domingo, 13 de febrero de 2022

En el “término medio” esta la virtud

 

Cuantas veces habremos oído esta frase tan recurrente, cuantas veces habremos pensado que no es ni blanco ni negro, sino distintos tonos de gris. La verdad es que fue Aristóteles, quien dijo que “la virtud es una disposición voluntaria adquirida, que consiste en un término medio entre dos extremos malos, el uno por exceso y el otro por defecto”. Así, debemos entender los mediadores, que cuando nos encontramos en plena negociación de un conflicto, ese es nuestro campo de acercamiento, ya que debemos movernos entre el exceso y el defecto, el mucho y el poco, el todo o el nada.

Si queremos de verdad conseguir ser mediadores de ambos, representar los intereses y necesidades de ambos, no hay nada como el “término medio”.

Estar en este “término” supone que las partes enfrentadas, sean consciente de que se encuentren en la misma distancia hacia la posición de uno o de otro y se encuentra a igual distancia de los dos extremos. Allí encontramos la verdadera “cordura” y es donde las partes manifiestan que “entienden lo que dice la otra, aunque no la compartan”

Con ello querido lector o lectora, no quiero decir que, para conseguir un acuerdo justo, este tenga que ser siempre al cincuenta por ciento, sino más bien, que para acercarnos a que las posturas se aproximen y tengan un campo de cultivo para el acuerdo, busquemos el término medio, con independencia de si ello supone total igualdad. Equilibrio, orden o armonía, son las palabras que encontraremos en el término medio, porque no existen por mucho que asó lo digan, posicionamientos inamovibles ni principios inquebrantables.

Ese punto medio al que hoy os quiero llevar, permite la equidistancia, lejos del enfrentamiento extremo, donde se construyen los acuerdos y donde se manifiestan impulsos más reflexivos.

Son muchas las ocasiones donde no es posible encontrarlo, lo se, pero también se, que contar hasta diez en cada decisión, nos permitirá alejarnos por un momento para volver a encontrar la equidistancia, y ser manifestante y observador, de lo que la otra parte nos quiere decir.

Empatía le llaman, pero no hay otra forma de mezclarla con nuestra asertividad y con ello no quiero tampoco decir que tengamos o tengan, si hablamos de negociación, que renunciar a lo que verdaderamente quieren, solo que vean, que existen “tonalidades de gris” que marcan el término medio.

Muchos autores, no solo hablan de este “termino”, desde las relaciones humanas, sino también mirando a tu interior. No me digáis que no conocéis a muchas personas que cuando os hablan, hablan de las bondades exquisitas de lo que ellos defienden o tienen, como si todo lo exterior fuera peor de lo que ellos piensan, y son pocos, aquellos que comentan las bondades, diciendo que es lo que a ellos les gusta, pero, que también hay otras de otro tipo que pueden gustar más a otros. Eso es buscar también el término medio.

Por eso, los mediadores, como “educadores del alma” debemos relativizar mucho cada historia, que en su contenido está velado por el “ego” de que lo suyo es lo mejor, y saber conducir la disputa y el diálogo hacia el respeto de cada posición.

Temas controvertidos como la educación de nuestros niños, la estancia con ellos o como se les debe tratar, debemos ser capaces de reconducir entre ellos para hacer ver que cada uno tiene su parte de razón en el conflicto familiar que les atañe. Y en ese sentido, trasladarlo a cualquier ámbito, mercantil, vecinal o de cualquier otro tipo. Ni que decir tiene si de lo que hablamos es de religión o la política, debemos ser capaces de empatizar.

Y también, quiero poner el énfasis en algo muy importante, sin lo cual, no llegaremos a ese ansiado lugar de encuentro: el respeto

Eso nos/les llevará a darse cuenta que ambas posiciones, pueden tener razón en determinados aspectos, pero de manera absoluta no se puede estar de acuerdo con ninguna de las dos.

Nadie dijo que fuera fácil, pero intercambiar formas de ver las cosas, escuchar y analizar, hace que las partes se den cuenta que para conseguir, hay que ceder y ello es lo que nos acerca a ese “término medio”

2 comentarios:

Mary De Simone dijo...

Gracias Maestro siempre, qué importante el término medio y el respeto. Un abrazo.

Unknown dijo...

Gracias