En
esta vida todo es aprendizaje, de tal manera que un conflicto puede ser una
oportunidad para conocer qué pasos damos los mediadores cuando atendemos
cualquiera de ellos.
He
empezado por el llamativo “Alto al Fuego”, porque al igual que ocurre en
cualquier tema, no será posible mediar si, quienes están en conflicto, no paralicen
sus denuncias, querellas o demandas judiciales. Solo con la suspensión de las
mismas, es posible entrar en el terreno del diálogo. Podremos llamarle intento
de intermediación, gestión del conflicto de forma externa, o la denominación
que cada uno le dé. Pero no tiene sentido, por un lado dar la mano y por otra
utilizar las armas, sea de la parte que sea de donde venga esa acción.
También
me gustaría aclarar y analizar que no es lo mismo ofrecerse a intervenir y
mediar, que ser solicitada tu mediación por las partes. Solo en este segundo
escenario es donde podemos hablar de la legitimación para intervenir. Todo lo
demás pueden ser negociaciones asistidas, o intentos de diálogo, pero la
mediación requiere de legitimidad, empoderamiento.
En
tercer lugar me referiré junto a la legitimidad, la necesidad de que el
mediador o institución mediadora sea objetiva, neutral e imparcial, algo
absolutamente necesario para intentar un acuerdo que no una imposición. Me gustaría
entonces preguntarme, donde está esa condición en los distintos intervinientes
en una negociación, donde el mediador está interesado. No basta con que se
presuma, es fundamental demostrarlo a lo largo de la negociación, para
equilibrar a las partes. Me refiero evidentemente a la mediación imposible de
Estados Unidos en el conflicto palestino-israelí, o de Egipto, o de… La
realidad va acompañada de una compleja arquitectura institucional de ocupación,
controles administrativos y militares; desplazamientos de población,
destrucción de viviendas y de estructuras laborales.
Por
ahora Egipto, Qatar y Turquía, están siendo considerados los mediadores en la
guerra y Son los tres países con capacidad de mediación en la guerra entre
Israel y Hamás y sus esfuerzos se centran de momento en la liberación de
rehenes y la entrada de ayuda a la Franja.
Los
intentos de negociación y mediación en este conflicto desgraciadamente tan
actual desde hace años, deberían buscar un enfoque basado más en derechos y no
en intereses, para poder sumar “equilibrios diplomáticos” ¿Y la Unión Europea? Muchos
piensan que carece de un concepto estratégico general para la región en
conflicto.
Pero
¿qué pasa si llega a conseguirse un alto el fuego, mediado por quien sea? se asegura
que no hay otra salida y que "la solución de dos Estados es la única
solución que puede permitir que tanto israelíes como palestinos vivan en paz a
largo plazo". Eso supone que ambas partes tendrían que hacer concesiones, pasando
también por que los palestinos y los Estados que los apoyan reconozcan el derecho
a existir de Israel.
Hace
unos meses en otro post hablé de experiencias que ya hubo con respecto a la
Guerra de Israel y Palestina ¿No hay esfuerzos por la paz y el consenso?
La región de Palestina, entre el río Jordán y el mar Mediterráneo, considerada
sagrada para musulmanes, judíos y católicos, pertenecía al Imperio Otomano y
estaba ocupada mayormente por árabes y otras comunidades musulmanas. Pero una
fuerte inmigración judía, fomentada por las aspiraciones sionistas, comenzaba a
generar resistencia entre las comunidades.
Tras muchos años de atentados palestinos y asesinatos selectivos de las fuerzas
de seguridad israelíes, la OLP e Israel firmarían en 1993 los acuerdos de
paz de Oslo, en los que la organización palestina renunció a "la violencia
y el terrorismo" y reconoció el "derecho" de Israel "a
existir en paz y seguridad", un reconocimiento que la organización
islámica palestina Hamás nunca aceptó.
Y
tras los acuerdos firmados en la capital noruega fue creada la Autoridad
Nacional Palestina, que representa a los palestinos ante los foros
internacionales. No obstante, dicen los expertos que para que hubiera una
verdadera oportunidad de paz, los israelíes tendrían que apoyar un Estado
soberano para los palestinos que incluya a Hamás, levantar el bloqueo a Gaza y
las restricciones de movimiento en Cisjordania y Jerusalén Oriental. Y por otro
lado, los grupos palestinos deberían renunciar a la violencia y reconocer al
Estado de Israel.
Se
tendrían por tanto que alcanzar, acuerdos razonables en materia de fronteras,
asentamientos judíos y retorno de refugiados.
Olvidándonos
de los infructuosos intentos políticos, llama la atención que FAMILIAS
ISRAELIES Y PALESTINAS TRABAJEN JUNTAS POR LA PAZ. Así es existen datos reales
que nos hablan de numerosas familias israelíes y palestinas que han perdido a
algunos de sus hijos a causa del conflicto, se han unido por el dolor y ahora
trabajan juntas para que los líderes políticos vuelvan a negociar y la paz
vuelva a sus vidas. Lejos de buscar venganza y sentir odio por el declarado
enemigo político, se han buscado a través de estos últimos años y han unido sus
fuerzas para trabajar de manera conjunta para terminar con el conflicto que
viene asolándoles toda su vida.
Son
unas 650 familias que forman parte del llamado MOVIMIENTO PALESTINO POR EL
CAMBIO Y EL CIRCULO ISRAELÍ DE PARIENTES, dos entidades que se han unido para
llevar a cabo proyectos de sensibilización por la paz para ambos pueblos. Son
padres sin hijos, hijos sin padres, o hermanos sin hermanos, movilizados para
dar sentido a esa línea de filiación que se interrumpió dramáticamente. Suman
ahora, como os he mencionado en pleno 2023 unas 650 familias de ambos pueblos,
cuyos miembros tuvieron que enfrentar no solo emociones encontradas cuando los
invitaron a participar en el grupo, sino cuestionamientos por parte de los
suyos y calificativos de “traidores” cuando se integraron. Saben que desde la
condición moral de víctimas, su mensaje de reconciliación es más irrevocable
que los discursos oficiales. Trabajan juntos para estimular el mutuo
entendimiento y contagiarlo al resto de la sociedad
Para
ellas su principal misión es el "DEBER DE HABLAR" y que no
hay diferencias cuando se trata de dolor: el mismo sientes las familias
palestinas que las israelitas cuando pierden un miembro de sus familias. Su
misión consiste en ejemplarizar. Manifestar que si ellos han conseguido
sentarse en la misma mesa, porqué sus líderes políticos no han sido capaces de
hacerlo con verdadera intención de acuerdo y solución del conflicto. Cada organización
dentro de sus actividades organiza talleres y charlas por las escuelas y en las
comunidades.
Una
de sus misiones ha sido ir a los centros educativos y a los niños en edad
adolescentes inculcarles la necesidad y el beneficio de la reconciliación con
todos los territorios ocupados, como señalan, la intención es "que la
población tome conciencia y reclame el inicio de las negociaciones para lograr
la paz. El deseo de venganza para estas familias, que son ejemplo para el resto
del mundo, genera aún más venganza, de hecho, el odio "es un camino
absurdo" cuya salida solo genera violencia y más violencia. Señalan que
eso no puede hacerles olvidar en ningún caso lo que les ha ocurrido pero deben
trabajar juntos para ayudar a los demás. Nuestra pregunta se debe de basar en
¿podemos quedarnos como simples observadores internacionales?
Dos
claves por tanto, muy importante para nosotros los mediadores: el negociar
salidas al problemas quienes de verdad son protagonistas principales, aquellos
que lo han vivido en sus propias carnes; y desconocer la identidad del otro,
que si bien desde el otro bando, ha sufrido lo que mismo que tú, no es bueno
saber quien es, para no perder la razón y acudir a la fuerza.
Sea
como fuere, llamémosle mediación o simplemente negociación, acabemos con esta
guerra.
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