Está de moda hoy en día, en el que vamos por una siguiente “ola de
contagios del coronavirus” el debate entre la vacunación y los no vacunados
auspiciados por un movimiento llamado “negacionistas”.
El “negacionismo” ha surgido a lo largo de la historia con muchos frentes, evidentes, pero que
siempre llevan una corriente contraria: el cambio climático, el Sida, etc.
Hablamos de personas que eligen negar la realidad para evadir y evitar quizas
una verdad incómoda. Para Paul O'Shea, "es el rechazo a aceptar una
realidad empíricamente verificable. Es en esencia un acto irracional que
retiene la validación de una experiencia o evidencia histórica". Siempre
el cambio sufre un “trauma” muchas veces no aceptado. Si me permitís la
expresión, en nuestro ámbito de la mediación, siempre es difícil salir de la
zona de confort.
Se piensa que son muchas las motivaciones y causas para para que exista el
negacionismo, tales como ciertas creencias religiosas, el egoísmo, o incluso
dice que pueda ser un mecanismo psicológico de defensa contra ideas que
inquietan una situación concreta.
La continua radicalización y polarización en las redes sociales son el lugar favorito
para el crecimiento del negacionismo, incluso alimentadas por lo que llamamos
hoy en día las “fake News”. Todo ello acrecentado con la existencia imprevista
de una pandemia hoy en día, y porque no decirlo, ante la imprevisión de las
decisiones que se toman para la gestión de la misma (no estábamos preparados),
es un hecho.
Tal es así, que el otro día leí que se le denominaba a esta situación como,
“Infodemia” la otra epidemia de la Covid-19, que ha creado unos 1.169
bulos y desinformaciones sobre la Covid-19. A ello contribuyeron determinados
influencers, incluso videos que luego se hicieron virales.
No quiero entrar en los motivos, de este “negacionismo”. Yo no lo soy, pero me sirve para “jugar”
con el concepto y decirte querido lector o lectora que lo que si soy es “mediacionista”.
La justicia no está en su mejor momento y necesitamos como dice la exposición de
motivos de la Ley que Regula la Mediación Civil y Mercantil en España de 2012, una
“justicia de calidad” y, entre las grandes ventajas está su capacidad para dar
soluciones prácticas, efectivas y rentables.
Consigamos que nos “inmunicemos” contra el conflicto, para acercarnos y no
tener “distancia social”.
No lo olvidéis amigos “el conflicto mata las relaciones” y la mediación “salva
las mismas”
Puede que la mediación y la “cultura del acuerdo” no frenen totalmente los
contagios, pero sí evitan acabar en la UCI. Y eso es más que suficiente.
Consigamos que la población este plenamente informada de las bondades y
seamos si me permitis… “Mediacionistas”
Si Maestro, unir las distancias sociales, propender a un diálogo reflexivo, y ahondar en por qué el no. Tendremos que volver al futuro,??? Como tu excepcional artículo. Un abrazo.
ResponderEliminarCierto es que la distancia social crea muchos conflictos, lo bueno es q esa distancia con buenos puentes se convierten en puntos de unión q se acercan con caminos creados a través de ideas surgidas de mediaciones llevadas acabo por lxs mediacionistas q tienden puentes con ganas de acercar a lxs q se han alejado. Gracias por tus artículos q me ayudan a aprender un poco más sobre las infinitas posibilidades q da la mediación como herramienta de acercamiento. Toñi Venegas, futura mediadora!
ResponderEliminarCierto es que la distancia social crea muchos conflictos, lo bueno es q esa distancia con buenos puentes se convierten en puntos de unión q se acercan con caminos creados a través de ideas surgidas de mediaciones llevadas acabo por lxs mediacionistas q tienden puentes con ganas de acercar a lxs q se han alejado. Gracias por tus artículos q me ayudan a aprender un poco más sobre las infinitas posibilidades q da la mediación como herramienta de acercamiento. Toñi Venegas, futura mediadora!
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