lunes, 10 de septiembre de 2018

MEDIACION... Y EL PALABRERO WAYUU

A la hora de investigar sobre costumbres que tienen que ver con LA MEDIACIÓN...Si nos fuéramos a Latinoamérica, la cantidad de ejemplos serian importantes. Así nos encontramos con el ejemplo de El palabrero wayuu o pütchipü'ü que es una manifestación del patrimonio Cultural Inmaterial en tanto es parte de las tradiciones y manifestaciones culturales orales del Pueblo Indígena Wayuu asentado históricamente en las repúblicas de Colombia y Venezuela. 
Actúan como intermediarios y mediadores en la solución de disputas, con un poder de ejercicio de influencia. El palabrero wayuu es un mediador entre los conflictos que se presentan en su comunidad y goza de respeto y admiración por parte de los demás integrantes de su raza.  Su palabra se considera sagrada, pues la tradición —desde los lejanos tiempos en que era leyenda— demostró la efectividad y los buenos resultados de la intermediación. 
Además, se desenvuelven en todo el territorio guajiro en busca del arreglo de conflictos que van desde accidentes hasta litigios por tierras. Se acostumbra como elemento indispensable de la cultura, que el palabrero no actúe por sí solo antes de dirigirse a las partes en conflicto. Primero debe escuchar a cada una y luego inicia la conciliación. 
Tiene que ser un sabio que sepa dialogar y que convenza a la parte culpable de que debe ceder y pagar Unir las partes, saber resolver, negociar, dialogar. Hay que ceder de parte y parte. Si alguna de las partes no acepta, el palabrero avisa que se debe buscar una estrategia diferente que no permita que las partes se radicalicen.  Por otro lado, referirnos a Los mapuches (mapudungun: mapuche, 'gente de la tierra’) Son un pueblo indígena de la zona centro-sur de Chile y del sudoeste de Argentina. Se les conoce también como araucanos, denominación que ha caído en desuso en la actualidad y genera rechazo por parte de los mismos mapuches y que predomina en la historiografía, para el período que abarca desde los primeros contactos con los españoles hasta el siglo XIX aproximadamente. 
 Los grupos ubicados entre los ríos Bio bío y el Toltén lograron resistir con éxito a los conquistadores españoles en la llamada Guerra de Arauco, una serie de batallas que duró unos 300 años, con largos periodos de tregua. 

Según la investigadora Paola Paredes Para el mapuche “hombre – tierra – naturaleza”, constituye un solo ser, por tanto el hombre no es el dueño de la tierra, sino por el contrario la tierra es dueña de los hombres; porque los hombres son los brotes, hijos de la tierra, de allí deviene el término Ñuke Mapu, madre tierra. 

Por esto, la palabra mapuche, tiene un significado mucho más profundo que el de gente de la Tierra, es más un bien un brote de la tierra, nacidos de ella, gente que nace, vive, transita, protege y al morir vuelve a la tierra. A través de la palabra y el diálogo, el Mapuche logra resolver conflictos ya que estos son propio de la naturaleza y no pertenecen al hombre, por lo cual ellos tan solo son el vehículo hasta el punto de estar obligados a resolver las controversias,

48 comentarios:

Unknown dijo...

Como se puede observar en el texto, el tipo de mediación llevada a cabo por el palabrero wayuu en Latinoamérica es muy similar al que se realiza en España. Pero, ¿qué diferencia uno de otro? En España, contamos con grandes profesionales de mediación, pero a pesar de ello no en todos los casos los clientes finalmente resuelven sus problemas. Desde mi punto de vista, una razón de ello se debe a que las personas que acuden a la medicación no siempre están dispuestos a escuchar las alternativas de solución del conflicto propuestas por profesional lo que dificulta la solución del mismo o simplemente piensan que el mediador es la persona que le soluciona los problemas, sin necesidad de tener que esforzarse. Sin embargo, en el pueblo indígena Wayuu la mediación es mucho más eficaz porque las personas consideran que el palabrero wayuu es un sabio en mediar entre personas para resolver un problema y esta admiración lleva a que tomen sus propuestas de solución de conflicto. Es decir, escuchan al mediador y actúan en base a sus propuestas de acción.

En base a lo anterior, pienso que las expectativas y creencias que tengan las personas sobre la mediación es un factor determinante para predecir la probabilidad de éxito de este método. De este modo, si estamos ante un caso en el que los clientes piensan que el mediador es una persona que les va a dar una solución sin ellos tener que hacer nada es muy probable que no se solucione. En este caso, los clientes presentan una falsa creencia y es lo que puede llevarle a no esforzarse por solucionarlo. Teniendo en cuenta esto, podemos trabajar con las personas sus expectativas para aumentar el éxito de la intervención. Es decir, la medición no solo debe limitarse a mediar sino también a centrarse en las expectativas y creencias que sus clientes tienen para aumentar la probabilidad de solución de problemas.

Esperanza García Vergara. 4º Psicología + Criminología.

Unknown dijo...

Me llama bastante la atención cómo la mediación se desenvuelve de forma eficaz en distintos contextos aun bajo una influencia cultural.
El 'palabrero wayuu' no se trata ni mucho menos de un chamán que da fórmulas que escapan a la razón; cumple, de hecho, con los pilares que enunciábamos el otro día en clase: deconstrucción, reconstrucción, co-construcción y una revisión/ garantía.
Mediante la escucha activa, una buena dialéctica y poder de convicción es capaz de dirigir a las partes del conflicto hacia el acto de ceder y conceder.

El ejemplo del 'palabrero wayuu', como otros, recuerda la importancia de la mediación en las relaciones humanas y cómo mediante algo tan natural como la comunicación se puede procurar una convivencia pacífica.

Mª Cristina González Monroy, 4º Psicología, Córdoba.

Unknown dijo...

Me resulta muy interesante conocer como en otras culturas, contextos y estilos de vida se lleva a cabo la resolución de conflictos, ya que se encuentran más lejanas a nosotros y es mucho más complicado saber como funcionan.

Me llama la atención el significado que le han otorgado a la palabra MAPUCHE, ya que de esta manera no se culpa a ninguna de las partes del conflicto, lo que ejerce una igualdad de condiciones y un primer acercamiento de ambas partes hacia un acuerdo.

Lo más bonito de la manera de vivir de estos pueblos yo creo que es el respeto y capacidad de empatía que tienen unos sobre otros. Estas habilidades sociales de las que disponen ayudan en gran medida a que se pueda llevar a cabo la gestión del conflicto; de igual modo influirá de manera directa sobre la disposición de ambas partes, algo crucial para llevar a cabo la mediación. Escuchar al otro y comprenderlo es algo que facilitará en gran medida que se llegue a una resolución favorable. Por tanto dentro de estos términos tenemos mucho que aprender de su manera de llevar a cabo la resolución de cualquier conflicto y todo puede ser más agradable.

Yolanda Ramos Jurado, 4º de Psicología, Campus Córdoba.

Violeta Barbado dijo...

Como ya hemos visto en clase, el palabrero Wayuu es una de las muchas culturas que bebe de la mediación para mantener el equilibrio y la armonía en su comunidad. Estos indígenas especialistas en la solución de conflictos tienen un papel semejante a la figura del mediador como tal en nuestra sociedad.
Me ha parecido interesante saber que el palabrero Wayuu busca una solución que sea aceptada por ambas partes del conflicto. Por lo tanto, si alguna de ellas no acepta, el palabrero refiere que se debe buscar otra estrategia para poder llegar a una solución. Se observa aquí un deseo de volver a establecer el equilibro de la comunidad. La conciliación se realiza mediante la implicación de todas las partes en la búsqueda de una solución, es decir, co-construcción. Este término implica que el resultado de compartir unos objetivos cognitivos comunes es producto de una elaboración, reformulación y construcción conjunta entre los miembros que componen el conflicto.
En mi opinión, deberíamos de tomar como ejemplo a este tipo de culturas que utilizan únicamente la figura del mediador para resolver los problemas de su comunidad. La mediación es una estrategia que deberíamos de poner en práctica más a menudo de lo que se hace actualmente en nuestra sociedad. Resulta más beneficiosa para las partes implicadas, ya que se tiene en cuenta el poder que ejerce una parte sobre la otra, las emociones y sentimientos, las posiciones desde las que parten cada uno, los valores y principios, e intereses y necesidades, entre otros. Desde mi punto de vista, el principal beneficio es que son los propios implicados en el conflicto quienes tienen la herramienta para crear un acuerdo que se ajuste a ambos. Además, la mediación permite que las relaciones interpersonales no se vean tan afectadas como en un proceso judicial.

María Pilar Beato Díaz dijo...

Es curioso que podamos encontrar tantos ejemplos como este de culturas subdesarrolladas en las que la mediación es la base de la resolución de cualquier conflicto, y funciona de forma tan eficaz. Sin embargo nosotros, en una cultura mucho más desarrollada, tenemos a los mediadores desprestigiados, muy rara vez se busca resolver un conflicto acudiendo a un mediador, muy rara vez se recomienda esta opción. Deberíamos aprender, como en la culutura indígena Wayuu, a ser más humildes a la hora de buscar una solución para nuestros problemas, aceptar que debemos dar para recibir, ceder para que la otra parte ceda, y que no siempre podemos resolver un conflicto por nosotros mismos, sino que a veces es bueno delegar esa responsabilidad en un profesional que nos aporte un nuevo punto de vista y soluciones que no se nos habrían ocurrido a nosotros solos.
María Pilar Beato Díaz, 4º Psicología, Sevilla.

Ana Villagraz dijo...

Me resulta muy sorprendente el poder que tiene la mediación en los diferentes contextos. En este pueblo indígena tal vez no conozcan el significado de esta palabra, así como el proceso por el cual se lleva a cabo, pero como se ha explicado, realizan de forma totalmente correcta todas las partes de la mediación. En primer lugar, el palabrero wayuu recaba la información por ambas partes, más tarde, intenta que hablen y negocien para poder llegar a un correcto acuerdo, y si esto no ocurre, se debe de buscar una estrategia diferente que sea efectiva para las dos partes.

Así mismo, me parece conveniente destacar un aspecto de la palabra mapuche, “ellos tan solo son el vehículo”, como el otro día se comentó en clase, el papel de mediador es un apoyo y una ayuda por la cual las partes toman el poder de la decisión y llegan por sí mismos a la solución, sin aportar una respuesta sin más a acatar por ambas partes.

Esta historia, demuestra la importancia que tiene la mediación en la sociedad, la necesidad de llegar a un acuerdo para tener una adecuada convivencia, así como la efectividad y sus buenos resultados mediante el respeto hacia la figura que realiza este proceso.

Ana Gracia Villagraz Luque,4º Psicología, Córdoba.

Unknown dijo...
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Elisabeth Villalba dijo...

Resulta interesante ver las diferentes formas que existen de resolver los conflictos en cada Pueblo Indígena, así como la forma que cada uno tiene de establecer justicia de acuerdo a sus costumbres. Comparando el palabrero wayuu con nuestros sistemas de resolución de conflictos, el mediador ejerce su trabajo escuchando a ambas partes y buscando una solución que beneficie a todos, es decir, tiene en cuenta a las personas, pensamientos y emociones, intereses, así como el poder que ejercen. Pero si lo comparamos con la Cultura Occidental, el palabrero wayuu se equipararía más a lo que en nuestro sistema correspondería al Juez, pues su palabra se considera sagrada y es lo que determina que las partes se adhieran a la resolución del conflicto.

En cambio, Los Mapuches utilizan otros valores culturales para resolver sus problemas. Llamándome especialmente la atención el hecho de que los conflictos son algo natural que deben suceder y que por tanto, se deben de resolver para vivir en armonía y en paz. Teniendo presente la convivencia dentro de la sociedad, que en este caso, sería la naturaleza que es donde ellos se desarrollan. Una actitud inteligente pues no viven en una sociedad capitalista donde las personas son dueñas de la tierra, y dónde el beneficio colectivo es lo principal.

Elisabeth Villalba Reyes. 4º Psicología-Criminología, Córdoba.

Unknown dijo...

De esta primera entrada en el blog, lo que más llama la atención es la importancia que tiene y ha tenido la figura de la mediación, la resolución de los conflictos centrada en una persona a lo largo de la historia en las distintas culturas y sociedades. Frente al palabrero wayuu y las distintas plasmaciones de la mediación en las distintas culturas que hemos visto en clase, nuestra sociedad cuenta con una cultura muy judicializada, en la que se acude a los tribunales por todo y es uno de los motivos por los que nuestro sistema judicial cuenta con tantos atrasos. Frente a esta característica tan poco beneficiosa, y teniendo en cuenta el peso de la mediación y otros medios de resolución de conflictos que tan asentados están en las sociedades del mundo, es curioso, el poco peso que ha tenido la mediación en España, la poca cultura de mediar que tenemos y que hasta hace unos años no contábamos ni con una regulación para la misma.

Carlos Pizarro Gavilán, 4º Derecho, Córdoba.

Unknown dijo...
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Unknown dijo...

Es especialmente interesante ver como la mediación es algo que sobrepasa culturas y que ocupa una parte vital de la vida en sociedad, como es el caso del palabrero Wayuu. Observándolo desde la resolución de conflictos, su labor es la mejor solución posible por la búsqueda de una intervención que aporte una aceptación por ambas partes. Del mismo modo que el palabrero Wayuu, el mediador escucha a ambas partes para tener un conocimiento más amplio del conflicto y así poder abordarlo de la forma más eficaz posible. Sin embargo, no hay que olvidar el poder que tienen las decisiones que toma, con lo cual ahí se llega a otros extremos que tal vez en la figura del mediador son menos visibles.

Pese a esto, se debe recalcar la importancia que tiene esta figura en su cultura y en como ensalza el papel de la mediación en la resolución de conflictos, que en nuestra cultura no tiene tanta fuerza, siendo más empleada la vía judicial como único método. Durante un conflicto es importante barajar la mediación como método previo para intentar solucionar el mismo, escuchar al otro, respetar las diferencias e intentar llegar a un acuerdo satisfactorio debería ser la máxima en nuestra sociedad, tal y como intenta e palabrero Wayuu.

Diego Barascout Rodas, 4º Psicología-Criminología, Córdoba.

Sara Aguilera Amo dijo...

En primer lugar, con respecto al palabrero wayuu, su actuación es similar al de un mediador de nuestra cultura, ya que antes de proporcionar soluciones, escucha a ambas partes teniendo en cuenta sus sentimientos e intereses, para posteriormente tratar de llegar a un acuerdo en el que cada una obtenga el máximo beneficio mediante el acto de ceder y conceder. No obstante, si la solución no es aceptada por las partes, se procede a buscar otra alternativa, de este modo el mediador está llevando a cabo un proceso de deconstrucción del conflicto, en el que analiza qué ha pasado; reconstrucción de la relación deteriorada; co-construcción mediante la propuesta de soluciones; y supervisión del conflicto tras un tiempo en el que se busca una solución alternativa si la anterior no ha sido suficiente.

No obstante, hay dos matices que hace pensar que el palabrero podría asemejarse a la figura de un juez, y es el hecho de que su palabra se considere sagrada, y que haga uso de su capacidad de influencia para actuar como mediador. Aunque también hay que tener en cuenta que esto no se considera así por el hecho de que él imponga las soluciones, ya que se ha indicado que se tiene en cuenta a ambas partes, sino porque su método de resolución de conflictos ha sido muy efectivo, motivo por el que es admirado por el resto de personas y confían en él para llevar a cabo este proceso.

En segundo lugar, destaca el significado de la palabra mapuche, la cual establece que las personas son brotes de la tierra que se encargan de resolver conflictos de la propia naturaleza. En base a esto, se dice que los problemas no pertenecen al hombre, por lo que en principio no debe haber una diferenciación de poder entre las partes, encontrándose ambas en la misma posición, sin desequilibrio, por lo que la mediación se vuelve más sencilla.

Sara Aguilera Amo dijo...

En primer lugar, con respecto al palabrero wayuu, su actuación es similar al de un mediador de nuestra cultura, ya que antes de proporcionar soluciones, escucha a ambas partes teniendo en cuenta sus sentimientos e intereses, para posteriormente tratar de llegar a un acuerdo en el que cada una obtenga el máximo beneficio mediante el acto de ceder y conceder. No obstante, si la solución no es aceptada por las partes, se procede a buscar otra alternativa, de este modo el mediador está llevando a cabo un proceso de deconstrucción del conflicto, en el que analiza qué ha pasado; reconstrucción de la relación deteriorada; co-construcción mediante la propuesta de soluciones; y supervisión del conflicto tras un tiempo en el que se busca una solución alternativa si la anterior no ha sido suficiente.

No obstante, hay dos matices que hace pensar que el palabrero podría asemejarse a la figura de un juez, y es el hecho de que su palabra se considere sagrada, y que haga uso de su capacidad de influencia para actuar como mediador. Aunque también hay que tener en cuenta que esto no se considera así por el hecho de que él imponga las soluciones, ya que se ha indicado que se tiene en cuenta a ambas partes, sino porque su método de resolución de conflictos ha sido muy efectivo, motivo por el que es admirado por el resto de personas y confían en él para llevar a cabo este proceso.

En segundo lugar, destaca el significado de la palabra mapuche, la cual establece que las personas son brotes de la tierra que se encargan de resolver conflictos de la propia naturaleza. En base a esto, se dice que los problemas no pertenecen al hombre, por lo que en principio no debe haber una diferenciación de poder entre las partes, encontrándose ambas en la misma posición, sin desequilibrio, por lo que la mediación se vuelve más sencilla.

Sara Aguilera Amo, 4º Psicología, Córdoba

Ángela Larrea Arévalo, 4º de Psicología, Córdoba dijo...

Este articulo recalca la importancia de la mediación, sin importar que sean países más desarrollados o menos desarrollados al final siempre hace falta una persona que ayude a resolver los conflictos y que sea capaz de ayudar a que se encuentre una solución.
Es interesante ver como al final, una sociedad, sea cual sea su nivel desarrollo, necesita de esta figura para poder vivir en armonía y sin problemas, ya sea un divorcio o dividirse un rebaño de ovejas.

Almudena Amorós Cano dijo...

Me parece curioso como pese a que cada cultura es diferente y única, se pueden llegar a tener tanto en común. Da igual si se trata de una cultura más moderna, más "del primer mundo" o que estemos ante otra más subdesarrollada o primitiva; se pueden observar si nos paramos a conocerlas, que ciertos problemas, aficiones, costumbres, palabras etc., son iguales y los seres humanos tenemos más en común de lo que a veces gusta reconocer.

Llevamos aprendiendo toda la vida que la violencia es una estrategia primitiva de resolución de conflictos, que nosotros hemos evolucionado y que ahora somos más civilizados. Pero a diario salen casos de violencia en la televisión, peleas, robos, asesinatos... que demuestran que no es más que palabrería, que nuestra sociedad es hipócrita y que dista mucho de la realidad, pese a ello nos creemos con derecho a pensarnos mejores que las "Tribus". Esta noticia me ha hecho reflexionar sobre ello, pues vemos como éstas, son capaces de solucionar grandes conflictos con el uso de la palabra, de una mediación y de la confianza y creo que deberíamos aprender de ellos.

Almudena Amorós Cano dijo...

4º de Psicología Y Criminología, Córdoba

Alba Galán Casado dijo...

Alba Galán Casado, 4º Psicología.

Es señalable en este artículo la presencia e importancia de la mediación independientemente del momento histórico y cultural. En este caso, se remonta a la población indígena de Colombia y Venezuela, y se demuestra el efecto del uso de la mediación y gestión de conflictos por parte del palabrero wayuu.
Como hemos comentado en clase, aquí se refleja la diferencia entre lo que sería un tercero (abogado, juez, árbitro, terapeuta...) y un mediador propiamente dicho a la hora de resolver cualquier conflicto. Y cabe decir que este caso se ajusta totalmente a lo que hoy entendemos por mediador, al tratarse de una persona que se dirige a dos partes en conflicto, antes de actuar de manera autónoma, y entendiendo que ambas están de acuerdo y tienen la necesidad o deseo de ser mediados, y las acompaña implicándose en el proceso de búsqueda de la solución.

Tania María Priego Ruz dijo...

Tanto el pueblo Wayuu como el Mapuche, son un claro ejemplo de la efectividad de la mediación. Del mismo modo en el que ocurre en nuestra cultura su trabajo comienza escuchando ambas partes para posteriormente, plantear la posición, el interés y la necesidad de cada uno. Una vez realizado esto se proponen posibles soluciones al conflicto con el objetivo de que cada una de las partes obtenga el máximo beneficio.

Asimismo, el palabrero wuyuu se podría comparar con el trabajo que lleva a cabo un juez en nuestra sociedad. Esto se debe a que tanto un juez como un palabrero escucha ambas partes pero la solución es impuesta, no proponen diversas soluciones sino una que debe ser llevada a cabo.

Nuestra cultura está muy acostumbrada a solucionar los conflictos por vías judiciales por lo que no se le presta demasiada atención a la mediación el cual, en mi opinión, es un proceso más sencillo, rápido y beneficioso para ambas partes pero poco conocido y por lo tanto utilizado por la sociedad.

Tania María Priego Ruz, 4º Psicología, Córdoba.

Unknown dijo...

Tras leer la publicación me ha venido a la cabeza en primer lugar, referido al palabrero wayuu, el patriarca de las comunidades gitanas, veo un rol muy parecido, ambos son figuras de respeto, con mayor edad y, por tanto, con más sabiduría, con capacidad para dialogar, mediar y negociar con ambas partes, capaces de dar una solución, tanto si son entre personas de su misma familia (patriarca) o pueblo palabrero wayuu) como si son entre distintos clanes.

Centrándome en el palabrero wayuu cabe destacar que, al igual que en la mediación profesional, la figura del mediador, se entrevista primero con cada parte implicada en el conflicto para saber su punto de vista o su versión de la historia, y, una vez hecho esto, ya se citan ambas partes a la vez y comienza la comunicación.

Por lo que se comentó en clase y al tratarse de un pueblo indígena supongo que la mediación no es con fines legales, sino que la solución acordada entre ambas partes constituye un acto de mantenimiento de su honor o de la familia, por lo que se garantizaría, con una alta probabilidad, el cumplimiento de lo que se les haya asignado en la mediación.

Miriam Moral Josende. 4º de Psicología. Córdoba

Sara Fernández González dijo...


Entre las numerosas riquezas de la mediación, nos muestra como la mediación forma y ha formado parte de las diferentes formas de comportamiento particular que asume una comunidad a lo largo del tiempo.

Siendo muy significativo el respeto y admiración que la figura del mediador transmitía a su comunidad, lo cual le capacitaba para poder influir en sus conflictos a la hora de acercar posturas y hacer que las partes implicadas alcanzasen un entendimiento y hacerlo siempre partiendo de una escucha activa.

He de resaltar que se nos muestra claramente como la intermediación ha ayudado a resolver y negociar de forma efectiva conflictos en las comunidades a lo largo de la historia del hombre, al margen de su lugar de residencia o diferencias culturales.


4º Psicología-Criminología, Córdoba

Unknown dijo...
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Unknown dijo...

Me ha parecido muy interesante este artículo, pues desde hace muchos años se pone en práctica la mediación, actividad que, en mi opinión, se debe seguir poniendo en práctica siempre que haya intención de resolver algún conflicto. Sin embargo, creo que a día de hoy muchas personas desconocen o "no creen" en este método alternativo. Además, me ha llamado la atención, el hecho de que se aplique y funcione en culturas muy diferentes, lo que quiere decir que ante todo somos personas y como tales existe la posibilidad de resolver los conflictos de una manera adecuada y beneficiándose ambas partes con la ayuda de un tercero, de un intermediario que, siempre actuando bajo el respeto, el diálogo y muchas otras cualidades necesarias, haga ver a las partes involucradas lo que verdaderamente quieren.

Por ello, me parece muy interesante que se publiquen noticias y artículos que hablen de este método alternativo, que así llegue un poco más a la sociedad y conozcamos mejor cómo funciona. Dar una oportunidad a esos profesionales que se dedican a mediar entre partes enfrentadas, pues gracias a ellos se puede llegar a una solución mucho más justa, beneficiándose ambas partes, que si se realiza por otro canal, como puede ser un juicio en el que uno pierde y otro gana.

Teresa Hernández Bustos, 4º Psicología y Criminología, Córdoba.

Unknown dijo...

Me ha parecido muy interesante poder conocer él papel que desempeña él mediador en distintas culturas, y como sin tener la formación profesional que podemos adquirir en nuestra cultura, desempeñan su labor de forma tan eficaz y correcta, respetando él proceso de la mediación. Me gustaría destacar que a diferencia de nuestra cultura, es interesante observar la importancia que dan a la figura del mediador en otras culturas, lo cual me da mucho que pensar; nosotros tenemos perfiles profesionales para solucionar conflictos, y sin embargo no acudimos en busca de su ayuda ni le damos tanta importancia como sin embargo, hacen en las culturas sobre las que habla él articulo.

Si algo me ha gustado es él hecho de que en ambas culturas mencionadas en él texto enfaticen la importancia de la palabra, él dialogo, la escucha activa y la empatia con él otro para solucionar él problema o conflicto, ya que considero que estos conceptos son la base de la mediacion.

Natalia Antelo, 4 Psicología, Sevilla.

Soledad-Luna Pozo Criado dijo...

En esta primera entrada se afirma, una vez más, la importancia que tiene el papel de la comunicación como medio para resolver satisfactoriamente un conflicto. Me parece interesante resaltar cómo, independientemente de la cultura, se aplica la mediación perfectamente estructurada sin la necesidad de adquirir unos conocimientos específicos, como es el caso del palabrero wayuu, lo cual nos hace reflexionar acerca del papel tan relevante que tiene este instrumento con respecto a otros métodos judiciales.

Soledad-Luna Pozo Criado, 4º Psicología y Criminología, Córdoba


Maria Dolores Requena Guerrero dijo...

Podemos observar que la mediación está presente en todas partes y en todas las culturas.
Me resulta muy interesante la similitud o el paralelismo que se puede observar entre la mediación entre el palabrero Wayuu y la mediación española, por ejemplo, la figura del mediador está ocupada por un "sabio" que sepa dialogar, conciliar y que se le respete como tal, siendo el mediador español una persona formada y especializada. Es decir, existen en ambas culturas una persona al frente que busca que ambas partes involucradas en el conflicto lleguen a un acuerdo antes de pasar a otras técnicas o mecanismos para solucionarlo.

Desde mi opinión, me gustaría resaltar del artículo donde se hace mención a que se deben obviar los bienes materiales, centrándose en mantener las relaciones que se ven deterioradas por el conflicto a mediar, haciendo ver a las partes enfrentadas que lo primero son ellos como personas.

Maria Dolores Requena Guerrero dijo...

Podemos observar que la mediación está presente en todas partes y en todas las culturas.
Me resulta muy interesante la similitud o el paralelismo que se puede observar entre la mediación entre el palabrero Wayuu y la mediación española, por ejemplo, la figura del mediador está ocupada por un "sabio" que sepa dialogar, conciliar y que se le respete como tal, siendo el mediador español una persona formada y especializada. Es decir, existen en ambas culturas una persona al frente que busca que ambas partes involucradas en el conflicto lleguen a un acuerdo antes de pasar a otras técnicas o mecanismos para solucionarlo.

Desde mi opinión, me gustaría resaltar del artículo donde se hace mención a que se deben obviar los bienes materiales, centrándose en mantener las relaciones que se ven deterioradas por el conflicto a mediar, haciendo ver a las partes enfrentadas que lo primero son ellos como personas.

María Dolores Requena Guerrero, 4º Psicología, Córdoba

Carmen Gálvez Mesa dijo...

Es interesante descubrir como la mediación está presente y ocupa un papel de gran importancia en las distintas sociedades y culturas alrededor del mundo.
El palabrero wayuu o pütchipü'ü comparte características con el mediador como el trato de problemas de distinta índole, la escucha activa, la importancia del diálogo o la necesidad de interés por ambas partes para poder llegar a una solución. De la misma forma, el Mapuche ocupa el papel de intermediario o vehículo que ayuda a guiar a los involucrados implicándose, pues los conflictos son algo común de la naturaleza humana y deben solucionarse de la forma más natural posible, en este caso a través del diálogo .
En definitiva, una estrategia que a pesar de tener un nombre distinto y estar situados en partes del mundo totalmente diferentes, no dejan de creer en el poder de la palabra.

Cristian García Zurita dijo...

Cristian García Zurita. 4º Psicología + Criminología

Pienso que todos podríamos concluir que el conflicto es algo inherente al ser humano, por lo tanto, ya que existió, existe y existirá siempre, se antoja imprescindible la figura de un mediador que pueda lograr que éstos tengan una resolución sana, tanto en el conflicto como en la 'post-solución'.

Más allá de la eficacia o la pertinencia que presenta la mediación en cualquier cultura y/o civilización, me llama poderosamente la atención la legitimidad y el poder que el pueblo le aporta al palabrero Wayuu per se. Ese poder de la palabra resulta impensable en nuestra época y cultura actual, en la que abunda el "yo todo esto lo quiero firmado y por escrito" en cualquier tipo de acuerdo o negociación, por más mínima que sea.

En cuanto a los Mapuches, tienen una visión de la naturaleza que me recuerda (salvando las distancias) a la que se puede ver en el pueblo 'Na’vi', en la película "Avatar". Ideología impensable también en nuestra cultura occidental y en ese deseo permanente de 'hacer nuestro' o conquistar todo lo que somos capaces de pisar o donde somos capaces de llegar.

Por lo que, y en mi opinión, tanto el "esto lo quiero firmado y por escrito" como ese afán de poseer todo lo posible parten de una postura de egoísmo y desconfianza, algo que dificulta la mediación, y que, a juzgar por el texto, los pueblos Wayuu y Mapuche sí saben gestionar.

Quizás deberíamos aprender de ellos.

Unknown dijo...

Seyla Vázquez Merino
Psicología y Criminología

Me parece muy interesante el papel que tiene el palabrero Wayuu en la solución de los conflictos que se presentan en su comunidad. Como ya hemos visto en clase, cumple una función mediadora entre las dos partes que presentan un problema, siempre teniendo en cuenta las emociones y sentimientos de los implicados. En dicha cultura es indispensable la actuación de esta figura, puesto que no contemplan de otros medios, es por ello, por lo que consideran al palabrero Wayuu con respeto y admiración y recurren a él como primer medio efectivo si las dos partes quieren resolver un problema. Quiero destacar que lo que más me llama la atención es que en todo momento tiene en cuenta y escucha a las partes, buscando siempre la opción que más se ajuste a los implicados y pudiendo variar en función de la aceptación o no de estos.
Pienso que las características de dicha figura refleja las funciones que debe cumplir un mediador en España, es decir, es importante gozar de respeto y admiración por parte de la población, para ello hay que dar a conocer la eficacia de este método. En numerosas ocasiones podemos observar como la población esta desinformada o recurre a este mecanismo como un medio para hallar una solución rápida, en la que un tercero aporta la solución del problema. Es por ello por lo que quiero resaltar que es de gran importancia informar a la población de que son ellos mismos los que solucionan el problema, los que deben saber escuchar las diferentes opciones y los que deben de ceder, para lograr el equilibrio la armonía y el respeto hacia los demás.

Unknown dijo...
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Unknown dijo...
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Unknown dijo...

Pilar Barroso Chaves
4º Psicología y criminología
Este artículo me ha parecido muy interesante ya que refleja la importancia de la mediación en todas las culturas diferentes de la Tierra. Cada cultura tiene su propia forma de mediar, en esta lectura podemos observar perfectamente el significado de la palabra y en un pueblo muy diferente al nuestro. En este interviene una persona u organismo (en este caso se trata del palabrero Wayuu o pütchipü'u) en un conflicto donde existe un enfrentamiento entre las partes. A su vez, este siempre tiene en cuenta que las dos partes estén de acuerdo con la solución que proporciona al problema para evitar que "las partes se radicalicen". Además, me llama la atención la autoridad que otorga el pueblo a una sola persona para que adopte este papel tan importante. Como sabemos, en nuestra cultura, en concreto en nuestro país, existe la figura del mediador el cual tiene la misma finalidad que en esta cultura. De la misma forma, nosotros también damos poder a una persona (en nuestro caso se trata de un abogado, un psicólogo…) para que nos ayude a buscar una solución a un conflicto, que sin ayuda nos resultaría imposible de resolver.

A su vez, me gustaría añadir un comentario sobre el pueblo indígena de "Los Mapuches". Resulta sorprendente la importancia que estos le dan al conflicto y la obligación que tienen de intermediar ya que los problemas son parte de la naturaleza del hombre.

Paula Maya Ortega dijo...

Me gustaría comenzar resaltando la idea de que el “Ser Humano es un ser social por naturaleza”, como bien apuntaba el ilustre filósofo Aristóteles, por lo que el hombre no puede desarrollarse plenamente de forma aislada, ha de vivir en comunidad quedando así expuesto al conflicto con el otro. De esta forma, el diálogo supone ser la pieza más relevante para poder resolver cualquier tipo de conflicto, sea de la índole que sea. Parece una idea básica, de la que ya hablaban nuestros antepasados; Sin embargo, y como bien se refleja en el artículo, numerosos países que aún se encuentran en vías de desarrollo en pleno siglo XXI están más avanzados en numerosos aspectos importantes que países plenamente desarrollados. La cultura Latinoamericana se basa en la comunicación y la resolución de cualquier tipo de conflicto, con la ayuda de un mediador que utiliza y promueve el diálogo, la escucha activa y la empatía y que, es respetado e incluso adorado por toda la sociedad por sus capacidades.
Pero parece que nuestro País se queda anticuado ante países como Chile, que se apoyan de forma plena en la mediación como método para resolver conflictos. En España, es una técnica bastante desconocida por la población, que parece ser poco fiable para numerosas personas. De esta forma, me parece relevante la profundización sobre la mediación en diferentes culturas, con el objetivo de tener una visión más amplia de esta técnica y poder ofrecerle el lugar que merece en nuestra sociedad.
Paula Maya Ortega
Campus Sevilla

Unknown dijo...

Paula Torres Fernández. 4º Psicología, Sevilla.

Me parece admirable como en ciertas culturas donde no poseen tanta formación como puede ser en nuestra cultura también le dan gran relevancia al papel que desempeña un mediador para solucionar todo tipo de conflictos. Por un lado, se encuentra el palabrero wayuu que se encarga de actuar como mediador en su comunidad. Las funciones que desempeña y que ha ido adquiriendo y aprendiendo según sus tradiciones son similares a las que desempeña un mediador en nuestra cultura lo cual me llama la atención.
Bajo mi opinión, considero que en España la población no tiene tanta información de la utilidad del mediador y no es una figura a la que se le otorgue tanta importancia como en el caso de la cultura del Pueblo Indígena Wayuu y el “Mapuche” ya que yo misma, hasta cursar la asignatura de mediación y solución de conflictos no tenía información sobre la misma. Por ende, creo importante aprender de estas culturas la relevancia que se le otorga a una figura para mediar en los conflictos utilizando las estrategias más adecuadas en cada caso y llegar a las mejores soluciones.

Anónimo dijo...

Isabel Mª Capilla Molleja
Psicología 4º

Es interesante comprender las culturas latinoamericanas y sus métodos para impartir justicia sin jueces. Quizás, la mediación siempre estuvo presente a lo largo de nuestras vidas pero, no es hasta el día de hoy cuando se le reconoce como una profesión y una herramienta útil, ya que en la mayoría de los casos las dos partes en conflicto se benefician de la resolución del mismo.
Es interesante resaltar las habilidades sociales y personales que describe el articulo de el palabrero wayuu pues no difiere en muchos casos de las habilidades que se recomienda hoy en día para realizar la profesión de mediador.

Unknown dijo...

La idea de que “el hombre es hijo de la tierra” me parece un punto de partida muy importante cuando se tiende a entrar en un proceso de mediación, ya que desde mi forma de entenderlo coloca a las dos personas en conflicto en un mismo lugar, y en un mismo nivel, eliminando posibles desigualdades de poder, ya que ambos se deben a la tierra y tienen el deber de protegerla.

Por otra parte, me parece destacable que en culturas que no han llegado a un nivel máximo de desarrollo y que viven en tan constantes crisis, se tienda mas al papel de la mediación (evitando vías judiciales). Me da por pensar que las dificultades que se han dado en estos países, las soluciones radicales que se han tenido que imponer, ha llevado a que la población busque métodos de solución de sus conflictos menos radicales y más amistosos.

Paula Valdés Navarro
Psicología
Universidad Loyola Andalucía

Marina Rodríguez Abreu. dijo...

Me ha parecido muy interesante este artículo, ya que a través de él he podido conocer el papel que desempeña y la importancia que tiene el mediador en las diferentes culturas. Un aspecto que me ha llamado mucho la atención, es que en otras culturas donde no tienen tantos recursos como nosotros y no tienen una formación profesional, llevan a cabo su tarea sin ningún problema y de manera eficiente. Este artículo me ha dado mucho que pensar, ya que en él se puede observar como otras culturas diferentes a la nuestra, le dan muchísima más importancia al papel del mediador, incluso no teniendo perfiles profesionales. Por lo que en estas culturas la figura del mediador se corresponde más con el perfil de un ´´sabio´´, el cual sepa dialogar. Por el contrario, en nuestra cultura es al revés ya que, teniendo perfiles profesionales y formados concretamente en el tema de la mediación y solución de conflictos, la mayoría de las personas no buscan este servicio como medio para solucionar sus problemas. Por tanto, gracias a este artículo podemos ver como en las diferentes culturas existe una figura que, busca que personas enfrentadas por un problema, lleguen a una solución sin tener que recurrir a otras formas como por ejemplo la justicia tradicional.
Desde mi punto de vista, me gustaría resaltar que la mayor parte de las personas de nuestra población, no recurren a un mediador debido al desconocimiento que tienen sobre este tema, ya que no están lo suficientemente informados. Por lo que considero, que es fundamental informar sobre esta técnica, y hacer saber a la población que es un medio igual de eficiente que otro, donde se pretende que ambas partes sepan escucharse, y lleguen a una solución en la que ambos estén de acuerdo.

4º Psicología. Sevilla

Sandra Dobado dijo...

Sandra Dobado Molina
4º Psicología y Criminología, Córdoba

Cabe destacar la importancia de la mediación en las diversas culturas que componen el mundo. Este método demuestra la efectividad de un procedimiento que no tiene por qué emplear la presencia de jueces para resolver los problemas.
De esta manera, es necesario señalar junto a la mediación, la relevancia de la expresión el "hombre no es el dueño de la tierra, sino por el contrario la tierra es dueña de los hombres", puesto que determina que es una cuestión más profunda y que como los problemas son inseparables al hombre, este es la herramienta que hace falta para resolverlos mediante el diálogo.

Textos como este permiten reflexionar sobre la gran variedad de problemas que están presentes en nuestro día a día, los cuáles son de diversa temática y aunque no seamos conscientes de su existencia, contamos con la presencia de mediadores para resolverlos. Definitivamente, la función del mediador es esencial para demostrar que el poder del diálogo puede contribuir a la resolución de problemas y a determinar que las partes implicadas sean conscientes de que lo que realmente importa son ellas.

UchiHaime dijo...
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UchiHaime dijo...

Tras la lectura del artículo me parece relevante destacar un hecho curioso en la sociedades que se nos presentan, tanto para los habitantes del Pueblo Indígena Wayuu como para los habitantes de Los mapuches existe un hecho que no se cuestiona, el valor de que exista una persona que ayude a resolver los conflictos de los integrantes del pueblo a través de la mediación, la escucha y el entendimiento, esto tiene un valor enorme teniendo en cuenta los pocos recursos que tienen estos pueblos y el tiempo que nos ha costado ver a las sociedades más desarrolladas la importancia de este forma de resolución de conflictos que es la mediación, esto nos muestra que siempre podemos aprender mucho de otras sociedades estén estas más o menos desarrolladas.

Otro punto que opino que merece la pena destacar es el papel del Palabrero, una persona que se presta a ayudar a otras de su mismo pueblo a solucionar conflictos de forma totalmente altruista, sin recibir nada a cambio de las personas implicadas, lo cuál nos deja ver lo enraizado que esta en la cultura de estas sociedades el bienestar grupal y las relaciones sanas entre habitantes por encima de todo.

Por último y como conclusión me gustaría acabar comentando una frase que creo que reúne las cualidades de estas sociedades de forma precisa.¨Hay que ceder de parte y parte. Si alguna de las partes no acepta, el palabrero avisa que se debe buscar una estrategia diferente que no permita que las partes se radicalicen¨, esta frase nos muestra la que es en mi opinión la esencia de la mediación, la cesión de ambas partes y a su vez nos muestra la enorme implicación y voluntad del palabrero para acabar con el malestar de los habitantes.

Marina Moreno Hernández dijo...

El ser humano se destaca por los innumerables cambios y evoluciones que ha vivido a lo largo de su historia, pero, si hay algo que ha perdurado en su esencia es el hecho de que la cultura y el diálogo se han transferido de generaciones a generaciones. Este hecho lo hemos podido ver en este caso donde las culturas Latinoamericanas se basan en el diálogo y el respeto entre los miembros de la misma cultura para resolver sus conflictos. Así, el palabrero wayuu es la figura encargada de la resolución de cualquier conflicto entre los miembros de su pueblo. Me asombra el modo en el que esto se lleva a cabo, ya que no existe ninguna ley que rija la profesión de mediador entre ellos, únicamente necesitan sus normas culturales y el diálogo para llevar a cabo una mediación. Estas mediaciones se caracterizan a su vez por ser efectivas, ya que en ellas se antepone la resolución del conflicto y la honra propia o familiar ante la ganancia propia.
Creo que deberíamos de aprender de estas culturas en lo referido a sus simples normas de mediación, donde lo único importante es dialogar adecuadamente para llegar a la mejor solución posible para las partes implicadas. Aunque, creo que también deberíamos destacar que la mediación debería estar legitimada y no basarse únicamente en la práctica de un simple palabrero, ya que de esta forma se garantiza a las partes que un profesional les va a dar las mejores pautas para que lleguen a una óptima resolución.

Marina Moreno Hernández, 4º Psicología campus Sevilla.

Unknown dijo...

El texto anteriormente leído “mediación … y el palabrero wayuu” me ha hecho reflexionar sobre el concepto tanto global como histórico de la mediación. Resulta relevante destacar como la diferencia entre los países en vía de desarrollo y países desarrollados no impide que exista la posibilidad de llevar a cabo una mediación. Uno de los puntos más atractivos de la mediación es la sencillez, es decir, evitar que sea un proceso complejo, difícil y duradero en el tiempo. Todo ello hace posible que lo puedan usar pueblos sin recursos suficientes para litigar judicialmente.

Del mismo modo, me ha resultado sumamente trascendental la consideración por parte del Pueblo Indígena Wayuu hacia el palabrero (mediador) como un sabio. Las manifestaciones culturales de dichos pueblos nos hacen ver los numerosos valores inherentes a las mismas tales como el respeto, la justicia, la paz, la tolerancia y la lealtad.

Por otro lado, la costumbre originada en los usos o prácticas sociales de dichos pueblos, hace que la mediación entre ellos se convierta en norma creada por el uso social (derecho consuetudinario).

Cabe destacar finalmente una de las claves fundamentales de la mediación realizada por El palabrero wayuu siendo esta la exigencia de realizar una estrategia diferente en caso de que alguna de las partes no acepte el acuerdo. Ello, nos inculca la necesidad de lograr una convivencia pacífica en la sociedad, llegando a un acuerdo satisfactorio para ambas partes.

Eloy R. Almoguera Campos, 4º de Derecho, Córdoba.

Unknown dijo...

Me parece interesante que desde hace siglos se utilice la mediación en latinoamérica y sobre todo que tengan la figura del mediador, aunque para ellos tenga otro nombre y signifique varias cosas, no solo la persona que resuelve el conflicto.
Por otro lado, me sorprende que tengan tan claras cuáles deben ser las cualidades que tienen que tener estas personas para que puedan mediar y solucionar conflictos y que tengan instaurado en su cultura la "no radicalización" de sus miembros, en ese creo que nos llevan mucho terreno ganado al resto del mundo.
Me impresiona que el mediador sea una figura de autoridad puesto que aquí en España y el mundo occidental, en general, las autoridades son Jefes de Estado, Cuerpos de Seguridad y Jueces, el mediador no lo es, y todas estas figuras de autoridad lo que tienen en común, al menos desde mi punto de vista, es que imponen su criterio o sus normas, mientras que el mediador no impone nada, se dedica a ayudar a las partes que tienen el conflicto para que lleguen a un punto intermedio en el que el conflicto pueda ser resuelto.

María Dolores Jiménez Jiménez
4º Psicología. Sevilla.

Bianca Núñez Flores dijo...

Tras la lectura del texto, me parece sorprendente a la vez que "normal" que la mediación esté tan expandida por todo el mundo. Desde los pueblos más alejados como puede ser el de los wayuu hasta en países más desarrollados como el nuestro. Que me parezca normal no es más que, por el simple hecho de que el conflicto también es parte de nuestras vidas y, si hay conflicto, debe haber solución a éste.
La buena mediación se hace a través del mediador que, como dice en el texto, antes de mediar escucha ambas partes y es capaz de tomar una solución justa y confortable para ambos.
Me ha parecido a su vez, una lectura interesante para una primera aproximación al mundo de la mediación y, aunque todas las mediaciones que se den no posean el mismo nombre, ni se lleven a cabo de manera similar, es importante tener en cuenta el peso de ésta en las sociedades así como el ahorro de tiempo y de trabajo para los cuerpos más jurídicos.
Bianca Núñez Flores
Campus Sevilla, Universidad Loyola.

Unknown dijo...

CARMEN ASUERO ROLDAN

En mi opinión, la mediación engloba muchas cualidades que llevamos intrínsecas en nosotros mismos. La empatía, la comunicación, la comunicación con el otro… es por eso que ha existido y sigue existiendo durante muchísimos años, aunque hasta hace poco no se ha denominado mediación como tal, ni ha contado con una regulación propia en nuestro país.
La mediación profesional que ahora conocemos no se aleja tanto a practicada por El palabrero wayuu o pütchipü'ü mencionados en el artículo. Puesto que el objetivo principal es el mismo: resolver un conflicto y llegar a un acuerdo favorable entre las partes. En clase comentamos el ejemplo de un pueblo nómada del desierto. Tenía en su tienda campaña principal, un ``jefe´´ que se dedicaba a mediar entre las personas de su comunidad y lo que me llamo especialmente la atención es que no podían irse los enfrentados, hasta que no resolviesen el conflicto que los separaba, por lo que era eficaz y rápido pues ambos querían terminar cuanto antes, lo que favorecía al entendimiento.
Todas las personas somos un poco mediadores en cuanto a nuestras relaciones familiares, de amistad, en el trabajo o incluso en la propia sociedad. Lo que nos ha llevado a convertirlo en un perfil profesional, es que necesitamos personas especializadas para situaciones a las que no podemos llegar y siendo esta objetiva, que lleve con rectitud y de manera adecuada los conflictos.

Victoria Catalá 4º Psicología dijo...

Creo que este texto muestra la importancia de figura del Mediador en nuestra vida diaria, ya que es un concepto que el propio pueblo Indígena Wayuu ha desarrollado con otro nombre sin tener acceso a la información que ya se conoce de la mediación, por lo que podríamos decir que esa figura surge de la necesidad.

Por otro lado, aunque tienen distintos nombres y se dan en contextos muy diferentes, podemos observar en el texto que el Palabrero Wayuu y el Mediador son figuras bastante similares, ya que ambas deben escuchar a las dos partes implicadas en el conflicto hasta que estas cedan para solucionarlo, y si eso no es posible se debe intentar que no se de una radicalicen, ya que solo empeoraría la situación. A pesar de esto hay un punto bastante importante en el que creo que se diferencian, y es en el concepto de que el Palabrero Wayuu debe convencer a la parte culpable de que debe ceder y pagar, ya que en nuestro proceso de mediación partimos de la idea de que no hay un solo culpable, sino que ambas partes tienen algo de culpa dentro de ese conflicto.

Elena Ruiz dijo...

Este texto nos muestra como la mediación cruza fronteras y la importancia y trascendencia que tiene para determinadas personas.
Es interesante y llama bastante la atención ver como la mediación toma forma en distintos países y como se manifiesta influenciado por las tradiciones y la cultura de cada sitio.

Quizás lo que más me ha llamado la atención es que estos “administradores de justicia” han conseguido resolver con gran efectividad a través de la mediación y la negociación toda clase de conflictos. Incluso a pesar del paso del tiempo siguen siendo un pilar fundamental y un elemento central en el pueblo indígena, manteniéndose como personas dignas de respetar y de admirar.
Por último son fuentes de enseñanza, inculcando a los demás la importancia del diálogo, pero sobretodo la necesidad de escuchar y ser escuchados.

Elena Ruiz Giménez
Derecho 4º curso
Campus Sevilla

María José Aguilar dijo...

Es curioso como el texto nos muestra que la mediación es algo que se lleva aplicando desde varios siglos anteriores. Por tanto, la mediación profesional que hoy en día usamos no se aleja tanto de la practicada por el Palabrero wayuu ya que el fin que se pretendía conseguir es el mismo que hoy en día: resolver un conflicto. También considero sorprendente la manera en la que esta técnica se ha expandido por los diferentes países y culturas del mundo.

María José Aguilar.
4º Derecho
Campus Palmas ALtas, Sevilla.