lunes, 9 de agosto de 2021

Claves para mantener el equilibrio durante un conflicto

 

Me encantaría hoy acercaros al concepto del equilibrio, muchas veces no tratados, ni desde el punto de vista del mediador, ni de los mediados, cuando nos confían la gestión de un conflicto. En el caso de los mediadores para poder mantener la neutralidad e imparcialidad u objetividad que se nos presume; y en el caso de los mediados, para poder escuchar que no solo oír las versiones contrarias a lo que piensan y exponen en un proceso, para explicar lo que ocurrió.

Así es, todos atravesamos crisis, son ciclos vitales que, si los resistimos, no los afrontamos o no los tratamos correctamente, en mediación, cuando vienen derivados de un conflicto, pueden llevar a una vía “muerta” una negociación. Mantener el equilibrio es básico. Por eso, para lograr que lleguemos a un acuerdo, es necesario entrenarse en mantener el equilibrio tanto emocional, como dicen los expertos, como fáctico, con las pretensiones de lo que buscamos con la mediación.

El despido del trabajo, la situación económica, un divorcio, una estafa, son crisis en sí mismas, que tienen distinto tipo de impacto en quien lo vive y en quien lo trata, en definitiva, en cada persona.

Por eso se antoja difícil, mantener el equilibrio, pero no hay otra formula, que como dicen cuando aprendemos a montar en bicicleta, seguir pedaleando, para mantenerlo. Es vedad que las personas que sufren un conflicto o que están en él inmersos, sienten estar entre “la espada y la pared”, pero debemos conseguir que sientan que están entre la “espada y la puerta”, que “pedaleen” hacia ella, así mantener el equilibrio y ver luz al final de este túnel oscuro.

Para conseguir ese equilibrio, como so dije al principio, pienso en dos factores: si hablamos de los profesionales, no te dejes cautivar ni colonizar por sus versiones, por sus “interpretaciones de lo que vivieron”, míralos de otra forma; mientras si hablamos de los mediados, anda con ellos, pedalea, y hazle considerar que la verdadera fortaleza está en “respetar aunque no compartas” las versiones del otro. Están en su derecho. Si lo consigues, se “elevaran” mutuamente, a la hora de buscar puntos de acuerdo, con una visión más realista y optimista de lo pasado. Es lo que muchos llaman “la crisis de la oportunidad” y transitar de la mejor forma posible, equilibrada, la gestión de un conflicto. 

El nuevo liderazgo que debe cubrir un mediador, es más consciente, más contributivo y centrado en las personas, no tanto en el conflicto ni en el acuerdo, éste será una consecuencia de haber mantenido el equilibrio en la negociación.  

Por eso, para terminar, basta unos pequeños consejos de quien sigue cayéndose día a día, pero que se levanta, para seguir manteniendo el equilibrio y pedaleando para seguir aprendiendo:

-      Canaliza las actitudes de cada parte, ya que pueden ser tres simplemente: positiva (la ideal para trabajar en el proceso), negativa (donde  te dejas arrastrar por la preocupación, el miedo y la desilusión y piensas que no podrás mediar) y la neutral (que te permitirá observar el problema desde distintas perspectivas, tomar distancia, evitar juicios y búsqueda de respuestas automáticas)

-     Cambiar la óptica de los asuntos. Verlo desde otra perspectiva,  depende, exclusivamente de ti, para ellos y para ti

-    Poder expresar las emociones. No es bueno acumularlas o reprimirlas, eso hace que el equilibrio se resquebraje y por tanto, se anule el poder de decisión

Y por último se catalizador, pregunta aquello que crees es oportuno, profundiza, analiza, valora, mueve fichas. Piensa y activa vía de solución que aunque acuerden ellos, tu eres también promotor.


118 comentarios:

Sílvia dijo...

Qué interesante artículo, como se nota que es un profesional de alta gama

Mary De Simone. Argentina dijo...

Gracias querido Maestro siempre.!!!

Daida Martín dijo...

Siempre aprendiendo con tus publicaciones, gracias!!

Unknown dijo...

Interesante articulo

Sumaya dijo...

Millones de gracias,MAESTRO.Totalmente de acuerdo, mantener el equilibrio es difícil, pero nosotros como mediadores debemos de ser conscientes de que tenemos que tratar de mantener dicho equilibrio,saludos.

Míriam García Martínez dijo...

Tras la lectura de este post, como mediadora, en primer lugar debo ser objetiva para poder mantener el equilibrio. Si como mediadores nos inclinamos hacia un/a cliente/a, no hacemos que ambos se sientan en igual de condiciones (tanto a la hora de expresarse como a la hora de encontrar una solución a sus problemas).

En segundo lugar, permitir e incluso, invitar a que los clientes hablen y expresen sus sentimientos acerca de la situación que están viviendo, y por ende, se les concede un lugar donde confiar, desahogarse y escucharse a sí mismos. Junto con esto, cuando la otra parte escucha los sentimientos y emociones que afloran del interior de la otra persona, puede llegar a entender o al menos reflexionar acerca del suceso con mayor profundidad, realismo y objetividad.

Por último y no menos importante, empoderar a los clientes para que ellos mismos vean que son capaces de encontrar la salida de sus problemas beneficiándose a sí mismo, como a la otra parte.

Creo que estos tres puntos facilitan considerablemente que los usuarios sean capaces de mantener el equilibrio dentro de sus realidades totalmente distintas e independientes, y ese equilibrio de lugar a encontrar la solución más justa, equilibrada, duradera y estable posible.

Nadia Aceituno Chirifi dijo...

Teniendo en cuenta lo que he aprendido de este post y uniendo eso a lo que hoy hemos aprendido en clase, creo que a la hora de mediar trataría de que las partes se mantuvieran en equilibrio procurando además que ninguna se sienta menos escuchada o que tiene menos razón. Creo que ser mediador es mucho más complicado de lo que me había parecido al principio puesto que dejar de lado prejuicios y no ponerte del lado de ninguna de las partes es complicadísimo, aunque a priori pudiera parecer algo sencillo.

Ahí creo que reside parte de la dificultad de la mediación, en el equilibrio que se debe mantener en todo momento para que finalmente las partes lleguen a un acuerdo fructífero gracias a nuestra ayuda en la mediación. Para conseguirlo, trataría de que ambas partes se sintieran escuchadas, valoradas y empoderadas, dando margen también a que dialoguen entre ellas, tratando de que, aunque no tengan la misma visión de las cosas o incluso opiniones completamente diferentes, consigan apartarlas tras haber hablado sobre ellas para poder llegar juntos a una solución que complazca a ambos.

ana pardo dijo...

Desde mi punto de vista, comparto que la necesidad de mantener el equilibrio es muy importante, a la vez que complicado. Detrás de todo mediador, que debe velar por la neutralidad, se encuentra una persona con sus propias opiniones sobre cada tema a tratar y es por ello que la neutralidad es algo que se debe trabajar y construir diariamente.
Para ello y para que directamente beneficie la comprensión entre las diferentes partes, hemos de utilizar diferentes tipos de técnicas, entre mis favoritas la clarificación en la que captamos la parte cognitiva del sujeto en aquello que ha dicho, "transformándolo" de manera que para la otra parte cobre sentido y pueda llevar a comprender lo que se esta demandando.

Álvaro Ortiz Canalejas (4° Psicología Sevilla). dijo...

Mantener el equilibrio. De eso trata este artículo, que nos anima a ser conscientes de que es un elemento clave en la vida, para escuchar y entender al otro (aunque no compartamos su opinión), y para mediar (en el caso del mediador), de la forma más neutral y pausada posible. Además, el equilibrio es fundamental en nuestras vidas, es la capacidad de ver más allá de tu propia visión y ser capaz de no dejarte llevar por la euforia y la inmediatez, así como de expresar nuestras opiniones desde el respeto y la templanza. Por ello, aun siendo una tarea difícil por la naturaleza -a veces- impulsiva del ser humano, es un reto que, si conseguimos superar con éxito, valdrá la pena. En definitiva, ser equilibrados, nos dará estabilidad emocional, y seremos capaces de comprender otras perspectivas diferentes a las nuestras, algo que sin duda tiene una importancia capital para que también nos llevamos mejor como sociedad.

Victoria Blanco Carrasco dijo...

El modo en el que en este artículo se desarrolla la importancia del equilibrio en la mediación me ha parecido muy interesante, dado que como posibles futuros profesionales de este ámbito, debemos aprender a alcanzar este punto de equilibrio si deseamos lograr un proceso de gestión del conflicto adecuado y en el que los mediados se involucren de forma activa y voluntaria.

Otro aspecto a destacar es la relación entre el papel del mediador y el liderazgo; para ser honesta, no me había planteado la relevancia de esa relación. Es cierto que si un mediador no es un líder capaz de guiar y ayudar a los mediados a encontrar su propia resolución al conflicto que presentan, no se podría llevar a cabo.

Por último, quisiera señalar lo acertados que me han parecido los consejos finales; ya que considero que pueden sernos de gran ayuda tanto en nuestro futuro profesional como en nuestra vida personal. Es necesario evaluar cada situación que requiere ser mediada, ser capaces de modificar el punto de vista de los implicados y facilitar la expresión emocional.

Manuel Jesus Romero Lopez dijo...

Yo escucharía activamente las versiones de cada uno, inclusive tras lo comentado en la última clase, les dejaría un espacio de discusión para que expresen los problemas más profundos que tienen más allá del problema porque son los que han llevado a dicho problema y primero hay que resolver y expresar esos sentimientos ocultos profundos para seguir avanzando. Luego les daría a ellos la opción de ¿qué creéis que podemos hacer para avanzar? para darles a ellos empoderamiento dentro del problema y que se den cuenta de que pueden llegar a un acuerdo y que exista un equilibrio justo para ambas partes y que permanezca duradero (habría que verlo y ponerle ganas por ambas partes) y estable.

María Ramírez de Arcos dijo...

Tras la lectura de esta nueva semana, este comentario me ha resultado muy esencial para llevar a cabo el trabajo de mediador. Es cierto que muchas veces es difícil mantener ese “equilibrio” del que hablamos, puesto que, como personas que somos, siempre tenemos una opinion y una postura que tener. Pero para ser un buen mediador, hay que mantenerse al margen en todo momento, e intentar tener una adecuada postura frente a las distintas versiones.
También es necesario canalizar las emociones y poder expresarlas, siempre y cuando sea desde el equilibrio. Es importante mostrar que estas interesado y que te importa la version que te diga, además, se debe profundizar todo lo que cuenten, siempre y cuando sea desde la postura mediadora.
Es fundamental que los clientes sientan que estas con ellos en todo momento, por ello, se deben aplicar técnicas adecuadas como la recapitulación (donde el mediador tendrá que resumir lo que los clientes dicen desde una forma tanto cognitiva como emocional) para que se sientan comprendidos.

Paula Cabello Saludes dijo...

Tras la lectura del post, es muy importante recalcar el concepto de equilibrio en la profesión. El equilibrio es el que nos hace ser objetivos, neutros y buenos profesionales, pues nos ayuda a conseguir buenos resultados. Sin embargo, no es un trabajo fácil ya que implica un trabajo en conjunto entre todas las partes implicadas en la mediación, es decir, mediador y personas que acuden por un conflicto.

Para ello, es importante tomar conciencia de que un buen mediador tiene que centrarse en la persona y no poner el foco solo en el problema. Con esto, conseguimos otorgarles a las personas que acuden a nuestros servicios el poder y las herramientas para conseguir el equilibrio, como es el respeto. Como bien se menciona en el post, el mediador tiene que aprender a ser neutro y objetivo para no dejarse influenciar por alguna de las partes y las personas del conflicto deben ver que, aunque no compartan las mismas ideas/versiones, el respeto es fundamental para un entendimiento.

Como conclusión, pienso que el equilibrio hay que tenerlo siempre presente pues es un factor clave en la mediación tanto para el profesional como las personas que acuden a nuestros servicios, pues gracias a este es más fácil llegar a una solución justa, equilibrada y estable para las todas partes.

Pilar Palomares Rojas dijo...

Muy interesante el artículo, ya que pienso que en todos los aspectos de la vida es importante tener un equilibrio para tomar decisiones adecuadas. Me parece imprescindible que siempre exista este equilibrio en el mediador, debido a su difícil trabajo para aislarse de emitir un juicio acerca de las diferentes perspectivas. Por tanto, un mediador debe respetar las opiniones y buscar la oportunidad de unir a los mediados en un acuerdo común.
Me ha gustado la reflexión sobre el liderazgo y la mediación, ya que muestra que la mediación debe centrarse más en las personas que en el conflicto. Nuestro objetivo debe ser ayudar a las personas y no estar focalizados en la rápida resolución.
Acerca de los puntos para conseguir el equilibrio, veo muy necesario cambiar la óptica y ser capaz de escuchar todas las perspectivas, siendo admirable dejar a un lado nuestra propia opinión. La expresión emocional, dentro del equilibrio, es beneficioso y genera un lugar de confianza a los mediados para llegar a un acuerdo.
Por todo lo mencionado, el equilibrio nos ayuda tanto en nuestra vida profesional como personal para alcanzar nuestras metas.

Mª Rosario Cosano Cañadas dijo...

Como dijo Aristóteles "La virtud está en el término medio". El equilibrio es un valor vital, no solo en la mediación, ya que nos permite comprender las cosas en su amplio espectro y no dejarnos llevar por la dualidad. En la mediación, como hemos visto se hace muy relevante por ello, ya que el mediador debe de ser neutral ante los clientes para intentar comprender sus versiones y para promover el acuerdo entre ellos. Una vez que el mediador se inclina hacia una de las partes, perdiendo la neutralidad, el acuerdo se hace imposible, ya que la otra parte no se siente comprendida y valorada.
Transportándolo hacia el ámbito de la psicología, el equilibrio pone de manifiesto una de las características principales que debe tener un psicólogo.

Jaime Peña Hernández (4to Psicología) dijo...

Después de leer este artículo me queda claro que algo básico y esencial para el mediador es la neutralidad. Pero claro, es algo complicado ya que en muchos casos vendrán personas a consulta que quizás no "merezcan" ni siquiera la mediación para, por ejemplo, dividir una herencia. Pero por otro lado, el hecho de escuchar (que no oír) a las dos partes por igual hará que muchas veces puedas ver algo que quizás, si te hubieses dejado llevar por un sesgo, no habrías contemplado. Evidentemente esto es algo que debe ir aprendiendo el mediador, pero es algo necesario para hacer bien el trabajo.

Miguel Álvarez Rodríguez dijo...

Este artículo, nos habla sobre la labor del mediador durante la mediación, al igual que nos habla sobre distintos consejos para ejercer dicha labor junto a ciertas analogías que nos facilitan su comprensión.
Mi opinión general del artículo sería la siguiente: Considero que, a lo largo de nuestra vida, nos vamos dando cuenta de que, ciertamente, es imposible tener siempre la razón, independientemente de las circunstancias que hayamos vivido. El mediador tiene que asentarse en esa misma idea, en el no posicionarse por ninguna de las partes mediadas, sino que debe guiar a dichas partes, ``tomarlas de la mano´´ como dice el artículo, para que ellos mismos tomen una decisión que los beneficie a ambos, pero es necesario que cada una de las partes comprenda la postura del resto de partes para poder avanzar y llegar a un acuerdo.
A su vez, nos habla de distintos consejos a la hora de ejercer el rol de mediador. Entre ellos, encontramos el posicionamiento neutral, gestionar las emociones, ayudar en la toma de decisiones de las partes implicadas, entre otras cualidades.
Para terminar, creo que el término de equilibrio se ajusta muy bien al rol del mediador, pues se trata de la figura que, al igual que una balanza, debe mantenerse en el centro de ambos contrapesos (posicionamiento neutral), y que debe ser capaz de mantenerse firme y en equilibrio o consonancia con ambas partes.

Carla Domingo Escolar dijo...

Me resulta muy interesante el artículo, y al mismo tiempo, muy complicado de llevar a cabo. El equilibrio, desde mi punto de vista, es un estado emocional muy complejo, puesto que se puede ver modificado con cualquier cosa que afecte o sea importante para la persona, tanto de manera positiva como de manera negativa, y la vida, en resumen, es eso, es un ciclo lleno de altibajos en los que es complicado llegar a ese equilibrio.
Al fin y al cabo, pienso que los conflictos, ocurren cuando las personas no están en ese equilibrio y no son capaces de escuchar o de valorar la opinión de las otras personas con las que han entrado en desacuerdo, es ahí donde entra el papel del mediador.
Por ello, creo que el mediador, como toda persona, tendrá sus altibajos y tendrá sus etapas de desequilibrio emocional, pero debe saber separar lo personal de lo laboral y conseguir llegar a ese equilibrio entre las partes que están en conflicto. Tiene que ser el ¨equilibrio¨ del conflicto y hacer que las partes vuelvan a ese estado neutral en el que no solo escuchan a la otra persona, sino que también la oyen y respetan. Pienso que esas claves para mantener el equilibrio, son excelentes para identificar cuál es el verdadero problema de los clientes y saber transmitirles esa neutralidad e imparcialidad que el mediador debería mostrar, y todo ello, en mi opinión, se puede practicar y mejorar mediante la práctica y el tiempo.
Carla Domingo.

Ana María Pasión dijo...

El arte del equilibrio resulta ser esencial en la vida diaria, y aún más en mediación. Partiendo de la base de que ante una mediación acuden partes enfrentadas, con percepciones diferentes de los hechos, actitudes y posiciones distintas, lo que a priori desequilibra la balanza. Por lo que, resulta algo fundamental tratar de navegar hacia un acuerdo. Para ello, tal y como se menciona, es primordial llevar a cabo cada uno de los consejos que nos aporta, entre ellos destaca la importancia tal y como vimos en clase de la paráfrasis, el uso adecuado de las preguntas y silencios con el fin de propiciar la expresión de emociones, de diálogo entre las partes implicadas, ya que los mediadores son catalizadores y no se nos puede olvidar que somos los que acompañamos y guiamos, a la gestión de un acuerdo justo, equitativo, estale y duradero. Por ello, es necesario la búsqueda del equilibrio cuando acuden a nosotros, pese a que no sabemos qué deparará el proceso, uno de los aspectos cruciales en mediación, es que encontrar el equilibrio entre las distintas partes, con el fin de que puedan comprenderse, pese a sus diferencias.

Maite Arzalluz Luque dijo...

Después de haber leído el artículo, considero que es fundamental no solo mantener una posición neutral a la hora de mediar en un conflicto sino ser capaz también de gestionar las emociones propias y la de los mediados. En este último caso, hay muchos factores que se escapan de nuestro control pero podemos construir estrategias y utilizar herramientas para manejar la situación y hacer sentir a las personas, tal y como se menciona en el post, que tienen una vía de escape para solucionar su conflicto. Creo que si yo me viera en la posición de mediadora, intentaría transmitir esa sensación de calma y de que existen vías alternativas a las existentes. Por último, otro de los factores que me parece fundamental es que las partes construyan la solución ya que de lo contrario sería impuesta por el mediador y, cuando nos imponen aquello que tenemos que hacer y no lo decidimos nosotros, no actuamos con convencimiento y esto puede llevar a que la solución no perdure en el tiempo, es decir, que finalmente no obtengamos una solución satisfactoria para el conflicto.

Maite Arzalluz Luque dijo...

Después de haber leído el artículo, considero que es fundamental no solo mantener una posición neutral a la hora de mediar en un conflicto sino ser capaz también de gestionar las emociones propias y la de los mediados. En este último caso, hay muchos factores que se escapan de nuestro control pero podemos construir estrategias y utilizar herramientas para manejar la situación y hacer sentir a las personas, tal y como se menciona en el post, que tienen una vía de escape para solucionar su conflicto. Creo que si yo me viera en la posición de mediadora, intentaría transmitir esa sensación de calma y de que existen vías alternativas a las existentes. Por último, otro de los factores que me parece fundamental es que las partes construyan la solución ya que de lo contrario sería impuesta por el mediador y, cuando nos imponen aquello que tenemos que hacer y no lo decidimos nosotros, no actuamos con convencimiento y esto puede llevar a que la solución no perdure en el tiempo, es decir, que finalmente no obtengamos una solución satisfactoria para el conflicto.

Rocío Sierra Franco dijo...

El equilibrio es algo que debe de estar muy presente en la mediación, como hemos visto en el texto. Esto es fundamental para ser un buen profesional ya que ambas partes depositan en ti la confianza de que vas a saber solucionar el conflicto de la mejor manera posible, por lo que debes ser objetivo e imparcial y no dejarte guiar por tus emociones o por la empatía, aunque en muchos casos sea muy complicada la situación . Además creo que viendo el problema desde una perspectiva más equilibrada y a la vez más como espectador va a hacer que tu punto de vista sea el más correcto y acertado por lo que el flujo de la mediación va a ser el indicado, ya que no te involucras con sentimientos y pensamientos propios, sino te involucras como profesional que busca terminar con el conflicto y ayudar a las personas que lo necesitan.
Por concluir, creo que es importante ser consciente de que hay temas que pueden ser más delicados para el mediador porque al fin y al cabo todo el mundo tiene su vida y hay temas que pueden ser mas sensibles. Por ello creo que es fundamental saber reconocer ese tipo de problemas y saber delegar a las personas mediadas, es decir, trasladar el caso a otros profesionales de la mediación para que eñ equilibrio sea completo y más beneficioso para todas las partes de ese conflicto.

Silvia Dios dijo...

Creo que el equilibrio es un factor muy importante en la mediación. El papel del mediador es asegurarse de que ambas partes involucradas en el conflicto ganen y estén contentos. Para ello, deben ser imparciales en su trabajo y deben comprometerse a servir a todas las partes, no solo a una. Por lo tanto, deben preocuparse por equilibrar el poder de ambos lados en el conflicto para que sea completamente justo. Ambas partes deben tratar de comprender el marco legal y estar dispuestas a mostrar respeto mutuo y comprensión del punto de vista de la otra parte.

Es por ello, por lo que como dice el post; el liderazgo que debe cubrir un mediador debe estar más centrado en las personas y no tanto en el conflicto, ya que esto es lo que va a determinar el equilibrio y por ende una buena negociación.

Fernando Martínez-Mejías dijo...

Tras haber leído y reflexionado sobre este texto, he llegado a la conclusión de que es fundamental que un mediador sepa mantener el equilibrio entre las partes mediadas, sin posicionarse hacia ninguna de ellas. En la realidad, esto es bastante complejo, ya que hay que dejar a un lado los sentimientos, las emociones los pensamientos, las ideas, etc. y mantenerse imparcial, utilizando además distintas técnicas de mediación como puede ser el parafraseo, el empoderamiento, etc. Todo ello con la finalidad de entender ambas partes (sin posicionarse y haciendo que se respeten en todo momento) y a pesar de las discrepancias que tengan las partes en torno a un asunto, hacerles llegar a un acuerdo justo, para que ambas partes queden satisfechas.

Cristina Alías Laguna dijo...


Tras la lectura de este artículo, me ha parecido muy interesante y fascinante buscar el equilibrio entre las dos partes, y especialmente en la figura del mediador. Este último tiene una función muy difícil, ya que es complicado abandonar nuestros valores y opiniones para escuchar y empatizar con ambas partes, sin juzgar. Aun así, creo que, si esta característica se trabaja en cada sesión o en el día a día, podría obtenerse con facilidad para poder llegar a ser un buen mediador.
Mientras que, para las personas que se encuentran en el conflicto, los mediados, tienen que hacer un gran esfuerzo por escuchar a la otra parte y llegar a un acuerdo justo sin ningún tipo de enfrentamiento violento. De esta manera, ambas partes se respetarían, aunque no compartiesen sus ideales, y se encontraría una solución mucho más satisfactoria para ambos.

Paula García-Courtoy Carmona dijo...

Tras la lectura del comentario de esta semana finalizo con un gran aprendizaje acerca de lo leído. El papel del mediador se ha convertido en un papel clave en la sociedad actual con los diversos conflictos tanto bélicos como políticos o humanos que existen. Cuando se nos plantea un conflicto es muy importante encontrar “la zona neutral”, esa en la cual ambas partes pueden llegar a unos intereses comunes sin perjudicarse los unos a los otros. Este es el papel principal del mediador y para ello la metáfora de “la espada y la puerta” la he considerado de gran relevancia. Ante un problema, las personas tendemos a ser egoístas y mirar por nosotros mismos, aunque en ciertos momentos las situaciones por motivos tanto personales o afectivos pueden influir en la situación, colocándonos sin quererlo entre la espada y la pared. Es por esto por lo cual el mediador adquiere un importante personaje dentro de este, centrándose en las personas y en los beneficios comunes, y no tanto individualistas. Debe aportar una perspectiva de comprensión y a la vez cordura con lo planteado, canalizando en todo momento los sentimientos expuestos por ambas partes.
A su vez considero que conseguir esto es de gran dificultad, ya que la persona que ejerce dicho papel debe adquirir ciertos requisitos o competencias personales las cuales no todo el mundo es capaz de tenerlas. Hay un gran trabajo detrás de ello tanto personal como profesional y es de valorar.

Alejandra Pérez Guerra dijo...

Así como dice este post, mantener el equilibrio ante un conflicto es crucial para hallar una solución, no obstante, considero que hay que utilizar muchas de las técnicas que conocemos para lidiar con los usuarios, así como la clarificación para completar la información, la paráfrasis para comprender el mensaje, la reformulación para suavizar el lenguaje conflictivo, la sintetización para progresar…, entre otras técnicas dependiendo de la situación y del conflicto, para que, como se menciona en el texto, los clientes enfrentados consigan respetarse aunque no compartan las mismas opiniones, siendo nosotros simplemente una herramienta para que encuentren una puerta o una salida “victoriosa” para ambos ante este desacuerdo.

Marta Chofles Muñoz dijo...

El equilibrio es una de las bases imprescindibles dentro de la mediación, ya que es una balanza en la que, ninguno de los mediados debe sentir que tiene menos peso que el otro, es por ello que debe estar equilibrada, además de ser igualitaria y es ahí donde entra la figura del mediador. Cuando las personas por sí mismas no consiguen establecer el equilibrio entre ellas, recurren a esta profesión para reestructurar la balanza, quitar de donde sobra y poner donde falta.
Para que sea posible una correcta mediación, son necesarias diferentes pautas como las añadidas en el post del blog además de las comentadas en clase, como: una correcta inclinación y dirección hacia la persona que en ese momento está interviniendo porque es su turno de palabra, si se da el caso en el que la otra persona u otras personas mediados, intervienen en el discurso del individuo que está hablando, hacerles saber que deben de respetar el turno y que cuando llegue el suyo, es el momento en el que tienen que hablar, mientras tanto solo escuchar y observar, anotando si luego desean objetar algo de lo que la otra persona ha dicho.
El truco del equilibrio o la igualdad dentro de la mediación, bajo mi punto de vista es dar a ambas partes las mismas herramientas, conocimientos y habilidades para que los productos resultantes de la mediación consigan dar unos frutos similares y equitativos respectivamente, que ninguno se pueda situar sobre el otro, siendo uno más que el resto. Ahí se halla la clave de toda mediación, encontrar el punto intermedio, en el cual ninguna de las dos partes sea más que la otra.

Mª Teresa Fernández-Vivancos Collado dijo...

El equilibrio, entendido como neutralidad, imparcialidad u objetividad es una característica fundamental en un mediador. Al hablar con algunas personas sobre la mediación me han trasmitido su desconfianza hacia esta práctica, ya que consideran que el mediador no mirará por sus intereses y tal vez favorezca más a la otra parte. Es por ello que es muy importante trabajar como aplicar la neutralidad a nuestros casos profesionales, puesto que es un requisito fundamental y en ocasiones pueda llegar a complicarse.
En relación a los mediados el concepto de seguir pedaleando hasta lograr la salida es algo relevante y que se debe trabajar constantemente. Estoy muy de acuerdo con la visión de "entre la espada y la puerta", como forma de trasmitir luz en la oscuridad de un conflicto.
Por lo tanto, siempre debemos ser conscientes de nuestro equilibrio y buscar la puerta de salida a nuestro conflicto, siempre buscando la positividad, ajustando nuestra perspectiva y expresando nuestras emociones.

Manuel Muñoz dijo...

como bien dice este articulo, saber tener o mantener el equilibrio, es un aspecto fundamental en la persona del mediador. esto debe ser entendido desde el punto de vista de la neutralidad, imparcialidad, etc, que son rasgos característicos que un mediador tiene que poseer. Pero no solo el, sino que los mediados también deben mantener el equilibrio y la cordura a la hora de intentar solucionar un conflicto, contra mas escuchemos la otra persona, mas podremos comprender y al fin alcanzar un acuerdo que satisfaga a ambas partes, aunque también es cierto que es MUY difícil mantener una actitud tranquila, cuando tienes un problema con una persona, pero para eso estamos nosotros, los Grandes MEDIADORES, que velamos por los intereses de nuestros mediados (siempre y cuando no pidan barbaridades) y mantengamos siempre el equilibrio en la resolución de los conflictos entre distintas partes.

Blanca Jiménez de la Piedra dijo...

El equilibrio es clave en el camino para llegar a un acuerdo.
Los mediadores, deben permanecer imparciales durante el proceso de mediación, deben evitar a toda costa el conflicto de intereses. Por su parte, los mediados (o partes involucradas) también deben ser capaces de encontrar ese equilibrio entre ellos para poder avanzar en la búsqueda de una solución común, la base de esto es el respeto.

¿Qué haría yo para conseguir mantener el equilibrio en una mediación?
En mi opinión, son pilares fundamentales para ello lo ya comentado en el foro: lograr canalizar las actitudes de los involucrados, ver el conflicto desde otra perspectiva, expresar emociones y ser catalizador. Debemos centrarnos en las personas y en el conflicto que están sufriendo, en cómo se sienten al respecto y por qué han tenido que llegar a este punto. La escucha activa y sin prejuicios me parece importante de considerar también, pues debemos ser capaces de entender y asimilar lo que nos cuenta cada una de las partes sin dejarnos llevar por esas primeras impresiones que luego nos pueden jugar una mala pasada. A su vez, el mediador tiene que tener aptitudes tales como la integridad, habilidades comunicativas o la apertura emocional (entre muchas otras) para que llegue a florecer el equilibrio, y por tanto, obtener un resultado positivo de todo lo que empezó con conflicto y desesperación.

Una vez se logra el equilibrio en una mediación, será mucho más sencillo lidiar con el problema.

Macarena Llopis González dijo...

el equilibro es uno de los pilares fundamentales en nuestra vida y en la mediacion. Cuando tenemos equilibrio sabemos tomar mejores decisiones ya que no nos dejamos llevar por nada ni nadie, nos hace ser mas razonables, mas eficaces a la hora de resolver un problema ya que nos ayuda a ver las situaciones desde distintas perspectivas para asi dar con numerosas soluciones y poder contrastarlas.
en la mediacion es muy importante que exista el equilibrio en la persona del mediador como en la que es mediada ya que agiliza el proceso de escuchar, contrastar ambas partes y tomar un acuerdo justo y razonable.

Natalia Ortiz dijo...

La idea del equilibrio en la mediación es imprescindible, ya que sin este la resolución del conflicto puede ser errónea e incluso no llegar a ninguna solución en sí. En este punto hay varios factores importantes, desde el papel del mediador como instrumento de ayuda, hasta los mediados, los cuales deben escucharse y tener en cuenta tanto su punto de vista como el de la otra persona. Cuando se da el equilibrio, lo cual significa que es proceso se está realizando de forma correcta, el mediador tiene la función de instrumento que no juzga y ayuda a los mediados a analizar los hechos pertinentes y así poder, juntos, llegar a una resolución de dicho conflicto. Si no se diese ese buscado equilibrio, los mediados no tendrían en cuenta la opinión ni los intereses del otro y se llegaría a una mediación vacia. Es función del mediador tratar de que esto no pase, teniendo en cuenta también que el propio mediador debe mantenerse neutro durante el proceso, buscando así que este equilibiro se de al completo.

Julia Chamorro Salas dijo...

El equilibrio es un factor fundamental para casi cualquier ámbito en la vida, siendo muy relevante en la resolución de conflictos. Este elemento debe tenerse muy en cuenta, pues en su ausencia puede provocar desastres e injusticias.
El equilibrio no solo se observa en la justicia o relaciones sociales, sino en la manera en la que uno ve el mundo y se relaciona consigo mismo y el resto. Por ejemplo, como bien menciona el texto, cuando un individuo se encuentra con una dificultad, donde debe saber qué le ocurre (su problema) y qué puede hacer para cambiar su posición (encontrar solución), viéndose ahí el equilibrio entre los sucesos positivos y negativos de la situación.
Por un lado, desde la perspectiva del mediador, sería óptimo ser capaz de ver qué necesita cada usuario e intentar separar la opinión propia, así como poner la atención en esa persona.
Existen tres tipos de actitudes en la mediación de un conflicto, desde la perspectiva tanto del mediador como de los mediados, siendo la positiva la ideal para llevar a cabo el procedimiento y la técnica; la negativa que lleva al fracaso toda la mediación; y la neutral, donde se puede ver el desarrollo de la situación desde la forma más objetiva e imparcial.
Finalmente, a modo de conclusión, considero que la mediación debería ser objetiva, a la par que subjetiva, ya que entra en juego el factor emocional de cada usuario (ya sea el mediador o los mediados). Asimismo, el acuerdo debe tener como objetivo la resolución del conflicto, teniendo como finalidad el bienestar propio y del otro. Por ello, es importante crear un equilibrio tanto en las relaciones personales como en los acuerdos buscados, para disminuir la probabilidad de crear nuevos problemas y poder llegar a la solución de estos de la manera más correcta y fácil.

JULIA CHAMORRO SALAS. GRUPO A, SEVILLA.

Paola de Blas dijo...

Para empezar, creo que es imprescindible que el mediador consiga ser objetivo durante todo el proceso porque al ser neutro, va a ser más fácil que éste mantenga el equilibrio. Por ello, este post desarrolla un elemento clave, como es el equilibrio, el cual deberían de seguir todos los profesionales de la mediación para conseguir crear un clima que sea favorable mientras se llega a un posible acuerdo.
Como para toda habilidad, ésta requiere tiempo hasta conseguir dominarla de manera que no perjudique ni a la figura del mediador ni a los clientes y, así, evitar crear situaciones de tensión. Además, creo que “mantenerse en el equilibrio” no tiene que ser únicamente una forma de actuar de un profesional que se dedique a la mediación, sino que cualquier persona, de cualquier ámbito, tendría que ser capaz de poder conseguirlo para poder desarrollar su trabajo de la forma más justa e imparcial posible.

Paola de Blas

Carlota Rojo Alonso dijo...

En este artículo se habla de mantener el equilibrio, en mi opinión es la base que debería tener todo mediador. Pienso que esto se puede ver desde el punto de vista de la empatía, ya que, deberíamos escuchar y empatizar con las dos partes ya que haciendo esto, el trabajo como mediador será más fácil en el sentido de que, no vas a inclinarte hacia ninguna de las partes, ya que sabrás comprender a los dos, lo cual llevará a que haya más posibilidades de que ambos tengan una actitud positiva hacia la mediación ya que se van a sentir comprendidos.
Además, como hemos hablado en clase, y como dice el artículo, estoy muy de acuerdo con el punto de “cambiar la óptica de los asuntos” ya que, lo que nosotros resolveríamos de una forma, es muy probable que otros no, por lo que tenemos que adaptar las soluciones que pensemos como mediadores a cada caso.
Pienso que mantener el equilibrio en un conflicto no es nada fácil, pero es algo que con “entreno” y experiencia se puede llegar a conseguir.

Ana Rivas dijo...



Analizando el post e intentando unificarlo con lo que hemos ido aprendiendo en estas últimas semanas de clase, mi postura ante un conflicto a la hora de intentar mediar sería la de intentar equilibrar la situación, es decir, que ninguna de las partes se sienta en desventaja, para así lograr de la mejor manera posible que ambos ose encuentren cómodos con la labor, tarea más difícil de lo que uno puede llegar a imaginar desde fuera, ya que hay que lograr una escucha activa por parte de los dos lados, que estén dispuestos a cooperar y a comprenderse.
Para ello hay que conseguir encontrar una visión neutral de la problemática, para que todas las partes implicadas se encuentren conformes con la historia y sean capaces de mantener una conversación conforme a unos intereses, pudiendo hablar de manera abierta y sin conflictos.

Ana Rivas dijo...



Analizando el post e intentando unificarlo con lo que hemos ido aprendiendo en estas últimas semanas de clase, mi postura ante un conflicto a la hora de intentar mediar sería la de intentar equilibrar la situación, es decir, que ninguna de las partes se sienta en desventaja, para así lograr de la mejor manera posible que ambos ose encuentren cómodos con la labor, tarea más difícil de lo que uno puede llegar a imaginar desde fuera, ya que hay que lograr una escucha activa por parte de los dos lados, que estén dispuestos a cooperar y a comprenderse.
Para ello hay que conseguir encontrar una visión neutral de la problemática, para que todas las partes implicadas se encuentren conformes con la historia y sean capaces de mantener una conversación conforme a unos intereses, pudiendo hablar de manera abierta y sin conflictos.

María Varela Pavón dijo...

Para mí el equilibrio es fundamental en la vida. Ni mucho ni poco, todo en su propia medida, en su equilibrio. Sin embargo, cada uno tiene una percepción subjetiva e individualizada de lo que es equilibrio para sí mismo, por tanto, el paso previo sería escuchar para conocer, entender las concepciones subjetivas del mundo. El equilibrio es difícil de alcanzar, pero esencial para el mediador o mediadora, pues está de parte de los dos y de ninguno, está en medio, por lo que debe de ser la balanza que equilibra los motivos, razones y conflicto de cada una de sus partes. Ambos deben sentirse escuchados y atendidos por igual.

Desde el punto de vista del mediador, es necesario dejar de lado sus propios juicios y opiniones, e intentar cambiar la óptica de los asuntos, buscar una nueva perspectiva que haga que ambas partes lo vean desde fuera, no desde su propio beneficio y su versión del conflicto. Desde el punto de vista del mediado, debe poner de su parte para tener una actitud positiva y proactiva que fomente el acuerdo, sin embargo no podemos obligar a nadie que venga a nuestra consulta con determinada actitud, pero sí fomentar que poco a poco vaya construyéndose y favoreciéndose, ya que influirá en ese equilibrio y acuerdo.
Debemos enseñar como mediadores que no tenemos que compartir todas las visiones y opiniones, sino que cada persona tiene derecho a tener sus propios esquemas mentales, y no tienen que ser iguales a los suyos, por lo que debemos respetar. El equilibrio por tanto, es lo que proporcionará la calidad del acuerdo y de la relación entre las partes, y entre las partes y el mediador.

Maria Anguís dijo...

Respecto a este artículo, me parece muy interesante y con mucho contenido del que poder hablar ya que es algo que abunda desde siempre y seguirá siendo así ya que, como bien sabemos, cada persona es un mundo y por dicho motivo no todos tenemos la misma percepción sea en el tema que sea.
De ahí la importancia de que el equilibrio sugerido venga del mediador por medio del respeto de las diversas opiniones frente a un conflicto y conseguir o al menos intentar llegar a una solución de mutuo acuerdo respecto a las partes.

Finalmente, en cuanto a los consejos mencionado en la última parte del artículo, considero que el más importante es el de poder expresar las emociones debido a que si una de las partes queda reprimido emocionalmente, haría mucho más difícil poder alcanzar el equilibrio buscado.

Silvia Rodríguez Carmona dijo...

Silvia María Rodríguez Carmona.

Para mí, todas las relaciones deben basarse en el equilibrio. Por lo que, estoy de acuerdo con lo que se indica en el artículo. Aunque más que equilibrio aplicado al propio mediador (que también), yo considero que su papel fundamental es proporcionarlo. Mantener la balanza en el medio, sin inclinarse hacia ninguna de las partes. Equilibrio, neutralidad, sinceridad, son tres pilares fundamentales al hablar de una mediación.
También me ha parecido muy interesante el hecho de ser un catalizador, ligado también al artículo anterior en el que se hablaba de los mediadores como traductores. El conocer las intenciones para modificar palabras, es una parte más del equilibrio existente entre la relación que mantienen las partes en un conflicto.
Con todo lo anterior, no quiero que se entienda que es fácil. Es más, considero que es de las funciones más complejas que tiene un mediador, porque yo entiendo equilibrio como equidad o justicia. Y no siempre se está de acuerdo al hablar de estos conceptos.

Ana de la Morena Ontalba dijo...

Personalmente, considero que el equilibro es el punto clave en la mayoría de los aspectos de la vida. Mediante este, se puede llegar lejos en situaciones difíciles que requieran de un balance entre dos partes.
En general, existe una visión negativa del conflicto, sin embargo, son las creencias sociales las que generan esa aversión al desacuerdo. Es por esto último, la gran dificultad que tiene encontrar ese equilibrio ante una disparidad.
En mi opinión, es de gran importancia aplicar en las personas, los diferentes aspectos que se exponen en el texto, que se aplican al proceso de mediación, pero también, han de aplicarse en todos los ámbitos.
Es importante comprender y escuchar la posición y situación por la que esté pasando la otra persona. En todo caso, empatizar, mediante conversaciones asertivas, permitiendo que se puedan expresar ambas partes sin hostilidad ni agresividad, las emociones, pensamientos, etc., frente a la otra persona, exponiendo tanto los aspectos negativos como positivos.
También, ese equilibrio tiene relación con la búsqueda de solución a ese problema que aparece entre diversas partes, en el sentido de encontrar el punto medio más justo, consiguiendo así la equitatividad y que, además, genera una motivación a la cooperación.

Jimena de Madariaga Brujó dijo...

Tras leer las claves para mantener el equilibrio durante un conflicto, aparece en mi mente aquella imagen de los dos tipos de líder; el primero, aquel que dirige a su grupo desde atrás, dando órdenes y dirigiendo, y el segundo, que dirige al grupo desde la primera fila, dando órdenes, pero a su vez trabajando en conjunto y haciendo ver al grupo que es uno más entre los iguales. Pues bien, considero que, para ser un buen mediador, hemos de ser como el segundo líder; estando en medio y manteniendo un equilibrio durante el proceso. Un equilibro donde uno sepa aquello de “tira y afloja”, cuando sea necesario. A su vez, canalizar las actitudes de cada parte, requiere una gran sabiduría por parte del mediador, ya que este tendrá que saber ponerse en los zapatos de ambas partes, siendo líder de ambos, catalizando también, todos los procesos por los que se están encontrando ambas partes. Por último, me gustaría destacar que me parece una muy interesante manera esta de definir al mediado como aquella persona que se encuentra entre la espada y la pared, y con nuestra ayuda, como mediadores, hemos de ayudarles a situarse entre la espada y la puerta.

Jimena de Madariaga Brujó

Jimena de Madariaga Brujó dijo...

Tras leer las claves para mantener el equilibrio durante un conflicto, aparece en mi mente aquella imagen de los dos tipos de líder; el primero, aquel que dirige a su grupo desde atrás, dando órdenes y dirigiendo, y el segundo, que dirige al grupo desde la primera fila, dando órdenes, pero a su vez trabajando en conjunto y haciendo ver al grupo que es uno más entre los iguales. Pues bien, considero que, para ser un buen mediador, hemos de ser como el segundo líder; estando en medio y manteniendo un equilibrio durante el proceso. Un equilibro donde uno sepa aquello de “tira y afloja”, cuando sea necesario. A su vez, canalizar las actitudes de cada parte, requiere una gran sabiduría por parte del mediador, ya que este tendrá que saber ponerse en los zapatos de ambas partes, siendo líder de ambos, catalizando también, todos los procesos por los que se están encontrando ambas partes. Por último, me gustaría destacar que me parece una muy interesante manera esta de definir al mediado como aquella persona que se encuentra entre la espada y la pared, y con nuestra ayuda, como mediadores, hemos de ayudarles a situarse entre la espada y la puerta.

Jimena de Madariaga BRujó

Juan Pablo Fassanello dijo...

El equilibrio es un factor clave en la vida. Todos los extremos son malos, aunque mantenerse enfocado en cierta línea media entre 2 polos puede ser complicado, más si somos mediadores. Cada uno tiene su punto de vista y su manera de entender las cosas, pero al momento de resolver un conflicto entre 2 partes de manera neutral, es fundamental no desenfocarse en la línea media de la neutralidad. Este texto me hizo acordar a la película "The Walk" basada en hechos reales, que trata como el funambulista francés Philippe Petit cruzo las torres gemelas haciendo equilibrio en un cable de hierro ayudado por un contrapeso en sus manos. Haciendo un paralelismo, nosotros como mediadores debemos como Petit colocar a la mitad de distancia el contrapeso con respecto al eje cuerpo (como si ambos extremos del contrapeso fuesen las partes implicadas del conflicto). En la mediación, una palabra mal utilizada puede afectar u ofender a una de las partes, pudiendo llevar la mediación a la ruina. Aunque, si has visto la película, sabes que Petit era un funambulista experto que hasta incluso salto y se sentó encima del cable a cientos de metros de altura sin miedo. Eso es lo que brinda la experiencia de varios años siendo equilibrista.

Maialen Malmierca dijo...

Los mediadores deben mantenerse imparciales en su trabajo debido a que tienen la obligación de velar por los beneficios de todos los mediados.

Para conservar el equilibrio en la mediación, considero que lo ideal sería evitar los conflictos de intereses o incluso la apariencia de los mismos. Además, en un esfuerzo por permanecer neutral, se debería otorgar el mismo poder a todas las partes para que pudieran tener un mínimo de poder para negociar, de esta forma no se sentirían ignoradas o eliminadas del proceso.

Del mismo modo, es importante destacar la neutralidad que ha de tener el mediador, esto es, hablar de neutralidad significa hablar del respeto que debe poseer el mediador hacia las partes y del lugar que él debe ocupar respecto al conflicto que presentan.

Por lo que podemos concluir diciendo que, para mantener el equilibrio debemos preservar la igualdad entre las partes en la negociación ; a ello ayudará, sin duda, la continua legitimación de ambas, puesto que es importante que los sujetos que asisten a una mediación perciban que el mediador considera sus necesidades, y que, por tanto, sus distintos intereses son respetados, sin preferirse a uno sobre otro, con la intención de lograr un acuerdo justo, equitativo, estable y duradero.

Silvia María Rodríguez Carmona dijo...

Silvia María Rodríguez Carmona.

Para mí, todas las relaciones deben basarse en el equilibrio. Por lo que, estoy de acuerdo con lo que se indica en el artículo. Aunque más que equilibrio aplicado al propio mediador (que también), yo considero que su papel fundamental es proporcionarlo. Mantener la balanza en el medio, sin inclinarse hacia ninguna de las partes. Equilibrio, neutralidad, sinceridad, son tres pilares fundamentales al hablar de una mediación.
También me ha parecido muy interesante el hecho de ser un catalizador, ligado también al artículo anterior en el que se hablaba de los mediadores como traductores. El conocer las intenciones para modificar palabras, es una parte más del equilibrio existente entre la relación que mantienen las partes en un conflicto.
Con todo lo anterior, no quiero que se entienda que es fácil. Es más, considero que es de las funciones más complejas que tiene un mediador, porque yo entiendo equilibrio como equidad o justicia. Y no siempre se está de acuerdo al hablar de estos conceptos.

Darla Coronel dijo...

Considero que mantener el equilibrio, es una las cosas más difíciles de aprender para los seres humanos. Tanto para la psicología como para la mediación, el equilibrio es la base para poder mantener el encuentro y llegar a acuerdos. Por un lado, los mediados deben sentir nuestra empatía y, a la vez, nuestra neutralidad en el conflicto. Para ello, creo que la mejor opción es expresar las emociones, ya que eso permitirá entender cómo se siente la otra persona, considerar su punto de vista y respetarlo, así mismo, no suponer lo que las otras personas están sintiendo ayudará a clarificar las emociones del otro y se podrá marcar la diferencia entre lo que tu sientes y lo que siente la otra persona, evitando la identificación emocional, la cual puede romper con el equilibrio del proceso de mediación.

María Dolores Rodríguez Serrano dijo...

Creo que lo que se explica en este artículo son bases más que necesarias en cualquier proceso de mediación. Como bien se nos ha explicado en clase, cuando nos llega un conflicto que debemos mediar, se debe realizar una rediografía del conflicto. Pero, ¿de qué sirve analizar el conflicto si no somos capaces de encontrar un equilibrio entre las partes?
Sería contradictorio situarnos hacia una de las partes a mediar, o no conseguir entender de igual manera una de ellas, siendo así imparciales y enjuiciando el proceso más que mediando. Debemos ser neutrales y actuar como el punto de inflexión o de apoyo, donde las partes puedan sentirse lo más comprendidas posible para así empoderarse y poder encontrar puntos comunes entre ellas. En caso contrario, únicamente conseguiríamos que una de las partes se sintiese superior a otra, cambiando o reforzando los juegos de poder entre ellos y por tanto, existiendo injusticias para poder encontrar un punto de aceptación medio entre ambos en el que se sientan satisfechos. De esta manera, no estaríamos llegando a un acuerdo, sino que actuaríamos como jueces que decide quién de las dos partes tiene más razón que la otra.
Me parece un post muy interesante, además de ser aplicable en cualquier ámbito en el que necesitemos encontrar un acuerdo satisfactorio.

Raquel Pastor Ramos dijo...

Bajo mi punto de vista, es necesario los elementos que menciona al final, pero además creo que sería de gran utilidad usar técnicas como la confrontación donde enfrentas ideas diferentes para unirla en una finalmente. El equilibrio es necesario en todos los ámbitos de la vida y en todos los conflictos que se nos puedan presentar (como mediador o como persona), ya que hay que tener en cuenta todas las opiniones y emociones de ambas partes. Así como cabe destacar el respeto que se debe mantener en ese equilibrio, practicando la escucha activa de las partes involucradas.
Yo actuaría de la misma manera que las claves que se proporcionan: tener en cuenta las opiniones de todas las partes (positivas, negativas o neutrales), ver el problema desde un punto de vista diferente, ser yo la persona que ayude a encontrar la solución y que sean capaces de expresar sus emociones siempre desde el respeto

María Espejo Doblas dijo...

Como figura mediadora, empezaría por una escucha activa, con el fin de que las dos partes expresen sus sentimientos, pensamientos y emociones acerca de la problemática que presentan. Esto me permitiría ver la problemática desde las diferentes perspectivas. Acto seguido, haría una radiografía del problema como hemos visto en clase y todos los pasos posteriores a ello. Por último, trataría de empoderar a ambas partes y dotarles de herramientas para que tengan una resolución eficaz del conflicto.

El equilibrio es fundamental para llegar a un encuentro con los usuarios que nos llegan, por lo que es esencial tener una visión completamente neutral del problema, para que ambas partes se sientan comprendidas y valoradas.

Pablo M de la Serna Gastón dijo...

Pablo M. de la Serna Gastón

Existe la posibilidad dentro de una mediación que nos sentamos a favor de una la las partes, ya sea por que empaticemos más o simplemente tengamos un sesgo hacía esta parte, también puede existir que tengamos una posición negativa en cuanto a la mediación o que no utilicemos técnicas no adecuadas al momento, o que etc. He aquí la importancia de este equilibrio, de mantenernos en equilibrio en la mediación siendo neutros, apoyando a las dos partes y ayudándoles a abrir esas puertas que les hagan tomar sus propias decisiones hacia un avance en la disputa.

Es evidente que somos seres humanos y es innato el posicionarnos, sentir, e incluso categorizar las cosas para hacernos el día a día más simple, llevando esto a prejuicios e interpretaciones, sin embargo, he aquí la lucha real que tiene el mediador (y otras muchas profesiones que tratan cara a cara con personas), el conseguir un equilibrio que le permita dejar, dentro de lo que se pueda, de largo estas características innatas y nos permita pasar a un procedimiento en equilibrio.



LOLA DÍEZ DÁVILA dijo...

Cuántas veces hemos escuchado e incluso mencionado que en el punto medio está la virtud, y sinceramente este blog no se aleja mucho de esto. Sobre todo me quedo con los 4 consejos que pueden servirnos de gran ayuda para ese momento de incertidumbre, en el que no sepamos para qué lado tirar. Empatizar pero de manera correcta y acertada, buscar nuevas perspectivas pero tampoco alejarnos de la realidad del asunto, abrir un espacio donde las emociones sean las protagonistas, ya que se necesita expresar para solucionar, y por supuesto, actuar como catalizador que todo lo pregunta y todo lo investiga. No solo los mediadores deben guiarse por estas claves, además debemos conseguir que los mediados sean conscientes de la importancia de que se cree un ambiente de equilibrio entre ellos, ya que son ellos los que deberán tomar las decisiones correspondientes y totalmente necesarias para ponerle fin a aquello que les está enfrentando.

LOLA DÍEZ DÁVILA

Magda Pericás dijo...

A la hora de enfrentarse a un conflicto hay que tener en cuenta que siempre se tiene que mantener el equilibrio. Sobre todo siendo un mediador, ya que no nos podemos dejar influenciar de las versiones y opiniones de cada una de las partes que estan enfrentadas. Hay que enfocar el problema en algo que se puede solucionar y llegar a un acuerdo, en vez de verlo como un obstaculo sin resolución. Es por eso que en el artículo se habla sobre cuatro consejos para poder mantener ese equilibrio deseado. En primer lugar, canalizaremos las actitudes de cada parte, donde tendremos que conseguir que se llegue a una actitud positiva o en todo caso neutra. Por otro lado, hay que lograr cambiar la perpectiva de los asuntos para asi poder ayudarlos de mejor manera. También tenemos que expresar las emociones ya que reprimirlas no nos ayuda en el proceso. Por último tenemos ser catalizador, saber donde porfundizar, analizar la situación, y poder valorar todas las opciones.

Pablo Sánchez Pineda dijo...

Tras leer este artículo llego a la siguiente reflexión: para que un proceso de mediación desemboque en un final satisfactorio para ambas partes, es necesario que estas mismas, las cuales intervienen en el caso, tengan un equilibrio vital, es decir, que no dispongan de crisis o problemas sin tratar, pudiendo dificultar el avance de la negociación.
Para conseguir esto, tanto mediador como mediado deben esforzarse de manera activa y consciente, para "continuar pedaleando" y así conseguir encauzar el caso en una dirección que conduzca al verdadero propósito por el que acuden a nosotros.
No cabe duda que la resiliencia, para seguir caminando en equilibrio a pesar de las crisis que surjan, es una parte no menos que fundamental dentro de esta profesión.

Guadalupe del Junco Ollero dijo...

Considero que el equilibrio es un aspecto fundamental y activo en la mediación, que debe ser tenido en cuenta tanto por el profesional que la ejerce como las partes implicadas en el conflicto. Además, el saber mantener dicho equilibrio conlleva un predictor de éxito para garantizar el acuerdo de las partes y los buenos resultados del proceso de mediación. También considero que el mantener una perspectiva desde la conciencia de la importancia del equilibrio, favorece la observación más externa de la naturaleza del asunto, permitiendo adoptar ambas perspectivas, observar la raíz del problema, ser consciente de las experiencias vitales de las dos partes... en definitiva, una visión más clara que sin duda nos guía como profesionales a continuar el camino que conduce al éxito en nuestra mediación.

Ludovica Grella dijo...

Ludovica Grella

En tiempos de inestabilidad, hay que tener paciencia. Cuando predomina el caos, hay que encontrar la calma. En tiempos difíciles es más necesario que nunca aprender el arte de mantener el equilibrio. Mantener el equilibrio no es fácil, porque todo lo que tenemos debajo de los pies está siempre en movimiento. Siempre hay algo que nos priva de la preciada estabilidad. en momentos de complejidad o adversidad es más necesario que nunca prestar atención a esa calma mental con la que poder reaccionar mejor. Mantener el equilibrio implica, entre otras cosas, saber gestionar las dificultades, desarrollar estrategias de afrontamiento, resolver problemas y mediar con las propias emociones. A veces entender cómo no dejar que nuestras emociones prevalezcan es el ejercicio mental que más esfuerzo provoca a nivel emocional y humano.

Alejandro Fuentes dijo...

Tras la lectura de este nuevo post semanal, resaltó la importancia de saber mantener la neutralidad e imparcialidad en la gestión de un conflicto. Considero que la mejor forma seria comenzar con una escucha activa para poder analizar ambas versiones, dejándole un tiempo para que ambos compartan su interpretación del problema. En nuestro caso, no podemos dejarnos seducir por las primeras versionas planteadas ante una discusión o conflicto, ya que sería quedarnos en una posición muy superficial de este. Nuestro papel como mediadores, debe basarse en todo momento en aportar esa salida como se nombra en el texto mediante la frase de la “espada y la puerta”. Ser ese faro de luz en la oscuridad que se encuentra la persona demandante, y aportando una nueva perspectiva al problema.

Clara Cerón Larrubia dijo...

El equilibrio me parece una de las cosas más importantes de la vida y de nuestras relaciones sociales. Como dice el artículo, la fortaleza está en respetar aunque no compartas y más siendo un profesional. Siendo mediador siempre hay que mantener el equilibrio y creo que es una virtud que se gana con experiencia y mucho trabajo propio. No es fácil, porque como he dicho en otros artículos se basa en dejar de ser egoístas, de imponer nuestra visión de las cosas y de respetar y escuchar a la/s otra/s parte/s y eso, en el mundo en el que vivimos hoy en día es complicado porque a todos nos gusta estar por encima de los demás y llevar la razón en cuantas más cosas mejor. Saber mantener el equilibrio, tanto en mediación como en la vida en general nos garantiza buenos resultados en nuestras relaciones y eso es importante.
Para mantener el equilibrio creo que se ponen en práctica muchas habilidades sociales como la empatía, la escucha, la asertividad, la comunicación...
Al final es la base para poder resolver los problemas tanto propios como ajenos.

Maria Dolores Palacios Páez dijo...

En mi opinión, el equilibrio es un elemento base tanto en nuestro día a día como a la hora de realizar una mediación, puesto que sin equilibrio, no es posible razonar adecuadamente y tampoco podríamos llegar a comprender la postura en cualquier conflicto que se presente del prójimo.
Por otro lado, haciendo referencia a la neutralidad, he destacar que es otro de los elementos más importante cuando hacemos mediación, ya que si una de las partes se ve más beneficiada que la otra por parte del mediador, no estaríamos llevando a cabo una buena praxis.
Sin embargo, aunque la teoría parece fácil, a la hora de poner en práctica tanto el equilibrio como la neutralidad puede resultar dificultoso porque en la mayoría de las ocasiones las personas solemos tender a posicionarnos cuando hay un conflicto de por medio.

Andrea Cañero Gil dijo...

Es natural y humano debido a ideología, vivencias previas, cogniciones, etc, sentir mayor afinidad con una u otra de las versiones del conflicto. Sin embargo, como profesionales mediadores, debemos ser completamente neutrales para el correcto ejercicio y desempeño de la profesión, al igual que sucede en muchas otras como la psicología.
Cada persona, tiene su propia versión y vivencia del conflicto por el que acude, esa es su propia realidad, y nunca debe ser puesta en tela de juicio por el mediador, ni dejar que sus pensamientos al respecto influyan en la mediación.
Es ahí donde surge el tema del equilibrio, tratado en este blog, “respetar aunque no comportas”, en un mundo ideal, esto debería ser aplicable en la vida diaria de cualquier persona, de esta forma se acabaría con muchos prejuicios.

Andrea Cañero Gil

Andrea Carreras dijo...

Ya clarificado en este post, es esencial el equilibrio a la hora de mediar y en todos los ámbitos de nuestras vidas. Como mediador pienso que es muy importante ser neutral sin prejuicios ni inclinarnos en la posición de un cliente con el cual nos sentimos identificados por nuestras vivencias personales. Todo ello considero que es muy difícil llevarlo acabo en la práctica ya que todo el peso no recae en el mediador, sino también en la capacidad personal de quienes quieren resolver el problema.
Este post enseña una serie de pasos los cuales los considero esenciales a la hora de mediar. Desde mi punto de vista como mediadora, establecería turnos de respuesta, contratos de respeto y sobretodo enseñaría a ambas partes a escuchar activamente. Ser mediador no sólo significa tratar de resolver un conflicto, también es enseñar valores con el ejemplo y mediante instrucciones para que posteriormente dichas personas que acuden a ti aprendan y puedan emplearlos en sus vidas diarias. Y para finalizar me ha impactado una relación la cual no me había dado cuenta antes, la relación que existe entre mediador y líder. Es muy importante aprender a ser un buen líder por lo descrito anteriormente, eres el ejemplo en el que otros pueden aprender y enriquecerse.

Francisca María Marchal Gallardo dijo...

Tratando sobre el post y haciendo un pequeño resumen, se podría decir que el equilibrio es uno lo de los ingredientes, entre tantos, que son necesarios para que una mediación o la resolución de un conflicto sea fructífera.

Este es importante tanto para todo lo mencionado en dicha lectura como para un punto comentado en clase que desde mi punto de vista es importante, como es el poder. Para mi la armonía y el poder están muy relacionados, ya que si dicho equilibrio no se está produciendo al 100%, tanto en el mediador como en el mediado, o incluso en ámbitos de fuera de esta disciplina, el que tenga más porcentaje saliéndose de la igualdad tendrá más poder. Esto que dentro de un proceso de mediación se ve de forma tan clara, debería de ser también visible en las relaciones interpersonales en nuestra vida diaria, ya que un poco de desequilibrio entre un amigo y otro, o entre un compañero de trabajo y su igual, favorecería a uno en la relación y, por lo tanto le estaríamos dando el poder exclusivo a un miembro implicado en la relación ya mencionada.

Me ha parecido un buen post para tratar sobre otro punto importante a tener en cuenta en la resolución de conflictos, y un buen resumen de que es lo que debe o no hacer un mediador cuando se lleva a cabo el proceso de mediación, para así eliminar prejuicios, desniveles de poder, y llegar al equilibrio perfecto para que un conflicto pase de este a una solución.

Francisca María Marchal Gallardo

Miriam Gómez Martín dijo...

Coincido completamente con el texto en que mantener un equilibrio es una tarea difícil ya que el desequilibrio por diferentes razones ya sea, por ejemplo, económica, matrimonial o laboral, está continuamente presente en nuestras vidas y es lo que acaba conllevando a un conflicto.

Para lograr el equilibrio en una mediación veo especialmente relevante la posición neutral del mediador ya que, en caso contrario, al posicionarse de alguna de las partes implicadas ya estaría contribuyendo a desequilibrar aún más la balanza. Por otro lado, es imprescindible que las partes se escuchen e intenten comprender las diferentes perspectivas de lo ocurrido y puedan, a través de un equilibrio necesario, llegar a un acuerdo.

Además, es de resaltar la necesidad, para poder llegar a una negociación, de que el mediador se forme en el tipo de liderazgo que ponga a las personas como centro ya que, aparte de que son las protagonistas del problema, son de las que realmente depende que se llegue a un acuerdo.

Para ello, considero fundamentales los cuatro puntos tratados en el texto. Es necesario canalizar las diferentes actitudes que están alimentando al desequilibrio, tratar de cambiar la perspectiva de lo ocurrido y poder expresar libremente aquellas emociones que a ello se asocian y, por último, saber catalizar el encuentro con vistas al alcance de una solución que sea acordada por ellos, pero mediante la guía y ayuda necesarias.

Irene Ruiz dijo...

Me parece bastante relevante darle importancia a este post, ya que el equilibrio es uno de los puntos más significativos a la hora de realizar una mediación. Si somos personas neutrales y dejamos atrás nuestros principios y valores, para escuchar lo que los demás quieren y pretenden contar, haremos, sin ninguna duda, un trabajo tanto de introspección en nosotros mismos como en las otras personas. Conseguiremos encontrar ese llamado equilibrio, esa ayuda para que aquellos individuos con los que vas a tratar sigan hacia delante, dándoles esos pequeños apoyos para conseguir sus objetivos, que son, en estos casos, llegar a un acuerdo.
Tal y como los abogados deben dejar sus ideales atrás a la hora de defender a un asesino en serie, el mediador debe ser consciente de que cada persona, por muy respetada o no que sea su forma de ver las cosas, mantiene una opinión y una serie de valores, que pueden que sean sacados a la luz de diferentes maneras, por lo que lo último que se debe hacer es juzgarles y tacharles, ya que esto generaría una mala praxis al no aconsejarle ni mediar de una manera correcta, al verse comprometido por unos pensamientos que no están acorde a los de uno mismo.

Alba Fernández Pino dijo...

Como bien se explica en el post, el equilibrio es un requisito indispensable durante la mediación, ya sea para las partes implicadas como para el mediador. En el caso del mediador, es necesario apartar los prejuicios, mantener tu mente abierta a nuevas ideas, intentar no dejarte llevar por tus valores, creencias y principios. La figura del mediador debe percibirse neutral por los mediados, de lo contrario, la parte no favorecida se sentirá juzgada, apartada del proceso, favoreciendo al otro, engrandeciéndolo y dificultando el acuerdo de los involucrados.
La tarea del mediador de mantenerse en equilibrio es, sin lugar a dudas, complicada. Por ello, es importante que siga ciertas estrategias (escucha activa de las partes, mantener turnos de palabra igualitarios, intentar tomar distancia psicológica...). De este modo, se podrá alcanzar el objetivo de la mediación: una solución satisfactoria para todos.

Alba Fernández Pino

Francisco José Castro Callejas dijo...

Muy esclarecedor en cuanto a pautas y factores a tener en cuenta en la mediación y a la vez difíciles de llevar a la práctica ya que en tanto que la mediación exige de parcialidad, diplomacia y objetividad, la naturaleza humana presente en los conflictos tironean y obstaculizan estas nociones, llevándolas de unas metas cercanas a un horizonte difuso. Todo un arte la mediación llevada con equilibrio.

Helena Doncel dijo...

Este artículo me ha parecido muy importante tanto para el mediador como para los mediados. El concepto del equilibrio es fundamental en el proceso de la mediación ya que hace mantener neutral e imparcial al mediador mientras que a los mediados les invita a escuchar y ser escuchados por la otra parte. Además, para mantener este equilibrio es primordial centrarse en la persona como ser individual y dejar a un lado el conflicto, ya que centrándote en ella puedes ser capaz de transmitirle el valor de respetar a la otra parte del conflicto para llegar a un acuerdo y gestionarlo de la mejor forma posible.
Es cierto que mantener el equilibrio es algo muy complicado de llevar a cabo debido a los sesgos que se suelen hacer sin percatarnos de ellos, para poder aprender a como mantenerlo podemos aplicar los consejos mencionados en el artículo como canalizar las actitudes, cambiar la óptica de los asuntos o poder expresar las emociones. Todo estos consejos nombrados se irán asentando en nuestro papel de mediador con la práctica diaria de las gestiones de los conflictos.

Unknown dijo...

Paula Moreno Estirado

Importante y necesaria tarea la de mantener el equilibrio. Este artículo nos impulsa a poder tomar conciencia de la necesidad de mantener el equilibrio, algo que nos resulta sumamente complejo al ser humano, pero que nos ayuda enormemente tanto de forma individual como de cara a la sociedad. Nos permite tener la capacidad de no dejarnos llevar meramente por nuestros impulsos más primarios, o aquellos que calmen nuestro deseo más inmediato, además nos da la capacidad de ver más lejos de nuestra propia visión, siendo capaz de respetar la de los demás independientemente de aceptarla.
Mantener el equilibrio es algo que como mencionaba anteriormente, nos ayuda tanto a nosotros mismos como a los demás, y es especialmente importante y beneficioso en el proceso de la mediación. Nos permite tener una mejor estabilidad emocional y nos permite ver al otro con diferentes filtros y perspectivas. Sin embargo, es algo en lo que debemos incidir cada día para lograr trabajar en ello.

Marta Sánchez Arnaiz dijo...

Mantener el equilibrio entre los mediados es trabajo del medidor, ya que se necesita que el profesional sea imparcial ante situaciones de conflicto, a veces es difícil no pensar en qué haría uno mismo si estuviera en la situación de los mediados, pero es imprescindible recordar que cada persona tiene sus vivencias y le afectan de una manera diferente, incluso depende del momento de su vida. Por lo tanto, es de vital importancia que el mediador sea objetivo.
Además de ello también se habla de lo crucial que es saber trabajar con las personas y no con problemas, es decir, hay que tener en cuenta la actitud de las partes y saber adaptarse a ellas para un mejor resultado. También el mediador tiene o debe tener la capacidad de valorar el asunto desde otra perspectiva y hacérselo ver a los mediados.
Otro punto que a mi parecer es el más novedoso es que se puedan expresar las emociones, ya que de esta manera las partes enfrentadas se sentirán más liberadas y entenderán mejor al otro, pudiendo así llegar a un acuerdo de manera más sencilla.
Y finalmente, se habla de la capacidad de ser catalizador, de hacer las preguntas adecuadas, de tener información valiosa y poder analizarla para que ellos mismos puedan llegar a un acuerdo teniendo como guía al mediador.

Paula González Muñoz dijo...

En numerosos ámbitos, lograr el equilibrio es una tarea complicada, de ahí el valor que tiene. Siempre buscamos un punto de equilibrio en las diferentes facetas de nuestra vida, como a nivel emocional o interpersonal, así como el equilibrio entre estas diversas facetas. Podríamos decir que el equilibrio surge a raíz de una oposición y, en el caso de la mediación, este se busca entre dos partes enfrentadas con respecto a un tema.
Este equilibrio debe aparecer, realmente, en todo el proceso de la mediación, así como en todas sus áreas. En primer lugar, se hace evidente en la figura del mediador, el cual debe adoptar, como bien se dice en el texto, una figura neutra e imparcial. Por parte, de los mediados, estos deben escucharse para lograr el equilibrio. Para ello, ambas partes deben trabajar de forma activa la empatía, la escucha y la asertividad, entre otras. Sin embargo, debido a su dificultad, el mediador no debe adoptar un papel pasivo, sino que tiene que ejercer un liderazgo que haga posible este equilibrio. Finalmente, si todo esto se da, es prácticamente inevitable que el equilibrio aparezca, en última instancia, en la propia solución, así como en las vidas de los afectados por el conflicto.

Patricia Beltrán Martínez dijo...

Tras la lectura detenida del post de esta semana, he podido inferir la gran importancia que tiene tomar conciencia de la realidad de la situación y de los mediados. A pesar de que es complicado no empatizar más con una de las partes del conflicto, es muy importante mantener la imparcialidad dentro dentro de éste como mediador, pues ambas partes se percatan de ello. La imparcialidad, junto con otras técnicas (empatía, escucha activa…), es capaz de crear un espacio seguro para los mediados, un espacio en el que no se trata de que sean juzgados, si no escuchados para lograr solucionar la problemática.
He de destacar el papel del empoderamiento de los usuarios, pues el mediador debe hacerles saber que sin comprensión mutua, esfuerzo y sacrificio, no es posible la vía de la mediación del conflicto. Y en caso de que el problema se solucione gracias a la mediación, ellos son merecedores del mérito.
Por último, debemos tener en cuenta como buenos profesionales, que casos están dentro y fuera de nuestras competencias; pues derivar un caso, no debería verse como derrota, si no como seña de poseer un autoconocimiento de nuestras fortalezas y debilidades como personas que somos, y ademas, una buena oportunidad para seguir formándose. Es esencial no provocar iatrogenia.

Laura Rodríguez Gómez dijo...

Como bien se ha comentado en esta lectura, el equilibrio es un factor fundamental para llegar al buen entendimiento de ambas partes en el acto de la mediación.
Por otra parte, también es importante como menciona el texto, la imparcialidad y el objetivismo del mediador en la situación que le expongan sus clientes, ya que no debe de inclinarse por ninguno de ello, aplicando las técnicas necesarias y facilitando instrumentos para que lleguen a un acuerdo que beneficie a las dos partes que lo solicitan.
Para poder llegar a un acuerdo entre ambas partes es importante considerar el equilibrio de poder, por lo que el mediador tiene que facilitar dicho poder por igual a los sujetos que acuden en busca de su ayuda y tratarlos con equidad.
También se considera muy importante que las dos partes que solicitan llegar a un acuerdo estén dispuestas a partir de la misma base, la cual es respetar al compañero e igualdad de condiciones.

David Garrido León 4ºPSI dijo...

Tras la lectura del post, en primer lugar me gustaría resaltar la importancia que supone el equilibrio ante una situación de conflicto, ya que como bien se puede apreciar en el articulo, para poder ejercer un buen trabajo de mediador en primer lugar no podemos dejarnos embaucar por por la versión de una de las partes, siendo imparciales y a su misma vez debemos hacerles ver el respeto que ambos se merecen, e intentar que ambas partes empaticen y sean capaces de tomar conciencia de la opinión de la otra persona. Bajo mi punto de vista ante una situación donde tuviese que mediar, para mi la clave sería acentuar entre los usuarios confrontados, la responsabilidad y el poder tan importante que tienen ambas partes para llegar a una meta en común o en su defecto el poder que tienen para no llegar a un acuerdo, por ellos haría énfasis en lo relevante que son sus posturas para poder solucionar un conflicto, fomentando en sí la empatía, la escucha activa, la gestión de emociones y la paciencia entre otros factores emocionales y comunicadores que al final son las grandes herramientas que van a llevar a buen puerto la solución del conflicto.

Alejandra Beltrán Simón dijo...

Sinceramente creo este artículo fomenta el tomar consciencia sobre lo necesario que es mantener el equilibrio, ya que esto nos resulta difícil.
Mantener el equilibrio ayuda mucho al ser humano de cara a uno mismo y a la sociedad.
También, hay que mencionar que, mantener el equilibrio nos da la capacidad de no llevarnos por impulsos primarios o por impulsos que sosieguen deseos o necesidades inmediatas. Además, nos ayuda a tener la capacidad de considerar las opiniones que difieren de la nuestra, pudiendo conocer otras visiones.
Es por ello, por lo que, mantener el equilibrio es algo muy significativo a la hora de llevar a cabo el proceso de mediación, ya que nos faculta de una amplia gama de perspectivas para ver al de al lado, además de que nos capacita también de un mayor equilibrio emocional.
Para concluir, creo que mantener el equilibrio es algo bastante importante, que debemos alcanzar y poner en práctica cada día.

Rafael Civico Ibañez dijo...

Tras la lectura del post considero que merece la pena recalcar la importancia que presenta esta búsqueda del equilibrio, como se establece en el texto, tanto para los profesionales mediadores, como para los implicados en el propio conflicto. Considero que por parte de los mediadores la importancia de esta práctica reside en hacerles centrarse en la solución y no meramente en el conflicto, sin dejarse influir por las versiones que los implicados puedan relatar sobre su visión del conflicto, centrandose principalmente en las personas por encima del propio conflicto. Por parte de los implicados, esta búsqueda de equilibrio reside en centrarse en la solución, entendiendo las posturas de la persona con la que tiene el conflicto aunque no las comparta, intentando no dejarse influir por los sentimientos que derivan del éste.

Violeta de Dios Torres dijo...

Tras la lectura del comentario de esta semana, he podido llegar a la conclusión, de que para la mediación, el equilibrio es esencial para que se de una situación justa y equitativa. En los tiempos que corren hay conflictos a montones y como ya todos sabemos la mediación es muy necesaria para no caer en un bucle de negatividad o de agresividad por parte de los afectados si se sigue agravando el problema.

Yo personalmente desconocía lo que era la mediación hasta que entré en esta asignatura y conforme han ido pasando las clases me he dado cuenta de la importancia de tener una balanza equilibrada en la que no exista un favoritismo, que puede ocurrir de forma intencional hacia una de las partes, ya que lo único que puede provocar ese simple acto, es que se complique tanto el problema como la mediación.

En nuestra vida, la balanza a lo largo del día se reparte el peso constantemente porque somos así de naturales e irracionales para ir dándole la importancia o la atención a diversas cosas o situaciones haciendo que otras se queden en la posición de desventaja o inferioridad. Me parece importante también para un psicólogo saber guardar un equilibrio con los pacientes ya que probablemente nos ahorrará muchos problemas en un futuro.

Marta Balonga dijo...

El artículo nos muestra la importancia del equilibrio en la profesión de mediador. No solo explica que hay que mantener un cierto equilibrio entre las partes del conflicto para que ninguno se sienta perdedor y salgan ganando ambas opiniones sin mostrar por parte del profesional una posición hacia alguno de los clientes. También comenta que para poder mantener este criterio del equilibrio es necesario que se lleve a cabo una buena gestión de las emociones, no solo de la propia como profesional, sino que es necesario que hagamos gestiones sobre los sentimientos y emociones de los clientes. Aunque creo que es muy complicado mantener en ciertas ocasiones un cierto equilibrio y que en bastantes ocasiones se va a necesitar diferentes técnicas y estrategias para poder llevar los diferentes conflictos de la mejor forma. Finalmente, creo que es necesario destacar que el puesto que tiene que tener el mediador, tal y como comenta en el post, debe ser sobre un liderazgo centrado en la persona.

pauladesantaana dijo...

Este post refleja a la perfección varios aspectos tratados en clase recientemente. El equilibrio consiste en situar a las partes del conflicto a la misma “altura” o posición. Esto debe de darse tanto por parte del mediador, como por todas las partes que buscan llegar a un acuerdo. De esta manera, el mediador debe hacer sentir a las partes como iguales, desde el primer momento que entran por la puerta, fijándose en todos los detalles (por ejemplo, el simple hecho de dar la palabra a alguien primero en vez de que lo elijan ellos puede dar a entender preferencia por esa parte). Por otro lado, cada una de las partes debe de entender la importancia de la escucha y el respeto a los demás, comprometiéndose con ello a lo largo de la mediación. Cumpliendo con este equilibrio, es mucho más probable que la mediación sea fructífera y satisfactoria para todos.
Como hemos visto en clase, esto también casa con la concepción de las otras partes, no como enemigas, sino como eslabones para dar con la solución del conflicto.
Aunque, personalmente, piense que es algo difícil que esta situación se de tal y como se describe, sí que considero que, trabajando poco a poco y con la colaboración de todos, se puede llegar a ello. Al fin y al cabo, todos buscan lo mismo: una solución al problema.

Álvaro Rodríguez dijo...

La busqueda del equilibrio dentro de la mediación consta, desde mi punto de vista, de dos partes imprescindibles. La primer es referida a los usuarios. Para que ellos encuentren este equilibrio, deben partir de una posición de igualdad. Si no existiera esta igualdad, la parte que esta en desventaja jamás va a poder percibir que existe este equilibrio, al igual que el usuario que tiene una posición de poder. La segunda parte imprescindible para encontrar este equilibrio, depende del mediador. El mediador del conflicto debe saber gestionar las emociones e intereses de cada parte para que estos no sean un problema para llevar la mediación con el equilibrio necesario para que acabe con un acuerdo.

Juliane Henrich dijo...

Yo como mediadora intentaría mantener una distancia profesional hacia ambas partidas del conflicto. Creo que de un lado es importante tener empatía con las personas para que confíen en nosotros como mediadores, pero acercarse demasiado puede ser difícil porque inevitablemente vamos a empatizar más con un lado.

Por eso, como dijo en el artículo es importante ver el asunto desde diferentes perspectivas y siempre cuestionar sus posiciones y emociones para evitar favorecer un lado y mantener una posición neutra e imparcial.

Anónimo dijo...

La imparcialidad, algo tan necesario como difícil de conseguir a la hora de mediar. Esta es necesaria para no caer en juicios de valor, poder trabajar por el bien común, y luchar por conseguir un acuerdo justo. Así, tal y como en el texto se indica, esta imparcialidad es equivalente al equilibrio, necesario en todo ámbito de la vida para poder funcionar de manera adaptativa.

Este equilibrio es el que también se pide en la relación entre los mediados, tanto en el poder de influencia como en la comprensión del otro a pesar de que no sea compartida la opinión, siendo este el punto de partida necesario para poder empezar a buscar un acuerdo.

Además, este mismo equilibrio en pensamientos, emociones y actitudes será el que permita a las partes comunicar sus deseos y expresar sus emociones sin buscar dañar al otro, de una manera lo más asertiva posible, desde una perspectiva de encuentro.

María Calleja Delgado

Mauricio Javier Martinez Pintado dijo...

Vaya tema interesante el equilibrio, y pocas veces charlado con profundidad. Creo que en nuestros días, todos nos creemos dueños de la razón cuando nos enfrentamos a la discusión, el debate de un tema, pero, si por un momento nos tomáramos el tiempo para escuchar a la otra parte, para luego responder, muchas veces nos ahorraríamos malos entendidos, peleas, y malos momentos.
Es algo difícil, porque cuando el otro está diciendo algo en lo que no estamos de acuerdo, le hablamos encima antes de que finalice su idea, es típico. Aún así, creo que si todos hacemos lo mejor de cada uno, tomamos aire profundo y escuchamos al otro, se encontrará más rápido la solución a los conflictos.

Carlos Torres Marín dijo...

La parcialidad es algo complejo, y difícil de conseguir, pues, como seres humanos; contamos con una serie de sesgos cognitivos y culturales que impiden que seamos neutros en toda situación (también, la vida así sería muy aburrida).
Sin embargo, el mediador debe alzarse y conseguir una neutralidad a la hora de trabajar (por suerte, nuestros pensamientos no se pueden ver); y conseguir ser justo en la negociación entre las partes. Labor heroica y, compleja en la que en una sociedad muy polarizada, encontrar cierta quietud, aunque sea en la negociación de un conflicto, es algo tranquilizador.
"No son buenos los extremos aunque sea la virtud".

Eva Lozano Pizá dijo...

El equilibrio es un aspecto fundamental tanto en la vida de las personas, como en la mediación. Es una práctica compleja que no todo el mundo puede aprender y ejercer; además de ser muy susceptible al cambio. Durante un conflicto, esa balanza va sufriendo numerosos altibajos, puesto que cada persona tiene sus pensamientos e ideales y no tiene interés en escuchar al otro. Si nos vamos al origen del conflicto es, al fin y al cabo, un desequilibrio de cualquier tipo (emocional, laboral…); y, para llegar a un acuerdo, esa balanza debe equilibrarse lo máximo posible. En esto último aparecería el papel del mediador, que busca el equilibrio de dos personas a través de numerosas técnicas, como la paráfrasis, los silencios, etc.
Debemos recordar que nosotros nos mantenemos en la neutralidad, y nuestro objetivo es intentar que ambas partes del conflicto se nutran de ello. Se necesita de la empatía y prudencia para lograr un equilibrio, debemos escuchar y sentirnos escuchados. Y siempre recordar que “no podemos dar lo que no tenemos y no podemos recibir lo que no damos”; si una de las partes se niega a escuchar a la otra, perdemos el balance. Con lo cual, es importante que ambas personas tengan claro que, para lograr un acuerdo, deben intentar tener la balanza lo más equilibrada posible.

Bárbara Jimena Grosso dijo...

Como muy bien explica el post, mantener el equilibrio es de las cosas más importantes en nuestro día a día y a la vez de las más complicadas. Extrapolado al mundo de la mediación, considero que es aún más necesario, si cabe. Ante la pregunta que se plantea sobre el comentario de esta: ¿tú qué harías?, yo procuraría mantener el equilibrio, digo procuraría porque creo que es una práctica de la que se necesita mucha práctica. Estamos muy acostumbrados a tener guiarnos por primeras impresiones, a dejarnos llevar o a juzgar a las personas, la mayoría de las veces de manera equivocada. Intentaría mirar ambas partes del conflicto deesde fuera, como si lo hiciera a través de una ventana, para así poder apartar la subjetividad y no dejarme colonizar por ninguna de las partes como bien explica el artículo, como dice un dicho popular: "siempre somos los malos en la historia contada por el otro". Cada uno tiene su versión y la situación vivida desde su primera persona, pero nosotros debemos ser capaces de ver más allá de esa experiencia personal posiblemente sesgada por intereses o sentimientos propios.

Para finalizar, me parece de gran interés los cuatro pequeños consejos que nos aporta el post, repitiendo de nuevo la importancia del equilibrio, de mantenerlo y promoverlo y de ser capaces de servir de ayuda para la resolución del conflicto, teniendo en cuenta la realidad de cada parte y el beneficio común.

"Seguir pedaleando para mantenerlo" es una frase que resume muy bien lo comentado a lo largo del artículo.

Francisco de Asís Porras Benítez dijo...

En primer lugar, gracias por el comentario.

Me parece muy necesario, en la figura del mediador, sobre todo, la capacidad para mantener y gestionar un equilibrio en situaciones de crisis. Por la naturaleza de la profesión de mediador, como se menciona en el texto, va a enfrentarse a situaciones que son crisis en si mismas, y saber mantener una imparcialidad y gestionarla en las partes es un factor que determina la profesionalidad del mediador.

El mediador, como persona que es, se sentirá más o menos afín a determinadas posturas en los conflictos que gestiona, pero esto no impide que deba ser imparcial, pues es un profesional. Partiendo de ese equilibrio e imparcialidad podrá gestionar a las partes y, siempre con ayuda de estas, ponerlas en una situación en la que el conflicto sea más objetivo (el problema o conflicto como tal) y menos subjetivo (el daño causado, las oportunidades perdidas…); que es la vía que permite realmente la llegada a un acuerdo.

Por ultimo considero útiles los consejos mencionados al final del texto: canalizar las actitudes de cada parte, llevarlas a un punto en el que el conflicto pueda ser tratado; cambiar la óptica de los asuntos, cuando tras intentarlo no haya avances en la búsqueda del acuerdo dotar de una nueva perspectiva puede abrir otros caminos a una solución; y por ultimo poder expresar las opiniones; las partes tienen que sentirse escuchadas y validadas, más en las situaciones de crisis, así se sentirán más cómodas y será beneficioso para la sesión y para encontrar un posible acuerdo.

Ángela Mulet Oses dijo...

Comparto la importancia de mantener el equilibrio y pienso que es un elemento clave en la vida. Además de la importancia, en piel de un mediador, de mantener una actitud neutral para así analizar el problema desde distintas perspectivas, tomar distancia, evitar juicios y lograr buscar respuestas automáticas. Para así, conseguir ayudar al otro y llegar a un acuerdo en el que ambas partes estén conformes. Pienso que tanto este consejo como los demás nos pueden ayudar en un futuro próximo tanto personal como profesionalmente hablando, gracias por ello.
En definitiva, pienso que debemos luchar por lograr ese equilibrio en la vida ya que gracias a él es más fácil siempre llegar a una solución justa para todas las partes.

Ángela Mulet Oses

Paloma Castilla dijo...

Me parece muy interesante el artículo de esta semana ya que considera que la búsqueda del equilibrio es la clave del proceso de mediación. No obstante, es de gran dificultad la búsqueda de un equilibrio en ciertos casos donde los mediados se encuentran en posturas negativas y por tanto, sin voluntad de cambio. Por ello, el mediador debe encontrarse neutral a ambas partes y no dejarse embaucar por ninguna versión de los hechos ya que en dicho caso nos encontraríamos en cierto desnivel de poder y también de credibilidad. Además, considero crucial que el mediador conduzca a los mediados a expresar sus emociones y no reprimirlas, para así conseguir que los mediados escuchen la verdad de lo que sienten y piensan del conflicto. En definitiva, la búsqueda del equilibrio es la base de la mediación, desde la que partir a trabajar la mediación en el conflicto.

JUAN MANUEL MARTÍN VELASCO dijo...

Mantener un equilibrio desde mi punto de vista es la clave ya no solo en mediación sino en la vida diaria. Este equilibro es desde mi punto de vista el mayor medicamento contra los problemas interpersonales y la salud mental. Entiendo el equilibro como aquello que no nos hace pensar que somos los mejores cuando las situaciones nos son favorables ni sentirnos que todo va mal cuando ocurre algo negativo. Al igual, el entender las posturas de la gente que entra en conflicto con nosotros.
Esta palabra, "equilibrio" sería desde mi parecer el primer ladrillo a poner para llegar a ser un mediador a la altura.

Álvaro Tamayo Martín dijo...

Coincido con el valor que le da este artículo al equilibrio, o al menos a la búsqueda de este. El consenso, equilibrio, la imparcialidad, son factores intrínsicamente implicados en el papel del mediador durante cualquier conflicto. Sin embargo, no siempre es tan fácil lograr un equilibrio, puesto que los conflictos son tan heterogéneos que puede aparecer entre distintas partes sin voluntad de cambio, como en partes muy implicadas que sí son capaces de lograr una zona de beneficio común. Los estereotipos, los prejuicios o los sesgos cognitivos son pensamientos rápidos que todos tenemos y verdaderamente no conducen a ningún lugar, por lo que ciertamente una forma eficiente de lograr el equilibrio es desprenderse, o intentarlo, de ellos. Sólo así, el mediador puede contribuir a la construcción de un consenso equilibrado entre todas las partes. Por último, ya pienso que no únicamente tiene que buscarse en la mediación, sino en todos los aspectos de la vida. Creo que la búsqueda del equilibrio es proporcional al crecimiento personal

Unknown dijo...

En muchas ocasiones, lo más probable es que, al igual que las personas que vendrán en busca de nuestra ayuda como mediadores, acabaremos atascados en el propio problema por el que vienen.

Por ello, es necesario tener conciencia de esta reflexión. Debemos saber ver el problema desde fuera, tratando de ayudar a las partes a ver la posible salida que ellos le darían, ya que por si solos no son capaces de visualizarlo, debido a que se encajan en el pensamiento de cómo solucionarlo.

El saber mantenerte con cierto margen de distancia y bajo ese equilibrio es fundamental para no cometer, así, uno de los errores más grandes de la mediación.

Blanca Linares dijo...

Mantener el equilibrio en nuestras vidas es un concepto complicado, y aun más si debemos mantenerlo en sociedad. A pesar de ello, es imprescindible para mantener un respeto con las demás personas. Este concepto es esencial para un mediador, puesto que puede haber ciertos sesgos, prejuicios o estereotipos que pueden romper ese equilibrio y por ello desaparece la mediación justa. Blanca Linares Urrutia.

Clara Morales dijo...

Tras la lectura de este artículo destaco, aún más si cabe, la importancia de mantener el equilibrio. En mi caso, la mediación desde mi punto de vista es una balanza, una balanza en la que cada parte pesa y trata de hacer ruido con su versión y su forma de entender el conflicto y la figura del mediador es la base, el pilar de la balanza, la que hace que con su fortaleza y sus técnicas la balanza se vaya igualando hasta conseguir un equilibrio que sería la resolución del conflicto.

Bárbara Alarcón Medina dijo...

Es importante mantener la imparcialidad en nuestro trabajo, es decir, el equilibrio. Hay veces en las que como profesionales ( sobre todo como personas) nos posicionamos porque empatizamos con una de las partes de las personas que acuden a la mediación.
El equilibrio es una de las bases fundamentales de la mediación, y otro aspecto primordial es, en aquellas ocasiones en las que preveamos que nos podemos posicionar, utilizar técnicas para dejar nuestras emociones a un lado y ser lo más profesional posible. Buscar distancia es una de las mejores opciones que podemos emplear, logrando así que la mediación sea objetiva, justa y beneficiosa para ambas partes.

Gloria Díaz Moriilo dijo...

Este post me ha enseñado que el termino equilibrio es si no el mas importante, uno de los que más para que la mediación salga con éxito. Llegar al equilibrio en una mediación, significa para el mediador mantenerse objetivo ante lo que esta escuchando, y para los mediados, respetar escuchando el punto de vista del contrario y explicar su versión. Y aunque esto parezca sencillo, en mi opinión puede llegar a ser uno de los actos más difícil a realizar en una mediación, ya que las emociones nos pueden jugar una mala pasada, y sin entrenamiento puede que nos resulte complicado.
Además, la figura del mediador que se centra en la persona y no tanto en el conflicto ni en el acuerdo, me parece que ha sido un gran avance en la sociedad donde lo primordial es el bienestar de las personas y que se ha llegado a ello a través del equilibrio.
Pero como bien sabemos, somos personas con opiniones diferentes y en alguna ocasión podemos dejarnos conmover por lo que escuchamos. Por ello, los consejos que nos da el post como cambiar la óptica de los asuntos o ser catalizador, me parecen muy útiles para seguir entrenando el equilibrio y crecer como persona.

Carmen Pérez Bueno dijo...

Tras la lectura de este post, este me hace reflexionar sobre cómo actuaría yo como mediadora para mantener el equilibrio adecuado para gestionar un conflicto. Por un lado, mi actitud respecto al problema planteado debe ser imparcial, siendo así objetiva en cada momento y no dejándome guiar por mis pensamientos y opiniones sobre una persona u otra. En primer lugar, le explicaría a los mediados que pueden expresar sus emociones de forma abierta puesto que reprimirlas no es bueno tanto para ellos mismos como para realizar una buena mediación. Después de esto, intentaría dirigir el diálogo de la mejor manera posible, preguntándoles cada cosa a su tiempo y profundizando cuando fuera necesario, para que ambas partes consigan obtener una buena actitud hacia el conflicto y actúen de una manera positiva, tratando así, de una manera más fácil y cordial, el problema. Para ello, utilizaría por ejemplo la confrontación, de manera sutil para que los mediados no se ofendan, pero les haga reflexionar sobre el problema y, por ende, haciéndoles ver que ambos quieren una solución justa. Si con esto no lo consiguiera, intentaría que vieran el asunto a tratar desde otras perspectivas, para que así entiendan mejor con ello a la persona con la que quieren realizar la mediación.

Andrea García Jiménez dijo...

Después de haber leído este post, y de lo que he aprendido hasta ahora sobre en qué consiste la figura de un mediador, me parece que el trabajo de este es mucho más complicado de lo que parece a primera vista. Estoy de acuerdo en la importancia del equilibrio para poder gestionar cualquier conflicto. Además del "no juicio" y de la imparcialidad. Aun así, me resulta bastante complicado el hecho de no posicionarse pues, la vida nos genera situaciones que nos hacen posicionarnos, o que quizás, hemos aprendido a que hay que posicionarse como vía de solución, es por ello que me trae bastante curiosidad y cierto respeto llevarlo a la práctica. Aunque aún mi experiencia como mediadora sea a 0 en estos momentos, me gustaría probar cómo lo haría. ¡Asi que alla va!

En primer lugar, trataria de dejar clara la figura del mediador, en qué consiste mi trabajo y que reglas implica. Una vez que los clientes tengan claro mi profesión y mi rol ante ella, trataría de realizar una escucha lo más activa posible para conocer ante que conflicto me encuentro y realizar lo que hemos visto muchas veces en clase, una "radiografía del conflicto". Luego, trataría de ofrecer mis conocimientos como herramientas ante la gestión del conflicto. Tendría muy en cuenta el hecho de no posicionarme y el no juicio como he dicho anteriormente y sobretodo trataría de que se creara en mi despacho un ambiente cercano y respetuoso.

Yvonne Barrero González dijo...

Me parece un texto muy interesante. Lo cierto es que cada persona percibe, interpreta y evalúa la realidad de una forma diferente, lo que nos lleva a tener versiones distintas de los hechos ante una misma situación. En este sentido, cada persona tendrá una forma diferente de comportarse basada en dicha percepción de la realidad, lo que en numerosas ocasiones podría desembocar en un conflicto. Considerando lo anterior y tal y como dice el texto, es crucial no dejarnos cautivar por ninguna versión, sino mantener un equilibrio a la hora de negociar. Para ello, creo que son muy útiles e importantes los 4 consejos expresados en el texto. Estos consejos no son tan fáciles a la hora de ponerlos en práctica, ya que es una tarea compleja analizar un problema sin ser sesgados por nuestros valores, creencias, etc. Sin embargo, podemos entrenar y trabajar en ello para tratar de ser lo más resolutivos y eficaces posibles a la hora de mediar.

Ana Pilar Benítez Melgar dijo...

Con este post me reafirmo en que cada vez vamos aumentando nuevas visiones y perspectivas de lo que se considera un mediador y cuál es su papel en la vida cotidiana, que es donde en realidad vamos a trabajar. Pienso que el punto medio, el equilibrio es muy importante en muchos aspectos de la vida, e incluso mucho más en las relaciones de las personas. En los conflictos que vemos a menudo como por ejemplo quién pone la mesa en casa, hay que llegar a un equilibrio, siguiendo los consejos que se mencionan al final. En este caso, los padres podrían actuar como mediadores. Es importante ver la situación de manera en la que se encuentre una solución y no enredarse más en el problema ya que esto no conduce a nada, solo a aumentar lo negativo, las malas sensaciones y sin llegar a un verdadero equilibrio en el que las dos personas puedan entender y respetar la posición del otro aunque no la compartan. En resumen, creo que es un artículo bastante interesante que reflexiona sobre algo que se debería dar más, pero que todavía queda mucho por aprender y empatizar.

María Padilla dijo...

Considero que a lo largo de nuestra vida atravesamos por situaciones complicadas que en numerosas ocasiones hacen que perdamos el equilibrio de las mismas e incluso de nosotros mismo. Por esto motivo el concepto "equilibrio" lo considero tan importante y esencial en la vida de las personas porque es lo que nos impulsa a poder tomar decisiones y conseguir resurgir de momentos complicados. De igual manera considero que es un concepto importante desde el ámbito de la mediación, ya que a través del mismo podemos encontrar soluciones a los conflictos planteados.
Como bien dice el texto, el equilibrio nos permite mantener la imparcialidad, neutralidad y objetividad tres términos dado en clase que tanto se parecen entre sí y tan esenciales me parecen para la mediación pero no solamente para ello, sino también para tu día a día y cualquiera cosa que lleves a cabo.

Los mediadores a través de este termino llegan a soluciones de conflictos manteniendo como base el equilibrio teniendo en cuenta siempre que tenemos que hacer un balance entre el acuerdo y la persona. Por el lado de los mediados y en referencia al termino del equilibrio, deben comprender que hay que respectar siempre aunque no comportas que me parece un termino muy bonito el respecto lo considero esencial y la base para luego labrar cualquier objetivo que tengas como puede ser en este caso la mediación.

Finalmente, se nombra en el texto unos cuatros consejos para mantener el equilibrio, como es canalizar las actitudes de cada parte siendo siempre mucho mas fácil para un proceso de mediación o para cualquier otra cosa una actitud positiva o neutral a una negativa, intentar ver el problema desde otras perspectivas también es importante para poder buscar nuevas soluciones aunque depende de ti, es muy importante expresar emociones saber como te sientes y comunicarlo no reprimir porque eso no favorece ni a una mediación ni a ti mismo como personas, y por último ser catalizador.

Marta Aparicio Moreno dijo...

Este post desarrolla de una manera muy característica la importancia de conseguir el equilibrio. El equilibrio es fundamental en lo personal y lo profesional. Entrando más de lleno en lo profesional y concretamente en el ámbito de la mediación podemos hablar de equilibrio o neutralidad. En un proceso de mediación, que se puede perfectamente extrapolar a la vida misma, vamos a sobrepasar diferentes etapas en las cuales la figura del mediador debe caracterizarse por la imparcialidad. Para conseguir dicho comportamiento o posición debemos de servir por igual a las partes para finalmente intentar conseguir un acuerdo. Todo esto requiere de un esfuerzo por nuestra parte como mediadores debido a que somos humanos y siempre en nuestro interior comprenderemos más a una parte que a otra o quizás nos veamos más reflejados porque poseamos situaciones similares. Teniendo en cuenta todo lo anterior debemos de equilibrar el proceso para que sea justo. Es una tarea muy complicada que requiere del uso de una serie de técnicas que nos serán de gran ayuda pero a la vez debemos de tener en cuenta que cada situación es un mundo y no sabemos lo que nos podemos encontrar.
Para finalizar comentar la importancia del liderazgo dentro de la figura del mediador y relacionado con el equilibrio, puesto que no podemos olvidar que las partes han acudido a nosotros, el mediador se encuentra en una posición de líder sobre ellas y tiene que ser capaz de guiarlas hacia el fin común: el acuerdo. Si nos olvidamos de esta característica nos podemos dejar arrastrar dentro de un proceso porque el mismo nos sobrepase y lógicamente perder el equilibrio con ello.

Marina Moyano Muñoz dijo...

Desde un punto de vista de mediador, creo que es muy importante crear un ambiente en el que ellos mismos sean capaces de sentir que pueden expresarse con total libertad sin sentirse atacados, que el mediador toma un punto intermedio, de ahí el equilibrio del que hablamos, para no sentirse menos comprendidos o menos escuchados que la otra parte. O incluso intentar dar pie a que puedan solucionar el conflicto ellos solos.
El mediador debe ser capaz de poseer un papel de guía, para ayudar así a que las personas implicadas en el conflicto cojan el camino correcto siempre sembrando un equilibrio entre ambas opiniones e intereses.
Incluso llevándonos este concepto fuera de lo profesional, es imprescindible tener un equilibrio a la hora de tomar cualquier decisión, valorando cada aspecto tanto positivo como negativo, para poder así llegar a la mejor opción existente.
Por muy complicado que pueda resultar para un mediador, este aspecto es indispensable para el profesional, sin dejarse llevar por situaciones, opiniones e incluso creencias propias.

Lydia Mª Sabariego Carmona dijo...

Esta lectura está muy enfocada a la hora de trabajar de mediador/a, sin embargo, en la vida personal de cualquier persona también es importante considerarla.
Trata de saber mantener el equilibrio de uno mismo en distintas situaciones que se presenten. Este equilibrio engloba tanto la parte emocional, como cognitiva, como conductual. Es un equilibrio que debemos tener presente siempre, ya que debemos tanto tenerlo como trasmitirlo. Es un proceso muy difícil, y para los mediadores es crucial porque tienen que hacer sentir seguras a las partes que se presenten, y que no se vean agobiadas por el problema, sino que sientan que hay solución a todo. Además, tienen que tener en cuenta que no debe dejarse convencer por ninguna de las partes, ni debe darle más fuerza a una de ellas. Los mediadores tienen que tener en cuenta que ellos son los que tienen que compartir sus situaciones delante del otro, respetándose y escuchándose.
Algunos de los puntos que se deben tener en cuenta frente a una mediación son muy válidos tanto para llevarlos dentro de la consulta como fuera en la vida personal de cada uno. Estos puntos son, canalizar las actitudes de cada parte siendo positivo, negativo o neutro en todo momento; Cambiar la óptica de los asuntos, teniendo en cuenta la opinión de la otra persona; Poder expresar sus emociones, no siendo estas restringidas; Ser catalizador, profundizando y valorando diferentes opciones y tomando una solución acorde con ambas partes.

Diego Romero Otaño dijo...

Tras la lectura, he de decir que no entiendo que tiene que relación el equilibrio con el resto, a parte de la analogía de la bici. Sí me parece importante decir que coincido con todo lo demás, pero no entiendo la relación entre el equilibrio y los cuatro consejos finales, me parecen estupendos y vitales para realizar una buena mediación profesional, y justo por eso no le veo la relación con el equilibrio, pues no considero que sean para equilibrar sino como base de todo buen mediador. Por último quiero decir que aunque no vea la relación entre estos términos y el equilibrio, valoro ambos y los considero importantes, y la importancia de generar un equilibrio en la mediación para el entendimiento entre los mediados, pero que esto no va más allá de la neutralidad del primer factor.

Manuel Ciccotti dijo...

Desde mi punto de vista, el rol del mediador es fundamental para que se tenga o se mantenga el equilibrio. Eso es muy importante, y, por supuesto, tambièn muy complicado. Detrás de todo mediador, yo creo que es fundamental una punto de vista que sea de lo mas neutral posible y que se encuentre una manera lo más correcta posible de entender las dos partes del conflicto. Supongo ser muy dificil que una persona con sus propias opiniones encuentre a otras que por una razón u otra vivan un conflicto, pero ese es el rol del mediador y él debe ser por eso imparcial, para que vea las cosas positivas y las cosas negativas de las dos tesis que llegan de los que estén en el conflicto.
Me imagino que a veces podamos encontrar problemas de tipos diferentes y también tengamos que actuar de manera distinta. Por cierto la manera más objetivamente correcta sería la de escuchar las dos partes y permitirles de exponer lo que sienten, pero evitando que se pueda empatizar con una de ellas, aunque sea muy dificil no hacerlo.

Manuel Ciccotti

María Belén Pérez Pedrajas dijo...

Ante una mediación, es de gran importancia saber que lo negativo no es el conflicto en sí, en este caso son las creencias que tenemos sobre el problema. Por ello, el mediador debe de mostrar imparcialidad durante el proceso, siendo este uno de los principios básicos para llevar a cabo un proceso de mediación. De esta manera, se está garantizando un equilibrio entre las partes, y entre sus posiciones, sin que el mediador pueda actuar en perjuicio o interés de cualquiera de ellas.

Francisco Castro Callejas dijo...

Muy interesante el post centrado en el equilibrio en la mediación. Personalmente, el enfoque de: centrar la mediación en las personas, conceptualizando el conflicto como un factor secundario que se irá ordenando como consecuencia de buena praxis, tras catalizar debidamente la comunicación entre las personas que se están mediando, me ha parecido trascendental, pudiéndose llevar a cualquier ámbito.

Mario Vera Quintero dijo...

En este post, que hace mención a la mediación, el tema principal de esta asignatura, nos damos cuenta de la importancia de esta figura dentro de nuestra sociedad, ya que provoca en las partes del conflicto una apertura del pensamiento y una visión más amplia a la hora de visualizar el conflicto y analizarlo desde distintas perspectivas. La figura del mediador debe lograr que ambas partes atendiendo a sus pretensiones lleguen a un acuerdo común consensuado entre ellas, para ello el mediador debe hacerles ver a las partes que no llevan la razón absoluta y que necesitan empatizar con la otra parte para llevar a un termino medio para la resolución del conflicto, intentado esta figura que ambas partes salgan beneficiadas del acuerdo y lograr el entendimiento entre ellas, sin necesidad de llegar a una resolución judicial del conflicto. El mediador ser una figura neutral dentro del conflicto, nunca posicionarse a favor de ninguna de las partes, en consecuencia, este método para solucionar conflictos no tendría sentido, ya que saldría perjudicada una de las partes, y con este método extrajudicial de resolución de conflicto se pretende favorecer a ambas partes sin perjudicar a ninguna de ellas.

Mario Vera Quintero dijo...

En este post, que hace mención a la mediación, el tema principal de esta asignatura, nos damos cuenta de la importancia de esta figura dentro de nuestra sociedad, ya que provoca en las partes del conflicto una apertura del pensamiento y una visión más amplia a la hora de visualizar el conflicto y analizarlo desde distintas perspectivas. La figura del mediador debe lograr que ambas partes atendiendo a sus pretensiones lleguen a un acuerdo común consensuado entre ellas, para ello el mediador debe hacerles ver a las partes que no llevan la razón absoluta y que necesitan empatizar con la otra parte para llevar a un termino medio para la resolución del conflicto, intentado esta figura que ambas partes salgan beneficiadas del acuerdo y lograr el entendimiento entre ellas, sin necesidad de llegar a una resolución judicial del conflicto. El mediador ser una figura neutral dentro del conflicto, nunca posicionarse a favor de ninguna de las partes, en consecuencia, este método para solucionar conflictos no tendría sentido, ya que saldría perjudicada una de las partes, y con este método extrajudicial de resolución de conflicto se pretende favorecer a ambas partes sin perjudicar a ninguna de ellas.

Santiago Cano Garrido dijo...

La importancia que este post refleja sobre el trabajo de la mediación se me asemeja, como estudiante de Psicología que soy, a la labor que se desempeña en terapia. Y es que me ha resultado realmente interesante como, de la misma manera que le ocurriría a un psicólogo, se te presenta una situación descrita por una persona que no encuentra una salida, y la tarea de saber escuchar desde un punto de vista objetivo para apoyarlo y guiarlo a encontrar una respuesta a su situación puede no resultar tan sencillo como suena. Ser además un punto neutro entre dos bandos de un conflicto me da la impresión de que puede dificultar especialmente esta resolución de la situación problema con respecto a una terapia por no poder posicionarte a favor de un argumento concreto (guardando y respetando las diferencias entre ambas disciplinas).

sara arroyo garcia dijo...

Considero que este post complementa muy bien lo que hemos estado hablando esta última semana en clase. Una parte fundamental del trabajo como mediador es saber mantener el equilibrio, podría incluso decirse que el mediador actúa como balanza entre las partes. Ninguna versión quedará por encima, es nuestro trabajo conseguir repartir el poder de una manera equitativa, conseguir que los dos se escuchen y luchen con las mismas condiciones para establecer un acuerdo.
Destacaría el papel de mediador como catalizador, al final y al cabo somos una herramienta para facilitar la comunicación; trasformando los deseos, intenciones y emociones de los involucrados en una narración inclusiva que los dos compartan para así llegar a una solución común que no perjudique a nadie.

Anónimo dijo...

Jose Luis Macias HInestrosa
El articulo identifica un elemento fundamental para llegar a un acuerdo durante una mediación, el equilibrio. El mediador debe mostrar equilibrio siendo neutral, imparcial y objetivo en cuanto a sus emociones y en cuanto a sus pretensiones. Y, además debe fomentar el respeto entre las diferentes partes y versiones. Solo así será posible llegar a un acuerdo
Jose Luis Macias Hinestrosa

Alessia Pettine dijo...

Hablando en la prospectiva de ser mediatora creo que el equilibrio es el compito más importante en este trabajo. Para un mediator es necesario que mantenga el equilibrio, sobre todo que no se inclina hacia uno de los clientes o por algunas de las ideas de ellos, siempre tiene que pensar a resolver el conflicto, aunque esto puede ser difícil porque como personas existen muchísimas suposiciones e ideas que queremos perseguir.
Algunas suposiciones pueden influir nuestra vida, porque muchas veces son de manera negativa. Por ejemplo, para los tatuajes, para el cabello teñido, para algunas decisiones de tu vida, por el vestuario y todas estas cosas que alguien piensa que puede definir quien somos sin conocernos. Mantener la calma ayuda también a tranquilizar los otros que pueden ser alterados, mantener el equilibrio ayuda a mantenerse enfocado en el tema principal del conflicto sin ser influenciado por otros aspectos que los clientes pueden decir pero que no tienen nada en relación con el problema.
Alessia Pettine

Ana Ramos Bautista dijo...

En muchas ocasiones, lo más probable es que, al igual que las personas que vendrán en busca de nuestra ayuda como mediadores, acabaremos atascados en el propio problema por el que vienen.

Por ello, es necesario tener conciencia de esta reflexión. Debemos saber ver el problema desde fuera, tratando de ayudar a las partes a ver la posible salida que ellos le darían, ya que por si solos no son capaces de visualizarlo, debido a que se encajan en el pensamiento de cómo solucionarlo.

El saber mantenerte con cierto margen de distancia y bajo ese equilibrio es fundamental para no cometer, así, uno de los errores más grandes de la mediación.

COMENTARIO PUBLICADO ANTERIORMENTE DE FORMA ANÓNIMA
REALIZADO POR Ana Ramos Bautista

Paula Torrejón García dijo...

El saber mantener el equilibrio en los conflictos es algo muy importante, como argumenta este blog. Junto al equilibrio, otros factores también interaccionan como pueden ser mantenerse imparcial, saber cómo y cuándo preguntar, analizar, profundizar, ser neutral para poder observar el problema… Son características fundamentales para un gran mediador para mantener el equilibrio y que no se agrave el conflicto.

Además, este tipo de características también las deben de tener y utilizar el resto de partes en el conflicto, es decir, los mediados tienen que saber que no solo tienen que saber escuchar, también deben de comprender, analizar y mostrar sus sentimientos. Solo así, llegaran a un auténtico acuerdo.
Y lo más importante, ser paciente durante el proceso, sin esta característica no podríamos ayudar a llegar a ningún tipo de solución ni a ser un buen y gran mediador.


Paula Torrejón García

Rocío Arce Bolaño dijo...

En la vida, hay situaciones que te paralizan , te nublan y te colocan en una posición de vulnerabilidad que te no te permite tomar las riendas de nuevo. Este post habla del equilibrio sí, pero también entiendo, contempla que la búsqueda del equilibrio parte de haber tenido que pasar por un evento que nos desestabilice. Como mediadores, se debe de tener en un punto muy alto a considerar que, las personas que acuden a un servicio de mediación se encuentran en extremos. Por eso que encuentren empatía y palabras que alienten a la persona es fundamental, independientemente de que la futura mediación llegue a buen puerto o no. Solo con este gesto se habrá aportado ya un granito de arena.
Por otro lado, el papel del mediador es realizada por un ser humano, y como tal, los sentimientos de frustración, negatividad y desesperanza hacia algunas situaciones, también nos pueden invadir. Aceptar esto como parte intrínseca del ser humano y parte del proceso que se debe de seguir justo para encontrar un equilibrio. Un haz de luz que nos permita realizar nuestro trabajo, de una manera objetiva y limpia.
Reconocer la humanidad por ambas partes, es la mejor manera de poder llegar a un acuerdo satisfactorio en una mediación. Trabajando como personas para personas.

Rocío Arce Bolaño dijo...

En la vida, hay situaciones que te paralizan , te nublan y te colocan en una posición de vulnerabilidad que te no te permite tomar las riendas de nuevo. Este post habla del equilibrio sí, pero también entiendo, contempla que la búsqueda del equilibrio parte de haber tenido que pasar por un evento que nos desestabilice. Como mediadores, se debe de tener en un punto muy alto a considerar que, las personas que acuden a un servicio de mediación se encuentran en extremos. Por eso que encuentren empatía y palabras que alienten a la persona es fundamental, independientemente de que la futura mediación llegue a buen puerto o no. Solo con este gesto se habrá aportado ya un granito de arena.
Por otro lado, el papel del mediador es realizada por un ser humano, y como tal, los sentimientos de frustración, negatividad y desesperanza hacia algunas situaciones, también nos pueden invadir. Aceptar esto como parte intrínseca del ser humano y parte del proceso que se debe de seguir justo para encontrar un equilibrio. Un haz de luz que nos permita realizar nuestro trabajo, de una manera objetiva y limpia.
Reconocer la humanidad por ambas partes, es la mejor manera de poder llegar a un acuerdo satisfactorio en una mediación. Trabajando como personas para personas.