Desde este post, se valora la
oportunidad que nos brinda la actualidad política de España para conseguir que
el mensaje de lo que es nuestra profesión llegue a todo el mundo.
Tras el “acuerdo de
investidura” del día de ayer en España y sin entrar evidentemente en las
consideraciones políticas, ya que son muchos los que alzan su voz en contra,
con sus razones y otros que no lo hacen tanto viendo una oportunidad histórica
(el lector tendrá evidentemente su posición), considero que es importante
determinar el rol de ese “tercero imparcial internacional” que se presume
estará presente: “Para la consecución de estos acuerdos, y dadas las profundas
discrepancias sobre la forma final de la resolución del conflicto, además de
las desconfianzas mutuas reconocidas por ambos, el PSOE y Junts han acordado
dotarse de un mecanismo entre ambas organizaciones, internacional, que tenga
las funciones de acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso
de negociación y de los acuerdos entre ambas formaciones a los que se llegue”.
De aquí extraemos la frase
clave: “acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de
negociación y de los acuerdos”.
Es aquí donde hay que aclarar
que los mediadores somos profesionales que facilitamos el diálogo, la
comunicación, entre las personas que tienen un conflicto. Es decir, una figura objetiva,
neutra e imparcial que se encarga de ayudar a las partes implicadas en un
conflicto a que lleguen a acuerdos mutuamente consentidos de la mejor forma
posible.
Por eso el objeto del mediador
se ciñe en escuchar, clarificar lo tratado, facilitar la comunicación entre los
interlocutores de las partes, para tras ellos, con diversas técnicas y
habilidades que evidentemente como profesional posee, consiga clarificar
términos, parafrasear tras preguntas realizadas, reformular el conflicto y
generar alternativas al mismo. Eso sí, en ningún caso deben dar la solución al
conflicto.
Todo ello hace indicar que si
lo pactado entre los partidos políticos es acompañar y hacer un seguimiento de
un acuerdo que en su momento no verificó, NO ESTAMOS HABLANDO de un MEDIADOR
PARA EL CONFLICTO CATALÁN.
Por el contrario, si hablamos
de un relator, también debemos dejar claro lo que ello supone. ¿Cuál es la
función de un relator?
Básicamente su rol es
utilizado en reuniones, foros, incluso en elecciones cuando hablamos de un
observador internacional de la transparencia de los mismos (otra palabra que
también podría ser utilizada por los medios de comunicación, como la de
VERIFICADOR). Su papel consiste en ayudar a los participantes de una
negociación, a tener la oportunidad de hacer sus aportaciones a la misma y
guiar las reuniones de ser necesario, resumir como “testigo privilegiado” lo
allí ocurrido, incluso en la mayoría de las ocasiones, tenemos que decir que no
es un papel de experto en la materia.
En el ámbito del derecho, el
relator es el funcionario de algunos tribunales superiores de justicia
encargado de realizar la relación de los expedientes judiciales ante tales
organismos jurisdiccionales. Evidentemente este no será el rol del “relator”
propuesto en este acuerdo.
También podríamos hablar del
“papel del Relator de Grupo de Trabajo”.
En este caso sería el
responsable de preparar el Informe de la discusión, que se va a debatir en las
reuniones al efecto, tomando notas de las distintas intervenciones y en su caso
acuerdos alcanzados. Redacta en la mayoría de las ocasiones un acta de las
sesiones en las que participe, presentando el resumen de lo hablado si los
participantes así se lo solicitan.
Tenemos que decir que las
dudas sobre su significado se deben a la ambigüedad, con la que se define esta
figura en nuestro diccionario. Hay hasta cinco acepciones distintas. La que
parece más apropiada a este contexto es la siguiente: «Persona que en un
congreso o asamblea hace relación de los asuntos tratados, así como de las
deliberaciones y acuerdos correspondientes». Es decir, un mero apuntador que se
encarga de llevar el orden del día.
Para finalizar he de decir que
no estamos acostumbrados en una democracia madura como la española, a necesitar
de esta figura, pero los tiempos andan revueltos y de ahí, que volvamos la
mirada a la diplomacia internacional, donde Naciones Unidas, menciona la
necesidad de relatores internacionales, para informar sobre la situación en un
país concreto.
Sea como fuere, abandonemos
para no confundir la mención al mediador y hablemos del relator.
SERIA MSRAVILLOSO UNA MEDIACION
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