lunes, 30 de diciembre de 2019

Doce razones para mediar en 2020


Se nos acaba el 2019 y comienza 2020, un año que seguro será «más y mejor«,  pero nos queda tanto por hacer, que no puedo mas que agradecer todo lo que he aprendido durante el año que se fue.
Han sido tantos cursos de formación,  jornadas y encuentros en Valencia, Madrid, Málaga, Castellón, Santiago de Compostela, Lisboa, Salta, Corrientes, Córdoba, Cádiz, Jaén, Cáceres… y mi Sevilla (te quiero Sevilla), que me es imposible enumerar con detalle qué he sacado de cada uno de estos eventos en los que he tenido el honor de ser invitado.

¿Por qué me siento mediador?

No obstante, no me resisto a enumerar las diez razones que hacen de mi profesión como mediador, mi razón para trabajar y sentirme mediador. Quiero compartirlas:
  1. Me gusta trabajar por y para la justicia, más que para el derecho porque si éste no es justo, ¡cambiémoslo!
  2. Me gusta enseñar a escribir (a mediar) porque todo el mundo tiene derecho a ello, pero sé que muy pocos pueden ser escritores (mediadores).
  3. No hay mejor medicina para los mediadores que enseñar que estamos en el camino cuando conseguimos que las personas se reconozcan entre si y comprendan sus diferencias aunque no las compartan.
  4. Me gusta pensar que un conflicto puede ser positivo y que es una oportunidad para aprender.
  5. Siempre defenderé que la mediación es una “actitud”, más que un proceso, un método o una técnica.
  6. Pienso que no hay mediaciones de un lado y de otro, de un tipo o de otro, sino que es un trabajo cuyo apellido lo pone el conflicto.
  7. No hay otra salida mas útil que la mediación si quienes están enfrentados continuarán relacionándose en el tiempo.
  8. Me gusta pensar que no tenemos otro poder que el de la palabra para comprender los conflictos, y con ello no seremos mas que traductores de sentimientos enfrentados
  9. La mediación te hace libre, ya que no hay libertad sin posibilidad de elección en la gestión de los conflictos.
  10. He aprendido que no es tan importante ofrecerte como mediador, a que te legitimen y te pidan una mediación.
  11. He visto como compartiendo y acompñandote de los demas llegarás más lejos, por eso creamos FIMEP.
  12. He visto como el ego consume al mediador y a las personas, cuando no hay nada más maravilloso que conseguir que las partes en conflicto se hagan acreedoras del éxito del acuerdo.
Motivación no nos falta porque creemos en la mediación. Desde Loyola Mediación. Feliz año 2020 a todos.

martes, 24 de diciembre de 2019

Consejos de un mediador para una Nochebuena en Paz



Consejos de un mediador para una Nochebuena en Paz
Si acudimos a Wikipedia nos dicen que se conoce como Tregua de Navidad a un breve alto al fuego que sin que fuera oficial ocurrió entre las tropas alemanas e inglesas en la primera guerra mundial durante la Navidad de 1914. Es más el 24 de diciembre de ese año cuando las tropas alemanas comenzaron a decorar sus trincheras, luego continuaron con su celebración cantando villancicos, entre ellos “Noche de Paz”. Las tropas británicas en las trincheras al otro lado respondieron entonces con los mismos villancicos pero cantados en Inglés..
Ambos lados continuaron el intercambio gritando saludos de Navidad los unos a los otros. Pronto ya había llamadas a visitas en “la tierra de nadie, donde pequeños regalos fueron intercambiados: whisky, cigarrillos, chocolates, etc.
Más de una vez, cuando estamos en pleno proceso de mediación me he sentido como ese traductor, entre “soldados” alemanes e ingleses que no se entienden y que hablan sin escucharse, hasta que gracias a la “traducción” que hacemos de sus mensajes, conseguimos crear un espacio neutral, para construir esa “tregua de paz”.
Pues bien, hoy os quiero escribir, sin más pretensión que conseguir que la Nochebuena sea un espacio de paz, de mediación, de entendimiento.
Aun cuando hay tiempo de sobras para preparar ese encuentro que vamos a tener esa noche con personas que quizás no nos llevemos bien, o que no compartimos sus opiniones, de cualquier tipo, o conversaciones que para nosotros no lleve a ningún sitio, siempre ocurren pequeñas fricciones que podemos evitar.
En el previo surge el dilema de cada año… “en tu casa con tu familia o en la mia” y… este año que precisamente nos falta alguien o ya no estamos juntos… que. ¿necesitaremos a los cascos azules?. Ahí van mis humildes consejos.
En primer lugar os pediría que seais abiertos a cualquier posibilidad. Estar abiertos a ella, ser generosos con lo que está por venir, siempre nos podrá sorprender en positivo. Aquello que creíamos que podía pasar en negativo, al final ha sido positivo, pero todo depende de nuestra actitud, como cuando acudimos a mediación.
Y si nos es difícil… mirad a los ojos de los niños que estén a nuestro lado, su mirada limpia y deseosa de que sea una maravillosa velada con la ilusión de que nace el Niño Jesús o simplemente que venga esa misma noche Papá Noel, va a derretir cualquier contrariedad. Pensad que ellos son los verdaderos protagonistas y los herederos de nuestra actitud.
En segundo lugar os recomendaría una receta muy útiul para las conversaciones y debates de esa noche. Dejemos que cada uno tenga su propio espacio de protagonismo, no queramos colonizar las conversaciones. Si alguien nos cuenta (que hace tiempo que no vemos) que hace poco viajó a París…dejemos que lo cuente, preguntémosle donde estuvo y como lo pasó y solo cuando termine…., intervenid explicando que vosotros también fuisteis, y que bien lo pasásteis. Hay tiempo suficiente en estos días para que todos nos sintamos comprendidos y escuchados.
De igual forma os recomendaría que si entramos en temas espinosos, en las conversaciones, respetéis aun cuando no compartáis, este es nuestro principal trabajo como mediadores cuando estamos en nuestro trabajo día a día. Hacerlo vuestro, usad esta receta. “Morderse la lengua” durante unos segundos…nos coloca en una situación de “contar hasta diez” antes de rebatir nada.
Cuando a mis alumnos de Derecho les doy la asignatura de “Argumentación y Oratoria”, precisamente les digo la importancia de poder argumentar bien tus teorías aun cuando después un juez no las considere suficiente para darte la razón en la sentencia, ello no indica que seas un mal abogado, sino que tu teoría no es compartida. Pues lo mismo haríamos, fundamentemos ante ese primo que hace tiempo que no vemos, ante esa cuñada con la que no nos llevamos bien, y si vemos que no nos comprenden… una retirada a tiempo siempre es una victoria, ante el resto de tertulianos.
¿Qué difícil verdad?. Política, fútbol, tendencias, las redes sociales… todo es conflictivo si no sabemos llevar la conversación inteligentemente. Todo lo marca el grado de confianza que tengamos con todos los comensales y sobre todo tened en cuenta algo muy importante… las diferencias de edad, también marcan el respeto a la opinión. Por eso tenemos que ser muy generosos con cada interpretación.
Todo se sobrevalora y exagera y si no… recordar, siempre nos quedará iniciar un villancico clásico, al que yo recomiendo que se use el famoso “Jingle bells”, absolutamente genial, cuando empezamos a cantar y llegamos al momento “…all de ways” y ya pasamos a la libre interpretación cada uno en su “ingles de academia” sin sabernos la letra, terminando en …”hey”.
Y si te he sacado una sonrisa con este último truco…no te olvides de ella. Una sonrisa conduce siempre al lugar indicado, una sonrisa resuelve muchas situaciones, una sonrisa, calma. No estamos obligados a ser felices estos días, pero si es nuestra responsabilidad que en nuestro alrededor reine la paz, os lo dice un mediador. Feliz Navidad amigos.