Hace ahora ya 10 años (2010) que escribí este artículo que
vuelvo a reeditar.
No
basta con pensar que los conflictos siempre han existido y esperar que el
tiempo cambie... Es hora de actuar y crear desde nuestra profesión y su
ejercicio práctico, una “cultura del acuerdo” e incluir en los procesos de
mediación a los ADOLESCENTES EN CONFLICTO.
¿Recuerdan
ustedes la película Peter Pan?; creo que nunca una película infantil ha tenido
mas relación con el papel de la mediación con menores o adolescentes que la
mencionada película
¿Recuerdan
como de forma imaginaria unos hermanos viajaban al PAIS DE NUNCA JAMÁS?. Tras
irse a dormir, tres hermanos de una misma familia sueñan como por la ventana de
su dormitorio, pueden volar, atraídos por el malvado Capitán Hook. En su
imaginación, desean huir de su casa, su familia, sus padres, en plena guerra
mundial, en la batalla, en el conflicto, en el que se ven afectados unos niños,
la única forma de huir de ello es mediante la imaginación.
¿Recuerdan
como sentían la atracción de lo prohibido… de los piratas… su referente era
Garfio?. Los menores y sobre todo los adolescentes que se revelan ante
cualquier situación, desean enfrentarse a aquello que no pueden alcanzar, y la
mejor forma de hacerlo es mediante todo aquello que para los adultos no está
permitido.
¿Recuerdan
ustedes quienes se encontraban allí en comunidad?: LOS NIÑOS Y NIÑAS PERDIDOS.
Cuantos de estos “niños perdidos” se encuentran a nuestro alrededor. Cuantos
son objetos de abusos, de utilización como “armas” arrojadizas en supuestos de
crisis matrimonial en nuestros días; o peor, si conocemos las cifras
estadísticas que nos hablan de abandono, acogimientos temporales o retiradas de
la patria potestad por no procurarles la formación integral necesaria.
¿Recuerdan
como recuperaba Peter Pan a sus “hijos”?: pensando como ellos, viviendo como
ellos, SINTIENDO COMO ELLOS, como Wendy. Solo es posible entrar en su mundo, si
cerramos los ojos e imaginamos como ellos. PUES ESO SUPONE LA MEDIACION FAMILIAR
con menores o adolescentes.
Hay
que pensar que el ADOLESCENTE ESTA CONSTRUYENDO SU IDENTIDAD y por tanto solo
con el reconocimiento de su derecho a ser escuchados podemos trabajarLos
abogados/as no estamos acostumbrados a trabajar con adolescentes. No les
hacemos partícipe por ejemplo del proceso de divorcio de sus padres, de
explicarles que ellos tienen que cumplir su parte de compromiso para que el mal
llamado régimen de visitas se cumpla cuando vayan cumpliendo años
Es
indispensable y urgente generar acciones conducentes a que la violencia deje de
ser una forma válida para resolver diferencias, de allí la preocupación por
buscar formas de neutralizarla y transformarla por medio de diálogo, cuando
hablamos de procesos de familia, donde las relaciones en el tiempo
“continuarán”
¿Porqué
MEDIACIÓN?
“La mediación es un acuerdo de
futuro. El pasado no se puede cambiar pero sí podemos ver cómo vamos a plantear
el futuro”
Los mediadores hemos aprendido
a preguntar ¿qué vamos a hacer? Y no ¿qué ha pasado?
Los mediadores hemos aprendido
a trabajar sobre lo que es “justo”, no tanto sobre lo que sea “legal”
Hay
que tener en cuenta que la mediación da toda la responsabilidad a las partes en
el conflicto e intenta por medio del proceso de trabajo propio que dichas
partes se responsabilicen de lo suyo; son ellos mismos los protagonistas de sus
propios acuerdos. En el caso de ADOLESCENTES, dar una cota de poder, de
responsabilidad y de confianza en ellos, hace que se equilibren las partes pero
existe un fundado temor por parte de padres y familiares fundamentalmente a la
pérdida de poder.
Los objetivos que debemos
perseguir con el trabajo de la mediación con adolescentes en conflicto, se basa
fundamentalmente en reflexionar y elaborar estrategias para trabajar desde los
principios básicos de la mediación en contextos desfavorables dado sobre todo
el desequilibrio de poder al tratarse de un menor; desarrollar habilidades para
introducir a las partes en el proceso de mediación sin que ello suponga que el
adulto tenga que renunciar a sus principios y valores;
Para ello es muy necesario
dotar a los mediadores de habilidades y recursos específicos para trabajar la
mediación con adolescentes analizar la aplicación de técnicas de mediación y
negociación en procesos de familia y sobre todo, con aquellos con conductas
difíciles.
Se tratan de supuestos de
mediación y negociación en situaciones de fuerza no equilibrada, que nos
permita responder a la pregunta de ¿cómo mediar en este tipo de procesos?. La
respuesta la daríamos con estas pautas:
• 1.- Promover la gestión
positiva de los conflictos y que cada parte sepa sus situaciones según la edad,
para unos superadas, para otros en plena efervescencia.
2.- Abordar el aspecto
negativo y destructivo del conflicto y transformarlo, eliminando la violencia y
destructividad que frecuentemente genera cuando de menores se trata.
3.- Convertir las situaciones
conflictivas que se viven diariamente en oportunidades de aprendizaje,
crecimiento y desarrollo personal. Mediar es educar y por tanto no se debe
perder la oportunidad de que lo conozcan y lo hagan suyos, los métodos
utilizados en la mediación.
4.- Facilitar acuerdos
constructivos y duraderos.
5.- Reducir las tensiones y
evitar la violencia que pudiera surgir por la incomprensión del conflicto por
parte del adolescente
6.- Crear un clima pacífico y
constructivo donde se pueda desarrollar: la afirmación y la autoestima, la
confianza mutua, las capacidades de compartir sentimientos, información y
experiencias.
Nos atreveríamos a dar unas
instrucciones como si de un “juguete” para los niños fuera, para que comprendan
lo que es la mediación y así determinar su valor educativo e instructivo. ¿Cómo
sería el folleto explicativo?:
“INSTRUCCIONES PARA UN BUEN
USO DE LA MEDIACIÓN CON MENORES”:
han de cumplir
obligatoriamente con los requisitos mínimos de seguridad que la normativa
establece como si del “interés superior del menor se tratara”
ADVERTENCIAS E INDICACIONES
PREVENTIVAS:
Los
juguetes/La MEDIACION no pueden implicar riesgos , asi deberán ir acompañados
de aquellas advertencias e indicaciones de las precauciones que sean adecuadas
para reducir los riesgos que entrañe su uso.
Criterios de FIABILIDAD DEL
JUGUETE :
-
Criterios de fiabilidad del juguete o la
mediación: Actualmente podemos encontrar en el mercado cientos de productos
dirigidos a enriquecer el juego de los niños. Algunos de estos productos
constituyen excelentes propuestas, pero otros no son tan buenas ideas. NO
SIEMPRE ES IDEAL EL USO DE LA MEDIACION.
-
Ante la avalancha de ofertas es preciso
establecer unos criterios que nos orienten y nos ayuden a determinar cuáles son
los que ofrecen mejores posibilidades de juego/DE PROTECCION ANTE SITUACIONES
DE CRISIS interesante para nuestros niños.
-
Para una mediación segura, los criterios
materiales nos permiten valorar la calidad del juguete/ de la MEDIACION en
función de su composición y de la adecuación de su diseño respecto al tipo de
juego/ DE CRISIS que propone y la edad del niño y la niña a quien se dirige.
Con
estas instrucciones podemos también manifestar, algunos aspectos fundamentales
que debemos valorar en un juego o juguete/ EN LA MEDIACION como son los
siguientes:
- La solidez y durabilidad del
producto es un aspecto a tener en cuenta. Los niños sufren cuando se les rompen
los juguetes, ya que depositan en ellos mucho afecto . Por este motivo, debemos
evitar aquéllos que puedan romperse fácilmente en sus manos al no estar bien
construidos o necesitar un cuidado extremo en su uso./SE TRATA DE BUSCAR
ACUERDOS EQUITATIVOS, JUSTOS, ESTABLES Y DURADEROS.
- La belleza y estética es un
importante elemento a considerar. Los juguetes son objetos muy cercanos a
nuestros niños, por lo que deben responder a sus gustos y a un adecuado
concepto de belleza. Los niños merecen tener en sus manos objetos bonitos, bien
acabados, que despierten en ellos interés por las cosas bien hechas, agradables
y delicadas/ HAY QUE SER UN BUEN TRADUCTOR/A DE MENSAJES cuando hay conflictos.
- La adecuación a la edad del
niño: es uno de los criterios más importantes; la forma y ergonomía del juego
debe responder a la capacidad de manipulación del niño o la niña a quien se lo
ofrecemos, debe adaptarse al tamaño de su mano (un encajable con piezas
gigantes que no pueda coger con las manos no podrá cumplir su función), debe
tener unas dimensiones que se ajusten a su altura (una cocinita a cuyos
estantes más altos no se llega reduce sus posibilidades de juego) y, si así lo
requiere el uso del juguete, un peso que sea soportable por el niño (un
correpasillos tan pesado que necesite a un adulto que lo empuje no cumplirá su
función en las manos del niño que lo deba arrastrar)./ en la mediación son
muchas la cuestiones a resolver que les afecta a ellos: ¿SE LO DECIMOS O
NO…CUANDO…QUE ES MEJOR? .
La
adecuación al tipo de juego que propone: tanto el diseño como el material
empleado para la fabricación del juguete deben favorecer el desarrollo del
juego para el que ha sido concebido. Así, debemos exigir que un juego para
jugar en la bañera esté construido con materiales que puedan mojarse; si está
pensado para encajar, debe tener un diseño y un tipo de material que facilite
el encaje, además de una precisión en el corte que permita armar una
construcción estable y consistente; si el juguete está diseñado para ser
manipulado por un bebé, debe tener en cuenta la necesidad de ser lavable, etc.
El material y el diseño de los juguetes deben estar en función del juego que
proponen y adecuarse al uso que les dará durante el juego el niño al que se
dirigen./ SE TRATA EN LA MEDIACION DE HACER UN TRAJE A MEDIDA, CON LOS
MATERIALES IDEALES A CADA FAMILIA y por ello un modelo de trabajo que integre
los intereses de los menores y sus necesidades.
Como conclusión EL JUGUETE/LA
MEDIACION deben:
-
Tener un importante valor Psicopedagógico
-
Los
criterios psicopedagógicos son aquéllos que nos permiten valorar la calidad del
juguete/ DE LA MEDIACION según su valor educativo.
-
El juguete/la mediación EDUCA, estimula el
desarrollo del niño y la niña
-
El juguete/la mediación TRANSMITE VALORES, Los
juguetes son representaciones en miniatura del mundo que nos rodea, que brindan
al niño la posibilidad de imitar, reproducir y representar las actividades que
desarrollan los adultos que están a su lado.
Quisiéramos terminar
realizando una importante llamada al lector que se dedique a la mediación; el
menor, el adolescente, tiene su cuota de participación en todas aquellas
soluciones que les afecte y por tanto siempre debemos tener una base específica
para incorporar a la circularidad del trabajo en mediación su voluntad y su
interés.
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