no quedarnos en lo que vemos del iceberg sino mirar qué hay debajo de éste que es el verdadero problema.
Los socios pueden ser familia o no, tener más apego por la empresa, el que quiere cerrarla puede tener una oferta de trabajo a la espalda...
Las circunstancias son infinitas y nuestro trabajo como abogados es detectar que no nos están contando para poder actuar de mediadores, como mencionaba Javier, y así poder resolver dicho conflicto.
Míriam Fernández Ramírez.

Anabel Cortés Jiménez dijo...

No es de buen profesional en mi opinión, dar respuestas sin previamente conocer el caso concreto al que nos enfrentamos, ya que cada circunstancia, persona y conflicto es diferente.
Así, es importante como bien expresa el artículo, conocer cada uno de los motivos que originan ese conflicto, analizar los argumentos y las causas y de esa forma, crear nuestra propia radiografía con rayos X del problema que debemos solucionar.
Bajo mi punto de vista, es algo más complicado realizar un diagnóstico de este tipo que el propio de una radiografía ya que en esta última es sencillo utilizar una máquina que nos aporte en modo de fotografía una respuesta (que debe ser interpretada pero que siguiendo unos patrones se puede llegar a comprender).
En cambio, en el momento de diagnosticar un problema cuyo origen es jurídico es algo más complejo, ya que dentro de poder ver e interpretar los problemas como en un iceberg, también cabe en cierto modo y de forma subjetiva la personalidad de cada uno y la forma de ser. En algunas personas es más complejo ver qué es lo que les causa ese problema porque son demasiado tranquilas o serenas y es difícil localizar el resto de argumentos por el cual el problema existe (aunque no imposible), en cambio hay otras personas que de forma sencilla y a simple vista se puede apreciar a cuento de qué motivo ha surgido la controversia que debemos solucionar.
Preventivamente, se podría localizar la causa de un posible problema que no ha llegado a ocurrir aún, por ej cuando a un despacho jurídico acude una persona con intención de divorciarse y solicita información o la forma en la que debe proceder. En este hipotético caso en el que podemos suponer que hay menores en medio del conflicto, nuestra obligación es prevenir que el proceso se encauce de forma irrespetuosa o desconsiderada, aportando unas pautas que evitarían que en unas semanas el problema que debamos solucionar sea aún mayor.
Anabel Cortés.

Natalia Mora Ramírez dijo...

Una situación que puede servir de perfecto ejemplo con lo redactado en este post es un divorcio. Ante un divorcio, la punta visible del iceberg serán los hechos que han llevado al momento de la ruptura, lo que enerva a nuestro cliente. Sin embargo, si miramos un poco más abajo, encontramos el tinte emocional del caso, lo cual es importantísimo conocer. Es conociendo este fondo del iceberg que podemos encontrar soluciones más gratificantes para nuestro cliente, y no solo eso, sino que también podemos proporcionarle la calma para que tome mejores decisiones.

Mariam Pérez Márquez dijo...

El post nos transmite que como abogados o mediadores, necesitamos hacer una radiografía del conflicto que se va a tratar para saber si podemos operar. La comunicación es un elemento fundamental puesto que según sea esta, se pueden dar malos entendidos y agravar un conflicto, o por el contrario, mantener una buena comunicación sin llegar a tener un conflicto mayor.
Los profesionales del derecho adquieren responsabilidad en los casos que se les presenta, porque, no sólo tienen que mirar por las partes que se presentan, si no que también tienen que tener en cuenta el entorno de las mismas. Esto lo podríamos llevar a la práctica en el caso de un divorcio, un tema de actualidad, en el cual una pareja quiere divorciarse y un abogado debe de ponerse en situación, llevar a cabo un reparto de bienes que tenga la pareja conjuntamente, llegar a acuerdos y además, en el caso de tener niños, tienen que adjudicar custodia compartida o las alternativas que se propongan.

Sofía Vázquez Lanas dijo...

puedas indicarme algun caso de conflicto concreto que conozcas o pienses, y que supondría hacer alguna de estas pruebas "medicas"... ¿serias capaz de argumentarlo?

En mi vida he tenido numerosos conflictos, y aunque sea del que mas comentaros he visto en el poste, el que tengo más reciente es el de mis padres. Todo comenzó en 2018, surgieron una serie de problemas, y mis padres tras varios meses tomaron la decisión de ponerse en manos de un abogado y proceder a divorciarse y rehacer sus vidas. En este caso, cada uno tiene su punto de vista los cuales son chocantes y general el conflicto, de manera que es importante atender y radiografiar a cada una de las partes, analizar cual es su principal importancia en el procedimiento y poder llegar a un entendimiento con ambos y generar una separación de mutuo acuerdo.

En el cao de mis padres se hizo así, se analizaron las prioridades de cada uno y se consiguió un mutuo acuerdo, siempre contando con a opinión de mi hermano y mia.

Francisco Javier Pajares Rincón dijo...

Desde mi punto de vista, el análisis meticuloso de cada caso por parte del abogado es esencial, pues constituye una de las características esenciales del mismo. Cada asunto es distinto y único, y el letrado como mediador, debe intervenir, en la medida de lo posible, para intentar resolverlo de forma pacífica, es decir, sin tener que recurrir a la vía judicial u ordinaria; llegando a un acuerdo entre ambas partes.
De esta manera, para llevar a cabo la interpretación de un caso, el abogado debe primero elaborar un diagnóstico previo, para saber cómo actuar y tomar la mejor decisión posible acorde al conflicto que se le presente.

Aarón Guerrero Murillo dijo...

Esto es algo que me resulta muy inteligente en algunos puestos de trabajo, en este caso en la cual el mediador antes de “operar” realiza una radiografía del conflicto lo que le permite tener una visón más clara de a lo que se puede encontrar.

Un ejemplo podría ser el divorcio de unos padres y la resolución de que hacer con los hijos. A simple vista, lo más lógico sería la custodia compartida, pero es algo que no siempre es acertado porque se puede dar la situación de que alguno de los padres pueda tener problemas. Sin embargo, este procedimiento podría ayudarnos a tomar la decisión más correcta.

Gracias a estos análisis de conflictos y a supuestos microgestos que nos revelen información del sujeto (que con anterioridad hemos tratado en otro post) el mediador puede adquirir una información muy valiosa que hace esclarecerle los hechos.