Muchas
veces nos referimos al conflicto como un túnel de difícil salida, mediante el
cual al transitar debemos encontrar la salida, el punto de luz que nos lleve a
un acuerdo. Hoy me gustaría compartiros mi visión de la mediación desde un caleidoscopio.
Un
caleidoscopio es un instrumento que se compone por lo general de un tubo que
contiene tres espejos dispuestos en ángulo, de modo que multiplica
simétricamente la imagen de los objetos colocados entre ellos.
El
significado de la palabra caleidoscopio es mirar imágenes bellas, ya que
proviene del griego: kallos, bello + eidos, imagen + skopeo, mirar.
La
idea errónea de que hay infinitas imágenes es un concepto erróneo en nuestra
visión a través del mismo.
¿Cómo
funciona un caleidoscopio?
Cuando
miramos a través del tubo y estos tres espejos, vemos muchas imágenes. De
frente, vemos lo que está al final del tubo (llamado objeto). También vemos
múltiples imágenes del objeto reflejado en los espejos. Las múltiples imágenes
se crean por los reflejos del objeto y por los reflejos de los reflejos.
El objeto
se refleja una vez en cada espejo y de este reflejo aparecen tres imágenes,
representadas por los triángulos azules en la Figura 1.
El
objeto también se refleja dos veces. Si los espejos estuvieran numerados 1, 2 y
3, el objeto se refleja en el espejo 1 y luego en el espejo 2, produciendo otra
imagen.
Haciendo
el simil con el conflicto Si lo miramos con
los ojos de un mediador en cambio lo que vemos es EL CONFLICTO en el
centro, mientras que lo que se refleja son tres imágenes, el “reflejo que llamaríamos
1, que corresponde a la historia por separado de uno de los mediados y por otro
lado el reflejo 2 que sería la historia de la otra parte. En cambio en el
margen inferior (reflejo 3) nos encontraríamos el punto de vista del mediador
ante las distintas historias.
Caleidoscopio Figura 1. Imágenes de una sola reflexión que suponen las historias y la percepción del mediador
En un
segundo lugar, conforme vamos rotando el caleidoscopio, en nuestro caso vamos
avanzando en el proceso de gestión del conflicto, aparecen otras imágenes más
nítidas porque ya nuestro ojo se acostumbró, con dos reflexiones se obtienen a
partir de reflexiones que las partes a la hora de reconocerse en el problema,
si escuchan activamente aparecen imágenes claras de sus intereses y sobre todo
sus necesidades. Esas reflexiones dobles suman seis imágenes representadas por
triángulos verdes en la Figura 2 . La intención es ver un “color distinto”.
Esta vez el de la “reconstrucción de las relaciones y el caleidoscopio propone
los intereses y necesidades de ambas partes, pero también las técnicas y
habilidades a utilizar para el objetivo marcado a través del “tubo”.
Caleidoscopio Figura 2. Imágenes de doble reflexión. Que muestran la reconstrucción de las relaciones.
Y por
último, continuando con el proceso de gestión de conflictos, buscamos que se
refleje todo ello en el caleidoscopio, con un acuerdo. Este se refleja tres
veces, para diseñar las distintas posibilidades que se barajen y luego ya en
los espejos 1, 2 y 3 se producen 9
imágenes que nos muestran las distintas pretensiones de las partes 1 y 2 así
como su grado de satisfacción ante el posible acuerdo. El prisma nos ofrece a
los mediadores en el plano bajo la valoración de si ese acuerdo “propiedad” de
las partes será justo, equitativo, estable y duradero. Véase figura 3.
Caleidoscopio Figura 3. Imágenes de triple reflexión y posible acuerdo
Pero dependiendo del caleidoscopio y en nuestro caso del conflicto hay más reflejos: casi hasta el infinito. Tantos como aristas tenga un problema 4, 5, 6…, y cada nivel de reflexión produce imágenes triangulares adicionales.
Por
eso me atreví, querido lector hoy a escribirte sobre este “artilugio” que bien
pudiera ayudarnos a ser conscientes de las variables de cualquier problema que
se te confíe.
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