Muchos
somos los aficionados al llamado deporte rey y siempre digo que quienes nos
dedicamos a la mediación, vemos la realidad de la sociedad y de nuestro
entorno, con ojos de mediadores. Por eso hoy voy a tratar de mezclar dos de mis
grandes pasiones.
Sabemos
que la forma de jugar al fútbol ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Los
equipos contratan personal en ámbitos como las nuevas tecnologías, el scouting
y gracias a muchas de estas áreas nuevas, en el ámbito del fútbol se aplican diferentes
estrategias para generar un estilo de juego que consigan objetivos deportivos y
también que les diferencie de los demás. Gracias a las tácticas y las
estrategias usadas surge una identidad en el campo.
Tanto
es así que hace tiempo el estudio de estas técnicas o tácticas, traspasaron las
fronteras de las Universidades, existiendo masteres, curso de especialización o
expertos en muchos ámbitos
Podemos
decir que se necesita aprender de táctica, estrategia, posesión, alta presión y
otros aspectos característicos de este deporte.
Pero ¿Qué
son las tácticas de fútbol y sobre todo como aplicarlas a la mediación?
Hablamos
de tácticas cuando nos referimos a las jugadas ensayadas que de los
entrenamientos, pasan a aplicarse posteriormente en las competiciones. Es algo
que surge desde el mismo momento, que el director técnico de un equipo prepara
un partido, sobre todo pensando en el equipo al que se va a enfrentar. No es lo
mismo jugar con uno de los llamados equipos grandes que con otro que a lo mejor
está en los puestos bajos de la tabla de competición. Eso me permite pensar
como mediador, en la importancia, siendo el director técnico en un proceso de
mediación, de aplicar esa flexibilidad que se nos presume, y adaptar las tácticas
de negociación que vamos a desarrollar, en función muchas veces a los “oponentes”
del conflicto: menores, adolescentes, padres, profesores o alumnos nada tiene
que ver unos y oros “enfrentamientos” o conflictos, muchas veces por el desequilibrio
de poder que debemos evitar.
Y
muchas veces lo pensamos como equipo. ¿Por qué? Precisamente por la necesidad
hoy en día de atender conflictos en mediación mas complicados, que requiere de
reunirte para pensar en una co-mediación, en la colaboración de expertos para
ver más allá del problema.
En los
deportes de equipo la coordinación y compenetración son dos valores
fundamentales. Y esto es lo que se busca cuando se preparan tácticas de cara a
los enfrentamientos en competición. Necesitamos jugadas ensayadas y por tanto
practicar y practicar para ver que es lo ideal cuando tengamos que intervenir
como mediadores.
Cuando
pensamos en las tácticas en fútbol, nos viene a la mente tanto las ofensivas
para atacar y conseguir el objetivo de marcar un gol, como defensivas para no
recibir lo mismo. El propósito al formarnos como mediadores es adquirir un gran
número de herramientas en ambos sentidos, porque necesitamos equilibrar una
negociación y. conseguir que la competitividad de yo gano tu pierdes, sea el
tan ansiado en nuestro mundo profesional de ambos ganamos. Esto les permite a
ellos definir un estilo de juego y a ti una identidad en los conflictos que atiendas
y que se dirijan al futuro de los mediados.
Pero
vamos a diferenciar muy brevemente ambos tipos de tácticas:
Por un
lado, las tácticas defensivas suponen que entran en juego lo que esté
haciendo el equipo oponente el que se encuentra en posesión del balón. Se debe
controlar la situación para que “no te hagan daño” pero a su vez el objetivo es
intentar recuperar la pelota. En mediación las posiciones marcan la posesión “de
la pelota” pero deben ser consciente que lo que les permite “arrebatar” parte
de lo pedido, es el interés de cada uno
Las
tácticas defensivas pueden ser de posición, el marcaje al hombre, por zonas… en
mediación, mi propuesta, el daño, la culpa o la situación social. ¿a que si
querido lector o lectora?
Cada
vez estas más dentro de esta lectura si te gusta el fútbol y eres mediador/a.
Pero no olvidemos que también están las tácticas de ataque
Podemos
decir que una vez que se tiene o se recupera el balón, el objetivo es marcar
gol, el objetivo es conseguir lo que querías desde el principio. Para ello se
utilizarán tácticas de ataque, jugadas ensayadas que realizaremos dependiendo de
lo que haga el contrario. Tener más posesión, ir directos a la portería,
sorprender, lanzar balones en largo… todo ello son tácticas de ataque que
pueden dar su fruto o no. La mediación es tan apasionante, que cuando medio,
observo claramente esas tácticas, en mis mediados, derivadas en actitudes de “despejar
el problema”, tener más tiempo la palabra o incluso cambiarme de escenario el
problema en más de una ocasión.
Y
muchas veces, como en el fútbol, entrando por las bandas, con elementos
accesorios o por el centro, afrontando con responsabilidad lo ocurrido.
Una
vez analizadas de forma breve las tácticas, cabría entonces preguntarnos ¿y
las estrategias de fútbol?
“El director
deportivo es una figura clave para los clubes en la actualidad. Su función es
la de dirigir a todo el equipo –jugadores y cuerpo técnico– apostando por una
visión global”.
Es ahí
donde entran en juego las estrategias. La estrategia puede ser definida como el
plan a medio y largo plazo para un equipo de fútbol. Comprende el desarrollo de
un catálogo de tácticas para el campo. Pero también incluye otra toma de
decisiones: reservar a ciertos jugadores, contratar a un equipo técnico con un
perfil de juego, etc.
Ser
mediador, te permite pensar cual va a ser tu estrategia personal en este mundo
profesional. Un perfil que deberá marcar tu desarrollo para que confíen en ti y
tengas clientes, conflictos, “partidos” que jugar.
Este
profesional suele estar formado en muchísimas áreas, al igual que nosotros en
nuestra formación de mediador, en su caso por ejemplo desde la nutrición en los
deportistas y en el nuestro a modo de ejemplo desde el conocimiento de las
emociones ante un conflicto y como actuar .
Si
antes hablamos de tácticas, también en las estrategias podemos hablar de
distintos tipos o modelos de juego, escuelas de mediación les llamaría yo.
Por un
lado el llamado Juego directo que es la fórmula clásica, consistente en enviar
balones largos desde la defensa o el medio campo a los delanteros para mantener
e incrementar la posesión del balón, y marcar goles; en nuestro caso yo le
llamaría estrategia “lineal” donde la comunicación es la baso, el control del
tiempo en ello es nuestra misión y el auténtico objetivo, llegar a un acuerdo.
También
podríamos hablar de la estrategia del contraataque: es un estilo de juego
explosivo que se basa en aprovechar los errores del equipo contrario, recuperar
el balón y atacar de manera veloz. Yo lo llevaría al terreno de lo transformativo:
“te entiendo, pero no lo comparto”, permite una escucha activa, pero sobre todo
ser asertivo y concluir que si bien el acuerdo pudiera ser una consecuencia, es
necesario cambiar las percepciones
Y por
último, podríamos hablar de, con todo el equipo, defensa, mediocentros y
ataque, realizar una presión alta: en este modelo, los jugadores intentan
mantener la posesión siempre en el campo contrario. De esta manera se aumentan
las posibilidades de gestionar el balón pronto. Si lo vemos desde un modelo de “circulación”
(también le llaman bascular), nos permitirá la causalidad, deconstruir y
reconstruir a la vez, otro gran modelo de mediación.
Y para
terminar querido amigo/a tan solo animaros
a analizar cómo influyen las tácticas y estrategias en un juego o deporte
como el fútbol, para aprender mediación.
Las
tácticas y las estrategias son el alma y el corazón del fútbol del siglo XXI y
porque no, del nuevo mediador, que se forma hoy en día para pulir sus puntos
débiles y mejorar en los fuertes. Mediadores que piensan y plantean estrategias,
puede atraer clientes que se alineen con esa forma de trabajar. Y crear escuela
entre mediadores, dejando su sello.
Gracias
siempre por permitirme soñar.
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