lunes, 14 de octubre de 2024

La espiral del conflicto

 

Hace más o menos un año y medio, escribí sobre la necesidad de salir de la "espiral de un conflicto" esa que muchas veces no nos permite avanzar en una negociación. Entrar en una espiral supone un proceso que aumenta de manera muchas veces incontrolada y progresiva, que incluso en el ámbito de la psicología supone la alternancia de estados y emociones.

Los mediadores debemos ser conscientes que esa espiral existe ante un conflicto y hacerles ver a nuestros mediados que entrar en una espiral cuyos conceptos matizo en la infografía, puede llevarnos a sesiones que no conduzcan a ninguna parte. Por eso me atreví a pensar en la importancia que quizás tenga que los propios mediados sean conscientes del nivel de conflictividad que nos exponen o traen a nuestro servicio y que como siempre decimos más vale una imagen que cien palabras, pensé en esta ESPIRAL que refleja en que situación se encuentran. Un diagnóstico que no por abstracto, debemos ser conscientes que existe. Por eso desde hace unos meses lo utilizo y me está siendo muy útil, ya que ellos son los que cuestionados sobre los conceptos detallados, validan en función a lo que ellos piensan, una información que puede ser muy importante y que nosotros con nuestras preguntas y nuestro trabajo debemos validar si es así o no. 

No olvidéis nunca que necesitamos que nos digan: 

1.- Que nivel de sentimiento negativo tienes sobre el asunto... y sobre todo ¿crees que la otra parte también los tiene?

2.- Y la desconfianza... ¿te haces una idea de cómo se siente la otra parte?, ¿si tu desconfías en él, crees que el otro también lo hará?

3.- Que tiempo crees que vamos a necesitar... ¿mucho poco?, me gustaría que me explicaras porqué.

4.- Me gustaría saber el grado de responsabilidad que piensas podéis tener cada uno en la aparición del problema.

5.- Que grado de flexibilidad tienes para aceptar propuestas. ¿Estás dispuesto a conseguir, pero también a dar?

6.- Eres capaz de mantener una escucha activa, no solo oír lo que te van a decir...

7.- Valores, intereses, prejuicios, necesidades... ¿cuéntame?

Espero os sea útil a vosotros también.


sábado, 12 de octubre de 2024

Necesitamos confiar ¿por qué y para qué?

 


Siempre tanto cuando ejerzo como mediador, como en el caso de disfrutar como profesor de futuros mediadores, me sale la importancia de la palabra “confianza”.

Es fundamental confiar en el mediador, conseguir que confíen en ti, que seas el profesional idóneo para ello; confiar en el proceso que van a realizar y ver en sus caras que es la mejor elección que hicieron para solucionar su problema; y confiar entre ellos, porque aun cuando no fueron capaces de abordar una solución por si mismos, esa confianza debe volver a sus mentes.

No debemos olvidar que la confianza es una hipótesis sobre la conducta futura del otro. Sus dudas seguirán en su mente hasta que salgan de la zona de confort y vean la necesidad de volver a confiar. Es una actitud que concierne el futuro, ese futuro que negocias en una mediación para conseguir acuerdos estables y duraderos en la medida en que este futuro depende de la credibilidad y sobre todo de lo que haga “el otro”. Es una especie de apuesta que consiste en no inquietarse del no control del otro y del tiempo.

Es la creencia en que la otra persona o grupo con el que estoy enfrentado, sea capaz de cumplir y actuar de manera adecuada a lo pactado. La confianza se verá más o menos reforzada en función muchas veces a pequeños acuerdos que en cada sesión lograremos conseguir, aunque sean parciales.

En psicología dicen, que la confianza es creer que la persona en la que se confía hará lo que se espera

Vienen a nosotros de una forma distinta ¿verdad?. Con desconfianza, ya que el conflicto les llevó a una pérdida de la confianza, y es muy difícil recuperarla. Por lo tanto, existe una clara asimetría en la construcción frente a la destrucción de la confianza.

Igual que hablamos de la necesidad de la confianza, es muy necesario ser conscientes de lo que supone esa desconfianza. Me atrevo a decir que desconfiar del otro es un sentimiento de duda, de incredulidad cuando se sientan a la mesa de negociación, porque no me fio nada de que pueda cumplir lo que hablemos y pensamos que el “otro” es deshonesto, dado que tienen la capacidad de confiar dañada por la experiencia previa.   

Cuando desconfiamos, nuestra mente se llena de “basura”, de aquellos elementos y actitudes que no nos permite ver más allá de lo que ocurrió. Pensamientos negativos que boicotearán la confianza en el otro. 

Es en esos momentos cuando el mediador debe ser esa persona que buscan para tener mayor seguridad, porque normalmente acudimos a personas con las que nos podamos sentir relajados, por ejemplo, algún amigo, la pareja, algún familiar, etc. Necesitamos un “sitio seguro”.

Para conseguir la confianza y abandonar la desconfianza, con nuestro parafraseo evitamos hablar con dobles mensajes, ser deshonestos o que sus palabras en una negociación no coincidan con los actos.

Por eso cuando nos viene la desconfianza, nos sentimos vulnerables y no creemos que los acuerdos se vayan a cumplir, porque tenemos una visión incluso más negativa de lo que lo es por el simple hecho del conflicto. Nos volvemos más críticos e intentamos boicotear cualquier avance o acuerdo en una mediación por las propias exigencias de control.

 

 

En resumen las partes, en su desconfianza, viven en un estado de alerta permanente y sienten terror a ser lastimados por el otro. Se sienten tan vulnerables que necesitan volverse desconfiados para protegerse.

Solo puedo decirte querido lector que conseguir que la desconfianza desaparezca y vuelva la confianza es una de las más importantes habilidades sociales que debemos mantener. Conseguir eso nos llevará a buen seguro a un acuerdo. Ser honesto, empático y porque no, asertivo donde se conozcan tus principios, te permitirá no estar a la defensiva y estar dispuesto a escuchar lo que el otro tiene que decir, aceptando las discrepancias, las diferencias y en la flexibilidad y tolerancia que siempre debemos exigir de nuestros mediados.


jueves, 10 de octubre de 2024

Coronita en España, Corona en el resto del mundo

 

Yo creo que es de todos conocidos la marca de cervezas a que me refiero en este pequeño post. Muchas han sido las leyendas en torno a por qué la cerveza mexicana más famosa del mundo operaba en España con una marca diferente a la del resto de países. Dentro de nuestras fronteras, Corona, elaborada por el Grupo Modelo, es comercializada bajo la denominación Coronita. A pesar de que en los años 80 la compañía azteca adquirió todos los derechos sobre el nombre Corona para ser utilizado como marca y ampliar así la exportación a otros países como Estados Unidos, en España el proceso fue más complicado.

Cuando la empresa cervecera desembarcó en nuestro país se encontró con que las bodegas de la familia Torres ya tenían registrada la marca Corona para el vino.

Llegaron a pleito, un juicio que tras una sentencia cual consiguió ganar la familia Torres. La marca comercial Corona era de su exclusividad. Por ello la empresa mexicana decidió emplear la alternativa de comercializar la cerveza bajo el nombre “coronita” .

Basta con que pensemos la repercusión económica que eso tuvo en España sobre todo con el extranjero que visita nuestro país y es consumidor de la marca. Haciendo un paralelismo, ¿os imagináis que viajamos a Francia y los consumidores de Coca-Cola lo que ven y pueden adquirir es Coca-Colita”? A buen seguro pido otro refresco. Pues lo mismo ocurrió en España.

El problema volvió a ser de actualidad cuando la bodeguera española, quiere comercializar en el resto del mundo su mejor producto … el Rioja Coronas. Necesitaban un acuerdo

La cerveza mexicana Coronita cambiaria de nombre en 2016 tras una negociación (mediación mercantil) y paso a llamarse como en el resto del mundo Corona. Se puso así fin a la excepción por la que solo en nuestro país tenía un nombre diferente.

Según figura en el expediente de la Oficina Española de Patentes y Marcas, la marca Flor del Vino Navarro Coronas pertenece a la empresa española desde 1907 para su uso en vinos. Fue, de hecho, la primera marca registrada por las bodegas. La marca Torres Coronas, registrada en 1963, es propiedad de la misma empresa para su uso en las categorías tártaro para el tratamiento de vinos, vinagres, mostos y cervezas, vinos espumosos, enología y vinos.

La empresa firmó un acuerdo con la compañía mexicana que le permite utilizar la marca Corona en España en la categoría de cerveza, mientras que la bodega catalana mantiene el registro para la categoría vino.

Pues bien amigos entre las páginas 105 a 122 del manual didáctico sobre mediación y gestión de conflictos están las técnicas y habilidades que normalmente usamos en una mediación.

Me gustaría que te pusieras en el lugar del mediador y pensaras que herramientas utilizarías en el caso que os he contado y porqué escoges esas.