El extraordinario valor de la sencillez en la mediación

 

Cuantas veces me habréis oído decir, la enorme importancia que tiene, hacer de la mediación, un proceso sencillo, donde, tras haber conseguido desaprender un poco de nuestra profesión de origen, para aprender esta apasionante profesión de destino que escogimos, nuestros clientes se sientan aliviados al encontrar un lenguaje sencillo, claro y directo.

Nos perdemos muchas veces en los vericuetos legales, las palabras incomprensibles, o los modelos de trabajo excesivamente estructurados que nos dejan poco margen a la flexibilidad que se propugna como valor de la mediación. Soy de los que piensan que existen tantos modelos como escuelas, incluso diría como profesionales trabajamos en este ámbito. Cada uno tiene sus propias claves, sus técnicas ideales, en las que se sienten cómodos, o sus pequeños trucos para hacer ventajosa una negociación para ambos.

Muchas veces se nos va la vida en ser mejores, buscar lo sublime, la excelencia, a la que nunca debemos renunciar, pero en lo interno, en nuestra preparación, en nuestro estudio, en conocer la alquimia de la mediación. En todo lo demás y para nuestros clientes, es necesario hacerlo sencillo

Por eso erramos si solo somos capaces de experimentar lo extraordinario ante lo imponente y despreciamos el valor de las pequeñas cosas, el inmenso potencial de lo sencillo. Debemos ser los artífices de plasmar el triunfo de la sencillez en las mediaciones. Una virtud que no exime del esfuerzo de formarte y ser mejor en tu profesión, pero que cuando volvemos la cara a nuestros mediados, se plasma en traducir de forma simple lo que nos ha costado mucho conseguir.

Te suena esta frase ¿Es demasiado sencillo, demasiado simple para ser verdad?, creo que simplemente porque tenemos el concepto, de que cuanto más complicado y difícil, seguro que será mejor. Mientras más curriculum, mejor, mientras más se tarde en una presentación de un conferenciante con lo que consiguió hasta llegar allí, mejor. Quizas porque con ello se justifica el “valor” añadido a la persona o su posición

Que error más grande, lo difícil, lo selectivo parece inalcanzable, incluso diríamos que crea barreras. Ojalá siempre me presenten ante una conferencia, como lo hicieron más de una vez: “su principal curriculum es ser amigo de sus amigos”

Si me permites un consejo, no huyas de lo fácil o lo sencillo, hoy en día tiene un valor extraordinario y en mediación, necesitamos personas extraordinarias que hagan sencillo su trabajo desde la humildad, eso hará que desde el primer momento los mediados te legitimen, la piedra angular de todo proceso, sea cual sea el conflicto.

Que sea fácil o difícil, habla de la cantidad de esfuerzo y medios que necesitamos para conseguir hacer algo o terminarlo. Por eso pensamos que si es fácil, hay detrás poco esfuerzo, mientras que si es difícil se hizo un gran esfuerzo. Asi cuando por ejemplo, como si fuera un boomerang, nuestros clientes responden a una pregunta que previamente hemos preparado, para conocer la clave de un conflicto, al parafrasear, requiere de un gran esfuerzo y conocimiento del mediador, pero lo que en verdad hacemos es modificar el sentido del mensaje para que surja un lugar “de encuentro”, más sencillo de entender y para ello reformulamos. 

Por otro lado, que sea sencillo o complejo, dicen que está relacionado con el esfuerzo mental que se requiere para entender algo.  Algo sencillo, está al alcance de todo el mundo, sin necesidad de realizar ningún esfuerzo mental, luego ni que decir tiene, cuando algo requiere de muchos trámites, o complicaciones.  

Por eso mi recomendación en este post, querido amigo o amiga, es que seas tu. Con tus debilidades y fortalezas, así conseguiremos ver lo extraordinario que es ser sencillo hoy en día, su potencialidad y sus posibilidades son increíbles. Ser directo, accesible a nuestros mediados, porque es muy importante hacerles ver que a pesar del conflicto, con muy poco podemos ser felices de verdad, y ver una gran oportunidad en la mediación.

Pero para ello, conecta con lo sencillo, aprende un vocabulario rico, para saber adaptar sus mensajes, generar claridad y facilitar el crecimiento de las personas.

Por eso la genialidad, nuestra base para la creatividad, está en saber detectar los principios simples y fáciles de las cosas aparentemente complicadas y difíciles. Sacar lo obvio de lo que aparentemente no es tan obvio.

Pero no pienses que lo sencillo y fácil, no requiere de una gran preparación. Por eso ahora que en España viene el verano, las vacaciones tan esperadas, tenemos que “trabajar” lo sencillo. Para aprender comunicación no verbal, basta con que mires a tu alrededor, en ese tiempo libre que ahora tenemos y practiques. Si quieres conocer la empatía, habla; habla con quien tienes alrededor, aunque no lo conozcas, para aprender de todo y de todos. Es tiempo de volver a la cotidianeidad y aprender a reconocerla en sus detalles más sencillos, porque volver “al día a día es redescubrir la oportunidad del día a día y más en esta época de pandemia.

La mediación necesita de profesionales que se quiten, las joyas, los títulos, las medallas, y se suban las mangas de la camisa, delante de los mediados y hagan de lo sencillo algo extraordinario.