Nunca me hubiera imaginado que
el ritmo de los tambores mejora el ánimo y a veces “cura”.
Su sonido en medicina se ha
usado para ayudar a personas con estrés postraumático, tratar la ira en
adolescentes o liberar el estrés de ejecutivos.
El tambor, también ha sido
instrumento utilizado por chamanes y curanderos a lo largo de la historia. Y
puede que tengamos que aprender también de su uso y de su sonido. Su resonar,
su ritmo, parece ser curativo y, de hecho, en medicina sus beneficios van más
allá:
Dicen que mejora de la salud
mental. Puede mejorar la memoria a corto plazo y la interacción social en el
Alzheimer y aumentar la atención en niños autistas. Además relaja tensiones,
combate el cansancio y alivia las heridas emocionales.
Tiene beneficios para el
ánimo. Podemos verlo en aficiones al deporte que arengan a las masas con ellos,
pueden promover el juego, disipar la ira y promover sentimientos de comunidad y
unidad.
Y también ayuda a centrar la
mente. Su sonido puede cambiar las frecuencias del cerebro e inducir estados
meditativos. Puede mejorar las defensas en personas mayores, sobre todo si
participan tocando el tambor. En los adolescentes favorece la integración
social, la atención, el afecto y la autoestima.
Pues con su “sonido” vamos ahora a un destino poco conocido, Haití. Se habla que “un acuerdo de paz entre grupos de cuatro zonas vecinas devolvió la esperanza a la población de Bel Air, en la región central de Puerto Príncipe, capital de Haití”. Un encuentro entre cuatro líderes de diferentes grupos, antes armados e históricamente rivales, superó las expectativas. El proceso de paz fue conducido por Viva Rio en colaboración con la Comisión Nacional de Desarme, Desmovilización y Reinserción (CNDDR). El acuerdo es parte de las acciones del proyecto 'Honor y Respeto por Bel Air', coordinado por Viva Rio, que cuenta con la colaboración de ONGs y liderazgos locales, y los gobiernos de Haití, Brasil y Noruega.
Están dispuestas estas instituciones a otorgar, por cada mes sin muerte violenta, dar tres becas de estudio destinadas a niños para su formación y estudios. Los participantes tienen sus nombres colocados dentro de un buzón llamado de 'tambor', de donde serán sorteados los beneficiarios. "La idea es que con la paz todos ganan. Con el conflicto, todos pierden",
El acuerdo de paz modificó tan profundamente la situación que los líderes, antes presuntamente involucrados con la violencia, fueron nombrados por el gobierno haitiano para mediar con métodos de búsqueda de la paz. Los cuatro signatarios del documento, más cuatro líderes de otras localidades pasaron ahora a ser Agentes de Prevención y Gestión del Conflicto.
En Haití, como parte de la promoción de paz grupos locales participaron del desfile de carnaval con el patrocinio del proyecto 'Honor y Respeto por Bel Air' para promocionar incluso la cultura musical y tambores, en pro de la paz. Y con el aprendizaje del manejo de este instrumento, conseguir que los niños se alejen de la violencia.
Un programa que se llamó, 'Honor y Respeto por Bel Air' completaba un mes de acciones orientadas para el acceso al agua, a la salud y estímulo al protagonismo femenino en el barrio. La aproximación con grupos de base rindió frutos recolectados por la propia población.
También se promovieron una serie de
encuentros entre los líderes de distintas áreas con la intención de
convencerlos de que el mayor beneficiario de aquello era la población local.
Sustituir la venganza por la reconciliación, podría ser el mensaje que nos
enseñan estas experiencias, interesantes para los mediadores, que además de
gestionar conflictos, también tenemos una parte de educadores.
5 comentarios:
Gracias,interesante ya que los tambores siempre han tenido un significado en cada cultura y ha nacido imitando el latido del corazon,que mas indicado para la cultura de la paz.
En primer lugar gracias por el comentario, muy interesante. Me ha sorprendido los diversos efectos de los tambores en el campo de la medicina produciendo resultados tan positivos, y me genera la duda de cómo de útil puede ser la música aplicada a distintas enfermedades similares a las mencionadas en el texto (trastornos, Alzheimer, etc...)
Por otro lado, es muy interesante y da algo de esperanza ver como de una situación de guerra compleja por la localización, el desarrollo de los pueblos, los bandos enfrentados... se ha conseguido llegar a un acuerdo entre los 4 bandos, y que el propio acuerdo en si promueva la paz y la educación. Sería interesante ver que método han empleado para poner de acuerdo a los 4 bandos, más allá del acuerdo, que considero muy acertado.
Un saludo.
En primer lugar, gracias por el comentario, muy interesante.
Me ha sorprendido leer de los efectos sanadores del sonido del tambor en el campo de la medicina y me genera la duda de cómo de útil puede ser la música como método de apoyo en enfermedades similares a las mencionadas en el texto (entre otras, trastornos, Alzheimer, etc.).
Por otro lado, resulta positivo y da algo de esperanza ver como de una situación de guerra compleja, por los bandos enfrentados, el desarrollo de los pueblos involucrados, el carácter histórico del mismo enfrentamiento...se alcanza un acuerdo no solo beneficioso para todos si no que además promueve la educación.
Sería interesante ver que métodos han empleado para poner de acuerdo a estos 4 bandos; además del acuerdo, que considero muy acertado.
Un saludo.
Excelente, proponer mecanismos con resultados rápidos y tangibles, bien por Haití, azotada por tanto.
Estoy de acuerdo con el hecho de que la música y los sonidos armoniosos como tal, son una manera dé unificar y hacer que las personas entren en una especie de "trance". Si nos ponemos a pensar, cada vez que disfrutamos algo suele haber música de fondo ya puede ser en una discoteca (donde no solo estamos con personas de nuestro circulo), actos religiosos (que suelen transmitir paz) o momentos en los que necesitamos concentración (como por ejemplo estudiando). A la hora de mediar entre dos partes es necesario buscar algo que unifique y que por lo tanto no demuestre diferencias entre las personas.
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