lunes, 3 de mayo de 2021

Paciencia para la generación "Ya"


Tenia muchas ganas de poder escribir este post, desde hace tiempo, porque en esta época de pandemia mundial que estamos viviendo, parece que la paciencia es una de las mayores virtudes que debemos tener a la hora afrontar la misma y porqué no, la misma que debemos tener si nos enfrentamos a un conflicto que necesita de una importante madurez para que se pueda llegar a un acuerdo.

Una época marcada por el ahorro de tiempo, ya que nuestros hijos, nativos digitales, cada vez que tienen un problema, buscan algo o necesitan solucionar alguna cuestión, acuden rápidamente a Google, en sus móviles o celulares y ahí obtienen la respuesta inmediata, sin asegurarse si es la mejor o no, simplemente confiando en que el tiempo ahorrado, es el mejor tiempo invertido.

Pues hoy como mediador, me gustaría dirigirme a esa “Generación Ya”; esa generación que está creciendo con el impulso como medio, y la inmediatez como meta.

Una vez escribí que, tras un intenso partido que solo se pudo ganar a última hora, escuche a Sampaoli, entrenador argentino en aquella época, del equipo de mis amores decir, “hemos tenido mucha paciencia para madurar el encuentro” “y quiero recordarle a los periodistas que esa palabra se compone de Paz y de Ciencia”. Y no dude en pensar lentamente en escribir este post.

Si nos vamos al diccionario se define como “la actitud que lleva al ser humano a poder soportar contratiempos y dificultades para conseguir algo con posterioridad”. ¿Somos conscientes que eelo necesita tiempo?

Si acudimos al origen latino del concepto, podemos ver que procede del  latín “pati”, que significa sufrir. Incluso la palabra “patiens” se introdujo al castellano como “paciente”, térmico que utilizamos para hablar de quien de alguna forma está en un hospital porque se encuentra enfermo.

La paciencia es un rasgo de que consigue que las decisiones se deban tomar con la perspectiva del tiempo.

Pero en mediación esa gran virtud que supone la paciencia, en ningún caso puede suponer, dejar que las cosas ocurran sin hacer nada, o aguantando situaciones adversas, como muchos piensan. Mas bien todo lo contrario, significa, trabajar de forma más intensa, por conseguir aclarar ese interés común que llevaría a construir el inicio de un futuro acuerdo. Eso solo se hace con mucha constancia, esfuerzo, poniendo “lentamente a fuego de cocción” las emociones, los sentimientos, respetando “cada condimento”.

Reaccionamos en muchísimas ocasiones de forma repentina ante las adversidades, siempre con el “salvavidas” de decir lo siento si nos equivocamos u ofendemos, pero en mediación nuestra estrategia debe llevar a conseguir la suficiente paciencia, para deconstruir el conflicto y reconstruir las relaciones como dice el Profesor Calcaterra.

La “ciencia” que nos debe llevar a la “paciencia”, supone un equilibrio entre lo ocurrido en el conflicto, que nos llevaría a esa otra palabra que tanto usamos y que pocas veces vemos: ser asertivos; la gran clave en la mediación

Difícil… claro que si. Pero sirve en todos los órdenes de la vida, y se aprende, por supuesto, al igual que crece el ser humano. Un recién nacido llora desconsoladamente sin parar para conseguir lo que quiere y los padres nos ponemos nerviosos porque, no tiene paciencia. Conforme vamos creciendo nos vamos dando cuenta de esta gran virtud para nuestros días. Mi padre al igual que otros muchos, me decían… “Javier cuenta hasta diez antes de decidir nada”. Cuantos árbitros en el deporte se equivocarían menos si tuvieran “paciencia” a la hora de señalar una infracción y analizaran en breves segundos lo ocurrido, los gestos de los intervinientes en la infracción y las consecuencias de ello.

Por eso amigos, debéis/debemos tener paciencia, sin que eso signifique quietud, todo lo contrario, esfuerzo por decidir en su momento lo más adecuado y con ello ser cada día más libres, y porque no… más “inteligentes” porque tenemos “mas Ciencia”, los problemas serán más manejables y seguramente durarán menos tiempo.

Querida “Generación Ya”, la pandemia nos está enseñando a tener paciencia, la misma que necesitamos para mediar, recorrer el camino oportuno para que las partes acerquen posturas. La paciencia y el esmero, os llevará a saber “coser” las heridas de los mediados y los sentimientos enfrentados

Por eso… bienvenido a la Paz y a la Ciencia de la mediación


 

2 comentarios:

Mary De Simone dijo...

Excelente post querido Maestro. Gracias.!!!!

Liliana andres marino dijo...

NO HAY DUDA QUE LLEVAS EN EL ALMA TU VOCACION DE MEDIAR EN LA VIDA Y TRATANDO DE SER SOLIDARIO CON LOS MEDIADOS.PONIENDO TODO EL EMPEÑO.UN VERDADERO MEDIADOR